sábado, 18 de marzo de 2023

Comprender el "problema alemán" en la Iglesia (1/2)

Lo que aquí llamamos "problema alemán" en la Iglesia (que tiene sus más actuales y candentes manifestaciones en el presente camino sinodal alemán, potencialmente conducente a un cisma) es una cuestión de vieja data y de raíces profundas en la historia del pensamiento, las cuales deben ser antes comprendidas, si se pretende encontrar alguna solución a lo que actualmente sucede. [En la imagen: fragmento de "El victorioso avance de Hermann" o "La batalla de Teutoburgo", primera derrota romana en Germania, pintura de Peter Janssen, producida entre 1870-73, conservada y expuesta en el Kunstmuseen Krefeld, Alemania].

Verdaderas y falsas reformas de la Iglesia
   
----------La historia del pensamiento, como acertadamente observaba Hegel, se asemeja al recorrido de un solo sujeto, que razona, busca y extrae las consecuencias. Es un trabajo colectivo, donde los individualistas vienen puestos al margen como productos de descarte.
----------Con la historia del pensamiento, ciertamente, en un principio se tiene la impresión de una gran confusión; lo uno contradice a lo otro; muchas veces se pasa de un extremo al otro; pero si se logra observar bien, mirando más de cerca, encontramos un hilo lógico muy interesante y muy instructivo. El pensador siguiente, en efecto, desarrolla los principios puestos por el pensador precedente y, a veces, trata de corregir los errores ya sea desde dentro o ya sea desde fuera, en base a mejores principios. Por supuesto, a veces se avanza y se progresa, a veces se retrocede y se decae; pero existe siempre una lógica en aquello que sucede. O por lo menos es necesario encontrarla. La humanidad, en todo caso, avanza.
----------Los hombres, en el curso de la historia, extraen las consecuencias de las premisas establecidas por el pensador anterior. Si estas premisas son buenas, se va de bien a mejor. Pero si son malas, se va de mal a peor. Muy delicadas, en la Iglesia, son las reformas. Son como tratamientos médicos, teniendo el objetivo de aliviar al enfermo. Pero si las reformas están equivocadas, el paciente, en vez de mejorar, empeora.
----------Así ha sucedido con la "reforma" luterana, aunque es necesario reconocer que ella contiene algunos aspectos positivos. El Concilio de Trento contrapuso a ella una auténtica curación y entonces la Iglesia progresó. Pero Trento pasó por alto los elementos positivos de Lutero.
----------Por su parte, el Concilio Vaticano II, con el ecumenismo, asumió tales elementos, sin por ello obviamente olvidar los errores de Lutero. Después del Concilio, sin embargo, a causa de una falsa interpretación promovida sobre todo por Rahner (su engañosa propuesta, realizada junto a Heinrich Fries, se encuentra en el libro La Unión de las Iglesias. Una posibilidad real, Editorial Herder, Barcelona 1987), ha sucedido en la Iglesia un proceso contrario al que ocurrió en la época del Concilio de Trento.
----------En efecto, bajo el pretexto del ecumenismo, ha sucedido que un renacido, devastador y muy seductor modernismo, ha cedido a los errores de Lutero. Este es el falso ecumenismo promovido durante muchos años por el cardenal Walter Kasper, influido por el idealismo alemán. Por lo tanto, es necesario prestar atención a que existen verdaderas y falsas reformas, como señaló agudamente en la década de 1950 el gran teólogo dominico Yves Congar en su importante libro precursor Vraie et fausse réforme de l'Eglise (edición española: Verdadera y falsa reforma de la Iglesia, Ediciones Sígueme, Salamanca 2014).
----------Existen entonces, ciertamente, problemas de interpretación del pensamiento de los diversos autores. De ahí la oposición que se produce entre los discípulos de un mismo maestro, cada uno de los cuales reivindica estar expresando la verdadera interpretación. Existen también tendencias sincretistas. Ahora bien, el camino que va desde Lutero hasta Rahner (que es el tema propósito de este artículo) tiene su propia lógica, su propio desarrollo, muy instructivo para la Iglesia y para la sociedad de hoy.
----------De hecho, muestra cómo las raíces del pensamiento rahneriano no son verdaderamente católicas, o al menos se trata de un catolicismo contaminadomodernista, aun cuando Rahner tenga la fama de ser católico; pero sus raíces son luteranas e incluso hegelianas, a través de Heidegger, a quien Rahner declara explícitamente como su maestro. En cuanto a Hegel, éste declara querer interpretar filosóficamente a Lutero, pero termina por alejarse del catolicismo aún más de cuanto se había alejado Lutero.
