Un reciente artículo aparecido en la revista "America", de los Jesuitas estadounidenses, puede ser de interés para reflexionar acerca de un falso axioma que en las décadas recientes ha venido imponiéndose a nivel académico e incluso popular: "todas las cosas tienen el mismo valor". Algo similar ya había afirmado Simplicio: "Si lo que uno dice o piensa es el ser, de todas las cosas uno será el concepto, el ser", pero no debemos olvidar que Simplicio interpreta aquí a Parménides. Por tanto, en este artículo planteo una propuesta ecológica de sano fundamento ontológico, para evitar la opresión, y actuar el respeto a lo diverso.
Una buena exposición de la ecología,
pero un malentendido sentido de la igualdad de las creaturas ante Dios
----------La teóloga estadounidense Elizabeth Johnson ha publicado el 18 de mayo de este año un artículo en la revista América, de los Jesuita estadounidenses, sobre el cual quiero llamar aquí la atención del lector. El artículo se titula What does it mean to believe in an ecological God? (¿Qué significa creer en un Dios ecológico?) dedicado al tema de la divina providencia y de nuestra responsabilidad hacia todo lo creado, es decir, nuestro deber de respetar lo que ha sido creado por Dios, desarrollarlo, conservarlo, protegerlo y utilizarlo sabiamente y con amor, sin violentar, destruir, desperdiciar o despilfarrar la creación.
----------En dicho artículo, Elizabeth Johnson se refiere a la carta encíclica del papa Francisco Laudato si', del 24 de mayo de 2015, con la loable intención de destacar su valor. La teóloga hace excelentes observaciones a este respecto, subrayando con claridad la trascendencia de Dios Señor y creador, Dios "Altísimo", misericordioso y justo, por lo cual, sin embargo, la visión metafísica, de carácter igualitario, que ella presenta, aparece, como veremos, en contraste con su declarada fe en la trascendencia de Dios sobre todos los entes de la creación, sea cual sea el grado ontológico al que pertenezcan, desde las piedras hasta los ángeles.
----------De hecho la teóloga Johnson, lamentablemente, intentando dar una base metafísica a la enseñanza del Papa, propone una ontología igualitarista, donde son negados los grados del ser, por lo cual cada ente aparece como teniendo la misma dignidad que cualquier otro ente: átomo y molécula, materia y espíritu, animal y hombre, hombre y ángel, naturaleza y gracia, hombre y Dios.
----------Para documentar los puntos que pondré aquí de relieve, de cuya delicadeza me doy cuenta, y con la única intención de evitar que la enseñanza del Romano Pontífice sea presentada como fundada sobre falsas bases metafísicas, presento aquí mi traducción de las afirmaciones de Elizabeth Johnson en un concreto pasaje de su artículo, acompañadas a continuación del texto original en inglés (por si algún lector quisiera verificar mi fidelidad en la tarea del vertir los conceptos de Johnson a nuestra lengua castellana).
El texto de Elizabeth Johnson a examinar
----------"Se ha vuelto cosa común en el pensamiento religioso y secular de la era moderna considerar a los seres humanos como algo aparte, separados del mundo natural, en lugar de estar entrelazado y en intercambio con él. Aquí me concentraré en un factor de separación, que ha sido particularmente tóxico en el ámbito de la teología: la 'jerarquía del ser'. Es interesante su historia de fondo.
----------A medida que el cristianismo primitivo se extendió por el Imperio Romano, entró en contacto con una versión de la filosofía griega que enseñaba que el mundo está compuesto de dos elementos: material y espiritual, o bien cuerpo y alma/mente. Dado que la divinidad es puro espíritu, los filósofos concluyeron que cuanto mayor espíritu posee un ente, tanto más cercano es a lo divino; cuanto más materia, tanto más lejos está. La filosofía ha utilizado este esquema para clasificar a los habitantes del mundo según una jerarquía del ser.
----------En la base estaba la materia no viviente, como las rocas; más arriba estaban las plantas (que están vivas y producen semillas), luego los animales (que tienen locomoción). En el vértice de la Tierra estaban los humanos (con alma racional y cuerpo); todavía más a lo alto estaban los ángeles (puros espíritus sin cuerpo). ¡Desde el guijarro al melocotonero, del caniche a la persona, hasta los principados y potestades! En lugar de un parentesco circular, este modelo estructura el mundo como una pirámide, con los humanos en el pináculo de la creación terrestre.
