jueves, 4 de marzo de 2021

Cuestión disputada: sobre el título de Papa "emérito" (1)

Se ha hecho pública en el Corriere della Sera una entrevista a Benedicto XVI, donde responde a una pregunta acerca de su renuncia al pontificado: "Fue una decisión difícil, pero la tomé en conciencia y creo que hice bien. Algunos de mis amigos algo fanáticos siguen enfadados, no han querido aceptar mi decisión. Pienso en las teorías conspirativas que le siguieron: algunos decían que era por el escándalo Vatileaks, otros que era por un complot del lobby gay, otros que era por el caso del teólogo conservador lefebvriano Richard Williamson. No quieren creer en una decisión tomada conscientemente. Pero tengo la conciencia tranquila".

----------Lo publicado ha causado extrañeza en algunos (por lo sorprendente de que Ratzinger conceda una entrevista periodística actualmente, o por los temas puntuales que toca, o por el lenguaje que usa, inhabitual en él), y también ha reavivado las interminables hipótesis y polémicas acerca de las razones de su dimisión al oficio papal. Todo lo cual no tiene mayor interés. Sin embargo, en unos pocos observadores la noticia ha motivado que se reavivara la reflexión teológica acerca de la cuestión del Papa "emérito", la cual ha surgido a raíz de lo afirmado por el papa Benedicto XVI todavía en funciones, hace de esto ocho años, al formular los términos de su renuncia, y hacerlo no por supuesto en mero lenguaje coloquial, propio de una entrevista para la prensa, sino en formales documentos oficiales, propios de la expresión magisterial de un Romano Pontífice.
----------En otras palabras, la noticia del Corriere della Sera no nos interesa en sí misma, sino en cuanto nos da ocasión de plantear nuevamente una cuestión teológica disputada: la relativa al título de Papa "emérito", que no debería pasar por alto todo teólogo católico que se precie de su nombre, pues la cuestión planteada hace ya ocho años por la formulación del papa Benedicto XVI (aún en funciones antes de su renuncia) parece explicitar elementos doctrinales acerca de la institución del oficio petrino, que deberían ser tenidos en cuenta en la actual concepción católica de la Iglesia y, por lo tanto, deberían ser considerados también en el tratado teológico sistemático De Ecclesia, de enseñanza en seminarios y casas de formación sacerdotal.
----------De modo que, en dos o tres breves notitas consecutivas, intentaré al menos dar algunas modestas sugerencias. Y considero que lo primero a considerar es la impostación o configuración del problema, vale decir, lo que en la clásica escolástica teológica llamábamos el status quaestionis.
----------Al respecto, sabemos cómo Benedicto XVI, al momento de dar su dimisión, y de transmitir el ejercicio del oficio petrino al papa Francisco (cónclave mediante), quiso precisar que él seguía siendo Papa, de ahí el título que ha tomado de Papa "emérito", con el cual incluso Francisco también lo llama.
----------Sabemos también que este título de Papa "emérito" es del todo nuevo e inusitado en la historia del Papado, tanto es así que algunos se han preguntado si tal título tiene sentido o si es legítimo o si es posible, considerando la unicidad de la autoridad pontificia, tal como Nuestro Señor Jesucristo la ha querido, por lo que Benedicto y Francisco, inventando este título, habrían ido -dicen- en contra de la voluntad de Cristo.
----------Que en la historia algunos Papas hayan dejado su oficio, ya ha sucedido. No es esto lo que configura problema. Pero en los demás casos, el dimisionario no pensó en absoluto en asumir el título de Papa emérito, y esto, naturalmente, en base a la obvia consideración de que el Papa debe ser uno solo.
----------El punto a considerar para resolver este problema nada fácil, es comprender cómo exactamente Nuestro Señor Jesucristo ha concebido y querido el oficio de Pedro y cuáles son las características, el ámbito y los límites de este oficio. Digamos inmediatamente, a este respecto, que Cristo, al fijar el oficio de Pedro, no ha excluido la posibilidad de que un Papa pueda seguir siendo Papa sin ejercer su oficio; en términos simples, un Papa puede ser Papa sin hacer de Papa, como ocurre en cualquier otra actividad humana: uno puede ser docente de filosofía pero no enseñar filosofía, uno puede ser un pianista, pero no tocar el piano, etc. En particular, esto vale para el obispo, que puede ser obispo, pero no hacer de obispo, por estar jubilado.
----------En este punto, por consiguiente, advertimos que el papa Benedicto XVI es el Papa que ha descubierto la distinción entre el ser Papa, o sea el oficio, y el hacer el Papa, o sea el ejercicio del oficio. Esta distinción parece ser una aclaración o explicitación teológico doctrinal del munus pontificio. Hasta Benedicto, los Papas han pensado que el pontificado es solo el ejercicio del oficio, por lo cual, si un Papa cesaba en el oficio, ya no era Papa, como sucedió con san Celestino V [1294]. Por lo tanto, la distinción hecha por Benedicto XVI admite la existencia de dos Papas legítimos, salvando la monarquía papal, porque sólo uno ejerce el pontificado, mientras que el otro está en jubilación. Por eso, el Papa emérito está sujeto al Papa en el cargo, como cualquier otro católico y como el mismo Benedicto se ha declarado frente al papa Francisco.
----------(Continuaremos)

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