Lo que preocupa hoy es que al nivel intelectual y del pensamiento, las ideas que han generado en el siglo pasado al nazismo, siguen todavía hoy fascinando, aunque sólo a nivel teórico. Pero preguntémonos: ¿quién nos asegura que los hombres o alguna nación loca no volverán a ponerlas en práctica? Actuamos en base a lo que consideramos que es bueno hacer. Si tenemos ideas morales equivocadas, es fácil que nuestro comportamiento sea equivocado. [En la imagen: Benito Mussolini y Adolf Hitler].
¿Qué ha sido el nazismo?
----------Existe una opinión bastante extendida que ve en la doctrina nazi, tal como ella surgió en la primera mitad del siglo pasado en Alemania, nada más que una bárbara ideología racista suscitadora de la más terrible tragedia bélica que el mundo haya conocido en toda su historia. Sin embargo, se pasa por alto el hecho de que la doctrina nazi es el resultado, la desembocadura y la síntesis, aunque desordenada y contradictoria, de un conjunto de factores intelectuales, psicológicos, afectivos, morales, religiosos y espirituales, cuyos orígenes se remontan a siglos atrás, o más bien a milenios precedentes de la historia del pueblo alemán.
----------Por cuanto respecta solamente a la cifra de víctimas de aquella Alemania totalitaria e imperialista, la locura homicida nazi ha sido superada por la staliniana. De hecho, mientras que para el nazismo, refiriéndose sólo al asesinato de los judíos, se estiman seis millones de muertes, para las víctimas de Stalin estamos hablando de cuarenta millones de muertes. En realidad, el humanismo panteísta nazi ha sido similar al humanismo ateo marxista al proponer una exaltación del hombre que en realidad es la destrucción del hombre, teniendo el uno y el otro la raíz común en el humanismo hegeliano, basado en la magia de lo "negativo". En cuanto a Auschwitz, después que se había fijado el número de cuatro millones de muertes, los historiadores recientes han reducido la cifra a un millón. ¿Pero dónde fueron a parar los otros cinco?
----------No se trata, por lo tanto, de la repentina explosión de un fenómeno que fuera inesperado e impredecible, a no ser para los ignaros de la historia política, espiritual, religiosa y cultural de los Alemanes. Hay que tener presente que el alemán es un pueblo culto y civilizado desde hace muchos siglos. Pero entonces, nos preguntamos, ¿cómo ha podido verificarse de repente el fenómeno nazi, que parece ser algo de lo que no se puede imaginar nada más alejado de la cultura y de la civilización?
----------El caso es que la espantosa barbarie e inhumanidad, la descomunal locura destructiva que se desencadenó con el nazismo en el siglo pasado, no ha sido el simple estallido o desfogue de una barbarie bestial, cruda, elemental y primitiva del tipo de ciertas tribus de África o de Australia o de América del Sur (los "malones" en Argentina), todas en definitiva poco nocivas precisamente por su primitivismo y sus limitados medios e ideas, sino que fue una barbarie refinadísima, altamente ideologizada y articulada, teóricamente motivada, efecto de una formidable organización intelectual, fruto de cuidadísimos estudios, como los alemanes saben hacer, aunque animados por intenciones malignas y demoníacas, por consiguiente una barbarie tanto más cruel y dañosa, cuanto que es propia de un pueblo altamente civilizado en la ciencia, en la cultura, en la técnica, en la poesía, en la filosofía y en la organización social, económica y política.
----------El nacionalsocialismo, como dice la palabra misma, ha sido y ha querido ser una síntesis de nacionalismo y de socialismo. Nacionalismo en cuanto erige a la nación alemana como nación mesiánica y apocalíptica, por encima de todas las demás, y destinada a dominar a todas las demás, "con cetro de hierro" (Ap 12,5), porque los alemanes, según la afirmación de Nietzsche, son la "raza de los señores" o amos, son el pueblo elegido en lugar de los judíos (es ésta la plausible interpretación de Jacques Maritain) constituyen la humanidad en su pureza biológica y espiritual, son, según las enseñanzas de Lutero, la luz del mundo y la sal de la tierra , los reveladores de la verdad y de la libertad, según el pensamiento de Heidegger.
