miércoles, 27 de septiembre de 2023

Los terroristas del ISIS ¿son "cristianos anónimos"?

Pese a sus repetidos intentos en esta última década, los rahnerianos, aunque todavía con gran poder en el seno de la Iglesia, no han logrado convencer al Romano Pontífice (ni podrían) para que apruebe, asuma y recomiende la filosofía y la teología de Karl Rahner. Todo lo contrario, el papa Francisco, en meses recientes, repetida y firmemente ha recomendado a todos los fieles católicos las enseñanzas de santo Tomás de Aquino, confirmando al Aquinate como Doctor Communis Ecclesiae. A propósito, hagamos la prueba de meternos en la mente de un rahneriano para comprender las consecuencias de una de sus doctrinas, en relación a un drama actual. [En la imagen: combatientes de ISIS marchando a través de Raqqa, Siria, en fecha reciente].

----------Es bien sabido que el ISIS, desde que en 2014 se autoproclamó como califato desde la ciudad iraquí de Mosul, pidiendo lealtad a todos los musulmanes, se ha convertido en una de las más peligrosas organizaciones terroristas del islamismo extremo. De allí en más, su ola de terror ha ido creciendo, y no hay semana ni día en que sus noticias dejen de alarmarnos en los titulares de los medios de comunicación.
----------A este respecto, según la doctrina de la gracia -la doctrina católica, se entiende- me pregunto: ¿cómo vería un seguidor de Karl Rahner a los terroristas del ISIS? Es interesante tratar de meternos en la mente de un rahneriano para comprender las consecuencias que se derivan.
   
