martes, 12 de septiembre de 2023

El Dicasterio de la Fe y mons. Víctor Manuel Fernández (2/2)

En la Carta que el papa Francisco ha enviado al nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cardenal Víctor Manuel Fernández, el Santo Padre afirma también que este organismo de la Curia Romana debe promover y apreciar la investigación teológica. De hecho, la práctica del pasado se ha mostrado poco sensible a este aspecto de la teología, y frecuentemente en lo nuevo ha focalizado más el error que la parte de verdad.

Las competencias específicas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
   
----------Continúa diciendo el Santo Padre: "Fuiste decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Teología y sos presidente de la Comisión de Fe y Cultura del Episcopado argentino, en todos los casos votado por tus pares, quienes de ese modo han valorado tu carisma teológico. Como rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina alentaste una sana integración del saber. Por otra parte, fuiste párroco de 'Santa Teresita' y hasta ahora arzobispo de La Plata, donde supiste poner en diálogo el saber teológico con la vida del santo Pueblo de Dios."
----------En este pasaje de su Carta, el Papa recuerda dos valores importantes: primero, "una sana integración del saber", y segundo, "poner en diálogo el saber teológico con la vida del santo Pueblo de Dios". Esencial para el orden interior del espíritu y para la pacífica convivencia civil y eclesial es la promoción de una coordinación orgánica de todas las ciencias a la luz de la fe, y que sea una coordinación convergente hacia los horizontes de la fe que encuentran su expresión conceptual en la doctrina de la fe.
----------El Romano Pontífice recuerda también el deber del Dicasterio para la Doctrina de la Fe de estar al servicio de los fieles, para que, mientras ellos son educados en la adquisición de la sabiduría, el Dicasterio esté al mismo tiempo "en escucha de aquello que el Espíritu dice a las Iglesias" (Ap 2,11) y surge así una circularidad en la cual los unos han de aprender de los otros, sin perjuicio del deber del Dicasterio de guiar en nombre del Papa por el camino de la verdad, disipando las tinieblas del error.
----------Sigue diciendo el Papa: "Dado que para las cuestiones disciplinarias -relacionadas en especial con los abusos de menores- recientemente se ha creado una Sección específica con profesionales muy competentes, te pido que como Prefecto dediques tu empeño personal de modo más directo a la finalidad principal del Dicasterio que es 'guardar la fe' (motu proprio Fidem servare, 11 febrero 2022, introducción)."
----------Más que oportuna es la idea del Papa de liberar al Dicasterio para la Doctrina de la Fe de provisionales incumbencias temporales y urgentes, que son en realidad ajenas a su naturaleza y a sus fines, confiándolos a la sede adecuada y permitiendo al Dicasterio disponer de todo el tiempo para dedicarse al cumplimiento de sus insustituibles específicas competencias institucionales, a las cuales hoy se les ofrece una imponente masa de trabajo, considerando tanto la gran cantidad de nuevos fermentos que hay que tamizar, asumir o rechazar según sus cualidades, como la peligrosidad de las fuerzas oscurantistas, engañadoras o disruptivas, que están actuando en el interior de la Iglesia o desde fuera de ella.
----------"Para no limitar el significado de esta tarea, hay que agregar que se trata de 'aumentar la inteligencia y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, de modo que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia, sobre todo frente a las preguntas que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad' (motu proprio Fidem servare, n.2). Estas cuestiones, acogidas en un renovado anuncio del mensaje evangélico, 'se convierten en instrumentos de evangelización' (exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, n.132), porque nos permiten entrar en conversación con 'el contexto actual en lo que tiene de inédito para la historia de la humanidad' (enc. Laudato si’, 24 mayo 2015, n.17)." (30)
----------Es interesante la orientación dada por el Papa a la tarea del Dicasterio para la Doctrina de la Fe: la promoción de la evangelización "de modo que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia", un evidente recordatorio de la importancia de la filosofía y de la metafísica, y del compromiso de dar respuesta "a las preguntas que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad".
----------Por lo tanto, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe no puede limitarse a intervenir en las cuestiones doctrinales que surgen en lo interno de la Iglesia, sino que también debe expresar un juicio, o un diálogo sabio, sobre los desafíos que provienen del pensamiento laico y de las ideologías y religiones del mundo moderno en "el contexto actual en lo que tiene de inédito para la historia de la humanidad".
----------Agrega a continuación el papa Francisco: "Es más, sabés que la Iglesia 'necesita crecer en su interpretación de la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad' (exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, n.40) sin que esto implique imponer un único modo de expresarla. Porque 'las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia' (Ibíd.). Este crecimiento armonioso preservará la doctrina cristiana más eficazmente que cualquier mecanismo de control."
----------Aquí el Romano Pontífice recuerda la importancia de la pluralidad de las culturas en un mundo como el de hoy, en el cual nunca antes las más diversas culturas de todas partes del mundo han pasado a primer plano en la escena mundial (pensemos solamente en la cultura amazónica, que ha sido iluminada por el documento del Sínodo de los Obispos de 2019 sobre la Amazonía). Lo cual obviamente, para ser bien comprendido y no dar la impresión de un proyecto dispersivo y descoordinado, debe ser vinculado con la recomendación que el Santo Padre ha hecho varias veces en los últimos meses, del pensamiento filosófico y teológico de santo Tomás de Aquino, Doctor Communis Ecclesiae, como excelente factor de comunión eclesial en el campo intelectual y de unidad en torno al Vicario de Cristo en el campo doctrinal.
----------Al dejar en segundo plano los "mecanismos de control", como dice en su Carta, el Papa no pretende ciertamente subestimar la premurosa y cuidadosa vigilancia sobre la producción teológica y sobre las ideas en circulación, que es tarea esencial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, bien consciente de que en la Iglesia se ocultan "lobos vestidos de ovejas", "sepulcros blanqueados" y pastores "mercenarios", pero correctamente alberga la esperanza de que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe obre para que las diferentes líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, se dejen armonizar por el Espíritu en el respeto y en el amor, para poder hacer crecer a la Iglesia.
   
