miércoles, 8 de diciembre de 2021

El pecado original (2): Enzo Bianchi y la disolución del dogma

En el presente artículo, y en el que lo seguirá, continuamos exponiendo las enseñanzas de Enzo Bianchi acerca del pecado original, las cuales están muy alejadas del dogma católico sobre esta verdad fundamental de nuestra fe. Naturalmente, el único propósito que tiene el que aquí dediquemos tiempo al análisis de estas doctrinas heréticas es que, en comparación con ellas, resalte más claramente la luminosidad de la Fe de la Iglesia católica acerca del pecado original y de la obra redentora de Nuestro Señor Jesucristo.

La concepción de Enzo Bianchi y el Magisterio de la Iglesia
   
----------En este artículo examinamos la posición de Enzo Bianchi. Él se considera "católico" y declara exponer la visión que hoy la Iglesia tiene del pecado original, dando a entender que ya no aceptaría lo que encontramos expuesto en el Catecismo de la Iglesia Católica. Entonces quisiéramos preguntarle a Enzo Bianchi de qué "Iglesia" habla, dado que no es la del Catecismo. En realidad Bianchi no expone en absoluto la doctrina de la verdadera Iglesia, sino de una falsa Iglesia, que es la de los modernistas.
----------Sobre el pecado original, Bianchi presenta una concepción que, como he dicho, se hace pasar por doctrina de la Iglesia, pero que en realidad, como se puede verificar fácilmente consultando el Catecismo, es exactamente lo opuesto de lo que es enseñado por la Iglesia y por tanto es completamente falsa. Comienza burlándose del relato genesíaco como si fuera una fábula para niños:
----------"No hace falta decir que la Biblia no dice de dónde vino el mal. Espero que ninguno de ustedes recuerde esa historieta que se cuenta, y que nos contaban a todos, de que habría sido un ángel que se ha vuelto contra Dios, Dios lo ha precipitado y se ha convertido en el diablo, que el diablo nos tienta, que el mundo era hermoso, era dorado, se paseaba desde la mañana hasta la puesta del sol. De hecho, la puesta de sol nunca llegó porque no existía la oscuridad. Entonces esos dos pobrecitos que eran Adán y Eva han hecho eso y lo pagamos nosotros después de no sé cuántos millones de años" (cf. aquí).
----------Y sigue diciendo que sus propias ideas son las de la Iglesia: "Sino que cuando decimos hoy pecado original, la Iglesia, atención a esto, no se refiere al pecado cometido en los orígenes y que luego ha causado para siempre un desastre, sino el pecado que está en el origen de cada uno de nosotros, de nuestra existencia, de nuestra libertad y de nuestra facultad de decisión; este es el mal" (cf. aquí).
----------Según Bianchi, el dogma ha cambiado: "Ningún pecado original en el sentido de un pecado cometido al principio. Esto ya no lo dice la Iglesia Católica. Sino el pecado original que habita en todo hombre y que emerge cada vez que entramos en contacto, en comunicación o en la relación con las cosas. Frente a un árbol que simboliza todas las cosas, el hombre y la mujer se sienten tentados" (cf. aquí).
----------"La Iglesia ya no está en estas posiciones. La Iglesia ya no lee el pecado original en la prehistoria de los hombres. Esto ahora es considerado una tontería. Ya nadie se atreve a decir esto. Sino que el pecado original se lee como el pecado que está en las fibras de todo hombre que viene al mundo" (cf. aquí).
----------Por el contrario, el Catecismo presenta el pecado original precisamente como pecado cometido por una pareja humana que realmente ha existido, progenitora de toda la especie humana, creada por Dios a su imagen y semejanza, que se ha rebelado contra la prohibición divina de sustituirse a Él en el decidir del bien y del mal (nn.396-399). El pecado original, por lo tanto, no es en absoluto un pecado que está en los orígenes de nuestra existencia personal, como si fuera un acto nuestro, sino que está en el origen de la humanidad.
----------El pecado original no es, como enseña Enzo Bianchi, el primer pecado que cometemos en nuestra historia personal, habiendo alcanzado la edad de la razón. El relato bíblico no es, como también creen Karl Rahner y el cardenal Gianfranco Ravasi, un "mito etiológico", para explicar con una referencia al pasado lo que sucede en el presente. La culpa del pecado original, en el cual nacemos, no es una culpa personal nuestra, sino una culpa que hemos heredado de nuestros progenitores. ¿Cómo podría, en efecto, ser una culpa nuestra, si al nacer todavía no hemos alcanzado la edad de la razón?
   
