domingo, 19 de enero de 2025

¿El mundo es finito o infinito? (3/3)

El hecho de que los físicos de hoy estén orientados a sostener que el mundo haya comenzado a existir hace 14 mil millones de años, sin duda nos complace a nosotros los cristianos, y puede ser suficiente para demostrar que existe Dios. Sin embargo, para una demostración rigurosa y más radical de la existencia de Dios no es necesario considerar cuando el mundo ha dido creado, porque se lo podría considerar creado incluso si Dios lo hubiera creado desde un tiempo infinito o ab aeterno. Es cierto que el materialismo sostiene que el universo existe desde siempre y durará para siempre. Pero para refutar el materialismo y el ateísmo que le es consecuente no es suficiente demostrar que el mundo inició en el existir hace un cierto número de años, sino que hay que demostrar que el ser del universo no está fundado sobre sí mismo, sino que es causado. Basta con demostrar esto. [En la imagen: fragmento de "Big Bang", acrílico y arena sobre cartón rígido, obra de 2016, de Brigitte Mathé].

¿Y qué decir del final del mundo?
   
----------Nos encontramos en cambio decepcionados acerca de los preanuncios dados por los Autores, en base a las actuales teorías físicas, sobre el resultado final del universo, que parece abandonado por Dios a una suerte miserable y desalentadora, indigna de aquella que en cambio le reserva y promete un verdadero Dios providente y promotor de la vida, del progreso y de la perfección del universo y del hombre.
----------La tesis planteada por Oliver Bonnassies y Michel-Yves Bolloré, en su libro Dios, la ciencia, las pruebas, acerca de la final estasis o disolución eterna del mundo que habría agotado sus energías, parece estar irracionalmente influenciada por lo que es el curso de la vida del viviente, que, llegado a la edad adulta, está sujeto a un declive que lleva a la muerte. ¿Dónde termina toda la evolución ascendente promovida por el Dios desde el inicio del mundo? Acaso es que Dios se agota en un momento y no puede más? ¡Ridículo!
----------Además los Autores no consideran -y creo entender el motivo, pero lo he querido recordar- un doble aspecto de la naturaleza de palmaria evidencia, y es que ella no es solo un maravilloso aparato de fenómenos que se repiten según leyes inmutables matemáticamente formulables y organiza un orden y una armonía geniales, que no cesan de suscitar grata admiración por su incomparable belleza y por los beneficios inmensos que nos da la madre naturaleza. Pero desgraciadamente, como ya notaba Leopardi, la naturaleza es en ocasiones también madrastra cruel, que, sin previo aviso, desgarra a todos, santos y pecadores y no perdona a nadie, ni siquiera a aquellos que tienen el máximo respeto por ella.
----------Cristo no predice la estasis eterna, sino un final de este mundo, que tendrá, como es sabido, un carácter altamente dramático: "Los astros se conmoverán" (Lc 21,26); "el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar" (Mc 13,24). Y San Pedro: "los elementos serán desintegrados por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será consumida" (2 Pe 3,10). ¿Por qué? ¿Qué es lo que significan estas palabras? Son las consecuencias últimas y destructivas del pecado original y de nuestros pecados. Encontramos quizás alguna semejanza con la teoría de la estasis final, pero el tono tiene en esos pasajes un aspecto dramático, que representa bien las trágicas consecuencias del pecado. Hoy podríamos muy bien pensar en un conflicto nuclear.
----------Por consiguiente, por cuanto respecta a la cuestión del futuro final del mundo, desagrada tener que decirlo, pero acerca de este punto los Autores se dejan superar por el optimismo escatológico de los marxistas, de los masones, de los positivistas, de los ateos y de los materialistas, aunque estos no dispongan de ningún soporte filosófico y científico para cacarear de sus utopías. Sin embargo, es cierto que, como se dice en la China comunista, nuestro destino es "luminoso".
----------La tesis de la futura muerte o estasis eterna del universo supone un concepto erróneo de la sustancia material y precisamente el concepto de "materia inerte". Ahora bien, debemos decir claramente que la materia inerte no existe, porque el ente físico es por su naturaleza agente, activo y productivo. No hay nada en la naturaleza que esté privado de energía y que no ejercite una fuerza.
----------Por el contrario, es el ente matemático el que no actúa, porque precisamente en matemáticas abstraemos del actuar, que es propio del ente real. El ente, por su naturaleza, sea ente material o bien ente espiritual, actúa una potencia, actúa según una sucesión de actos, que son temporales en los agentes físicos e instantáneos o puntuales en los espirituales. Cualquier ente por su naturaleza actúa para un fin, hace algo, es causa de algún efecto o constructivo o destructivo.
----------Es por tanto impensable un ente que no tienda a un fin o no disfrute de un fin. ¿Podríamos imaginar un fuego que no arde o un agua que no moja o una luz que no ilumina o una energía electromagnética inerte o inactiva? Por tanto, la idea de un futuro universo inerte es solo fantasía. Es más bien cierto que la naturaleza no solo genera, sino que corrompe; no solo organiza, sino que disuelve; no solo causa la lluvia sino también la sequía; no solo vivifica, sino que también asesina, y todo ello lo hace obedeciendo a leyes, según un orden que refleja una racionalidad y una regularidad. Y aquí, ¿dónde está Dios? ¿A partir de estas cosas se puede demostrar la existencia de Dios bueno y providente? Los Autores no las toman en consideración.
----------Efectivamente, nos explica la Biblia, estas cosas desgraciadas no han sido queridas por Dios, sino que son consecuencia del pecado. ¿Y el orden que se encuentra en ellas? Esto sí que refleja la racionalidad divina, pero solo en cuanto ella da forma ontológica al acto de la naturaleza, que es su creación, no en cuanto este acto es consecuencia del pecado del hombre.
----------En esta cuestión de los actos destructivos de la naturaleza, los Autores parecen haber olvidado el principio de finalidad. Parecen ignorar que la naturaleza no puede terminar en la inercia o en la estasis, porque la naturaleza actúa siempre por un fin o intención. Y si es ley divina que la bala salga de la pistola que dispara, no es ley divina que la pistola asesine a un inocente.
----------Existe ciertamente la corrupción, pero ella debe ser referida al pecado y no a Dios. Dios, como dice la Escritura, no quiere la muerte de los vivientes. Ahora bien, dado que el libro quiere tratar simplemente de Dios como creador de la naturaleza, es justo que no trate de las calamidades naturales. Pero entonces también habría debido evitar los lúgubres e infundados presagios de la estasis eterna.
----------Es cierto que los Autores rechazan el caos y el azar como pseudo-principios anti-científicos, pero se muestran demasiado vinculados al mecanicismo cartesiano y no lo bastante conscientes de la intencionalidad no digo solo de las actividades de la vida, sino de cada ente mismo en cuanto ente: omne agens agit propter finem et quidem propter finem ultimum. El evolucionismo materialista explica el ascenso de la sustancia química a las plantas al animal al hombre según el principio absurdo del efecto superior a la causa.
----------Es necesario, en cambio, admitir que el ascenso del no viviente al viviente en sus grados hasta el hombre, no puede sino haber sido causado de escalón en escalón por proporcionadas acciones creadoras divinas. Esto los Autores no lo dicen, pero está implícito en el concepto de creación y en su claro reconocimiento del desnivel ontológico propio de cada escalón en la jerarquía de los entes, para la cual, para explicar el ascenso del ente al escalón superior, es necesario, para no caer en lo absurdo, admitir una intervención de Dios creador.
----------Los Autores, al reconocer a Dios como Espíritu absoluto inteligente y volitivo, organizador y legislador providente, el cual explica la causalidad eficiente y el surgir de los grados de la vida por encima de la materia química, hacen bien, pero no se entiende qué es lo que les impide el ver en el agente la intención del fin, dado que la misma causa eficiente no actuaría si no existiera el fin que la atrae.
----------Lo que sorprende es que han comprendido que Dios es la causa primera y han olvidado considerar que Dios es también el bien supremo y fin último de todo ente agente, desde el bosón al fotón al neutrón al átomo a la molécula al microorganismo a la planta al animal al hombre al ángel: todo ente. Y aquí se ve, por desgracia, la falta de conocimiento metafísico, indispensable en cuestiones como las que estamos examinando.
   