La concepción rahneriana de la gracia
   
----------Veamos primero cuál es el concepto rahneriano del "cristiano anónimo". No se trata, como algunos ingenuamente y benevolentemente han interpretado, del simple hecho, establecido por el Magisterio de la Iglesia desde tiempos del beato Pío IX y confirmado por el Concilio Vaticano II, de que cualquier hombre en buena fe y de buena voluntad que no conoce el Evangelio, recibe sin embargo de Dios la posibilidad de ser salvado. El discurso de Rahner es completamente diferente, porque se trata en cambio de una modalidad de la concepción del hombre, entendido como sujeto espiritual auto-trascendente en la historia, que se halla siempre esencialmente en gracia. Para entender entonces qué es el "cristiano anónimo" de Rahner, es necesario que veamos qué es para él la gracia en relación con Dios y con la naturaleza humana.
----------Usemos, como criterio de juicio, la concepción católica de la gracia, tal cual nos es enseñada por el actual Catecismo de la Iglesia Católica. En esta concepción, la gracia divina es un don, una "semejanza con Dios" (1 Jn 3,2), una vida divina, una cualidad sobrenatural gratuita, participada por el alma a modo de accidente, dado que sólo Dios puede ser gracia sustancial y subsistente, por tanto infinita o increada. Si la gracia no estuviera en nosotros de este modo accidental, nosotros seríamos Dios y esto sería panteísmo.
----------Por consiguiente, la gracia no deriva de la naturaleza y no completa la esencia natural del hombre, sino que sólo la cura y la perfecciona en sus operaciones. La naturaleza racional está ya presupuesta en sí misma, como sujeto de la gracia, de modo que la gracia es añadida gratuitamente por Dios al alma humana, por encima de sus fuerzas y aspiraciones naturales (el hombre ya sería feliz si se uniera a Dios como fin último del universo; la gracia, en cambio, hace desear al hombre el ver inmediatamente la divina esencia trinitaria), para liberar al hombre del pecado y sanar la naturaleza humana (gratia sanans) y elevarla, en Cristo, más allá de sus límites, a la condición de hijo de Dios (gratia elevans).
----------La gracia no es una propiedad esencial ni necesaria de la naturaleza, aunque en la naturaleza exista una disponibilidad a recibirla (la potentia oboedientialis). La gracia purifica y perfecciona la naturaleza, pero es una cualidad accidental operativa, adquirible con la buena voluntad y destruible con el pecado.
----------La gracia es necesaria para la salvación, porque, en la condición de corrupción y de miseria consecuente al pecado original, el hombre, con las fuerzas que le quedan, no sería capaz, sin ella, de realizar suficientemente las virtudes y de poseer a Dios como su fin último y supremo bien.
----------La gracia hace al hombre "hijo de Dios" (1 Jn 3,1) a imagen del Hijo, por lo cual también el creyente, siguiendo el ejemplo de Cristo, puede llamar a Dios "Padre" bajo el impulso del Espíritu Santo (Rm 8,14).
----------De este modo, la gracia da vida al alma y vivifica sus potencias, el intelecto y la voluntad, como raíz de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La fe no es un saber a priori, sino a posteriori, que está precedido por la razón. Los conceptos de fe, definidos en el dogma eclesial, son siempre, universalmente y absolutamente verdaderos, aún cuando existe un progreso en el conocimiento del dato revelado. Dios existe antes del mundo, pero nuestro conocimiento parte del mundo para llegar a Dios. Dios está a priori en el ser y en el saber que Él tiene de Sí mismo, no en nuestro saber.
----------La gracia de la fe desemboca y florece en la caridad, por la cual el hombre deviene "amigo" de Dios (Jn 15,15) y se une a Él tan íntimamente que Jesús habla de "una sola cosa con Dios" (Jn 17,11), expresión evidentemente enfática, que no debería tomarse al pie de la letra, de lo contrario llevaría a la confusión de la naturaleza humana con la naturaleza divina, y sería panteísmo.
----------La gracia aumenta con el ejercicio de las virtudes. Bajo el influjo del Espíritu Santo, la caridad produce la experiencia mística, que es la pregustación, el anticipo, la "caparra" o depósito (2 Cor 1,22) y la "primicia" (Rm 8,23) de la gloria futura de la bienaventuranza celestial.
----------Ahora bien, por el contrario, para Rahner, la gracia en nosotros, no es para nada un don divino creado, sino que es Dios mismo, es una auto-comunicación tan plena e íntima de Dios al alma, que Dios deviene "casi causa formal" del alma, el constitutivo más radical de la naturaleza humana. Por eso Rahner dice: "El mysterium que la fe cristiana confiesa consiste absolutamente en que la Realidad absoluta de Dios puede no sólo oponer a Sí al otro de Sí" (= creación), "sino que quiere arriesgarSe a comunicarSe a Sí misma a este otro". Ella tiene un carácter a priori, de "experiencia pre-conceptual", es decir, no se agrega a la naturaleza humana, que en precedencia esté privada de ella por el pecado, sino como radicalización y vértice supremo y horizonte infinito de la auto-trascendencia humana. Con la gracia, la naturaleza de finita deviene infinita. No se refiere al operar sino al existir: es un "existencial sobrenatural".
----------Nótese, entonces, que para Rahner la posesión de la gracia no es posesión de este individuo y no posesión de aquel otro individuo, posesión a veces presente y a veces ausente, de modo que un individuo pueda poseer la gracia y el otro no, o que el mismo individuo con el paso del tiempo pueda a veces poseerla y a veces no poseerla, sino que se trata de un factor necesario, permanente, obligatorio y universal de la plenitud de la naturaleza humana en cuanto tal. Por tanto, la gracia es requerida por la naturaleza como exigencia o requisito de la naturaleza misma. Por eso, según Rahner, nadie está privado de la gracia.
----------Rahner admite la conceptualización de la fe, pero según él el concepto de fe es sólo una expresión incierta, contingente, facultativa, revisable, corregible, discutible y particular, históricamente condicionada y relativa a las diversas culturas, de la experiencia trascendental y atemática de la gracia.
----------En base a estas ideas, todo hombre como tal -de otro modo no sería hombre- es un "cristiano anónimo", es decir, está siempre en gracia hasta su muerte, de modo que todos los hombres se salvan. El pecado existe, pero no puede vencer ni quitar la gracia. Según Rahner, el pecado no tiene necesidad de ser expiado. Por ello Rahner niega que la pasión de Cristo haya tenido una función satisfactoria o reparadora. Ha sido solamente el sufrimiento de quien ha querido sentirse alejado de Dios.
----------Por eso mismo, Rahner considera que el pecado viene inmediatamente perdonado por Dios. Dice él: "la experiencia de la culpa radical sin salida, es sin embargo inmediatamente perdonada de manera inconcebible". Otras veces considera el pecado como una acción abortiva o fallida que se derrumba por sí sola.
   
