Fascismo y nazismo: orígenes, doctrina y actualidad (6/9)

Los enemigos de la verdad, cuando ven a alguien que se balancea complacidamente dando la razón tanto a los que tienen razón, como a los que no la tienen y están en el error, dando la apariencia de ser espíritus de lo más abiertos y liberales, entonces lo aceptan de buen grado. Pero si alguien se decide rigurosamente a favor de la verdad, sin compromisos, y contra el error, entonces lo marginan o lo persiguen implacablemente. El verdadero amante de la verdad, sin embargo, no transforma el aut-aut en un et-et; sabe que no se puede quedar entre el sí y el no: o Cristo o Satanás. Tertium no datur. [En la imagen: Edith Stein, santa Teresa Benedicta de la Cruz].

El voluntarismo de Kant

   

----------La razón práctica como actuación práctica del "yo pienso" es el principio motor de la razón especulativa. Para Kant, esta es autónoma respecto de la voluntad sólo en las ciencias experimentales de la naturaleza. Pero en la cuestión de Dios y de los valores morales, es la razón práctica la que dicta la verdad.

----------Ella capta la verdad ética y racional en ese campo del espíritu, al cual la razón especulativa, ligada a los fenómenos, por sí sola no llega a elevarse. En cuanto al conocimiento de la razón por parte de sí misma, ésta es tarea de la autoconciencia o "yo pienso" o "apercepción", que Kant llama "razón pura".

----------La ley moral es, por consiguiente, decidida a priori por la razón y querida por la voluntad. La ley no es recabada de la experiencia de la naturaleza humana, sino que está a priori en la conciencia moral. La ley moral es universal y es universalmente obligatoria para todo ser razonable.

----------La ley moral no manda lo que está prescripto por la naturaleza humana y querido por Dios, sino que manda aquello que es mandado por la razón como universalizable y practicable. Dios ya no es el legislador del hombre, sino sólo el garante de la razón práctica y el hombre es ley para sí mismo. No interesa saber; interesa actuar. El yo pienso se resuelve en el yo quiero.

----------Se comprende entonces cómo con semejantes premisas, en el ámbito de la política el deber no sea otra cosa que obedecer la voluntad del líder, cualquiera que sea su orden o mandato, porque él es la expresión racional empírica de la universalidad de la ley y del deber moral.

----------Esta tesis política también será luego sostenida por Hegel en su doctrina filosófica del Estado, con el añadido de que el Estado representa la voluntad de Dios y por tanto ninguna voluntad puede estar por encima de la del Estado, lo que por otra parte constituye además la Subjetividad absoluta del individual ciudadano. Se está preparando así el estado totalitario nazi. Y dado que en esta serie de notas estamos explicando de manera conjunta tanto el fascismo como el nazismo, llegados a este punto conviene recordar que Benito Mussolini estará en perfecta línea y sintonía con esta concepción hegeliana del Estado, cuando declara: "nada fuera del Estado, nada contra el Estado, nada por encima del Estado".

   

El voluntarismo de Fichte

   

----------El yo pone el no-yo en el Yo. El pensamiento pone el ser con el querer-ser. El Yo es querido por sí mismo. No existe una cosa en sí externa al Yo, sino que es el Yo mismo quien pone ante sí y en sí mismo la cosa (el "objeto"), que es producto del mismo Yo. Para Fichte el alemán está destinado a dominar el mundo sirviéndose de la masonería.

----------Fichte interpreta el cogito cartesiano en el sentido del hacer, del producir, del querer. Más aún que Kant, que limita el cogito al querer ser, Fichte explicita las potencialidades prometeicas contenidas en el cogito cartesiano, que se manifestarán plenamente en Nietzsche con el concepto de ser como voluntad de poder. Para Fichte, el yo "pone" su ser no en el sentido lógico, sino ontológico.

   

El voluntarismo de Schelling

   

----------En un estudio sobre Schelling, Heidegger ha señalado cómo para Schelling la libertad es un principio ontológico, de modo que el querer no está puesto por el ser, sino que es el ser que es efecto del querer. De ello se deduce que para Schelling Dios pone su propio ser voluntariamente y libremente, casi como si Dios, si no hubiera querido, no hubiera podido existir, sin tener en cuenta que la cuestión tiene sentido en el caso del ser contingente, pero no en el caso del ser necesario, que es Dios.