Los Autores están en la línea de san Buenaventura
   
----------Santo Tomás sostiene que no es científicamente demostrable que el mundo haya tenido inicio hace una cantidad de años, o bien que el tiempo haya tenido un inicio, sino que esto es solo una dato de la fe cristiana. En cambio, san Buenaventura creía que la necesidad racional de la finitud hacia atrás en el tiempo se pudiera demostrar y consideraba una absurdidad lo que Tomás consideraba una posibilidad, es decir, la existencia de un pasado infinito del mundo, que seguía siendo creado, pero creado desde un tiempo infinito.
----------Buenaventura sostiene su tesis con algunos argumentos que él considera demostrativos. Cito algunos de ellos. Es interesante cómo los Autores piensan haber refutado el ateísmo que considera al mundo como existente desde la eternidad, planteando la teoría del Big Bang ocurrido hace 14 mil millones de años.
----------No consideran el hecho, relevado por santo Tomás de Aquino que podríamos admitir el mundo como existente desde siempre, sin por ello ser ateos y manteniendo la teoría de la creación. En cambio, Buenaventura considera contradictorio sostener a la vez la creación y la infinitud del pasado. Parece razonar exactamente como razonan los autores. Pensando ser grato a los Autores, expongo los argumentos de Buenaventura. Pero les haré seguir las objeciones de Tomás, que me parecen decisivas.
----------Buenaventura afirma como todo cristiano que antes de la creación del tiempo no había nada. Pero imagina que necesariamente el tiempo haya tenido su inicio cuando Dios ha creado el mundo. No alcanza a imaginar un tiempo sin inicio, un tiempo infinito, que en cambio Tomás considera posible.
----------Dios, dice, habría podido, si hubiera querido, crear el tiempo en su infinitud. En cambio, ha querido crear un tiempo que ha iniciado a fluir, junto con el mundo, hace una cantidad de años, 6000 años para Buenaventura, 14 mil millones de años para los científicos de hoy. Pero la teoría es la misma.
----------San Buenaventura (y aclaro que las informaciones que doy aquí sobre el santo teólogo franciscano las he recabado de Etienne Gilson, La philosophie de Saint Bonaventure, Vrin, Paris 1953, pp.154-159) sostiene que en el pasado, antes de hoy es imposible que haya transcurrido un número infinito de años porque cada año que llega ahora debería añadirse al número de años que es ya pasado. Lo cual es absurdo, porque es imposible añadir unidades a un número infinito.
----------En segundo lugar, Buenaventura parte de la idea de que la duración temporal debe tener un orden que vincule el inicio, con el medio y con el final. De hecho, es lo que constata nuestra experiencia en los fenómenos físicos e históricos. Si no fuera así, para Buenaventura habría una serie caótica y casual, que no corresponde a los datos de la ciencia. Parece ser el mismo argumento de los Autores.
----------Buenaventura no ignora la teoría aristotélica, retomada por Tomás de una cadena o sucesión de causas naturales, ocasionalmente o accidentalmente conectadas, que retroceda al infinito, una cadena distinta de aquella de causas segundas necesariamente vinculadas o subordinadas que requiera la existencia del motor inmóvil, es decir, de la causa primera, sucesión tal, por lo tanto, por la cual no se puede retroceder al infinito.
----------Sin embargo, Buenaventura rechaza la serie de causas conectadas accidentalmente, porque según él no conviene a la providencia divina, que todo lo dispone ordenadamente y regularmente sin accidentalidad o casualidad. También este me parece un argumento agradable a los Autores.
----------Otro argumento de san Buenaventura es que él ve en la sucesión de las causas y, por consiguiente, en el fluir o sucederse del tiempo no simplemente una concatenación de causas y de efectos siempre en el mismo plano, sino también un desarrollo, una historia, una evolución desde lo menos a lo más o desde lo bueno a lo mejor, en ejecución de un sapientísimo plan divino.
----------Ahora bien, observa él, la ejecución de un plan implica un inicio, un desarrollo y un término. Por lo tanto, no tiene sentido imaginar una sucesión infinita y repetitiva de eventos como la revolución del sol y de la luna. También este argumento se puede relacionar con la crítica hecha por los Autores a la teoría materialista de la evolución, sustituida por la evolución guiada por Dios creador de la naturaleza, de la vida y del espíritu.
----------En cuarto lugar, Buenaventura excluye el pasado infinito diciendo que en ese caso cualquier año de la serie retrocedería al infinito, de modo que la serie no podría nunca alcanzar el hoy. De hecho, transitar el infinito es imposible porque procediendo infinitamente hacia atrás ningún año de la serie llegaría jamás al presente.
----------Tomás responde reconociendo que el transitar de un término a otro requiere una partida y un arribo, pero cualquiera sea el año del cual partir, el número intermedio de años para llegar al presente es finito (Summa Theologiae, I, q.46, a.2,ad 6m) y por lo tanto no hay que atravesar un infinito, Incluso en la hipótesis de que los años pasados de la tierra sean infinitos.
----------Tomás responde a estas objeciones de Buenaventura explicando que la creación implica simplemente el causar el ser prescindiendo del cuándo. Dios crea cuando quiere y si lo quiere. Depende de su decisión incuestionable crear antes o después o desde siempre. Lo esencial es que toda cosa es creada por Él. Por eso, para Tomás de por sí no es imposible una cadena de causas sucesivas ocasionadas conectadas retrocediendo en el tiempo al infinito. Aquí tendríamos una infinitud numérica creada.
----------Tomás hace de una tal cadena de causas o sucesiones de años un ejemplo muy simple del herrero que utiliza sucesivamente una serie de martillos en cuanto el precedente se ha roto. También se puede pensar en el sucederse de las generaciones biológicas. En el primer caso tenemos una ocasión, en el segundo caso una verdadera causa, pero solo causa de la generación o del devenir, no de la existencia. Ahora bien, la causa suficientemente explicativa debe ser la causa de la existencia.
----------O bien -explica Tomás- se puede dar una cadena de causas supra-ordenadas y conectadas entre sí necesariamente. En tal caso no se puede retroceder al infinito, sino que es necesario detenerse en la causa primera, que es Dios, porque de lo contrario toda la cadena caería en la nada. Ejemplo de causas supra-ordenadas puede ser el hecho de que para escribir una carta me sirvo del ordenador. El ordenador es ciertamente la causa mecánica de la carta. Pero si no estoy yo para usar el ordenador, la carta no existe.
----------Hay que notar que, aun admitiendo la posibilidad de un infinito tiempo pasado, Tomás se empeña sin embargo en precisar la imposibilidad de la existencia de un número infinito en acto de entes físicos o de almas humanas (Sum. Theol., I, q.46, a.2, ad 8m) o en general de creaturas (Sum. Theol., I, q.7, a.4).
----------Dice Tomás: "Es imposible que exista una multiplicidad infinita de criaturas, porque es necesario que toda multitud se encuentre en alguna especie. Ahora bien, las especies son como las especies de los números. Pero ninguna especie de número es infinita, porque cualquier número es una multiplicidad medida según la unidad. Por lo cual es imposible que exista una multitud infinita en acto, ya sea por sí, ya sea accidentalmente. Asimismo, la multiplicidad de entes existentes en la naturaleza es creada y todo lo creado está encerrado en los límites de la intención del creador. Para esto es necesario que todas las creaturas se reúnan bajo un cierto número; de hecho, el agente no actúa en vano. Por lo cual es necesario que todas las creaturas estén comprendidas bajo un cierto número. Es por lo tanto imposible que exista una multitud infinita en acto, incluso accidentalmente. Pero que exista una multitud infinita en potencia es posible, porque el aumento de la multitud es consecuente a la división de la grandeza: en efecto, cuanto más se divide algo, tanto mayor número de cosas resulta. Así el infinito en potencia se encuentra en la división del continuo, porque se procede hacia la materia; por la misma razón lo infinito se encuentra en potencia por adición de la multitud.
----------… Y similarmente lo infinito en la multitud no se reduce al acto de tal manera que todo sea simultáneamente, sino subsecuentemente, porque después de cualquier multitud, se puede asumir otra multitud al infinito" (ibid.).
----------Por lo tanto, para Tomás, incluso en la hipótesis de que Dios cree desde siempre, el número de creaturas sería finito. Lo que no quiere decir que desde infinito tiempo ellas no hayan aumentado siempre de número, sino que en cada momento del tiempo ellas sean un número determinado.
----------Por cuanto respecta al inicio del universo, es necesario distinguir un inicio del ser, es decir, un inicio ontológico, de un inicio del tiempo. Inicio del ser quiere decir pasaje del no-ser al ser, es decir, de lo posible al existente, de lo ideal a lo real, de lo pensable a lo pensado. Inicio del tiempo significa que el tiempo ha comenzado a existir en un momento determinado del pasado, por lo que nos podríamos preguntar cuándo el tiempo ha sido creado y ha comenzado a fluir.
----------Ahora bien, santo Tomás contra san Buenaventura demuestra que no está dicho que el iniciar a ser, o sea el ser creado, coincida necesariamente con un inicio de la temporalidad o de la duración temporal de la creatura, porque el tiempo sería creado de todos modos, incluso si retrocediendo en el pasado se fuera al infinito, aunque hubiera una cadena causal de causas segundas conectadas entre sí solo de modo accidental u ocasional.
----------Aristóteles ya había demostrado que solo para la cadena de causas ocasionalmente conectadas se puede ir al infinito, mientras que esto no es posible en una cadena de causas supra-ordenadas o necesariamente conectadas, sino que hay que detenerse en un motor inmóvil o una causa primera, que es Dios. Los Autores nos dicen que hoy podemos demostrar que Dios existe partiendo de la consideración de que el mundo aparece a nuestros cálculos hace 14 mil millones de años y aplicando el principio de causalidad.
----------Sin embargo, Tomás hace notar a san Buenaventura que el tiempo siempre seguiría siendo creatura no solo en cuanto tuviera inicio y final, sino también aunque no tuviera ni inicio ni final (véase el opúsculo De aeternitate mundi, publicado por Marietti, Torino-Roma 1954). Ciertamente, podría asumir la apariencia de la eternidad y por lo tanto de la divinidad. Pero este peligro es evitado por el hecho de que mientras el tiempo está sujeto en el movimiento y en el devenir, lo eterno está todo actuado en un instante que no pasa porque es puro acto de ser. Por lo tanto, no hay ningún peligro de confundir al mundo con Dios. La eternidad divina no es una eternidad temporal, una duración temporal infinita, sino que es puro acto de ser sin potencia por encima del tiempo y por tanto totalmente suelta (ab-soluta) y libre de la temporalidad.
----------Es interesante cómo los Autores del libro se adhieren sustancialmente a la posición de Buenaventura. En todo caso, lo esencial e importante a considerar en relación con el fin mismo de la existencia y de la vida humana -porque este es el valor aquí en juego- es que tanto Buenaventura como Tomás concuerdan en considerar a Dios creador del mundo y por lo tanto del tiempo desde la nada y no podemos más que estar complacidos de que los Autores del libro estén de acuerdo con ellos.
----------Es necesario, por lo tanto, concluir que la tesis según la cual el mundo ha tenido un inicio hace un cierto tiempo no es decisiva para la demostración de la existencia de Dios, por lo cual, para refutar la tesis materialista no es necesario demostrar ese inicio, como que, si el mundo existiera desde siempre se abriría la puerta al ateísmo. En efecto, se puede demostrar que Dios existe, aunque el mundo debiera existir desde siempre, siempre y cuando este "desde siempre" no se lo entienda como si el mundo material fuera suficiente por sí mismo en el ser. En tal caso el mundo debería ser Dios y no habría más necesidad de un Dios espiritual trascendente al mundo y distinto del mundo.
----------Lo importante es no considerar este "desde siempre" asimilándolo a la eternidad divina, como si ésta comportase un antes y un después, cosa que en cambio es propia del tiempo, mientras que la eternidad es sí una duración, pero una duración que no pasa, como presente toda entera de manera puntual y supratemporal, toda en el instante, sin ningún devenir o pasar o fluir o discurrir, características ligadas al tiempo.
----------Es necesario distinguir, por consiguiente, una posible duración temporal infinita, de hecho no existente porque Dios no la ha querido, de la duración supra-temporal e instantánea, duración sin antes ni después, de la eternidad de Dios, y también del concepto cristiano de la "vida eterna", que es participación análoga sobrenatural de la vida divina, concedida por la gracia.
----------El hecho de que los físicos de hoy estén orientados a sostener que el mundo haya comenzado a existir hace 14 mil millones de años, sin duda nos complace a nosotros los cristianos, y puede ser suficiente para demostrar que existe Dios. Sin embargo, para una demostración rigurosa y más radical de la existencia de Dios no es necesario considerar cuando el mundo ha dido creado, porque se lo podría considerar creado incluso si Dios lo hubiera creado desde un tiempo infinito o ab aeterno.
----------Es cierto que el materialismo sostiene que el universo existe desde siempre y durará para siempre. Pero para refutar el materialismo y el ateísmo que le es consecuente no es suficiente demostrar que el mundo inició en el existir hace un cierto número de años, sino que hay que demostrar que el ser del universo no está fundado sobre sí mismo, sino que es causado. Basta con demostrar esto.

