El trabajo interdisciplinar, del cual se viene hablando desde hace casi un siglo en todos los ambientes académicos, requiere precisamente la atención y la colaboración recíprocas entre los científicos y los filósofos y, por lo tanto, la capacidad, tanto de los unos como de los otros, para apreciar el patrimonio nocional y el lenguaje de los unos y de los otros, porque sólo bajo estas condiciones es posible un verdadero progreso general de la cultura, por el cual los unos se benefician de las aportaciones que hacen los otros y están al servicio del trabajo de los otros, todos juntos en beneficio de todos.
La necesaria mediación de la filosofía entre la ciencia experimental y la fe
----------"Estimado padre Filemón, haré ahora un pequeño resumen de lo que sostengo. Afirmo que a través de la ciencia actual es hoy posible demostrar la existencia de Dios. Entonces, debemos aceptar el principio tomista de la analogía, de lo contrario no se alcanza a ir más lejos".
----------Respondo recordando una vez más que el objeto de la ciencia experimental son los fenómenos naturales, que hacen referencia a sustancias materiales. Estoy de acuerdo en que para demostrar la existencia de Dios se puede partir de los datos de la física, pero es necesario hacer intervenir la inteligencia filosófica, la cual en los fenómenos capta el ente sensible. Una vez captado este ente, que resulta ser contingente, la física es superada por la filosofía, porque sólo la filosofía puede establecer el dato objetivo que a su vez estimula a la razón a preguntarse sobre la causa suficiente del ente contingente.
----------En este punto utilizamos la analogía del ente, gracias a la cual desde el ente contingente ascendemos, en base al principio de causalidad, al ente absolutamente necesario, que es Dios.
----------Cabe señalar también que es el acto con el cual la razón supera el ente sensible, el que la pone en contacto con la sustancia espiritual, en cuanto que la naturaleza de Dios pertenece al orden del espíritu.
----------"En lo que respecta a Aristóteles, parte de la lógica sigue siendo válida. El resto es importante en la historia del pensamiento. Efectivamente la Iglesia con el dogma de la transustanciación evidencia la aceptación del pensamiento aristotélico, sin embargo para el creyente es importante creer que el pan y el vino son el cuerpo y la sangre de Jesús. No creo que sea indispensable la explicación".
----------Respondo haciendo notar que en el Misterio de la Santísima Eucaristía no se puede decir que el pan es el cuerpo y el vino es la sangre, porque, después de las palabras de la consagración, el pan ya no es pan y el vino ya no es vino, sino que son la sustancia del Cuerpo de Cristo y de la Sangre de Cristo, mientras que sólo permanecen las especies o accidentes del pan y del vino. Ahora bien, esta explicación, que ha sido dada hace cinco siglos por el Concilio de Trento, nos dice lo que sucede en el momento en el cual el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración. Y precisamente esta conversión de la sustancia del pan en sustancia del Cuerpo de Cristo, es lo que la Iglesia llama transustanciación.
----------"Agrego que la encíclica Fides et ratio recomienda a Tomás e implícitamente a Aristóteles".
----------Respondo diciendo que, indudablemente hay una aprobación de Aristóteles por parte de la Iglesia, aunque purgado de sus errores y completado por santo Tomás de Aquino.
----------Podemos señalar, sin embargo, que la Iglesia, desde un punto de vista filosófico, no sólo utiliza a Aristóteles, sino también a Platón, por ejemplo por cuanto respecta a la noción de idea, del bien, de la verdad, de la revelación, de la participación, de la imitación, de la imagen, del amor, del espíritu, del intelecto, de la virtud, de la mística (todas nociones platónicas). Por ello, san Agustín de Hipona tenía la máxima estima por Platón, claro que también porque Agustín no conocía a Aristóteles.
----------Es difícil entender por qué el conocimiento de Aristóteles llegó a los latinos recién en el siglo XIII, probablemente porque era instrumentalizado por los musulmanes, en particular por Averroes. Han sido los dominicos quienes descubrieron su valor y por tanto fue mérito de santo Tomás, encargado por el Papa, el resaltar los aspectos positivos de Aristóteles. Por este motivo, la Iglesia acogió con agrado la interpretación tomista de Aristóteles, cuya filosofía fue puesta al lado de la de Platón.
----------"¿Qué falta en la teoría aristotélica de la sustancia? El hecho de que ella es tal en relación con el uso que de ella hace el hombre. Pero no creo que esto me convierta en un hereje".
