viernes, 28 de mayo de 2021

El paraíso terrenal según el dogma de la Iglesia (5/5)

La respuesta a los más profundos interrogantes que se abren a la conciencia de los creyentes frente a la actual pandemia, recibe también nueva luz mediante el recto conocimiento del dogma del paraíso terrenal; porque aquel Edén creado por Dios para nuestros primeros progenitores fue el escenario donde se produjo la causa origen de todos los males, dolores, sufrimiento y muerte que acompañarán a la humanidad hasta el fin de los tiempos: el pecado original, pecado personal de Adán y Eva y modelo de todos nuestros pecados personales.

Consecuencias inmediatas del pecado original
   
----------El castigo del pecado original según la narración bíblica se caracterizó inmediatamente, como explica el Concilio de Trento, por el hecho de que Adán: "perdió inmediatamente la santidad y la justicia en la cual había sido constituido y a causa de la ofensa de su prevaricación incurrió en la ira y en la indignación de Dios y por lo tanto en la muerte, que previamente Dios le había amenazado y con la muerte en la esclavitud bajo el poder de 'aquel que' desde entonces 'tenía el dominio de la muerte' (Heb 2,14), es decir, el diablo y a causa de la ofensa de esa prevaricación, Adán, según el cuerpo y el alma, fue cambiado para peor" (Denz.1511).
----------A esto Dios añade la expulsión de la pareja del territorio de las delicias edénicas a un mundo estropeado por la culpa original, que es la tierra en la cual vivimos hoy. Adán y Eva pasan de una tierra bendita a una tierra maldita, de una condición de inmortalidad a la sujeción a la muerte, de una condición de felicidad a una situación infeliz"¡Maldito sea el suelo por tu culpa! Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. El te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!" (Gén 3,17-19).
----------Apenas cometido el pecado, "se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos" (Gén 3,7). Adán y Eva se dan cuenta de su desnudez, la cual no es ya principio de un placer inocente, sino que se convierte en tentación y perturbación. La desnudez ya no expresa el amor, sino la concupiscencia. Ya no es camino a Dios y signo de Dios, sino sujeción a Satanás y a la pasión. La desnudez, por otra parte, también quiere decir despojamiento o sustracción de los bienes y derechos poseídos. La pareja se ve privada de los dones preternaturales de la impasibilidad, de la inmortalidad, de la ciencia infusa, del dominio de la naturaleza, de la comunión con Dios. La razón queda ofuscada e inclinada al error, propensa a confundir la verdad y el error, a confundir lo bueno y lo malo, la voluntad está debilitada e inclinada al pecado, propensa a confundir lo indebido y lo debido. La naturaleza se vuelve, por consiguiente, sospechosa, traicionera, peligrosa, hostil, aterradora.
----------El hombre siente a Dios como un tirano. No acepta ser castigado. Lo considera injusto y despiadado. Tiene repugnancia por sus leyes. Siente a Dios como enemigo y como opresor. Se vuelve apegado a su yo, a sí mismo, ansioso por explotar a los demás, esclavo de los placeres del mundo. No acepta ser controlado o vigilado por Dios: "el hombre y su mujer se ocultaron del Señor" (Gén 3,8). Si antes el hombre tenía confianza en Dios, ahora Dios le produce miedo: "Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí" (Gén 3,10).
----------Así también en la actualidad, el hombre se da cuenta de los signos y de las pruebas de la existencia de Dios; pero en lugar de abrirse a su presencia, al igual que Adán, saca a relucir todos los pretextos para no aceptar la existencia de Dios. Está en camino el ateísmo. Situación triste, pero no del todo desesperada, porque Dios, ya inmediatamente después de la caída, tiene piedad de nuestros progenitores y de toda la humanidad caída con ellos y así advierte a la serpiente: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón" (Gén 3,15).
----------El "linaje de la mujer" es el Hijo de María, Nuestro Señor Jesucristo. El diablo continuará causándonos problemas ("le acecharás el talón"). Pero con Cristo y gracias a Cristo, el hombre será capaz de liberarse de las insidias, de las trampas, de las tiranías y de las seducciones del demonio.
----------Considerando la voluntad divina de salvación universal, no parece inoportuno ver en estas palabras del Señor una intervención misericordiosa y tranquilizadora, infundiendo confianza, después de tanta tragedia y de un pecado tan grave. Dios procura a la pareja las "túnicas de pieles" (Gén 3,21), como para significar no tanto una protección material, cuanto un consuelo espiritual, en el cual pudiéramos ver el mismo Bautismo.
----------Según la narración del hagiógrafo, Dios, después de haber expulsado a los progenitores del Edén, toma medidas contra cualquier intento del hombre de retornar allí y pone como custodia del Edén a los querubines, como ya hemos visto. ¿Con qué intención específica? "He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre" (Gén 3,22).
----------Sin embargo, Dios impide el acceso al Edén solo temporalmente, porque esa prohibición de acceso, por su voluntad permanece en vigor solo hasta la venida de Cristo al mundo. Cristo, en efecto, por mandato del Padre, sustituye el Edén por el "reino de Dios", que es la Iglesia, comunidad de los hijos de Dios, movidos por el Espíritu Santo, vivientes por la gracia de Cristo, destinados a la vida eterna, en la resurrección gloriosa, bajo cielos nuevos y tierra nueva, "en los cuales tendrá morada estable la justicia" (2 Pe 3,13).
----------Así, la obra de Cristo ha sido la de elevar el paraíso terrenal al rango de paraíso celestial en la visión beatífica de la Santísima Trinidad. Por otra parte, descendiendo a los infiernos, ha liberado y llevado al cielo a los progenitores y a todos los justos de todo el mundo que vivieron desde entonces hasta la época del Señor.
----------Además Cristo ha instituido el infierno para los que antes de Él no lo han esperado, para todos los injustos de todo el mundo y para los que desde entonces se opondrían a su obra redentora (cf. Heb 10,29), y ha instituido la visión beatífica en el cielo con la perspectiva de resurrección escatológica para todos los justos, incluso para aquellos que viven honestamente aun sin haber llegado a un conocimiento explícito de Dios.
----------Por eso, en la Jerusalén celestial, que representa el cumplimiento escatológico de la Iglesia y, por esto mismo, del reino de Dios, reaparece el árbol de la vida (Ap 22,2 y 14) y está a plena disposición de los bienaventurados, porque ellos saben usarlo con sabiduría, sin la pretensión de obtener para sí aquella vida divina, de la cual ya están en posesión en virtud de la gracia de Cristo.
   
