viernes, 5 de abril de 2024

Israel Pueblo de Dios (1/4)

La Iglesia nunca ha definido como verdad de fe que Dios haya dado a Israel la Palestina. Pero también la exégesis actual no tiene ninguna dificultad en reconocer que se trata de un dato revelado, que acaso algún día la Iglesia podrá definir como dogma de fe y, por tanto, como verdad necesaria para obtener la salvación. Y de hecho, como dice el apóstol san Pablo, nosotros, los cristianos provenientes de los gentiles, somos un olivo silvestre injertado en el olivo originario, y por consiguiente, ¿cómo nosotros los cristianos podríamos prosperar sin el debido respeto a este olivo? Además, el proclamar esto como dogma podría sostener y alentar a Israel en su misión espiritual en servicio a la humanidad y defenderlo de sus enemigos.

Sorprende como el pueblo judío sabe conservar su identidad racial
   
----------La Sagrada Escritura, revelación de nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es el testimonio escrito de los orígenes, de los protagonistas, de la sabiduría, de las instituciones, de la literatura y de la historia a la vez turbulenta y edificante, amarga y entusiasmante, escandalosa y fascinante,  humanísima y extraordinaria, banal y prodigiosa, única entre aquellas de cualquier otro pueblo, de un puebloque ha sido pre-elegido por Dios, el pueblo de Israel, por eso llamado "pueblo de Dios".
----------Israel es un pueblo de una específica raza, de una específica lengua, de una específica religión, organizado según un específico sistema político, propietario de un específico territorio: el pueblo judío o pueblo de Israel, hoy constituyendo el Estado de Israel residente en su territorio teniendo por capital a Jerusalén.
----------Como sabemos por la Escritura, el pueblo de Israel tuvo inicio con Abraham, padre de Isaac, padre de Jacob, quien precisamente asumió el nombre de Israel. El término Israel significa "Dios es fuerte". Es significativo el hecho de que entre todos los nombres de los Estados del mundo, Israel es el único donde el nombre de Dios aparece en el mismo nombre del Estado. Como es sabido, Dios promete a la descendencia de Abraham la posesión de una tierra, que subsecuentemente revelará ser la Palestina.
----------Este pueblo presenta, más allá del hecho de eventuales mezclas, siempre accidentales u ocasionales, una precisa e inconfundible identidad racial que sorprendentemente se ha podido conservar a lo largo de milenios hasta llegar a nuestros días, a pesar de la diáspora a la cual ha estado sometido desde hace dos mil años, diáspora parcialmente cesada con el retorno de parte de los Judíos a su tierra a partir de finales del siglo XIX, como por lo demás había sido predicho por los profetas.
----------Las razas humanas, siendo organismos biológicos capaces de diferente grado de realización, no son todas de la misma dignidad, no todas favorecen al mismo nivel de poder las actividades del espíritu y de la cultura. De ahí las diversas mentalidades, espiritualidades, religiones y culturas.
----------Ciencia y filosofía son valores universales, por el hecho de que dependen de la razón en cuanto tal, razón que es común a todos los hombres en cuanto hombres. Sin embargo, a causa de los diferentes condicionamientos biológicos raciales, de hecho el grado de la cultura, de la sabiduría o virtud no es el mismo en todas y cada una de las razas. Y esto es testimoniado por la evidencia de los hechos que siempre han estado ante los ojos de todos. Es obvio que al mismo tiempo el grado de inteligencia y de cultura dependen también del empeño voluntario de los individuos en el desarrollo del espíritu.
----------Esto no es racismo, sino ciencia y experiencia, si somos honestos y objetivos. El hecho es que no todas las razas favorecen la ciencia y la virtud al mismo nivel, si no tenemos las anteojeras de un falso igualitarismo, que es precisamente lo que causa injusticias y discriminaciones.
----------No se puede negar que los Romanos sean maestros en el derecho, los Griegos en la filosofía, como los Alemanes en el sentimiento, los Italianos en las bellas artes, los Eslavos en la emotividad, los Rusos en la mística, los Indios en la espiritualidad, los Chinos en la sabiduría práctica, los Anglosajones en la técnica.
----------Por su lado, el Judío sobresale en la intuición de lo divino, en la necesidad de sinceridad, en el sentido del culto a Dios, del valor de la familia, del bien común, de la libertad de conciencia, sobresale en el sentido de de los negocios, en la economía y el comercio.
----------El Judío es el paradigma del hombre. En el Hebreo todo es grande: la radicalidad de las aspiraciones como la dureza de corazón, la sabiduría como la necedad, la soberbia como la humildad, la sinceridad del pensar y del hablar como la doblez, la mirada hacia el cielo como la avaricia y el apego a la tierra, la religiosidad como la impiedad, el espíritu de sacrificio como la astucia, la nobleza como la abyección.
----------Ahora bien, es necesario que distinguamos el ser judío del judaísmo o religión judía. El ser hebreo es una entidad racial. De hecho, un hebreo puede ser irreligioso. Un no-hebreo puede abrazar la religión hebrea o judía. También un hebreo puede ser cristiano.
----------El cristianismo es la plenitud del hebraísmo o judaísmo, así como el Nuevo Testamento perfecciona y no suprime el Antiguo Testamento. De hecho, Dios ha llamado al judío a ser modelo de cristianismo para todos los demás pueblos. El cristiano no-judío tiene el deber de mostrarle al judío no-cristiano que nuestro Señor Jesucristo es la plenitud del judaísmo.
----------Otro aspecto es el de la lengua. La lengua hebrea, en comparación con otras lenguas, es pobre en vocablos, pero sus palabras poseen raíces de las cuales se pueden obtener múltiples significados, conectados entre sí de tal manera que forman verdaderos y propios sistemas conceptuales. Sin embargo, Dios ha elegido esta lengua para revelarse en plenitud a la humanidad.
   
