viernes, 21 de mayo de 2021

Hay maneras y maneras de defender al Papa (2/3)

Continuaremos con el análisis del artículo de Francesco Cosentino al que me refería en mi nota de ayer, porque es un buen ejemplo de lo que podría calificarse como una torpe defensa del papa Francisco. Nuestra reflexión irá así indicándonos algunas pautas sobre aquello que implica una correcta defensa del papa Francisco y de todo Papa, defensa que implica reconocerlo siempre como Vicario de Cristo, Sucesor de San Pedro, Pastor de la Iglesia universal, siempre infalible cuando actúa como Maestro de la Fe, aunque pasible de errores y hasta de pecados en su oficio pastoral y de gobierno, por lo cual merece siempre nuestra obediencia y respeto en lo que se refiere al primer aspecto, y siempre también nuestra plegaria en lo que se refiere al segundo.

El Papa adhiere al Evangelio, pero no a todo el Evangelio
   
----------Dice Cosentino: "El papa Francisco tiene una adhesión radical al Evangelio que lo vuelve incómodo". Mas bien habría que decir que el Papa resultaría incómodo, incomodísimo, para Cosentino y para los modernistas, si ellos realmente lo aceptaran como Papa, tal como es querido por Cristo y no como se lo figuran ellos, malinterpretando en sentido modernista las ideas y las acciones del Papa, y aprovechándose de sus debilidades humanas, de sus extraños lapsus psicológicos y lingüísticos, y de la negligencia de Francisco. El Papa cómodo o conveniente que ellos se imaginan es un falso Papa ad usum delphini, un Papa modernista, que no existe más que en la imaginación de ellos, aunque a veces pueda dar las apariencias.
----------Cosentino dice: "Su aguda predicación ha aumentado con el tiempo la cadena de sus enemigos, su magisterio liberador trastorna a los rigoristas de la doctrina, su libertad interior le quita el sueño a la hipocresía religiosa. El sueño de una Iglesia que no ocupe espacios sino que inicie procesos y que deje atrás las piedras del moralismo y de la condena para dejarse abrazar del hombre, es definitivamente demasiado. Y como Francisco tiene fuerza, coraje y palabras que llegan rápidamente al corazón de todos, se le puede golpear sobre todo con la mentira". ¿Qué se puede decir en realidad de todos estos elogios?
----------Los elogios de Cosentino al Papa son una colección de frases genéricas extraídas del repertorio de la típica adulación cortesana tradicional de los señores, de los gobernantes y de los poderosos, que constituye un verdadero y propio género literario, que tiene en su haber entre todos los pueblos del mundo a lo largo de los siglos una riquísima historia. Se reúnen las muchas grandes y reconocidas cualidades de los líderes de los pueblos: "aguda predicación, magisterio liberador, libertad interior, abrazo del hombre, fuerza, coraje y palabras que llegan rápidamente al corazón de todos". En vano buscaríamos documentos de respaldo o referencias puntuales para todas estas afirmaciones, que por lo tanto parecen gratuitas. Cosentino evidentemente considera inútil probar lo que dice. Habla con una audiencia que ya esté de acuerdo. Nada para criticar: todo está perfectamente bien. El papa Francisco ya está canonizado.
----------Francisco, dice el articulista de Settimana News, "deja atrás las piedras del moralismo y de la condena para dejarse abrazar del hombre". Es probable que Cosentino haya pensado que con esta frase hace una alabanza, pero en realidad deja escapar un defecto del papa Francisco: la negligencia en la corrección y refutación de los errores doctrinales, que pululan en la Iglesia.
----------Otras expresiones del artículo de Cosentino (en el pasaje antes citado), hacen referencia de modo genérico a los ataques de fuerzas hostiles, obviamente ataque inmerecidos, pero no se entiende con quienes se la agarra Cosentino ni a quienes se refiere: "la cadena de sus enemigos, los rigoristas de la doctrina, la hipocresía religiosa, se le puede golpear sobre todo con la mentira".
----------Cosentino cree tal vez que está alabando al Papa citando sus propias palabras: "una Iglesia que no ocupa espacios sino que inicia procesos". Pero se trata de una de las extrañas expresiones de Francisco, que el Papa no explica con claridad. Nos preguntamos ¿por qué la Iglesia no debería ocupar espacios? ¿Vive quizás en las nubes? ¿La Iglesia inicia procesos? ¿Y eso qué significa? Todo hombre inicia procesos. Hay quien inicia buenos y hay quien inicia malos. ¿Y con esto? ¿Es esta la manera de definir la actividad de la Iglesia?
----------Este hecho de no ocupar espacios parece casi decir (siempre según lo que suponemos quiere significar Cosentino) que el papa Francisco no está interesado en la expansión geográfica de la Iglesia, sino solo en crear un movimiento hacia lo que, por otra parte, no se entiende aquí, si no fuese que en otros contextos el actual Papa ha hablado mucho y claramente de la necesidad de la misión, de la evangelización, de la inculturación y de la tarea de la Iglesia de instaurar el Reino de Dios ya desde esta tierra.
----------Dice después Cosentino: "Francisco no es un Papa religioso. Así es. No le interesa defender un rol y marcar los espacios de una institución, ni tener el control religioso de las conciencias ni delimitar el poder religioso delante del civil y político. Al contrario, él pone en práctica la vieja lección de Ratzinger, según la cual cuanto más la Iglesia pierde relevancia social y política, tanto más se convierte en la Iglesia de Cristo, despojada de intereses mundanos y preocupada por llevar la novedad del Evangelio al mundo para transformarlo no como fuerza política, sino como levadura de una fuerza de otra naturaleza. Su discurso no es específicamente religioso porque sabe que en el corazón del Evangelio no está la religiosidad hipócrita de los escribas y de los fariseos, sino el amor a Dios y al prójimo". Digamos algo sobre este pasaje.
