sábado, 20 de abril de 2024

Verdades de Fe (13/24) Los Sacramentos

En nuestro decimotercer capítulo, examinaremos las verdades de fe (dogmas y doctrina de la Iglesia) acerca de los Sacramentos. Se tratarán los siguientes puntos: esencia y función de los sacramentos; la acción litúrgica; el Bautismo; el dogma acerca de que el ser humano es concebido con la culpa original; la Confirmación; la Eucaristía; la adoración eucarística; el sacramento de la Penitencia; las indulgencias; la Unción de los enfermos; el sacramento del Orden; los tres grados del sacramento del Orden; el sacramento del Orden está reservado al hombre varón; la institución divina del sacerdocio ministerial; la esencia y el fin de la Misa; el dogma de la transustanciación; la expulsión del demonio; el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial; el sacramento del Matrimonio; los sacramentales. [En la imagen: fragmento del "Tríptico de los Siete Sacramentos", óleo sobre madera de roble, realizado entre 1445 y 1450, por Roger van der Weyden, conservado y expuesto en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, Bélgica].

Notas: 1) Las proposiciones en letra negrita y entre comillas " " y en letra negrita son las palabras textuales de los dogmas (1° y 2° grado) o de las proposiciones próximas a la fe (3° grado). El resto es mi comentario o explicación; 2) las frases en negrita grande evidencian los dogmas de primer grado, las que están en negrita normal los dogmas de segundo grado; 3) en la medida que me ha sido posible, he convertido en positivo las sentencias en negativo, para así mostrar al lector qué es lo que la Iglesia enseña. De lo cual se comprende fácilmente qué es lo que la Iglesia condena.
   
Esencia y función de los sacramentos
   
----------"Los sacramentos de la Nueva Ley fueron todos instituidos por Jesucristo Señor Nuestro y no son más ni menos de siete". "Contienen la gracia que significan", "actúan por el simple hecho de ser obrados (ex opere operato)", "el bautismo, la confirmación y el orden, confieren el carácter" (Concilio de Trento, Denz. 1601, 1606, 1608).
   
La acción litúrgica
   
----------"En toda acción litúrgica, juntamente con la Iglesia, está presente su divino Fundador: Jesucristo está presente en el augusto sacrificio del altar, ya en la persona de su ministro, ya, principalmente, bajo las especies eucarísticas; está presente en los sacramentos con la virtud que transfunde en ellos, para que sean instrumentos eficaces de santidad; está presente, finalmente, en las alabanzas y en las súplicas dirigidas a Dios, como está escrito: 'Donde dos o tres se hallan congregados en mi nombre, allí me hallo yo en medio de ellos' (Mt 18,20). Por tanto, la sagrada liturgia constituye el culto público que nuestro Redentor tributa al Padre como Cabeza de la Iglesia, y el que la sociedad de los fieles tributa a su Fundador y, por medio de El, al Eterno Padre: es, diciéndolo brevemente, el completo culto público del Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, de la Cabeza y de sus miembros" (Pío XII, Encíclica Mediator Dei, del 20 de noviembre de 1947, nn.28-29, Denz. 3840-3841).
----------"La Liturgia, por cuyo medio se ejerce la obra de nuestra Redención, sobre todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. Es característico de la Iglesia ser, a la vez, humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina; y todo esto de suerte que en ella lo humano esté ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo presente a la ciudad futura, hacia la cual estamos encaminados" (Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, del 4 de diciembre de 1963, n.2).
   
La liturgia
   
----------"La Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza" (Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, cit., n.10).
   
El Bautismo
   
----------"Es el sacramento de la regeneración mediante el agua y la palabra. Nosotros nacemos de Adán ya hijos de ira por naturaleza (Ef 2,3); pero en virtud del Bautismo renacemos en Cristo hijos de misericordia, dado que a cuantos Lo recibieron, a los creyentes en Su Nombre, les dio el poder de convertirse en hijos de Dios; los cuales no de sangre, ni de querer de carne, ni de querer de hombre, sino de Dios han nacido" (Catecismo Romano, II parte, cap. II, Librería Editorial Santa Catalina, Buenos Aires, 1950, p.71).
   