Las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia
   
----------Una de las obras más importantes legadas a la Iglesia por el papa san Juan Pablo II es el Catecismo de la Iglesia Católica. Es cierto que su elaboración y publicación, si bien era implícitamente una de las más importantes directivas establecidas por los Padres del Concilio Vaticano II en cuanto eficaz instrumento para la reforma eclesial promovida por ellos, se demoró demasiado tiempo. Quizás el papa san Pablo VI, acuciado por otras preocupaciones pastorales en medio de la tormenta desatada en los primeros años del postconcilio y, dedicado como estaba de lleno a la ardua tarea magisterial que le  imponía la oposición al "magisterio paralelo", no logró implementar la iniciativa, como él seguramente había querido.
----------Es cierto también que se demoró excesivamente la publicación del nuevo Catecismo en el pontificado del papa san Juan Pablo II, pero finalmente, y tras la petición realizada por los Obispos que participaron del Sínodo de 1985 dedicado al Vaticano II, la Iglesia pudo contar por fin con ese oficial instrumento catequético de resumen expositivo del dogma y la doctrina católica que, asumiendo en continuidad al magisterio bimilenario de la Iglesia, integraba en la nueva exposición resumida de la Fe católica los progresos en la inteligencia de la Palabra de Dios, y los transmitía en un estilo más conforme a los modos expresivos del hombre de nuestro tiempo. Gran responsabilidad y mérito en el nuevo Catecismo le corresponden al cardenal Joseph Ratzinger, prefecto por entonces de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
----------Respecto a este punto, la pregunta que debe hacerse hoy es si el Catecismo de la Iglesia Católica ocupa en la vida de la Iglesia el lugar que le corresponde: ¿es este Catecismo la base que se tiene en cuenta para la elaboración de todos los catecismos particulares? ¿Está el Catecismo, o bien su Compendio, difundido a nivel de los simples fieles? ¿Y entre los Obispos y sacerdotes? A veces da la impresión de que, si debiéramos tomar por base lo que suele escucharse en las homilías de muchos Obispos y presbíteros, acaso podríamos pensar que ni siquiera los Pastores de la Iglesia han leído todavía el Catecismo.
----------Si algún lector albergara alguna duda acerca de la cualidad del Catecismo de san Juan Pablo II como instrumento para la recta formación del clero, acaso podría servir una simple referencia: es de práctica actual, establecida por la Santa Sede, que aquellos miembros del clero anglicano que desean seguir siendo sacerdotes en la Iglesia católica, estudien el Catecismo, y sean examinados en base a este resumen de la Fe antes de recibir las sagradas Órdenes. En efecto, en los Ordinariatos personales para los anglicanos que entran en la plena comunión con la Iglesia católica, y que son erigidos por la Congregación para la Doctrina de la Fe dentro de los confines territoriales de una determinada Conferencia episcopal, la formación requerida para el clero anglicano convertido al catolicismo, es el Catecismo de la Iglesia Católica.
   
El pecado original en el Catecismo y en el pensamiento de la Iglesia
   
----------El Catecismo habla de la "realidad del pecado... de los orígenes" (n.387), y confirma que: "Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada 'pecado original'..." (n.417).
----------Acerca de la doctrina del pecado original, el Catecismo no se ha apoyado exclusivamente en el magisterio preconciliar. El dogma del pecado original, de hecho, es recordado en uno de los actos más solemnes realizados por el papa san Paulo VI, el Credo del pueblo de Dios, del 30 de junio de 1968, en cuya redacción tuvo un papel paa nada secundario una personalidad como la de Jacques Maritain. Efectivamente, en el n.419 del Catecismo se cita justamente el n.16 del Credo del pueblo de Dios para afirmar: "Mantenemos, pues, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con la naturaleza humana, 'por propagación, no por imitación', y que se halla 'como propio en cada uno'".
----------Es verdad que en las actas del Concilio Vaticano II no está la locución "pecado original". Pero el propio san Paulo VI ha respondido a esta objeción en un discurso citado en una nota en el Catecismo de 1992. Se trata de un discurso pronunciado el 11 de julio de 1966 ante los participantes a un simposio sobre el pecado original que se celebraba en Roma en esos días (discurso que cité en un reciente artículo mío).
----------En ese discurso, el papa san Paulo VI responde precisamente a esa objeción que aún hoy tiene eco, como se ha visto, en círculos pertenecientes más a ciertos intelectuales católicos que al simple pueblo de Dios. Tras haber citado y comentado párrafos de las constituciones conciliares Lumen gentium y Gaudium et spes, el Santo Pontífice expresa con total claridad: "Como aparece claro por estos textos, que hemos creído oportuno recordar, el Concilio Vaticano II no ha pretendido profundizar y completar la doctrina católica sobre el pecado original, ya suficientemente declarada y definida en los Concilios de Cartago (del año 418), de Orange (del año 529) y de Trento (en el año 1546). El Vaticano II ha querido solamente confirmarla y aplicarla según lo que exigían sus objetivos, sobre todo pastorales".
----------En lo que respecta a las enseñanzas del papa Benedicto XVI, el actual Papa emérito ha insistido varias veces sobre la realidad "de aquello a lo que la Iglesia llama pecado original", contra los "muchos" que "piensan que no habría ya lugar para la doctrina de un primer pecado, que después se difundiría en toda la historia de la humanidad". En especial, el papa Banedicto ha dedicado al pecado original dos audiencias generales, la del miércoles 3 de diciembre de 2008, y la del miércoles siguiente: 10 de diciembre de 2008.
   