----------El nacionalsocialismo ha querido ser un socialismo no en el sentido marxista, sino hegeliano, donde la comunidad política coincide con el Estado, "en cuanto sociedad civil es la totalidad en sí misma desarrollada de la interconexión general, mediadora entre extremos autosuficientes y entre sus intereses particulares" (cf. Hegel, Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, Alianza Editorial, Madrid 2005, pp.542-544).
----------El socialismo del nazismo es el socialismo hegeliano, no marxista, un socialismo no ateo, sino panteísta; no materialista, sino espiritualista; no racionalista, sino místico y romántico; no realista sino idealista.
----------Pero el nazismo ha sido algo que ha ido mucho más allá de cuanto es significado por estas dos palabras "nacionalismo" y "socialismo". El nazismo ha querido ser el proyecto de una nueva y superior humanidad que fuera la eterna glorificación y apoteosis del pueblo alemán, la culminación de la modernidad iniciada por el concepto de conciencia de Lutero en el ámbito de la fe y de Descartes en el ámbito de la razón; el giro o punto de inflexión definitivo del realismo hacia el idealismo, el pasaje definitivo e irreversible de una visión centrada sobre Dios a una visión centrada en el yo, la apoteosis de la autoconciencia como voluntad de poder, o la sustitución del hombre a Dios como fundación o fundamento del hombre.
----------La formación de este titánico proyecto resulta del aporte de factores científicos, filosóficos, éticos, religiosos, políticos, literarios, mitológicos, ocultistas de diverso origen, antiguos y modernos, provenientes tanto del mundo cristiano, en particular de la historia de las herejías, como del mundo pagano o de otras religiones, como el budismo y el islamismo.
----------La concepción nazi del hombre, de la ética, de la política y de la misma religión invadió y hechizó a todo el pueblo alemán. Poquísimos, sobre todo los católicos, lograron sustraerse a esta fascinación o hechizo maléfico organizando secretamente esa resistencia al nazismo, a menudo pagada con la muerte, resistencia que, al momento de la caída del régimen, mostró que el alma de la Alemania cristiana, de sus santos y de sus mártires no se había extinguido, lo que le permitió, en el momento de los tratados de paz de la posguerra, ser tratada con respeto y recuperar con dignidad su lugar entre las naciones civilizadas.
----------A la fascinación de esta tremenda ilusión super-homista y racista, supo de modo especial resistir la Iglesia católica de Alemania, que brilló en algunos heroicos obispos, como Von Galen, Von Preysing, Faulhaber, y en Órdenes religiosas como los Jesuitas y los Dominicos, que supieron dar buenos teólogos, como los jesuitas Erich Przywara, Hermann Diekmann, Christian Pesch, Heinrich Denzinger, el moralista fraile dominico Benedict Henry Merkelbach, el sacerdote diocesano Bernhard Bartmann o el excelente tomista benedictino Joseph Gredt, autor de un manual de filosofía aristotélico-tomista, que formó a generaciones de sacerdotes y aún mantiene su utilidad. Sin embargo, en 1941 se publicaba el libro Oyentes de la Palabra (Hörer des Wores) de Karl Rahner, que astutamente intentaba hacer pasar el hegelianismo bajo un disfraz tomista.
El new look de la Alemania de hoy
----------Hoy por hoy, Alemania tiene mucho cuidado en presentarse a sí misma con una imagen lo más alejada posible de los tristísimos recuerdos de su pasado nazi, por lo cual pone todo su empeño en mostrar al mundo que es un país democrático, benévolo, afable, próspero, dinámico, laborioso, competente, tranquilo, pluralista, avanzado y libre, multiétnico y acogedor. Esta es también la actitud del Episcopado alemán. Como he dicho al inicio de esta serie, semana atrás, la Conferencia Episcopal Alemana emanó una declaración en la que advitió a los fieles que las posiciones ultra-derechistas y el nacionalismo racista no son compatibles con la visión cristiana del hombre y que los partidos de ese espectro político no deben ser votados por los cristianos
----------Pero si dirigimos nuestra mirada al enfoque espiritual e intelectual de fondo prevalente de los teólogos, de los filósofos y de los moralistas alemanes, es decir, los modernistas, los idealistas y los protestantes, nos daremos cuenta que ellos no han renunciado en absoluto al principio inmanentista del "Gott mit uns" y están siempre convencidos, bajo la presión de Lutero y del "Deutschland über alles", de ser la luz del mundo y la sal de la tierra, incluso contra y por encima de la Iglesia católica.