----------Si por religión entendemos la doctrina, observo que el defecto del Papa no es de tipo doctrinal, porque, naturalmente, como bien lo sabemos, en el campo doctrinal todo Papa es infalible. El defecto es de tipo pastoral, en el sentido de que no es cierto lamentablemente que en él haya, como dice Cosentino, "una adhesión radical al Evangelio", como veremos más adelante a partir de algunos ejemplos. En verdad la adhesión existe y no podría no existir; solo que no es completa, porque el papa Francisco guarda silencio sobre aquellas verdades evangélicas que podrían resultar incómodas ya que se entenderían como condena o reproche de las ideologías de los grandes poderosos del mundo moderno, algunos de los cuales son: el modernismo, el rahnerismo, el luteranismo, la masonería, el comunismo, el islamismo. Si el papa Francisco condenara a la luz del Evangelio los errores de estos poderosos, no hay duda de que inmediatamente parecería desagradable a ellos y tremendamente incómodo (aunque ciertamente no en el sentido en que Cosentino titula su artículo, sino en el sentido querido por Cristo).
----------Sobre esto que acabo de decir en el párrafo anterior, también he escrito en una nota de semanas atrás (he aquí el enlace si el lector desea repasarla), refiriéndome a lo que muchos honestos observadores han notado desde hace tiempo: que el papa Francisco enseña el Evangelio en modo incompleto y unilateral. En efecto, en esa nota hice referencia a que en el Evangelio existen parejas de valores que deben estar juntos, porque es imposible comprender uno si no se comprende el otro. Parece que el papa Francisco tenga esta reticencia por respeto humano o para no contrariar a los enemigos de la Iglesia.
----------Efectivamente, el Santo Padre, a propósito de estas dualidades, suele insistir mucho en una de las polaridades descuidando la opuesta, como si existiera entre ellas exclusión recíproca, cuando en cambio se reclaman entre sí, ya que la una no se puede entender sin la otra. Por ejemplo, el papa Francisco habla a menudo de la misericordia divina y descuida los castigos de la justicia divina, habla de la salvación, pero no del infierno, de la confianza en Dios, pero no del temor de Dios, de la fe, pero no de la razón, de la caridad, pero no de la ley natural, de la gracia pero no del mérito, del pueblo de Dios, pero no de la jerarquía, de la sinodalidad, pero no de las tareas del Papa, de la filiación divina, pero no de la naturaleza humana, de las cualidades de Lutero, pero no de sus herejías, de las diferentes religiones, pero no de la primacía del cristianismo.
----------Francesco Cosentino luego elogia al papa Francisco por su batalla contra cierto: "conservadurismo religioso que retorna cargado de ideología, que se combina con algo que va tomando cuerpo de un modo cada vez más preocupante: un mundo de lobbies políticos y económicos, perturbado por un Papa que condena la cultura del descarte generada por el capitalismo, vuelve a poner en el centro la dignidad de los pobres y se convierte en conciencia crítica contra la explotación de los recursos".
----------Que el Papa "condena la cultura del descarte generada por el capitalismo, vuelve a poner en el centro la dignidad de los pobres y se convierte en conciencia crítica contra la explotación de los recursos", esto es cierto y es ciertamente un gran mérito del papa Francisco. Y que precisamente por esta razón él resulte incómodo a este mundo es bien comprensible. Y, por supuesto, también hace bien el Papa al no hacer nada en este campo para volverse cómodo, porque eso sería contra el Evangelio y contra su conciencia.
----------Pero he aquí que entonces Cosentino se refiere a un no mejor especificado ni debidamente explicado "conservadurismo religioso que retorna cargado de ideología, que se combina con algo que va tomando cuerpo de un modo cada vez más preocupante: un mundo de lobbies políticos y económicos, perturbado por un Papa que condena la cultura del descarte generada por el capitalismo".
----------Ahora bien, no se ve lo que implica un "conservadurismo religioso que retorna cargado de ideología", y por otra parte, ¿a cuál ideología se refiere Cosentino? al decir que se combina: "con algo que va tomando cuerpo de un modo cada vez más preocupante: un mundo de lobbies políticos y económicos, perturbado por un Papa que condena la cultura del descarte generada por el capitalismo".
----------Pues bien, Cosentino parece no darse cuenta que la "cultura del descarte generada por el capitalismo", no nace del afán por conservar el depósito de la fe y del amor por la tradición católica, que nada tiene que ver con la ideología, y que en cambio son fuentes evangélicas de justicia social y de atención a los pobres, sino que nace precisamente de esos poderes y poderosos mundanos, a los que he citado líneas arriba y de los cuales lamentablemente el papa Francisco no toma suficientemente la debida distancia, con lo cual hace así menos eficaz su encomiable acción a favor de los pobres y de los oprimidos.
   
