Hoy, algunas consideraciones teológicas sobre el lugar y el oficio de Pedro y sus sucesores en la Iglesia, que quizás puedan compensar las otras consideraciones, las de ayer (las mías y las de otros), excesivamente enfocadas en detalles personales, y con demasiadas suposiciones de "lo que creemos que ha ocurrido de lo que no sabemos si ha ocurrido".
----------Acerca del dogma católico del Primado de Pedro y sus sucesores, uno podría adquirir más profundidad en su comprensión, si fuera visto -por ejemplo- desde las perspectivas bizantinas: desde el cristianismo oriental la Primacía Petrina alcanza ángulos de visión que frecuentemente pasan desapercibidos cuando se considera el Papado desde una visión estrechamente latina occidental.
----------Tras leer ayer algunos artículos sobre las perspectivas bizantinas sobre el Primado de Pedro, terminaba por hacerme esta pregunta: ¿Qué podría haber dicho san Máximo el Confesor [580-662] (tal vez el padre oriental más explícitamente "papalista", en recto sentido) acerca del papa Francisco?...
----------Cuando los Padres conciliares de Calcedonia gritaron "¡Pedro ha hablado a través de León!", supongo que de ninguna manera quisieron decir "¡Qué doctrina novedosa tan emocionante! ¡Qué inteligentemente ha pensado León!". Creo que se referían a algo mucho más parecido a: "León ha cumplido con el deber de Pedro de defendernos contra la innovación herética". Es decir, se trata del mandado de Nuestro Señor Jesucristo: "confirma fratres tuos", para lo cual todo Sumo Pontífice goza de indefectible gracia magisterial.
----------Tanto en Oriente como en Occidente, el Papado al menos se ha orientado a funcionar como un obstáculo contra toda innovación en lo doctrinal. El cardenal John Henry Newman [1801-1890], felízmente canonizado por el papa Francisco el año pasado, llamó a esta función del Papado: una remora, o sea una barrera frente a las novedades. El Concilio Vaticano I afirmó muy felizmente y claramente que el Espíritu Santo no fue prometido a los Sucesores de Pedro para que, bajo Su inspiración (la del Espíritu Santo), pudieran enseñar una nueva doctrina. Sabemos que esa novedad, ese progreso doctrinal, existe, pero sólo en el sentido de un mejor entendimiento quoad nos, del dato revelado.
----------Hay que decirlo claramente una vez más, para que se entienda bien: el ultrapapalismo de los bergoglianos papólatras no es más Catolicismo; es algo muy mucho menos católico. Es confundir los dos rostros del Papa: su aspecto humano y su aspecto sobrehumano.
----------La camarilla o Garde du Corps en torno al papa Francisco, es de hecho una milicia de guardianes de una Revolución que nada tiene de Católica, porque desde hace ya siete años nos ha ocultado, o privado, o al menos nos ha hecho mucho más difícil encontrarnos con el Papado que tenemos derecho a tener los católicos, un Papado otorgado por Dios para la misión que Dios le ha impuesto: dedicarse a proteger y exponer cuidadosamente lo que se ha transmitido, tradito: la Tradición. En lugar de esto, una "facción agresiva e insolente" (¡como la llamaba Newman de manera tan sucinta y expresiva!) se ha venido esforzando y todavía se sigue esforzando por imponernos un falso Papado que el Vaticano I ha repudiado explícitamente, y que lamentablemente el llamado "espíritu del Vaticano II" (que no el propio Concilio Vaticano II y sus documentos, por supuesto) y los comisarios que han velado estos sesenta años por cumplir ese famoso "espíritu del Concilio Vaticano II" han venido promoviendo, operando como un pseudo-Papado, motor infatigable de permanente falsa innovación doctrinal, ambigüedad y desorden, disfrazados de inspiración del Espíritu Santo: "magisterio paralelo" condenado, combatido, y llorado, por san Pablo VI.
----------La lucha contra ese "magisterio paralelo", ciertamente, no ha terminado. Mi percepción y la de muchos es que la esencia de la delincuencia doctrinal y moral de los muchos papólatras que rodean al papa Francisco radica en su repudio de facto de lo que el Concilio Vaticano I enseñó sobre las limitaciones y el propósito del Ministerio Papal, doctrina que, por supuesto, no fue contradicha por el Concilio Vaticano II, sino confirmada y esclarecida.
----------Johann J.I. Döllinger [1799-1890], pobre hombre, fue (para pena de Newman) excomulgado por sentirse incapaz de suscribirse a las enseñanzas del Concilio Vaticano I. Para su desgracia, no alcanzó a darse cuenta que, en la Providencia más misericordiosa de Dios, el Concilio Vaticano I era un monumento contra el mal comportamiento papal, contra el exceso papal. Releamos también el Concilio Vaticano II con este enfoque.
