lunes, 11 de marzo de 2024

¿La Palestina Dios la ha dado a los Hebreos o a los Musulmanes?

En la intrincada situación que hoy se vive en Tierra Santa, está claro que una palabra resolutiva para alcanzar la paz y la concordia entre Judíos y Musulmanes sólo puede venir de los cristianos. Es nuestro Señor Jesucristo quien ofrece la visión de los puntos en común que se deben poner en evidencia y de los cuales partir, es Cristo quien nos indica la meta final a alcanzar, es Cristo quien nos da la fortaleza de ánimo, la sabiduría de juicio, los necesarios dones de gracia, la clave para la solución de los problemas, la caridad para suscitar el diálogo, acercar a las partes, apagar los odios, estimular la disponibilidad al perdón y a la comprensión, encender la esperanza, suscitar la paciencia, hacer descender del Padre de las luces el don de la paz. [En la imagen: detalle del relieve del Arco de Tito, en Roma. Se trata de su panel interior sur, y este primer plano del relieve muestra el botín o los despojos del asedio y la caída de Jerusalén].

----------El conflicto hebreo-palestinense por la posesión de la Palestina pone de relieve hoy más que nunca la cuestión acerca de a cuál pueblo pertenece el territorio palestinense, si al pueblo palestino o al pueblo judío. Está claro que esta milenaria y difícil cuestión no puede ser resuelta con la violencia o la fuerza de las armas, sino que debe resolverse con la fuerza del derecho y de la razón. Es necesario discutir y buscar juntos la verdad.
----------Pero más allá de esto, también la Sagrada Escritura y el Corán ofrecen una respuesta, por más que los dos textos estén en contraste entre sí a este respecto, aunque en ambos casos se pone en juego la voluntad de Dios. Pero no es posible que Dios se contradiga. Por eso, a través de un paciente diálogo, es necesario comprender cuál es verdaderamente la voluntad de Dios: ¿La voluntad de Dios ha sido revelada a Moisés o a Mahoma? Las dos religiones coinciden en el reconocer que ella se ha revelado a Abraham. Pero los disensos surgen, como es sabido, cuando se trata de saber cuál es la posteridad autorizada de Abraham.
----------En efecto, a partir de Abraham es necesario aclarar cuál de los dos contendientes tiene razón y a cuál de las dos líneas de su descendencia se refería Abraham al anunciar la tierra prometida. He aquí un motivo importantísimo y urgente para el diálogo entre cristianos, judíos y musulmanes.
----------Disponemos, por consiguiente, de dos métodos para descubrir la verdad: un método puramente racional, histórico, sociológico, arqueológico y jurídico, que tiene por objeto los datos fácticos presentes y pasados, las instituciones, las tradiciones, las costumbres, los documentos culturales y literarios, los personajes históricos, la evolución de las ideas, examinadas con justicia y objetividad, y un método exegético y teológico basado en la fe en Dios, teniendo como objeto los textos religiosos cristianos, judíos y musulmanes.
----------De esta diligente, compleja y paciente confrontación de posiciones y fundamentos emergen las razones a favor o de los hebreos o de los musulmanes, razones que se han desarrollado y madurado a lo largo de la historia de los dos pueblos. Me limito aquí a algunas consideraciones que me parecen decisivas.
----------En primer lugar, considero que nos debemos preguntar de qué ha dependido antes y depende hoy el éxito de Mahoma. Sin negar el ánimo de Mahoma francamente religioso, monoteísta y altruista, podemos notar que su éxito, como ha sucedido con otros grandes líderes religiosos, como Zaratustra para los Persas, Buda para los Indios, Lutero para los Alemanes, Gregorio Palamás para los Eslavos, ha dependido y depende de la capacidad de hacerse intérprete de la índole y de las necesidades de su propio pueblo dentro de un marco de encendido nacionalismo, por el cual el propio pueblo árabe aparece por encima de todos los demás como destinado a dominar a la humanidad o a ser la luz de las naciones.
----------Mahoma intuyó el valor de la misión religiosa universalista de la cual el pueblo judío se había sentido investido, y por otra parte se dio cuenta de la misión universalista de la cual se jactaba el Imperio cristiano bizantino de Oriente, y Mahoma, creyéndose inspirado por Dios, construyó el genial y afortunado proyecto de convencer al pueblo árabe de ser él, Mahoma, más allá de Moisés y de Jesús, quien completaba el conocimiento del plan divino de salvación para la humanidad. Prospectó por tanto para su pueblo el proyecto de convertir a las naciones a Alá, sometiéndolas al pueblo profético por él instruido y enardecido con su predicación y la exhibición de su extraordinaria capacidad política, militar y organizativa.
----------Mahoma era (y así precisamente se lo aseguró él a la multitud que lo escuchaba como hipnotizada) el verdadero y supremo enviado de Dios mandado a toda la humanidad para anunciar los caminos de su salvación, para hacerle conocer la verdad y la voluntad de Dios. ¿Cuál fue la consecuencia? Que Dios no había prometido a Israel, sino a los árabes, la posesión de la Palestina, así como del resto de toda la tierra.