----------Éste es el absurdo de quien concibe la posibilidad de ser "causa sui". Así, Schelling confunde lo necesario con lo contingente o, a la inversa, absolutiza lo contingente. Se trata de una teologización del cogito cartesiano, que permanecerá en Hegel, en Nietzsche y en la teología nazi.

   

El voluntarismo de Hegel

   

----------El pensamiento es absoluta omnipotencia y es precisamente el "poder mágico de lo negativo". Julius Evola ha tenido la inteligencia y el coraje de revelar el aspecto mágico del idealismo, en cuanto doctrina que tiene la pretensión de plasmar la realidad sobre la base de un concepto mágico del obrar humano (cf. Ensayos sobre el idealismo mágico, Ediciones Heracles, Buenos Aires 2003). La voluntad se quiere a sí misma y es el Absoluto. El Dios de Hegel es en el fondo el de Ockham, cuyo principal atributo no es la sabiduría, un Dios mediado por aquello de Böhme, que quiere tanto el bien como el mal. De ahí la apología de la guerra, que para Hegel es la ley del progreso histórico. La conciliación dialéctica no elimina el conflicto sino que lo supera.

----------Cabe aclarar aquí que Hegel siente odio por el derecho romano, que considera tiránico, en favor del derecho germánico, que favorecería la libertad espiritual. En uno de sus discursos programáticos, Hitler anunciará la sustitución del derecho romano por el derecho germánico. Por lo demás, ¿Lutero no habrá también de quemar el Código de Derecho Canónico? ¿Para reemplazarlo con qué?

----------Hegel considera a los Hebreos un pueblo servil, abyecto y esclavo de un Dios despótico y abstracto. Hitler ordenó a los juristas que reemplazaran el derecho romano por el derecho germánico

----------De modo similar, Hegel, influido por Marción, desprecia al Dios trascendente y, como él mismo dice, "abstracto", del Antiguo Testamento, al que él considera el Dios de los Hebreos, para historizar e inmanentizar a Dios en el hombre y en el mundo, de acuerdo con aquello que cree ser el Dios cristiano, que sin embargo es propiamente el Dios de Lutero. Para él, los Hebreos son el pueblo deicida. El verdadero Dios es el Dios "concreto", Cristo, no es el Dios del Antiguo Testamento.

   

El voluntarismo de Heidegger. Sit pro ratione voluntas

   

----------Según Heidegger en su Nietzsche, Nietzsche revela el alma voluntarista del idealismo alemán y sienta el principio de la doctrina nacionalsocialista. Heidegger cita a Nietzsche: "La íntima esencia del ser es voluntad de poder" (Nietzsche, op.cit., p.407); "la creencia 'es asíy así' debe transformada en la voluntad 'así y así debe llegar a ser'..." (Ibid., p.452). Y comenta: "Si el pensamiento de la voluntad de poder en Nietzsche es el pensamiento fundamental de su metafísica y el último de la metafísica occidental, entonces, la esencia del conocimiento, es decir, la esencia de la verdad, deberá ser determinada partiendo de la voluntad de poder" (Ibid., p.413).

----------Según Heidegger, entonces, el pensamiento metafísico de Nietzsche es "el último de la metafísica occidental". No se va más lejos. Es el camino correcto. Esto se hace eco de lo que Heidegger ya había escrito en 1933 en los Cuadernos Negros, a saber, que Hitler "ha despertado una nueva realidad que orienta nuestro pensamiento en el camino correcto y le confiere fuerza de impacto".

----------Por consiguiente, ¡aquí lo tenemos a Hitler como maestro de metafísica en la escuela de Nietzsche! ¿Quien lo hubiera dicho? Por esta razón, continúa Heidegger, "es urgente crear una verdadera nobleza espiritual, que sea lo suficientemente fuerte como para configurar la tradición del alemán en base a un gran futuro". Hitler había prometido un Reich de mil años. No alcanzaron a pasar dos ceros menos...

