miércoles, 17 de enero de 2024

El infierno en las palabras del Papa

El Santo Padre ha vuelto a referirse al infierno, con palabras que deberían ser subrayadas y tenidas en cuenta por aquellos predicadores (obispos y presbíteros) que suelen repetir literalmente en sus homilías frases de Francisco. Eso sí, debieran ser honestos y no omitir aquellas expresiones del Papa que condenan la herejía del difundido buenismo y misericordismo de nuestros días. [En la imagen: el papa Francisco entrevistado por Fabio Fazio, el pasado viernes 12 de enero, en el programa "Che tempo che fa", del canal de TV italiano Nove].

No todos se salvan
   
----------En la entrevista del pasado viernes 12 de enero en el programa de la TV italiana Che tempo che fa, interrogado por Fabio Fazio acerca de la cuestión del infierno, el Papa, refiriéndose a una de sus opiniones, dijo: "Esto no es un dogma de fe -lo que diré- es una cosa personal mía, que me gusta: me gusta pensar en el Infierno vacío. Es lo que me gusta pensar: espero que sea realidad. Pero es lo que me gusta pensar".
----------El Papa ha querido expresar, como hace frecuentemente, con una broma, en cierto tono jocoso, no obstante la extrema seriedad del tema, una especie de imaginación personal, como si dijera: si dependiera de mí, si yo fuera Dios, salvaría a todos. Pero sabemos que las verdades de la fe no se corresponden con lo que hubiéramos hecho nosotros ni con nuestra imaginación.
----------Las verdades de fe responden a misteriosos planes o proyectos divinos, aparentemente paradojales o escandalosos, que hunden sus razones en abismos que nosotros no llegamos a sondear o provienen de planes o proyectos infinitamente superiores a aquellos que con nuestra razón somos capaces de concebir; y esto es comprensible, ya que es evidente que la mente divina trasciende infinitamente a la nuestra y el modo divino de amar parece un amor loco, que sobrepasa nuestras medidas comunes.
----------Con este estilo espontáneo y picante, al margen de cualquier oficialidad, el Papa probablemente ha querido responder paternalmente a quienes hoy rechazan la bendición de las parejas irregulares, porque, según ellos, estarían "en estado de pecado mortal", pronunciando una juicio en foro interno respecto al estado de conciencia de dichas parejas, que parece decididamente temerario, sin que ello implique la más mínima aprobación de los pecados de adulterio o de sodomía en sí mismos ciertamente merecedores del infierno.
----------En base a cuanto he dicho hasta aquí, lo importante que debe decirse es que quienes quisieran negar la existencia de los condenados no pueden apelar a estas palabras del Papa, que, como él mismo ha dicho, no tienen ningún carácter de oficialidad, mientras que sobre este tema delicadísimo, nos son clarísimas las palabras de Nuestro Señor y las enseñanzas de la Iglesia.
----------Es necesario decir, por otra parte, que la esperanza de que todos se salven, expresada por el Santo Padre, no debe ser entendida como acto de la virtud teologal de la esperanza, que tiene por objeto la simple salvación personal, sino como expresión de un deseo personal, con el cual el Papa, no como Papa sino como simple cristiano, deja viajar libremente su imaginación de fe, casi haciendo actual una simple posibilidad de la omnipotente bondad divina.
----------De hecho, Cristo mismo, en su oración al Padre antes de ofrecerse para el extremo sacrificio, como nos refiere Juan (Jn 17,9), tiene estas palabras: "yo ruego por ellos", es decir, por "los hombres que me has dado del mundo" (Jn 17,6). Vale decir, se trata claramente de los elegidos; por eso continúa: "no ruego por el mundo, sino por aquellos que me has dado, porque son tuyos" (Jn 17,9).
----------Nos fatigamos en nuestro esfuerzo por comprender cómo un Dios omnipotente, infinitamente bueno y misericordioso, perfecto en sus obras, que remedia todos los males, pueda admitir la existencia de criaturas, creadas a su semejanza y redimidas por la sangre de Cristo, las cuales sin embargo son castigadas para siempre con espantosos tormentos sin ninguna posibilidad de salvación.
----------Está claro que, si Dios hubiera querido, habría podido salvar a todos. Los buenistas transforman en dato de hecho aquello que ha sido una simple posibilidad. ¿Pero por qué de hecho Dios no salva a todos? ¿Por qué permite que algunos Lo rechacen, Le digan que no? Porque ha tomado más cuidado de que cada uno haga su propia elección, incluso a costa de verSe rechazado, en lugar de tener la satisfacción de ser acogido por todos. Él sabe que es el verdadero supremo bien para todos y cada uno. Ciertamente se preocupa por la salvación de todos. De lo contrario, no habría dado a su Hijo para la salvación de los hombres. Pero prefiere que cada uno decida según su voluntad, tal es el respeto que Dios tiene de ella.
----------Cada uno de nosotros está puesto ante dos posibilidades en relación a su fin último: o por Dios y entonces he aquí el paraíso del cielo; o contra Dios y he aquí el infierno. Todos, al menos implícitamente, lo saben, y cada uno hace su elección. No hay forma de escapar de ello. Nadie puede abstenerse y nadie puede ser neutral, sino que todos están obligados a pronunciarse, a tomar posición.
----------Nadie puede decir: no me interesa, yo soy ateo y no creo en Dios. Se trata tan sólo de palabras. En realidad, también el que se autodefine "ateo" sabe que Dios existe y que debe responder ante Él de sus acciones. Todos saben lo que está en juego y cuáles son las consecuencias de su elección.
----------Nietzsche, como sabemos, no nutría ningún especial temor de ir al infierno. Es que al impío la ira divina y las amenazas de Cristo le hacen reír. Ahora bien, lo que absolutamente le interesaba a Nietzsche era desahogar su propio odio contra Dios. Si eso quería decir ir al infierno, ¡bien venga el infierno! pensaba Nietzsche. Por eso él habla de la necesidad y de la alegría de "danzar en el infierno".
----------Los condenados en el infierno, no obstante los atroces y eternos tormentos, están muy contentos de estar allí y de haber obtenido lo que han querido: mantenerse lo más lejos posible de Dios. Al rico epulón, ciertamente, la llama le da fastidio. Pero, en definitiva, ha ido allí donde él sabía que iría.
   
¿Con qué términos expresar la dinámica de la perdición?
   
----------Para hacer más comprensible y aceptable este trágico misterio de la libertad, quizás hoy convendría sustituir la expresión tradicional non omnes salvantur por no todos eligen a Dios.
----------Es verdad que cada uno hace su propia elección, pero también es verdad el hecho de que Dios elige sólo a algunos y no a otros, sin que sepamos el por qué, moviendo su voluntad hacia el bien, de modo que sin esta moción decisiva que depende de la discreción divina no se salvarían. Pero esto parece chocar con la voluntad divina expresamente declarada en la Escritura, de salvar a todos. ¿La voluntad del pecador vence a la voluntad divina? ¿Pero cómo entonces es cierto que Él "abre y nadie cierra" (Ap 3,7)?
----------Y sin embargo, si miramos a nuestra conciencia de pecadores y a la conducta pecaminosa de los hombres, no es difícil imaginar que es al menos plausible la existencia de los condenados, ya que el infierno no es otra cosa que el estado de aquellos que han decidido el irrevocable rechazo de la visión beatífica de Dios, en la cual consiste la esencia del paraíso del cielo. Cabe señalar, sin embargo, que incluso aquellos que odian al prójimo, rechazan implícitamente la visión beatífica de Aquel que es su creador y su salvador.
----------Cuando pecamos, aunque más no fuera con un simple pecado venial, en efecto, ¿qué expresamos sino el rechazo a buscar o ver el rostro o la imagen de Dios en sí mismo o en el hermano o en nosotros mismos? ¿Y no es esto ya un inicio y un anticipo o pregustación del infierno?
----------Ahora bien, para desterrar el miedo a ir al infierno, el remedio propuesto por los buenistas (la creencia de que el infierno está vacío) es un remedio peor que la enfermedad, porque en ese caso sucede lo que le ha ocurrido a Lutero, el cual, queriendo todo el pastel y también comérselo (o como suele decirse, querer comerse la chancha y tener los chanchitos), víctima de un falso concepto de la misericordia divina, creyendo que para salvarse baste creer ser salvado (sola fides, sola gratia), renunció a la vida ascética y a los votos religiosos para continuar pecando tranquilamente en la convicción de estar perdonado.
----------El saber que cometiendo ese determinado pecado se va al infierno es una ayuda para evitar ese pecado. Por esto, la falsa convicción de que todos modos somos salvos quita un freno al pecado y hace que uno se sienta libre de pecar: de todos modos -así razona Lutero- a mí no me sucederá nada. Aquí evidentemente se descubre el juego de los buenistas. La referencia a la misericordia es sólo un pretexto para sentirse libres de satisfacer la propia concupiscencia y pecar. De lo cual podemos ver cómo los misericordistas tienen un falso concepto de misericordia. Un pecado que no es castigado ya no aparece como pecado.
----------Por otra parte, para comprender cómo sea posible el infierno, no debemos referirlo a la categoría de la salvación, como se hace a menudo, sino a la categoría de la elección. Es cierto que el infierno acoge a aquellos que no han sido salvados o no han querido salvarse. Sin embargo, si centramos nuestra atención más bien en la categoría de la elección, comprenderemos mejor por qué hay algunos que van al infierno, naturalmente no porque elijan sufrir eternamente, lo cual repugna a cualquiera, sino porque quieren mantenerse alejados de Dios.
   