La tierra prometida
   
----------Otra cosa que sorprende en el pueblo judío, surgido de un solo hombre, Abraham, es cómo ya con Abraham y luego subsecuentemente con Moisés, Josué y David, haya determinado con precisión sus fronteras y conquistado su territorio, y cómo a lo largo de milenios ha podido permanecerle fiel hasta el día de hoy, como lo atestiguan la historia y la Sagrada Escritura.
----------La tierra de Canaán es en realidad un territorio de dimensiones muy modestas, si lo comparamos con Persia, India o China, un territorio con un clima cálido, escasa fertilidad, escasez de agua y por tanto de vegetación, aunque la Biblia lo designe como un "país que mana leche y miel", por lo cual se hace difícil entender cómo Abraham haya preferido esta tierra a su patria de origen, si no hubiera sido por su deseo de escapar de su tierra habitada por politeístas, mientras que él había descubierto el atractivo del Dios único.
----------A diferencia de otros pueblos deseosos de expandirse y de fundar imperios, como fue el pueblo romano o el de Ciro o el de Alejandro Magno o los ingleses, o el propio pueblo árabe con el Islam, el pueblo judío nunca ha alimentado tales ambiciones, debido también a su reticencia a los viajes marinos, es más, siempre se ha preocupado de mantenerse distinto y separado de los demás pueblos, también por motivos religiosos, para no dejar que su monoteísmo sea contaminado por los ídolos de los otros pueblos.
   
¿Cómo sabemos que Dios ha dado a los Hebreos la posesión de la Palestina?
   
