viernes, 20 de octubre de 2023

Cómo funciona hoy la masonería (2/2)

Lo que de la masonería resulta sumamente preocupante es su soberbia de fondo, de la cual es evidente que está animada esta asociación, la cual presume que el hombre por sus solas fuerzas puede alcanzar las máximas metas del saber y de la virtud. Por eso no se equivocan quienes la acusan de satanismo. La masonería ignora el valor y la necesidad de la gracia y el peso que el pecado tiene en nuestra vida. Es una forma de pelagianismo, diría el papa Francisco. Por eso la masonería odia una sociedad como la Iglesia. [En la imagen: el frente de la Sede de la Gran Logia Unida de Inglaterra, en Londres].

La masonería ha surgido de la Fraternidad Rosa-Cruz
   
----------Aquellos que dieron origen a la Fraternidad Rosa-Cruz partieron de un conocido principio cabalístico, según el cual no es imposible, sino posible y, de hecho, necesario y divino, que a la vez el ente sea y no sea. Por lo tanto, Dios mismo es principio tanto del bien como del mal. Vale decir, Dios se contradice a sí mismo para luego reconciliarse consigo mismo. Tenemos aquí ya el principio de la dialéctica hegeliana, que por tanto debe considerarse cabalística por mediación de Descartes y de Böhme.
----------Sin embargo, es necesario distinguir el acto contradictorio del acto malo, vale decir, hay que distinguir el contradecirse del contradecir. Mientras lo contradictorio es imposible, como ya había demostrado Aristóteles, el mal es posible y, de hecho, existe realmente. ¿Cuál es la relación entre el contradecirse y el contradecir? ¿Entre desobedecer a Dios y el desobedecer a la verdad? ¿Entre el absurdo y el escepticismo? El servir a dos señores o bien la doblez surge del contradecir y el contradecir implica el contradecirse, aun cuando el contradecirse es posible, pero no es posible un ente contradictorio en virtud del principio de identidad, ilustrado por Aristóteles, primer principio del ser y del pensamiento.
----------Pues bien, el cabalista, como Protágoras, como Descartes y como Hegel, cree que el ente contradictorio pueda existir, pero con ello, como demostró Aristóteles, anula el acto del pensar. ¿Cómo entonces puede existir la mala intención? ¿Cómo puede existir un pensamiento que haga referencia a lo contradictorio, es decir, a lo imposible, mientras que la realización de ese pensamiento, es decir, el pecado, es posible? Porque el sujeto concibe un fin realizable, sí, de lo contrario el pecado no existiría, pero que no es un verdadero bien, sino un falso bien, cuya falsedad es demostrable en base al principio de no-contradicción.
----------Pues bien, la doblez moral surge de una desconfianza o de una negación escéptica o de una afirmación subjetivista de la verdad. Tal es la gnosis y la moral cabalística de los miembros de la Fraternidad Rosa-Cruz. En tal sentido, los Rosa-Cruz son los inspiradores de la masonería, que surgirá oficialmente en Londres en 1717. Después del éxito logrado por Lutero y por Descartes, ya los Rosa-Cruz se sienten capaces de salir a la luz, al descubierto, y pasar de invisibles a visibles.