El pecado original según Hegel
   
----------Según Hegel, con la frase "he aquí que el hombre se ha vuelto como uno de nosotros", Dios no pretende ser irónico, sino que habla seria y apropiadamente: Hegel sostiene que con el pecado original el hombre ha adquirido la libertad y ha adquirido efectivamente el poder de convertirse en Dios, con solo que lo quiera. De ello se sigue lógicamente (siempre según Hegel) que la serpiente no ha engañado a los progenitores asegurándoles que comiendo del fruto llegarían a ser como Dios (cf. Gén 3,7), sino que ha dicho la verdad.
----------En efecto, para Hegel el hombre es la extra-posición de Dios frente a sí mismo, es la alienación de Dios de sí mismo. Es -para usar el lenguaje fichtiano- el no-yo puesto por el yo. En efecto, para Hegel el Absoluto, o sea Dios, no es identitario, siempre idéntico a Sí, sino que es una circularidad "dialéctica", es decir, opone Sí a Sí, niega la negación de Sí y por consiguiente hace retornar el no-Sí al Sí.
----------En esta perspectiva, Hegel ve en el hombre edénico, en el hombre que se opone a Dios y a sus mandatos, no tanto un ente finito distinto de Él que se opone a Él, sino que es Dios mismo, que en el hombre y como hombre, opone Sí a Sí. Por consiguiente, lo que el hombre hace, precisamente este oponerse a Dios, es querido por Dios mismo. Es Dios mismo quien opone Sí a Sí, es Dios quien se opone a sí mismo. Pero con esto mismo el hombre se realiza como Dios y, por tanto, se convierte en Dios.
----------¿Y qué papel tiene en todo esto la serpiente? La serpiente, según Hegel, no es otra cosa que la comunicación de la voluntad de Dios al hombre de oponerse a Dios, a fin de que el hombre sea Dios y Dios vuelva a Sí mismo reconciliándose con Sí. Una invención gnóstica verdaderamente ingeniosa, pero diabólica, absolutamente desmentida por el contexto bíblico.
   