----------Signo evidente de todo esto es la astucia con la cual los modernistas alemanes han tomado el control de las actividades ecuménicas entre católicos y protestantes y las han falsificado a su favor. De hecho, el verdadero ecumenismo enseñado por Unitatis redintegratio, como he destacado muchas veces en mis publicaciones, enseña que el fin de las actividades ecuménicas es que los hermanos separados "entren en la plena comunión con la Iglesia católica". Comprender esto que trato de explicar, implica comprender buena parte de los motivos que vienen alentando en estos años al actual y problemático "camino sinodal".
----------A la inversa, los modernistas dan a entender que ser católicos o ser protestantes son simplemente dos maneras diferentes, igualmente legítimas, de ser cristianos y, si hay una diferencia, es que los protestantes están más avanzados que los católicos, todavía enredados en rémoras tradicionalistas. El teorizador de este falso ecumenismo, huelga decirlo, es siempre el mismo Rahner. Véase su libro en coautoría con Heinrich Fries, La Unión de las Iglesias. Una posibilidad real, Editorial Herder, Barcelona 1987.
El programa nazi
----------Así Hitler expone el programa del nazismo en Mein Kampf: "Todos presentimos que, en un remoto futuro, le surgirán al hombre problemas que sólo podrán ser resueltos por una raza superior, apoyada en los medios y posibilidades de todo el globo terrestre" (Mi lucha, Sigfrido Casa Editora, Medellín 2013, p.239). "Un Estado que en la época del envenenamiento de las razas se consagra al cuidado de sus mejores elementos raciales, tiene un día que convertirse en señor del mundo" (ibid. p.428).
----------"El movimiento Nacionalsocialista tendrá que encontrar el valor para, despreciando prejuicios y tradiciones, congregar al pueblo y a sus fuerzas para la marcha por el sendero que nos conducirá de la estrechez actual de nuestro espacio vital hacia nuevos territorios, liberándonos así para siempre del peligro de perecer o de tener, como pueblo esclavizado, que servir a otras naciones" (ibid., p.402).
----------Los inspiradores inmediatos del nazismo sobre estas bases y premisas ideológicas han sido: Heidegger con su Nietzsche para la metafísica y la epistemología; Rosenberg con su El mito del siglo XX para la religión y el primado de la raza aria, que él llamó "cristianismo positivo"; Nietzsche para la ética; Carl Schmitt para la organización jurídica del Estado nazi; y finalmente el propio Hitler con su Mein Kampf, para el programa político.
El nazismo podría renacer
----------Lo que me propongo demostrar en este artículo es que la ideología nazi es el efecto lógico y necesario, y la extrema e inevitable conclusión, de un muy preciso concurso de factores y de influencias doctrinales de autores, de los cuales podemos hacer con precisión nombres: Lutero, Descartes, Kant, Fichte, Schelling, Hegel, Hölderlin, Nietzsche, Husserl y Heidegger. Existe una consecuencialidad lógica en los sistemas de estos autores, de modo que uno lleva al otro hasta las extremadamente desastrosas consecuencias.
----------Estos autores están, como mostró el propio Hegel (al menos para los que le precedieron), al final del proceso, lógicamente conectados entre sí, de modo tal que el siguiente hace avanzar y explica el pensamiento del precedente hasta las extremas consecuencias, que son precisamente el idealismo panteísta alemán del siglo XX, que prepara inmediatamente al régimen nazi.
----------Esto quiere decir que el nazismo no es más que el reflejo de los peores caracteres del pueblo alemán, pero tiene la capacidad de fascinar y envenenar también a otros pueblos por su aparente poder espiritual y su carácter mesiánico, que parece ofrecer el modelo de una humanidad nueva y superior, sagrada y divina, tal como para proponerse como alternativa al cristianismo, sobre todo al cristianismo católico, porque el protestante se considera menos sujeto a un Dios trascendente y de matriz alemana.
----------Además, para comprender verdaderamente lo que ha sido y significado el nazismo, es necesario aceptar la interpretación que le ha dado Heidegger, es decir, el nazismo debe ser considerado esencialmente, más allá de lo político, como un movimiento espiritual, incluso como metafísica, como una nueva religión, como escribió Alfred Rosenberg, un nuevo humanismo, según el proyecto de Nietzsche; un Reich milenario (o mejor dicho: milenarista), mesiánico y escatológico, tal como lo entendía Hitler.