----------Respondo diciendo que en la teoría aristotélica de la sustancia falta la posibilidad de utilizar la noción de sustancia para formar la noción de persona, es decir, Aristóteles no llega a concebir la subsistencia de una sustancia individual racional, como la definiría más tarde Boecio.
----------Ahora bien, está claro que en Aristóteles el individuo humano es reconocido (el tode ti). Sabemos cómo Aristóteles reconoce la esencia de la naturaleza humana, el famoso "animal racional". Pero parece faltar en Aristóteles la percepción de la concreción de la individual persona, en particular en su situación de fragilidad moral, que la Biblia explica como consecuencia del pecado original.
----------Otra cosa que Aristóteles no podía conocer, no conociendo la divina Revelación cristiana, es la separabilidad de la sustancia del accidente, separabilidad que en cambio la Iglesia ha debido admitir para explicar precisamente el misterio de la Eucaristía, en el cual, aunque cambiando la sustancia, permanecen los accidentes, es decir, la sustancia del pan se convierte en la sustancia del Cuerpo de Cristo, pero los accidentes del pan permanecen. Sin embargo, tengamos presente que los accidentes del Cuerpo de Cristo están presentes en el Cuerpo del Señor en el cielo, mientras que Cristo está presente en la Santísima Eucaristía no exactamente como sustancia, sino a modo de sustancia (ad modum substantiae).
----------Otra utilización de la categoría aristotélica de accidente, que ha sido hecha por la Iglesia en el Concilio de Florencia en 1442, ha sido la de utilizar la categoría de la relación, que de por sí es un accidente, para darle en cambio una subsistencia hipostática personal con el fin de ofrecernos el concepto de la Persona Trinitaria, es decir, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, son tres Relaciones Subsistentes.
----------Así, la teología dice de Jesucristo que la naturaleza humana de Cristo está hipostáticamente unida a la Persona del Hijo, de modo que Jesucristo es una Persona divina en dos naturalezas, humana y divina.
----------"Sí, por supuesto, pero ¿no podemos simplemente creer en la transformación sin explicaciones, como parecen hacerlo nuestros hermanos ortodoxos?"
----------Respondo diciendo que se debe notar que en la consagración eucarística no ocurre una transformación, porque propiamente, como dice la palabra misma, la transformación es una sustitución de forma en el mismo sujeto material. Por ejemplo, en la alimentación, la forma del alimento viene sustituida por la forma del organismo viviente, que ingiere el alimento, mientras que la materia del alimento sigue siendo la misma.
----------Ahora bien, en la Eucaristía no existe la permanencia de una materia, sino que es toda la sustancia, vale decir, materia y forma, la que se convierte en otra sustancia. Sólo quedan los accidentes de la sustancia precedente. Por consiguiente, en este caso los accidentes del pan y del vino no tienen un sujeto que los sostenga, sino que son sostenidos directamente por Dios. El Cuerpo de Cristo, con sus accidentes, está en el cielo, pero también está presente en la Eucaristía a modo de sustancia.
----------Al respecto, conviene aquí recordar el espléndido y famoso Himno Eucarístico compuesto por santo Tomás de Aquino, que precisamente nos habla de esto mismo.
----------"Bueno, entiendo la necesidad de la precisión, pero los hermanos ortodoxos en esto simplifican mucho. Si no me equivoco, es en la Apología I de san Justino donde se afirma claramente el realismo de la Eucaristía. Pero la cuestión permaneció en suspenso durante siglos. Recuerdo que el papa Gregorio VII, se empeñó para que el hereje Berengario de Tours se retractara de su concepción del simbolismo eucarístico. Es cierto que sólo en el siglo XIII con la Adoración Eucarística y el Corpus Domini la situación se desbloqueó".
----------Respondo diciendo que, los Padres griegos hablan de cambio y de devenir, es decir, que el pan se cambia en en el Cuerpo o bien deviene el Cuerpo. Pero cuando la filosofía de Aristóteles fue introducida entre los latinos se comenzó a usar la distinción entre sustancia y accidentes y materia y forma y por lo tanto no hubo una complicación de las cosas, sino por el contrario hubo una mejora en el conocimiento del misterio.
----------En esta temática, como en otros temas del dogma cristiano, los Ortodoxos orientales se han quedado en las formulaciones eucarísticas del pasado, con la concepción de los Padres griegos, concepción que no se puede considerar más simple, sino como retrógrada, porque el hablar de cambio o devenir podría hacer pensar en la transformación, y en cambio, como he dicho, no se trata de transformación, sino de transustanciación.