Tanto los cristianos como los terroristas del ISIS: todos en gracia
   
----------Llegados a este punto, y en base a las consideraciones que hemos hecho, resulta claro que nosotros, los católicos, y los terroristas del ISIS, somos todos sujetos de la "experiencia trascendental" de la gracia. Sin embargo, sobre el plano categorial, es decir, el plano doctrinal, nosotros y ellos tenemos concepciones religiosas opuestas, pero eso no tiene importancia, porque según Rahner los contrastes de ideas entre las diferentes religiones no comprometen la universal experiencia de la gracia.
----------Según Rahner, una misma proposición teológica o dogmática puede estar sujeta a interpretaciones entre sí contradictorias, sin que sea posible establecer una única interpretación. Así, por ejemplo, el concepto de Dios en nosotros y en los islámicos presenta elementos de contraste. Pero no es necesario ni es posible establecer una única interpretación válida para nosotros y para ellos.
----------Por lo demás, según cree Rahner, dentro del propio mundo católico existen posiciones conservadoras todavía vinculadas al tomismo, junto a otras que asumen la filosofía moderna o la filosofía trascendental. Las primeras pretenderían encontrar herejías en las segundas. Pero estas segundas, que según Rahner tienen una visión abierta, no aceptan ser llevadas al terreno de la alternativa herejía-ortodoxia debido a la incerteza y la subjetividad del juicio sobre el cual, en su opinión, ella se funda. Para los rahnerianos, categorías decisivas de aprobación o rechazo son, en cambio, respectivamente, lo moderno y lo superado. De hecho, para Rahner no existe una verdad por encima de la historia, sino que toda verdad está siempre inmersa en la historia, de modo que la verdad de hoy es el error de ayer y el error de ayer es la verdad de hoy.
----------Por consiguiente, los rahnerianos rechazan la idea de una verdad cierta, universal, inmutable y supra-histórica. La verdad -piensan los rahnerianos- no es una abstracción inmóvil que esté fuera del tiempo; la verdad es la modernidad, es lo que hoy se considera ser verdadero, es la verdad concreta y existencial de la historia, de lo moderno, del tiempo presente, es adecuarse a la praxis y a las fuerzas activas del hoy. En otros términos, es la verdad de quien manda. Por lo tanto, los rahnerianos, convencidos del hecho de que los Islámicos se salvan con el Corán y escépticos acerca de la universal obligatoriedad de los dogmas católicos, no tendrían ciertamente ninguna dificultad, una vez que la religión, la cultura, las costumbres, la política y las finanzas del Islam se afianzaran en Europa, para construir un catolicismo bíblico-coránico, del mismo modo como Rahner ha construido un catolicismo hegeliano y heideggeriano.
----------Hay que decir entonces, aunque con pesar, que a los rahnerianos no les interesa la verdad abstracta, sino la verdad del poder político del momento, como hoy ellos están sujetos socialmente y económicamente a la masonería, al liberalismo, al sionismo, al luteranismo y al comunismo.
----------En el futuro, si los islámicos, habiendo aumentado su número en Occidente, conquistaran una fuerte hegemonía cultural y político-económica en Europa, los rahnerianos no tendrían ciertamente ninguna dificultad, para mantener su prestigio, para evitar problemas o para no sufrir persecuciones, en acercarse al Corán, quizás en síntesis con Hegel, del mismo modo que Rahner ha combinado a santo Tomás de Aquino con Hegel. Por lo tanto, podrían intentar un encuentro entre Hegel y Mahoma y, en cualquier caso, considerarían tal síntesis como una de las múltiples expresiones categoriales de la experiencia trascendental.
----------Sin embargo, queda todavía por ver si los islámicos en tal hipotética situación estarán dispuestos a aceptar una operación de este tipo, que se parece a aquella con la cual los modernistas han llegado a mezclar al Aquinate con Hegel. En efecto, es bien conocida la intransigencia doctrinal islámica, según la cual los musulmanes no están dispuestos a admitir ninguna otra teología más allá de la del Corán, que por lo demás está en la base de la religión de Estado de los Estados islámicos y, por tanto, se beneficia del poder coercitivo del Estado, como sucede en los países comunistas para el ateísmo.