76 comentarios:

  1. Padre Filemón, los autores del libro en cuestión se remiten al segundo principio de la termodinámica. Aquí se habla de muerte térmica del universo, que por tanto para morir, ha nacido. No es una destrucción, sino una estasis energética. Este principio pertenece a la física clásica y se remonta a dos siglos atrás. Sin embargo, no puede refutarlo con argumentos metafísicos, a lo sumo se pueden recordar estudiosos como Prigogine, que hablan de un nuevo comienzo. Pero son hipótesis.

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    1. Estimado profesor,
      la física experimental tiene efectivamente una base ontológica, que es el ente móvil y sensible, que constituye la filosofía de la naturaleza o cosmología filosófica. No se trata de la metafísica, aunque se refiere a un nivel de conocimiento que, por medio de una oportuna y adecuada abstracción, puede conducir a la metafísica.
      Siendo así las cosas, los datos de la física experimental, donde encontramos las leyes de la termodinámica, reflejan la estructura del ente material, el cual por su naturaleza actúa para un fin.
      Ahora bien, si he entendido bien las leyes de la termodinámica, éstas prevén una futura estasis general del universo físico, que debería excluir las formas de acción tanto física como vital. Salvo por el hecho de que el ente real físico es por su naturaleza móvil y agente, y como enseña Teilhard de Chardin, tiene un carácter evolutivo y ontogenético.
      Además de ello, tenemos los datos de la Revelación cristiana, según los cuales el mundo no va hacia una estasis, sino que procede hacia una final revolución radical, que dará lugar a una palingénesis instauradora de cielos y tierra nuevos.

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    2. Padre Filemón, entonces usted debe aferrarse a Prigogine, quien habla de un rebote cerca de la estasis final. Por eso hace referencia a un principio físico que se llama efecto Boltzman, del nombre del descubridor. Pero, ¿este rebote en sistemas pequeños funciona para el universo?
      Para ser más claros, habrá que releer el nacimiento del tiempo, de Prigogine.

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    3. Estimado Profesor,
      usted hace referencia a cosas que yo no conozco. Recuerde que yo no soy competente en el campo de la física experimental y por lo tanto necesito recibir una instrucción que sea adecuada a mis condiciones.
      Aquello de lo cual tendría necesidad de conocer es el pensamiento de Prigogine, que usted cita. Ya que usted le tiene estima, le pediría que me presente sinteticamente, si es capaz de hacerlo, el pensamiento de Prigogine.
      Por esta razón, ahora mismo, la pregunta que usted se hace sobre el llamado "rebote" sigue siendo para mí una incógnita a la que no estoy en condiciones de responder.