Doctrina de fe
   
----------La existencia de condenados no es dogma definido sino doctrina conciliar del Concilio de Quierzy del 853 (Denz. 623-624) y del Concilio de Trento (Denz. 1523). No es de extrañar que los pronunciamientos de la Iglesia sean tan escasos, porque la Iglesia siempre ha tenido a su disposición las mismas enseñanzas de Cristo, las cuales son clarísimas y tienen aún más autoridad que el dogma, siendo la misma palabra de Dios.
----------Ateniéndonos por tanto a lo anterior, para creer ortodoxamente en la existencia del infierno no basta creer en la simple posibilidad de la condenación. Ni siquiera es correcto decir que no sabemos si hay o no condenados. No, la verdadera fe nos prescribe creer que los condenados existen. Sólo que no sabemos quiénes son ni cuántos son. Podemos considerar, ateniéndonos a lo que dice Cristo, que los elegidos sean pocos.
----------De hecho, en el Evangelio, cuando nuestro Señor Jesucristo se pone a hablar acerca del infierno, usa tres modalidades expresivas: 1. a veces anuncia la existencia de los condenados como un futuro dato de hecho; 2. a veces habla del infierno en tono de amenaza o de advertencia; y 3. a veces habla en condicional: quien desobedece los mandamientos del Padre, va al infierno.
----------Por otra parte, si, como creen los buenistas, todos se salvan, entonces es claro que pierden todo su sentido dos conceptos bíblicos que son esenciales: el concepto de los elegidos y el concepto de los predestinados, de los cuales habla abundantemente la Tradición y, en particular, el Concilio de Trento, conceptos de los que hoy, en un generalizado clima buenista, no se escucha hablar nunca.
----------Me pregunto cómo, con qué imágenes o metáforas, imagina el luterano el paraíso del cielo. Si el cielo es representado por Cristo en aquellas parábolas en las cuales los servidores acuden al señor dueño de casa a presentarle los frutos de su trabajo o los talentos que han ganado, ¿cómo hace Lutero para negar que se necesitan méritos para conquistar el paraíso del cielo?
----------Si la salvación es salvación del pecado, ¿cómo hace Lutero para creer que la misericordia divina tan sólo cubre el pecado o finja no verlo y no lo borre totalmente? Es claro que el luterano se imagina el paraíso del cielo simplemente como un estado de inmenso y eterno bienestar, con el bienaventurado acariciado por un Dios que lo mima sin haberle exigido ningún esfuerzo ascético ni sacrificio expiatorio, puesto que es un Dios que ya no considera pecado lo que es pecado; es un Dios que, como se dice hoy con una pésima expresión, ha "limpiado" o "legitimado" el pecado. El mal ya no existe, sino que todo es bueno, incluso el mal, como decía Hegel, en esto en línea con Lutero. Pero esto no es lo que enseña el papa Francisco.
   
La desaparición del Dios severo
   
----------Sabemos bien por otra parte el papel que juega en la Escritura el concepto de la ira divina. No podemos ignorar absolutamente la figura y la obra del Dios airado, terrible, que hace justicia, alejando de sí, no perdona, se venga de sus enemigos y castiga con la muerte. Y sin embargo se trata del mismo Dios infinitamente bueno, misericordioso, piadoso, amantísimo, dulcísimo, tiernísimo, perdonador.
----------El papa Francisco, en la entrevista con Che tempo che fa, habló de las dos direcciones: la de "acercarnos al Señor" y la de "dejar que el Señor se acerque". "A veces, por las circunstancias, por la guerra por ejemplo, tenemos rabia en el corazón y la descargamos con el Señor: '¿Pero por qué tú permites estas cosas, por qué tú dejas que nos destruyamos así?'. Pero el Señor está cercano. Y para nosotros, el verdadero camino, incluso llorando así nuestro dolor, es dejar que el Señor se acerque. Y no olvidemos esto: a veces nos presentan al Señor como el juez implacable... Es verdad que es juez, es verdad. Pero Él es cercano, compasionable y misericordioso, éste es el Señor. Él no es el Dios que está ansioso por castigar, así lo presenta la Biblia, siempre. El problema es que nosotros tenemos miedo de pedir perdón".
----------Respecto a los castigos, el Papa explicó en la entrevista, de modo coloquial, que el de Dios "es el castigo del papá y de la mamá con el niño, cuando le dan algún castigo, alguna penitencia para corregirlo. El Señor, por así decirlo, castiga para corregir, castiga con amor. Es una mamá o un papá cuando le dan algo a un niño 'bum bum' (hace un gesto con la voz) si es un buen papá o una buena mamá, le duele más la mano, tiene más dolor en las manos que el dolor del niño en su trasero, es así. ¡Ay del papá y de la mamá que no sienten dolor cuando le dan una pequeña bofetada al niño! Algo no va bien allí".
----------Por tanto, Francisco observó luego a propósito de la frase del Acto de Contrición que recita "porque pecando he merecido tus castigos": "Si una persona hace algo malo, el juez lo pone en la cárcel. Las cosas malas deben ser castigadas. Pero es una expresión demasiado dura del amor de Dios. A mí me gusta más decir: 'porque pecando he entristecido tu corazón'. Me gusta más este modo. Porque el corazón de Dios también es un corazón humano, Él se hizo hombre y Él se entristece cuando ve nuestra dureza de corazón, nuestro plan de seguir adelante con nuestros egoísmos... Pero una cosa hermosa que me gusta pensar, es que Dios nos castiga acariciándonos, porque Él nos pone en dificultades en la vida para que pensemos en las cosas malas que hemos hecho y cambiemos de vida. A Él le interesa cambiar vidas, Él es el gran perdonador, no se cansa de perdonar. '¿Y cuántas veces tengo que perdonar?' - ¿80 veces? - Siempre - 8? 80? 800 veces? 'Siempre'. Porque el Señor dice que nosotros debemos perdonar así porque Él es así, Él siempre perdona, no se cansa de perdonar".
----------Ciertamente no es fácil resolver esta aparente paradoja. Sin embargo, en estos dos mil años los cristianos siempre han aceptado este dato de fe, que en última instancia corresponde a un concepto inherente a la religión natural, porque en todas las religiones existe el concepto del dios que premia y castiga. Todo hombre sabe que de sus acciones debe rendir cuenta a Dios, para recibir el premio o el castigo.
----------Pero el problema es que hoy ya no somos capaces de resolver esta paradoja, y el hecho es que creemos que estamos obligados a elegir: o el Dios airado o el Dios que perdona; o el Dios que castiga o el Dios que es todo ternura; o el Dios que salva a algunos o el Dios que salva a todos; o el Dios misericordioso o el Dios que no tiene misericordia: o el Dios que perdona o el Dios que no perdona.
----------Y como hoy se ha optado por el Dios que no castiga, entonces no se tiene escrúpulo en ignorar todos los pasajes de la Escritura que hablan del Dios que castiga. ¿Cómo se ha llegado a este punto? Se ha cambiado el concepto de Dios hasta el punto de concebir un Dios de conveniencia, que no existe y equivale a su negación. Han llegado a convertirse en ateos que siguen usando la palabra "Dios".
----------Es cierto que el Dios del Antiguo Testamento se presenta con acentos aterradores y muestra una severidad de la cual hoy Él nos ahorra. De hecho, Jesús ha venid a mostrarnos un plan de mayor misericordia del Padre, pero también el Dios del Antiguo Testamento muestra muchos signos de misericordia. Y, por otra parte, no es cierto, como cree Kasper (cf. La misericordia, clave del Evangelio y de la vida cristiana, Sal Terrae, Santander 2012), que el Dios del Nuevo Testamento ya no castiga (herejía típica de Marción en el siglo III). En efecto, siguiendo lo que nos dice la Carta a los Hebreos (Heb 10,26-31), podemos decir que el Dios de Jesucristo es aún más exigente, precisamente porque, habiendo recibido mayor misericordia, seremos tanto más culpables si lo hemos rechazado en comparación con aquellos que vivieron en el régimen de la Antigua Alianza.
----------Ha sucedido, sin embargo, que con esta difusión del buenismo, Dios ha perdido su realidad tal como es enseñada por la teología natural, por las Escrituras y por la fe cristiana, y se ha convertido en un fantasma de nuestra imaginación -una idea de la razón, como decía Kant-, teniendo como propósito el justificar y avalar todas nuestras acciones, por las cuales, como nosotros y no Él decidimos lo que es bueno y lo que es malo, es claro que no tenemos necesidad de ser juzgados por Él porque somos nosotros los jueces de nosotros mismos.
----------No él sino nosotros somos los administradores de la justicia, no según sus leyes, sino las nuestras. No existe una justicia divina con la cual Dios premia y castiga. O si queremos hablar de justicia divina, como nos sugiere Lutero, ella no es otra cosa que su misericordia, con la cual perdona a todos y salva a todos, avalando todo tipo de acción humana por el simple hecho de que es fruto de nuestra conciencia y de nuestra libertad.
----------Ya sabemos por nosotros mismos quién merece premio y quién merece castigo. Es suficiente la justicia humana. Para hacer las leyes no es necesario basarse en la Escritura, sino que basta el Congreso. Es suficiente con que Milei se ponga de acuerdo con las bancadas de los diputados y de los senadores. Nosotros mismos, como jueces del bien y del mal, somos Dios. Por lo tanto: o el panteísmo o el ateísmo.
   
La ética buenista es la expresión del rahneriano cristianismo anónimo
   
----------La ética buenista encuentra su base antropológica en la visión rahneriana del hombre, que por cierto Rahner no concibe en el marco de la cosmología, como animal racional, sino a la manera de Heidegger, en el horizonte de la metafísica, como ente orientado al ser. Ahora bien, es indudable que lo que constituye la dignidad del hombre es el ser hecho para el ser absoluto.
----------Sin embargo, Rahner no distingue la tendencia natural hacia lo absoluto con la libre opción por Dios fruto del libre albedrío. De tal modo el hombre viene definido como orientación a Dios. Y no sólo eso, sino que en Rahner la naturaleza tiene su vértice en la gracia, lo humano tiene su vértice en el cristiano ("cristianos anónimos"), e incluso en Dios mismo. Entonces se entiende cómo sobre la base de estos presupuestos todos los hombres están en gracia y todos tienden hacia Dios. Por lo tanto todos se salvan.
----------También hay que decir que el misericordismo, herejía según la cual Dios hace misericordia a todos y no podría hacer de modo diferente, es la exacta falsificación del concepto bíblico de misericordia divina, la cual no dice esto en absoluto. Ciertamente, si Dios hubiera querido, habría podido hacerlo. Pero en base a Su esencia, Él no está en absoluto necesitado de mostrar misericordia.
----------Ahora bien, debemos recordar, una y otra vez, que el ser misericordioso no entra en la esencia divina, sino que es acto libre del actuar de Dios en el mundo. La teología debe ser ante todo la consideración de Dios en sí mismo independientemente de su relación con el hombre y con el mundo. Este es el error de Kasper. De hecho, el ejercicio de la misericordia supone la existencia del mundo. Pero Dios habría podido muy bien existir solo, también sin crear el mundo.
----------No es que el mundo, como creía Hegel, complete la esencia de Dios, ya que, siendo Él el ente perfectísimo, ¿qué es lo que a Dios podría añadirLe el mundo? No nos es lícito transformar en un dato de hecho una simple posibilidad, es decir, la posibilidad de la salvación de todos. Claro que eso es bello, ciertamente, es agradable admirar esta posibilidad. Pero no nos salvamos sobre la base de las posibilidades o de las simples abstracciones, sino en base a datos de hecho.
----------Esto, indudablemente, no nos autoriza a reducir toda la teología a teología pastoral, como quisiera Rahner. La teología especulativa, que se expresa en el tratado De Deo uno et Trino, siempre se justifica como tratado por sí separado independientemente del tratado De Deo Incarnato. En realidad, la teología pastoral presupone la teología especulativa o dogmática y es de ella su aplicación en la guía de la comunidad y de las almas. La teología pastoral es un sector de la teología moral.
----------Por el contrario, en la concepción rahneriana, hoy tan difundida, es la dogmática la que supone la moral y la deriva al plano del saber. De tal modo el actuar humano pasa a abarcar todo el horizonte del pensamiento, el cual por tanto se resuelve en la práctica, y se trata de la práctica de la auto-trascendencia del hombre en Dios, y de aquí proviene la divinización constitutiva del hombre, que por su divinidad no puede evidentemente implicar un fracaso o una perdición, sino que implica en todo individuo humano esta divinización de la naturaleza humana, que evidentemente pertenece a todo individuo de la especie humana. ¿Acaso como cristianos vamos a seguir convencidos de toda esta fantasía gnóstica condenada por el Papa?