Los límites a la gestión censuradora y el impulso hacia otro estilo
   
----------El pasaje anterior de la Carta del Papa, nos da la ocasión para aclarar las cuestiones que quedaron pendientes cuando analizamos un pasaje precedente, donde el Papa dice: "El Dicasterio que presidirás, en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente". A este respecto, es ciertamente claro que las palabras del Papa ponen límites a la gestión censuradora del Dicasterio de la Fe, alentando a practicar otro estilo, donde hay cosas que deben cambiar.
----------Como ya he dicho, ha ocurrido que algunos teólogos más inclinados a entender el necesario progreso en la Iglesia como una renovación que roza más bien el modernismo, no han entendido la alusión del Papa a los "métodos inmorales de otras épocas", en cuanto refiriéndose, como he dicho, a los bien conocidos excesos de severidad que preveían la pena de muerte por el delito de herejía, sino a intervenciones más o menos recientes del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ocurridas en las últimas décadas. Entre estas intervenciones, estos teólogos mencionan las siguientes:
----------Una de las actitudes reprobables en estas últimas décadas, ha sido la tendencia del Dicasterio de la Fe (y de otros organismos de la Curia romana) a bloquear toda verdadera discusión, de modo tal que donde había un problema se tendía a negarlo y llevar la solución a un nivel tan inexpugnable como vacío. Un ejemplo de ello ha sido que, en plena pandemia del 2020, una sección del Dicasterio de la Fe perdió el tiempo tratando de "reformar" el Misal de 1962 (¡como si no existiera el Misal reformado!), validando así indirectamente la coexistencia paralela de dos formas rituales del mismo rito romano, contra todos evidencia teológica, que el propio Dicasterio debería haber custodiado de manera muy diferente.
----------Anterior a ello había sucedido que con motivo del 50° aniversario del Concilio Vaticano II, en 2012, una Nota del mismo Dicasterio buscó cambiar el tema central del aniversario (con evidente actitud vergonzante hacia el Concilio) y sugerir que un aniversario igualmente importante era el 20° aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica, a través del cual el Concilio podría y debería leerse. Ello implicaba una evidente inversión del valor de los textos emanados por la Sede Apostólica.
----------Se ve allí una función censuradora indebida, asumida por el Dicasterio, que debería haber terminado hace tiempo, especialmente después del Concilio Vaticano II. Porque custodiar la fe significa precisamente, como enseñó el Concilio, hacerla progresar en la historia, hacerla desarrollar nuevas evidencias, permitirle integrar nuevas culturas y expresar nuevas sensibilidades. En cambio, someter la lectura de los textos del Concilio Vaticano II a un "manual" como el Catecismo de la Iglesia Católica (más allá de su valor catequístico) implica bloquear la tradición viviente a las adquisiciones del pasado, por verdaderas que éstas fueran.
----------Con los aludidos teólogos (a quienes he preferido no identificar por su nombre) no puedo menos que estar de acuerdo en que la inercia del ex Santo Oficio (hoy Dicasterio de la Fe) ha sido la de perpetuar una identidad católica que se entendía como custodiada sólo si se condenaban los errores. Por cierto, los errores deben ser condenados, pero tras la Carta del Papa, queda claro que el nuevo Prefecto es responsable de "promover el saber teológico", que no se identifica ante todo con actos de condena.
----------Ahora bien, como dije en pasajes anteriores de este artículo, es necesario tener presente que en la práctica del Dicasterio para la Doctrina de la Fe existen dos aspectos. Uno es el de la publicación de documentos doctrinales, que representan el magisterio del Papa. Pues bien, estos documentos no pueden estar equivocados ni ser revisables, precisamente porque participan de la autoridad doctrinal del Romano Pontífice, y gozan del carisma de infalibilidad. El otro aspecto de la práctica que desarrolla el Dicasterio para la Doctrina de la Fe es el disciplinar, que se refiere a los procedimientos canónicos, a las medidas disciplinares y a las disposiciones pastorales. En esta materia el Dicasterio de la Fe puede fallar contra la justicia y contra la prudencia, ya sea por exceso de severidad o por exceso de indulgencia.
   