Se es concebido con la culpa original
   
----------"El albedrío de la voluntad, debilitado en el primer hombre, no puede repararse sino por la gracia del bautismo" (Concilio de Orange [Arausicanum], del 3 de julio del 529, Denz. 383).
----------No se es concebidos hijos de Dios. Se es concebidos con la culpa original, esclavos del demonio, y se deviene hijos de Dios, libres con la libertad de aquellos que son movidos con el Espíritu Santo, con el Bautismo. Sin embargo, la gracia no está ligada a los sacramentos, sino que Dios puede transmitirla a quien sin culpa no puede recibir el sacramento.
   
La Confirmación
   
----------"La confirmación de los bautizados es un verdadero y propio sacramento" (Concilio de Trento, Denz. 1628).
   
La Eucaristía
   
----------"En el santísimo sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con el alma y la divinidad, de nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; y no sólo como en un signo, en figura o virtualmente" (Concilio de Trento, Denz. 1651).
   
La adoración eucarística
   
----------"No queda ningún lugar a duda de que, conforme a la costumbre recibida de siempre en la Iglesia Católica, todos los fieles de Cristo en su veneración a este santísimo sacramento deben tributarle aquel culto de latría que se debe al verdadero Dios" (Concilio de Trento, Denz. 1643).
   
El sacramento de la Penitencia
   
----------"La penitencia en la Iglesia Católica es verdadera y propiamente sacramento, instituido por Cristo Señor nuestro para reconciliar con Dios mismo a los fieles, cuantas veces caen en pecado después del bautismo" (Concilio de Trento, Denz. 1701).
   
Las indulgencias
   
----------"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal debida por los pecados, perdonados ya en lo que se refiere a la culpa, remisión que el fiel, convenientemente dispuesto y bajo determinadas condiciones, conquista por intervención de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, dispensa y aplica con plena autoridad el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos. La indulgencia es parcial o plenaria según que libera en parte o totalmente de la pena temporal debida por los pecados" (San Paulo VI, Constitución apostólica Indulgentiarum doctrina, del 1° de enero de 1967).
----------La Iglesia no acostumbra ya precisar cuanto tiempo de purgatorio viene quitado en la indulgencia parcial. La costumbre precedente (por ejemplo, 100 días) tenía un significado aproximativo o simbólico, dado que en realidad, el prelado que concede la indulgencia tiene ciertamente el poder de obtener del Señor la disminución de la pena, pero no le es concedido de Dios el saber o determinar exactamente la medida en la cual puede ser abreviada.
   
La Unción de los enfermos
   
----------"La unción de los enfermos es verdadera y propiamente sacramento instituido por Cristo nuestro Señor" (Concilio de Trento, Denz. 1716).
   
El sacramento del Orden
   
----------"En el Nuevo Testamento está presente un sacerdocio visible y externo, un sacramento instituido por Cristo como potestad de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor y de perdonar los pecados" (Concilio de Trento, Denz. 1771-1773).
   
Los tres grados del sacramento del Orden
   
----------"En la Iglesia Católica existe una jerarquía, instituida por ordenación divina, la cual consta de obispos, presbíteros y ministros" (Concilio de Trento, Denz. 1776).
   
El sacramento del Orden está reservado al hombre varón

----------"Con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia" (San Juan Pablo II, Carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, del 22 de mayo de 1994, n.4).
   