----------Decir cambio o devenir, como hacen los Ortodoxos, no es herejía. La herejía surge si al cambio o al devenir se lo entiende como transformación, o bien si se los entiende como un hecho simbólico, como hacía Berengario de Tours, quien fue acusado de herejía, porque negaba la transubstanciación, en cuanto no llegaba a concebir la separabilidad de la sustancia del accidente, según el enfoque original de Aristóteles. Y esto se puede entender, porque Aristóteles no conocía el sacramento de la Eucaristía. Berengario era en esto aristotélico fundamentalista ad litteram, rechazando las correcciones que el Aquinate hacía a Aristóteles.
----------Por lo tanto, para explicar el misterio de la Santísima Eucaristía se usaban las categorías aristotélicas, precisando sin embargo que en la Eucaristía se separan entre sí sustancia y accidentes, por lo que el accidente del pan, en lugar de su sustancia, subsiste del sostén ontológico recibido de Dios. Este es el Milagro Eucarístico, un milagro que no podemos verificar, sino que es puro objeto de fe.
----------"Un amigo de internet, me ha explicado la precisión de la constante gravitacional, pero luego dice que ella es debida al azar. Para mí, en cambio, es una prueba científica".
----------Respecto a la constante gravitacional, usted dice que es una prueba científica. ¿Pero prueba de qué?
----------"De la presencia de un orden que no puede ser casual. Y no es la única constante".
----------Respondo diciendo que, estoy de acuerdo en que se puede partir de esta constancia gravitacional; sin embargo, debemos reconocer a esa constancia su estatuto ontológico de ente contingente. Sólo en este punto, mediante el principio de causalidad, podemos establecer la existencia del ente absolutamente necesario.
----------Esto significa, como ya he dicho otras veces, que, para llegar al plano de la teología, la ciencia experimental debe dar un paso adelante, y pasar a través de la filosofía.
----------El azar no puede estar en el origen de las leyes físicas, porque ellas sólo pueden ser explicadas por una mente ordenadora, mientras que el azar, por definición, se opone a la racionalidad.
----------Debemos tener presente que el azar, en sí mismo, no existe, porque todo el universo está ordenado por Dios. En todo caso, podemos usar la palabra "azar" o "casualidad" para indicar que no conocemos la causa, pero Dios, el ordenador de todo, ciertamente la conoce.
----------"Las principales constantes fundamentales son la constante de Avogadro, la constante de Boltzmann, la constante dieléctrica y la permeabilidad magnética del vacío, la carga y la masa del electrón, la constante de la gravitación, la constante de Planck, la masa del protón y la velocidad de la luz en el vacío".
----------Comento, agradeciendo por estas precisiones, que confirman nuestra convicción de que estos elementos de constancia en las actividades de la naturaleza son el signo de una necesidad, aunque sea en los entes en devenir, necesidad que permite la adquisición de la ciencia, en cuanto que, como dice Aristóteles, la ciencia es ciencia de lo necesario y por tanto de lo permanente.
----------De este modo Aristóteles nos ha permitido adquirir una ciencia del devenir, que asocia lo permanente con el cambio y ambos elementos permiten a la razón llegar a demostrar la existencia de Dios: lo permanente relativo, que conduce a lo permanente absoluto, y el cambio, que requiere un motor inmóvil.
Aristóteles no ha hecho más que evidenciar los contenidos espontáneos de la razón
----------"Estimado padre, usted, como teólogo, siempre tiene muy en cuenta el pensamiento de Aristóteles, y trata de conjugarlo con la ciencia actual, y esto a mí también me parece bien, porque la Iglesia nos invita a proceder de esta manera; sin embargo, créame, los científicos no tienen para nada en cuenta al aristotelismo. No digo que con eso hagan bien, sino que es un dato de hecho. Además, ninguno de mis colegas en materias científicas hacen ni siquiera mención al pensamiento aristotélico".
----------Respondo diciendo que, las nociones fundamentales de la cosmología de Aristóteles no son ideas fijas de Aristóteles ni sus opiniones privadas, como si aún hoy tuviéramos que seguir manteniendo sus caprichos, sino que corresponden a datos de hecho de la mente humana, es decir, a contenidos espontáneos de la razón, indispensables, no digo sólo para la ciencia, sino para cualquier forma de saber.
----------Lo que, por consiguiente, aquí estoy diciendo, es que Aristóteles no hizo más que poner en luz estas que son las nociones espontáneas, inmutables y universales de la razón.
----------Por lo tanto, tampoco los científicos contemporáneos pueden ignorar estas nociones espontáneas, naturales, y fundamentales, sino que ellos, con que solamente quieran, no digo hacer ciencia, sino incluso tan sólo pensar, deben utilizar estas nociones. Y si no lo hacen, se engañan pensando estar haciendo ciencia, y terminan en fantasías y ensoñamientos o bien cayendo en las conocidas tendencias materialistas, positivistas y empiristas, que son la ruina del verdadero saber científico.