Alentar el carisma teológico y evitar la teología de escritorio
   
----------Continúa diciendo el Santo Padre: "Es bueno que tu tarea exprese que la Iglesia 'alienta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica' con tal que 'no se contenten con una teología de escritorio' (exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, n.132), con 'una lógica fría y dura que busca dominarlo todo' (exhort. ap. Gaudete et exsultate, 19 marzo 2018, n.39)."
----------Está claro a qué se refiere el Papa cuando rechaza la "teología de escritorio" y la "lógica fría y dura que busca dominarlo todo". Teología de escritorio no quiere de que el teólogo no deba gastar las horas en el estudio en su mesa de trabajo, sino que la teología no se construye a fuerza de abstracciones aprióricas, sino mediante el cálido contacto humano, aunque fuera a través del ordenador.
----------El Santo Padre afirma también que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe debe promover y apreciar la "investigación teológica". La práctica del pasado se ha mostrado poco sensible a este aspecto de la teología. En lo nuevo ha focalizado más el error que la parte de verdad. El caso de Lutero es emblemático. La Iglesia ha condenado correctamente sus herejías. Pero algunas de sus propuestas de reforma han tenido que esperar hasta el Concilio Vaticano II para hacerse escuchar.
----------En relación con este punto, el papa Francisco se la ha agarrado repetidamente con los gnósticos y con los pelagianos, en loable actitud condenatoria sobre dos herejías o ideologías a las que vuelve muy a menudo: los gnósticos, que, considerándose la teofanía de la ciencia divina, descienden benignamente entre los mortales como apariciones del Ser; los pelagianos, que en cambio, se elevan a las alturas desahogando su voluntad de poder más allá del bien y del mal en la afirmación del hombre que es Dios para el hombre.
----------Dice el Papa en su Carta: "Siempre será cierto que la realidad es superior a la idea. En ese sentido, necesitamos que la Teología esté atenta a un criterio fundamental: considerar 'inadecuada cualquier concepción teológica que en último término ponga en duda la omnipotencia de Dios y, en especial, su misericordia' (Comisión Teológica Internacional, La esperanza de salvación para los niños que mueren sin bautismo, 19 abril 2007, n.2). Nos hace falta un pensamiento que sepa presentar de modo convincente un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno."
----------Tenemos aquí una clara profesión de realismo gnoseológico por parte del papa Francisco, frente a la concepción idealista, que postula la primacía de la idea sobre la realidad. Por consiguiente, el Papa dice aquí que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe deberá hacerse promotor y defensor del realismo (y ello en la línea de la recomendación de santo Tomás de Aquino) contra los avances del idealismo, el cual, no obstante sus derrotas históricas y sus vergonzosas consecuencias en el sector de la moral, todavía pretende dominar el campo. ¿El Dios de los misericordistas es verdaderamente el Dios "que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno"?
----------Pues bien, ¿quiénes son los que ponen en duda la omnipotencia y la misericordia divinas? Son los partidarios del Dios "débil", que "después de Auschwitz", es incapaz de vencer el mal; son los buenistas, para los cuales todos los hombres son buenos; son los misericordistas, que niegan la misericordia con la cual Dios Padre transforma sus castigos en caminos de expiación, en unión a Cristo.
----------Está claro que misericordia y omnipotencia están indisolublemente asociadas. Un Dios de poder limitado tendrá una misericordia limitada. Un Dios infinitamente misericordioso no podrá no ser omnipotente. No puede hacer las cosas a medias ni fingir. Un Dios como el de Lutero, que cubre pero no cancela el pecado, no es ni omnipotente, porque no tiene la fuerza para quitarlo, ni por consiguiente es verdaderamente misericordioso, porque, asegurando al pecador que está perdonado, pero dejándolo en su pecado, lo salva sólo fingiendo o, como mucho, lo salva a medias, dejándolo sustancialmente en su miseria.