----------La teología se construyó sobre este esquema, enseñando que los humanos -con nuestro superior espíritu- dominan con razón sobre las plantas y sobre los animales. En términos técnicos, estos tenían un valor instrumental más que valor intrínseco 'a los ojos de Dios' (nótese estas palabras). Como consecuencia, en el fin del mundo, las plantas y los animales desaparecerán. Dado que su propósito era el de satisfacer nuestras necesidades, mientras continúa la vida humana en esta tierra, cuando ya no existiera necesidad de ellos para el alimento, el vestido, el refugio y la salud, su propósito se habrá agotado, y dejarán de existir. [...]
----------La enseñanza o doctrina de la Iglesia, habiéndose comprometido con la jerarquía del ser, ha tenido poco que ofrecer en forma de resistencia a la devastadora destrucción de enteras comunidades y de vidas individuales. Y los terribles resultados racistas de la esclavitud continúan hasta el día de hoy".
El texto original de estos pasajes
----------"It has become common in religious and secular thought of the modern era to think of human beings as standing apart from the natural world rather than being an interwoven part of it. Here I will zero in on one factor for separation that has been particularly toxic in the realm of theology: the 'hierarchy of being.' The back story is interesting.
----------When early Christianity spread around the Roman empire, it came into contact with a version of Greek philosophy which taught that the world is composed of two elements: matter and spirit, or body and soul/mind. Since divinity is pure spirit, philosophers reasoned that the more spirit a being possesses, the more godlike it is, and the closer to the divine; the more matter, the further away. Philosophy used this schema to rank the inhabitants of the world according to a hierarchy of being.
----------At the bottom was non-living material, like rocks; higher up were plants (they are alive and germinate seeds), then animals (they have locomotion). Highest on Earth were humans (with rational soul and body); even higher were angels (pure spirits with no body). From the pebble to the peach, to the poodle to the person, to the principalities and powers! Instead of a circle of kinship, this model structures the world as a pyramid with humans at the pinnacle of earthly creation.
----------Theology drew on this framework to teach that humans—with our superior spirit-rightly rule over plants and animals. In technical terms, they had instrumental rather than intrinsic value 'in God’s eyes' (note these words). Consequently, at the end of the world, plants and animals will disappear. Since their purpose is to provide for our needs, once human life on Earth is over-when we no longer need them for food, clothing, shelter, muscle power—their goal will have been fulfilled. They will cease to exist.
----------Church teaching, given its commitment to the hierarchy of being, had little to offer by way of resistance to the devastating disruption of whole communities and individual lives. And the terrible, racist results of slavery continue to this day".
Un breve comentario a los textos de Elizabeth Johnson
----------De las declaraciones de Elizabeth Johnson transcriptas líneas arriba, se desprende que ella quisiera dar a la ecología una base ontológica de tipo monista-parmenídeo, de universal aplanamiento del ser y, por lo tanto, en el límite, una base panteísta para el conjunto de la realidad y en particular para la orientación ética animalista y libertaria que actualmente se está afirmando, según la cual el hombre no es superior al animal, por lo cual no tiene ningún derecho a matarlo, y por lo cual, por ejemplo, si un oso te ataca, debes dejarlo actuar libremente y, si lo matas, cometes un grave delito. El superior es visto como sinónimo de opresor o dictador y no se entiende en absoluto que el superior debe beneficiar, ayudar, elevar, corregir y misericordiar al inferior. ¿Cómo hace quien tiene menos para adquirir algo, si no es a quien tiene más?
----------Ahora bien, debemos decir con toda franqueza y conocimiento de causa, que ¡aquí nos encontramos ante una ontología que conduce al materialismo, al panteísmo y al ateísmo, y en consecuencia, al desprecio de la dignidad humana, creada a imagen de Dios, y estamos ante un concepto distinto del Dios creador y providente, una concepción distinta de la protección de los animales, y del respeto y fortalecimiento de la naturaleza, del respeto a los extranjeros e inmigrantes, y distinta de la ayuda a los pobres!
----------¿Y por qué estas terribles consecuencias? Porque, si cada ente tiene igual dignidad que cualquier otro ente, entonces Dios no es superior al mundo, sino que tiene igual dignidad ontológica. Se podrá continuar diciendo que Dios es diferente; pero si no es causa y fin del mundo y por tanto superior al mundo, no puede ser Dios: tiene un valor igual al del mundo y por tanto una realidad mundana, pero este identificarse de Dios con el mundo no es otra cosa que panteísmo. Un Dios mundanizado es lo mismo que decir un mundo divinizado. Y esto, si no es panteísmo, es idolatría, que entonces al fin de cuentas, es lo mismo.
