jueves, 12 de octubre de 2023

El Papa cita elogiosamente a Teilhard de Chardin

Podríamos preguntarnos: si las enseñanzas del padre Pierre Teilhard de Chardin han sido tan severamente censuradas por la Iglesia, ¿por qué motivo el papa Francisco ha recordado al famoso Jesuita en tonos tan elogiosos en su reciente visita apostólica a Mongolia? La respuesta no es nada difícil, basta leer las palabras de Teilhard citadas por el Santo Padre en la homilía de su última Misa en Mongolia, precisamente tomadas de la famosa "Misa sobre el Mundo" (compuesta hace exactamente un siglo), plegaria ante la cual no podemos sino permanecer conmovidos, por lo cual nos viene espontáneamente el pensamiento de que ahora en el paraíso del cielo Teilhard pueda gozar del fruto de sus fatigas, libre de las voces malignas que lo habían hecho sufrir.

El Santo Padre recuerda elogiosamente a Teilhard de Chardin
   
----------El Santo Padre, en la homilía de la última Misa en Mongolia, ha recordado brevemente a Pierre Teilhard de Chardin [1881-1955], citando algunas de sus palabras en forma de plegaria sobre la Eucaristía, que denotan el gran fervor religioso que ha sido característico en el destacado sacerdote y antropólogo del siglo pasado, fervor expresado en términos poéticos en ese estilo que le era tan propio al jesuita francés.
----------Me complace transcribir las palabras que el papa Francisco ha dicho a propósito de Teilhard de Chardin:
----------"La Misa es acción de gracias, 'Eucaristía'. Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí. Dice así: 'Me prosterno, Dios mío, ante tu Presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero'. El padre Teilhard trabajaba en investigaciones geológicas. Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su 'Misa sobre el mundo', expresando su ofrenda de este modo: 'Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora'. Y una oración similar había nacido ya en él durante la Primera guerra mundial, mientras estaba en el frente, ejerciendo como camillero. Este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que 'la Eucaristía se celebra, en cierto sentido -en cierto sentido-, sobre el altar del mundo' y que es 'el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable', incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro. Recemos hoy, por tanto, con las palabras del padre Teilhard: 'Verbo resplandeciente, Potencia ardiente, Tú que amasas lo múltiple para infundirle tu vida, abate sobre nosotros, te lo ruego, tus manos poderosas, tus manos previsoras, tus manos omnipresentes'...".
----------Para tener una visión completa de esta destacada figura de la Compañía de Jesús, objeto de muchas discusiones y sin embargo notable científico y alma religiosa, considero que es bueno relacionar las palabras del Papa con el famoso Monitum del Santo Oficio del 30 de junio de 1962, con el cual este Dicasterio advertía acerca de la existencia en el pensamiento de Teilhard de algunos errores "que ofenden la doctrina católica".
----------Dado que algunos actuales admiradores de Pierre Teilhard de Chardin, siguen esperando la anulación de ese Documento de hace seis décadas, hago presente que tal abrogación no es posible, porque aquel texto pone en juego, aunque sea indirectamente, la autoridad doctrinal del Sumo Pontífice, que en aquellos tiempos era san Juan XXIII, cuya benignidad era conocida por todos.
----------Al recordar y comentar ese Monitum, creo que presto un servicio al lector al enumerar con precisión los errores a los cuales se refiere el Santo Oficio. Están disponibles de los lectores que desearan conocer las fuentes de las cuales provienen las proposiciones citadas en este elenco.
   
Elenco de los errores teológicos de Teilhard de Chardin
   
----------1. En el padre Pierre Teilhard de Chardin falta la noción analógica del ente, que permite reconocer el primado y la trascendencia del espíritu sobre la materia.
----------2. Por tanto, Teilhard de Chardin no sabe concebir un puro espíritu exento de materia. Por eso, para Teilhard, Dios es, sí, supremo espíritu, pero conjuntamente es el vértice máxima de la materia. Se trata de un Dios material. La Sagrada Escritura hablaría de idolatría.
----------3. Para Teilhard de Chardin "Dios es el alma del mundo": proposición de sabor panteísta. Confunde la relación Dios-mundo con la relación alma-cuerpo.
----------4. Su teología es la fachada imaginaria de una sustancial divinización del mundo.
----------5. Teilhard quiere sustituir la metafísica, que es superación de lo físico para captar lo espiritual, por una "hiperfísica" de su propio cuño, que no es otra cosa que una ampliación fantástica de la física elevada (o como él dice: "evolucionada") hasta lo absoluto.