¿Qué hace el demonio en el paraíso terrenal?
   
----------Una cosa que sorprende en el paraíso terrenal es la presencia del demonio, bajo forma de serpiente, cómo él haya podido entrar en el Edén y tentar a nuestros primeros progenitores. Debemos pensar (por mucho que esto pueda perturbarnos) que ello ha sido querido por Dios mismo, para ponernos a prueba, prueba que lamentablemente, como bien sabemos, no ha sido superada. La presencia de Satanás en el Edén significa, además, que la caída de los ángeles rebeldes ya había ocurrido. ¿Cuándo? Al inicio de la creación, cuando Dios creó la "luz", símbolo de la criatura puramente espiritual, es decir, del ángel.
----------Los ángeles fueron creados en el "cielo", es decir, cerca de Dios, por lo tanto por encima de la tierra, morada de las criaturas materiales, comprendido el hombre. Y este era el Edén. Pero en un cierto momento Dios, inmediatamente después de haber creado los ángeles, antes de crear al hombre, debe haberlos sometido a una prueba de fidelidad, a la que aluden el Apocalipsis, san Pedro y san Judas. En efecto, Juan tiene la siguiente visión: "Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el Dragón [es decir, los ángeles rebeldes], y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles" (Ap 12,7-9).
----------Y san Pedro: "Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio" (2 Pe 2,4; cf. Judas 6).
----------Juan alude no solo a la prueba protológica de los ángeles, sino también al castigo de los rebeldes, humillados por tener que dejar el cielo y obligados a vagar por ese mundo material, que ellos miran con altivez y consideran despreciable respecto a la sublimidad de su espiritualidad. Sin embargo, Dios ha querido usarlos primero para la prueba del Edén y luego para castigar y purificar, como Job, al hombre pecador.
   
¿Dónde estaba el paraíso terrenal?
   
----------Hay que reconocer que el autor sagrado sobre esto no tenía las ideas claras: cómo y dónde estuviera exactamente el paraíso terrenal le resultaba tan misterioso como a nosotros, por lo cual comenzó a poner a trabajar la imaginación y su fantasía, ciertamente no por casualidad, sino haciendo un esfuerzo para imaginar, en base al saber de la época, un territorio el más bello posible entonces concebible. En Palestina él había oído hablar de Armenia como de una vasta región de fabulosa y misteriosa belleza.
----------¿Y dónde está el Edén ahora? ¿Todavía existe? Para responder a esta pregunta, es necesario recordar cuál ha sido la obra de Nuestro Señor Jesucristo. Él libera al hombre de la esclavitud de la presente naturaleza corrompida por el pecado y lo devuelve al Edén a su vez renovado y mejorado. El nuevo Edén es, en sus primicias, la Iglesia, la Jerusalén celestial, los "nuevos cielos y la nueva tierra" de la resurrección.
   
¿A dónde fueron Adán y Eva cuando salieron del Edén?
   