----------Un problema exegético que nos planteamos algunos cristianos, particularmente los teólogos, es el de saber si la revelación recibida por Abraham de la tierra prometida es o no es verdadera revelación divina, objeto de fe teologal, o bien es una idea que se hizo Abraham, transmitida luego a su posteridad como revelación divina, y siempre creída como tal por los  Hebreos hasta los Judíos de hoy.
----------Ahora bien, ¿qué nos dice la Iglesia, heredera de la revelación veterotestamentaria? ¿Puede decirnos algo al respecto? ¿Que los Hebreos sean los legítimos posesores de la Palestina porque así lo ha querido Dios, es también verdad de fe para nosotros los cristianos? Para nosotros los cristianos, ¿la tesis según la cual Dios ha asignado a Israel la posesión de la Palestina es Palabra de Dios o es una convicción sólo humana y discutible, que los Judíos se han formado a partir de Abraham?
----------De hecho, la moderna exégesis histórico-crítica ha demostrado cómo muchos datos que la Escritura, sobre todo veterotestamentaria, parece presentar como revelación divina o como dato revelado, tras un examen más detenido y atento realizado con los métodos exegéticos modernos, se han revelado como ideas propias de la cultura de la época. Basta pensar solamente en la tesis de la inferioridad de la mujer o en el precepto del herem, que implica la destrucción total del enemigo.
----------Pues bien, la tradicional fe hebraica en el hecho de que Dios ha donado a los Hebreos la posesión de la tierra de Canaán está confirmada por los resultados más recientes de la historia de las civilizaciones, de las artes, de los comercios y de las religiones, por la antropología cultural, por la arqueología, por la numismática. Ningún pueblo antiguo jamás ha contestado o disputado a Israel su territorio.
----------La Iglesia nunca ha definido como verdad de fe que Dios haya dado a Israel la Palestina. Pero hay que reconocer también que la exégesis actual no tiene ninguna dificultad en reconocer que se trata de un dato revelado, que algún día la Iglesia podrá definir como dogma de fe y, por tanto, como verdad necesaria para obtener la salvación. Y de hecho, como dice el apóstol san Pablo, nosotros, los cristianos provenientes de los gentiles, somos un olivo silvestre injertado en el olivo originario: ¿y cómo podríamos prosperar los cristianos sin el debido respeto a este olivo? Además, el proclamar esto como dogma podría sostener y alentar a Israel en su misión espiritual en servicio a la humanidad y defenderlo de sus enemigos.
----------Además, para evitar el antisemitismo no basta con un genérico aprecio del Judío como persona humana: es necesario respetar en él lo que Dios ha querido hacer de él. En tal sentido, san Juan Pablo II ha dicho que los Judíos son nuestros "hermanos mayores", no en el sentido de que la religión cristiana sea inferior a la judía, sino en el sentido de que en cada Judío debemos saber reconocer su superior vocación, aunque no le haya sido fiel. Despreciar al Judío no es sólo injusticia; es una herejía que bloquea el camino a la salvación.
----------Los romanos dominaron sobre Israel por motivos de orden público, dada las turbulencias de los zelotes que no querían aceptar la autoridad del Imperio de Roma, pero nunca discutieron que la Palestina perteneciera a los Hebreos. Los primeros en negar que Dios hubiera dado a los Hebreos la Palestina fueron los musulmanes con la pretensión de que Dios les había dado a ellos y no a los Judíos la Palestina, ya que se consideraban los verdaderos descendientes de Abraham en lugar de Isaac, el antepasado de los Judíos.
----------En cuanto a la narración bíblica del modo con el cual los Hebreos ocuparon bajo el liderazgo de Josué la tierra prometida, esto sí que nuestra mirada moral de hoy, educada por el Evangelio y por el conocimiento de los derechos humanos, nos hace comprender que no puede en absoluto reflejar la voluntad divina, sino sólo nos recuerda las costumbres bárbaras de aquella época, costumbres por lo demás comunes a todos los pueblos.
----------Por eso, tal narración, muy lejos de remitirnos a un mandato divino, nos deja disgustados y horrorizados al constatar la violencia con la cual los Hebreos expulsaron o exterminaron a aquellas tribus que ocupaban el territorio que Israel consideraba ser suyo por revelación divina. Está claro que a estos actos de violencia hoy no podemos dejar de condenarlos, a la luz de esos principios de civilización que la propia Biblia nos inculca.
----------Por consiguiente, está claro que comportamientos de este género deben ser explicados en razón de la ignorancia que los pueblos de aquella época, incluido Israel, tenían de esos elementales principios de civilización, que prescriben que la ocupación de un territorio habitado por otros, por mucho que estemos convencidos de que nos pertenezca, debe ser hecha con la debida delicadeza y buenas maneras, llegando a razonables acuerdos con los residentes en el territorio que pretendemos ocupar, tal como lo hicieron los Judíos, que desde finales del siglo XIX regresaron en grupos o poco a poco a Palestina.
----------Por lo demás, lo que sorprende y que no se encuentra en otros pueblos es la combinación de este apego a la propia tierra con el fenómeno de la diáspora, motivado ya sea por causas de fuerza mayor, como por calamidades o por libre elección, pero sin que las comunidades dispersas por todo el mundo olviden ni descuiden durante siglos la preservación de su identidad étnica, cultural y religiosa.
   