La jerarquía de los entes creados según santo Tomás de Aquino
----------Antes de seguir adelante, con el análisis de los principios metafísicos sustentados por Elizabeth Johnson en el artículo sub examine, y de sus nocivas consecuencias morales, repasemos aunque sea de modo sumamente breve las enseñanzas de santo Tomás de Aquino, Doctor Communis Ecclesiae, acerca de la jerarquía de los entes que constituyen todo el universo creado por Dios.
----------Como bien sabemos, los principios básicos de comprensión de la realidad que adopta Tomás de Aquino proceden de la filosofía de la naturaleza de Aristóteles, enriquecidos por los aportes de la Escritura. La realidad natural está compuesta por entes o substancias dotadas de forma y materia, que se mueven gracias a que en ellas existe conjunción de acto y potencia. El punto en que la metafísica tomista se aleja de Aristóteles es en la consideración de la diferencia entre esencia y existencia. Para Aristóteles la pregunta por el ser se identifica con la pregunta por la substancia, pues ésta es una realidad básica que existe y ha existido desde siempre. Cada substancia natural ha comenzado a ser, pero el universo ha existido siempre, teniendo como fundamento de su ser una "materia prima" indiferenciada y eterna.
----------La comprensión judeo-cristiana de la realidad, a partir sobre todo del relato bíblico, introduce, sin embargo, la idea de un Dios creador que ha producido el ser de la nada, consideración totalmente ajena al pensamiento griego, que asumía como axioma que el ser no puede tener origen en el no-ser. Para salvar el papel trascendente y creador ex nihilo de Dios, el Aquinate parte de una distinción entre el ser de las substancias, su esencia, y la existencia efectiva de dichas substancias, que depende del acto creador de Dios.
----------La existencia, desde este punto de vista, no es una cualidad o atributo de la esencia, y no puede ser derivada de la esencia. Es posible, pues, concebir la esencia, y, por tanto, la substancia, como no existente, pues ello no implica contradicción. Existir es el acto originario que actualiza o realiza efectivamente la esencia. Y este acto sólo es posible con el concurso de la potencia creadora de Dios.
----------Por consiguiente, la filosofía de la naturaleza y la metafísica de santo Tomás de Aquino no parte ya, como en Aristóteles, de la consideración de la materia como un elemento eterno y disponible para recibir las distintas formas que constituyen las substancias, sino de la materia como un elemento creado al igual que las formas. Esto le lleva a apartarse del pensamiento aristotélico al considerar que en los entes compuestos de materia y forma, ambos principios constituyen su esencia. La idea de que cualquier ente podría no existir si no hubiera recibido el ser de Dios, implica la consideración de la contingencia de todo lo creado.
----------Sólo Dios es el Ser necesario, Aquél cuya existencia coincide con su esencia, o, de otro modo, Aquél que no puede ser concebido sino como existente. En todos los demás entes, la existencia es participada, y es la realización efectiva de una esencia limitada, por lo que es posible establecer una gradación o jerarquía u orden de los entes en función de la perfección contenida en ellos como participación de la perfección divina.
----------Así podemos distinguir la siguiente jerarquía de los seres: 1. El ser necesario y sin limitación, acto puro, eterno e infinito: Dios. 2. Los seres contingentes cuya existencia depende de Dios, entes que se diferencian, a su vez de este modo: 2.1. Los entes inmateriales, cuya esencia es pura forma: los ángeles. 2.2. Los entes materiales del mundo natural, cuya esencia está compuesta de forma y materia. En orden decreciente de perfección tenemos: el hombre (dotado de un alma inmortal), los animales (cuya esencia incluye las posibilidades del alma sentitiva), los vegetales (cuya esencia implica sólo la potencia de crecer y reproducirse) y, por último, los elementos materiales básicos del mundo físico, no viviente.
----------Ya lo había dicho Aristóteles, cuando expresaba que las esencias específicas son como números: ellas se diferencian con la adición de una unidad. Así, para tener el viviente, se añade la vida vegetativa al cuerpo inanimado; para tener la vida sensitiva se añade la sensibilidad; para tener la vida racional se añade la razón; para tener el puro espíritu se añade la intelectualidad; para tener a Dios se añade la infinitud del espíritu.
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