----------6. Sobre la base de estos presupuestos, es evidente que desaparece la distinción entre el orden natural y el sobrenatural, siendo la gracia, participación en la vida divina, puro espíritu sin materia.
----------7. También sobre la base de estos supuestos, para Teilard de Chardin el Espíritu Santo debería implicar un esencial componente material. Lo cual es evidente herejía.
----------8. Hay que decir también, contra lo expresado por Teilhard, que la unidad de Dios no es la unión o síntesis de una multiplicidad, sino que es unidad absolutamente simple sin composición. Dios no se divide ni se recompone, sino que es indivisible y recompone lo que está dividido.
----------9. La Santísima Trinidad no es, como dice Teilhard, una "trinitización" de Dios, como efecto de un movimiento suyo interno, de multiplicación y reunificación, sino que la Santísima Trinidad es la misma divina esencia una y trina, inmutable, no múltiple e inmultiplicable.
----------10. Dios crea el mundo no en el sentido de unificar una infinita presupuesta multiplicidad material con Él coexistiendo ab aeterno, como expresa Teilhard de Chardin, sino en el sentido de crear la misma multiplicidad de la nada. Dios no es sólo el ordenador del mundo, sino que es causa de su existencia. Cuando Dios ha creado el mundo, no tenía nada junto a Sí e independientemente de Él, sino que ha creado todo, la unidad de la individual creatura y la multiplicidad de los entes y de la nada.
----------11. La nada no es una cosa posible o actuable o factible, que tiende al ser o tiene necesidad de ser, sino que es un simple no-ser. Concebir la nada en este sentido es arbitraria imaginación y no corresponde al concepto bíblico de la nada, de la cual Dios extrae el ser.
----------12. Una pura multiplicidad infinita como pura cantidad numérica sin la multiplicidad de los respectivos sujetos no ha existido ni pudo haber existido ab aeterno, junto a Dios e independientemente de Él, porque la cantidad es accidente de la sustancia y no existe por sí sola sin su sustancia.
----------13. Por lo tanto, una pura multiplicidad sin sujetos correspondientes no puede ser real, sino que es un puro ente abstracto e imaginario. La verdad es que Dios, creando el mundo, no ha simplemente unificado una abstracta multiplicidad preexistente, sino que ha creado una multiplicidad real de la nada, la cual sin embargo no era en precedencia ab aeterno una pura multiplicidad sin sujetos reales, porque de lo contrario ella no habría podido ser ni siquiera real, sino que fue y es creada como multiplicidad real y concreta de individuales entes, porque la multiplicidad es accidente de sustancias reales.
----------14. Dios no está esencialmente y necesariamente conectado con el mundo, como parece expresar Teilhard de Chardin, sino que Dios es completamente independiente del mundo. No tiene necesidad del mundo para completar su esencia. Su acto creador del mundo es del todo libre y Él habría podido muy bien existir solo sin el mundo, porque Él es Perfección infinita, absolutamente autosubsistente y autosuficiente.
----------15. Por esto, también la Encarnación del Verbo y la Redención obrada por Cristo han sido libres y gratuitos actos del amor misericordioso del Padre para la salvación del hombre pecador.
----------16. Si Dios es el vértice del mundo, como expresa Teilhard, entonces la naturaleza divina de Cristo es el vertice de la naturaleza humana, y se cae en la herejía.
----------17. Teilhard admite en Jesucristo "una tercera naturaleza, que no sería ni humana ni divina, sino cósmica" (texto citado en G.Frénaud, L.Jugnet y Th.Calmel, Gli errori di Teilhard de Chardin, Edizioni dell’albero, Torino 1963, p.38). Lo cual es claramente herético.
----------18. Dios, creando el mundo, no sólo ha creado cuerpos que evolucionarían hasta el nivel de los espíritus, sino que junto con los cuerpos (visibilia), ha creado también los puros espíritus, es decir, los ángeles (invisibilia).
----------19. Es cierto que el padre Teilhard de Chardin reconoce que el espíritu es superior a la materia, y tiene razón al decir que la materia evoluciona en vistas a preparar la creación del espíritu. Sin embargo, Teilhard nunca dice claramente que la materia sólo puede ser condición para la existencia del espíritu (el hombre), pero no puede devenir espíritu ni puede causar su existencia.
