La concepción aristotélica de la materia prima y la forma substancial tiene resonancias muy actuales en el ámbito de la teología. Un problema hoy muy vivo, incluso en el campo de la teología católica, es el de la admisión de la existencia del puro espíritu. Bajo la influencia de Hegel hoy son muchos los que no llegan a separar el espíritu de la materia, para expresarnos en términos aristotélicos, o bien, para usar el lenguaje de estos mismos teólogos contemporáneos, no se llega a concebir a Dios sin el mundo, por lo cual surge un Dios que cambia, como podemos notar en Rahner, Küng y Kasper. [En la imagen: fragmento de "El Arcángel San Miguel vence a Satanás", óleo sobre seda, pintado entre 1630 y 1635, por Guido Reni, conservado y expuesto en la Iglesia de Santa Maria della Concezione del Cappuccini, Roma, Italia].
----------Dos amigos lectores, intervinieron en mi página de Facebook en el diálogo entre Aristóteles, la Materia y la Forma, solicitando más aclaraciones a la luz de los conocimientos de la química y de la física modernas.
----------De tal modo, se puede muy bien decir que Aristóteles ha tenido la satisfacción de ver cómo las dos Hermanas, que él ha presentado en la escena de la filosofía, también hoy en la antropología, en el mundo de la naturaleza y en el ámbito del cosmos sideral, desarrollan una función ciertamente fundamental como sostén ontológico de los fenómenos y de los descubrimientos más avanzados.
----------De Facebook: Comentarios al artículo Un sueño de Aristóteles: la materia y la forma, publicado el 1° de diciembre de 2023; y al artículo Extensión y límites del poder del hombre sobre la naturaleza: diálogo entre la ciencia experimental, la filosofía y la teología, publicado en tres partes los días 12 a 14 de diciembre de 2023. Como es usual en este tipo de publicaciones, señalo primero encomillado y en letra cursiva el comentario de mis interlocutores, y a continuación, cada vez, mi comentario de respuesta. También, como ha ocurrido en ocasiones similares, aprovecho para agregar nuevos comentarios a los ya realizados.
----------"Quién sabe qué cosa pudiera pensar hoy el gran Aris: la materia, con la que normalmente tenemos contacto, está constituida por unos sesenta elementos atómicos, de los ciento veinte que conocemos, átomos casi eternos en las normales condiciones terrestres, y las miríadas de moléculas que ellos forman son sus formas que agregadas de diversas maneras hacen las sustancias reales que observamos".
----------Respondo diciendo que, creo que Aris estaría muy contento de saber estas cosas, haciendo algunas precisiones. Y es que toda sustancia material, que Aris llama materia segunda, está compuesta de materia prima y forma. Por lo cual, si la molécula está compuesta de muchos átomos, cada uno de estos átomos está compuesto de materia y forma, mientras que la forma de la molécula resulta de la composición de los átomos que la componen. A su vez es evidente que la sustancia del leño está compuesta de las moléculas del leño. Si luego esta madera es un trozo de leño, se puede decir que es una parte de un árbol, mientras que el árbol es una sustancia material compuesta de materia y forma.
----------"El pedazo de madera, formado por celulosa, la cual es una molécula orgánica hecha de carbono, hidrógeno y oxígeno, reacciona a una cierta y determinada temperatura con el oxígeno del aire, se quema y forma dióxido de carbono que es un gas y pasa al aire y se vaporiza acuoso, mientras que la ceniza es la pequeña parte de los componentes minerales de la madera, y así luego las plantas transforman el dióxido de carbono nuevamente en celulosa a través de la fotosíntesis".
----------Respondo diciendo que, por cuanto respecta a la descripción del proceso químico de combustión de un trozo de madera, Aristóteles sin duda le agradecería a usted esta información, que le ofrecería datos sobre cosas que él desconocía en absoluto en su época.
----------"¡Quién sabe qué pensaría Aris de un televisor o de una laptop!, quizás que pudieran tener su propia alma específica, ni vegetativa ni sensitiva sino televisiva o informática, ¿no es así?!".
----------Respondo diciendo que, por cuanto respecto al televisor o al computer, si bien Aristóteles no ha podido conocerlos, le bastaría verlos para darles una definición filosófica, e indudablemente Aris diría que son obras de la técnica. De hecho, el concepto de técnica ya ha sido desarrollado por Aris, quien la define como el recto criterio de la inducción de una forma accidental en una sustancia material. Lo que significa que el constructor del televisor o del computer induce formas accidentales a sustancias naturales, las cuales por tanto son organizadas y ordenadas según un diseño concebido por el hombre, diseño que es realizado en este complejo de sustancias materiales, para formar así aquellos productos de la técnica que nosotros llamamos precisamente televisor o computer. El alma no entra absolutamente para nada en esto, porque el alma no es la forma sustancial de una sustancia no viviente, como la sustancia química, sino que es la forma sustancial del viviente, y el televisor y el computer evidentemente no son sustancias vivientes.