134 comentarios:

  1. ¡Dios mío! Me parece que usted, Padre se alegra de que el infierno esté lleno, incluso leyendo su artículo hay más inquilinos infernales que salvados. Si fuera cierto (y no lo creo en absoluto), Cristo habría fracasado. Además, incluso para una vida totalmente equivocada no habría proporción con una condenación eterna. Usted cita la Biblia pero sabe bien que el lenguaje de la Escritura está influenciado por una cultura antigua y éste es el límite de la Escritura. Con todo respeto, pero yo estoy con el Santo Padre que, a pesar de haber aclarado que era su pensamiento, es siempre el Vicario de Cristo. Entre el último respiro y el infierno está el abismo de la misericordia de Dios, afirmaba Agustín, y San Juan Pablo hablaba del infierno como una posibilidad. Alegrémonos de la misericordia de Dios que, incluso en el último aliento, revela a cada hijo Su Amor.

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    1. si este fuera el caso, tendríamos que relativizar toda la Escritura y manipularla para nuestro propio uso y consumo. Si por gracia de Dios el cristianismo llegó hasta aquí es por la limpidez y claridad del Evangelio. El caso es que da fastidio y molestan la puerta estrecha, la cruz y la puerta cerrada a las vírgenes insensatas, porque quieren un cristianismo aguado, diluido, donde desaparezca el compromiso, los Mandamientos, el juicio y todo el sistema doctrinal querido por Jesucristo nuestro Señor... Estas afirmaciones de quien debería confirmar a los hermanos en la fe son gravísimas y reducen el camino cristiano a una filosofía filantrópica útil quizás para una sesión de psicoterapia, pero para nada más.

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    2. Tenemos que dejar de ser justicieros y abrir el corazón a la infinita misericordia de Dios. Es doctrina de la Iglesia la existencia del infierno y nadie lo pone en duda, pero no que exista nadie (excepto Satanás y sus ángeles). Todo lo demás no es doctrina de fe.

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    3. La misericordia de Dios es infinita pero Su justicia es grande. Salvador: su modo de escribir no es ni bueno ni misericordioso. Tiene usted que recordar que entre los dones del Espíritu Santo está el temor de Dios. No se trata de ser justicieros. Reflexione. Es mejor adherirse a la voluntad del Padre que a la de los hombres.

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    4. Ante todo te pido que tengas la amabilidad de no juzgar a las personas, tal como yo no lo he hecho contigo. En segundo lugar, te recuerdo también las palabras de San Juan Pablo II: "La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado saber, sin especial revelación divina, qué seres humanos están realmente

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    5. Salvador: yo no juzgué a nadie. Tú eres quien habló de justicieros. Sin embargo, cité una lista de referencias del Evangelio sobre el infierno. Si luego queremos negar la Palabra de Dios, puedes hacerlo, si quieres. Qué más voy a decir. Que termines bien tu día.

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    6. La Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia afirman la existencia del infierno, del cual yo no tengo dudas. Pero lo que aquí digo es que ningún documento magisterial puede decir quién ha ido allí, sino que "podría" ir allí.

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    7. Salvador: Nadie está diciendo quién debería ir y quién no debería ir al infierno. Está claro que es doloroso que algún hermano nuestro vaya al infierno, pero nunca se puede decir que esté vacío, de lo contrario toda la estructura del Evangelio se derrumbaría al instante.

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    8. Salvador: la Palabra de Dios es inmutable, y por tanto la sustancia doctrinal no puede cambiar. Quien se vuelve una sola cosa con el pecado no puede entrar en el reino de los cielos. La luz y las tinieblas son incompatibles entre sí. Podría dar algunos ejemplos muy claros de personas que, como "demonios encarnados", han dejado este mundo sin arrepentirse.

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    9. Ni siquiera se puede afirmar que necesariamente haya alguien allí y "deseo", con el Papa Francisco, esperar que esté vacío.

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    10. Salvador: quisieras que fuera doctrina! Y tenemos evidencia bíblica de esto.

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    11. Alejandro: no pierdas el tiempo.

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    12. Estimado Salvador,
      las palabras "muchos son los llamados y pocos los escogidos" no son mías, sino de Nuestro Señor. Eventualmente se pueden interpretar más como una advertencia que una constatación de un dato de hecho.
      Por cuanto respecta a la existencia de los condenados, la cultura antigua no entra aquí para nada, y los condenados del infierno no se pueden descartar de la Escritura como si fuera un dato cultural, porque existen las Palabras clarísimas de Nuestro Señor retomadas luego por dos enseñanzas conciliares, que he citado en mi artículo.
      Por cuanto respecta a las palabras del Santo Padre, él ha dejado entender claramente que expresaba un pensamiento personal, que creo que a todos nos gustaría hacer nuestro. Pero una cosa son nuestros pensamientos personales y otra cosa distinta es la Palabra de Dios, aunque esto pueda perturbarnos o incluso escandalizarnos al principio.
      Lo fundamental a tener presente es que la sustancia del infierno no es tanto la pena eterna, sino la voluntad de estar lejos de Dios.
      Ahora bien, si miramos en torno nuestro, en nuestra sociedad, vemos lo extendido que está el ateísmo. Ciertamente, yo no digo que todos los ateos vayan al infierno; sin embargo es un fenómeno impresionante, que nos hace reflexionar.
      Luego, por cuanto respecta a que uno pueda arrepentirse en el momento de la muerte, sobre esto no hay ninguna duda, y yo hasta me atrevería a compartir la opinión del Santo Padre de que Judas también se arrepintió en el último momento de su vida.

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    13. Estimado Pascual,
      respecto a las palabras del Santo Padre, ya he dicho cómo deben interpretarse.

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    14. Estimado Salvador,
      como expliqué en mi artículo, la recta fe nos dice que no es suficiente con afirmar la posibilidad de la condenación no es suficiente, sino que la recta fe nos hace necesario afirmar la existencia de los condenados. Al fin y al cabo, si negamos esta existencia, está claro cómo viene a menos y se pierde un freno moral al pecado, ya que, si me convenzo de que no hay nadie en el infierno, puedo sentirme libre de pecar libremente. Si en cambio sé que hay alguien, puedo pensar que yo podría ser uno de los que se encontrarán en el infierno. Esto me estimula al santo temor de Dios y me facilita obedecerLe, aún cuando el motivo principal por el cual Le obedezco no debe ser el temor al castigo, sino el deseo de unirme a Dios.

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    15. Estimado Salvador,
      has citado las palabras de San Juan Pablo II: "La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado saber, sin especial revelación divina, qué seres humanos están realmente involucrados" (audiencia del miércoles 28 de julio de 1999).
      San Juan Pablo II dice allí que no sabemos quiénes son los condenados del infierno, pero no niega que los haya, tanto más aún, como he dicho en mi artículo, por el hecho de que Jesús nos advierte que los condenados existen, y así está confirmado luego por dos Concilios, que ya he citado también en mi artículo.
      Por cuanto respecta a la misericordia de Dios, cuando se dice que ella es infinita no se entiende decir que Dios siempre tenga misericordia, porque a veces en lugar de tener misericordia hace justicia. Infinita significa que cuando Dios hace misericordia, esta misericordia suya no tiene límite y depende de su libre generosidad, por lo cual esta falta de límite es propiedad esencial de la misericordia, a diferencia de la justicia, que está determinada o limitada por un punto de referencia.

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    16. Estimado Salvador,
      la Iglesia no nos dice quién está en el infierno, no nos dice sus nombres, sino que nos dice que hay algunas personas humanas en el infierno, aunque no sepamos cuántos son y quiénes son.

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    17. Estimado Pascual,
      está claro que nosotros no estamos en absoluto autorizados a decir que tal o cual persona irá al infierno (aún cuando el divino poeta, Dante, haya utilizado este recurso literario en su Divina Comedia), y por eso también es equivocado, como hacen algunos, hablar de un "estado de pecado", casi como si se tratara de candidatos al infierno.
      El pecado es un acto, no un estado, y si existe un estado de pecado puede ser interrumpido en cualquier momento por la conversión del pecador.
      Por cuanto respecta a las condiciones generales que provocan la condenación eterna, ellas son bien conocidas por las Palabras de Nuestro Señor: "El que crea será salvo, y el que no crea, será condenado".

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    18. Lo entiendo, estimado padre, pero creo que Ud. ha comprendido el quid de la cuestión. Veo que muchos cristianos confunden estas críticas, como las mías, con invectivas de etiqueta "tradicionalista" o peores, farisaicas. Pero no es así.
      Existen preocupaciones bastante fuertes sobre las consecuencias ambiguas e insidiosas de las reiteradas afirmaciones. Y lo digo como un hombre entre los hombres, no como un perfecto sobre un pedestal. Debemos ir hacia la santidad como pecadores, no hacia el barranco de ambigüedad que nos lleva directo al infierno. Y esto lo dice el Maestro y sólo Él tiene las palabras de Vida eterna . ¡Y el Maestro ha pedido a Pedro que confirmara a los hermanos en la fe!