----------La pareja fue expulsada del Edén después del pecado. Pero, ¿en qué lugar encontró una residencia? El autor sagrado no lo dice. No lo sabe. Lo que nos refiere es que Dios más bien expulsa a la pareja del paraíso terrenal, pero se compadece de ellos: "El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió" (Gén 3,21). Esto quiere decir que Adán y Eva, saliendo del paraíso terrenal, se encuentran en un mundo que ciertamente ya no es paradisíaco, sino hostil y peligroso; y sin embargo, riquísimo en recursos beneficiosos para el hombre, que sin embargo deben ser disfrutados con un duro trabajo (Gén 3,23).
----------Otra importante consideración, es que la pareja primitiva, expulsada del Edén, se encontró sola en una inmensa tierra deshabitada, llena sí de fabulosas riquezas y bellezas, pero también de diversos y graves peligros e insidias: desde las bestias feroces, hasta las incertidumbres del clima, del riesgo de las enfermedades y de los desastres, los cataclismos, las inundaciones, los incendios, las sequías, los terremotos, los aludes, los tsunamis y las hambrunas. ¿Cómo pudo arreglárselas la primera pareja humana? Podemos imaginar una pareja aún muy sana y longeva: el autor sagrado dice que Adán vivió 930 años (Gén 5,3-4).
----------La pareja primitiva, nuestros primeros progenitores, debió haber tenido una prodigiosa capacidad de subsistencia, de adaptación y de satisfacción de las necesidades materiales y humanas, considerando que no vivían en una sociedad articulada y diversificada como la nuestra, resultante de la conjunción y colaboración de una multiplicidad de formaciones humanas especializadas en el desarrollo de todos los variados servicios que son necesarios para las exigencias de cada uno.
----------Lo más probable es que nuestros primeros padres debieron haber conservado un recuerdo y un residuo a nivel meramente racional (natural, no preternatural) de la superlativa ciencia infusa que habían poseído en el Edén. Ese residuo racional resultó para ellos utilísimo a fin de poder arreglárselas en el nuevo y desgraciado valle de lágrimas en el cual se habían venido a encontrar.
   
¿Qué significa la historia de Caín y Abel?
   
----------Por cuanto respecta a la historia de Caín y Abel, la narración prosigue con el famoso relato del asesinato de Abel por parte de Caín. La historia es narrada en detalle. Se trata evidentemente de una reconstrucción. Sin embargo, es un hecho histórico y de gran importancia para comprender las primeras tristes consecuencias del pecado original: el hermano asesina al hermano. Se podría al respecto tener la impresión de que ya existían otros seres humanos, considerando las palabras de Caín: "el primero que me salga al paso me matará" (Gén 4,14), aunque podría ser una pura enunciación de principio.
----------De manera similar, se habla de Caín que "se unió a su mujer" (Gén 4,17) y dio origen a una descendencia detalladamente descrita (Gén 4,17-24). La pregunta, por tanto, que podemos hacernos es, en todo caso, cómo explicar la existencia de otros seres humanos además de Caín y de sus padres, si el género humano apenas ha dado inicio. Es necesario admitir que en aquel tiempo el incesto fuera lícito, dada la escasez de personas. Y en todo caso debemos imaginar una fuerza reproductiva de extraordinario poder y vitalidad que en el espacio de algunos cientos de miles de años, hasta llegar a nuestros días, logró expandirse por todo el mundo, dando origen después a las diversas razas humanas, surgidas de la formación espontánea e inevitable de una multiplicidad de aglomeraciones humanas, separadas las unas de las otras y, por lo tanto, cada una dotada de su propia auto-reproducción físicamente diferente de etnia a etnia: los futuros pueblos de la tierra.
----------El autor sagrado no habla tampoco de los abuelos de Caín y Abel, porque para él Adán y Eva no habían tenido padres humanos, y mucho menos el autor sagrado piensa en abuelos-simios. Se habría sentido horrorizado. Adán y Eva han sido creados inmediatamente por Dios con "arcilla del suelo" (Gén 2,7), en la cual inspira un soplo de vida espiritual (ruach). El autor sagrado, por lo tanto, se limita a decir que el cuerpo deriva de la tierra, mientras que el alma es creada e infundida por Dios.
----------La historia de Caín y Abel muestra cuál ha sido el origen dramático de la religión: desde los inicios de la humanidad surgió el conflicto entre teísmo y ateísmo, piedad e impiedad, religión y superstición. Por una parte, el hombre que se somete a Dios en la observancia de sus mandamientos, por otra parte, el yo que, absolutizándose a sí mismo, quiere hacerse el centro de la realidad y el vértice de la existencia.
   
¿Qué valor histórico tienen las genealogías provenientes de Adán y Eva?
   