----------Naturalmente, no es necesario que los científicos refinen estas nociones a nivel filosófico; sin embargo, les es suficiente y necesario que ellos den escucha a la voz de estas nociones espontáneas de la razón.
----------La idea según la cual las nociones que Aristóteles nos ha enseñado no sean más que invenciones de su fértil fantasía, podría ser comparada con la idea de que Cristóbal Colón no ha descubierto América, sino que la ha inventado, por lo cual, muerto Colón, sería ahora el momento de dejar de creer en la existencia de América.
----------"Investigaciones históricas han evidenciado que la condena de Galileo Galilei se debió no sólo al heliocentrismo sino también al atomismo, que entonces era considerado contrario a la fe".
----------Respondo diciendo que, por cuanto respecta al atomismo, es una concepción que no ha sido nunca condenada por la Iglesia. El hecho es que el atomismo es contrario a la experiencia científica, porque Aristóteles ya había advertido que la sustancia material es indivisa en acto, porque es una única sustancia compuesta de materia y forma, pero es indefinidamente divisible en potencia.
----------En efecto, este hecho corresponde exactamente a los progresos históricos y actuales de la ciencia física, la cual dirige su mirada hacia una realidad cada vez siempre más pequeña, sin la posibilidad de llegar nunca a los elementos atómicos, es decir, elementos que sean indivisibles, porque podemos estar seguros de que incluso las partículas subatómicas algún día resultarán ser divisibles.
----------Estando las cosas en estos términos, el atomismo puede entrar en conflicto con la fe, porque la Iglesia ha dogmatizado las nociones de materia y forma, de sustancia y accidentes, de potencia y acto, de naturaleza y persona, como nociones explicativas de algunos Misterios de la fe, como por ejemplo la Eucaristía, los Sacramentos, la Encarnación y la Santísima Trinidad. Está claro que estas nociones, en cuanto son dogmatizadas por la Iglesia, son incompatibles con el atomismo.
----------Para ser más precisos, el atomismo está en contraste con la fe, porque niega la divisibilidad de la sustancia en la unidad de su forma.
----------"No padre, lamentablemente no es así. Aristóteles no sirve para la ciencia, lo digo con el debido respeto hacia un gran filósofo. El nombre de Aristóteles no aparece en los libros de física, química o ciencias naturales. Hay quienes, viniendo de institutos técnicos, lo ignoran por completo. Si sus pensamientos fueran útiles para la investigación científica, las universidades habrían dejado que se lo estudie un poco".
----------Respondo diciendo que estoy perfectamente de acuerdo en que el lenguaje de la física experimental no pone en juego todas las nociones de la cosmología aristotélica. Sin embargo, de algunas no puede evitar usarlas explícitamente, como por ejemplo cuando habla de sustancia, energía, materia, cantidad, cualidad, propiedades, tensión, acción, masa, movimiento, transformación, lugar, espacio, tiempo.
----------Dicho esto, es cierto que para algunas de estas nociones no existe una exacta correspondencia, porque por ejemplo el espacio de Aristóteles no es el espacio curvo de Einstein, la materia prima de Aristóteles no es la materia de la cual habla el físico, la masa del físico no es exactamente la cantidad de materia de Aristóteles. Y la noción de movimiento en física y en Aristóteles no es la misma, porque en el primer caso se trata de una entidad matemáticamente formulable, mientras que en el caso de Aristóteles se trata de un pasaje de la potencia al acto.
----------Dicho esto, permanece esa verdad fundamental, que ya he mencionado, a saber, que las nociones de la cosmología aristotélica reflejan un patrimonio nocional espontáneo y universal de la razón, cualquiera que sea el tipo de conocimiento o el nivel de saber ejercitado por la razón.
----------Por este motivo, las nociones técnicas de la física moderna son evidentemente ajenas a la cosmología aristotélica, sin embargo no podrían ser formuladas sin una implícita referencia a ella, porque si tuviéramos la pretensión de dejarlas de lado, los contenidos mismos de la física moderna vendrían a resolverse en meros entes de razón o esquemas imaginarios o abstracciones matemáticas privadas de ninguna referencia a la realidad.
----------También hay que señalar que la filosofía y la metafísica realistas, como las de santo Tomás, median entre la experiencia científica y la fe. Creer, como hacen algunos, que sea posible pasar directamente de la experiencia científica a la fe es una ilusión. No se alcanza la verdadera fe, sino sólo meros estados emocionales subjetivos, sin un fundamento real, con peligro para la misma conducta moral.