----------Por otra parte, la ideología nazi está específicamente construida para el dominio alemán en el mundo, dominio ciertamente político y racial, sobre la base de un crecimiento numérico -de ahí la promoción de la familia-, consiguientemente necesitada de una expansión de las fronteras territoriales, el así llamado "espacio vital" (Lebensraum), pero también y sobre todo dominio intelectual y espiritual -sobre todo el idealismo o la salida panteísta del luteranismo y del cartesianismo-, dominio impuesto ya sea por las buenas, es decir, por la seducción y la persuasión, o por las malas, como ocurre hoy en la Iglesia, en la cual domina el pensamiento modernista, que no es otra cosa que la ideología que en 1933 llevó a Hitler al poder.
----------Por lo tanto, la concepción del nazismo, que se basa principalmente en la perspectiva racista, así como en la violencia nietzscheana y en la prepotencia militar, capta ciertamente un aspecto característico, pero sólo el aspecto más llamativo y material, el aspecto que mayormente impresiona a la imaginación de la gente y, comprensiblemente ha suscitado la indignación de los pueblos civilizados, pero no capta, como nos enseña Heidegger, su más profunda esencia antropológica, ética, espiritual y metafísica.
----------Todavía en 1953, Heidegger, en su Introducción a la metafísica, elogia el valor metafísico del nazismo. Heidegger no se arrepintió jamás de su apoyo al nazismo y conservó su carné de miembro del partido hasta 1945. Sólo en 1947, con la Carta sobre el Humanismo, después de la tragedia de la guerra, abandona el prometeísmo nietzscheano y reflexionó de manera existencialista sobre la fragilidad de la vida humana, esperando un retorno de la religión. Cabe señalar que Rahner, al final de su vida, haciendo balance de su actividad como teólogo, declaró que Heidegger había sido su "único maestro".
----------Por otra parte, es cierto que, de hecho, el nazismo, cuando llegó al poder, sacó a relucir sobre todo su alma racista, pangermana, belicosa, antijudía y materialista. Y por esta razón Heidegger, después de haber elogiado en 1933 como rector de la Universidad de Friburgo, el valor "espiritual" del nazismo, tomó distancias de él, pero no en el sentido de disminuir su fe nazi, sino al contrario, de reivindicar su auténtica y radical interpretación y comprensión del nazismo contra el enfoque del régimen hitleriano, que en cambio acoge con agrado la interpretación cruda, positivista, racista, antijudía, biologista y darwiniana de Alfred Rosenberg con su famoso libro El mito del siglo XX, publicado en 1930.
----------El lector debería darse cuenta por sí mismo que los venenos que han causado el nazismo están todavía en circulación. Los pensamientos criminales que están en su base todavía hoy andan sueltos. Los libros que tratan sobre ello son innumerables en todo el mundo. Todavía tienen la capacidad de seducir y engañar. Intentemos preguntarnos: ¿por qué tienen éxito? Porque excitan a las mentes vanas, que son muchas, las cuales sin embargo advierten que no es lícito ponerlos en práctica. Desafortunadamente, muchos beben el veneno porque faltan los médicos que les adviertan o porque estos médicos son ignorados o ridiculizados o acusados de presunción o de conservadurismo por los modernistas.
----------Gracias a Dios, muchísimos saben y recuerdan lo que ha sido y lo que ha producido el nazismo, por lo cual miran con horror lo que ha hecho. El pueblo alemán hoy se preocupa al máximo por dar una imagen de sí mismo que parezca lo más distante posible de la que ofrecieron al mundo con el régimen nazi.
----------Sin embargo, podríamos preguntarnos: ¿por qué la filosofía idealista alemana, que, como aclararé en este artículo, produjo el nazismo, todavía ejerce hoy una fuerte influencia en Europa? ¿No se tiene la impresión de que los alemanes, no habiendo podido subyugar a Europa con las armas, ahora intentan subyugarla con las ideas? ¿De dónde viene el modernismo que hoy invade a la Iglesia, sino del idealismo alemán?
----------Además, me gustaría preguntar a los muchísimos que hoy, con razón, sienten horror ante el nazismo, si saben con precisión partiendo de dónde y sobre la base de qué principios los nazis hicieron lo que hicieron. Si no se logra conectar el efecto con la causa, la causa tarde o temprano terminará provocando el mismo efecto. Para eliminar el efecto desagradable, es necesario eliminar la causa. Es inútil y de nada sirve detestar al nazismo, si no suprimimos las causas ideológicas que lo han producido.