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    4. Estimado padre, he leído "El nacimiento del tiempo", un texto en el que Prigogine, basándose en el segundo principio de la termodinámica, sostiene que el tiempo es la medida de la situación de los intercambios de energía. Así como la energía nunca vuelve atrás, el tiempo siempre va en una sola dirección. Se dará entonces la estasis final, sin embargo, puede ser que, en su proximidad, haya un nuevo comienzo. Este universo de todos modos terminará.

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    5. Estimado Profesor,
      es necesario tener presente que el pasado ya no existe. Por tanto, en este sentido no se puede pensar que el tiempo pueda volver hacia atrás. Por eso estoy de acuerdo en el considerar que la energía nunca vuelve atrás.
      Por otra parte, el tiempo va en la dirección del futuro, porque realiza en el presente lo que antes era futuro. Podríamos preguntarnos si Dios puede recrear lo que ha sucedido en el pasado. Al respecto, la fe nos dice que nuestros cuerpos resucitarán y que nosotros recuperaremos este cuerpo que tenemos ahora. Por lo tanto, en este sentido podemos decir que Dios tiene el poder de devolver la existencia a lo que ya no existe.
      Por cuanto respecta al "nuevo inicio", ¿me podría usted decir algo más?
      Por cuanto respecta a la tesis, según la cual este universo terminará, ¿qué es lo que entiende decir? ¿Que caerá en la nada? Si pensamos en la Providencia divina, esto es una cosa imposible. A menos que no hagamos referencia a lo que la fe llama el "final del mundo". Pero ¿de qué se trata? No se trata del hecho de que el mundo caiga en la nada y sea recreado desde la nada. Dios de por sí podría hacerlo, pero dado que ama a su creatura, la conserva. Si la anulara, podría hacerlo, pero significaría que la odia, lo cual no es consonante con la bondad divina.
      Por lo tanto, el final del mundo en el sentido evangélico es el final de este mundo de pecado y de muerte, para la inauguración de un nuevo mundo libre del pecado y de la muerte.

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    6. Estimado padre Filemón, el universo no caerá en la nada, permanecerá inerte. A menos que... haya un hipotético rebote. Entonces se entiende que la fe es otra cosa.

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    7. Estimado Profesor,
      como ya le he dicho, la inercia en la realidad material es imposible, porque el ente físico es esencialmente activo. Lo que según me parece se podría hipotetizar es que el universo, después del actual período de expansión, tenga un período de contracción y por tanto en un cierto modo de retorno al núcleo inicial, que dio lugar al big bang. Este núcleo evidentemente no puede considerarse inerte, sino cargado de esa inmensa energía, que puede permitir un nuevo período de expansión. Una hipótesis de este tipo salva el dinamismo de la materia, impidiendo la idea de una materia inerte.
      En mi opinión, este concepto de la materia inerte está dado por la confusión de la inteligibilidad física con la matemática. El ente efectivamente inerte es el ente matemático, el cual abstrae por su esencia del devenir y del movimiento y por tanto también de la vida. Pero usted comprende bien que es un grave equívoco confundir la naturaleza física con esos entes de razón, que son los entes matemáticos, que en física son de utilidad, pero solo en cuanto con ellos medimos y calculamos en fórmulas matemáticas las fuerzas de la naturaleza.
      Ciertamente, lo que es inmutable en física es la esencia de la realidad material, como por ejemplo los elementos químicos. Sin embargo, la esencia es principio de energía. Por ejemplo, la esencia del fuego siempre es esa, pero no existe un fuego que no calienta. Lo que significa que no existe fuego inerte. Incluso si alguna forma de calor pudiera extinguirse, aún quedarían otras formas de energía.
      También consideramos el axioma fundamental de la física, según el cual la materia se transforma en energía y por lo tanto no existe materia sin energía. Así que volvemos a estar en el comienzo, considerando imposible un mundo inerte. Como mucho, se podría hipotetizar un período de pausa en el momento en que el universo retorna al núcleo esencial. Pero, como he dicho, este núcleo, bien lejos de ser inerte, en realidad, teniendo la fuerza para provocar una nueva expansión, está cargado con la máxima energía.
      Todo este discurso corresponde a lo que Dios podría hacer. Por tanto, desde un punto de vista metafísico no existen contraindicaciones. Sin embargo, si queremos saber cómo van verdaderamente las cosas no basta con detenernos en esta hipótesis, sino que es necesario verificar atentamente lo que realmente sucede. Ahora bien, estamos seguros de que el mundo ha tenido un inicio y ha tenido una expansión. Pero, situándonos ante lo que podrá ser la máxima expansión, la revelación divina nos dice que este mundo será transformado (2 Pe 2,10) y profundamente renovado de modo de hospedar a la nueva humanidad de los hijos de Dios.
      Quisiera añadir que la prospectiva del retorno del mundo y de la humanidad a un núcleo inicial, podría corresponder en cierto modo a lo que el profeta Joel llama el Valle de Josafat (Jl 4, 2-12). ¿De qué se trata? Se trata de un valle de Palestina en el que, según el profeta, se reunirá toda la humanidad al final del mundo para inaugurar la nueva humanidad de los resucitados. Aquí es donde se hará el juicio final. Toda la humanidad se reunirá en torno a Cristo y de este encuentro partirá la expansión definitiva, caracterizada por el reino de los cielos.

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    8. Gracias, estimado padre Filemón.

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  2. No entendió nada de cuanto se escribió en el libro. Reléalo, por favor, no caiga en el ridículo juntando cabra y repollo.

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    1. Estimado Mateo,
      lamento y me desagrada lo que ustedf dice, porque sus palabras me hacen entender que usted, no sé por qué motivo, no ha sido capaz de apreciar el valor de este libro (que he comentado en mi artículo), el cual, manteniendo un diálogo con los científicos, es capaz de elevar el pensamiento a la consideración del origen del universo, que conduce a nuestra razón a comprender a su vez que el universo ha sido creado por Dios.

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  3. Hay que recordar que todas las teorías evolucionistas: la del cosmos, de la vida, de la cultura, no son experimentables sino solo constatables, y por tanto son solo consideraciones hipotéticas.

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    1. Estimado Juan,
      las leyes que regulan las diversas formas de energía del mundo físico, formulables matemáticamente, partiendo de la experiencia y verificables en la experiencia, expresan evidentemente la evolución del universo. Es claro que, sobre la base del conocimiento de estas leyes, se puede formular una teoría general del universo.
      Que en este punto sea necesario e inevitable formular también hipótesis revisables, esto no crea ninguna duda.
      Le hago presente que una teoría no es constatable. Son los hechos lo que vienen a ser constatables. Una teoría es un sistema conceptual, que sirve para explicar los hechos.
      Por cuanto respecta a la evolución de la vida y de la cultura, también aquí existen leyes de desarrollo, cuya aplicación da origen a un conjunto de realidades, conjunto cuya descripción es tarea de la historia de los viviente y de la cultura.

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    2. Padre, no sutilice en las palabras, una teoría como la mecánica cuántica es experimentable por cualquier persona para comprobar su validez, lo cual se hace en todos los centros de investigación desde hace años, mientras que por ahora nadie puede experimentar una creación del universo o un nacimiento de una nueva forma de vida o un desarrollo desde cero de una cultura. El principio de inducción es un requisito previo para la ciencia experimental.