Israel es elegido por Dios, pero si no es fiel, no puede ser predilecto
   
----------La Escritura revela que Israel es una realidad étnica elegida por Dios y llamada a ser pueblo santo entre los gentiles y redentor de la humanidad, y Dios le advierte a través de los profetas que podrá ser verdadero Israel, Israel de Dios, sólo si es verdadero Israel, es decir, Israel según el espíritu, sólo si respeta el pacto de alianza estipulado con los enviados de Dios. Los profetas ya advierten que Dios ciertamente ha elegido a Israel para ser luz del mundo; pero para que el judío sea salvo y efectivamente predilecto por Dios, para ser verdaderamente pueblo de Dios, no le basta al hebreo su condición racial, su descendencia abrahámica, porque pueden ser pueblo de Dios incluso aquellos pueblos paganos que viven en la observancia de los mandamientos divinos, aunque no conozcan la alianza hecha por Dios con Abraham.
----------Dios ha llamado a Israel a ser pueblo sacerdotal, real y profético entre todos los pueblos legisladores de la humanidad, bendición para todos los pueblos, pero si no corresponde a esta excelsa vocación, Dios lo castiga tanto más severamente cuanto mayor es su responsabilidad frente a la de los otros pueblos.
----------Así, ya en el Antiguo Testamento se advierte que comienza a hacerse camino la idea de que se puede ser pueblo de Dios aunque no se pertenezca a Israel en sentido racial. Esta idea es la precursora del nuevo Israel fundado por Cristo, al que Él llama "Iglesia", correspondiente a la asamblea del Israel del Antiguo Testamento, nuevo Israel que tiene por estatuto la nueva Alianza.
----------Según la Escritura, no basta, por tanto, ser hebreo en sentido racial para beneficiarse de las promesas hechas a Abraham y desempeñar una función de guía de la humanidad hacia la salvación, sino que es necesaria la plena fidelidad a la alianza hecha por Dios con Abraham y subsecuentemente mejorada y precisada con Moisés, hasta la Nueva Alianza estipulada por Cristo en su sangre.
----------Las narraciones bíblicas y la historia de Israel y de Jerusalén en estos dos mil años dan testimonio de una alternancia de fidelidad e infidelidad de Israel a Dios, a la cual corresponde una consiguiente alternancia de intervenciones divinas que ora glorifican a Israel con períodos de esplendor y florecimiento y de victorias sobre sus enemigos, ora enviando calamidades y desgracias para castigarlo y reclamarle su fidelidad a la alianza, ora permitiendo dolorosos y dramáticos conflictos internos.
----------A lo largo de la historia, Dios alternativamente favorece y penaliza a Israel, tiene piedad y castiga, eleva y humilla, aflige y consuela, siempre con intención pedagógica, correctiva, purificadora y formativa, santificadora y glorificadora. Pensemos por un lado en la gloria de los Hebreos, en Abraham, en los profetas, en Moisés, en David, en Cristo, en la Virgen, en los apóstoles, en los genios en los diversos campos del saber, en la literatura, en la política, en el arte y en la ciencia.
----------Por otro lado, pensemos en las aflicciones y en los mártires del hebraísmo, en la esclavitud egipcia y babilónica, pensemos en el sometimiento a los verdaderos imperios. Pensemos en las persecuciones infligidas a los judíos por parte de los cristianos y de otros pueblos. Pensemos en la shoá. Pensemos en el odio de Hamás contra Israel. Hamás malinterpreta el Corán al querer la destrucción de los Judíos. El Corán no quiere en absoluto la destrucción, sino la salvación de los Judíos.
----------De aquí surge la distinción paulina entre el Israel según la carne y el Israel según el espíritu. Lo que cuenta para la salvación es ser Israel según el espíritu, aunque no se sea según la carne. Y Cristo igualmente dirá que de nada sirve ser hijos de Abraham en sentido físico si no se lo es en la fe en Él.

15 comentarios:

  1. Por desgracia, si hay un grupo étnico que se ha mezclado con los pueblos entre los cuales residía es precisamente el judío. La identidad judía no es "racial" sino cultural.