----------A diferencia del Islamismo, siempre ligado a la índole del pueblo árabe, y a diferencia del Hebraísmo, en cuanto expresión de la mentalidad semítica, el cristianismo, religión fundada por Cristo, disfruta en cambio de un universalismo que sólo puede provenir de una inspiración divina, aunque es cierto que ha recibido la impronta de la cultura greco-romana. Pero precisamente el valor de estas culturas (la griega y la romana) es el de una universalidad superior a la de todas las demás. De hecho, mientras las demás universalidades se limitan al área geográfica que a ellas les corresponde, la cultura greco-romana deja su propia huella en el catolicismo, muy extendido por todo el mundo. La elección de Israel es un misterio de la divina misericordia, porque si Dios hubiera prestado atención al nivel cultural, podría haber elegido a Roma o a Atenas.
----------En segundo lugar, cabe señalar que el esclarecimiento de cuáles poblaciones preexistieron al ingreso de Israel en Palestina narrado por la Escritura, no funda jurídicamente de modo suficiente la pretensión islámica a la posesión de la Palestina en lugar de los judíos, ya que no está en absoluto demostrada la continuidad étnica de aquellos pueblos en su tiempo diezmados, expulsados o absorbidos por Israel, con el pueblo árabe en cuyo seno surgió la religión islámica con sus pretendidas reivindicaciones sobre la Palestina.
----------Como es sabido por la Escritura, los Hebreos, después de haber ocupado la Palestina bajo la guía de Josué, instauraron subsecuentemente un reino bajo la guía de David con capital en Jerusalén, reino que duró por siglos hasta su fin con la caída de Jerusalén y de la Palestina en el año 70 d.C. bajo el dominio romano y la posterior absorción de la Palestina en el Imperio Romano.
----------A la dominación del Imperio Romano de Oriente le sucedió el dominio musulmán en el siglo VII. ¿Pero con qué derecho? Porque el Corán decía que el dominio sobre la Palestina pertenecía a los musulmanes, verdaderos descendientes de Abraham. Los musulmanes, por tanto, ignoraron que en realidad la Palestina había sido durante siglos la patria de los judíos, y por tanto esa tierra les pertenecía. Por el contrario, los musulmanes querían que la Jerusalén islamizada dominara la Palestina, con la construcción de las dos mezquitas de Omar y Al-Aqsa en la explanada del Templo destruido por los Romanos.
----------Los musulmanes, por tanto, basaron sus pretensiones sobre la Palestina en la fe en una supuesta revelación divina hecha a Mahoma, revelación que, sin embargo, estaba desmentida por la precedente realidad histórica de la presencia de Israel en Palestina, ampliamente documentada por la Biblia.
----------Pero podríamos preguntarnos: ¿en qué se funda la credibilidad de Mahoma? ¿Queremos parangonarla o compararla con la de un Moisés o la de Jesucristo? Por otra parte, es sólo respondiendo a esta pregunta que podremos saber con certeza a quién pertenece la Palestina.
----------Los musulmanes, por su parte, pudieron ocupar fácilmente en el siglo VII la Palestina porque en aquella época la presencia hebrea era escasísima, teniendo en cuenta el hecho de que los Judíos, tras la ocupación romana y la destrucción del Templo, en parte habían sido expulsados ​​y en parte habían tomado ellos mismos el camino del exilio para buscar en otros lugares condiciones de vida decentes.
----------En base a las consideraciones que he hecho líneas arriba, considero que resulta fácil comprender que el retorno a Palestina promovido a finales de siglo XIX por Theodor Herzl [1860-1904] fue una iniciativa totalmente razonable y providencial, ya anunciada por la Escritura, porque los Judíos no hicieron más que retornar a su propia casa y los entonces residentes deberían haberlo comprendido.
----------Y a decir verdad los judíos retornaron, no ciertamente con aquella violencia narrada por la Escritura para su primera entrada en la tierra prometida, sino con gradualidad y mansedumbre, al menos en sus inicios, aunque con motivada firmeza, conscientes de su buen derecho. Los musulmanes que residían allí deberían haberse retirado en buen orden sin considerar a los recién llegados como intrusos, quienes en cambio regresaban a su propia tierra. En cambio, lamentablemente, comenzó una forma de intolerancia por parte de los musulmanes que ha ido en aumento con el tiempo, y con respuestas agresivas por parte de los judíos, con una sucesión de hostilidades, que han continuado aumentando hasta llegar a la explosiva situación actual.
----------En esta intrincada situación que hoy se vive en Tierra Santa, está claro que una palabra resolutiva para alcanzar la paz y la concordia entre los dos pueblos sólo puede venir de los cristianos. Es Cristo quien ofrece la visión de los puntos en común que se deben poner en evidencia y de los cuales partir, es Cristo quien nos indica la meta final a alcanzar, es Cristo quien nos da la fortaleza de ánimo, la sabiduría de juicio, los necesarios dones de gracia, la clave para la solución de los problemas, la caridad para suscitar el diálogo, acercar a las partes, apagar los odios, estimular la disponibilidad al perdón y a la comprensión, encender la esperanza, suscitar la paciencia, hacer descender del Padre de las luces el don de la paz.