El papa Francisco desarrolla mucho la pastoral, pero descuida la doctrina
   
----------Seguimos citando a Cosentino, y ahora en un pasaje donde el articulista se la agarra contra otros que atacan al Papa: "Fue cierto para Jesús como lo es hoy para el Papa: si nos quedamos en el ámbito religioso y sagrado, quizás hablando de abstractos principios, puede estar bien; pero si empezamos a hablar de los pobres, de los migrantes, de los explotados, de cuanto también nosotros somos responsables con nuestros estilos de vida de una progresiva injusticia social que destruye el planeta Tierra, entonces nos encontramos delante de la apostasía, del Papa que vende la doctrina, del Evangelio reducido al socialismo, etc.".
----------Cosentino parece no darse cuenta de que hablar de "abstractos principios" no es algo que agrada a todos, no es algo simple y fácil, sobre todo si se trata de los dogmas de la fe y de los principios de la moral; pero hablar de ello es importantísimo, es el primer deber de un Papa, Maestro de la Fe y de la Moral; y no está en absoluto dicho que la cosa pueda pasar tranquilamente, porque los más ásperos y amargos contrastes entre los hombres son precisamente sobre cuestiones de principio. Y esto, por lo demás, denota la nobleza del espíritu humano, incluso cuando se equivoca, un espíritu que, como tal, está hecho para abstraer y elevarse de las cosas concretas materiales, hacia aquellas trascendentes y divinas.
----------Ahora bien, es muy cierto que en las cosas prácticas y en el actuar práctico, lo que nos interesa es lo concreto más que lo abstracto. Sin embargo, lo concreto debe ser la aplicación de lo abstracto. De hecho, todos sabemos que son los animales los que viven solo en lo concreto, sin contacto con lo abstracto, mientras que es propio de la dignidad del hombre, de la persona humana, que actúa en base al pensamiento y a la idea, aplicar a lo concreto principios morales abstractos o derivados de la experiencia concreta.
----------Cosentino polemiza entonces con quienes, según él, al ver que el Papa actual aplica en determinadas situaciones la doctrina social de la Iglesia, se lamentarían en estos términos: "estamos delante de la apostasía, del Papa que vende la doctrina, del Evangelio reducido al socialismo, etc.".
----------Ahora bien, lo cierto es que aquí Cosentino está haciendo una gran confusión, un gran lío, y se ve claramente que, bajo el ímpetu de la vis polémica, pierde el control de sus ideas. En efecto, si se puede comprender, aunque no sea justificable, la acusación de haber reducido el Evangelio a socialismo, no se ve en absoluto qué tiene que ver la acusación de "vender la doctrina" y sobre todo la tesis de que "estamos delante de la apostasía", cuestiones, estas, gravísimas, que se refieren a las condiciones actuales de la fe de los católicos y no se refieren para nada en absoluto a la problemática social, aunque sabemos bien que muchos católicos simples fieles, intelectuales, teólogos y pastores llevan años acusando no sin razón al Papa de ser negligente en la custodia y en a defensa de la sana doctrina.
----------En cuanto a la referencia que Cosentino hace a la apostasía, en realidad hay que decir que ella está efectivamente in actu en la Iglesia desde hace décadas. Ahora bien, adjudicarle la responsabilidad al Papa por ello es una simple locura y una intolerable calumnia. En este punto, ciertamente estoy de acuerdo con Cosentino. Pero Cosentino no dice que, de hecho, la culpa de la apostasía es de los modernistas y la acusación que en cualquier caso se puede hacer al Papa es la de ser negligente, o sea, no ser suficientemente fuerte para oponerse a su avance (al avance de la apostasía, y, sobre todo, al avance de los modernistas).
----------Cosentino es justamente sensible al tema tan caro al papa Francisco de la misericordia, pero, siendo Cosentino tan secularista y sordo a la teología como es, no se da cuenta del hecho que el papa Francisco, si por una parte es ejemplar en su piedad humana hacia los pobres, los hambrientos, los débiles y los físicamente sufrientes, tiene carencias en la atención a los grandes y trágicos problemas y sufrimientos del espíritu, en el comprender el drama y el pecado de la herejía, de la apostasía, de la impiedad, del nihilismo y, por ende, en el diagnóstico de los males, en la indicación de la cura o de un camino de salida.
----------Un signo indirecto y descorazonador de este grave descuido pastoral es la casi total inacción, con todos los gravísimos problemas que habría que afrontar, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la cual debería ser el brazo derecho del Papa y estar a la vanguardia de la denuncia y en la cura de la ceguera de aquellos que "viven en las tinieblas y en las sombras de la muerte" (Sal 107,10).
   
----------(Completaré mañana mi reflexión con una tercera nota).

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