----------Masciullo, en el libro antes mencionado, también señala que en las famosas Constituciones de Anderson de 1723 el ateísmo es rechazado como "estupidez". Sin embargo, la Masonería, presentándose como teísmo superior al Dios revelado del cristianismo, y como una doctrina de paz y de convivencia humana que va más allá de lo que el cristianismo puede alcanzar, nos deja perplejos acerca de la atendibilidad de su teísmo, aunque parece querer aceptar al Dios de la religión natural, pero, como hace notar Masciullo, la aceptación de la gnosis cabalística típica de los altos grados esotéricos, de la masonería, suscita fuertes temores de una sustancial indiferencia de la masonería hacia el teísmo o hacia el concepto idealista, kantiano de Dios y por lo tanto, en última instancia, al Dios antinómico de la Cábala y por lo tanto al ateísmo.
----------Los propios masones reconocen que la masonería posee simultáneamente dos almas aparentemente contrastantes: por un lado un alma racional, igualitaria y humanista, propuesta en los grados inferiores o básicos, y por otro lado un alma más elitista, elevada, secreta y esotérica, de molde gnóstico, propuesta en los grados altos o superiores a quienes son dignos, grados a los cuales no todos los masones acceden, por lo cual los misterios supremos permanecen oscuros para ellos mismos.
----------Se habla así de una masonería fría o azul, y de una masonería caliente o roja. Los propios masones miran con ojos de benévola desaprobación la masonería indisciplinada afectada de ocultismo, que no está exenta de excesos, que ellos mismos llaman "marginales". ¿Qué significa entonces esta diferencia? ¿Existe una contradicción? Todo depende de cómo entienda el masón el concepto de razón.
----------Es el concepto cartesiano de razón, no como facultad que puede funcionar o no funcionar, no como razón que se detiene ante el misterio, una razón para la cual existe una realidad divina que no puede comprender, sino como razón subsistente en acto (res cogitans), que debería definir al hombre como tal, como "espíritu" o como "mente". Ahora bien, a decir verdad, esa razón que define como razón en acto al sujeto que la ejercita, esa razón que pertenece a aquel ente cuya esencia es la de ser razón subsistente en acto, es sólo Dios.
----------Por ende, Descartes no se da cuenta de que está definiendo la razón humana en términos que convienen o son apropiados solamente a Dios. No es para sorprenderse entonces, que de allí en adelante la razón tenga la pretensión de estar autofundada y de poder alcanzar la ciencia absoluta o gnosis, si ella niega que pueda existir una realidad que la trasciende y que no pueda comprender, si niega que necesite alguna "fe" para conocer verdades divinas que por sí no pueda alcanzar. Si la razón es divina, ¿por qué no debería conocer lo divino mediante la ciencia o la autoconciencia, sin necesidad de ninguna fe o revelación divina?
----------Masciullo, en el libro que aquí reseñamos, observa luego cómo la masonería, sobre todo en su desarrollo en el siglo XIX en Alemania, a fin de rodearse de un aura de sacral venerabilidad, ha ido a recoger de las más remotas antigüedades y culturas todo lo que pudiera dar lustre y prestigio al ideal masónico, sin preocuparse mayormente sobre su credibilidad o autenticidad. Así, la masonería ha querido reconectarse nada menos que, por ejemplo, con el pacto de Noé, o con la construcción del templo de Salomón o con la Orden de los Templarios, o con los antiguos misterios paganos o con los antiguos gnósticos.
   
