Minerva, diosa de la sabiduría, nació de la cabeza de Júpiter, para simbolizar la sabiduría del propio Júpiter. El hombre peca, pero Júpiter le ayuda a corregirse enviándole desgracias y advertencias amenazadoras. Júpiter premia a los héroes que obedecen a los dioses, pero castiga la rebelión, la soberbia, la hybris del dios Prometeo, que quiere arrebatar el fuego a los dioses y dárselo a los hombres. [En la imagen: fragmento de "Prometeo lleva el fuego a la humanidad", óleo en lienzo de Heinrich Friedrich Füger, de alrededor de 1817].
La visión pagana
----------En el paganismo antiguo, como hemos visto, se concibe, por encima de todas las cosas y del hombre, una fuerza suprema, ciega, cruel y prepotente, que decide definitivamente, inapelablemente e inexorablemente de todo y lo determina todo, bien y mal, negando al hombre el libre albedrío, y por tanto manteniéndolo esclavo, sin posibilidad de liberación: es el Fatum.
----------No se osa llamarlo "dios", porque parece estar por encima de los dioses. Pero se admite también un dios supremo, sabio, justo y providente, ora benévolo, ora severo, padre de los hombres y de los dioses, que respeta la libertad del hombre, pero le pide cuentas de lo que ha obrado, por lo cual premia y castiga: es Júpiter, Zeus para los griegos, Iuppiter para los romanos, el "dios de la luz" (del indoeuropeo diaub).
----------Protector del poder romano, a través de la diosa Roma, Júpiter es promotor de justicia (ius) y de clemencia (clementia), que inspiran al supremo Vate Virgilio la misión de Roma: tu regere imperio populos, Romane, memento: parcere subiectis et debellare superbos, que corresponde exactamente al Magnificat: deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles, que podemos traducir así: "tú que gobiernas al pueblo con tu imperio, oh Romano, recuerda: éstas serán tus artes, y en la paz de imponer una regla, perdonar a los rendidos y derrotar a los soberbios" (Virgilio, Eneida, VI 847-853).
----------Minerva, diosa de la sabiduría, nació de la cabeza de Júpiter, para simbolizar la sabiduría del propio Júpiter. El hombre peca, pero Júpiter le ayuda a corregirse enviándole desgracias y advertencias amenazadoras. Júpiter premia a los héroes que obedecen a los dioses, pero castiga la rebelión, la soberbia, la hybris del dios Prometeo, que quiere arrebatar el fuego a los dioses y dárselo a los hombres. Prometeo está encadenado y un cuervo le muerde el hígado. Pero luego su hígado siempre vuelve a crecer. ¿Por qué? Júpiter no llega a hacer plena justicia, porque Prometeo está protegido por el Fatum.
----------Aquí está insinuado un punto que es de extremo interés para la evolución posterior del pensamiento humano. Prometeo aparece como el liberador del hombre respecto del yugo de los dioses, sufriente y castigado por el dios por amor al hombre, pero secretamente apoyado por el Fatum.
----------Ahora bien, mediante el estoicismo, se producirá una inversión: el hombre, el sabio, no es ya esclavo del Fatum, sino que se identifica con el Fatum, indiferente a las pasiones, "enfermedades del alma". Lo que quiere el Fatum es lo que quiere él. Las pasiones, aunque malas, son queridas por el Fatum. Las consecuencias son claras: si el Fatum está por encima de Júpiter y si el Fatum es la libertad del sabio, obedecer a Júpiter es al fin de cuentas una esclavitud, por lo cual es necesario sentirse libres de Júpiter y de sus sentimientos de culpa y aceptar voluntariamente el Fatum: "fata, volentia agunt, nolentia trahunt".
----------Por lo tanto, el mito de Prometeo es un inestable compromiso entre Júpiter y el Fatum. El Fatum viene a limitar la tiranía de Júpiter, aunque no del todo. El hombre debe eliminar a Júpiter para poder ser libre como Prometeo enseña y permite. He aquí entonces que Prometeo se convierte en el modelo del hombre que se libera de la tiranía de la divinidad. Tal modelo es insinuado en el lírico Prometheus de Goethe, y aparecerá con toda su luz en el Suprehombre de Nietzsche.