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    3. Estimado Juan,
      lo que me atrae, como teólogo, en la teoría de los dos autores del libro, es el hecho de que ellos hacen referencia a cómo la física moderna ha dado una edad al universo. Ellos, basados en esta teoría, afirman que el universo, habiendo tenido un inicio, debe haber sido causado por un Dios creador. Me doy cuenta de que siempre estamos en el campo de la física y no de la cosmología filosófica.
      Es posible que algún día el progreso de la física haga retroceder el comienzo del universo. Pero el paso difícil a dar es desde el principio temporal al principio ontológico. El primero parece haber sido descubierto en la física moderna. ¿Y el segundo? La fe católica nos dice que el mundo fue creado por Dios hace un cierto tiempo, por lo cual aquí tenemos una coincidencia del inicio ontológico con el inicio temporal.
      Los dos autores, con mucho coraje, pasan de la constatación del inicio temporal a la afirmación de la creación, como conclusión de teología natural. ¿Es segura esta conclusión?
      Los dos autores asumen que antes del inicio del tiempo no había nada y por ello concluyen que el mundo fue creado de la nada. Ahora bien, es cierto que si el mundo es contingente, necesita de un creador, pero ¿puede la ciencia física pasar de considerar al mundo como fenómeno a considerarlo como ente?
      Parecería que los dos autores hayan hecho esta operación y por eso llegan a hablar de Dios que ha creado el mundo desde la nada.

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    4. Padre, quién sabe cuántas otras formas de vida hay en tantos otros planetas, más o menos inteligentes que nosotros, este es un hecho seguro no estamos solos en el universo sería absurdo y presuntuoso de sólo pensarlo.

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    5. Estimado Eros,
      una cosa es la fantasía y otra cosa es la ciencia. Si tú me dices que con la fantasía puedes imaginar una multiplicidad de seres inteligentes superiores o inferiores al hombre, con o sin el pecado original, a nuestro servicio o para dominarnos, esto te lo puedo también conceder para la diversión de los niños y como pasatiempo para muchas personas.
      Si en cambio tu intención es razonar de manera experimental, científica, filosófica y teológica, entonces el discurso es completamente diferente, porque yo ya desde hace algunos años en mis escritos he demostrado que el hipotetizar que en otros planetas existan creaturas, compuestas de alma espiritual y cuerpo, supone que las consideraciones nos llevan a cosas absolutamente indemostrables.

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    6. Pero Padre!, es impensable que estemos solos en el universo, no se trata de fantasía sino de lógica

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    7. Con un cálculo simple, encontramos que el número muy aproximado de planetas existentes es 2.000.000.000.000.000.000.000.000.000 (dos mil billones de billones).

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    8. Estimado Eros,
      la lógica parte de la constatación de los hechos. Y similarmente también la ciencia parte de la constatación de los hechos. En efecto, la lógica no es más que la regla del saber científico. Ella es el método que nos permite alcanzar y verificar el saber científico.
      Ahora bien, sería impensable que estemos solos en el universo solo si se puede demostrar esta tesis, de lo contrario estamos de nuevo como al principio: trabajamos con la fantasía, la cual a lo sumo considera lo posible y no lo que es real. Pero para demostrar que un posible es real, se necesitan pruebas basadas en la realidad.
      Como ya te he dicho, no tenemos ninguna prueba que nos lleve a creer con seguridad que existan otros seres personales en otros planetas. ¿Es posible la cosa? Te invito a leer las pruebas que he aportado para demostrar que esto no es posible. Lo tienen todo en mi blog y te resultará fácil encontrarlo. Por lo tanto, te invito a no insistir en tu tesis, que no eres capaz de demostrar.

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    9. Estimado Jorge,
      ¿qué es lo que has querido decir?

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    10. El mundo, colmado de hechos casuales, siempre conserva ese misterio para el hombre que sólo será salvado en la visión de Dios que algunos llegarán a gustar un día en el cielo. ¿De qué sirve entonces todo el esfuerzo por tratar de comprender lo que de ningún modo se puede comprender aquí abajo?

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  4. Cuánto aire caliente que gira sin sentido...
    Pero si no tienes fe, es normal que haya una visión pesimista de la vida...

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    1. Estimado León,
      sus palabras me hacen pensar que usted se refiere al segundo principio de la termodinámica. ¿Es así?

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    2. No soy tan experto en física, pero lo que quiero decir es que sin fe en Dios toda hipótesis se hace creíble...
      Lo dijo el Papa Benedicto si no recuerdo mal...

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    3. Estimado León,
      para refutar ciertas teorías físicas inconsistentes no es necesaria la fe, basta razonar de un modo correcto y bien fundado en la experiencia.
      Sin embargo, es cierto que de tanto en tanto se producen teorías físicas que contrastan la fe, como por ejemplo la que sostiene poder construir máquinas pensantes (lo que hoy llaman erróneamente inteligencia artificial) o la existencia de seres humanoides en otros planetas o la futura muerte térmica del universo. Aquí estamos en contraste con las verdades que resultan de la fe católica.

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  5. La creación continúa.

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    1. Estimado Jorge,
      la creación en la totalidad de su conjunto es conservada por Dios, quien la mantiene en el ser, en la existencia, por lo cual el complejo material del universo no aumenta, sino que solo evoluciona. Aquello que aumenta es el número de almas humanas. En efecto, aquí Dios crea siempre nuevas almas para cada niño que es concebido.

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    2. "En realidad la creación es un acto continuo de Dios que ha iniciado el mundo desde la nada y lo mantiene en existencia (continúa creándolo) en cada instante para que siga existiendo (creación continua)."
      "La conservación de la creación es una creación continuada (creatio continua), que se prolonga".

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    3. Estimado Jorge,
      es necesario distinguir la creación de la conservación. La creación contínua no existe, porque debería implicar una continua anulación inmediatamente siguiente al ser y una nueva creación inmediatamente después, y así hasta el infinito. Dios, si quisiera, podría anular la creatura y crearla de nuevo.
      Pero un Dios que hace y deshace y rehace continuamente lo que hace es un Dios ridículo, totalmente indigno del verdadero Dios, el cual crea y conserva en ser lo que ha creado, eventualmente enriqueciéndolo de nuevos dones, como lo ha hecho con el hombre: lo ha creado, lo conserva y, después de la caída, lo ha redimido y le ha añadido la vida de los hijos de Dios, es decir, la gracia de Cristo.

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    4. "En realidad, Dios, habiendo creado una vez el cosmos, continúa creándolo, manteniéndolo en existencia. La conservación es una creación contínua. (Conservatio est continua creatio)". San Juan Pablo II

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    5. Padre: Ud tiene una visión estática de la creación.

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    6. Estimado Jorge,
      aclaremos ante todo qué es la creación. La creación es la producción, por parte de Dios, del ente contingente en su totalidad, en su esencia y en su ser, desde la nada.
      Una vez que Dios ha creado, ¿qué es lo que hace? ¿Anula lo que ha creado, para luego volverlo a crear? Pero, ¿con qué juicio podría hacer Dios algo así? ¿Se da cuenta de que esto es una ofensa a Dios? ¿Qué artista o artesano podría crear una obra de arte maravillosa y luego destruirla y volver a hacerla?
      Por lo tanto, si el hombre, limitado como es, actúa con sabiduría, ¿con qué sabiduría no actuará Dios? ¿Se da usted cuenta de que esta creación contínua es un insulto a la sabiduría divina? ¿Dios debe crear ángeles, anularlos y crearlos una vez más hasta el infinito?
      Lo que se prolonga es el ser, lo cual significa que la criatura se conserva en el ser, por lo que hay una continuidad en el ser. La nada precede a la criatura, pero una vez creada Dios la mantiene en existencia y no anula nada de lo que hace, sino si acaso lo transforma, lo aumenta y lo perfecciona.

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    7. ¿San Juan Pablo II ofende a Dios o usted tiene ideas equivocadas?

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  6. El universo está destinado a la muerte, principio de la termodinámica; nuestro sol no es eterno. Entonces solo Dios sabrá dar nuevos cielos y nuevas tierras.

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    1. Estimado Héctor,
      ya Aristóteles se había dado cuenta de que en el universo no sólo existe la corrupción o degeneración, sino también la generación y la transformación, no existen sólo fenómenos de expansión, sino que también funcionan principios de síntesis y de unificación. No solo existe la estasis, sino también el dinamismo. Que el pecado original haya introducido en el universo un principio de corrupción, eso es algo que sin más ni más se puede admitir, pero el pecado original no ha destruído totalmente la naturaleza. Esto vale tanto para el hombre como para el universo. Con todo mi respeto hacia los principios de la termodinámica, la física y la biología conocen muchas leyes que se refieren al desarrollo y a la evolución. Piense tan sólo en las teorías de Teilhard de Chardin.