Las empresas de la masonería en la historia
   
----------Masciullo pasa luego revista a una serie de trastornos históricos subsecuentes al nacimiento de la masonería, preguntándose para cada uno de ellos si la masonería pudo haberlos inspirado y en qué medida. Así, al respecto, no existen dudas acerca del papel desempeñado por la masonería en la supresión de la Compañía de Jesús en 1773, o acerca de la contribución masónica a la Revolución Americana de 1775-1783, o acerca del estímulo doctrinal dado a la Revolución Francesa, o en la inspiración de la empresa napoleónica, o acerca de la contribución de ideas dadas al Risorgimento italiano, o acerca de la mentalidad que fue el trasfondo de la Triple Alianza que en la primera guerra mundial ha querido abatir al Sacro Romano Imperio, y un apoyo colateral o instrumental pudo haber sido su contribución a la Revolución Rusa. En cambio, es necesario hacer distinciones referentes al surgimiento del fascismo y del nazismo.
----------Masciullo se detiene luego a dar una valoración de la empresa napoleónica, claramente inspirada en los ideales de la Revolución de 1789. Maravilla que un Manzoni, espíritu católico de fe firme y de amplitud de miras, se haya preguntado, tras la muerte de Napoleón, si su empresa hubiera sido verdaderamente gloriosa. ¿Pero cómo pudo dudar? Ciertamente que no se trataba de verdadera gloria, sino de un pérfido intento de destruir la Iglesia desde dentro según las intenciones de la masonería. Que Napoleón haya abatido a muchos regímenes despóticos y atrasados ​​también puede ser cierto, pero ¿cómo no ver en ese frenesí destructivo el odio contra la Iglesia, la cual bien o mal mantenía vínculos vitales con esos regímenes?
----------Pero lo más odioso que se nota en la acción de Napoleón es el intento puramente masónico de destruir la Iglesia dividiéndola entre el elemento secular y el elemento religioso, y más precisamente entre el sector del pueblo guiado por los pastores, párrocos y obispos y el ámbito de los institutos religiosos, sobre todo los institutos monásticos y contemplativos. Con los primeros estipuló concordatos y mostró cierta benevolencia; mientras que a los segundos los trató de modo bestial.
----------Es interesante, en efecto, cómo Napoleón haya suprimido las Órdenes contemplativas o en todo caso aquellas dedicadas a la cultura católica, como por ejemplo los Franciscanos, Dominicos, Benedictinos, Agustinos, Carmelitas, Jesuitas, Cistercienses, Olivetanos, Cartujos, dejando en pie institutos de monjas dedicadas a la instrucción, la asistencia social, y el cuidado de los enfermos, lo que a los ojos de los masones, despreciadores de la religión y de la espiritualidad, efectivamente aparecía y era socialmente útil, mientras que los monjes eran considerados personas ociosas, inútiles y parásitos de la sociedad.
----------Agreguemos que la doctrina masónica, después de haber encontrado su fundamento en el pensamiento de los Rosa-Cruz y en el racionalismo cartesiano, encuentra apoyo en el deísmo kantiano, y explicita su alma gnóstica en el idealismo alemán de Fichte (quien fue masón declarado, y nos ha dejado una Filosofía de la masonería), Schelling y Hegel. Ciertamente el nazismo encontró en Hegel su concepción del Estado. Pero el nazismo también tiene sus raíces ideológicas en el misticismo alemán medieval templario, panteísta y esotérico, con conexiones en la teosofía, en la antroposofía de Rudolf Steiner, en el tradicionalismo esotérico de René Guénon y en los cultos mágicos tibetanos. Y es precisamente en este plano que el nazismo ha podido recibir colaboración e inspiración de la masonería esotérica y ocultista.