----------En definitiva, el trabajo interdisciplinar, del cual se viene hablando desde hace casi un siglo en todos los ambientes académicos, requiere precisamente esta atención y colaboración recíprocas entre los científicos y los filósofos y, por lo tanto, requiere la capacidad de los unos y de los otros para apreciar el patrimonio nocional y el lenguaje de los unos y de los otros, porque sólo bajo estas condiciones es posible un verdadero progreso general de la cultura, por el cual los unos se benefician de las aportaciones de los otros y están al servicio del trabajo de los otros, todos juntos en beneficio de todos.
Estimado Padre, respondiendo a sus últimas observaciones: Jesucristo es "el hombre Dios", Cristo es el Logos y es Dios, de hecho el Cristo se encarna en Jesús Hombre "sustituyéndose" al "yo" de Jesús hombre. Cristo, tomado en sí mismo no es "el hombre Dios", deviene "hombre Dios" al momento de la encarnación. El Logos, en "Su descenso", no trae consigo ninguna naturaleza humana: desde alturas inimaginables para la mente humana "se restringe", para usar una especie de metáfora, y en este "restringirse" necesario para prepararse para la encarnación, deviene Cristo ya antes de la encarnación, de hecho desde Zaratustra en adelante los grandes iniciados de las escuelas mistéricas "percibieron" en el Sol este "Espíritu Solar", precisamente el Cristo.
ResponderEliminarEstimado Alberto,
EliminarLa divinidad de Cristo une a sí, en la unidad de la Persona divina, la humanidad de Cristo mismo. Por consiguiente, no es que la divinidad sustituye a la humanidad, convirtiéndola casi en una simple apariencia.
Al contrario, la Persona divina da a la humanidad de Cristo, una subsistencia de modo que la une hipostáticamente a la Persona del Verbo.
En cuanto al cuerpo del Señor, es de la misma naturaleza antes y después de la resurrección. Pero su condición de existencia es muy diferente. En este mundo era un cuerpo mortal. En cambio, ahora en el cielo es un cuerpo inmortal y glorioso.
EliminarSabemos cómo era el cuerpo mortal, mientras que es misterioso el cuerpo glorioso, aunque Jesús resucitado se apareció a algunos testigos. Pero para hacerse reconocer ha suspendido su gloria y se ha mostrado tal como era en esta vida.
Zaratustra llamaba a este "Espíritu Solar": Ozrmud, los sacerdotes egipcios la llamaban "Osiris", etc... pero eran nombres diferentes que indicaban siempre la misma "Entidad" que percibían como iniciados de las escuelas mistéricas.
ResponderEliminarEstimado Alberto,
Eliminarno me sirve ni a mí, ni le sirve a usted, su insistir en tesis de Steiner sobre Jesucristo que están en contradicción con lo que la Iglesia Católica enseña como única autoridad en toda la humanidad, autorizada por el mismo Jesucristo, a enseñar los misterios divinos. Por tanto, los conocimientos de Steiner, en base a su clarividencia, al estar en contradicción con lo enseñado por la Iglesia, han sido recibidos de espíritus engañadores, ángeles que no son buenos.
El Cristo es un Espíritu Macrocósmico, no microcósmico.
ResponderEliminarRespecto a la humanidad de Jesucristo, usted se ha referido en algún comentario anterior al sudor de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Pues bien, el sudor de la sangre del Señor expresa ciertamente un momento de terrible angustia, pero al mismo tiempo representa también un ejemplo de paciencia heroica. Ciertamente Jesús en ese momento ha padecido de manera indescriptible por la ingratitud que habría recibido de aquella parte de la humanidad que lo habría rechazado.
EliminarPor cuanto respecta a la función de la divinidad, en este momento no debemos oponerla a la humanidad, como si ésta corriera el riesgo de ser aplastada por la divinidad, porque efectivamente la divinidad es la creadora de la humanidad, por lo cual la conciencia de ser Dios ha sostenido y consolado en una forma inefable a Jesús en este momento de tremenda angustia.
Después de Su encarnación en Jesús y Su resurrección, se ha difundido por todo el aura terrestre.
ResponderEliminarEstimado Alberto,
Eliminarno veo el motivo por el cual insiste en las tesis de Steiner sobre Jesucristo, en contradicción con lo que enseña la Iglesia.
Ya le he dicho que este concepto de "clarividencia", como comunicación con entidades o espíritus superiores, es un concepto muy peligroso que nos expone a caer en el error, porque la cosa estaría bien si estos espíritus superiores fueran ángeles santos.