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  7. Disculpe mi pregunta, querido padre Filemón, ya que Dios siempre crea almas... , seres humanos..., ¿eso también se aplica a los ángeles?

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    1. Estimada Rosa Luisa,
      el número de ángeles está determinado y no puede aumentar, porque ellos son espíritus puros y por lo tanto no hay en ellos generación sexual. Dios, si quisiera, podría crear otros nuevos.
      Sin embargo, este es un tema muy misterioso, acerca del cual, para tener informaciones, la razón humana no es suficiente, por lo cual es bueno aceptar la Revelación divina, que está contenida en la Sagrada Escritura, según la cual los ángeles fueron creados al principio de la creación del universo, cuando Dios dijo que sea la luz (Gn 1,3).
      La luz es el símbolo del intelecto y, de hecho, los ángeles son creaturas puramente intelectuales. Este es el único punto de la Escritura en el que se habla de la creación de los ángeles. De aquí deducimos que Dios no haya creado otros.

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    2. Estimado padre Filemón: hay otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Esto no es contrario a nuestra fe, porque no podemos poner límites a la libertad creadora de Dios. Para decirlo con san Francisco, si consideramos a las criaturas terrenas como "hermano" y "hermana", ¿por qué no podríamos hablar también de un "hermano extraterrestre"? Sería parte de la creación. Luego se ha confirmado la visión del teólogo Turchi respecto a la encarnación de Cristo: «Tomemos prestada la imagen evangélica de la oveja perdida. El pastor deja a las noventa y nueve en la granja para ir a buscar a la que se ha perdido. Pensamos que en este universo puede haber cien ovejas, correspondientes a diferentes formas de criaturas. Nosotros, que pertenecemos a la humanidad, podríamos ser precisamente la oveja perdida, los pecadores que necesitan al pastor. Dios se hizo hombre en Jesús para salvarnos. Así, si existen otros seres inteligentes, no es seguro que necesiten redención. Pudieron haber permanecido en la amistad plena con su Creador.

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    3. Estimado Eros,
      la moderna ciencia paleontológica ha tomado ya conciencia de un proceso evolutivo en la formación del hombre, proceso que hoy por hoy es calculado en el orden de los dos millones y medio de años.
      Ahora bien, el desarrollo de este proceso está documentado a través de los diferentes estratos del subsuelo terrestre, con una oportuna y adecuada documentación, que demuestra esta evolución. Si Dios hubiera querido, podría haber dado a la humanidad dos cepas originarias, una en esta tierra y otra en otro planeta.
      Ahora bien, la ciencia no se construye sobre las posibilidades, sino sobre los hechos. La humanidad que nosotros conocemos es la de esta tierra. La simple razón puede plantear la pregunta de si eventualmente Dios haya creado otra humanidad en otro planeta. Salvo que, en este punto, nosotros encontramos la respuesta en la fe cristiana, la cual nos dice que la humanidad ha tenido inicio de una sola pareja, la cual ha pecado, y debemos suponer que esto ha ocurrido hace aproximadamente dos millones y medio de años.
      Las consecuencias del pecado han hecho decaer al hombre en un estado casi simiesco y son precisamente estos los hallazgos de la ciencia.
      En este punto, para imaginar que haya otras personas inteligentes en otros planetas, sería necesario hipotetizar que una humanidad, mucho más atrasada que la presente, haya podido construir un medio de transporte capaz de cubrir distancias del orden de años luz, cuando hoy, con todo el progreso técnico que hemos logrado, solo hemos sido capaces de alcanzar la luna.
      En este punto creo que cualquier persona que cree en el buen sentido común puede dar una respuesta. ¿Y quién no cree? Solo tiene los datos científicos, que no sugieren de ninguna manera la hipótesis de que en el pasado la humanidad haya alcanzado un nivel técnico tal que le permita llegar a otro planeta.
      En cuanto al argumento según el cual Dios es generoso en su creatividad, se trata siempre de una posibilidad, pero para hacer una afirmación de hecho no basta la posibilidad, sino que hace falta la prueba de los hechos.

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  8. También podemos pensar que en otros planetas hay seres inteligentes, que esperan a los terrícolas para ser evangelizados. Pero personalmente viendo cómo se comportan los terrícolas en las evangelizaciones, pienso que es mejor que se lo piense Dios mismo directamente, para no hacerles hacer lo que... ha sucedido en la tierra. Por otro lado, suponiendo que no hayan pecado, saber que Jesús es el salvador sería quizás interesante, pero les serviría de poco, ya que no necesitan ser salvados.
    En conclusión, tanto si somos seres inteligentes y estuvieramos solos y únicos en el universo, como si hubiera otros seres inteligentes más o menos similares a nosotros en el universo, no cambia el concepto de Dios creador, porque no es un Dios con visión estrecha. Además, en cierto sentido, hay un «mundo» de seres inteligentes, y es el angelical, diferente del nuestro y donde no se ha «encarnado» ninguna de las personas divinas. Por lo tanto, sin poner límites a la acción de Dios, podemos imaginar múltiples escenarios de existencias similares y disímiles de la nuestra, pero para no caer en estas fantasías, por el momento conviene atenerse a lo que se puede ver, y esperar que el problema exacto surja cuando se presente.

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    1. Agrego: he tomado textos del padre Athos Turchi

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    2. Eros: "Recordemos, por último, que la Iglesia católica abrió la posibilidad de la vida extraterrestre en el lejano 1277, cuando el obispo de París declaró hereje limitar a la sola Tierra la potencia creadora de Dios."

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    3. Estimado Eros,
      el defecto del razonamiento del padre Athos, que yo conocí personalmente en 1972, defecto que me asombra bastante en un dominico, es el hipotetizar una humanidad dividida entre descendientes de Adán y Eva pecadores y descendientes de otra pareja, que quedó inocente.
      Por cuanto respecta a su apertura a la posibilidad de que existan otros sujetos corporales inteligentes en otros planetas, también aquí es necesario observar que esta hipótesis no tiene ningún fundamento en una persona como él, que debería hacer profesión de fe católica, porque, como ya he dicho, la única humanidad existente según la fe es aquella humanidad que desciende de Adán y Eva, mientras que la hipótesis de que en el pasado alguna nave espacial haya podido alcanzar un planeta distante años luz, es una hipótesis sin ninguna credibilidad.

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    4. Estimado Jorge,
      el obispo de París, al afirmar que Dios no había creado solamente la tierra, no tenía en mente la hipótesis de los extraterrestres, idea totalmente ajena a la cultura medieval, sino que pretendía condenar ciertas ideas de ciertos astrólogos, que consideraban que las estrellas no fueron creadas por Dios, sino que eran seres divinos.

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    5. Esta misma respuesta dada a Jorge, también se la doy a Eros.

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    6. Jorge: La última palabra sobre el tema de la vida en el cosmos no corresponde a la teología, sino a la ciencia. A la teología, como al resto de la humanidad, no le queda más que esperar.

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    7. Y esa frase lo dice todo 🤣💯🤣

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    8. Padre, lo lamento, pero concuerdo a pleno con el padre Athos , lo siento...

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    9. Eros: Recordemos al padre Filemón de la Trinidad que la Sagrada Escritura no es un texto científico.

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    10. Es un texto salvífico

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    11. Estimado Eros,
      la última palabra en el campo del saber pertenece a la ciencia suprema, que es la teología, que está por tanto por encima de la ciencia experimental. La teología católica, como ya te he dicho, nos ilumina de manera definitiva sobre lo que es el destino final del universo. Además ya te he mostrado como es precisamente la paleo-antropología la que demuestra la imposibilidad de una presencia de nuestra especie en otros planetas. Sobre este tema puedes consultar un libro de un paleo-antropólogo de fama internacional, Mons. Fiorenzo Facchini, que conozco muy bien: "Los orígenes del hombre y la evolución cultural", ed. Jaca Book, Milán, 2006.
      También debes tener en cuenta que el concepto de la sustancia corporal-espiritual no es un concepto análogo, sino un concepto unívoco. Es decir, no admite una serie de grados, sino acabaríamos en el discurso de los nazis de las razas superiores y de las razas inferiores. Desde un punto de vista metafísico, debajo del hombre solo está el mono y encima solo el ángel. Así que no hay un intermediario viviente entre el mono y el hombre, y no hay un intermedio viviente entre el hombre y el ángel.