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    19. Estimado Alejandro,
      hay una tendencia al fariseismo al querer sustancializar el pecado, al punto de llegarlo a confundir con la sustancia del pecador.
      En realidad la misericordia de Dios nos persigue con premura a cada uno de nosotros hasta el último momento de nuestra vida, incluso a los que en esta vida nos parecen ser los más santos; tanto es así que para todos nosotros, incluso si fuéramos los peores pecadores, es siempre posible un arrepentimiento en punto de muerte, y así obtenemos la salvación, tal vez pasando por el purgatorio.

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    20. Estimado Salvador,
      no se trata de afirmar "por fuerza", sino de afirmar por fe sobre la base de las Palabras de Nuestro Señor. Por cuanto respecta a las palabras del Papa, ya me he explicado en mi artículo.

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    21. Estimado Padre, de hecho, Ud. afirma en el artículo que "La existencia de los condenados no es dogma definido sino doctrina conciliar". Y Ud. sabe bien que la diferencia es sustancial. Lo que me llama la atención es que si realmente tuviéramos la certeza de los condenados, entonces deberíamos procesar en juicio al Santo Padre por herejía, pero Ud. sabe mejor que yo que no es así y repito que Agustín afirmaba que entre el último respiro y el infierno existe el abismo de la misericordia de Dios. Yo no sé si haya alguien o si no hay nadie, como el Papa lo espero y lo deseo y rezo por esto, pero tengo una certeza, que en el último aliento de vida todos pueden salvarse y como este momento final es desconocido para todos nosotros excepto para Dios y la persona involucrada, dejo abierta la esperanza de que todos puedan salvarse. Nos veremos en el cielo.

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    22. San Juan Pablo ni siquiera afirma que existan los condenados en el infierno, pero dice textualmente que no nos es dado saber si hay alguien y quién sea. Por lo tanto, si no nos está dado saber, ambas posiciones pueden ser válidas. No he afirmado nunca que quien es pecador se salve, sino sólo que hasta el último aliento todos pueden redimirse y las palabras del ladrón lo confirman.

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    23. Estimado Salvador,
      en mi artículo he explicado cómo interpretar las palabras del Santo Padre. Él mismo dice claramente que no pretende hablar como maestro de la fe, sino expresar solamente un pensamiento personal. La verdad de fe sobre esta cuestión, si existen o no existen condenados, está expresada claramente en las palabras de Nuestro Señor, el cual nos hace comprender perfectamente que estos condenados existen, aunque no sepamos quiénes son y cuántos son. Por otra parte, las palabras de Cristo están confirmadas por la doctrina de la Iglesia y el hecho de que no se trate de dogmas definidos, no significa que no se trate verdades de fe absolutamente ciertas.

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    24. Estimado Padre: usted por fuerza quiere que alguien se vaya al infierno. Sinceramente, ¡la Iglesia nunca ha declarado como verdad de fe que haya una persona en el infierno, habiendo sido voluntad de Cristo salvar y no condenar! Es una opinión personal suya, pero no la verdad de fe, y me desagrada que Ud. no desee la salvación de todos y atribuya a nuestro Señor cosas que nunca jamás se han dicho. Si fuera como usted dice, repito, realmente el Papa no tenía que hacer esas declaraciones, sino que debería haber dicho: realmente me gustaría decir: "Quisiera que el infierno estuviera vacío pero Cristo dijo claramente que están ahí". Sin embargo, el Papa no ha dicho eso. No me parece que haya dicho eso. Por favor oren para que todos vayan al Cielo, que esta es la única voluntad de Dios.

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    25. Estimado Salvador,
      las afirmaciones de Cristo acerca de la existencia de los condenados son clarísimas y están confirmadas por la doctrina de la Iglesia, como he explicado en mi artículo. Además, como ya dije en mi artículo, el Santo Padre no pretendía en absoluto enunciar con sus palabras una verdad de fe, sino simplemente expresar un pensamiento personal en forma de broma. Además, lo que me interesa no es establecer quién se salva y quién no se salva, sino sólo reflejar la doctrina cristiana. Sin embargo, quien tiene la presunción de emitir juicios sobre este asunto, sin fundamento bíblico, es precisamente usted.

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    26. "Ni en las Sagradas Escrituras ni en la tradición de fe de la Iglesia se dice de nadie con certeza que esté realmente en el Infierno".(Catecismo de Adultos de los Obispos Alemanes) Otros herejes que lo niegan, ya que usted, padre Filemón, afirma lo contrario.

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    27. Estimado Salvador,
      el Catecismo para adultos de los obispos alemanes no hace texto.
      La respuesta al problema de si existen los condenados se encuentra simplemente en las clarísimas palabras de Nuestro Señor, quien afirma sin sombra de dudas que los condenados existen y las palabras de Cristo están confirmadas por la doctrina de la Iglesia Católica, como lo he demostrado en mi artículo dedicado a este tema.
      Compare el Catecismo de la Iglesia Católica sobre el tema del infierno.

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    28. También añadiría que no he escrito en ninguna parte quién debería entrar al infierno y quién no. ¿Dónde están esas supuestas declaraciones mías? Simplemente enumeré las referencias de Jesús al infierno que no necesitan aclaración. Después de todo, Él les dijo: ¡si no se vuelven como niños, nunca entrarán!
      Sin pelos en la lengua. ¡Cristo reine!

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  2. ¿El Papa es más misericordioso que Dios?

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    1. Estimada Sara,
      las palabras del Santo Padre deben ser entendidas en el sentido que he explicado, y verá que de este modo usted no quedará escandalizada.

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  3. Entonces, ¿nosotros somos más justos que Dios mismo? El infierno, paradójicamente, es un acto de misericordia. ¿Cómo podría un alma que rechazó a Dios hasta el último momento presentarse ante el Padre celestial una vez libre de las ataduras de la carne? Sufriría un dolor indescriptible al presentarse ante Dios.

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    1. ¿Y qué sabemos de los últimos momentos de las almas?

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    2. Andrés: óptima observación la tuya. La comparto.

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    3. Estimado Andrés,
      lo que usted dice me recuerda lo que yo he dicho, esto es, que quien va al infierno no va porque desea penar eternamente, sino porque quiere estar lejos de Dios.
      El hecho de que Dios tome en cuenta esta decisión, yo no lo llamaría misericordia, sino más bien lealtad.
      En todo caso, la misericordia divina juega en los condenados en cuanto que, como dice Santo Tomás de Aquino, no son castigados tanto como merecerían y, además, son mantenidos en existencia por Dios, el cual continúa proveyendo para ellos en el respeto de la dignidad de su persona, creada a imagen de Dios.
      Por lo tanto, como dice Dante Alighieri, también en el infierno está el amor de Dios, un amor que no quita la justicia, sino que se expresa todavía con la misericordia.

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    4. Por lo que a mí respecta, sólo puedo sentirme honrado de que un sacerdote y un teólogo de su calibre me haya hecho esta santa y justa aclaración. ¡Gracias Padre!

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    5. Estimado Lucio,
      yo pienso que muchísimos se convierten en los últimos instantes, reclamados por la prueba del sufrimiento, aunque tal vez no hubieran asistido a la Iglesia desde hacía muchísimo tiempo.

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    6. Esperemos que sea así.

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    7. También yo, espero que mucha gente se arrepienta en el último instante de su vida, y se vuelva a Dios.

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    8. Todos debemos esperar y rezar para que vaya cada vez la menor cantidad posible de gente al infierno.

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  4. ¿"Si yo fuera Dios, salvaría a todos”"? ¡Oh, oh, oh! Un Papa que es mejor que Dios mientras sus ciegos defensores de oficio hacen el ridículo. ¿Pero se piensa acaso que los fieles son estúpidos?

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    1. Estimada María Georgina,
      ¡no es cuestión de ser más buenos que Dios! Yo mismo digo en el artículo que si Dios hubiera querido habría podido salvar a todos. El Papa sabe muy bien cómo están las cosas, sólo que con su carácter bromista ha querido expresar un voto totalmente personal, tal vez en respuesta a quienes son demasiado severos hacia los pecadores.

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    2. ¿El Papa sólo ha "bromeado"? Estimado Padre: ¿por qué justificar lo injustificable?

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    3. Así que ahora tenemos que este Papa es un gran bromista, e ¡incluso bromea sobre un tema en el que está en juego la salvación del alma...!

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    4. Estimado Federico,
      no se trata de justificar lo injustificable, sino que el propio Papa quiso precisar que sus palabras eran un puro pensamiento personal y no tenían ninguna intención de expresar un dato de fe.

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    5. Estimada María Georgina,
      efectivamente, tienes razón: una broma como ésta en un tema tan serio nos deja un poco perplejos.
      Por lo tanto, considerando que nosotros, en cuanto católicos, sabemos por nuestra fe quién es el Papa y cuál es su misión en la Iglesia, entonces, es necesario que nosotros tengamos una cierta comprensión por la humanidad del Papa.
      Lo que es reprobable es el hecho de que los modernistas aprovechen estos momentos humanos ocasionales del Papa para sostener sus herejías.
      Pero, ciertamente, las palabras del Papa son un reclamo para aquellos que condenan fácilmente.

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    6. Padre, aquí reímos para no llorar...

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  5. ¿Y de qué sirve el juicio en el fin del mundo? Si, como dice Bergoglio, le gustaría que el infierno estuviera vació... Entiendo que el autor del artículo quiera hacer todo lo posible para justificar las teorías originales del Obispo de Roma pero entonces la conclusión es que... todos todos todos ... ¡en el cielo!

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    1. Estimado Juan Carlos,
      reitero lo que he dicho en mi artículo y también en otras respuestas a los lectores: el Papa ha querido expresar un pensamiento personal suyo, y así se ha preocupado por aclarar que se trataba de eso, de un pensamiento personal, una opinión suya.
      Por cuanto respecta al resto de lo que usted dice en su comentario, es obvio que no ha leído mi artículo, porque yo no justifico ni las "teorías originales" del Papa, como usted dice, ni mucho menos afirmo que "todos todos todos ... ¡en el cielo!".
      Por lo tanto, lo animo a que al menos lea mi artículo, para que usted se de cuenta de lo que yo realmente expreso, antes de ponerse usted a comentar.
      Mi única intención en este blog es servir a la explicitación de la doctrina de la Iglesia.

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    2. Disculpe, Padre, pero insisto: ¿de qué sirve entonces el juicio en el fin del mundo? Si, como dice Bergoglio, le gustaría que el infierno estuviera vacío...

