lunes, 11 de septiembre de 2023

El Dicasterio de la Fe y mons. Víctor Manuel Fernández (1/2)

En estos próximos días comenzará la labor del argentino Víctor Manuel Fernández, próximo miembro del Colegio Cardenalicio, como Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en la Curia Romana, como estrechísimo colaborador del papa Francisco en su oficio de Maestro de la Fe. Mons. Fernández iniciará su misión guiado por la particular asistencia que le ha proporcionado una Carta personal del Romano Pontífice, en la que el Santo Padre especifica sus competencias en el Dicasterio que estará a cargo del ex arzobispo de La Plata.

Lo que el Papa espera del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
   
----------Como bien sabemos, es inminente la asunción del cargo de Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe por parte de monseñor Víctor Manuel Fernández [n.1962], quien fuera hasta hace poco arzobispo de La Plata, en Argentina. Ciertamente, el papa Francisco ha elegido para el dicasterio de mayor importancia en la Curia Romana a un Obispo argentino al que el Santo Padre conoce mucho y del que todos suponemos tiene una gran confianza. Son claramente manifiestas las grandes expectativas que el Romano Pontífice ha puesto en su nuevo colaborador, a punto tal que le ha enviado recientemente una Carta en español (fechada el 1° de julio), para darle la orientación a seguir en el delicado oficio que el Prelado inicia. No es para nada habitual que el Papa tenga este tipo de gestos al nombrar a uno de sus más cercanos colaboradores, por lo que esta misiva suya merece ser considerada en todos sus términos para comprender su significado.
----------No hace falta dar mayores argumentos de la importancia de este texto, porque revela la mente del Sumo Pontífice respecto al servicio que deberá desarrollar el nuevo Prefecto en un campo, como el de la custodia, de la defensa y de la difusión de la Doctrina de la Fe, un ámbito de acción donde monseñor Fernández deberá realizar una labor de estrecha colaboración con la misión doctrinal del Sucesor de Pedro, de modo que podemos decir con seguridad que la autoridad de Fernández como representante del Papa superará a la de cualquier otra autoridad doctrinal en la Iglesia, sólo superada por la autoridad del Papa.
----------Ciertamente, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe no es una institución de derecho divino, sino que en la historia de la Iglesia, oportunamente surgió sólo desde la Alta Edad Media, como ayuda al Papa en una tarea tan gravosa como la custodia de la doctrina de la Fe, tal como para participar en las debidas circunstancias en el mismo don de infalibilidad doctrinal concedido a Pedro para confirmar a los hermanos en la fe.
----------Como bien sabemos, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe se distingue de todos los demás porque es el único que se refiere a la infalibilidad doctrinal del Papa. Todos los demás Dicasterios pueden dar directrices erróneas o revisables. Mientras que el de la Doctrina de la Fe es el único que, cuando participa de la autoridad petrina de confirmar a sus hermanos en la Fe, es a su vez infalible y nunca se contradice.
   
El famosísimo caso de Galileo Galilei
   
----------El único caso, ciertamente famosísimo, de error del Santo Oficio (éste fue el primer nombre del Dicasterio de la Fe), fue en 1633 la sentencia de condena contra Galileo Galilei [1564-1642], que fue juzgado hereje, cuando en realidad la herejía no tiene nada que ver en el caso Galileo, ya que si la tierra gira o no gira alrededor del sol, eso no es materia de fe, que toque el depósito de la divina Revelación.
----------Lo que ocurrió fue que el Santo Oficio se había dejado llevar por una preocupación, en sí misma justa pero tal vez excesiva y mal iluminada, de excluir interpretaciones de la Sagrada Escritura que supusieran la negación de su inerrancia, algo evidentemente herético, según cuanto entonces comenzaba a abrirse camino en los estudios de la Biblia, es decir, una crítica bíblica demoledora, cuyos exponentes más famosos habrían de ser luego Baruch Spinoza [1632-1677] y Hermann Samuel Reimarus [1694-1768].
----------En tal sentido, el Santo Oficio habló de herejía respecto a Galileo, porque todos en esa época tenían la impresión de que Galileo quería negar el relato bíblico. En realidad, se trataba no de una cuestión dogmática, sino exegética y el propio Galileo, notorio católico, no pretendía en absoluto sostener que la Escritura pudiera contener alguna falsa revelación divina, sino que el astrónomo italiano hacía sólo cuestión de experiencia científica, que evidentemente no tiene nada que ver con la aceptación de los dogmas de la fe.
----------El drama fue que en su momento la exégesis bíblica aún no había adquirido el método histórico-crítico, aunque no hacía falta mucho para comprender que el llamado "milagro del sol", (Jos 10,12-14) tomado literalmente, era un milagro absurdo, un modo de decir, por lo cual los exégetas de aquella época habrían debido al menos suspender el juicio sobre la verosimilitud histórica de una historia tan increíble. Por eso, si se hubiera tenido cierta amplitud de mente, se hubiera podido tranquilamente dar la razón a Galileo sin temer prejuicios por la inerrancia bíblica, ya que, como dijera ingeniosamente un dominico de la época, la Biblia no nos enseña cómo está hecho el cielo, sino cómo se va al cielo.
----------En cualquier caso, en la sentencia contra Galileo, aquella vez el decreto del Santo Oficio no llevaba la firma del Papa, el cual quería mantenerse al margen, por lo cual el dicasterio romano actuó por cuenta propia, aunque obviamente con el permiso del Romano Pontífice. Y por tanto el Papa permaneció a salvo de este desafortunadísimo incidente. Jacques Maritain habla de esto en el capítulo XIV de De l’Eglise du Christ. La personne de l’Eglise et son personnel (Desclée de Brouwer, Bruges 1970).
   