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    12. Estimado Eros,
      si me dices que el P. Athos hace una referencia pura a la fantasía, entonces estoy de acuerdo con él. En este sentido no te soy contrario. Sin embargo, el problema no es fantasear o crear películas de ciencia ficción, sino que el problema presenta un aspecto de carácter metafísico, científico y teológico, es decir, es un problema que se refiere a la realidad o a lo que Dios puede hacer.
      Si nos ponemos desde este punto de vista, entonces vale lo que ya te he dicho y es que la hipótesis de otras personas físicas en otros planetas es contraria a la ciencia y a la fe.
      Si no estás de acuerdo con esto, no puedes no estar de acuerdo solo por una cuestión de gusto, sino que tienes que demostrarme que estoy equivocado. Yo, en cambio, he demostrado que si el P. Athos quisiera admitir como hipótesis real a los extraterrestres, no lo hace.
      Reporto la conclusión del P. Turchi: "sin poner límites a la acción de Dios, podemos imaginar múltiples escenarios de existencias similares y disímiles a la nuestra, pero para no caer en estas fantasías, en el momento conviene atenerse a lo que se da a ver, y esperar que el problema exacto surja cuando se presente" P. Athos Turchi.

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  9. "No es contradictorio ni herético pensar que puedan existir en otros planetas formas de vida racional, y por tanto asimilables al ser humano, que vivan de su propia existencia: hay espacio para todos y también mucho". Padre Athos Turchi, profesor de Filosofía en la facultad teológica de Italia central.

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    1. "Si también estos otros vivientes han tenido, ellos también, nuestros mismos problemas, nada podría impedir a Dios poner en práctica algo parecido a la encarnación" (Padre Athos Turchi).

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    2. Estimado Jorge,
      ¿qué es lo que nos dice la fe? Que la humanidad tiene su origen en una única pareja, que ha pecado. Este hecho ha atraído la misericordia divina, la cual nos ha dado a Jesucristo como nuestro Salvador.
      ¿Una humanidad en otros planetas? Esto no resulta absolutamente de la Revelación. En cambio sabemos que Cristo es el único Salvador de toda la humanidad. Por lo tanto los discursos del padre Turchi, antes de ser contrarios a la razón, son contrarios a la fe. Y de hecho, una cosa contraria a la fe no puede ser conforme a la razón, porque la fe no es más que un perfeccionamiento de la razón, por lo cual lo que es más perfecto no puede estar en contraste con lo que es menos perfecto. Por lo tanto, si la fe nos dice la verdad sobre esta cuestión, quiere decir que la teoría del p. Turchi, según la cual pueden existir los extraterrestres, es contraria a la razón, y al ser contraria a la razón es contraria a la fe.

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    3. Pecado original:
      ".. se afirma el carácter universal de la situación de desorden debida a la experiencia del mal que el hombre hace desde su aparición sobre la tierra con sus libres elecciones, influidas por las fuerzas del mal, y se prolonga e intensifica con el paso del tiempo con la aportación de cada ser humano. La pertenencia a la condición humana hace partícipes de esta situación de desorden que no corresponde al designio de Dios y es sanada por Cristo en virtud de la universalidad de la salvación. En este sentido, no es la responsabilidad de una pareja que se debe atribuir a la situación de pecado, sino más bien al hecho de ser hombres, libres y protagonistas de elecciones en las cuales nos hacemos autónomos de Dios. Se vuelve irrelevante la derivación de una o más parejas". (Actas del Congreso de la Facultad Teológica de Emilia-Romaña, 6 de diciembre de 2007).

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    4. "No es contrario a la fe que haya otros habitantes en el universo material". Padre Angel Bellon

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    5. Estimado Jorge,
      es necesario que nos entendamos sobre lo que se debe entender por "situación de pecado". En efecto una cosa es considerar esta situación en sí misma y otra cosa es preguntarse el origen antes de esta situación. ¿En qué consiste esta situación? En el hecho de que cada uno de nosotros nace manchado por el pecado. ¿Cómo? Nos lo dice la Revelación. Porque recibimos esta culpa de nuestros antepasados. Es una culpa transmisible. ¿Y quién inició esta transmisión? Fueron Adán y Eva. El pecado que cometieron se llama "pecado original". ¿Por qué? Porque es el origen de todos los demás pecados, que se cumplen a lo largo de la historia. Por tanto, en este sentido es cierto que esta culpa, que se transmite, es una culpa del hombre, aunque debemos recordar que cada uno en el pecado tiene su propia responsabilidad. Por lo tanto, así como Adán y Eva pecaron, cada uno de nosotros, impulsado por la tendencia al pecado, como resultado de la culpa original, tenemos la responsabilidad por nuestros pecados.

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    6. Padre, he leído textos del cardenal Ravasi acerca del pecado original. Creo que usted conoce los géneros literarios de los capítulos 1-11 de Génesis. "¿Adán y Eva existieron? no." El llamado Jardin del Edén existió?...

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  10. Estimado padre Filemón, discúlpeme por mi intrusión en su página. He leído sus reflexiones sobre el libro de Bolloré y Bonnassies, "Dios la ciencia las pruebas", y su breve intercambio de opiniones con un profesor, creo que de ciencias. Él escribió sobre el tercer principio de la termodinámica, afirmando que todo tiende a un equilibrio térmico, conduciendo, al final, al mundo (sería mejor escribir el Universo, La Tierra no es un sistema aislado, es parte del Universo) a una especie de estasis. Usted, querido Padre, ha escrito sobre la Palingénesis y de "cielos nuevos y tierra nueva". Siendo capaz, en humildad, de expresarme, creo que ambos tienen razón, pero la ciencia se inclina más hacia usted, padre Filemón. De hecho, es cierto que el sistema cósmico se dirige hacia un equilibrio térmico (no podemos entrar en detalles, nos basta con dar una idea clara) pero, dada la enorme cantidad de energía presente en el Universo, también es cierto que no se pueden conocer las condiciones que conducen al equilibrio. Es lógico pensar que no es el sistema planetario como lo conocemos que alcanzará tal equilibrio, sino que será un sistema completamente diferente. Por coherencia lógica podemos hablar de "cielos nuevos y tierra nueva". Para alcanzar el equilibrio térmico, deben ocurrir tantas condiciones que el universo sufrirá una mutación irreversible. No podemos saber cómo, ni de qué manera, ni cuándo puede suceder. Agradeciéndole, quiero disculparme por permitirme intervenir de manera tan torpe.

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    1. Estimado Ángel,
      francamente no entiendo cómo usted puede decir que el profesor Sarruso y yo tenemos razón los dos a la vez, a menos que se acepte la teoría de la estasis final. Yo, por el contrario, creo haber demostrado, según la filosofía natural, que el ente material está siempre activo y, por tanto, es inconcebible un futuro en el que el universo material sea solo estático o inerte.
      ¿Qué es lo que usted quiere decir con "equilibrio térmico"? ¿Sería la estasis final? ¿Qué es lo que quiere decir con "cambio irreversible"? ¿Sería siempre esa estasis final?
      Usted habla del futuro nacimiento de un "sistema completamente diferente", el cual, si lo he entendido bien, sería la tierra nueva y los cielos nuevos.
      Me gustaría decirle que estos eventos futuros no pueden ser deducidos por coherencia lógica de la física experimental, porque son datos de fe. La física se limita a decirnos que en cualquier caso el ente natural material es por esencia energético y, por tanto, no podemos pensar, precisamente sobre la base de la física, en un futuro universo completamente estático.