8 comentarios:

  1. Buenos días padre Filemón,
    he leído ya su artículo de hoy, y el de la semana pasada, ambos artículos referidos a la controversia entre Judíos y Musulmanes acerca de la posesión de la Palestina.
    Como ha dicho Cristo, refiriéndose a sí mismo, "la salvación viene de los judíos".
    Precisamente refiriéndose a sí mismo, no al pueblo en cuanto tal. Este pueblo no lo reconocerá y, en la espera del "verdadero mesías", se expondrá al riesgo de esperar a "otro", el cual desgraciadamente -este es el testimonio evangélico- será en cambio acogido. De ahí los recurrentes intentos de reconstruir el Templo y toda la tendencia apocalíptica que permanece oculta detrás de los acontecimientos noticiosos de la crónica diaria de nuestros días.

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    1. Estimado amigo Argerami,
      recordemos la profecía de san Pablo, en el capítulo 11 de la Carta a los Romanos, donde el Apóstol prevé la conversión de Israel cuando ocurra el regreso del Señor.
      Por cuanto respecta al Templo, existe efectivamente en Israel un partido que desearía la reconstrucción del Templo, pero esta cuestión se resuelve con la Carta a los Hebreos, probablemente escrita por un sacerdote para los sacerdotes de Jerusalén, a fin de persuadirlos de que Jesús era el Nuevo Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza.
      De hecho, en la Antigua Alianza el único Templo era el de Jerusalén, mientras que en la Nueva los Templos están dispersos por todo el mundo, para significar que se puede dar culto a Dios en todos los lugares de la tierra.
      Sin embargo, la Jerusalén del Apocalipsis mantiene su función de ciudad santa y es símbolo del paraíso del cielo.

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    2. Gracias Padre.
      Sí, esta es la concepción cristiana respecto a los últimos tiempos y al pueblo elegido. A lo cual se puede añadir la concepción de los judíos ortodoxos:
      Para ellos el Templo descenderá del cielo a la venida del Mesías y cualquiera que pretenda reconstruirlo con medios humanos estaría cometiendo una especie de violencia contra los planes de Dios.
      Sin embargo, en el judaísmo existe toda una corriente apocalíptica que, para fortalecer el revanchismo nacionalista judío, se sirve de los Profetas canónicos del Antiguo Testamento y los enriquece con predicciones imaginativas que describen el triunfo de Israel sobre los Paganos o no-Hebreos (gojim): "Israel será liberado y vengado y, guiado por Yaweh y su Mesías, quedará satisfecho en paz y abundancia; las 12 Tribus volverán a reinar sobre el Pueblo domesticado y pisoteado", como dice Nitoglia. Véase:
      https://www.effedieffe.com/index.php?option=com_content&view=article&id=641175%22