----------Es interesante cómo el autor sagrado da nombres precisos de prolíficos patriarcas que gozaron de una vida larguísima, hasta el famoso Matusalén, que vivió 969 años, casi como si el autor sagrado dispusiera de los archivos de la oficina del registro civil. Importante es la figura de Noé, padre de Cam, Sem y Jafet (Gén 5,32), los progenitores de los camitas, de los semitas y de los jafetitas.
----------Posteriormente, el autor sagrado describe la genealogía del patriarca Abraham (Gén 4,25-26 y c.5). Importantes son los nacimientos de Ismael (Gén 12,16) e Isaac (Gén 21,1-7), fundadores respectivamente de los árabes y de los hebreos. Es interesante poner en comparación la famosa cuestión abrahámica de la tierra prometida con el dogma del paraíso terrenal.
----------Otra cuestión. ¿Por qué motivo Abraham ha dejado su patria para acudir a Palestina? Sin poner en duda que él ha sido inspirado por Dios para realizar esta nada fácil empresa como inmigrante, nada nos impide rastrear (de hecho es nuestro deber hacerlo) los motivos humanos que movieron a Abraham a emprender esta azarosa empresa que habrá de dar origen al pueblo de Israel como pueblo de Dios, dotado de su propia tierra y organizado políticamente, teniendo a Jerusalén como capital.
----------¿Por qué motivo, entonces, Abraham ha elegido precisamente la Palestina? Debemos considerar razonablemente el hecho de que la tierra palestinense ofrecía no solo la posibilidad de mejores condiciones de vida sino también la presencia de una población abierta a ese monoteísmo en nombre del cual Abraham había rechazado el politeísmo de su propia patria de origen.
----------El proyecto de Abraham fue el de fundar en Palestina un pueblo monoteísta y este fue el pueblo hebreo, que ya estaba en posesión de la tradición monoteísta que se remonta a Adán y Eva y a los patriarcas antediluvianos. Abraham no pensó en volver a proponer el modelo universalista edénico, sino que tuvo la inspiración de fundar un pueblo monoteísta, el pueblo hebreo, dotado de su propia tierra. Solo con Cristo, Israel propondrá a todo el mundo no solo el monoteísmo, sino un modelo de humanidad que supera el modelo edénico para elevarse al de la filiación divina y de la resurrección escatológica.
----------Es admirable la diligencia del hagiógrafo en el referir estas genealogías, que constituye un fuerte interés que siempre ha existido en Israel incluso hasta nuestros días. Evidentemente debía disponer de recuerdos y documentos. De todos modos, la conexión con Adán no es directa y, por lo tanto, no debe tomarse a la letra; y, sin embargo, se puede decir que esa conexión es válida, porque, aún cuando el autor se salte innumerables generaciones sucesivas a lo largo de cientos de miles de años, el recuerdo de la pareja primitiva y de sus hijos es milagroso, lo que al fin de cuentas convierte en real esa conexión.

2 comentarios:

  1. Marino O. Napolitano9 de junio de 2021, 9:40

    Estimado padre Filemón,
    Ha sido muy interesante toda esta serie de artículos sobre el estado edénico, sin embargo, no logro conciliar todo lo que Ud. dice con una afirmación del conocido Catecismo Mayor de San Pío X, que en el número 61 se expresa así: "Pregunta. Si Adán y Eva no hubiesen pecado, ¿hubieran estado exentos de la muerte? Respuesta. Si Adán y Eva no hubiesen pecado, tras una feliz estancia en este mundo, hubieran sido trasladados por Dios al cielo, sin morir, para gozar una vida eterna y gloriosa".
    Por lo cual, todo parece indicar que si Adán y Eva no hubieran pecado, después de un cierto período hubieran subido al cielo para disfrutar de la visión de Dios, junto a los ángeles, en la intima visión beatifica divina.

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    1. Estimado Marino,
      el número 61 del Catecismo de san Pío X contiene una opinión teológica sin fundamento en la divina Revelación y, por lo tanto, implica un error doctrinal. Sea como sea, lo menos que puede decirse es que es una imprudencia pastoral haber incluido tal opinión teológica en un Catecismo. Lamentablemente esto sigue ocurriendo en los catecismos oficiales de la Iglesia, hasta el presente.

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