----------Pero es bien sabido que los rahnerianos son de tal manera astutos, que no sería sorprendente que consiguieran acercar el Corán al idealismo alemán, del mismo modo que han conseguido acercar al idealismo a grandes sectores de la teología católica. Al fin de cuentas, en el idealismo alemán los dogmas de la Trinidad y de la Encarnación no son más que pálidas imágenes (Vorstellung) del único Absoluto. Ciertamente, quedaría el obstáculo de que el Dios coránico es trascendente y creador, mientras que el Dios hegeliano es inmanente al mundo. Pero así como los rahnerianos han logrado convencer a los católicos acerca del valor de su Dios, ¿qué nos impide creer que podrían hacer lo mismo con los islámicos?
----------Y en el supuesto caso que los rahnerianos debieran encontrarse en una mala situación en las tratativas con los islámicos, y si estos les intimaran, bajo amenaza de muerte, de convertirse al Islam, sin ningún sincretismo, los rahnerianos siempre podrían adoptar como solución las premisas del Corán a nivel categorial, pero permaneciendo siempre intacta y a salvo la experiencia trascendental.
----------La Iglesia católica europea, que ciertamente ya conoce desde hace tiempo en su interior tendencias que se consideran acogedoras y abiertas a lo diferente, como ahora se encuentra bajo la órbita de los rahnerianos, pasaría así bajo la hegemonía musulmana, como por lo demás ocurre desde hace catorce siglos en los países donde los cristianos viven en medio de los musulmanes.
----------En tal hipótesis, se mantendría la resistencia, tal vez hasta el martirio, de los católicos que rechazan los errores del Corán, y que serían considerados por rahnerianos y musulmanes como cerrados y retrógrados fundamentalistas. El mayor problema sería el de cómo convencer al Papa de que acoja a Mahoma. Para resolver el problema los rahnerianos podrían intervenir para obtener un acuerdo.
----------Planteemos entonces algunas hipótesis de eventuales acuerdos (agrego estas propuestas que ya he planteado en otros artículos de este blog). Las autoridades islámicas, de acuerdo con los rahnerianos, intentarían convencer al Papa de que los terroristas (que son personas en el fondo de buena fe, dado que todos se salvan), interpretan mal el Corán, que promueve la paz y rechaza la guerra de religión. Y, a tal fin, podrían presentarle al Romano Pontífice algunas ideas. Los terroristas podrían incentivar las conversiones al Islam, mientras que los católicos podrían obtener el paraíso del cielo gracias al martirio, por lo tanto...
----------– Los islámicos, junto con los rahnerianos, podrían proponer al Papa que sea ayudado en el gobierno de la Iglesia por el Gran Muftí de la Universidad Al-Azar de El Cairo.
----------– Para que alguien pudiera convertirse en Obispo sería necesario antes haber pasado al menos cinco años como imán en una mezquita.
----------– Se podría realizar una reforma de los estudios eclesiásticos por medio de una comisión mixta de teólogos rahnerianos y musulmanes.
----------– Los estudios tomistas serían permitidos solamente a quienes hayan cumplido 70 años. Mientras que la teología de Rahner vulgarizada y el Corán serían enseñados desde la escuela primaria.
----------– Asimismo, la liturgia católica sería reformada de tal modo de poder dar cabida en la Misa a los ritos musulmanes y a obligatorias lecturas del Corán.
----------– Se podría adoptar como modelo para el ayuno cuaresmal el ayuno del Ramadán.
----------– En el Consejo para la Administración Económica de la Santa Sede entrarían a formar parte tres importantes emires de Arabia Saudita.
----------– Cada parroquia, en su interior, debería tener una mezquita.
----------– En las escuelas de la Iglesia, el Crucifijo estaría flanqueado por la Media Luna.
----------– Los ciudadanos deberían escuchar, además del repique de las campanas de las iglesias, la llamada a la oración dirigida al pueblo por los muecines siete veces al día.
----------Sin embargo, tenemos fundadas dudas de que el Papa se dejara convencer. Llegado a ese punto, él podría concebir la sospecha de que los rahnerianos no buscan verdaderamente los intereses de la Iglesia, sino que tengan sólo en mira dominar en ella, para lo cual habría necesidad de un fuerte reclamo del Santo Padre a fin de orientar su fe hacia el verdadero servicio de la Iglesia y de las almas.

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