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    3. Estimado Juan Carlos,
      le repito lo que dijo el propio Papa, esto es, que en su discurso no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente su pensamiento personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras clarísimas en el Evangelio donde afirma sin sombra de dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta humorada del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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    4. pueden, pero también no; en este caso, ¿cómo serán juzgados al fin del mundo? y los habitantes de Sodoma y Gomorra: ¿podemos imaginar que se arrepintieron? y si no fuera así, ¿dónde están? luego está Fátima que corta la cabeza al toro, el infierno no está vacío según la Iglesia católica anterior a Bergoglio, que no puede esperar que esté vacío porque está demostrado que no lo está. ¿Podemos imaginar que Judas Iscariote no esté junto con los demonios en el infierno?

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    5. Estimado Juan Carlos,
      reitero lo que he dicho en mi artículo y también en otras respuestas a los lectores: el Papa ha querido expresar un pensamiento personal suyo, y así se ha preocupado por aclarar que se trataba de eso, de un pensamiento personal, una opinión suya.
      Por cuanto respecta al resto de lo que usted dice en su comentario, es obvio que no ha leído mi artículo, porque yo no justifico ni las "teorías originales" del Papa, como usted dice, ni mucho menos afirmo que "todos todos todos ... ¡en el cielo!".
      Por lo tanto, lo animo a que al menos lea mi artículo, para que usted se de cuenta de lo que yo realmente expreso, antes de ponerse usted a comentar.
      Mi única intención en este blog es servir a la explicitación de la doctrina de la Iglesia.

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  6. No sabía que los Papas bromeaban sobre el infierno, pensaba que era algo reservado a actores de baja clase.
    Pero cuando alguien quiere mostrarse a sí mismo como más misericordioso que Dios, está bien.

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    1. Estimado Alejandro,
      no creo que sea de parte suya una actitud de respeto hacia el Vicario de Cristo, opinar que haya querido mostrarse como más misericordioso que Dios.
      El Papa sabe mejor que usted y que yo, la insondabilidad de la misericordia divina y sus inescrutables designios.
      Por lo demás, entiendo que usted se sorprenda de que el Papa haya bromeado acerca de un tema tan serio. Acaso esta broma ha sido un acto imprudente de parte del Papa.
      Pero se trata de los ocasionales momentos en que en un Papa tan extrovertido como éste, se ponen de manifiesto sus aspectos humanos. Precisamente, son las ocasiones en que se nos reclama comprender los momentos humanos y falibles del Papa, que no quita dejar de considerarlo en su aspecto sobrenatural de Vicario de Cristo, misión para cumplir la cual goza de su infalible carisma de Verdad.

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    2. No he querido faltar el respeto al Papa. Simplemente he dicho que no sabía que los Papas bromeaban sobre temas tan importantes. Y sí, me ha dado la impresión que el Papa ha querido mostrarse como ¡más misericordioso que Dios!

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    3. Estimado Alejandro,
      comprendo que hacer bromas a propósito de nuestro destino eterno puede crearnos algunas dificultades.
      Pero el papa Francisco ciertamente no quería ser más bueno que Dios, del Cual Jesús nos dice que sólo Él es bueno. Sino que el Papa ha querido proclamar a todos que Dios quiere salvar a todos, y que Jesús murió por todos y a todos es ofrecida la salvación eterna.
      La manera de ser bueno de Dios es diferente a la nuestra, por lo cual a veces esto puede crearnos dificultades. Pero esto es característico de todos los misterios de la fe, en los cuales debemos aceptar con ánimo confiado lo que Dios hace y nos revela, sabiendo que en todo aquello que hace es bueno, aunque no entendamos de qué modo es bueno, pero ciertamente es bueno infinitamente más de cuanto lo podamos ser nosotros.

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  7. Recordemos que Cielo, Purgatorio e Infierno son dogmas de fe... por lo tanto inmutables para nuestro credo. Cuando el Papa dijo que esto no es un dogma, ha sorprendido a cientos de teólogos y sacerdotes de la Iglesia que tal vez querían cambiar también allí. Entonces sobre el hecho de decir que "me gusta pensar", recordemos que nuestra fe tiene como paradigma el misterio de la salvación... es el punto más importante en la vida de cada uno de nosotros... Jesús, verdad revelada, y la escritura, nos indican el camino a seguir... entonces si se pretende salvar al peor pecador o hereje o ateo que te puedas imaginar, y lo quieres salvar a toda costa, lo que haces es intentar anular su libre albedrío.

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    1. Estimado Cristian,
      lo que usted dice me encuentra de acuerdo con lo que dices. Sólo quería mencionar a los que usted indica como "el peor pecador o hereje o ateo que te puedas imaginar", citando el proverbio "mientras hay vida, hay esperanza". Oramos por todos ellos, entonces, para que descubran la misericordia de Dios, se conviertan, hagan penitencia y se preparen para comparecer ante el Tribunal del Señor.

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  8. Me gustaría saber quién está detrás de Fr. Filemón de la Trinidad. Unos se dirigen a el llamándole Padre, pero él se denomina a sí mismo fray, es decir, hermano. Si es sacerdote, ¿por qué no se denomina Padre?

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    1. Estimado Bonifacio,
      por cuanto respecto a lo que a usted dice que le gustaría, me temo que sus gustos quedarán insatisfechos.
      Por cuanto respecta a lo segundo, ambas, soy fraile y sacerdote, desde hace más de cinco décadas. Y ya he dado muchas referencias (más que las suficientes) sobre mi trayectoria.

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  9. Padre, usted escribió que lLa existencia de los condenados no es un dogma definido sino una doctrina conciliar del Concilio de Quierzy dek 853 (Denz. 623-624) y del Concilio de Trento (Denz.1523).
    ¿Tiene por casualidad referencias específicas para verificar personalmente? Me gustaría leer y difundir.

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    1. No tienes nada más que buscar. ¡es dogma definido!

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    2. No estoy poniendo en duda la cuestión. Estoy pidiendo documentos que hablen de este tema.

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    3. Luciano:
      Conc. Carisiacum (Quiercy-sur-Oise), 853
      Deus omnipotens 'omnes homines' sine exceptione 'vult salvos fieri' (I Tim 2, 4), licet non omnes salventur. Quod autem quidam salvantur, salvantis est donum : quod autem quidam pereunt, pereuntium est meritum.

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    4. Luciano:
      Trento: "Qui per Christum justificantur" - Verum etsi ille "pro omnibus mortuus
      est" (Cor2 5.15), non omnes tamen mortis ejus beneficium recipiunt, sed ii dumtaxat, quibus meritum passionis ejus communicatur. Nam sicut revera homines, nisi ex semine Adae propagati nascerentur, non nascerentur injusti, cum ea propagatione per ipsum, dum concipiuntur, propriam injustitiam contrahant: ita nisi in Christo renascerentur, numquam justificarentur (can. 2 et 10), cum ea renascentia per meritum passionis ejus gratia, qua justi fiunt, illis tribuatur. Pro hoc beneficio Apostolus gratias nos semper agere hortatur Patri, "qui dignos nos fecit in partem sortis sanctorum in lumine" (Col 1.12), et eripuit de potestate tenebrarum, transtulitque in regnum Filii dilectionis suae, in quo habemus redemptionem et remissionem peccatorum (Col 1.13s).

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    5. Estimado Luciano,
      estas sentencias de los Concilios se encuentran en una colección de los Documentos de la Iglesia comúnmente llamada Denzinger. Se trata de una obra muy útil, porque va desde el primer siglo hasta la actualidad. Se puede encontrar este libro en las bibliotecas eclesiásticas, incluso en italiano, español, etc.
      En todo caso, el texto del Concilio de Quierzy es el siguiente, can. 3: "Dios Todopoderoso quiere que todos los hombres sin excepción se salven (1 Tim 2,4), sin embargo no todos se salvan. Que algunos se salven es un regalo de Aquel que salva; que algunos se pierdan es culpa de los que se pierden".
      El texto del Concilio de Trento, Decreto sobre la Justificación, cap. 3, dice: "Aunque Cristo murió por todos (2 Cor 5,15), no todos reciben el beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se les comunica el mérito de su pasión".

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    6. ¡Gracias, Padre!

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  10. No he leído el artículo. ¡El hecho es que un Papa, como usted dice, se permite bromear sobre el infierno! En verdad, con sus declaraciones, o esperanzas, afirma que el infierno no existe. Y no es el único que lo dice, sino que hay otros muchos teólogos "ilumindos", y entre ellos Hans Urs von Baltazar.

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    1. Estimado Bruno,
      el Papa sabe mejor que nosotros que hay quienes están condenados, puesto que Jesucristo, del cual él es Vicario, lo dice con la máxima claridad. Sin embargo, en esta circunstancia el Papa ha considerado oportuno no tocar este tema tan delicado, limitándose a expresar un voto personal, desprovisto de cualquier autoridad doctrinal, probablemente para reclamar a aquellos que quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares, porque son siempre consideradas en un "estado de pecado", como si a estas personas en parejas irregulares no les fuera posible la conversión.

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  11. Sigo pensando que se alegra de que el infierno esté lleno, y que leyéndolo hay más inquilinos infernales que salvados. Si fuera cierto y no lo creo en absoluto, Cristo habría fracasado. Además, incluso para una vida totalmente equivocada no habría proporción con una condenación eterna. Cita la Biblia. pero sabe bien que el lenguaje de las Escrituras está influenciado por una cultura antigua y este es el límite de las Escrituras.
    Con todo mi respeto hacia el autor del artículo, pero sigo estando junto al Santo Padre que, a pesar de haber aclarado que era su pensamiento, es siempre Vicario de Cristo. Entre el último hálito de vida y el infierno está el abismo de la misericordia de Dios, como afirmó san Agustín, y además San Juan Pablo habló del infierno solamente como una posibilidad.

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    1. Estimado Salvador,
      le repito aquello que el Papa mismo ha dicho, esto es, que en su intervención no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente un pensamiento suyo personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras muy claras en el Evangelio donde afirma sin lugar a dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta broma del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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  12. Me parece inapropiado el comentario del padre Filemón, no las palabras del Papa: el tono no era bromista, sino más bien cordial (es decir, de corazón), confidencial; y el Papa quiso decir que su esperanza es que cada alma, incluso en el último momento, está abierta a acoger el amor de Dios y no elegir estar alejada de Él para siempre ("Espero que sea una realidad", dijo el Papa), y no que si fuera por el...