Pero como ya hemos visto que estas supuestas revelaciones entran en conflicto con verdades de fe contenidas en la Biblia y explicadas por el dogma católico, debemos concluir que no se trata de espíritus veraces, sino de espíritus mentirosos, a los cuales no se debe dar escucha.
Pero ¿cómo puedo decirle que "clarividencia" NO ES "comunicación de espíritus al hombre"? Ya lo había dicho, y usted lo sigue repitiendo.
EliminarLa divinidad de Cristo une a sí, en la unidad de la Persona divina, la humanidad de Jesús, Cristo es el Logos, por lo tanto no tiene ninguna humanidad, la humanidad viene traída por Jesús. Cristo se sustituye al "yo" de Jesús, no a la humanidad de Jesús.
EliminarEstimado Alberto,
Eliminarllegados a este punto, usted y yo deberíamos estar pensando en terminar nuestra conversación.
De hecho, he notado que usted no se tiene en cuenta el hecho de que las ideas de Steiner, en el campo cristológico, no corresponden a la doctrina enseñada por la Iglesia.
Por tanto, si usted quiere seguir dialogando, le pido que no vuelva a tocar estos temas.
Estimado Padre, permítame, entonces, enfocar el tema desde otro ángulo.
ResponderEliminarEn la Zarza Ardiente ¿Quién hablaba con Moisés? Cristo. En aquella ocasión Cristo no tenía ninguna naturaleza humana, era "simplemente" el Logos.
Estimado Alberto,
EliminarJesucristo es el Hijo de Dios, generado por el Padre desde la eternidad, es el Verbo o Logos del Padre, existente desde la eternidad antes de los siglos, que se ha encarnado en el seno de María Virgen hace 2.000 años.
Por tanto, es una Persona divina en dos naturalezas: humana, compuesta de alma y cuerpo, y divina.
Le hago notar que, si retrocedemos cada vez más en el tiempo, por ejemplo con los misterios de la era egipcia en la que también Moisés se formó hasta el máximo y con un claro contacto con Cristo como Entidad Solar, o con el gran iniciado Zaratustra en la era paleo-persa posterior a la catástrofe atlantídea, o diluvio universal transmitido por la Biblia.
ResponderEliminarEstimado Alberto,
Eliminarque Moisés haya llegado a conocer los misterios de Egipto, se lo puede también admitir. Sin embargo él, como hombre de Dios que era, elegido por Dios para conducir a Israel a la Tierra Prometida y como precursor de Cristo, recibió de Dios una sabiduría superior a la de los magos de Egipto, según cuanto se narra en el conocido episodio de su enfrentamiento con aquellos magos ante el faraón, episodio en el cual la serpiente de Moisés devora las serpientes de los magos para demostrar el poder superior del cual estaba dotado Moisés, como precursor de Cristo.
En cuanto a Zaratustra, él es ciertamente una gran figura religiosa, profundamente sensible a la lucha del bien contra el mal y, sin embargo, es incapaz de prever esa victoria del bien sobre el mal, que sólo la revelación cristiana nos habría de asegurar.
El diluvio universal, del cual habla la Escritura, consistió evidentemente en una conmoción atmosférica que afectó a la humanidad de aquella época, de lo cual la Escritura da testimonio, pero que ciertamente nada podía saber de la eventual tragedia de la Atlántida, recordada por Platón.
La tragedia de la Atlántida es el diluvio universal bíblico.
EliminarEn términos temporales, Zaratustra estuvo mucho más cerca de la Atlántida que Platón.
EliminarCiertamente, en Egipto lo mistérico llegó a corromperse, porque posteriormente en las escuelas mistéricas egipcias ha ingresado la influencia luciférica ahrimánica, lo que ha conducido a la llamada magia negra.
EliminarUna pregunta que se debería hacer es: ¿Cómo pudo conocer Platón acerca de la Atlántida? Yo se lo respondo inmediatamente: porque era un "iniciado en las escuelas mistéricas" que llevan a estos individuos a la clarividencia.
EliminarEstimado Alberto,
Eliminarsuponiendo que la tragedia de la Atlántida sea un hecho histórico, no es pensable que el hagiógrafo bíblico haya podido estar informado de un acontecimiento tan lejano en Palestina, mientras que, como he dicho, el diluvio universal, descrito por las Escrituras, debe entenderse como un cataclismo ciertamente de inmensas proporciones, pero aún así, limitado por la estrechez de los conocimientos geográficos de los hombres de aquella época.