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    1. Estimado Lucio,
      usted mismo, en su comentario, habla de grupo étnico. ¿Y cómo hace usted entonces para distinguirlo de los demás, si no es por una diferencia de raza? El mismo racismo, que en sí mismo es ciertamente abominable, presupone sin embargo la posibilidad de distinguir una raza de otra.
      No existe ninguna duda de que la mezcla o mestizaje racial también se da entre los judíos. Sin embargo, no hay ninguna duda de la existencia de la diáspora, es decir, de la existencia de grupos étnicos judíos diseminados por todo el mundo, distinguibles de grupos étnicos diferentes, y esto hasta tal punto es verdad que el Estado de Israel acoge sin dificultad al grupo étnico judío, mientras que para los otros grupos, se requieren procedimientos burocráticos adecuados para que alguien pueda ingresar como ciudadano a Israel.
      Por cuanto respecta a la identidad cultural, debemos decir que la cultura hebrea verdadera y propia es la cultura bíblica. Desde este punto de vista reconozco de buen grado que existe una cultura judía que surge de una mezcla de temas bíblicos con culturas de otros pueblos. En este sentido se puede hablar de una cultura genuinamente judía, en cuanto fundada en la Biblia, y de una cultura judía en un sentido general, como la cultura de los judíos que adoptan culturas extra-judías.

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    2. Precisamente siguiendo sus acontecimientos históricos con dispersión geográfica y siglos de matrimonios mixtos, me parece muy difícil identificar la identidad judía en una determinada herencia genética sino más bien en el compartir una cultura y una religiosidad basadas en la Biblia. Israel, entonces, es un Estado totalmente laico donde esta corriente cultural prevalece numéricamente pero, según la ley, no tiene más derechos que un druso israelí o un árabe-cristiano.

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    3. Estimado Lucio,
      la cuestión de la raza es esencialmente una cuestión biológica. Es decir, se trata de determinar científicamente, con la máxima precisión posible, las características físicas que constituyen la identidad de un determinado grupo racial. Indudablemente nos encontramos ante una multiplicidad de razas, donde las fronteras de cada una de ellas suelen ser imprecisas debido al hecho de que frecuentemente hay una mezcla de razas. Ahora bien, los estudiosos de las razas han notado que la raza judía conserva una identidad biológica que se mantiene a lo largo del tiempo. Desde este punto de vista, la Biblia proporciona una documentación histórica, que nos permite remontarnos al menos hasta Abraham. Por cuanto respecta a los árabes, aunque sean una raza mestiza, sin embargo, según la documentación bíblica, son afines a los judíos, porque ellos también son descendientes de Abraham.
      Otra cuestión que se plantea respecto del ser judío es la cuestión jurídica, donde notamos en la tradición judía una gran precisión en el determinar el ser judío. En particular, esta identidad depende del ser hijo de madre judía. Esta documentación permitió a los nazis identificar a los judíos a quienes debían exterminar.
      Otra consideración que podemos hacer es que la raza judía es muy acogedora. Si por un lado se preocupa por su propia identidad, por otro lado esta raza siempre se ha mostrado dispuesta a acoger elementos raciales propios de otras razas, a través de matrimonios mixtos. Esta disponibilidad ha creado algunos fenómenos interesantes, como la figura del judío alemán, como han sido por ejemplo Marx, Lessing, Freud, Edith Stein, Husserl, Einstein, Scheler, Fromm, Buber y muchos otros. En este caso nos encontramos con sujetos étnicamente mixtos, que, manteniendo una dosis de sangre judía, han adoptado sin embargo doctrinas ajenas a la religión judía. El judío, por tanto, no es en absoluto una realidad cultural, sino esencialmente un hecho biológico sorprendente por la capacidad que ha tenido a lo largo de milenios para preservar su propia identidad biológica. Y este hecho confirma el dato bíblico según el cual la raza y el pueblo judíos han sido particularmente bendecidos por Dios, comenzando por Abraham.
      Por cuanto respecta al hecho cultural y religioso, recordemos que se trata de valores que no dependen de la naturaleza biológica, y por tanto de la raza, sino de una elección de la voluntad. Por esta razón, a nadie le está prohibido, aunque no sea judío, asumir la religión judía. Al mismo tiempo sabemos que desgraciadamente muchos judíos no aceptan en absoluto la fe judía. De hecho, quienes mataron a nuestro Señor eran judíos y, sin embargo, fueron infieles a la religión judía. Por consiguiente, el hecho cultural no tiene nada que ver con el ser judío. El ser judío no es un hecho cultural. Sin embargo, es muy cierto que, como se desprende claramente de la Biblia, Dios eligió al pueblo judío entre todos los demás para ser un pueblo sacerdotal, lo que indica el camino de salvación no sólo para los judíos, sino para toda la humanidad. Este judío, que es el salvador de toda la humanidad, es nuestro Señor Jesucristo.