   

Edith Stein, crítica de Husserl y de Heidegger

   

----------Lo que no deja de sorprender es la ingenuidad de Edith Stein [1891-1942] al entusiasmarse con Husserl, al enterarse del cual, quiso en 1913, siendo ella aún muy joven, trasladarse específicamente a Göttingen para seguir sus lecciones, convirtiéndose posteriormente en una fiel discípula tan hábil en reproducir el pensamiento del maestro, para alcanzar en esto la fama europea.

----------De hecho, en un libro de unas 900 páginas, Ideas relativas a una Fenomenologia Pura y una Filosofía Fenomenológica, Husserl se jactaba de haber descubierto una "nueva región del ser" mediante la suspensión o puesta entre paréntesis o epoché de la ordinaria "actitud natural", que nos hace ver un mundo fuera de nosotros y dirige nuestro intelecto al conocimiento de este mundo, y la asunción de lo que él llamaba "método fenomenológico", gracias al cual nos queda reservado el descubrimiento de la mencionada nueva región del ser, fundada en la "subjetividad absoluta o trascendental o conciencia pura o yo puro", región hasta entonces, según Husserl, completamente desconocida y nunca investigada hasta ese momento. En realidad se trataba de una reproposición más pedante de la ahora bien conocida subjetividad absoluta nacida con Descartes y que de diferentes modos y formas hace de hilo conductor para todo el idealismo alemán.

----------Aún con todo esto, hay que concederle a Husserl el mérito de haber centrado la atención en el ser "fenomenológico", es decir, del ser tal como aparece inmediatamente a la conciencia y de haber promovido la intuición emotiva de la singularidad de la otra persona (Einfühlung).

----------Estos son los valores recibidos y desarrollados por Edith Stein y también presentes en Roman Ingarden [1893-1970], discípulo de Husserl, a su vez maestro de Karol Wojtyla, quien ya siendo Papa, san Juan Pablo II, amaba ver la fenomenología como introducción a la metafísica.

----------En cualquier caso, Edith tardó algunos años en darse cuenta de la impostura de Husserl al presentarse como recuperador del realismo gnoseológico frente al positivismo y el idealismo. La tan alardeada nueva ciencia absoluta del ser no era en realidad más que el caldo recalentado del viejo idealismo alemán; sin embargo, tal era la habilidad fabuladora de Husserl, que daba a muchos la impresión de ser un erudito muy serio, que Edith Stein permaneció fascinada y engañada durante muchos años.

----------En realidad, Husserl era un idealista disfrazado de realista, que sin embargo supo fingir al principio y sólo en un momento determinado se quitó el disfraz y la máscara, y entonces se declaró abiertamente cartesiano. En este punto muchos de sus discípulos, decepcionados, lo abandonaron, incluida Edith Stein, que abrazó el realismo de santo Tomás de Aquino. El enfoque fundamentalmente idealista del pensamiento husserliano resulta de esta afirmación que está en sus Meditaciones Cartesianas: "El ser del yo puro y de sus cogitaciones, como un ser que es primeramente en sí mismo, es antecedente al ser natural del mundo [...]. El ser natural es un ámbito cuyo estatuto existencial [Seinsgeltung] es secundario; perpetuamente presupone el reino del ser trascendental. El método fenomenológico fundamental de la epoché trascendental, puesto que reconduce a este ámbito, se llama reducción trascendental-fenomenológica".

----------Hay que decir que Husserl, evidentemente, trastorna e invierte la relación del pensamiento con el ser. En lugar de ordenar el pensamiento al ser, ordena el ser al pensamiento, como sucede en la mente divina. Por tanto, es el hombre el que se hace Dios.

----------Lo sorprendente es que Stein no se haya dado cuenta antes de la operación fraudulenta, la cual, tras una inspección más cercana, ya se transparenta entre líneas en la principal obra sistemática de Husserl, las Ideas relativas a una Fenomenologia Pura y una Filosofía Fenomenológica, de 1913.