----------20. Teilhard olvida el hecho de que el espíritu puede existir sin sujeto material: Dios, el ángel y el alma humana separada del cuerpo después de la muerte, mientras que la materia no puede existir ni subsistir sola o por sí misma sin su forma sustancial, que le da forma, para constituir en unión con ella la sustancia material, compuesta de materia y forma. Al respecto, Teilhard parece confundir la materia con la sustancia material, que es compuesto de materia y forma.
----------21. Teilhard niega la creación del alma humana inmediatamente por Dios, afirmando una mediación de la materia: "El alma se crea por medio de la materialidad" (A.Drexel y L.Villa, Analisi di una ideologia. Pierre Teilhard de Chardin, Edizioni Civiltà, Brescia 1970, p.129).
----------22. Es cierto que la sustancia material, es decir el cuerpo, cambia con el tiempo, muta, evoluciona y se transforma, tendiendo naturalmente a elevar su naturaleza acercándola al espíritu. Pero el cuerpo no puede devenir espíritu, porque el devenir físico o la transformación o la evolución corpórea implica el hecho de que una materia cambia de forma, pero permanece siendo materia con una forma. Para que se convierta en espíritu, es decir, en pura forma subsistente sin materia, debería desaparecer como materia: lo que de hecho no sucede.
----------23. Hay que reconocer que Teilhard de Chardin tiene razón al sostener que la materia y el cuerpo son verdadera realidad y cosa buena, sana, inocente, útil, benéfica, no contraria ni enemiga del espíritu. Dios es creador de la una y del otro. Pero Teilhard se equivoca al considerar que la materia pueda devenir espíritu (ver el número anterior): significaría sobrevalorar la materia en detrimento de la elevación del espíritu sobre la materia y caer en el materialismo, es decir, en la divinización de la materia.
----------24. La profunda, inmutable e ineliminable diferencia ontológica y esencial (visibilia et invisibilia) entre materia y espíritu no es signo de división o contraste entre ellos, sino que es efecto de la divina sabiduría creadora, que distingue sin separar y une sin confundir.
----------25. Teilhard parece no haber tenido en cuenta el hecho de que entre las cosas materiales y las cosas espirituales hay diversidad, pero también semejanza y analogía, en su común pertenencia a la realidad, hasta el punto de que la razón humana, partiendo de la experiencia de las cosas visibles, puede ascender por analogía al conocimiento de las cosas espirituales e incluso de Dios (Sab 13,5; Rom 1,19-20). Sin embargo, Teilhard ha entendido que la ciencia experimental conduce a la teología.
----------26. No está clara en Teilhard la distinción entre vivientes y no vivientes. Es necesario decir que la evolución desde los no vivientes a los vivientes ha sido posible gracias a la omnipotencia creadora divina, por consiguiente no en el sentido de que los cuerpos inanimados contuvieran originariamente ya de sí y en sí la vida en el estado latente, porque esto es pura imaginación y no corresponde en absoluto a la experiencia.
----------27. Teilhard tiene razón al decir, como Charles Darwin, que las especies de los vivientes en el curso de la evolución han sido pasajeras y no han sido fijas, sino que se han transformado las unas en las otras, hacia especies cada vez superiores, hasta alcanzar el umbral de la especie humana, pero sin cruzarlo, salvo quizás gracias a la potencia creadora divina.
----------28. No está documentado por la ciencia que un animal pueda generar un hombre, aunque ello no sea metafísicamente imposible. Por tanto, no está documentado con certeza que el hombre descienda de los simios. Es necesario por otra parte señalar, contra Teilhard, que lo que sabemos por la divina revelación sobre este tema, es que toda la humanidad tiene origen, gracias a un acto creador divino, de una única pareja en el paraíso terrenal ubicado en esta tierra.
----------29. No es imposible, pero sí extremadamente improbable y del todo inapropiado que la primitiva pareja edénica, dotada, según la revelación bíblica, de una altísima perfección espiritual, haya sido generada por una pareja de simios en el paraíso terrenal.
----------30. Por la ciencia sabemos que la Tierra ha tenido origen mucho tiempo antes de la aparición del hombre, y que dicha aparición ha sido precedida por lo simios. Pero no está demostrado que en un cierto momento el simio haya comenzado a generar hombres. Y por otra parte es imposible la existencia de un viviente intermedio entre el hombre y el simio, porque el alma humana no es el resultado de una evolución, sino que, siendo una forma espiritual simple, o está toda o no está.