----------Esta exaltación de Prometeo aparece también en D'Annunzio en su ópera Più che l'amore (Más que el amor, 1906): "La tragedia interpreta como insólita audacia el mito de Prometeo: la necesidad del crimen que pesa sobre el hombre deliberado para elevarse a la condición titánica". Recordemos que D'Annunzio fue inspirador del fascismo, como Nietzsche lo fue del nazismo.
----------Pero la perspectiva prometeica del hombre que, libre ya de los castigos divinos, se hace dios y se sustituye a Dios, aparece evidente en el ateísmo de Marx, para el cual "Prometeo es el primer santo del calendario filosófico". Entonces Dios ya no castiga, porque Dios no existe.
----------Así, después de Lutero, que nos ha tranquilizado revelándonos que Dios no nos castiga, porque siempre perdona, es Rousseau quien vendrá para decirnos que no hay necesidad de ser perdonados por Dios, porque cada uno de nosotros es bueno; mientras que los malos son los otros. Y luego Freud vendrá a asegurarnos que los sentimientos de culpa son en realidad vanas apariencias; porque lo cierto es que somos pervertidos inocentes, traducción psicoanalítica del luterano simul iustus et peccator. Y Hegel nos consolará: no debemos temer a Dios, porque nosotros mismos somos Dios, que deviene en la historia.
----------Cristo libera al hombre del poder de Satanás para someterlo a Dios y hace al hombre partícipe de la vida divina en la gracia. Prometeo libera al hombre de Dios para que se crea Dios, pero lo somete a Satanás, bajo la máscara del Fatum, que es el Logos de los estoicos y de Hegel.
----------He aquí, entonces, a Hegel. Es interesante, a este respecto, cómo Hegel (en Lecciones sobre la Filosofia de la Religión) interpreta el relato bíblico del pecado original: con el pecado original, el hombre-Prometeo escucha a la Serpiente-Fatum, y conquista la libertad desobedeciendo al Júpiter bíblico y convirtiéndose en Dios, de modo que Dios dice: "He aquí que el hombre se ha vuelto como uno de nosotros".
----------Por consiguiente, el mito de Prometeo deja un mensaje, que será recogido por el pensamiento moderno y conducido hasta sus extremas consecuencias, como hemos visto líneas arriba. Prometeo se presenta como amigo del hombre y capaz de asegurarle un poder divino. Convence al hombre de que los dioses son prepotentes envidiosos del poder del hombre, el cual tiene la posibilidad y el derecho de ser un dios. Prometeo, entonces, para asegurar al hombre la liberación de la esclavitud de los dioses, intenta arrebatar a los dioses el fuego divino, pero el intento fracasa y es castigado por Júpiter.
----------Es importante la función del castigo divino en las tragedias de Esquilo. Como informa Turchi, "Zeus, por encima de todos los demás dioses, personifica el orden moral del mundo, es infinitamente superior al hombre, controla lo que hacen los hombres y es el creador del derecho y de la ley" (Autores Varios, Dio nella ricerca umana, preparado por Giuseppe Ricciotti, Editore Coletti, Roma, 1950, p.243).
----------Esquilo "exalta la omnipotencia de Zeus, que humilla a los prepotentes, que resume en sí todo el universo y lo que hay más allá del universo, cuya figura representa la unidad de lo divino (to theion), frente a la cual los demás dioses desaparecen; que es el vengador de las culpas de los padres, las cuales recaen sobre los hijos sin que éstos tengan que rebelarse y que declararse irresponsables, porque el mal es un elemento del gobierno de Dios en el mundo y el hombre lo debe aceptar y buscar su expiación" (Ibid.).
----------En Esquilo "está la clara profesión de fe hacia el Ser supremo, a nadie parangonable, sólo él capaz de iluminar la mente de quien a él se adhiere, apartándola de los pensamientos estériles y vacíos; único vencedor contra los inferiores poderes de la naturaleza; único dador de la verdadera sabiduría a aquel que, reconociéndolo como el sabio ordenador del mundo, elevará a él el canto de la victoria. Los castigos por él infligidos son una enseñanza para el hombre; su don saludable, maestro de sabiduría, es el remordimiento que nos persigue incluso durante el sueño" (Ibid., p.244).
----------Los griegos usaban muchos nombres para designar el castigo asignado a los malvados después de la muerte: Aides, Tartaros, Erebos, Chaos. En cambio, los héroes escalan el Olimpo, la mítica montaña celestial, sede de los dioses. Para Platón, el sabio, que se deja iluminar y guiar por la idea, contempla feliz, después de la muerte, en el Hyperuraniun, el mundo de las Ideas y la suprema entre todas, la Idea del Bien.