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    4. Estimado padre Filemón,
      la lectura que usted hace de la historia humana (y de la Salvación) en términos de descendencia biológica me deja francamente muy perplejo.
      ¿Cuáles serían esos "estudiosos de las razas" de los que habla usted, cuando todos los biólogos modernos afirman que existe sólo una raza, la humana, y que no se pueden encontrar elementos de verdadera diversificación en el ADN humano, ni siquiera entre un chino y un africano que son somáticamente bien distinguibles?
      ¡Figurémonos si es posible identificar una raza hebrea cuando hay judíos negros (los falasha), otros indoeuropeos (los ashkenazi) y otros semitas y por tanto indistinguibles de las poblaciones árabes con las cuales conviven desde hace 35 siglos!
      Reitero que ser judío es un hecho esencialmente cultural, es decir, reconocerse en la historia de la salvación tal como la describe la Biblia incluso (y es una de las muchas paradojas del judaísmo) si no se cree en Dios.

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    5. Estimado Lucio,
      mi discurso es muy simple. Le daré algunos ejemplos.
      Todos notamos la diferencia entre un congoleño, un australiano y un chino. Ahora bien, usted no me puede decir que no hay diferencia entre estas diferentes razas. Distinguir las diferentes razas es un hecho de simple buen sentido común, incluso antes de ser un dato científico. Esto no significa ser racista.
      Entonces, ¿qué es el racismo en realidad?
      El racismo es la pretensión de determinar con exactitud una raza absolutamente pura, que esté libre de influencias de otras razas, del mismo modo que nosotros podemos distinguir al hombre del animal. Ejemplo famoso de racismo es el de los nazis, quienes sostenían que hay más distancia entre un ario y un judío que entre un judío y un simio. Este tipo de racismo no tiene nada que ver con un sano concepto de la raza, que no pone en absoluto en discusión la universalidad de la naturaleza humana.
      Por cuanto respecta al concepto de pueblo, es necesario distinguir el concepto de pueblo del concepto de la raza. La raza es el agrupamiento de personas humanas, las cuales, desde el punto de vista físico, tienen particulares características que lo distinguen de otros agrupamientos humanos que tienen características diferentes.
      Por cuanto respecta al caso de los judíos africanos o chinos, este hecho no niega en absoluto la existencia de la raza judía, sino que se trata simplemente de una mezcla de diferentes razas, donde el elemento racial prevalente hará que el individuo sea llamado según al nombre de ese elemento.
      Llegados a este punto, el discurso no ha terminado, porque sabemos que existe una tradición hebrea jurídica, que establece lo que es ser hebreo en sentido jurídico, de modo tal que puede suceder que un sujeto, en el cual prevalece un elemento no judío, sea considerado legalmente judío.
      Por cuanto respecta al concepto de pueblo, el pueblo es el efecto colectivo de una convención establecida comunitariamente por una comunidad de personas, que se reconocen afines por motivos no sólo raciales, sino también culturales, morales, jurídicas e históricas.

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    6. Estimado padre Filemón: no me ha convencido. Independientemente de la validez científica del término, el tema de la raza es irrelevante a nivel teológico. No es casualidad que la Iglesia nunca utilice el término "raza" judía sino siempre el de "pueblo" judío. El elemento sociológico y cultural prevalece sobre el (también discutible) biológico. Atentamente.