Por cuanto respecta a Platón, es cierto que habla del tema, pero no es fácil entender si sus palabras deben ser entendidas como referencias a un hecho histórico, constatado por él, o bien si simplemente sus palabras quieren expresar una leyenda, que había llegado a los oídos del gran filósofo.
De modo similar a los antiguos palestinos, los antiguos griegos ni siquiera sabían nada sobre la existencia del Océano Atlántico, dada su incapacidad para navegar por los mares.
Las palabras relatadas por Platón sobre la Atlántida y su hundimiento, son exactamente el hecho histórico descrito en la Biblia del diluvio universal, no son dos eventos diferentes. Platón ha podido expresarlos no porque los haya recibido como transmitidos humanamente sino porque Platón fue un "iniciado" en las escuelas mistéricas griegas. Un "iniciado" se vuelve "clarividente", es decir, ve "espiritualmente" los acontecimientos que ocurrieron incluso hace mucho tiempo. Si no se entiende el "procedimiento" con el que un "iniciado" se vuelve "clarividente" en aquellas antiguas escuelas mistéricas, ni siquiera se pueden entender los llamados "mitos" griegos, se piensa que son "fantasías" pero ese es no es el caso.
EliminarDe manera similar, ¿cómo pudo Moisés escribir sobre el “Génesis” y sobre el diluvio? Al igual que Platón, también él era un "iniciado" y, por tanto, un "clarividente": no escribía basándose en algo que le hubiera sido comunicado humanamente.
EliminarEstimado Alberto,
Eliminarya le he dicho que este concepto de "clarividencia", como comunicación con entidades o espíritus superiores, es un concepto muy peligroso que nos expone a caer en el error, porque estaría bien en el caso que estos espíritus superiores fueran ángeles santos.
Pero como ya hemos visto que estas supuestas revelaciones entran en contraste con verdades de fe contenidas en la Biblia y explicadas por el dogma católico, debemos concluir que no se trata de espíritus veraces, sino espíritus mentirosos, a los cuales no se debe escuchar.
Quiero hacerle una aclaración: cuando me refiero a Zaratustra me refiero al de la era paleo-persa, no de la siguiente era egipcio-caldea, allí también hubo un Zaratustra.
ResponderEliminarQuiero hacer nuevas aclaraciones. Steiner, efectivamente, es profético exactamente para los tiempos en que vivimos.
EliminarSteiner también llevó a cabo profundos estudios, muy significativos, en el campo gnoseológico, filosófico y epistemológico que arrojaron claridad en estas áreas: "Filosofía de la libertad" y "Enigmas filosóficos" son dos de sus principales obras de gran impacto.
EliminarDice Steiner: "La filosofía del ser como 'objeto' es metafísica, ontología o materialismo; la filosofía del ser como 'sujeto' es racionalismo, psicologismo o idealismo; la filosofía del ser como ser del objeto en el sujeto y del sujeto en el objeto (como unidad de sujeto y objeto) es filosofía del espíritu".
EliminarEstimado Alberto,
Eliminarrespecto a la metafísica del objeto y del sujeto, yo diría que la primera tiene por objeto el ente en cuanto ente, como dice Aristóteles.
A la segunda la podríamos llamar metafísica crítica, es decir, entendiendo la toma de conciencia de la verdad del saber fundada en el contacto con la realidad objetiva, es decir, con el ente.
A esta metafísica crítica la podríamos llamar realismo, en oposición al idealismo, el cual identifica el pensamiento con el ser y, por tanto, reduce toda realidad a espíritu, olvidándose de la realidad material.
"Así, del sustantivo al verbo ('En el principio, era el Verbo'): de la 'observación y pensamiento', por ejemplo, al 'observar y pensar'...".
ResponderEliminarEstimado Alberto,
Eliminarsi no he entendido mal, Steiner propone el pasaje del sustantivo, entendido como sustancia y por tanto como ente, al pensamiento, o sea al Verbo.
Si él piensa así, entonces yo estaría de acuerdo, porque yo también admito la precedencia del ser sobre el pensar.
La frase anterior está relacionada con la siguiente sobre materialismo e idealismo.
Eliminar"El materialismo", por el contrario, “comienza con el pensamiento de la materia y de los procesos materiales", así como el idealismo, por hablar de la contraparte, comienza con el pensamiento del espíritu y de los procesos ideales.
ResponderEliminarEl pensamiento fluye, ya que es verbo, vida, actividad, movimiento, devenir. Por tanto, no puede ser "representado", pero sí puede ser "percibdo" o "experimentado" mediante la práctica de la concentración.