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    1. Estimado Pablo,
      le repito aquello que el Papa mismo ha dicho, esto es, que en su intervención no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente un pensamiento suyo personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras muy claras en el Evangelio donde afirma sin lugar a dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta broma del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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    2. Nicolás Migliorini22 de enero de 2024, 6:07

      Pablo: defender lo indefendible es bastante atrevido, "pero el Papa no quiso decir esto sino aquello etc...". Es evidente y se desprende de los chistes y bromas del Papa, que se trata de expresiones jocosas de opiniones personales que tienen la intención de anteponer la pastoral a la doctrina, y separarla efectivamente de la doctrina, lo que conduce inevitablemente a confusión. La cuestión no es atacar al Papa por atacarlo sino resaltar que lo que expresa, incluso fuera del contexto magisterial, a menudo es claramente incorrecto.

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    3. No, lo que he expuesto es el análisis del texto de su entrevista. Y en este caso la confusión la crean quienes leen mal el texto o lo comentan utilizando palabras que no coinciden con las utilizadas por el Papa.

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  13. No hay nada que produzca más infierno en la tierra que no creer en un verdadero juicio final. Si vivir como la Madre Teresa de Calcuta o como Hitler y Stalin tiene el mismo destino, entonces: 1) los Hitler y los Stalin ya se están multiplicando aquí abajo; 2) la vida moral no tiene sentido; 3) crear el mundo y la libertad por parte de Dios ha sido absurdo; 4) la Encarnación y los sacramentos no tienen significado (¿ha venido a salvar de qué y a quién? ¿Por qué la gracia?)...
    Es en esta visión de Bergoglio donde cabe todo lo demás, es decir, el relativismo absoluto: no hay nada malo, ni adulterio, ni pecado contra natura, etc. También por eso la predicación del Evangelio no tiene sentido, no cambia nada.
    Entonces, para concluir, el infierno vacío es otra forma de decir que no existe. Pero esto va en contra de la fe católica, para la cual al menos existen Satanás y los demonios (y en consecuencia también hay hombres que los siguen).
    PD: cambiar el Evangelio y la Tradición de dos mil años, ir contra Cristo, los Papas y los santos, charlar con Fazio es en sí mismo un signo de la decadencia ilimitada en la que se hunde la Iglesia.

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    1. Estimado Pablo,
      veo que Ud. es un buen católico, que sabe que los condenados existen. Lo que me gustaría señalarle es su ataque contra el Papa, casi como si fuera un hereje. Respecto a la transmisión de Fazio, he dicho y repetido, citando las propias palabras del Papa, que él, al hablar de un infierno vacío, no quería expresar un dogma, sino simplemente su voto personal, que sin embargo es bastante comprensible y compartible. Fue una invitación a todos a mostrar misericordia, sin excluir la justicia.

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    2. Ha entendido perfectamente mi pensamiento. Pase un buen día, querido Padre.

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  14. Todos los que aman a Cristo, esperan en un infierno que no existe, porque conociendo la gran misericordia de Cristo, que murió la peor muerte para salvarnos, quiero creer que habrá un castigo terrible, pero que DIOS tratará de salvar a sus criaturas... ¿Qué padre querría matar a una de sus criaturas, incluso si es la más mala?
    ¿Quiénes somos nosotros para entender o juzgar? ¡Creo que todo este clamor sirve más para ponernos a prueba a cada uno de nosotros!
    PD: La Iglesia a lo largo de los siglos ha hecho muchos cambios: si pensamos que antes la Misa era en latín al igual que las oraciones etc... ¡Todo ha sido querido por una voluntad que no es humana o Cristo no lo hubiera permitido!

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    1. Querida Liliana,
      la esperanza cristiana tiene por objeto la propia salvación. Nosotros podemos y debemos orar por la salvación de los demás, pero cada uno tiene su propia responsabilidad. Nosotros podemos y debemos esperar ir al paraíso del cielo, cumpliendo las buenas obras, pero no podemos saber si nuestro prójimo dirá sí o no a Dios.
      Nuestro Señor nos dice claramente que no todos le dirán sí. Jesús ciertamente siente mucho dolor por esta falta de correspondencia, considerando cuánto amor ha demostrado por todos nosotros y no hay palabras para describir este amor.
      Por otro lado, el Señor nos deja libres y quiere ser elegidos con un acto de libertad, por lo cual Dios, para contentar a quienes rechazan su amor, acepta ser rechazado. Este ser rechazado no es otra cosa que el infierno.
      Por cuanto respecta al juicio sobre quién se salva y quién no se salva, ciertamente no depende de nosotros. En efecto, sabemos por fe que Cristo vendrá un día a juzgar a vivos y muertos y separará a los justos de los injustos. Así que ahora no sabemos quiénes son los justos y quiénes los injustos, pero entonces lo sabremos.
      Por cuanto respecta a los justos, ahora sabemos que los santos canonizados por la Iglesia están en el cielo.
      Por cuanto respecta a los condenados, ahora la Iglesia no sabe quiénes son y todos lo sabremos el día del juicio universal.
      El hecho de que existan condenados es una verdad de fe, que Nuestro Señor nos ha revelado. Por eso la Iglesia, fiel custodia de su palabra, no puede cambiar en este punto. Pero podemos orar y desear que muchos se salven.

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  15. Nuestra Señora nos pidió orar y ofrecer sacrificios para que las almas no vayan al infierno.
    ¿Por qué perder el tiempo criticando a los Papas?
    Oremos y ayunemos por nuestra conversión y la de los demás para garantizar que el deseo del Papa se haga realidad.

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    1. Estimada Antonella,
      la oración de los pastorcitos de Fátima no significa que los condenados no existan, tanto es así que los pastorcillos tuvieron una visión del infierno, sino que quiere expresar el gran amor que debemos tener por todos, incluso los pecadores, considerando que Jesús ha dado su sangre por la salvación de todos.

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    2. Estimado padre Filemón:
      Me pregunto qué clase de bien les puede hacer a las almas oír criticar al Papa.
      Si la Iglesia está formada por personas que están en contra de otras, ¿quién puede querer ser parte de ella?
      Los católicos están dando un espectáculo lamentable.
      ¿Qué es lo que se resuelve con la crítica?
      Si se rezara más, y si se ayunara más, todo se puede lograr, con la gracia de Dios.
      Sé muy bien que el infierno existe.
      Todos los días oro por los moribundos y por los grandes pecadores.
      Jesús habla muy a menudo de la Gehena en los Evangelios.
      En Fátima, Nuestra Señora mostró el infierno, en Medjugorje dijo que muy pocos van al Cielo, muchísimos al Purgatorio y muchos al infierno.
      Escuchemos a Nuestra Señora que no quiere críticas al Papa, sino que oremos por él.
      ¡Saludos cordiales!

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    3. Estimada Antonella,
      ha puesto el dedo en la llaga.
      Los católicos estamos llamados a ser en el mundo predicadores de la paz y defensores de la paz.
      Ahora bien, las divisiones que existen entre nosotros no constituyen ciertamente un testimonio convincente para los no creyentes, porque siempre pueden decirnos: "¿Cómo queréis enseñarnos a vivir en paz cuando estáis constantemente discutiendo entre vosotros?".
      Esto no significa que un buen católico nunca pueda hacer alguna crítica educada y respetuosa de los aspectos humanos del Santo Padre, también con el objetivo de ayudarlo en su ministerio, como lo hizo por ejemplo santa Catalina de Siena.
      Lo que hoy es triste son las críticas amargas y ofensivas, que llegan incluso a acusar al Santo Padre de herejía. Esto es muy malo y es señal de que quien hace ese tipo de acusaciones no pertenece a la Iglesia, sino que está influenciado por el demonio, que es el divisor por excelencia.
      Por tanto, debemos aprender de los santos cómo comportarnos con un Papa, distinguiendo siempre el respeto sagrado hacia su magisterio papal, respecto de su faceta humana, sobre la cual también podemos corregirlo con caridad.
      Por cuanto respecta a las palabras de Nuestra Señora en Medjugorje, recordemos que son revelaciones privadas. Sobre este punto la Iglesia se limita a decir que hay condenados, pero no nos dice quiénes son y cuántos son. Estos son los datos que nos llegan por la fe.

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    4. Estimado Padre,
      aunque comparto el deseo del Papa y rezo todos los días por los pecadores y los moribundos, temo que hay mucha gente en el infierno: Nuestra Señora lo reveló en Fátima y lo reiteró en Medjugorje: pocos van al cielo, muchos van al infierno y muchos en el Purgatorio.
      Jesús vino a salvarnos de esta realidad que Él llama Gehenna.
      Hace años escuché en una entrevista a Gloria Polo, una odontóloga colombiana que fue alcanzada por un rayo, murió y luego volvió a la vida, hay muchas entrevistas con esta mujer en la web.
      Ella dijo que Dios Padre reclamó su alma porque fue redimida por la Sangre de Su Hijo, pero Satanás la acusó de cada pecado cometido que había producido la comunión inconsciente con el infierno.
      Como había muerto en pecado mortal, se encontró en el infierno y se le permitió volver a la vida gracias a la oración de un extraño que, a pesar de no conocerla, había orado por ella.
      Dios quiere a todos en el Cielo.
      Su voluntad y deseo están limitados por nuestra libertad.
      Durante nuestra vida debemos prepararnos para encontrarnos con Él, Amor puro, respetando el Decálogo.
      Cuando el hombre peca gravemente, con plena conciencia y consentimiento deliberado, rechazando a Dios y su Ley, ya no se parece a Dios. Los niños videntes de Fátima veían a los condenados como monstruos con rasgos animales.
      No es Dios quien nos condena, sino que somos nosotros quienes inconscientemente decidimos no estar con Él, ni en esta vida ni en la eternidad.
      Ahora en la Tierra vivimos en una dimensión espacio-temporal.
      Una vez que muramos, viviremos en la eternidad y ya no nos será posible cambiar.
      Hoy muchas personas corren el peligro de terminar en el infierno, no las salvamos aterrorizándolas, sino acercándonos a ellas con amor como lo hace el Papa Francisco que, como Jesús, no se cierra en el redil con las ovejas fieles sino. Una vez que las ovejas fieles están a salvo, sale en busca de las perdidas.