----------Por supuesto, y también hay que decirlo, para que nadie se llame a confusión en estos días obscuros: el papa Francisco es, sin duda, el único Papa genuino, como lo ha dejado claro varias veces Joseph Ratzinger en estos años (aunque el propio profesor Ratzinger se vea, tiendo a creer, algo confundido quizás en su propia teología sobre los alcances y los límites del oficio de Pedro). Que no haya dudas sobre esto. El Sedevacantismo es un trastorno mental equivalente en falsedad al Bergoglianismo.
----------Tras leer ayer algunos artículos sobre las perspectivas bizantinas sobre el Primado de Pedro, terminaba por hacerme esta pregunta: ¿Qué podría haber dicho san Máximo el Confesor [580-662] (tal vez el padre oriental más explícitamente "papalista", en recto sentido) acerca del papa Francisco?...
----------Cuando los Padres conciliares de Calcedonia gritaron "¡Pedro ha hablado a través de León!", supongo que de ninguna manera quisieron decir "¡Qué doctrina novedosa tan emocionante! ¡Qué inteligentemente ha pensado León!". Creo que se referían a algo mucho más parecido a: "León ha cumplido con el deber de Pedro de defendernos contra la innovación herética". Es decir, se trata del mandado de Nuestro Señor Jesucristo: "confirma fratres tuos", para lo cual todo Sumo Pontífice goza de indefectible gracia magisterial.
----------Tanto en Oriente como en Occidente, el Papado al menos se ha orientado a funcionar como un obstáculo contra toda innovación en lo doctrinal. El cardenal John Henry Newman [1801-1890], felízmente canonizado por el papa Francisco el año pasado, llamó a esta función del Papado: una remora, o sea una barrera frente a las novedades. El Concilio Vaticano I afirmó muy felizmente y claramente que el Espíritu Santo no fue prometido a los Sucesores de Pedro para que, bajo Su inspiración (la del Espíritu Santo), pudieran enseñar una nueva doctrina. Sabemos que esa novedad, ese progreso doctrinal, existe, pero sólo en el sentido de un mejor entendimiento quoad nos, del dato revelado.
----------Hay que decirlo claramente una vez más, para que se entienda bien: el ultrapapalismo de los bergoglianos papólatras no es más Catolicismo; es algo muy mucho menos católico. Es confundir los dos rostros del Papa: su aspecto humano y su aspecto sobrehumano.
----------La camarilla o Garde du Corps en torno al papa Francisco, es de hecho una milicia de guardianes de una Revolución que nada tiene de Católica, porque desde hace ya siete años nos ha ocultado, o privado, o al menos nos ha hecho mucho más difícil encontrarnos con el Papado que tenemos derecho a tener los católicos, un Papado otorgado por Dios para la misión que Dios le ha impuesto: dedicarse a proteger y exponer cuidadosamente lo que se ha transmitido, tradito: la Tradición. En lugar de esto, una "facción agresiva e insolente" (¡como la llamaba Newman de manera tan sucinta y expresiva!) se ha venido esforzando y todavía se sigue esforzando por imponernos un falso Papado que el Vaticano I ha repudiado explícitamente, y que lamentablemente el llamado "espíritu del Vaticano II" (que no el propio Concilio Vaticano II y sus documentos, por supuesto) y los comisarios que han velado estos sesenta años por cumplir ese famoso "espíritu del Concilio Vaticano II" han venido promoviendo, operando como un pseudo-Papado, motor infatigable de permanente falsa innovación doctrinal, ambigüedad y desorden, disfrazados de inspiración del Espíritu Santo: "magisterio paralelo" condenado, combatido, y llorado, por san Pablo VI.
----------La lucha contra ese "magisterio paralelo", ciertamente, no ha terminado. Mi percepción y la de muchos es que la esencia de la delincuencia doctrinal y moral de los muchos papólatras que rodean al papa Francisco radica en su repudio de facto de lo que el Concilio Vaticano I enseñó sobre las limitaciones y el propósito del Ministerio Papal, doctrina que, por supuesto, no fue contradicha por el Concilio Vaticano II, sino confirmada y esclarecida.
----------Johann J.I. Döllinger [1799-1890], pobre hombre, fue (para pena de Newman) excomulgado por sentirse incapaz de suscribirse a las enseñanzas del Concilio Vaticano I. Para su desgracia, no alcanzó a darse cuenta que, en la Providencia más misericordiosa de Dios, el Concilio Vaticano I era un monumento contra el mal comportamiento papal, contra el exceso papal. Releamos también el Concilio Vaticano II con este enfoque.