----------Desde las primeras páginas de ese libro, Husserl anuncia el propósito de toda su obra, "que podemos formular como la conquista de una nueva región del ser, hasta aquí no deslindada en lo que tiene de propio, y que, como toda auténtica región, es una región de ser individual, originariamente accesible a través de un tipo de experiencia que se le coordine. …

----------El ser que se trata de señalar no es otra cosa que lo que designaremos, por razones esenciales, como 'pura Erlebnisse', 'conciencia pura', con sus 'correlatos puros' y, por otra parte, su 'yo puro'... Estas esferas de Erlebnisse son precisamente aquellas de las que, gracias a la nueva actitud, puede surgir el nuevo territorio, o bien: no nos damos cuenta de que a través del método de una epoché absoluta y total, la experiencia psicológica, que ofrece la dimensión psicológica misma, se transforma en una experiencia totalmente nueva y diferente.

----------... Por lo tanto, mantenemos nuestra mirada fijamente dirigida a la esfera de la conciencia y al yo inseparable de ella y tratamos de ver lo que allí se encuentra inmanente. … Lo que necesitamos absolutamente es una cierta visión comprensiva de la esencia, que nos lleve a través de la experiencia interna pura, a la visión interna pura de la conciencia en general. …

----------La conciencia debe ser captada a través de una experiencia interna consecuente, como una esfera conectada en sí, abierta-infinita y cerrada en sí, provista de propias formas de temporalidad inmanente. ... A través de la fenomenológica puesta fuera de juego del mundo objetivo, esta esfera inmanente del ser pierde más bien el sentido de una capa real de esa realidad hombre (o bien animal), que es inherente al mundo y que ya presupone el mundo. Se pierde el sentido de vida consciente humana, de esa vida que cualquiera puede captar progresivamente a través de la pura experiencia interna. Pero no se pierde simplemente: a través del cambio de actitud de la epoché, obtiene el sentido de una esfera absoluta del ser, una esfera absolutamente autónoma. …

----------Así, la esfera de la conciencia pura permanece, con todo lo que no puede separarse de ella (y, entre otras cosas, el yo puro), como un residuo fenomenológico, como una región propia del ser en principio que, como tal, puede convertirse en el campo de una ciencia de la conciencia en un sentido correspondiente -en principio- nuevo: el campo de la fenomenología. …

----------Permanece o más bien se abre por primera vez a través de la epoché, la esfera absoluta del ser, la esfera de la subjetividad absoluta o trascendental. ... Sin embargo, se verá cómo la región de la subjetividad absoluta o trascendental lleva dentro de sí, de manera completamente peculiar, a través de la constitución intencional real o posible, el universo real, o todos los mundos reales posibles, todos los mundos en un sentido amplio. …

----------La implementación consciente de la epoché fenomenológica se revelará como esa operación metódica, absolutamente necesaria, que es capaz de abrirnos a la región absoluta de la autonomía de la subjetividad, ese fundamento del ser al que está en referencia, junto con el nuevo experiencia y con la fenomenología, toda filosofía radical, ese terreno que le da el sentido de ciencia absoluta. Y así se explica por qué esta región, que es nueva, y la nueva ciencia correspondiente han permanecido desconocidas hasta ahora".... (véase para todo esto: Ideas relativas a una Fenomenologia Pura y una Filosofía Fenomenológica, Fondo de Cultura Económica, México Buenos Aires 1962, pp.75-77).

----------Un método filosófico que pretenda provocar un "cambio radical en la actitud natural" para alcanzar la verdad, debería hacer sospechar a cualquier amante del realismo gnoseológico, ya que no se ve cuál nueva ciencia debería surgir al ir contra natura o al invertir el orden natural del conocer.