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    5. Estimada Antonella,
      me gustaría decir unas palabras sobre lo que usted cuenta acerca de lo ocurrido con Gloria Polo.
      Estas tipo de narraciones, según las cuales antes de morir el alma tendría una experiencia del más allá abandonando esta tierra, suelen tener con frecuencia contenidos edificantes.
      Sin embargo, la explicación de estas experiencias no puede ser dada por el hecho de que el alma haya salido del cuerpo y luego haya regresado a él, porque una vez que ha dejado el cuerpo el alma se presenta ante el tribunal de Cristo para recibir la recompensa por sus méritos y deja esta tierra hasta el día del juicio universal, cuando se producirá la resurrección de los muertos. Sólo entonces el alma recuperará su cuerpo.
      Estos que enuncio son los datos de fe. Y como datos de fe deben ser aceptados por el fiel católico.
      Ahora bien, entonces, ¿cómo explicar la experiencia de Gloria Polo? Creo que se podría tal vez tratar de experiencias parapsicológicas o de experiencias místicas.

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  16. Padre, ¿cómo hace usted para entender lo que implica una broma personal de Francisco sobre un tema tan extremadamente serio?
    Es vergonzoso que los subordinados (permítanme el término, por favor) del Papa tengan que justificar lo que dijo con lo que quería decir en cada una de sus salidas.

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    1. Estimado Mateo,
      le repito aquello que el Papa mismo ha dicho, esto es, que en su intervención no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente un pensamiento suyo personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras muy claras en el Evangelio donde afirma sin lugar a dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta broma del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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    2. Le agradezco la atención que Ud. me brinda.
      La broma es como el pecado.
      Sólo Dios conoce la verdadera intención de quien la dice.
      Ni Ud. ni yo podemos saber eso.

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    3. Estimado Mateo,
      efectivamente, en la tradición de los Sumos Pontífices, nunca se encuentra un Papa al que le guste expresarse de un modo informal, mezcla de humor y de sabiduría, para hacer un llamamiento pastoral. En este caso, ¿a quién se dirige el Papa? Podemos pensar en aquellos católicos que son demasiado severos hacia las parejas irregulares. Esta afirmación del Santo Padre, según sus propias palabras, no debe ser entendida como una afirmación doctrinal, sino como una simple opinión personal.
      En cuanto al conocimiento de las intenciones, obviamente no tengo la pretensión de juzgar en fuero interno, pero tengo cierta práctica en la interpretación de las palabras de los Papas, habiendo trabajado durante algún tiempo en ámbitos cercanos. Mi punto de vista, por otra parte, está confirmado por un buen y viejo amigo mío, que ha trabajado muchos años en la Secretaría de Estado como colaborador de San Juan Pablo II y que estaba muy especializado en ese campo. La interpretación de un discurso ajeno evalúa su intención desde el punto de vista de lo que pretende decir, y no con referencia a la intención de su voluntad en el fuero interno. El primer punto es una evaluación de carácter intelectual y no moral.

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  17. El padre Filemón se comporta con estos artículos como un verdadero ministro de la fe. Cualquiera que esté en contra de la iglesia es anticristiano. ¿No te gusta el Papa Francisco? ¡Oremos y ayunemos por él y por su tan difícil ministerio! Ser un "león del teclado" podría costarte caro algún día, ¡cuidado! Oración por el Papa, Misas por el Papa, rosarios por el Papa!!!! Esta es la ÚNICA "CRÍTICA" permitida en el Cielo. El resto es soberbia execrable...

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    1. Estimado Maximiliano,
      le agradezco por sus buenas palabras hacia mí.
      Aprecio su amor por el Papa. Pero -permítame- me parece que Ud. sea um poco demasiado impetuoso. Me explico:
      Más allá de su carisma de infalibilidad en cuanto Maestro de la Fe, el Santo Padre es un ser humano como todos nosotros y por eso no está prohibido discrepar, siempre con respeto y sentido de la proporción, en algunos puntos en los que es legítimo hacer una crítica.
      Naturalmente debemos seguirlo con total fidelidad en el desempeño de su oficio de Pastor y Doctor de la fe. Es sin duda un deber orar por él, como muchas veces nos pide, ayudarlo en su ministerio con un ferviente compromiso de vida cristiana, llevar consigo cada día la Cruz de Cristo, para que el número de creyentes aumente cada día y las fuerzas del mal sean derrotadas.

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  18. Recuerdo que hace unos años, en un video de youtube, aparecía el cardenal Biffi, justificando también la existenciadel infierno, pero... vacío. Creo que hablaba también que las palabras de Jesús eran sólo una advertencia, pero no una afirmación de condenados en el infierno...

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    1. Estimado anónimo,
      Jesús no nos da sólo una advertencia, sino que en Mateo 25 nos da el anuncio de un acontecimiento, de un hecho futuro, que se hará realidad cuando regrese en el fin del mundo, y se trata del juicio universal, que es un artículo del Credo: "Et iterum venturus est iudicare vivos et mortuos", donde será la separación, como dice Jesús, de las ovejas de las cabras, de los buenos pescados de los malos pescados, del trigo de la paja. Esto significa que nosotros no sólo estamos invitados a estar vigilantes, sino que sabemos positivamente que hay condenados en el infierno. Lo que no sabemos es quiénes son y cuántos son.
      Por eso, cuando me viene en mente pecar, yo, si quiero ayudarme a evitar el pecado, hago bien en hacerme esta pregunta: "¿Y si por casualidad estuviera entre esos?". Éste es el misterio de la predestinación, sobre el cual el Concilio de Trento nos recuerda que debemos evitar la presunción de estar predestinados. Nuestro deber, y lo que debe bastarnos para estar serenos, es la esperanza de estar entre el número de los predestinados y de salvarnos, esperanza que está condicionada a que día a día obedezcamos al Señor con amor, sabiendo que Dios quiere que todos se salven.

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    2. El de la predestinación es verdaderamente un gran misterio. Si se lo piensa bien, lo que viene a la mente de Judas es que "mejor le hubiera sido no haber nacido" y de muchos otros que comparten su misma condición…

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    3. Estimado Anónimo,
      sí, ciertamente es un gran misterio, porque nosotros no sabemos por qué Dios elige a uno y no a otro, como tampoco sabemos cómo un hombre libremente corresponde o no corresponde a la gracia de Dios. Lo que sabemos es que los juicios de Dios son siempre justos y misericordiosos. Además, sabemos que es Dios quien salva moviendo la voluntad del hombre hacia la salvación, pero que es el hombre quien quiere su propia perdición. En el juicio universal sabremos por qué uno ha sido premiado y otro ha sido castigado.

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  19. Incluso Dios quisiera salvar a todos pero se detiene ante la libertad del hombre. Sí, la libertad del hombre, uno de los mayores regalos que Dios nos ha dado. Hay hombres, y esto es increíble, que rechazan a Dios y su amor, y eligen el infierno.

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    1. Damián, es precisamente lo que cuesta tanto aceptar!

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    2. Estimado Damián,
      le repito aquello que el Papa mismo ha dicho, esto es, que en su intervención no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente un pensamiento suyo personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras muy claras en el Evangelio donde afirma sin lugar a dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta broma del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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    3. Siempre y en cualquier caso con el Santo Padre, porque María quisiera llevar todas las almas a Dios y está trabajando para ello, lo mismo que el Papa.

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    4. Estimado Damián,
      todos en el cielo obran por nuestra salvación, comenzando por Dios hasta el último de los santos, recién arribado al cielo. Lamentablemente entre nosotros hay algunos que prefieren hacer su propia voluntad, antes que la de Dios.

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  20. Era imprescindible ¿no? ¡Tenía que decirlo! No podía perder la ocasión de "armar lío"... Así es, y así ha ocurrido en estos diez años..., hasta ahora ha causado no poca confusión...

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    1. Estimado Melchor,
      le repito aquello que el Papa mismo ha dicho, esto es, que en su intervención no pretendía hablar como maestro de la fe, no pretendía expresar un dogma de fe, sino simplemente un pensamiento suyo personal, desprovisto de cualquier valor doctrinal, porque el Papa, como Papa, sabe mejor que nosotros que Cristo, del cual es Vicario, tiene palabras muy claras en el Evangelio donde afirma sin lugar a dudas que los condenados existen, aunque no sepamos cuantos hay y quienes son.
      Además, cabe señalar que la intención de esta broma del Papa era responder a la actitud farisaica de quienes quisieran enviar al infierno a todas las parejas irregulares y a todos los pecadores, porque los consideran en "estado de pecado", olvidando que también las parejas irregulares pueden en cualquier momento arrepentirse, convertirse, volver a la gracia si la hubieran perdido, hacer penitencia, hacerse santos y alcanzar la salvación eterna.

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    2. Estimado Padre: va al infierno solamente aquel que dice a Dios: "No te necesito, yo me las arreglaré solo, como lo hizo el diablo que es el único del que estamos seguros que está en el Infierno".
      (respuesta del Papa durante su visita a la parroquia romana de Santa María Madre del Redentore en Tor Bella Monaca, el 8 de marzo de 2015). Esto también es una broma. Sólo estamos seguros del diablo que está condenado.

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  21. Están haciendo una confusión absurda... el infierno existe pero, aparte de los demonios, no nos es dado saber quiénes terminan allí por el simple hecho de que no sabemos qué pasó en los últimos momentos de la vida con el alma de un pecador, incluso si fuera lo peor, sólo Dios lo sabe. Así que esperar que el infierno esté vacío significa esperar que las almas se hayan convertido incluso en el último momento.
    Por otra parte. ¿Ha cambiado el acto del dolor? "No quiero entristecer tu corazón" en lugar de "castigos"... el Papa nos insta a entrar en una relación de amor (como pide el primer mandamiento) con el Padre y no en una relación de miedo. Como pastor principal, sería extraño que no lo hiciera.