----------Por supuesto, y también hay que decirlo, para que nadie se llame a confusión en estos días obscuros: el papa Francisco es, sin duda, el único Papa genuino, como lo ha dejado claro varias veces Joseph Ratzinger en estos años (aunque el propio profesor Ratzinger se vea, tiendo a creer, algo confundido quizás en su propia teología sobre los alcances y los límites del oficio de Pedro). Que no haya dudas sobre esto. El Sedevacantismo es un trastorno mental equivalente en falsedad al Bergoglianismo.
Personalmente no me adscribo al Sedevacantismo. Que los Cardenales hayan hecho lobby, se hayan reunido antes del Cónclave del 2013 para discutir o promover posibles candidatos papables no me molesta. ¿O es que todavía queda alguien que piense que esto no ha sucedido en cónclaves anteriores? Simplemente ha ocurrido que antes no nos enterábamos, y de hecho los Cardenales antes fueron mucho más fieles en cumplir la obligación del estricto secreto sobre los asuntos relacionados con el Cónclave. Hoy, por el contrario, con los actuales medios de comunicación (sobre todo internet), nos enteramos debido a la inclinación de algunos Cardenales por ser el centro de atención mediante "revelaciones confidenciales" (explícitas o implícitas) de lo que sucedió en los cónclaves, una tendencia que es censurable y degradante para el cargo de Cardenal de la Romana Iglesia.
ResponderEliminarLo que me preocupa es la "actual administración": por supuesto, el papa es Bergoglio, no digo que no tengamos un Papa válido, sino que no tenemos un verdadero Pastor, no tenemos un verdadero Sucesor de Pedro, que "confirme a los hermanos" y defienda sin ambigüedades las verdades de la Fe. Me parece que ése es el verdadero escándalo del actual pontificado del papa Francisco.
Aunque hay que recordar que la Iglesia ya ha estado antes en similares situaciones. Hoy está la Iglesia en esta obscura situación, y sobrevivirá a la tragedia. En cuanto a nosotros, debemos ser fieles a la Fe de nuestro bautismo independientemente de lo que diga el papa Francisco. La "obediencia debida" no será una excusa cuando nos enfrentemos al Juicio Final.
Quiero aportar un dato: Theophanes Cerameus, escritor bizantino del siglo XII, en la Homilía 55 [PG 132, 960-965] trata sobre "el deber petrino de defendernos contra la innovación herética", y escribe: "Las puertas del infierno que no prevalecerán contra la Iglesia son sin duda los tiranos que la persiguen, y los fundadores de las herejías. Se les llama 'las puertas del infierno' en sentido figurado porque arrastran a sus seguidores hacia las trampas del infierno".
ResponderEliminar(...) "Dice Jesús: 'Y te daré las llaves del reino de los cielos'. Pero, ¿cuáles son las llaves y de qué tipo de puerta es nombrado Pedro el guardián? Cristo es la puerta, como él mismo declaró; y la llave de esa puerta es la fe, la fe que confió a su principal discípulo". (...) "El Señor le ha dado las llaves a Pedro y sus sucesores, para mantener la puerta del Reino de los Cielos inaccesible para los herejes e impenetrable para ellos, pero fácil de entrar para los fieles".
Gracias por el artículo.
ResponderEliminarVengo del protestantismo. Como parte de mi largo proceso de conversión, leí y releí la "Pastor aeternus" como, supongo, todos los posibles conversos deberían hacerlo. Un documento simple y claro como lo son tantos documentos anteriores al Concilio Vaticano II. La "Pastor aeternus" presenta la enseñanza de la Iglesia de una manera directa, y logró borrar muy rápidamente mis preocupaciones protestantes con el dogma de la (temida) infalibilidad. Aunque mucho también le debo a Newman y sus escritos, que mis dudas hayan quedado definitivamente borradas.
La "Pastor aeternus" es un documento de doble naturaleza: describe tanto la autoridad que posee un Papa, como las limitaciones de esa autoridad, que de hecho se expresan en la necesidad que tiene el Papa de defender la fe.
Posiblemente, una larga serie de Papas superiores a la media dio la impresión de que los Papas eran siempre infalibles, que no podían ejercer el libre albedrío en el ejercicio de sus propios deberes (o eludirlos) y solo podían, con los pies firmemente plantados en el suelo de la Tradición, en el depósito de la Fe, declarar, apoyar y promover cosas maravillosas siempre de una profunda y estricta ortodoxia. Este malentendido (causado por olvidar que los Papas son también hombres pecadores y falibles) se convirtió en una cultura papalista, que se convirtió a su vez en un seudo dogma sobre la infalibilidad "permanente" de los Papas.
Bueno, ahora, con el papa Francisco, ese pequeño malentendido se ha revelado como tal: un malentendido.
Muy sencillo, Fr Filemón. Gracias por su retorno! Gracias por su siempre útiles y sugerentes orientaciones.
ResponderEliminarMe preocupa que el autor de la entrada hable de ese modo del papa emérito, Benedicto XVI.