----------31. Teilhard olvida el hecho de que la especie o naturaleza humana o esencia del hombre, es fija e inmutable, porque ella, aún concediendo una cierta "cristogénesis", no es una etapa pasajera de la evolución, un estadio del devenir cósmico superado y superable, término de un devenir precedente e inicio de un devenir ulterior, sino que es "término fijo de eterno consejo", porque está creada a imagen y semejanza de Dios, que no ha devenido ni devendrá.
----------32. Con todo esto, Teilhard de Chardin tiene razón al sostener que el hombre debe progresar hacia Cristo, y que Cristo ("Cristo Omega") lo atrae hacia sí. Pero el progreso humano y cristiano no es cambio de la naturaleza o esencia, y por tanto no es cambio de la ley moral que lo guía, sino que es avance, aumento, desarrollo, fortalecimiento y crecimiento de las potencias o facultades de un sujeto que mantiene siempre la misma naturaleza, siempre en la obediencia a la misma ley.
----------33. La ley moral, por lo tanto, no está sujeta a evolución, sino que puede y debe ser siempre mejor conocida y aplicada. La conservación de los valores perennes es, por consiguiente, la condición para un verdadero progreso de la humanidad.
----------34. Teilhard tiene razón al decir que Dios mueve finalísticamente e intencionalmente el universo según una evolución ascendente de la materia hacia el espíritu, cuyo fin y vértice supremo e insuperable es Jesucristo. Teilhard reconoce que la causa eficiente es movida por la causa final. Sin embargo, pasa por alto el hecho de que Cristo no es simplemente el vértice y el fin del hombre y del mundo ("Cristo cósmico" como "Punto Omega"), sino que, en cuanto Dios, lo trasciende infinitamente y lo ha creado de la nada.
----------35. Según el dato de fe, la historia del hombre no consiste en el hecho de que Dios unifica evolutivamente y progresivamente en el tiempo lo múltiple, de modo tal que al final toda la humanidad esté en comunión con Dios ("pleromización"), sino que la historia del hombre manifiesta la misericordia de Dios, que enaltece a los humildes, y manifiesta su justicia, que derriba a los soberbios.
----------36. Es contrario a la fe creer que todo hombre se deja atraer por Dios, de modo tal que todos se salvan. Al contrario, en virtud del libre albedrío y de las elecciones de cada uno, hay quienes acogen la misericordia divina y se salvan y hay quienes la rechazan y se condenan.
----------37. Según el dato de fe, la pareja primitiva fue creada en un estado de altísima perfección física, moral y espiritual, superior, en ciertos aspectos, al alcanzado hoy por la especie humana, a pesar de estar herida por el pecado original. Por lo tanto, parece completamente improbable, aunque no imposible, que Dios haya hecho nacer la pareja edénica de genitores simios.
----------38. Lo que, en cambio, parece totalmente probable es que, en castigo del pecado, la pareja primitiva, expulsada del paraíso terrenal en esta mísera tierra, haya adoptado un aspecto simiesco. Esto sería confirmado por los hallazgos paleo-antropológicos, estudiados por Teilhard, los cuales atestiguan con claridad una evolución ascendente de la forma humana desde el aspecto simiesco hasta el aspecto avanzado del hombre de hoy. En este campo del saber, Teilhard tiene indudablemente sus méritos.
----------39. El pecado no tiene simplemente origen en nuestra malicia, sino que tiene un origen histórico mucho más profundo, que es el pecado original cometido por nuestros primeros progenitores, cuya culpa, transmitida por generación, contagia a toda la humanidad y es eliminada por el sacramento del Bautismo gracias al sacrificio expiatorio de nuestro Señor Jesucristo.
----------40. El pecado no es un simple inevitable e insignificante incidente en el camino de la evolución hacia lo mejor, casi un producto de descarte o un producto fallido en la cadena de producción de una industria que por lo demás sería floreciente, sino que es un acto malvado de desobediencia a Dios, consecuente al pecado original, que hace caer al hombre en una miseria tal, de la cual sólo lo levanta la cruz de Cristo, la cual por tanto nos libera radicalmente del pecado liberándonos de sus consecuencias, que son la pérdida de la gracia, las penas de la vida presente y la tendencia a pecar.
----------41. El poligenismo es incompatible con la fe cristiana, que dice que la humanidad ha tenido origen a partir de una sola pareja y que la culpa original, cometida por esta pareja, se ha transmitido por generación desde esta pareja a toda la humanidad. Sólo la Santísima Virgen María ha sido preservada de esta culpa.