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    7. Estimado Lucio,
      la Iglesia no usa el término "raza" para los Hebreos porque es algo de tal manera evidente que ni siquiera es necesario hablar de ello. El Magisterio de la Iglesia tiene la tarea de hablar de cosas de la fe, que están por encima de la razón, no de cosas evidentes que distinguen incluso los niños.
      El Magisterio de la Iglesia no tiene la tarea de revelarnos la existencia del agua caliente y cómo distinguirla del agua fría. El pueblo judío presupone la raza judía. El Estado de Israel acoge preferentemente a ciudadanos de raza judía, jurídicamente determinada por la ascendencia materna. La tierra de Canaán pertenece por divina disposición al pueblo de Israel, reunido en el Estado de Israel, que es la forma estatal en la cual se ha constituido jurídicamente el pueblo de Israel biológicamente fundado en la raza judía, los hijos de Abraham según la carne.
      Supongo que usted sabe distinguir a los europeos de los mongoles, de los chinos, de los indios, de los eslavos, de los aborígenes australianos, de los africanos, de los pigmeos, de los indios pieles rojas, de los aborígenes amazónicos y de los lapones. ¿Qué es lo que son éstas, sino razas? Incluso un niño puede ver estas diferencias. Busque en una enciclopedia bajo la voz "raza" y comprenderá lo que intento decir.
      Ahora bien, no hay duda de que los límites entre una raza y otra raza son a veces imprecisos, no hay duda que la clasificación de las razas no sea fácil, no hay duda que hay mezclas de razas. Pero si hay una mezcla, existe lo que es distinto, hay una distinción entre razas; de lo contrario, ni siquiera se puede hablar de mezcla. Si a una bebida se la llama "chocolatada" es porque distinguimos el cacao de la leche. Si el mulato o el mestizo existe es porque es resultado de la unión de dos padres de diferentes razas.
      Lo mismo se puede decir para los Hebreos, todos nacidos de Abraham y conservados con su identidad racial hasta el día de hoy y destinados a permanecer, según la fe judía y católica, hasta el fin del mundo. El pueblo es otra cosa. El pueblo es una entidad moral espiritual. A diferencia de la raza, que es una entidad física biológica, el pueblo es efecto de un pacto social. El pueblo es una entidad jurídica, moral y espiritual. Un pueblo puede presuponer una raza, como el pueblo chino o el pueblo indio o el pueblo japonés, pero no necesariamente, como el pueblo americano, el pueblo ruso o el pueblo argentino.

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    8. El pueblo judío es un concepto racial y teológico al mismo tiempo. Es una realidad de fe tanto para el judío observante como para nosotros los cristianos. Es el pueblo elegido por Dios, que es a la vez entidad racial nacida de Abraham y asamblea reunida bajo la alianza con Dios. En este sentido la Iglesia es el nuevo Israel, el Israel de Dios, el nuevo pueblo de Dios, que abraza a todos los pueblos y a todas las razas.
      La raza judía son aquellos a los que san Pablo llama "hijos de Abraham según la carne", los cuales, sin embargo, para poder beneficiarse de la predilección divina, deben serlo también según el Espíritu, acogiendo en la única fe a todos los demás pueblos y razas de la tierra. ¿Cómo entonces no habría pluralidad de razas?
      La variedad y pluralidad de las razas no rompe en absoluto la unidad de la especie humana y la universalidad de la esencia humana, presente en todas las razas. Por lo tanto, las razas no son más que diferentes modos físicos de existir, los cuales, creados por Dios, constituyen un conjunto armonioso en el cual las diversas razas tienen el objetivo de completarse entre sí, dependiendo de las peculiaridades propias de cada raza, por lo cual la raza es la base biológica de la persona humana, que condiciona de diversos modos y medidas la diversidad de las culturas y de las espiritualidades propias del género humano.
      Este hecho impone el deber de conservar la propia raza respetando a las demás. El error del racismo fue el de creer que la raza pueda determinar los niveles de humanidad, rompiendo así el valor de la igualdad humana. Que algunas razas tienen más predisposición para ciertos valores y otras razas menos predisposición para esos mismos valores, es sin duda un hecho, pero este hecho no debe ser entendido en absoluto como si pudiera existir una graduación o clasificación del sere humano que pudiera justificar cualquier forma de discriminación que prejuzgue o socave la igual dignidad de todos los seres humanos.

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    9. Padre Filemón, lo que no alcanzo a entender es el significado cristiano de esta revisión póstuma de la lúgubre teoría racial. Si hay una religión universalista y anti-racial esa es precisamente el cristianismo...

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    10. Estimado Lucio,
      no se debe en absoluto confundir el racismo con el respeto a la diversidad de las razas, creadas por Dios, para que vivan en armonía entre ellas comunicando sus diferentes valores culturales, que encuentran en esa diversidad biológica el condicionamiento físico de la vida espiritual.
      Acabo de publicar un breve artículo sobre este tema.