----------Recordemos, por otra parte, que "un Dios que ama, que perdona, que salva" no es, como creen los misericordistas, un Dios que no castiga, porque sus castigos son mansos y fruto del amor de un Padre que nos llama a la penitencia y a hacer nuestra la cruz de su Hijo para obtener el perdón de nuestros pecados.
----------Dice luego el Papa: "Esto ocurre si 'el anuncio se concentra en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario' (exhort. ap. Evangelii gaudium, 24 noviembre 2013, n.35). Sabés bien que hay un orden armonioso entre las verdades de nuestro mensaje, donde el mayor peligro se produce cuando las cuestiones secundarias terminan ensombreciendo las centrales."
----------Esto, es decir, el presentar de modo convincente a un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las llama al servicio fraterno, significa, según el Papa, concentrar el anuncio "en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario".
----------Lo que quiere decir, en definitiva, que la tarea del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, según el Romano Pontífice, no es la de dispersarse en el fondo de las diversas e infinitas disputas teológicas de la riquísima y variadísima producción teológica de la actualidad. Este hecho conspicuo testimonia ciertamente la vitalidad cultural de la Iglesia, pero el Dicasterio para la Doctrina de la Fe debe dejar a los teólogos la libertad de discutir entre ellos, respetadas las reglas de un diálogo que se abstenga de la voluntad de prevalecer sobre el otro, de la injuria, del insulto, de la denigración y de la difamación. Sino que para esto están las Facultades Teológicas Pontificias, está la Comisión Teológica Internacional, la Comisión Bíblica y las dos Academias Teológicas Pontificias, la Romana y la de Santo Tomás.
----------Por otra parte, no está en absoluto prohibido, en línea de principio, que un teólogo juicioso y bien informado se dé cuenta o sospeche de la existencia de herejía en otro teólogo, sin o antes del aval oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. De hecho, normalmente el Dicasterio para la Doctrina de la Fe puede tomar en consideración una cuestión de ese tipo sobre la base de indicaciones o señalizaciones provenientes de los teólogos o de los Obispos o de cualquier fiel bien informado. Este gesto no es necesariamente una delación, sino un servicio a los fieles. La delación es una denuncia malévola y calumniosa. No es delación si una persona que ha sido asaltada acude a un policía para denunciar al ladrón que le ha robado.
----------Por consiguiente, en tales casos, será tarea del Dicasterio para la Doctrina de la Fe confirmar o desmentir el juicio del teólogo informante. El informe o señalización no tiene necesariamente que tomar la forma de una denuncia formal, como era más común en otro tiempo, casi sobreentendiendo una culpa en el hereje, sino que el informe puede limitarse a la simple constatación de los hechos, realizada por un experto, y de estos competentes expertos también debe tener conocimiento el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
----------Por otra parte, hoy las herejías en circulación son de tal manera numerosas y complejas, que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe no tiene la posibilidad de pronunciar para todas y cada una de ellas su sentencia, por lo cual el católico avezado y prudente, para evitarlas, debe contentarse con la opinión de un buen teólogo tomista fiel al Magisterio. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe debe limitarse, como dice el Papa, a la mencionada labor promocional o proactiva. El remedio a las herejías actuales está por lo tanto confiado a los buenos pastores y a los buenos teólogos fieles a santo Tomás de Aquino y al Magisterio.
----------Dado que la ignorancia religiosa está muy extendida y muchos se equivocan acerca de lo que significa ser católico, también se puede suponer que muchos errantes, incluso entre los teólogos y los pastores, están en buena fe y, por tanto, es necesario tener cuidado con ellos, pero también soportarlos.
   