----------42. La historia de la tierra precedente a la creación del hombre y al Jardín del Edén, tal como resulta de la paleontología, presenta un ambiente inadecuado para la vida humana y parece por tanto ponerse en relación, tanto con el pecado de los ángeles como, aunque de modo anticipado, con las consecuencias del pecado original. De hecho, el universo edénico estaba perfectamente bajo el dominio del hombre.
----------43. Las leyes de la naturaleza en esta tierra, objeto de la ciencia, dado que regulan una naturaleza hostil, nociva y peligrosa para nosotros, aunque sean leyes puestas por el Creador, junto a leyes benéficas, representan claramente, a los ojos de la fe, una naturaleza caída de la condición edénica, como castigo del pecado (Gén 3,17-19). Teilhard parece no tener en cuenta este hecho testimoniado por la Biblia.
----------44. Los sufrimientos de la vida presente, al igual que la hostilidad de la naturaleza hacia nosotros, no son momentos necesarios para el proceder de la evolución, no son simples ocasiones para llevar la evolución hacia adelante, sino que son consecuencias del pecado original y también de nuestros pecados personales, que sirven para unirnos a la cruz redentora de nuestro Señor Jesucristo.
----------45. Para Teilhard, Cristo no sufre para expiar nuestros pecados, sino sólo para fortalecernos y guiarnos en el sufrimiento necesario para nuestra realización final.
----------46. La oposición y enemistad entre la "carne" y el "espíritu", de la cual habla el apóstol san Pablo, no eran originariamente queridas por Dios, sino que son consecuencia del pecado original, y la ética cristiana conduce a su reconciliación. Por esto, el ascetismo cristiano manda, en determinadas circunstancias, saber renunciar a los placeres del cuerpo, para no perder los goces del espíritu.
----------47. La excesiva e indiscreta preocupación de Teilhard por considerar carne y espíritu como una sola cosa, hace temer una ética laxista y hedonista, causada por el hecho de que, con el pretexto de la unidad entre espíritu y carne, el sujeto humano, proclive en esta vida, subsecuente al pecado original, a dejarse dominar por las pasiones, olvida el esfuerzo moral necesario para el dominio del espíritu sobre la carne.
----------48. Dice el padre Teilhard de Chardin: "Declaramos construir un futuro concebible para la especie humana hacia el cual puedan tender tanto el comunismo como el racionalismo y el Cristianismo" (texto citado por A.Drexel y L.Villa, op.cit., p.124). Esta declaración de Teilhard huele a doblez y es irreconciliable con el deber del cristiano de dar testimonio público de su fe.
----------49. La Iglesia no es el vértice de la humanidad en evolución, sino que es la comunidad de los hijos de Dios que viven en gracia.
----------50. El hecho de que la Iglesia progrese continuamente hacia la Parusía no quiere decir que todos los miembros de la Iglesia progresen igualmente. Hay quienes progresan y hay quienes retroceden o se detienen.
----------51. La vida de gracia y la filiación divina no son simplemente los vértices de la evolución del hombre, sino que son una vida divina superior a la simple vida humana.
----------52. La materia del sacramento de la Eucaristía no es el mundo ("la Misa sobre el mundo"), sino el pan y el vino especialmente preparados para la Santa Misa.
----------53. Teilhard sostiene que la transustanciación eucarística no sólo tiene como materia el pan, sino que se completa en la "transubstanciación del mundo" (texto citado por A.Drexel y L.Villa, op.cit., p.131). Es una evidente falsificación idolática del sacramento de la Eucaristía.
----------54. La transustanciación eucarística durante la Santa Misa no se produce en el curso de la evolución cósmica, como cree Teilhard de Chardin, sino precisamente en el momento en el cual el celebrante pronuncia las palabras de la consagración del pan y del vino.
----------55. Nuestro Señor Jesucristo no es sólo el vértice del mundo en evolución ("Cristo cósmico"), sino que, ante todo y sobre todo, es el Hijo de Dios, Creador y Salvador del mundo.
----------56. La Comunión Eucarística no es comunión con el "Cristo cósmico", sino con el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor, presente bajo las especies eucarísticas.