Institución divina del sacerdocio ministerial. Esencia y fin de la Misa
   
----------"Dios y Señor nuestro Jesucristo, aunque había de ofrecerse una sola vez a sí mismo a Dios Padre en el altar de la cruz, con la interposición de la muerte, a fin de obrar la eterna redención; como, sin embargo, no había de extinguirse su sacerdocio por la muerte (Heb 7,24.27), en la última Cena, la noche que era entregado, para dejar a su esposa amada, la Iglesia, un sacrificio visible, como exige la naturaleza de los hombres, por el que se representara aquel suyo sangriento que había una sola vez de consumarse en la cruz, y su memoria permaneciera hasta el fin de los siglos (1 Co 11,23ss), y su eficacia saludable se aplicara para la remisión de los pecados que diariamente cometemos, declarándose a sí mismo constituido para siempre sacerdote según el orden de Melquisedec (Sal 109,4), ofreció a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y de vino y bajo los símbolos de esas mismas cosas, los entregó, para que los tomaran, a sus Apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento, y a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó con estas palabras: Haced esto en memoria mía, etc. (Lc 22,19; 1 Co 11,24), como siempre la Iglesia ha entendido y entiende" (Concilio de Trento, Denz. 1740).
   
El dogma de la transustanciación
   
----------"La Iglesia de Dios tuvo siempre la persuasión y ahora nuevamente lo declara en este santo Concilio, que por la consagración del pan y del vino se realiza la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo Señor nuestro, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. La cual conversión, propia y convenientemente, ha sido llamada transustanciación por la santa Iglesia Católica" (Concilio de Trento, Denz. 1642).
   
La expulsión del demonio
   
----------"La Iglesia, fiel a la plegaria del Señor, cuidó misericordiosamente, desde los tiempos antiguos a través de sacramentales, que con súplicas piadosas a Dios se procurase que los fieles cristianos fueran librados de todos los peligros y, especialmente, de las insidias del diablo. Así, de una manera peculiar, fueron instituidos en la Iglesia los exorcismos, para que a través de ellos, imitando la caridad de Cristo, fueran curados los poseídos por el Maligno, y expulsados los demonios en nombre de Dios, de modo de evitar a las criaturas humanas todo perjuicio" (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam, del 22 de noviembre de 1998).
   
Sacerdocio común de los fieles y sacerdocio ministerial
   
----------"El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes esencialmente y no sólo en grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del único sacerdocio de Cristo. El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige el pueblo sacerdotal, confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio, concurren a la ofrenda de la Eucaristía y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante" (Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, cit., n.10).
   
El sacramento del Matrimonio
   
----------"El perpetuo e indisoluble lazo del matrimonio, lo proclamó por inspiración del Espíritu divino el primer padre del género humano cuando dijo: Esto sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Por lo cual, abandonará el hombre a su padre y a su madre y se juntará a su mujer y serán dos en una sola carne (Gn 2,23s; cf. Ef 5,31). Que con este vinculo sólo dos se unen y se juntan, lo enseñó más abiertamente Cristo Señor, cuando refiriendo, como pronunciadas por Dios, las últimas palabras, dijo: Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne (Mt 19,6), e inmediatamente la firmeza de este lazo, con tanta anterioridad proclamada por Adán, la confirmó El con estas palabras: Así, pues, lo que Dios unió, el hombre no lo separe (Mt 19,6; Mc 10,9)" (Concilio de Trento, Denz. 1797-1798).
   
Los sacramentales
   
----------"Los sacramentales son cosas o acciones de las que suele servirse la Iglesia, lo mismo, en cierto modo, que de los sacramentos, para conseguir por su impetración, efectos principalmente espirituales" (Código de Derecho Canónico de 1917, can. 1144). "Entre ellos se cuentan las consagraciones, las bendiciones y los exorcismos" (can. 1147-1153). "Su eficacia depende de la obra de la Iglesia operante" (can. 1144). "El ministro es un clérigo debidamente autorizado" (can. 1146). Los sacramentales comunican tanta más gracia cuanta es mayor la santidad del ministro y la devoción del receptor.
----------"Los sacramentales han sido instituidos por la jerarquía eclesiástica, y su eficacia se deriva más bien de la acción de la Iglesia (ex opere operantis Ecclesiae), en cuanto ella es santa y obra siempre en íntima unión con su Cabeza" (Pío XII, Encíclica Mediator Dei, cit., n.40, Denz. 3844).

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