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  22. Cualquiera que haya estudiado literatura durante muchos años, y yo he tenido y tengo este regalo de Dios y este privilegio, sabe muy bien que nunca se debe leer e interpretar de manera literal, especialmente la Biblia, sino que es necesario ir más allá del significado aparente de las palabras y escarbar, escarbar, y seguir escarbando, para conocer el verdadero mensaje que el texto quiere comunicarnos...
    En la lectura bíblica, además de las evidentes habilidades histórico-filológicas, también contamos con la gran ayuda del Espíritu Santo, que ilumina nuestra mente y nos hace comprender verdaderamente, también a través de la guía de la Santa Madre Iglesia, la Palabra de Dios.
    El Santo Padre, además de ser Vicario de Cristo, humanamente hablando es también una persona muy inteligente y sabe muy bien , más allá de las verdades evidentes de la fe, también el arte retórico... tantos escuchan y no comprenden, incluso sacan de ello combustible para alimentar su odio y su ira hacia el mismo Papa y hacia la Santa Iglesia... Pero sobre estos, parafraseando a Dante, no discutamos sino que sigamos adelante... Muchos, sin embargo, van mucho más allá de la obviedad superficial y mentirosa e interpretan y comprenden perfectamente lo que el Santo Padre quiere comunicarnos... al igual que el bueno del padre Filemón... al fin y al cabo , el mismo Jesús fue calumniado y acusado de endemoniado y falso… Por tanto…

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    1. Cuando Pedro habla en TV, pudiendo potencialmente llegar a millones de personas, ¿no sería más apropiado y prudente que hablara como Pedro, Pastor Universal, para confirmar a sus hermanos en la fe en lugar de expresar opiniones personales que puedan o podrían confundir?

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    2. Pregunta obvia, Cristina, pero el padre Filemón (que es el primero, estoy seguro, en sufrir las declaraciones papales) prefiere justificarse hasta el final para no ver la situación embarazosa que hoy ha sido creada en la Iglesia.

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    3. Estimada Cristina,
      en estas transmisiones televisivas, en las que el Papa toma contacto con millones de personas (católicos, cristianos no-católicos, creyentes de otras religiones, no creyentes, etc.), él pretende establecer un primer contacto para suscitar un interés por el cristianismo o al menos por la verdad o por el bien del hombre, como por ejemplo la fraternidad, la justicia o la libertad.
      Vale decir, se trata de un primer acercamiento, que también se puede hacer en tono de broma, porque frecuentemente una broma, si es una broma inteligente, estimula a asumir una actitud seria.
      Por este motivo el Papa ha querido expresamente evitar entrar en el campo dogmático católico, una materia que presupone ya una actitud de fe. Por esto, por no hablar siempre en sentido católico, es porque a veces los integristas o fundamentalistas o filo-lefebvrianos, lo critican al Papa. Pero ellos no entienden que el Papa no está hablando sólo a los católicos (y a veces puede ser que, esta gente, encerrada en su burbuja, sólo hable con católicos, en el templo, y jamás intenta dialogar con quien no es católico).
      No es el caso del Papa, por supuesto.
      Porque aquel día de la transmisión por TV, en medio de sus oyentes seguramente hubo muchísimos no creyentes, quizás de buen corazón, que apreciaron el pensamiento personal (no magisterial) del Papa de que Dios salve a todos.
      En definitiva, el Papa, incluso con su broma o pensamiento personal, anunció el Evangelio, la Buena Noticia de que Dios quiere salvar a todos.

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  23. Dios castiga, en su infinita misericordia, experiencia personal. He merecido sus castigos y los merezco en cada momento y en cada momento estoy llamada a la conversión, al arrepentimiento porque Cristo dio su vida también por mí.

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    1. Estimada Anónimo,
      sus palabras son muy sabias.
      Como ha dicho el Santo Padre en la entrevista con Fazio, Dios es como un papá y una mamá que castigan por amor a sus hijos, a fin de que ellos se corrijan.
      Esta actitud es ciertamente es, ciertamente, de justicia, pero está dictada sobre todo por la misericordia, que se propone elevar al misericordiado de su condición miseranda para ser elevada a la redención, a la conversión y a la esperanza.
      Sin embargo, es necesario recordar que, junto a la pena correctiva, existe la pena aflictiva, característica de la pena infernal. Ella es puramente aflictiva, porque corresponde a una decisión definitiva del pecador de rechazar a Dios como Supremo Bien, por lo cual, en ausencia de este Bien Supremo, es lógico que el castigo sea supremo y eterno.

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  24. Estimado Padre,
    ¿Tiene algo para decir acerca del comentario del cardenal Dulles en:

    https://www.firstthings.com/article/2003/05/the-population-of-hell

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    1. Estimado Luiz,
      el método que sigo en este servicio a los Lectores consiste en responder a las preguntas que ellos me hacen acerca de cuestiones relativas a la teología, la moral, la filosofía y la vida de la Iglesia.
      Por tanto, le invito a que me señale, si lo desea, qué es lo que en este discurso del cardenal Dulles ha suscitado su interés y le ha creado dificultades o alguna duda, de modo que yo tenga la posibilidad de examinar su problema y darle una respuesta.

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    2. ¡Gracias por la respuesta, padre!
      Leí el artículo del cardenal Dulles y, a mí, como no soy teólogo, aunque, como laico, de vez en cuando leo algo aquí y allá de forma no sistemática, me pareció interesante.
      Y como he leído su artículo también, pensé que había algo similar entre los dos, aunque no exactamente idéntico.
      En definitiva, quería saber si usted también pensaba como el cardenal Dulles, o si había algo que, desde el punto de vista teológico, los diferenciaba, en cuanto al tema tratado.

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    3. Estimado Luiz,
      a propósito de ese artículo del Cardenal Dulles, ya que usted ha notado algunas diferencias, por favor indíqueme algunas y eventualmente haré un comentario sobre ellas.
      Si ha notado las similitudes, esto se explica muy bien por el hecho de que ambos compartimos la doctrina de la Iglesia.

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  25. Creo que no hay nada después de la muerte.

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    1. Estimado Andrés,
      ¿qué te viene a la mente? ¿Estás bromeando??

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    2. Son todos inventos para esperar en algo y pensar en salvarnos de la muerte.

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  26. Querido padre Filemón, ¿qué puedo responder a quienes objetan que ni Jesús ni la Iglesia habrían enseñado jamás que, lamentablemente, hay personas en el infierno? ¿Qué puedo responder a quienes sostienen que durante dos mil años la existencia de los condenados no habría sido más que una hipótesis en la mente de santos y teólogos?

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    1. Estimado Claudio,
      para responder a estas preguntas te invito a leer atentamente mis artículos, donde encontrarás la respuesta adecuada. También puedes consultar el Catecismo de la Iglesia Católica de 1992.
      Un enlace:
      https://www.vatican.va/archive/index_sp.htm?fbclid=IwAR2XP7iEdGqsggikbTVaELkIIY9Y0i37xXWiGDpUKhUmMbfP6fqItbWvV2g

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  27. Cuando se es Papa no se pueden mantener en público opiniones personales privadas. El Papa es el Vicario de Jesucristo, por lo tanto no se le piden sus razones personales, sino que sea un pontífice hasta el fondo, de pies a cabeza, y que dé testimonio de las verdades de la fe.

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    1. Estimada María Margarita,
      cuando el Papa habla es necesario aclarar en cuál nivel del discurso se encuentra. De por sí, un Papa puede expresar sus opiniones personales. Es necesario que quien lo escuche, de vez en cuando, haga un discernimiento usando buenos criterios de juicio o bien recurriendo a alguna persona experta.

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  28. Sí, pero más allá del chiste, el Papa habría tenido el deber de decir también las cosas tal como son, es decir, que la Iglesia afirma que no es en modo alguno seguro que el infierno esté vacío, y no lo ha hecho. Como ocurre siempre, Bergoglio está convencido de que SUS pensamientos son más importantes que el Credo católico.

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    1. Estimado Máximo,
      es necesario tener en cuenta la circunstancia. Una entrevista televisiva no parece ser el lugar más adecuado para expresar la doctrina de la Iglesia, pero puede servir para animar a la gente a interesarse por esta doctrina.
      Sin embargo, estas intervenciones del Papa expresan un cierto comportamiento suyo, muy humano, y muy personal del papa Bergoglio, sobre el cual, con el debido respeto, también se pueden expresar reservas.
      Ciertamente el Papa ha dejado claro que no es la Iglesia la que envía a alguien al infierno, sino que la Iglesia, como Dios, quisiera salvar a todos.

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  29. Hay un evangelio, el del rico, es interesante leerlo. También el de cabras y las ovejas. Creo que el Papa Francisco tiene tanta caridad para con todos que le gustaría arrebatar almas al diablo.

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    1. Querida Adela,
      las palabras de Jesús en el Evangelio son muy claras. El Papa quiso expresar su opinión personal.

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    2. Sí, querido Padre, estoy de acuerdo.

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  30. Dios quiere salvar a todos y es el hombre quien libremente lo rechaza y se condena.

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    1. Querido Mauro,
      lo dijiste muy bien. Lo dijiste todo en dos palabras.

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  31. Con mucho repeto sabe Padre, estas palabras deL Papá no ayudan mucho para la conversión de los pecadores y hacer bromas sobre esto El VIcario de Cristo en La Tierra menos, No me imagino al Señor hacer una broma sobre esto.

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    1. Estimado Anónimo,
      efectivamente, tiene Ud. razón: una broma como ésta, referida a un tema tan serio como es la salvación o condenación eterna, causa nuestro asombro y nos deja un poco perplejos. Entender los motivos de una broma así no es fácil, y probablemente no existan motivos justificados.
      Por lo tanto, considerando que nosotros, en cuanto católicos, sabemos bien por nuestra fe quién es el Papa, de qué carismas está dotado, y cuál es su misión en la Iglesia, entonces, es necesario que tengamos una cierta comprensión por el aspecto humano del Papa.
      Como católico, Ud. sabe bien que el Papa tiene un lado no humano, sobrenatural, dado por Dios, y garantizado por las palabras de Jesús: "Pedro, yo he rogado por tí para que tu fe no desfallezca, por eso, confirma a tus hermanos". Por tanto, sabemos que el Papa es nuestro Maestro en la Fe, la única persona en toda la humanidad que nos puede enseñar el sentido auténtico de la Palabra y la Obra de Cristo. Pensar lo contrario, sería afirmar que Cristo nos ha engañado con su promesa.
      Pero eso no quita que sepamos reconocer un aspecto falible en el Papa, lo que podemos llamar su aspecto humano, de pecador como cualquiera de nosotros: el Papa puede pecar contra todas las virtudes, menos contra la virtud de la Fe, como he dicho antes.
      Ahora bien, haciendo de nuestra parte un esfuerzo para tratar de entender la buena intención que ha guiado al Papa a hacer esa broma (por injustificada que sea), ciertamente podemos encontrar la razón en el contexto de la discusión acerca de la declaración Fiducia supplicans. En mi opinión, con su broma, el Papa ha querido expresar un reclamo para aquellos que condenan fácilmente.

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