miércoles, 3 de abril de 2024

Verdades de Fe (9/24) El Hombre

Recordamos que el propósito de esta serie de artículos es hacer un elenco completo y preciso de todas las verdades de fe, expresadas en las más importantes Actas del Magisterio. Hoy abordamos las verdades de fe acerca del hombre. Los puntos que trataremos son los siguientes: el hombre es un único ente viviente; compuesto de alma espiritual y de cuerpo; el alma humana es forma sustancial del cuerpo; el razonamiento y la fe; el poligenismo es contrario a la Revelación; el alma humana es creada inmediatamente por Dios; la dignidad de la persona; Dios ha creado al hombre varón y a la mujer. [En la imagen: fragmento de "La creación de Adán", fresco de Miguel Ángel, pintado alrededor del año 1511, en la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano].

Notas: 1) Las proposiciones en letra negrita y entre comillas " " son las palabras textuales de los dogmas (1° y 2° grado) o de las proposiciones próximas a la fe (3° grado). El resto es mi comentario o explicación; 2) las frases en negrita grande evidencian los dogmas de primer grado, las que están en negrita normal los dogmas de segundo grado; 3) en la medida que me ha sido posible, he convertido en positivo las sentencias en negativo, para así mostrar al lector qué es lo que la Iglesia enseña. De lo cual se comprende fácilmente qué es lo que la Iglesia condena.
   
El hombre es un único ente viviente, compuesto de alma espiritual y de cuerpo
   
----------"Dios es un solo principio de todas las cosas; creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, espirituales y corporales; que por su omnipotente virtud a la vez desde el principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana, y después la humana, como común, compuesta de espíritu y de cuerpo" (Concilio Lateranense IV, cit., Denz.800).
----------"En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. El hombre, por su interioridad es, en efecto, superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones, y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino. Al afirmar, por tanto, en sí mismo la espiritualidad y la inmortalidad de su alma, no es el hombre juguete de un espejismo ilusorio provocado solamente por las condiciones físicas y sociales exteriores, sino que toca, por el contrario, la verdad más profunda de la realidad" (Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, cit., n.14).
   
El alma humana es forma sustancial del cuerpo
   
----------"Definimos que la sustancia del alma racional o intelectiva es verdaderamente, de por sí y esencialmente forma del cuerpo humano" (Concilio de Vienne, del 1312, Denz. 902).
----------"Con la aprobación de este sagrado Concilio, declaramos que es hereje quien niega que el alma humana es inmortal" (Concilio Lateranense V, del 1513, Denz. 1440).
   
El razonamiento y la fe
   
----------"El razonamiento puede probar con certeza la existencia de Dios, la espiritualidad del alma y la libertad del hombre. La fe es posterior a la revelación y, por tanto, no puede convenientemente alegarse para probar la existencia de Dios contra el ateo, ni la espiritualidad y libertad del alma racional contra el seguidor del naturalismo y fatalismo" (Sagrada Congregación del Índice, Decreto del 11 de junio de 1855, Denz. 2812).
   
El poligenismo es contrario a la Revelación
   
----------"Es evidente que parecerán irreconciliables con la genuina doctrina católica las explicaciones que sobre el pecado original dan algunos autores modernos, los cuales, partiendo del supuesto, que no ha sido demostrado, del poligenismo, niegan, más o menos claramente, que el pecado, del que ha derivado tanta confluencia de males en la humanidad, haya sido ante todo la desobediencia de Adán, el 'primer hombre', figura de aquel futuro (Conc. Vaticano II, Constitución Gaudium e spes, n.22; cf. también n.13) cometido al inicio de la historia. En consecuencia, tales explicaciones ni siquiera concuerdan con la enseñanza de la Sagrada Escritura, de la Sagrada Tradición y del Magisterio de la Iglesia, según la cual el pecado del primer hombre es transmitido a todos sus descendientes no por vía de imitación sino de propagación, 'inest unicuique proprium', y es 'mors animae', es decir, privación y no simple carencia de santidad y de justicia incluso en los niños recién nacidos (Conc. Tridentino, ses. V, can. 2-3)" (San Paulo VI, Discurso a los Participantes en el Simposio sobre el misterio del pecado original, del 11 de julio de 1966).
   