----------"Pienso que ya no hay hoy un solo biólogo que intente explicar la vida de las plantas o de los animales con esos conceptos antiguos, e incluso el ser humano es visto científicamente sin ninguna cualidad trascendente y eterna, el alma espiritual, poniendo en crisis, en consecuencia, también la esencia divina... ¿y los teólogos...?".
----------Respondo diciendo que, en la cuestión a la que usted se refiere, debemos distinguir la biología de la filosofía natural. Los conceptos son diferentes. Por ejemplo, el concepto de la vida en biología es diferente al de la filosofía natural. En biología, la vida es un complejo de fenómenos físicos, estáticos y dinámicos, descriptibles según fórmulas matemáticas o procesos químicos. En cambio, la vida según la filosofía de la naturaleza, es una actividad inmanente al sujeto, tendencialmente inmaterial y finalizada en el auto-perfeccionamiento, la auto-defensa y la auto-reproducción del sujeto.
----------Lo que usted llama conceptos antiguos, como por ejemplo el concepto de materia, forma, acto, potencia, facultad, sustancia, accidente, esencia y naturaleza, no están en absoluto abandonados, sino que, aparte de su uso científico, entran a formar parte del lenguaje corriente. Por lo tanto, el pretender prescindir de ellos impediría el ejercicio del pensamiento y del lenguaje.
----------Por cuanto respecta a la cuestión del alma espiritual, su existencia ya había sido demostrada por Platón en su famoso diálogo Fedón. Tal demostración ha sido perfeccionada por Aristóteles. Por su parte, santo Tomás de Aquino ha precisado que el alma humana es creada por Dios. La tesis de la inmortalidad del alma es dogma de fe definido por el Concilio Lateranense V de 1513. Por tanto, el teólogo, frente a las teorías de la biología, no tiene nada que temer respecto a la solidez de su ciencia, porque no es el resultado de simples constataciones empíricas, que existen hoy y cambian mañana, sino que, aunque basada en la experiencia, es un saber que la trasciende, demostrando la existencia de la realidad espiritual.
----------Los progresos de la biología, ciertamente, siempre pueden ofrecerle al teólogo la ocasión de ilustrar la doctrina de la espiritualidad del alma, con datos experimentales, que testimonian cómo el espíritu puede manifestarse a través de las realidades sensibles.
----------"Creo que Aristóteles pensaría de los televisores, de las computadoras, etc. lo que pensaba en su época de todo ente artificial o artefacto, es decir, que se trata de algo que no tiene ni alma ni una forma sustancial, sino que tiene una forma accidental, siendo un mero agregado de sustancias primarias (éstas sí, efectivamente, con una forma sustancial propia) y sin un propio telos intrínseco.
----------Entonces, en sí, no habría nada de malo en el hecho de que un biólogo mire al viviente sin recurrir explícitamente a categorías filosóficas, ya que lo que le interesa (en cuanto biólogo y, por tanto, como científico) son sólo las causas próximas de los fenómenos, y por lo tanto, las leyes de la naturaleza por las cuales esos fenómenos están regulados. El problema, en todo caso, reside en la 'tentación científica' de querer reducir la totalidad del ser a la sola totalidad de la experiencia y, por tanto, la tentación de querer referirlo todo a la sola explicación de las ciencias naturales".
----------Comento, diciendo que me uno complacido a todo cuanto usted dice, y sinceramente le felicito por la sabiduría de sus afirmaciones, en base a las cuales se deriva la clara distinción entre la ciencia filosófica de la vida y la ciencia biológica de la vida, dos campos distintos epistemológicamente.
----------"Llevo mucho tiempo meditando sobre ciertas cuestiones a la luz de la enseñanza aristotélica y tomista, bajo la guía de ilustres Maestros e Intérpretes entre los que, ciertamente, también figura usted. Por lo que la sabiduría que se trasluce en lo que he escrito no es nada más que un reflejo de tal lección".
----------Comento diciendo que, me complace mucho éste su interés por la filosofía aristotélico-tomista, hoy más necesaria que nunca, como nos ha recordado el propio Sumo Pontífice. Por lo tanto, le exhorto a que dedique a ella sus esfuerzos, tanto como le sea posible, manteniéndose en contacto con otros estudiosos de este campo. Por mi parte, le ofrezco toda mi disponibilidad.