----------Los estoicos consideran ser ellos mismos la manifestación del Fatum, que ellos llaman Logos, inmanente a ellos y que determina todos los sucesos del mundo y del hombre. Todas las decisiones del Logos son buenas, incluso aquellas que a nosotros nos parecen malas. El mal no existe. Incluso el mal es bueno. Buenismo absoluto. El sabio sabe que nadie es castigado, porque todas las acciones del hombre, buenas y malas, son en el fondo buenas, determinadas por el Logos, que es bueno.
El Dios de Aristóteles
----------Aristóteles, en el mundo antiguo, es el pensador que, debido a su fuerte sentido de la racionalidad y de la conexa dignidad humana (recordemos el zóon loghikón), más que ningún otro, es independiente de la creencia en el Fatum, aunque, como veremos, no lo sea del todo.
----------Aristóteles en realidad nunca lo menciona, aunque ocasionalmente hace uso de conceptos, como por ejemplo el de caos, el del azar o el de la suerte (tyche), que se le acercan por su irracionalidad. Pero Aristóteles huye de aquello que repugna a la razón, de lo contradictorio, de lo absurdo o de lo imposible (adynaton), aunque, consciente de los límites y de los defectos de la razón humana, no excluya la existencia de un Pensamiento que la supere (Nóesis Noéseos).
----------Es sí que Aristóteles habla de lo que sucede "por azar", por casualidad, katá symbebekón; lo que de hecho podría hacer pensar en el Fatum, que actúa sin finalidad o bien contra la finalidad. Pero hay que recordar que un principio fundamental de la filosofía del Estagirita es que todo agente actúa por un fin (telos), lo que excluye radicalmente la misma posibilidad del Fatum.
----------En sustancia, el symbebekón aristotélico no es otra cosa que el accidente, categoría fundamental de la metafísica aristotélica, mientras que la ananke, como ya se ha señalado, no es otra cosa que la necesidad lógica, que conecta entre sí los términos del silogismo apodíctico, basada en el principio de no-contradicción, que distingue lo posible (dynatón) de lo imposible (adynatón). No hay espcio para el Fatum.
----------La única puerta abierta a la idea del Fatum en el pensamiento de Aristóteles, parece estar dada por el hecho de que en él falta el concepto de creación. Los judíos, antes de san Pablo, no fueron capaces de mostrar a los griegos el concepto bíblico de la creación. En efecto, esta puerta abierta puede estar dada por el hecho de que el Dios de Aristóteles es ciertamente personal, siendo Pensamiento subsistente (Nóesis Noéseos) y por tanto Voluntad eficiente y motora (kinún akíneton) del universo y por tanto también del hombre.
----------Sin embargo, Aristóteles no extrae las consecuencias de esta importantísima verdad, apta de por sí para destruir el Fatum. No desarrolla, como sí lo hace la Biblia, un concepto de la providencia divina y, por tanto, en consecuencia, una doctrina de los premios y de los castigos. Tratando de la virtud de la prudencia, Aristóteles pone en evidencia que ella debe prestar atención a lo concreto.
----------En cambio, tratando de la ciencia y de la acción divinas, se limita a observar que la ciencia tiene por objeto lo universal, por lo cual el objeto digno del intelecto divino son sólo las cosas sublimes, las causas universales y Dios mismo, como por ejemplo el movimiento de los cielos; pero no sería digno de este sublime intelecto rebajarse para tomarse cuidado del individuo material, que, al fin de cuentas, él no ha creado.
----------En este sentido, podríamos decir que en el Dios de Aristóteles las virtudes de la justicia y de la misericordia dejan que desear. No es que Él sea cruel como el Fatum, sino que simplemente no se interesa por los asuntos humanos, por lo cual la administración de la justicia, con los correspondientes premios y castigos, está simplemente confiada al gobierno de la polis. Sin embargo, existe aquí el grave riesgo de que este espacio del destino humano, dejado vacío por Dios, sea llenado por el Fatum, incluso si Aristóteles, como es sabido, nos ha dejado una ética de gran valor, comentada, entre otros, por santo Tomás de Aquino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios sin debido respeto hacia la Iglesia y las personas, serán eliminados. Se admiten hasta 200 comentarios por artículo.