----------Ciertamente no es fácil entender cómo Rahner haya podido vivir tantos años en el primer plano como Jesuita, y también cosechar un gran éxito en la Iglesia, dado que, hablando en general, el sistema rahneriano tiene de católico solo la fachada de su terminología. Pero tras un examen atento, cuidadoso, profundo y desapasionado, a la luz del Magisterio de la Iglesia y de santo Tomás de Aquino, resulta que el significado que da a los términos no corresponde al de la genuina doctrina católica.
----------La fascinación ejercida por Rahner radica en el hecho de que él a muchos les parece proponer una nueva teología según el programa del Concilio Vaticano II, que supera y sustituye a la teología de santo Tomás de Aquino. El punto clave está todo aquí.
----------Sin embargo, el pensamiento rahneriano se trata en realidad de un colosal engaño, que amenaza con volver a invocar los demonios, que en el pasado siglo han asolado a Europa y al mundo. Es lo que precisamente trato de hacer presente en este artículo, que retoma y resume brevemente una gran cantidad de estudios anteriores y los de numerosos e ilustres estudiosos, que desde hace sesenta años vienen advirtiendo a la Iglesia contra el peligro rahneriano, cuyos amargos frutos, tanto en la doctrina como en las costumbres, los tenemos todos los días ante nuestros ojos, y no son nada comparados con lo que podría suceder, si les fuera dada a los principios rahnerianos la libertad para ser aplicados hasta el fondo.
----------Pues bien, veamos qué ha hecho Rahner. Él, sin declararlo con claridad, sino sólo con veladas alusiones, y mostrándolo con los hechos, ha intentado un acercamiento a Lutero a través de Hegel, y ha terminado por corromper la fe cristiana aún más de lo que lo había hecho Lutero, porque ha utilizado la interpretación hegeliana de Lutero, una interpretación que, en lugar de corregir el inmanentismo luterano, lo acentúa aún más, hasta llegar al panteísmo como "experiencia de la conciencia" (Bewusstseinserfahrung).
----------Y desde aquí partirá Nietzsche con su famosa Wille zur Macht (la voluntad de poder) y Heidegger (a quien Rahner, como ya he dicho, declara ser su maestro) el cual Heidegger, tomando directamente de la "visión del ser" (Wesensschau) de Husserl, desarrolla la comprensión preconceptual (Vorverständnis) del ser de conciencia, desde el cual parte Rahner para llegar a su Vorgriff.
----------Hegel, por su parte, ya tenía a sus espaldas el idealismo panteísta de Fichte y estaba en contacto con el idealismo de Schelling. En su tiempo ya se había difundido la convicción de que el idealismo nacido de Descartes, habiéndose desposado con el fideísmo luterano, representaba una etapa en la vida del espíritu que era más avanzada respecto a la etapa del catolicismo, que había mantenido el realismo escolástico, el cual era juzgado una visión ingenua y primitiva de lo real y del conocer.
----------Lo que en realidad estaba en juego era la concepción de la relación del hombre con Dios desde el punto de vista filosófico y desde el punto de vista cristiano. En el mundo protestante, después de la polémica luterana contra la razón y contra la filosofía, se había comprendido que al fin de cuentas la razón no debía ser despreciada, como lo había hecho Lutero. La refundación de la razón, intentada primero por el católico Descartes y luego por el protestante Kant, había dejado huella en la época de Hegel.
----------Sin embargo, si una razón dominada por la fe falsifica la misma fe, reducida a fanático fundamentalismo, una razón demasiado llena de sí misma, pretende censurar la fe y comandarla a placer como un titiritero con su títere. No se remedia al agnosticismo con el gnosticismo, a la falsa humildad con la presunción.
----------Pero debe recordarse que Hegel es también hijo del iluminismo y probablemente no carecía de relaciones con la masonería, la cual estaba estrechamente ligada al iluminismo (véase Fichte y Lessing). Schelling había revaluado la grecidad, el antiguo gnosticismo, el hermetismo y Proclo.
----------El concepto racionalista de la razón, del logos, que provenía de estas matrices culturales, era tal que hacía mirar con desconfianza lo que, por el contrario, para Lutero seguía siendo el alma de su espiritualidad, que era una herencia del catolicismo, es decir, el poder salvífico y liberador de una revelación divina, expresada en las palabras de la Biblia y aceptada en la fe.
   