----------"Aparte de las grandes diferencias epistemológicas entre la ciencia experimental y la filosofía, y las consecuencias en el mundo actual, por lo cual espero mucho que venga más filosofía para el bien del mundo incluso aunque sea a expensas de la ciencia...
----------Explico la luz. Hacia finales del siglo XIX, Maxwell planteó la hipótesis de las ondas electromagnéticas, luego se descubrió que la luz también era una onda electromagnética. Así como las ondas del mar o las ondas sonoras son oscilaciones de materia sin un transporte de materia sino sólo de energía, también lo son las ondas electromagnéticas, en un espectro, del cual la luz visible es una pequeña porción, que va desde las utilizadas para las telecomunicaciones hasta los penetrantes rayos gamma. Entonces se pensaba que incluso en el vacío había algo llamado 'éter electromagnético' que hiciera las veces de lo que el aire hace para el sonido.
----------Todo el universo debía estar inmerso en ese éter, una idea que se entendía que sólo creaba problemas y que estaba en contraste con varios experimentos. Posteriormente, a principios del siglo XX, se descubrió que las ondas electromagnéticas no intercambiaban energía con la materia en modo continuo, sino a través de unidades elementales, llamadas fotones, lo que permitió explicar el espectro del cuerpo negro: un cálculo estadístico que es fundamental para las mediciones de las temperaturas de las estrellas o del fondo cósmico.
----------Ahora bien, eso dicho, no se puede hacer un discurso análogo para los neutrinos, que son las más pequeñas partículas que se conocen, incluso si las mediciones efectuadas dan un valor de la masa muy pequeño, es decir, del orden del error experimental, pero no nulo, no cero".
----------Respondo diciendo que, también estoy de acuerdo en que la filosofía puede ayudar a la ciencia en su trabajo e impedir que el científico elabore nociones que puedan tener el aspecto de entidades experimentales o experimentables, pero que en realidad son nociones espurias, porque no tienen una base real en la realidad.
----------Si es que no lo he entendido mal, lo que ha sucedido es que se ha querido parangonar las ondas electromagnéticas y los rayos luminosos con las olas del mar y el soplar del viento o las ondas sonoras, que tienen necesidad del aire. Entonces, como estas ondas tienen necesidad respectivamente del mar y del aire, así se ha pensado que las ondas electromagnéticas tuvieran necesidad de viajar en un elemento material imponderable, que fue planteado como hipótesis y que fue llamado éter.
----------Pero el caso es que llegados a este punto, en mi opinión, la filosofía ha venido al rescate de la ciencia simplemente evocando el concepto del espacio vacío. Por lo cual, para la propagación de las ondas electromagnéticas no hay necesidad de ningún éter, sino que es suficiente con el espacio vacío, es decir, la distancia entre cuerpo y cuerpo, por lo cual los rayos que vienen emitidos por la fuente de energía no viajan en el éter, sino que viajan en el espacio. Y por consiguiente, el concepto de espacio ya es suficiente para explicar el movimiento de los rayos luminosos y de las ondas electromagnéticas.
----------"No entiendo cómo haya quienes puedan afirmair que Aristóteles deba ser abandonado ('ir más allá') cuando, por lo que dicen, es evidentísimo que no conocen ni a Aristóteles ni al aristotelismo. Ni, mucho menos, parecen ser conscientes del hecho de que las ideas aristotélicas relativas a la filosofía de la naturaleza y a la metafísica son presupuestas (a menudo implícitamente) a toda la empresa científica moderna y que ningún resultado científico contradice o socava tales presupuestos. De hecho, me gustaría decir que tales resultados encuentran su más que satisfactoria interpretación filosófica precisamente en el seno de tal marco teórico".
----------Respondo diciendo que, tengo la impresión de que quien dice que Aristóteles deba ser abandonado, más que ser un anti-aristotélico, sea una persona que me interpela precisamente como aristotélico. En efecto, me doy cuenta de que, cuando le pongo objeciones partiendo de Aristóteles, no siempre me contesta, pero a veces llega a convencerse. Por lo demás, le digo francamente que quien está contra Aristóteles, al menos el Aristóteles purificado por santo Tomás, no puede tener la fe católica, como lo demuestra la historia de todas las herejías.