----------Y sin embargo, la pobre Edith, sometida al encanto del falso profeta y demasiado confiada en las promesas del maestro, tardó algunos años en abrir los ojos. Fue necesaria la lectura de la autobiografía de santa Teresa de Ávila en 1921, y subsecuentemente el encuentro con la filosofía de santo Tomás de Aquino, para hacerle comprender que la verdadera indagación de la conciencia no vierte sus productos de una inexistente panteísta "subjetividad absoluta", sino de cuanto la Palabra de Dios comunica a nuestra alma. Entonces, liberada del engaño idealista, pronunció estas espléndidas y muy lúcidas palabras:

----------"El camino de la fenomenología trascendental ha llegado a situar al sujeto humano como punto de partida y centro de la investigación filosófica. Todas las cosas están referidas al sujeto. El mundo, que se construye en los actos del sujeto, sigue siendo siempre un mundo para el sujeto. Es imposible por este camino (y era la objeción que el círculo de estudiantes hacía constantemente al fundador de la fenomenología) poder salir de la esfera de la inmanencia para redescubrir esa objetividad, de la que sin embargo había partido y que quería garantizar: imposible rencontrar una verdad y una realidad libres de toda relatividad subjetiva.

----------Pero el intelecto que busca la verdad nunca quedará satisfecho con la transposición que resulta de la búsqueda trascendental y que consiste en el identificar la existencia con un proceso de automanifestación de la conciencia. Y tal transposición, en primer lugar porque relativiza a Dios mismo, está en contradicción con la fe. Llegamos aquí a tocar la oposición más clara que separa la fenomenología de la filosofía católica: por un lado la orientación es teocéntrica, por el otro, egocéntrica" (cit. por Elisabeth de Miribel, Edith Stein. De la Universidad al campo de concentración de Auschwitz, Paulinas, Milán 1987, p.61).

----------Por cuanto respecta a la relación de Edith Stein con el alemán Martín Heidegger, ella, después de haber hecho suya la metafísica realista de santo Tomás de Aquino, escribió un utilísimo libro titulado Ser eterno y ser finito, para refutar la concepción heideggeriana del ser, que restringe el ser a la finitud, a la temporalidad, ignorando que el ser en la plenitud de su perfección es el Ser eterno, el Ser divino, infinitamente por encima de los límites y la materialidad de lo humano.

----------Es motivo de profunda meditación la comparación entre estas dos personas, Martín Heidegger y Edith Stein, cuyo pensamiento es por razones opuestas tan significativo para la cultura europea, dos filósofos de los cuales uno, Heidegger, alcanzó el éxito humano al servicio de una ideología satánica, mientras que la otra, Stein, teóloga de alta sabiduría, hasta tal punto que fue proclamada Doctora de la Iglesia, ha sido víctima inocente de los horrores de esa misma ideología, ofreciéndose a sí misma por la salvación de aquel pueblo de la Antigua Alianza, que las fuerzas del mal intentaron destruir.

----------Siendo así las cosas, es necesario observar también que Edith Stein no fue asesinada tanto por ser hebrea, sino por su testimonio como teóloga y religiosa, cuyas publicaciones eran conocidas en toda Europa, por lo cual, si bien en ellas no se encontrara una explícita condena del nazismo, sin embargo, aparecía clara y candente para los intelectuales y para los filósofos del régimen, imbuidos de ese hegelianismo, heideggerismo y nietzscheanismo, que eran cuanto de más opuesto se pudiera imaginar al odiado tomismo abrazado por Edith. En tal sentido hay que decir que Stein fue asesinada in odium fidei y por ende ella es mártir.

----------La contraprueba de que los nazis hacían cuestión más de ideas que de raza -me doy cuenta de que voy en contra de una opinión corriente- está suficientemente dada por el hecho de que la fenomenología de Husserl, continuada por Heidegger, fue bien recibida por la cultura nazi, aunque Husserl fuera judío, porque las ideas de Husserl coincidían, como he demostrado, con las del idealismo y del panteísmo apreciados por los nazis. El astuto Husserl había encontrado una manera de sobrevivir, a diferencia de la pobre e ingenua Stein.

----------Los enemigos de la verdad, cuando ven a alguien que se balancea complacidamente dando la razón tanto a los que tienen razón, como a los que no la tienen y están en el error, dando toda la apariencia de ser espíritus sumamente abiertos y liberales, lo aceptan de buen grado. Pero si alguien se decide rigurosamente por la verdad, sin compromisos, y contra el error, entonces lo marginan o lo persiguen implacablemente. El verdadero amante de la verdad, sin embargo, no transforma el aut-aut en un et-et; sabe que no se puede quedar entre el sí y el no: o Cristo o Satanás. Tertium no datur.