----------57. Es verdad que en la Santa Misa el celebrante se consagra a si mismo a Dios junto con la Iglesia. Pero no debemos confundir esta consagración cultual, que es un simple acto de la virtud de religión, consecuente a la consagración eucarística del pan y del vino, y es su efecto y fin, con la misma consagración del pan y del vino, que es acto con el cual el sacerdote, in persona Christi, realiza la transustanciación, la cual es principio, razón y causa de la consagración cultual.
----------58. En el fin del mundo Cristo no acogerá en la gloria a la entera humanidad que ha alcanzado el vértice de la evolución ("pleromización"), porque no todos los hombres así lo desearán, sino que "separará las ovejas de los cabritos" (Mt 25,32), es decir, acogerá a los justos, mientras que a los réprobos los alejará de Sí.

Juicio de conjunto
   
----------Teilhard, como ya nos ha mostrado el padre Henri de Lubac en un libro especialmente dedicado a él, fue un espíritu animado por un fuerte fervor religioso y místico, de carácter cristológico, con la loable intención apologética de armonizar la ciencia experimental con la ciencia teológica.
----------Aspecto particularmente interesante de la cristología teilhardiana es la visión de Jesucristo Recapitulador de todas las cosas, según la concepción paulina, por lo cual la posición de Teilhard puede ser considerada similar a la del Beato Juan Duns Scoto, según el cual Cristo, vértice y plenitud de todo creado, fin al cual supremamente ha apuntado el amor del Padre, se habría encarnado también si el hombre no hubiera pecado.
----------El propio santo Tomás de Aquino, que si bien siguiendo los datos de fe sostiene que el Verbo se ha encarnado para nuestra salvación y para la remisión de los pecados, afirma en modo hipotético la misma tesis que habría sostenido el Doctor Seráfico.
----------Sin embargo, el cristocentrismo del padre Pierre Teilhard de Chardin, aparece claramente inmanentista, mientras que es exagerada su exaltación de la materia, del mundo y de la evolución, con perjuicio de la trascendencia del espíritu y de Dios mismo.
----------Su teología no está guiada por un riguroso y lúcido compromiso especulativo basado en sólidas bases filosóficas, y en ella escasea el mismo intellectus fidei, sobre el cual prevalece una viva imaginación poética. Surgen entonces visiones puramente subjetivas, emotivas y fantasiosas, en detrimento no sólo del correcto razonar filosófico, sino, lo que es peor, de la misma doctrina de la fe.
----------En Teilhard de Chardin, lamentablemente, se nota una sustancial indocilidad al Magisterio de la Iglesia, que él presuntuosamente sustituye con su fantasiosa visión subjetiva. Por eso algunos han hablado con toda razón, al respecto de su pensamiento, de "gnosis". No hay ninguna duda que el pensamiento de Teilhard, en su conjunto, entra bajo la clara condena que el papa Francisco ha hecho del gnosticismo.
----------Por otra parte, se tiene en Teilard la impresión de una especie de sustitución de la teología por la poesía. Pero es una poesía peligrosa, porque no se limita a expresar la Palabra de Dios con imágenes poéticas (algo completamente legítimo y útil), sino que la sustituye con personales creaciones fantásticas. Maritain habla con razón de "theology-fiction" (Le paysan de la Garonne, Desclée de Brouwer, Paris 1966, p.177) o de la que ha sido llamada "fantateología". No es de extrañar que Teilhard confunda el intelecto con la imaginación, porque él mismo teoriza sobre ella: "el pensamiento es sensación transformada" (citado en A.Drexel y L.Villa, Analisi di una ideologia. Pierre Teilhard de Chardin, Edizioni Civiltà, Brescia 1970, p.114).
----------Uno podría preguntarse: pero si el padre Pierre Teilhard de Chardin ha sido tan severamente censurado, ¿por qué motivo el papa Francisco lo ha recordado en tonos tan elogiosos? La respuesta no es para nada difícil, basta leer las palabras del famoso Jesuita, citadas por el Papa, ante las cuales no podemos sino permanecer conmovidos, por lo cual nos viene espontáneamente el pensamiento de que ahora en el paraíso del cielo Teilhard pueda gozar del fruto de sus fatigas, libre de las voces malignas que lo habían hecho sufrir.
----------¿Qué contribución teológica puede hacer hoy Teilhard de Chardin? Su contribución consiste en el desarrollar la cristología y la eclesiología en su orientación escatológica, en una visión que nos alienta a progresar con fervor por los caminos del Reino de Dios, movidos por la gracia y el Espíritu Santo.

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