Estimado Alberto,
EliminarPor cuanto respecta al materialismo, estoy de acuerdo en que su defecto consiste en el agotar el pensar en el pensar solamente la materia.
Por cuanto respecta al idealismo, creo que es erróneo su empezar con el pensamiento, porque nuestro pensar comienza con la experiencia de las cosas externas y sólo posteriormente nos elevamos al conocimiento de las realidades superiores o espirituales.
Estoy de acuerdo con la descripción que usted hace de los actos de pensamiento.
Si usted entiende hablar de la autoconciencia, estoy de acuerdo con cuanto usted dice a continuación. De hecho, es cierto que cuando yo reflexiono sobre mis datos de conciencia no tengo necesidad formar representaciones, sino que percibo y experimento, a través de la práctica de la concentración, estos contenidos internos míos, que son patrimonio de mi espíritu.
"Sois vosotros mismos, con vuestra actividad anímica, quienes llevan al cerebro a asumir una estructura y una capacidad aptas para reflejar como 'pensamiento' aquello que vosotros pensáis (...) Debemos examinar precisamente estas cosas, porque sólo así captamos la verdadera actividad del pensar humano (...) Por lo tanto, debemos distinguir dos fases: primero el trabajo del elemento espiritual-anímico sobre el cerebro; luego la percepción, después que ha sido hecho por el alma un trabajo preparatorio en el cerebro. En el hombre ordinario y corriente, el trabajo del cerebro permanece completamente inconsciente, él sólo lo percibe por reflejo".
ResponderEliminarEstimado Alberto,
Eliminarla vida vegetativa y en particular el funcionamiento del cerebro están ciertamente animados por el alma vegetativa, virtualmente contenida en el alma espiritual, pero el alma vegetativa posee una actividad autónoma independiente del ejercicio de nuestra voluntad, cuyo campo de acción es el campo del espíritu, y además la voluntad disciplina el nivel psico-emotivo de la persona.
En base a tal concepción metafísica y antropológica, Cristo es el Hijo de Dios, generado por el Padre desde la eternidad, es el Verbo o Logos del Padre existente desde la eternidad antes de los siglos encarnado en Jesús de Nazaret… ¿cómo? El yo humano de Jesús viene sustituido por Cristo por lo cual desde aquí hablamos de Jesucristo. De ahí que antes afirmaba que desde la zarza ardiente a Moisés le hablaba Cristo, no Jesucristo.
EliminarJesús es criatura humana de excepcional altura y evolución con un yo humano. Cristo es el Logos que se encarna como yo Divino ("Yo Soy el que Soy") tomando el lugar del yo humano de Jesús.
EliminarPor lo tanto, tenemos en la encarnación: yo Divino de Cristo, alma humana de Jesús y cuerpo humano de Jesús.
EliminarAquí sucede que la Persona Divina del Cristo ("Yo Divino) en 2 naturalezas, no antes de la encarnación.
EliminarEn la Resurrección ocurre una división: Jesús con el propio yo, alma y cuerpo "transfigurado" regresa al Reino de los Cielos. El Cristo, Logos deviene "Espíritu de la Tierra"... "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de la Tierra".
EliminarEstimado Alberto,
Eliminarya le he dicho y repetido, que la verdad sobre Jesucristo la enseña la Iglesia Católica, por mandato del mismo Jesucristo.
Estas enseñanzas se encuentran en el Catecismo de la Iglesia Católica ( https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html ).
En nuestra conversación he tenido la ocasión varias veces de corregir, a la luz de las enseñanzas de la Iglesia, las ideas sobre Jesucristo que usted ha venido sosteniendo. Y he notado que en lugar de tomar nota de ello, usted ha insistido con otros errores siempre sobre el mismo tema y no ha quedado en absoluto convencido por las objeciones que le he planteado, mientras le he demostrado que sus tesis no tienen fundamento, ni siquiera desde el punto de vista filosófico. En particular en lo que respecta a la concepción de la persona humana, compuesta de alma espiritual y de cuerpo.
Llegados a este punto, ya le he hecho presente que su insistencia en el sostener sus ideas ya no era oportuna ni para mí ni para usted. No me sirve a mí, porque veo en ellas falsedad. No le sirve a usted, porque no le sirve insistir en ideas falsas.
Por lo tanto, le insto encarecidamente, si usted realmente quiere saber quién es Jesucristo, que no siga los errores de Steiner, aunque reconozco sus indudables méritos desde el punto de vista cultural y educativo. En cambio, si realmente usted quiere conocer seriamente la verdad sobre Jesucristo, consulte el Catecismo de la Iglesia Católica.