El dogma de la Iglesia sobre el pecado original
   
----------Según el dogma de la Iglesia, que esclarece la doctrina de san Pablo, la culpa del pecado original no es sólo una culpa personal propia de los progenitores, sino que es también culpa colectiva de toda la humanidad, culpa que, una vez cometida por los progenitores, se transmite por generación a toda la humanidad nacida de Adán, por lo cual, a excepción de la Santísima Virgen María, exenta de la culpa original, cada uno de nosotros es concebido desde el seno de nuestra madre afectado y manchado por esta culpa originaria y hereditaria, independientemente de la propia voluntad del individuo, todavía incapaz de entender y de querer, culpa de la cual el individuo es liberado gracias al sacramento del Bautismo.
----------Y si es verdad que Cristo no habla nunca con precisión del fin, del efecto y del motivo del Bautismo, excepto para decir que purifica del pecado y asegura la salvación, y no menciona nunca el pecado original, el hecho mismo de que ordena bautizar a todo hombre, es la implícita admisión de la existencia en cada uno de nosotros de la culpa original, culpa que precisamente viene quitada por el Bautismo.
----------La transmisión de la culpa original, que involucra e infecta a la entera humanidad, supone una concepción corporativa de la naturaleza humana, como si fuera no una simple colección de personas, sino un único sujeto o una única persona, una "super-persona" compuesta de personas, sin por ello excluir en absoluto la singularidad, la autonomía y la responsabilidad de las individuales personas físicas.
----------Esta concepción de la humanidad aparece claramente en el pensamiento paulino relativo ya sea a la humanidad pecadora subsecuente al pecado original ("en Adán todos hemos pecado", Rom 5,12), ya sea a su concepción de la humanidad santa, es decir, de la Iglesia como "Cuerpo místico" del Señor, "Esposa de Cristo". Por eso santo Tomás de Aquino explica que el pecado original no es tanto el pecado de ese individuo, sino ante todo es pecado de la naturaleza humanapeccatum naturae, como si dijéramos que si uno peca con la mano, es él mismo que peca (De Malo, q.4,a.6; In II Sent., Dist.31, q.1, a,1). Así, por cuanto respecta a la culpa original en Fulano y Mengano, es la misma humanidad la que peca en ellos.
----------O bien, según otra comparación que hace santo Tomás de Aquino, decimos que un curso de agua está contaminado porque está contaminado en su misma fuente. Por supuesto, se trata de simples parangones que, por mucho que arrojen luz, no pueden eliminar la oscuridad del misterio. El hecho histórico del pecado original es un puro dato de la divina Revelación. La razón llega a comprender la esencia del mal de culpa y del mal de pena, la razón comprende que este es consecuencia de aquel; la razón entiende que la existencia del mal no es necesaria, sino que es algo accidental y contingente.
----------Partiendo de su falso presupuesto, se entiende entonces cómo Enzo Bianchi no logra explicar por qué todos nosotros, a pesar de haber nacido buenos, en cuanto creados por Dios y dotados con el poder de elegir entre el bien y el mal, inevitablemente nos volvemos malos; y no encontrando una solución, Bianchi termina culpando a la Biblia por un error que es solo suyo, fruto de sus carencias, no sólo de formación metafísica, sino incluso de básica formación catequética y doctrinal. Pero sobre las enseñanzas de Bianchi acerca del pecado original, y su parangón con el dogma católico, seguiremos hablando en el próximo artículo.

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