Colaboradores del Papa en su oficio docente y pastoral
   
----------El Romano Pontífice, para el eficaz cumplimiento de su oficio de maestro de la fe, no sólo cuenta con la ayuda del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, sino también del Teólogo de la Casa Pontificia, que actualmente es el padre dominico Wojciech Giertych [n.1951], según una antigua tradición que se remonta al mismo santo Domingo de Guzmán [1170-1221]. Por lo tanto, este cargo se asigna tradicionalmente a un teólogo dominicano. Sin embargo, no representa oficialmente la enseñanza de la Iglesia, sino que el teólogo de la Casa Pontificia es el consejero o asesor o consultor teológico personal del Papa, el cual, naturalmente, es libre de valerse también de otros consejeros de su elección, por ejemplo entre los Cardenales.
----------Además, el Papa cuenta también con la ayuda de la Comisión Teológica Internacional, fundada por san Paulo VI en 1969, la cual, bajo la presidencia del Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, tiene la tarea de "estudiar los problemas doctrinales de gran importancia, especialmente aquellos que presentan aspectos nuevos, y de este modo ofrecer su ayuda al magisterio de la Iglesia, particularmente a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, en el seno de la cual se constituye" (del Estatuto).
----------Desde 1902, funciona también, siempre en ayuda de la misión doctrinal del Romano Pontífice como definitivo intérprete de la Palabra de Dios, la Pontificia Comisión Bíblica, organismo de la Curia Romana fundado por san Pío X el 30 de octubre de 1902 con función consultiva en materia bíblica, dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), cuyo cardenal prefecto es también presidente de la comisión. Tiene su sede en la Ciudad del Vaticano, en el Palazzo del Sant'Uffizio.
   