----------"Entiendo. Es mejor así. Por mi parte, no puedo hacer más que sugerir que profundicemos en ciertas temáticas aristotélicas, primariamente en la doctrina hilemórfica que -como creo que señaló acertadamente el padre Mondin- es la piedra angular no sólo de la filosofía de la naturaleza, sino de toda la filosofía aristotélica. Se podría decir la 'cifra' del verdadero aristotélico".
----------Respondo diciendo que, estoy plenamente de acuerdo con sus observaciones. Efectivamente, la noción de materia prima es fundamental en campo filosófico, pero no se puede pretender que sea comprendida por el físico, quien tiene que ocuparse de materia ya formada.
----------Sin embargo, el concepto de materia prima es fundamental para comprender el dinamismo del devenir de los entes materiales, una cuestión en torno a la cual Bontadini y Severino se han enfrentado durante quince años, sin poder llegar a un acuerdo, precisamente porque no han sabido utilizar estas dos nociones fundamentales.
----------También el concepto aristotélico de forma es importantísimo, porque Aristóteles distingue una forma subsistente de una forma material. La primera subsiste sola y está en la base de la doctrina del alma humana, de la angelología y de la noción misma de Dios, en cuanto Espíritu Absoluto.
----------Viceversa, la forma material es el aspecto de inteligibilidad de la sustancia material, que permite al físico conocerla mediante el método experimental y la formulación matemática.
----------"En lo que a mí respecta, estoy perfectamente de acuerdo acerca de la importancia de la cuestión de la forma, que es absolutamente fundamental también respecto a otra cuestión capital de la metafísica aristotélica, a saber, la cuestión de la ousia.
----------Como Usted sabe mejor que yo, para el Filósofo la sustancia por excelencia, en sentido metafísico, es precisamente la forma que él considera causa y fundamento del sinolo (que es también sustancia en sentido pleno en el orden empírico, teniendo éste, a diferencia de la materia, todos los títulos de la sustancialidad) el cual, por lo tanto, es causado y principiado por ella.
----------Si a esto, luego, se añade que para el Estagirita el ser en sentido más fuerte es la sustancia (y que ésta en sentido más excelente, como acabo de decir, es precisamente la forma), entonces la cuestión de la forma aparece en toda su importancia, también para llegar al fondo de la pregunta: ¿existen sólo las sustancias concretas-materiales o también las sustancias inmateriales-suprasensibles, que pueden existir por sí solas?
----------En efecto, si finalmente resultase que sustancia coincide sin residuos con materia, o incluso con forma + materia, la cuestión de las sustancias suprasensibles quedaría inmediatamente eliminada. Otra cosa sería descubrir, y como en efecto sabemos, que la sustancia es mucho 'más' respecto a la materia y/o el sinolo..."
----------Respondo diciendo que, el problema de la existencia de sustancias solamente sensibles está siempre vigente, siempre, también actualmente, porque todos nosotros, incluso los creyentes, somos llevados a ser materialistas o, como diría el apóstol san Pablo, a ser hombres carnales.
----------Incluso los idealistas, que suelen jactarse de ser ellos una manifestación empírica del Espíritu Absoluto, en realidad, al reducir el ser a pensamiento, terminan por reducir el pensamiento al ser y al ser material, por lo cual no hacen otra cosa que materializar el pensamiento.
----------En el mundo clásico antiguo, un fuerte reclamo por la existencia de la sustancia espiritual vino de parte de Anaxágoras, con su conocida teoría del nus o el intelecto "el cual debe estar separado para poder comandar", decía él, y también por parte de Platón, con su doctrina de las ideas, como modelos o paradigmas espirituales de la realidad material, que es una participación y una imitación de ella.
----------Ciertamente Aristóteles, siguiendo por tanto a Platón, ha tenido la intuición de la forma separada (usia coristé), al mismo tiempo que ha comprendido que la forma de la sustancia material no trasciende a la sustancia, sino que es inmanente a la sustancia formando el famoso sinolo o sea el compuesto de materia y forma.
----------Es interesante a este respecto la posición de Kant, que es claramente contradictoria, porque por una parte sostiene que partiendo de la experiencia de los fenómenos el intelecto especulativo no llega a elevarse al conocimiento de la sustancia espiritual, pero luego, por otra parte, él admite la auto-conciencia cartesiana ("yo pienso") como fundamento del conocimiento de la ley moral, tesis evidentemente espiritualista, que debería suponer la capacidad de un conocimiento metafísico.
----------Por ello Kant parece poner juntos el espiritualismo en campo moral con una forma de materialismo en el campo del conocimiento experimental, anticipando lo que sería el positivismo de Comte.