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    3. Estimado Argerami,
      esta cuestión del templo, en relación con el diálogo cristiano-judío-musulmán, es muy interesante, porque plantea la cuestión del sacerdocio, siempre en relación con el derecho de los judíos a la posesión de la Palestina.
      En primer lugar, preguntémonos qué significan las dos mezquitas ubicadas en la explanada del templo. El significado me parece evidente. Es la pretensión musulmana de prevalecer sobre la religión judía.
      Según los Profetas, el Mesías debería haber sido sacerdote, cuyo sacrificio habría supuesto la remisión de los pecados de Israel. Desafortunadamente, Mahoma consideró en Jesús sólo la profecía. Mi opinión es que Mahoma se haya visto afectado o turbado por la destrucción del Templo, que era para los judíos el único lugar donde podían realizar sacrificios. De hecho, los propios judíos creen que ya no tienen el sacerdocio.
      Por cuanto respecta al sacerdocio cristiano, tengamos en cuenta el dato de que nosotros los cristianos consideramos que nuestro sacerdocio es precedido por el sacerdocio judío.
      En este punto yo creo que Dios nos llama a nosotros, los cristianos, a intervenir en el diálogo para apoyar los buenos derechos tanto de los judíos como de los musulmanes. ¿De qué modo?
      Los cristianos necesitamos demostrar a estos hermanos nuestros, Judíos y Musulmanes, que Jesucristo es el Sacerdote de la Nueva Alianza. De tal modo, Dios nos llama a persuadir a los musulmanes a reconocer el sacerdocio de los judíos, mientras que nuestros hermanos judíos están llamados a reconocer a Jesús como el Mesías y el Sacerdote de la Nueva Alianza.

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  2. Estimado padre Filemón: también yo he leído sus dos artículos referidos a la guerra actual entre Judíos y Palestinos.
    En referencia a su artículo de la semana pasada: ¿podría explicarme la siguiente afirmación: el "Estado moderno, que por lo demás surge de la revelación bíblica interpretada por los cristianos, según la cual vale el principio de la laicidad del Estado, el derecho a la libertad religiosa, la convivencia de diferentes grupos étnicos y el pluralismo racial." Mi pregunta es: ¿Dónde encuentra confirmación en la Escritura esta afirmación suya?
    Mil gracias,
    Lucas

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    1. Estimado Lucas,
      los principios del Estado moderno que claramente he enumerado, no se encuentran de manera así detallada en el Evangelio. Pero eso no quita que, sin embargo aquí, en el Evangelio, podamos fundamentar la doctrina sobre el Estado moderno, que también es enseñada por la Iglesia, porque en el Evangelio tenemos el origen primario de estos principios, donde Cristo habla, por ejemplo, de las cosas que son competencia del César, las cuales significan precisamente la laicidad del Estado. La laicidad del Estado es la función propia del Estado para garantizar el bien común temporal de la sociedad civil.
      Por otra parte, tenemos otra indicación de Cristo en su diálogo con Pilato, cuando le dice que su reino no es de este mundo y aquí también se refiere a la laicidad del Estado, citando los reinos de este mundo.
      El principio de la libertad religiosa está implícito en las palabras del Señor cuando dice: "Quien no está contra vosotros, está por vosotros". Esta palabra del Señor se refiere a la conciencia civil, la cual puede estar implícitamente en comunión con Dios, aunque no conozca explícitamente a Cristo. Ahora bien, la conciencia civil es el principio de la laicidad Estado.
      Espero haber respondido satisfactoriamente, aunque de modo breve, a su consulta.

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  3. Yo nunca he visto una proposición más comprensiva por parte de un goy: "Los musulmanes que residían allí deberían haberse retirado en buen orden sin considerar a los recién llegados como intrusos, quienes en cambio regresaban a su propia tierra". Le agradezco como judío y sionista, la solución era que los palestinos se retiraran.
    Ch´aim Al Elnekave

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    1. Estimado Ch'aim,
      en estos días estoy preparando un artículo donde abordo la cuestión de una manera mucho más amplia.
      No hay duda de que la tierra de Canaán pertenece a Israel y también es cierto que los árabes musulmanes han ocupado una tierra que no era la suya.
      Lamentablemente, en mi opinión, ustedes, los judíos, han sido demasiado duros al ejercer vuestro derecho de propiedad sobre vuestra tierra, que en su momento habían intentado recuperar de manera honesta.
      Sin embargo, reconozco que el Estado de Israel es un Estado laico. Y esto es algo muy positivo, porque de esta manera ustedes ejercitan esa hospitalidad hacia los extranjeros, que forma parte de vuestra más bella tradición.
      Después de todo, Jerusalén, como dicen los Profetas, es la madre de todos los pueblos y todos deben confluir en Jerusalén para adorar a Dios.
      Yo creo que si ustedes quieren encontrar la paz con los árabes musulmanes, deben insistir en este punto, que también he sugerido para nosotros, los cristianos, cuando reconocemos que nosotros, los cristianos, vosotros, los judíos y los musulmanes, somos todos hermanos, hijos de un único Dios.

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