La impugnación de los pasadistas al nombramiento de mons. Fernández
   
----------La sorpresa y la decepción, por no decir el escándalo, que el nombramiento de mons. Víctor Manuel Fernández ha suscitado en los ambientes pasadistas, se explica por la tendencia de esta corriente a detenerse en los aspectos negativos, verdaderos o presuntos, de los demás, a veces incluso con razón, si se trata en ellos de un enfoque modernista, pero a veces los pasadistas (o "indietristas", atrasistas, como los llama el Santo Padre), haciendo uso de criterios de juicio superados u obsoletos, confunden el verdadero progreso promovido por el Concilio Vaticano II con el modernismo. Y entonces en esto ya no estamos de acuerdo.
----------Vale recordar lo que dice el Salmista: "Si iniquitates observaveris, Domine, Domine, quis sustinebit?" (Sal 130,3). Por cierto, el Santo Padre no estaba obligado a elegir a un nuevo santo Tomás de Aquino. ¡Afortunado el papa Urbano IV, que pudo valerse de la ayuda del Aquinate! Pero no todos los Romanos Pontífices cuentan con esta gracia. Deben contentarse con los hombres que Dios pone a su disposición.
----------Es cierto que el obispo Víctor Fernández ha sido en el pasado una persona discutida, pero debemos tener confianza en que, con la ayuda del Papa y del Espíritu Santo, a él le irá bien. De hecho, Fernández ciertamente ayudará al Papa, pero evidentemente siempre bajo la guía del Papa. En otras palabras, ayudará al Papa a aclarar una cuestión dada mediante oportunas informaciones, pero luego está claro que será el Papa quien deba aprobar o no el parecer o dictamen del Prefecto, o formar él mismo el juicio definitivo, encargando al Prefecto, aunque sea en nombre del Dicasterio y con la autoridad del Dicasterio, pero participando en la autoridad del Papa, declarar si una determinada proposición es o no es herética o errónea o próxima a la herejía o inconveniente o ideológica o malsonante o lo que sea. Roma locuta, causa finita.
----------Antes de cerrar este punto, quisiera que el lector me permita aclarar el término "ideológica", que he agregado en el párrafo anterior a la lista de censuras teológicas.
----------Este término-atributo de "ideológico" ha entrado en el lenguaje de la Iglesia desde hace sólo unas pocas décadas. El término es de origen marxista, pero ha sido cristianizado. De hecho, deriva del título de la famosa obra de Marx "La ideología alemana", en la que Marx critica el idealismo de Hegel. Subsecuentemente, en el lenguaje de la historia de la filosofía, por "ideológico" se ha comenzado a entender una tesis o una idea que reduce a su particularidad una tesis más amplia, y con ello mismo falsificándola. Así se dice, por ejemplo, que el racismo, el nacionalismo, el subjetivismo, el fideísmo, el racionalismo, el relativismo, el fundamentalismo, son ideologías. Es el vicio del idealismo, que reduce lo real a lo pensado. "Ideológico" es, por tanto, sinónimo de "falso". En teología corresponde a "herético". Es cierto que Rosmini utilizó el término ideología para designar su tratado sobre el origen de las ideas. Pero hoy nadie utiliza este término en ese sentido.
----------Líneas arriba he dicho que para la Iglesia hoy el término "ideológico" es, prácticamente, sinónimo del término "herético". De hecho, el magisterio pontificio postconciliar ha optado por usar al mínimo el término "herejía", a causa de sus resonancias emotivas, por lo cual prefiere usar el término "ideológico". Sin embargo, no sé cuánto pueda favorecer esto a la claridad del lenguaje. Sería necesario que comenzáramos a usar el término "herejía" sin pasionalidad ni partidismo o facciosidad, ciertamente a razón vista y no con demasiada fácilidad, sino más bien con la misma serenidad y objetividad con la cual el médico habla con preocupada premura de la enfermedad que debe curar. Es necesario mirar al hereje más con compasión que con desprecio, pensando que se puede corregir, y no decir "no hay nada que podamos hacer". Si bien el hereje hace infelices a los demás, el primero en ser infeliz es él, incluso si actúa con arrogancia y fanfarronería.
   