La enseñanza perenne de la Iglesia y el Magisterio reciente
   
----------"En el horizonte de esta riqueza tu tarea implica además un especial cuidado para verificar que los documentos del propio Dicasterio y de los demás tengan un adecuado sustento teológico, sean coherentes con el rico humus de la enseñanza perenne de la Iglesia y a la vez acojan el Magisterio reciente."
----------Aquí es conveniente subrayar los puntos de referencia indicados por el Romano Pontífice para el trabajo del Dicasterio para la Doctrina de la Fe:
----------1. Un adecuado soporte teológico y por tanto la necesidad de utilizar los mejores aportes de la teología contemporánea. En consecuencia, está claro que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe debe ser capaz de apreciar el valor de estas nuevas contribuciones.
----------2. "Coherencia con el rico humus de la enseñanza perenne de la Iglesia": clara referencia a la universalidad y a la inmutabilidad de las verdades dogmáticas, degradadas o negadas por los modernistas, pero también incomprendidas por los lefebvrianos, los cuales entienden esa inmutabilidad de modo de oponerse al progreso doctrinal producido con el Concilio, no viendo la continuidad en el progreso, lo antiguo en lo nuevo y oponiéndose irrazonablemente a cualquier "evolución homogénea del dogma católico", para usar el título de una famosa obra del gran teólogo dominico español Francisco Marín Sola: La evolución homogénea del dogma católico (BAC, Madrid 1963), una obra que fue escrita para refutar el evolucionismo modernista de la época de san Pío X, pero va perfectamente bien para refutar también el modernismo de hoy..
----------Y el papa Francisco termina su Carta diciendo: "La Virgen Santísima te proteja y te cuide en esta nueva misión. Por favor no dejes de rezar por mí."
----------Finalmente, no podía faltar un llamamiento a la Santísima Virgen María, Madre del Verbo Encarnado, Aquel que ha dicho de sí Yo Soy y Yo soy la Verdad, María, sede de la Sabiduría y Reina de los Apóstoles. Bella es la antífona mariana contenida en el Officium parvum Beatae Mariae Virginis de la Orden Dominicana: "Gaude, Beata Virgo, cunctas haereses sola interemisti in universo mundo!".
----------Y encontramos la ya habitual petición del Papa de rezar continuamente por él en su lucha contra el espíritu de la mentira, del cual continuamente nos insta a mantenernos en guardia.

2 comentarios:

  1. Decía Benedicto XVI: "Cristo acoge a todos, pero no acoge a todo". Esperemos que se lo recuerden... Es algo que Mons. Fernández, ya en la primera entrevista, parecía haberlo olvidado.

    Esteban

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Esteban,
      no sé a qué entrevista usted se refiere.
      Por mi parte he leído una entrevista a monseñor Víctor Fernández. Tene un lenguaje muy simple. Me parece un hombre de buen sentido común.
      Por supuesto, en su actual cargo tendrá que enfrentarse a cuestiones teóricas muy arduas, a herejías hábilmente disfrazadas, a enemigos astutos, por no decir diabólicos, a fuerzas que quieren destruir la Iglesia y que se han insinuado en el propio interior de la Iglesia como lobos con piel de oveja.
      Sin embargo, debemos tener confianza en la elección hecha por el Papa, quien es la Roca sobre la cual Cristo ha fundado su Iglesia.
      No es posible, precisamente por la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, que un Dicasterio tan importante para la rectitud de la Fe esté en manos del diablo, que es el espíritu de la mentira.
      Por tanto, debemos contar no tanto con las cualidades humanas de mons. Fernández, sino sobre todo con el Espíritu Santo, del Cual él es devoto y en las manos del Cual él se pone.

      Eliminar

En ciertas horas del días se permitirán comentarios sin moderación. Los comentarios no cónsonos con el blog serán removidos. Igualmente los que falten a las normas del respeto personal.