----------El papa san Juan XXIII en el discurso inaugural del Concilio Vaticano II afirmó que los errores modernos son tan graves y han producido tanto daño, que todos los conocemos y somos capaces de protegernos de ellos. ¿Pero estamos tan seguros de esto? El caso es que en realidad, el fuego seguía ardiendo bajo las cenizas. Y lo hemos visto a partir del inmediato postconcilio, cuando ha reaparecido empeorado, bajo pretexto de la reforma conciliar, ese modernismo que pensábamos había sido definitivamente derrotado por el papa san Pío X y que en cambio sigue más fuerte que nunca todavía hoy.
----------Hoy la humanidad, empezando por los propios alemanes, siente instintiva repugnancia por el proyecto nazi del alemán como raza suprema, que domina el mundo mediante una extensión indefinida de su territorio nacional, eliminando físicamente a los pueblos que le son contrarios.
----------Es una cosa similar a lo que le sucede al que ha sido quemado, que se mantiene alejado del fuego. La conducta moral actual, gracias a Dios, más allá de todas las injusticias que por la fragilidad humana, se continúan cometiendo y por más que la corrupción moral se esté extendiendo, dicha conducta, movida por la conciencia, se detiene en un cierto punto y no va más allá en la maldad y en la insensatez.
----------Pero lo que preocupa es que al nivel intelectual y del pensamiento, las ideas que han generado en el siglo pasado al nazismo, como demostraré en este estudio, siguen todavía hoy fascinando, aunque sólo a nivel teórico. Pero preguntémonos: ¿quién nos asegura que los hombres o alguna nación loca no volverán a ponerlas en práctica? Actuamos en base a lo que consideramos que es bueno hacer. Si tenemos ideas morales equivocadas, es fácil que nuestro comportamiento sea equivocado.
----------Para tener la seguridad de poder actuar bien, es entonces necesario que nos fundemos sobre sanos principios morales, y luego a veces eso todavía no es suficiente, porque podemos conocer la verdad y de hecho no ponerla en práctica. Pero es evidente que es peor la condición de quienes confunden el mal con el bien. ¿Qué tipo de acción saldrá de alguien que piensa así?
Gracias por este nuevo artículo sobre el tema, padre. Del Noce escribió que el nazismo es la respuesta a Stalin de (por así decirlo) la filosofía alemana, así como el fascismo fue la respuesta a Lenin.
ResponderEliminarEstimado Dino,
Eliminarya le he dicho que tiene que tener presente que el nazismo, el fascismo y el marxismo tienen el mismo origen en Hegel. Por eso su contraste es, en el fondo, una disputa familiar que no produce nada bueno, sino que más bien exacerba la conflictualidad. No se puede responder a un extremismo con el extremismo opuesto, sino que para hacer la paz se necesita una posición de equilibrio por encima de las partes.
Padre Filemón: la historia la escriben los vencedores... para comprender el fenómeno del fascismo y nazismo necesitamos acudir a las fuentes de la época anterior y durante la guerra...
ResponderEliminarLo que se hizo después de la guerra son en su mayoría especulaciones y "versiones propagandísticas de los vencedores" (que encubrieron sus propios crímenes, glorificando los crímenes reales y presuntos de sus adversarios...)
En eso hay que prestar mucha atención...
Aquí no se puede compartir nada, incluso la censura histórica en plataformas como Facebook o YouTube es despiadada...
"Dime a quién no puedes criticar y te diré quién te gobierna" Voltaire.
Estimado Matías,
Eliminarcreo haberle respondido en un artículo anterior.
Reconozco que los vencedores muchas veces son prepotentes, pero tengamos presente también el hecho de que, por mucho que los aliados defendieran intereses egoístas, no podemos negar que su victoria fue la victoria de la civilización sobre la barbarie, por lo cual, con su victoria, se pudo ver que la justicia divina no sólo se realiza en el más allá, sino que también se puede realizar en esta tierra.
Me asombra la afirmación del padre Filemón de la Trinidad: "... [dado que] fue la victoria de la civilización sobre la barbarie, [...] se pudo ver que la justicia divina no sólo se realiza en el más allá, sino que también se puede realizar en esta tierra".