El alma humana es creada inmediatamente por Dios
   
----------"La fe católica nos manda sostener que las almas son creadas inmediatamente por Dios" (Pío XII, Encíclica Humani generis, cit., n.29, Denz. 3896).
   
La dignidad de la persona
   
----------"En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo hombre es persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello, universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto.
----------Si, por otra parte, consideramos la dignidad de la persona humana a la luz de las verdades reveladas por Dios, hemos de valorar necesariamente en mayor grado aún esta dignidad, ya que los hombres han sido redimidos con la sangre de Jesucristo, hechos hijos y amigos de Dios por la gracia sobrenatural y herederos de la gloria eterna" (San Juan XXIII, Encíclica Pacem in terris, del 11 de abril de 1963, n.9).
   
Dios ha creado al hombre varón y a la mujer
   
----------Dios ha creado al hombre varón y mujer para la reproducción de la especie sobre esta tierra y para su permanencia en la resurrección final.
----------"En la 'unidad de los dos' el hombre y la mujer son llamados desde su origen no sólo a existir 'uno al lado del otro', o simplemente 'juntos', sino que son llamados también a existir recíprocamente, 'el uno para el otro'. De esta manera se explica también el significado de aquella 'ayuda' de la que se habla en el Gén 2,18-25: 'Voy a hacerle una ayuda adecuada'. El contexto bíblico permite entenderlo también en el sentido de que la mujer debe 'ayudar' al hombre, así como éste debe ayudar a aquella; en primer lugar por el hecho mismo de 'ser persona humana', lo cual les permite, en cierto sentido, descubrir y confirmar siempre el sentido integral de su propia humanidad.
----------Se entiende fácilmente que -desde esta perspectiva fundamental- se trata de una 'ayuda' de ambas partes, que ha de ser 'ayuda' recíproca. Humanidad significa llamada a la comunión interpersonal. El texto del Gén 2,18-25 indica que el matrimonio es la dimensión primera y, en cierto sentido, fundamental de esta llamada. Pero no es la única. Toda la historia del hombre sobre la tierra se realiza en el ámbito de esta llamada. Basándose en el principio del ser recíproco 'para' el otro en la 'comunión' interpersonal, se desarrolla en esta historia la integración en la humanidad misma, querida por Dios, de lo 'masculino' y de lo 'femenino'" (San Juan Pablo II, Exhortación apostólica Mulieris dignitatem, del 15 de agosto de 1988, n.7).
----------"El significado originario y fundamental de ser cuerpo, como también de ser, en cuanto cuerpo, varón y mujer -es decir, precisamente el significado 'esponsalicio'- está unido con el hecho de que el hombre es creado como persona y llamado a la vida 'in communione personarum'. El matrimonio y la procreación en sí misma no determinan definitivamente el significado originario y fundamental del ser cuerpo ni del ser, en cuanto cuerpo, varón y mujer. El matrimonio y la procreación solamente dan realidad concreta a ese significado en las dimensiones de la historia" (San Juan Pablo II, Audiencia General 13 de enero de 1982, n.4).
----------"Los cuerpos humanos, recuperados y al mismo tiempo renovados en la resurrección, mantendrán su peculiaridad masculina o femenina y el sentido de ser varón o mujer en el cuerpo en el 'otro siglo' se constituirá y entenderá de modo diverso del que fue desde 'el principio' y, luego en toda la dimensión de la existencia terrena" (San Juan Pablo II, Audiencia general del 2 de diciembre de 1981, n.4).
----------El sexo humano, el ser varón y ser mujer, no es algo extrínseco a la persona entendida como si fuera un yo puro espíritu, manipulable al arbitrio del sujeto, ni mucho menos es una fuerza de por sí adversa al espíritu o estímulo al pecado, sino que es, a condición de que esté bien regulada por la razón y por la fe, una cosa santa, sagrada y sublime, y -como ha dicho el papa Francisco- un "don de Dios", destinado, por tanto, a la resurrección gloriosa. "Verdaderamente, en el sexo radican las notas características que constituyen a las personas como hombres y mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual, teniendo así mucha parte en su evolución individual y en su inserción en la sociedad" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona Humana, acerca de ciertas cuestiones de ética sexual, del 29 de diciembre de 1975).

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