----------Un problema hoy muy vivo, incluso en el campo de la teología católica, es el de la admisión de la existencia del puro espíritu. Bajo la influencia de Hegel no se llega a separar el espíritu de la materia, para expresarnos en términos aristotélicos, o bien, para usar su lenguaje, no se llega a concebir a Dios sin el mundo, por lo cual surge un Dios que cambia, como podemos notar en Rahner, Küng y Kasper.
----------Incluso en lo que respecta al alma separada, ella viene negada en nombre de la resurrección final, malinterpretando la doctrina bíblica del alma y de la resurrección. En este punto también creo que sea bueno recuperar el concepto aristotélico de forma, relacionándolo con el de sustancia, de esencia y de naturaleza, y al mismo tiempo recuperar su gnoseología realista, que permite a la razón demostrar la existencia del espíritu a partir de sus efectos en el campo de la experiencia.
----------Por otra parte, es siempre conveniente y bueno mostrar la relación entre la forma y la sustancia, porque esto ayuda a comprender la naturaleza del espíritu, algo sobre lo cual hoy en día hay mucha necesidad incluso en ambientes que se autodenominan espiritualistas.
----------En este sentido, es necesario en primer lugar recuperar la doctrina del alma humana, como forma sustancial del cuerpo, doctrina que es dogma de fe. En segundo lugar, el concepto de sustancia es esencial para formar el concepto mismo de Dios, cuya naturaleza es definida por el Concilio Vaticano I como "una singularis substantia spiritualis". En tercer lugar, la noción de sustancia en teología es necesaria para comprender la expresión "consustancial al Padre", que expresa la naturaleza divina de Cristo. En cuarto lugar, la doctrina de la sustancia es evidentemente necesaria para comprender el dogma de la transustanciación eucarística. En quinto lugar, la doctrina de la sustancia espiritual es indispensable para concebir la naturaleza angélica, que es puro espíritu. Esto implica la consecuencia de la posibilidad de distinguir a los ángeles santos de los ángeles rebeldes, doctrina indispensable en el campo de la ascética cristiana.
----------Paulo VI, a propósito del sacerdocio de la mujer, al afirmar que la mujer no puede ser sacerdote, se ha referido explícitamente a la imposibilidad de que la Iglesia pueda cambiar la sustancia de los sacramentos.
----------Importante es también recordar la diferencia entre la sustancia y el accidente. Esta distinción es sumamente importante en la cuestión de la definición de las relaciones humanas. De hecho, hoy circula una teoría que termina por resolver la persona humana en su relación con el prójimo o con Dios o con la naturaleza. Claramente una teoría de este género parece exaltar el concepto de persona, pero en realidad lo termina rebajando al de la accidentalidad, porque en realidad la persona no se resuelve en su actuar, sino que la acción es un accidente, aunque se trate de un accidente necesario, de la sustancia humana.
----------Este error surge de una mala aplicación del Misterio Trinitario en nuestra vida moral. Así como la Persona Trinitaria es una relación subsistente y nosotros naturalmente en nuestro actuar debemos imitar a la Persona Trinitaria, de aquí se llega a la conclusión de que también la persona humana es una relación subsistente, olvidando el hecho de que esta imitación es ciertamente necesaria, pero debe ser hecha teniendo en cuenta la gran diferencia entre la Persona divina y la persona humana.
----------También en la relación hombre-naturaleza tenemos hoy un doble riesgo. Por un lado el riesgo de plantear la hipótesis de una tecnología tal para poderse convertir en guía del actuar humano (he aquí las fantasías referentes a la Inteligencia Artificial), y por otro lado tenemos el riesgo de la perspectiva de una tal materialización de la vida humana, que ya casi no se la pueda distinguir de la de los animales.
----------Para evitar estos errores, es útil la distinción entre accidente y sustancia, en el sentido de decir que la sustancia del vivir humano personal reside en el reconocer la sustancialidad de la persona como creatura de Dios, creada a imagen de Dios, mientras que se reconoce al mismo tiempo que la relación de la persona con Dios, con el prójimo y con la naturaleza tiene un carácter de accidentalidad, si bien se trata de necesaria accidentalidad e indispensable para la actuación de la vida humana.
----------La distinción entre sustancia y accidente concierne también a otras doctrinas, como la de la gracia, la del pecado, la de la muerte y la de la vida eterna. De hecho, todas estas cosas están relacionadas con el libre albedrío humano y con la libre voluntad divina, por lo cual entran en la categoría de la contingencia y por tanto del accidente, por lo cual la sustancia de la naturaleza humana permanece inalterada más allá de la variedad de todas estas cosas, que pueden referirse o a la bienaventuranza eterna o a la condenación eterna.
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