Eliminar¿Significa que cuando en cambio vence la barbarie sobre la civilización, y esto ocurre mucho más a menudo en la guerra y en la vida, entonces la justicia divina está distraída? ¿Está bizca? ¿Está dormida? Si la Providencia, en cambio, actuara siempre y en cualquier caso, ¿entonces ya no podríamos decir qué es civilización y qué es barbarie, dado que la barbarie sólo sería un castigo divino útil, ya que a la Providencia se le permite alcanzar sus fines independientemente de los medios?
Estimado Esteban,
Eliminarpara distinguir la civilización de la barbarie, no es necesario hacer referencia a las intervenciones de la justicia divina, sino que es suficiente el uso de la recta razón y de válidos principios morales.
Por cuanto respecta a la justicia divina, ella se reserva el intervenir en esta vida sólo en algunas ocasiones, permitiendo que en otras triunfe la injusticia.
¿Y esto por qué motivo?
Porque las intervenciones de la justicia son un consuelo para nosotros en la búsqueda de la justicia, mientras que el triunfo de la injusticia es una ocasión para que nosotros hagamos penitencia por nuestros pecados y para que nos unamos al sufrimiento de Cristo, teniendo así la esperanza cierta de un triunfo final de la justicia divina.
Estimado Padre Filemón: Me interesó su artículo desde el principio. Me parece que usted se refiere a la contradicción que subyace en el corazón de la empresa nazi.
ResponderEliminarUsted dice al principio: "Sin embargo, se pasa por alto el hecho de que la doctrina nazi es el resultado, la desembocadura y la síntesis, aunque desordenada y contradictoria, de un conjunto de factores intelectuales, psicológicos, afectivos, morales, religiosos y espirituales, cuyos orígenes se remontan a siglos atrás, o más bien a milenios precedentes de la historia del pueblo alemán".
No faltan quienes afirman que los propios nazis, incluido el propio Hitler (y quizás también Heidegger, que soñaba con ser el profeta del nazismo), sabían desde el principio que la empresa nazi terminaría mal, terminaría en un fracaso. ¿No contradeciría esto el optimismo expresado en el famoso lema "Reich de los Mil Años"? ¿No hay aquí también una contradicción? ¿Como lo podría explicar usted?
Estimado Julio,
Eliminarme alegra que usted frecuente este blog. Aprecio sus comentarios. No dude en plantear preguntas según lo necesite, o las objeciones que le surjan. Sus inquietudes serán aquí bienvenidas.
Respecto a lo que usted comenta, en mi opinión, la doctrina nazi tiene un carácter dialéctico, que se puede relacionar con la filosofía de Hegel y con el tema indio de la rueda de la vida, simbolizada por la esvástica.
Por eso, el proyecto de los mil años y al mismo tiempo la pulsión de muerte, constituyen las dos polaridades de un mismo ciclo dialéctico que contrapone el ser al no-ser, la vida a la muerte. En este sentido resulta interesante la teoría de Rahner, que concibe la muerte como el culmen de la libertad. En este sentido, resulta atendible la convicción que tenían los nazis del fracaso de su empresa, conjuntamente con la perspectiva milenarista.
En otras palabras, la muerte introduce en el milenio y el milenio se expresa en la muerte. Al menos este es mi punto de vista.
En base a estas consideraciones, viene espontáneo pensar en una influencia del demonio, el cual, como dice Cristo, es el Mentiroso y el Homicida por principio.
Cuando usted, Padre Filemón, dice que "¿No se tiene la impresión de que los alemanes, no habiendo podido subyugar a Europa con las armas, ahora intentan subyugarla con las ideas? ¿De dónde viene el modernismo que hoy invade a la Iglesia, sino del idealismo alemán?"..., me viene a la mente la arrogancia de los católicos alemanes de hoy... que quieren imponer su "camino sinodal"... pase lo que pase, diga lo que diga Roma...
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarsu observación me encuentra de acuerdo y lamentablemente confirmo mi opinión acerca de una cierta arrogancia que a veces aparece en los Alemanes, en cuanto herederos del espíritu luterano.
Esto no quita mi estima por este gran Pueblo, que ha dado tantos Santos a la Iglesia y se caracteriza por su particular vigor en el campo de la teología, de las artes y de las ciencias.