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  11. No, querido padre Filemón, diciendo que ambos tienen razón no me refiero a la estasis final, sino al hecho de que el profesor Sarruso (creo que sea él) sostiene la tesis del equilibrio térmico. Un equilibrio que presupone que se verifican numerosas condiciones, quizás innumerables (equilibrio térmico para el sistema Universo). Si se llega a tal equilibrio el Universo tomará un aspecto nuevo y completamente desconocido. Aquí interviene su razón. Habrá, como dice la Sagrada Escritura, cielos nuevos y tierra nueva. Es decir, algo completamente diferente de lo que se vive hoy en el mundo. La estasis no puede ser concebida. Por coherencia lógica se detendría la vida. Se entiende un equilibrio térmico, pero con él no se puede excluir la continuación de la vida en forma de una renovada estabilidad externa (del Mundo) e interna (del hombre), del equilibro externo al hombre y interno a él. Esto, sin embargo, no es posible explicarlo en este lugar. El discurso científico está articulado y lleno de problemas a exponer y a dar solución. Aquí no es posible hacerlo. De todos modos, me disculpo si le he dado una impresión equivocada. Mi culpa, no he puesto la debida atención a las locuciones que escribía.

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    1. Estimado Ángel,
      te agradezco por estas aclaraciones, para mí muy interesantes en sus novedades, en cuanto no soy competente en la materia.

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  12. "... incluso si hubiera (como es ahora más probable) millones de 'mundos habitados' en el firmamento, la situación fundamental permanecería inalterada (más exactamente, su interés no haría sino crecer enormemente) para el cristiano, dado que esos millones pueden ser considerados por él como elementos de refuerzo y de glorificación de la misma Unidad de antes. Ciertamente (como ya sucedió al final del geocentrismo), es inevitable que el final del 'monogeísmo' (¿acaso debería decir 'geo-monismo'?) nos obligue a revisar y suavizar un buen número de nuestras representaciones teológicas. ¿Pero que importan estos acuerdos siempre que, cada vez más estructural y dinámicamente coherente con todo lo que estamos descubriendo en materia de Cosmogenesis, se mantenga y consolide el dogma que compendia todos los dogmas: 'In Eo omnia constant'?" Teilhard de Chardin

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    1. No considero a Teilhard un teólogo completamente confiable.

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    2. Pero primero Pablo IV y luego Juan Pablo II lo reconocieron como una de las voces más autorizadas del mundo cristiano hasta rehabilitarlo por haber puesto, entre otras cosas, las bases de una relación más correcta entre ciencia y fe; y el mismo Ratzinger en su Introducción al Cristianismo lo sitúa dentro de una visión compatible con la de San Pablo. Finalmente, en la "Laudato si" hay pasajes que se inspiran en Pierre Teilhard de Chardin.

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    3. En mi opinión, y no es solo la mía, Teilhard tiene una visión panteísta del mundo.
      Hay que tener mucho cuidado con estas derivas.
      Dios no es la tierra ni el mundo...

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    4. ¿Has leído algún libro de Teilhard de Chardin?

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    5. León, no es, por supuesto, obligatorio leer los libros del padre Teilhard. Te lo pregunto solo por curiosidad.

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    6. Estimado Jorge,
      Teilhard de Chardin no da ninguna prueba científica que pueda hacer probable la existencia de "millones de 'mundos habitados' en el firmamento", sino que trabaja con la pura fantasía y además con una fantasía peligrosa, indigna de un cristiano, porque, como he demostrado en mis recientes artículos, la teoría de los extraterrestres inteligentes es ofensiva tanto para el dogma de la Encarnación como para la concepción cristiana del hombre.
      Lo que se podría decir es que si el hombre no hubiera pecado, ciertamente habría alcanzado los millones de planetas habitables en el cosmos.
      En cuanto al geocentrismo, es necesario que nos entendamos, porque si entendemos ese geocentrismo que se opuso a los descubrimientos de Galileo, estoy de acuerdo con que está superado, pero si lo ponemos desde el punto de vista filosófico, que admite la primacía de la persona humana sobre el universo cósmico, es evidente que la tierra, en cuanto habitada por el hombre, permanece siempre en el centro del universo. Pensar de otra manera sería volver a las antiguas concepciones paganas, que implican la divinización de los astros.
      También podría sustituir el horóscopo por la astronomía.

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    7. Estimado Jorge,
      ciertamente Teilhard de Chardin es una gran figura de científico cristiano. Sin embargo, el 30 de junio de 1962, el Santo Oficio publicó una advertencia que ponía en evidencia algunos de sus "graves errores que ofenden la doctrina católica". ¿De qué se trata? Del hecho de que para él el Espíritu (Dios) no es creador de la materia, sino que es la materia que se trasciende y se eleva al nivel del espíritu, con la consecuencia de que Dios ya no es puro espíritu trascendente del mundo y creador de la nada, sino que es simplemente la síntesis suprema de la divinización de la materia.
      Por cuanto respecta a las palabras de alabanza pronunciadas por Ratzinger, se refería a la doctrina paulina de Cristo recapitulador de la creación. En este sentido, el discurso de Teilhard puede ser aceptado.
      Su teoría de la evolución está respaldada por datos científicos. Su defecto es que concibe el paso del mono al hombre no como un paso de un grado inferior del ser a otro superior, gracias a la creación divina, sino como una autoelevación de la materia, que se convierte en espíritu.

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    8. Padre Filemón, el santo oficio se equivocó. Lo han rehabilitado implícitamente los papas a partir de Pablo VI. "En la memoria de Henri de Lubac, Teilhard aparece como un gran religioso, un creyente muy sólido y un verdadero hijo de la Iglesia Católica, dentro de la cual quiso permanecer hasta el último día de su vida."

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  13. Comento el pasaje: «¿Dónde termina toda la evolución ascendente promovida por el Dios desde el inicio del mundo? Acaso es que Dios se agota en un momento y no puede más? ¡Ridículo!» observando que puede no ser del todo oportuno argumentar sobre el espacio-tiempo y la evolución con las categorías de la experiencia táctil-visible y con la matemática de los contadores, categorías que son en cambio superadas por la realidad creada por Dios, mucho más compleja: ¿por ejemplo?
    Si referimos el adjetivo INFINITO a la medida del espacio y/o del tiempo, deberíamos recordar que desde hace más de un siglo sabemos cuánto la realidad (creada por Dios) funciona según la ley de la "relatividad de Einstein" y según el principio de indeterminación de Heisenberg: El funcionamiento de uno y otro no corresponde a las medidas que conocemos con nuestro metro y nuestros relojes, aunque nos resulta difícil entenderlo; y esto va también para nuestro concepto de infinito.
    Análogamente para la EVOLUCIÓN que en nuestra experiencia en la tierra vemos en términos de concepción, vida, muerte, pequeñas y lentas mutaciones de generación en generación: pero pensemos que el Dios que creó el universo y permitió la vida en la Tierra (y tal vez en algún otro planeta presente o desaparecido o futuro) tiene una visión/conocimiento tan limitado como el nuestro? Digamos humildemente que es un misterio, Limitémonos a ese rostro de Dios revelado por Jesucristo más que por las escrituras redactadas dos mil años antes de él que tenían una pretensión de verdad literal tan deleite que estábamos a punto de quemar al Galileo heliocéntrico porque sus jueces aún pensaban bíblicamente (y como Dante) que el sol y las estrellas giraran alrededor de la tierra.
    Históricamente mal culpó a la teología cuando se atrevió a ridiculizar los descubrimientos físico-matemáticos, aunque sorprenden la experiencia ordinaria y aparentemente contradictorias al literalismo bíblico.
    Por otra parte, dado que están pululando en la web e incluso en algunas revistas científicas, informaciones pretendidas científicas nada probadas por el método del doble ciego, debemos estar más atentos que en el pasado a los vendedores de tabaco para no beber como ciencia la pseudociencia

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  14. Hay un libro, publicado por Einaudi hace años, que sostenía que Galileo había sido condenado por atomismo !

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