Carta del papa Francisco a mons. Víctor Manuel Fernández
   
----------Comienza diciendo el Santo Padre: "Como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe te encomiendo una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para 'dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan' (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, n.271)".
----------El Papa dice claramente: "custodiar la enseñanza que brota de la fe", por lo tanto, habla de la necesidad de recordar y guardar no sólo las verdades de fe, sino también "la enseñanza que brota de la fe", es decir, las consecuencias doctrinales y morales que se deducen o se infieren de las verdades de fe, clarificaciones, aplicaciones, actualizaciones, explicitaciones, desarrollos novedosos de las verdades de fe.
----------El Santo Padre señala como "finalidad central" del Dicasterio para la Doctrina de la Fe la de "custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza". Es interesante esta finalidad apologética, ya que resulta nueva en la precedente práctica de este Dicasterio. Sin embargo, siempre estamos ante una instancia evangelizadora. El Romano Pontífice demuestra con estas palabras la alta estima que la Iglesia siempre ha tenido por la razón humana como preámbulo para la fe, para confiar la custodia de su dignidad al mismo Dicasterio para la Doctrina de la Fe, poniéndose en la estela de la gran enseñanza sobre este tema, que nos ha dejado el papa san Juan Pablo II con su encíclica Fides et Ratio de 1988, heredera a su vez de la gran enseñanza sobre la relación entre razón y fe del Concilio Vaticano I.
----------El dogma que fundamenta esta necesidad apologética que conlleva la obra de la evangelización es que la razón humana está debilitada por el pecado original, pero no tanto -como creía Lutero- como para ya no saber ver la verdad sobre Dios, como para poder verla sólo si está iluminada por la fe. Por el contrario, como se expresó el beato Pío IX por medio de la Sagrada Congregación del Índice de 1855, "el uso de la razón precede a la fe y a ella conduce al hombre por obra de la Revelación y de la gracia" (Denz.2813).
----------Por otra parte, el papa Francisco nos hace entender que la condena de los errores no debe ser condena de las personas, salvo en los términos previstos por el derecho canónico para los delitos contra la doctrina de la fe, más allá de cualquier animosidad o enemistad, que no se corresponde en absoluto con un Tribunal, que debe ser absolutamente imparcial como corresponde al de la Doctrina de la Fe y que, inspirándose en Cristo juez, sólo puede estar animado por la caridad y la misericordia.
----------Dice a continuación el Papa: "El Dicasterio que presidirás, en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente."
----------En este pasaje, el Papa se refiere a los bien conocidos excesos de severidad que preveían la pena de muerte por el delito de herejía. Esta referencia del Papa a la condena de los errores, evidentemente no debe ser entendida en el sentido de que el error no debiera ser perseguido y corregido, cuando en cambio es sabido que una tarea esencial de este Dicasterio es la defensa de los fieles contra el error y la corrección de aquellos que yerran, así como la labor del médico es tratar y curar a los enfermos.
----------En el párrafo antes citado, el Papa, aunque de forma un poco demasiado antitética, intenta subrayar la tarea sobre todo propositiva o proactiva y educativa del Dicasterio, en la línea conciliar de la prevalencia de la misericordia sobre la severidad. En el pasado ha habido una excesiva tendencia a la culpabilización del que se desviaba. La psicología moderna enseña con qué frecuencia lo que puede parecer una culpa que debe ser reprendida o castigada, es una fragilidad que se debe compadecer y tolerar.
----------Este pasaje de la Carta del Romano Pontífice a mons. Fernández, es el que quizás ha causado mayor perturbación en los ambientes pasadistas, por los motivos ya mencionados. Pero también ha sido ocasión de malas interpretaciones en los ambientes modernistas.
----------Ha ocurrido que algunos teólogos y publicistas más inclinados a entender el necesario progreso en la Iglesia como una renovación que roza más bien el modernismo, no han entendido la alusión del Papa a los "métodos inmorales de otras épocas", en cuanto refiriéndose, como he dicho, a los bien conocidos excesos de severidad que preveían la pena de muerte por el delito de herejía, sino a intervenciones más o menos recientes del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ocurridas en las últimas décadas.
----------Ya indicaré, más adelante, en la continuación de este artículo, a qué intervenciones se refieren estos modernistas o filo-modernistas, y, de hecho, en alguno de sus puntos podemos coincidir, pero por el momento sólo quiero indicar un criterio general para juzgar esta cuestión.
----------En esas declaraciones de ciertos publicistas (a los que aquí prefiero no identificar) me parece notar la confusión típicamente modernista entre lo pastoral y lo doctrinal, en cuanto que los modernistas, negando como ellos niegan la inmutabilidad de la verdad (y por lo tanto negando la inmutabilidad del dogma católico) quisieran homologar a la doctrina con la acción pastoral, la cual, en cambio, conlleva efectivamente una mutabilidad.
----------Ahora bien, es necesario tener presente que en la práctica del Dicasterio para la Doctrina de la Fe existen dos aspectos. Uno de esos dos aspectos, es la publicación de documentos doctrinales, que representan el magisterio del Papa. Pues bien, estos documentos no pueden estar equivocados ni ser revisables, precisamente porque participan de la autoridad doctrinal del Romano Pontífice. El otro aspecto de la práctica que desarrolla el Dicasterio para la Doctrina de la Fe es el disciplinar, que se refiere a los procedimientos canónicos, a las medidas disciplinares y a las disposiciones pastorales. En esta materia el Dicasterio de la Fe puede fallar contra la justicia y contra la prudencia, ya sea por exceso de severidad o por exceso de indulgencia.

4 comentarios:

  1. El caso Galileo siempre me ha resultado incomprensible. Es decir, cómo la Iglesia pudiera cometer un error tan solemne con consecuencias nefastas para la credibilidad de la Iglesia, error bien explotado por los Iluministas a lo largo de los siglos. San Juan Pablo II intentó explicarlo refiriéndose a la mentalidad de la época. Pero no me convenció del todo. Finalmente, hace unos años, un buen programa de la RAI me iluminó. Estaba el caso de los terraplanistas a quienes san Agustín tachó de ignorantes y rezó para que no hicieran quedar mal a la Iglesia. No entiendo cómo para Galileo no pudiera suceder la misma cosa. Hay que analizar detenidamente la situación de la época y concluir que fue un error del Santo Oficio como pura venganza por el comportamiento mentiroso, prepotente y pedante de Galileo sin darse cuenta de la gravedad de un acto tan importante doctrinalmente. Galileo sabía muy bien cómo debía comportarse. Pero pensó que debido a la gran estima de la que gozaba en todos los niveles del poder, podía ir más allá del papel de buen católico. Galileo era un toscano acostumbrado a polemizar con tonos fuertes y cierto desprecio hacia quienes no estaban de acuerdo con él. Un ejemplo es el término "Simplicio" (simplote o tontorello) dado en su libro al partidario del sistema ptolemaico. Creó un clima de conflicto feroz entre las partes. Esto fastidió mucho al Santo Oficio, que pidió a Galileo que se disculpara por no haber implementado la imposición que le había dado Belarmino de considerar su tesis heliocéntrica sólo como una teoría y no como una ciencia cierta, como en realidad Galileo lo hacía. Galileo impugnó la imposición de Belarmino y afirmó que siempre había pensado en su tesis como una simple teoría. El Santo Oficio creó una comisión de investigación que refutó fácilmente a Galileo. Además, el hecho de que Galileo se arrogara el derecho de interpretar el texto bíblico, derecho exclusivo del Santo Oficio, molestó aún más a la Comisión que apoyaba el sistema ptolemaico (como Belarmino). Y así quedó fritada la tortilla. Si Bellarmino todavía hubiera estado allí, es casi seguro que no habría sucedido. Fue un error cometido por los miembros de la Comisión la venganza hacia Galileo y un sistema para poner fin a la guerra entre facciones opuestas. ¡Una verdadera pena!

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    1. Estimado M. Argerami,
      su reconstrucción del caso galileano, que yo advierto marcada por una sentida participación en aquellos dramáticos acontecimientos y expuesta con gran vivacidad por Ud., me ha complacido mucho, la encuentro atendible y conforme con esa interpretación que ahora ha surgido de los estudios históricos y que es la base del documento del papa san Juan Pablo II, quien, como es sabido, reconoció el error del Santo Oficio, error que, sin embargo, no afecta a la doctrina de la fe, sino que, aunque se haya hablado allí de herejía, se trató en realidad de una medida disciplinaria motivada por la temor de que Galileo se hubiera dejado influenciar por la doctrina luterana del libre examen de la Sagrada Escritura, yendo más allá de sus competencias como científico.

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    2. Gracias por su amable y apreciada respuesta. También me gustaría agregar que Galileo, además de ser astrónomo, era muy diletante de la astrología, lo que alertó al Santo Oficio. Sus consultas astrológicas personalizadas eran solicitadas por príncipes y nobles y bien pagadas, dinero que Galileo necesitaba en abundancia. ¡Se hizo de un pequeño tesoro! También se consideraba un sabelotodo, además de tener la costumbre de atribuirse créditos que no eran suyos. Hoy Galileo es considerado el padre de la ciencia moderna. Grosero error. El método galileano no es otra cosa más que el organizar conceptos dichos por otros. Fue la iglesia la que ha inventado la ciencia moderna (teología natural, como también la llamó Newton en su libro principal), como bien lo demuestra el hermoso libro de divulgación de Rodney Stark: Falso Testimonio (Ediciones Sal Terrae. 2017. Traducción del libro "Bearing False Witness. Debunking Centuries of Anti-Catholic History"). También es cierto que la Iglesia consideró durante mucho tiempo la teología como el único medio para llegar a la Verdad. La distinción entre teología y ciencia tardó en establecerse, creando algunos problemas.

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    3. Estimado M. Argerami,
      le agradezco por esta información sobre Galileo, que yo no conocía.
      Me gustaría señalar que el método galileano tiene sus primeros orígenes en el mismo método aristotélico de la ciencia física. Ya Aristóteles, en el campo de la óptica, pensó en utilizar el método matemático en la ciencia física. Sin embargo, es cierto que la cosmología aristotélica, más que una ciencia experimental, es un conocimiento filosófico de la naturaleza de gran importancia para dar un fundamento filosófico a la física experimental, aunque es bien cierto que el método matemático comenzó a desarrollarse a partir de la siglo XIV por Roger Bacon y por los científicos ingleses.
      Además, cabe señalar que la cosmología filosófica de Aristóteles ha sido utilizada por la Iglesia en lo que respecta a la dogmática de la creación, de la sacramentaria, de la psicología y de la antropología.

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