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  2. "Las razas humanas, siendo organismos biológicos capaces de diferente grado de realización, no son todas de la misma dignidad, no todas favorecen al mismo nivel de poder las actividades del espíritu y de la cultura" con todo respeto, esto parece escrito por Chamberlain o Hitler.

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    1. Estimado Anónimo,
      en la persona humana, y por tanto, en cada individuo de la especie humana, es necesario distinguir diferentes grados aptitudinales en todos los niveles vitales de la persona.
      Suponiendo la identidad específica de la naturaleza humana, compuesta de alma y cuerpo, de igual grado ontológico en todos los individuos de la especie humana, principio éste de la igualdad y de la fraternidad humanas, por el cual todos los individuos tienen los mismos derechos y deberes fundamentales, la más elemental experiencia nos lleva a constatar que cada uno de nosotros nace no sólo con diferentes aptitudes en los diferentes campos de la vida, sino que entre dos individuos que tienen la misma aptitud, hay uno que la tiene más y otro que la tiene menos.
      Ahora bien, la raza no es más que una conformación biofísica con particulares características diferenciales, para la cual, con cierto grado de aproximación, sin poder hacer distinciones netas, es posible reconocer en ella una base biológica aptitudinal, que condiciona la vida espiritual.
      En este punto, la diferencia entre esta teoría experimental, aunque no tenga el rigor de la ciencia, y el racismo nazi, existe una diferencia radical y clarísima. Mientras que el racismo nazi está basado en una concepción del hombre de tipo materialista, según la cual una determinada dignidad material da lugar a una determinada dignidad espiritual, y viene a menos y se desconoce la igualdad humana, pero se teoriza una humanidad superior dominadora de una humanidad inferior, la correcta teoría de la dignidad de la raza según grados de perfección es un simple dato de hecho, es un valor creado por Dios y es, en fin, una condición biofísica graduada según los individuos, que explica los diferentes grados aptitudinales de la persona en el campo de actividad racional y espiritual, por lo cual por ejemplo el individuo o una raza puede estar más inclinado a la ciencia, otro a la filosofía, otro al trabajo, otro a la sociabilidad, otro a la religión, otro al arte y así sucesivamente.
      Reconocer estas diferentes aptitudes significa practicar el verdadero respeto hacia los individuos y respeto a la dignidad de las razas humanas, como entidades biológicas creadas por Dios. De tal modo se reconoce la diferente dignidad de cada grupo humano, se evitan las injusticias y las discriminaciones que pueden llegar hasta su destrucción o aplanamiento, y se favorece el desarrollo de las cualidades propias de cada individuo.

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  3. Estimado padre Filemón,
    usted escribe: "No se puede negar que los Romanos sean maestros en el derecho, los Griegos en la filosofía, como los Alemanes en el sentimiento, los Italianos en las bellas artes, los Eslavos en la emotividad, los Rusos en la mística, los Indios en la espiritualidad, los Chinos en la sabiduría práctica, los Anglosajones en la técnica."

    Allí usted menciona las características típicas de los romanos, griegos, alemanes, italianos, eslavos, rusos, indios, chinos, anglosajones. Por supuesto entiendo que no era su intención mencionar a todos los grupos raciales. Pero también entiendo que usted podría entender que los hispanos y los hispanoamericanos podrían tener un lugar en su lista de selección. Al fin de cuentas, gracias a España y Portugal, la Iglesia conquistó un inmenso territorio para el Evangelio en el siglo XV. Creo que la raza española merecía ser mencionada.
    Entonces: ¿puede señalar alguna aportación característica de los españoles?

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    1. Estimado Dino,
      yo intentaba solamente poner algunos ejemplos, pero es evidente que la raza española está muy extendida en América Latina y ha llegado a la zona meridional de América del Norte.
      Sin embargo, los españoles se han mezclado en pequeña medida con los indígenas de esas tierras, además de con otros europeos también inmigrantes desde el siglo XIX.
      Más allá del aporte étnico de los españoles, está claro que su contribución más importante ha sido la de la evangelización.
      Ahora bien, si queremos descender a los detalles, yo diría que el carácter español se distingue por una especial fuerza de ánimo y un vigoroso ingenio, que sin embargo a veces corre el riesgo de una excesiva pasionalidad.

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