ResponderEliminar¿Por qué lo llama "profesor Ratzinger"? Claramente no corresponde ese título, sino "Su Santidad...". Ha querido mantener el nombre de su Ministerio, porque él entiende que continúa su ministerio; y sigue siendo su título distintivo. En sus fotografías (incluso las más recientes), sigue apareciendo con su "anillo del pescador" exhibido en su mano derecha. Ningún "profesor" puede hacer eso.
Necesitamos aceptar ante todo lo que es: Papa, aunque emérito.
Para el que escribió en relación con el ex Papa Benedicto XVI que "lleva su "Anillo de Pescador" ... Si con esto se quiere decir el "anillo de pescador" o sea, el anillo papal que Benedicto XVI usó como Papa, está muy equivocado. El anillo que usa no es para nada el anillo papal que usó desde 2005 hasta su renuncia. Es uno nuevo, uno distinto al anterior, y que lo ha seguido usando estos siete años, quizás es un anillo que usaba como obispo o cuando era cardenal. Habrá que ver los detalles exactos, viendo fotografías anteriores.
ResponderEliminarLa diferencia visual entre los anillos es bastante obvia.
Gracias, Fr Filemón, esta publicación resume claramente todo lo que está mal en el tema en cuestión. ¡Hay tanto por lo que indignarse!, pero también una clara evidencia de la realidad de las enseñanzas de nuestra Iglesia. ¡Gracias! Esta es una gran ayuda para las personas "de las periferias", que (como es mi caso) pueden no tener tanto tiempo para leer y estudiar.
ResponderEliminarRecordemos que Pio IX y su Concilio, impulsaron el ultramontanismo (aunque los documentos del Vaticano I son correctos y equilibrados), ultramontanismo que ahora vuelve al ataque con los amigos de Francisco, los papólatras. Curiosamente, ahora son los liberales (y no los conservadores) quienes están impulsando una idea tan ignorante del ministerio petrino.
ResponderEliminarPero..., gracias a Pio IX se produjo una comprensión sesgada y anti tradicional del ministerio petrino en la Iglesia. La cuestión de si el Vaticano I fue realmente un Concilio "libre", dada la intimidación y persecución de obispos por parte de Pío IX, es un tema todavía discutible ... me parece a mí.
Herminia: Me ha sorprendido ver tu comentario sobre el "Anillo del Pescador". Había leído mucho que este anillo, el de Benedicto, no había sido destruido, y que él todavía lo llevaba puesto. Suponía que era así, ya que no había escuchado a nadie decir nada distinto. Hasta ahora. Luego que vi tu comentario, hice un rápido viaje por fotos de Ratinzer anteriores y posteriores, más antiguas y más recientes, y sí, parece ser cierto lo que tú dices. Mirando las fotos con cuidado, parece ser que los anillos son diferentes.
ResponderEliminarCuriosamente, Francisco no diseñó el suyo propio, sino que usa uno que perteneció al Papa Pablo VI, cuando lo usa, ya que con frecuencia usa su anillo de Obispo argentino.
Aparentemente, los Papas no están obligados a usar el "anillo de pescador" en todo momento. ¿Alguien puede aclarar más esta cuestión?
Aporto un interesante punto de vista.
ResponderEliminarMaximos V. Hakim, patriarca greco-católico melquita de Antioquía y todo el Este, tiene un enfoque interesante sobre este tema. En una entrevista en "Eastern Churches Journal", Vol. 4 No.2 del verano de 1997, p.12, dijo:
"Debe reconocerse que todos los Concilios después del primer milenio, incluidos el Vaticano I y II, no pueden describirse como ecuménicos. Porque la inmensa mayoría de los obispos de la Iglesia Oriental no participó en ellos. Sin embargo, incluso Roma nunca ha dejado de reconocer a esos obispos su validez episcopal, lo que nos impide atribuir el carácter de ecuménicos a estos Concilios, a pesar de que fueran aprobados por el Obispo de Roma, o sea, no son del mismo valor que los Concilios de los primeros siglos".
"Deberían considerarse Concilios de una Iglesia en particular, la Iglesia de Occidente. Las decisiones tomadas en esas asambleas no pueden considerar tener validez para las Iglesias orientales que no participaron en ellas".
"Fue Pablo VI quien en 1974, en las celebraciones del 700 aniversario del Concilio de Lyon, dio crédito a la redefinición al describir a este último, no como un concilio ecuménico sino como 'el sexto de los sínodos generales celebrados en Occidente' ".
"Estaba explicando que todo lo que la Iglesia de Roma definió y estableció unilateralmente no puede imponerse en Oriente. Lo que es válido para el Concilio de Lyon obviamente es válido para los Concilios posteriores".
La única verdadera unidad cristiana que puede existir es "la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4: 3). Aparte de esto, solo hay maniobras políticas para mantener el control.
ResponderEliminar