----------Masciullo se pregunta entonces cuáles son los planes y las tácticas de la masonería hoy frente a la Iglesia. El Autor constata cómo las ideas masónicas están hoy en día muy difundidas y practicadas en todo el mundo y muchos las hacen suyas quizás sin conocer su procedencia.
----------Es un hecho que desde la segunda mitad del siglo pasado, la masonería ha cesado los virulentos ataques que había llevado a cabo en los siglos pasados, hasta el Concilio Vaticano II, y ha cambiado de táctica. Después del Concilio Vaticano II ha comenzado a adoptar un enfoque blando o suave, atento a las instancias de la renovación conciliar, promoviendo entre los católicos interpretaciones de las doctrinas conciliares que pudieran de alguna manera justificar ciertas tesis de la masonería.
----------Por ejemplo, el diálogo interreligioso viene entendido como aval de la teoría según la cual el cristianismo no sería la religión más alta, universalmente obligatoria a los fines de la salvación, sino simplemente una particular visión que debe ser colocada junto a otras de igual valor y simplemente diferentes, entre las cuales cada uno es libre de hacer su elección. O bien se niega la historicidad de los milagros de Cristo o de la creación de Adán y Eva y del pecado original. O bien se propone un Dios que no castiga sino que salva a todos. O bien se niega la inmutabilidad de los dogmas y se afirma su cambiar con el cambiar de las ideas filosóficas o culturales, etc. La masonería penetra en la Iglesia a través de modernistas, como por ejemplo Rahner.
----------En el postconcilio, ha habido numerosos intentos, por la parte católica, de tender un puente con la masonería, haciendo leva en algunos valores humanos indudablemente presentes en sus doctrinas. Una obra importante en este sentido ha sido la del padre Rosario Esposito, Le grandi concordanze tra Chiesa e Massoneria, publicada por Editore Nardini de Florencia en 1987.
----------Ciertamente, debemos reconocer a la masonería el mérito de su incondicionada admiración por el método científico galileano, que tantos frutos ha dado y todavía sigue dando en el progreso de las ciencias y de la técnica, aun cuando la masonería aproveche deslealmente el doloroso entuerto galileano con el Santo Oficio, para acusar falsamente a la Iglesia y a la fe de ser enemigos de la ciencia. En realidad, el método galileano, como brillantemente ha demostrado Jacques Maritain, está en perfecta continuidad con el experimentalismo aristotélico, odiado por los cartesianos y por los luteranos a fin de destruir la filosofía escolástica aristotélico-tomista, sostenida durante siglos y también hoy por la Iglesia.
----------Sin embargo, hizo muy bien el papa san Juan Pablo II, con gesto magnánimo, en cumplir en nombre del Santo Oficio de la época de Galileo, un acto de reparación por el error que ese dicasterio había cometido, error que, sin embargo, como precisó el papa Wojtyla, no invalida en absoluto la infalibilidad del magisterio doctrinal de la Iglesia, dado que la materia sobre la cual se pronunció el Santo Oficio no era en absoluto materia de fe (ningún dogma enseña que el sol gira alrededor de la tierra), sino que se trató desgraciadamente de un error de exégesis bíblica, donde el Santo Oficio, por muy autorizado que sea, al apartarse de sus competencias doctrinales, está inevitablemente expuesto al error.
   
El papa Francisco y la masonería
   
----------El papa Francisco, por su parte, es sensible a ciertas temáticas de la masonería, como la famosa tríada liberté-egalité-fraternité, de la cual ha tratado en la encíclica Fratelli tutti, que obtuvo consensos en los círculos masónicos. Algunos, sin embargo, señalan con razón que la fraternidad masónica no tiene como contrapartida una paternité, sobre la cual, en cambio, tanto insiste el Papa, por lo cual todos somos hijos de Dios. Pero está claro que el Papa, después de haber encontrado puntos de contacto con la masonería, sabe bien cómo tomar las debidas distancias, para evitar cualquier equívoco o ser instrumentalizado.
----------Sin embargo, la masonería siempre sigue siendo, como constantemente han denunciado los Romanos Pontífices del pasado, una asociación que conspira para destruir la Iglesia, o al menos para reducirla a los límites de la estricta secularidad y de la profanidad.
----------El nuevo derecho canónico de 1983 no la nombra (en cambio, se la menciona explícitamente en el can.2335 del antiguo derecho canónico), pero está claro que el can.1374 se refiere a ella cuando impone una "justa pena" a "quien da su nombre a una asociación que conspira contra la Iglesia". Por este motivo, la Congregación para la Doctrina de la Fe, en una Declaración sobre las asociaciones masónicas del 26 de noviembre de 1983, ha declarado que "permanece inalterado el juicio negativo de la Iglesia respecto de las asociaciones masónicas, en razón de que sus principios siempre han sido irreconciliables con la doctrina de la Iglesia, y por lo tanto la inscripción en ellas sigue estando prohibida. Los fieles que pertenecen a asociaciones masónicas se encuentran en estado de pecado grave y no pueden acceder a la Comunión".
----------Encuentra mucho crédito hoy, también en el interior de la Iglesia, una visión del hombre, de la moral y de la sociedad, que confía en el poder de la razón, del derecho, de la ciencia, de la técnica y del dominio del hombre sobre la naturaleza, en la realización de un continuo progreso en la igualdad, en la tolerancia, en la libertad y en el pluralismo de las culturas. Esto es ciertamente un legado de la masonería. Ella está presente en todos los grandes organismos internacionales, empezando por la ONU. Pero, en última instancia, la ONU sin duda es también un organismo providencial, como lo han reconocido los últimos Papas.
----------Sin embargo, lo que de la masonería resulta preocupante es la soberbia de fondo, de la cual está animada esta asociación, que presume que el hombre por sus solas fuerzas puede alcanzar las máximas metas del saber y de la virtud. Por eso no se equivocan quienes la acusan de satanismo. Ella ignora el valor y la necesidad de la gracia y el peso que el pecado tiene en nuestra vida. Es una forma de pelagianismo, diría el Papa. Por eso ella odia una sociedad como la Iglesia, que le recuerda el deber de la humildad, de la penitencia, de la expiación, de la escucha de la Palabra de Dios, de los sacramentos, de la obediencia a sus ministros, de la oración, de la imploración de la gracia y de la divina misericordia.
----------Una pregunta que podríamos plantearnos es: ¿qué peso tiene hoy la masonería en la competición de las grandes potencias que se disputan el dominio del mundo? La masonería es ciertamente fruto de Occidente. Más allá de su esoterismo de segunda mano, ella es fruto del racionalismo occidental, con sus méritos y sus defectos. Sus raíces son Grecia, Roma y los mitos paganos, con el aporte del judaísmo cabalístico y sionista.
----------Ciertamente ella tiene peso en Europa, en los Estados Unidos y en América Latina, en menor medida en el judaísmo, en Rusia y en China, y menos aún en la India y en los Estados musulmanes. Australia y los Estados Africanos dependen de las potencias europeas, estadounidenses, chinas, rusas e islámicas.
----------La masonería parece triunfar en todas partes. No estoy lejos de creer que en Ucrania estén en lucha entre sí las dos facciones opuestas de la masonería, la rusa y la estadounidense. Pero la masonería ha cometido un error de fondo: querer destruir a la Iglesia. Esta aparece hoy como descartada por los grandes amos del mundo, a pesar de sus mil millones y medio de fieles, en su mayoría pobres. Sin embargo, "la piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular. El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga, será aplastado" (Lc 20,18).

2 comentarios:

  1. La filiación que aquí se ha descripto de la masonería respecto de los Rosacruces ¿es una mera hipótesis o existen pruebas materiales y no meramente especulativas? Por lo demás, después de haber leído la muy erudita reseña del volumen de este estudioso, creo poder afirmar que no tiene la más mínima idea de lo que es realmente la Masonería. En particular cuando habla de grados "altos", a la vez parece ignorar la existencia de múltiples "ritos" así como de diferentes hermandades, algunas de las cuales, como la del derecho humano francés, son abiertamente ateas. Finalmente, el satanismo masónico no es prerrogativa sólo de los altos grados, como parece afirmar el autor, sino más bien está íntimamente ligado con el ser iniciado, dado que la vida y el camino del masón en búsqueda de la verdad, no es otra cosa que el camino para llegar al acto de la liberación total, al develamiento del secreto masónico, y la mente que se libera de toda atadura grita: ¡Non serviam!

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    1. Estimado Anónimo,
      digo de inmediato que no conozco en profundidad la cuestión específicamente histórica, que usted plantea, y que señala el autor del libro reseñado en mi artículo.
      Lo que yo he notado no son tanto los vínculos entre los exponentes de los Rosa-Cruz y los exponentes de la masonería, sino más bien la afinidad de las ideas y de los propósitos y esto es: el enfoque típicamente gnóstico, que se jacta de la capacidad de conducir al hombre a la plenitud del saber en vista de asegurar a la humanidad la plena felicidad; la total ignorancia del peso que en la vida humana tienen las consecuencias del pecado original; una moral puramente laica, sin referencias religiosas; y el secreto de la asociación.

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