La operación hegeliana
   
----------Pero en el horizonte hegeliano los valores cristianos de Lutero vienen en cierto modo redimensionados. Probablemente Hegel se ha dado cuenta del fideísmo y del irracionalismo luteranos, y queriendo ser, por su expresa declaración, fiel a Lutero, había pensado en hacerlo actual con una fuerte inyección de racionalidad, hasta caer, sin embargo, en el exceso opuesto de racionalismo.
----------Pero el caso es que su dialéctica de la contradicción parece mantener simultáneamente también el característico irracionalismo luterano. En Hegel la razón lo domina todo, pero se trata de una razón dialéctica, del "delirio báquico" de los conceptos, dice Hegel. En cualquier caso, queda claro que desaparece el primado de la fe sobre la razón, que incluso Lutero había conservado del catolicismo.
----------Esta operación imprudente ha provocado una subestimación del saber de fe, reducido a "representación" (Vorstellung), mientras que la "ciencia absoluta" o el "pensamiento" (denken) han sido elevados por encima de la fe. Por su parte, Rahner mantiene una concepción relativista de la razón. La verdad reside sólo en la "experiencia trascendental" de fe, que corresponde a la "Ciencia absoluta" de Hegel.
----------Para los tres (Lutero, Hegel, y Rahner), la bienaventuranza del cielo no consiste en la visión de Dios, sino en sentir a Dios en el propio yo. Para Lutero se trata de experimentar la misericordia perdonadora y justificadora de Dios; para Hegel se trata de la experiencia de la conciencia absoluta de Dios; para Rahner se trata de la experiencia vital trascendental de Dios como Misterio absoluto.
----------También importante en los tres es la libertad. Para los tres, la bienaventuranza final es experimentar y actuar la propia libertad. La cual, sin embargo, no es entendida como voluntaria auto-afirmación efectuada por la obediencia a la ley divina, sino como efecto de la acción del Espíritu divino en la conciencia. La libertad no es cumplimiento de la ley, sino liberación de la ley. En Lutero, la libertad viene de la fe y es el mismo acto de fe. En Hegel, la libertad es el actuarse y el hacerse de la voluntad divina en la conciencia. En Hegel es libre el hombre que se pone a sí mismo en el ser. Por su parte, para Rahner, la libertad consiste en el ponerse voluntariamente a sí mismo y en el plasmar la naturaleza humana en la presencia de Dios.
----------Los tres reconocen la capacidad de elegir y, por tanto, de determinar el propio destino o de realización o de fracaso. Sin embargo, no se trata de una cuestión de libre albedrío, que debería elegir entre obedecer o desobedecer a una ley natural o divina. Las leyes morales son relativas. Aquí la libertad se limita al plano de las apariencias subjetivas, contingentes y accidentales, no afecta la sustancia del destino humano, que en cambio está involucrada en la orientación fundamental, teológica de la voluntad.
----------Según el pensamiento de Lutero y sus expresas declaraciones, el hombre que tiene fe en ser salvado por Cristo y "se aferra a Cristo", se salva, y "se le abren las puertas del paraíso", no importa si peca, porque no puede evitar pecar. El "servo arbitrio" no le impide ser liberado por Cristo. Las obras no son necesarias para la salvación. Dios salva de todos modos. Quien no tenga esta fe, vale decir, el católico, empezando por el Papa, está condenado. La negación luterana del libre albedrío, por tanto, no ignora esta posibilidad radical de elección, de la cual depende el destino final del hombre, de salvación o de perdición. Esa elección corresponderá a la "opción fundamental" de Rahner, con la diferencia, sin embargo, de que para Rahner todos hacen esa "opción fundamental", mientras que para Lutero sólo los predestinados.
----------Lutero también conserva los dogmas católicos de la inmortalidad del alma y de la resurrección final, aunque no queda claro en él el dogma de la visión beatífica, prefiriendo Lutero hablar de aquello que él llama el "sueño de las almas" en espera de la resurrección. Lutero también mantiene por otra parte la gnoseología bíblica realista, que le lleva a distinguir al hombre y al mundo en devenir, respecto del Dios eterno, y le lleva a distinguir al pensamiento humano de la Palabra de Dios, en definitiva, le hace reconocer al pensamiento como distinto respecto de lo real, no obstante su subjetivismo inmanentista.
----------Será posteriormente Hegel, bajo el pretexto de la Encarnación, quien llegue a identificar a Dios con el hombre y con el mundo, exagerando el principio luterano de la conciencia, en sintonía con el cogito cartesiano, siendo ambos principios de inmanencia, que Hegel lleva a sus extremas consecuencias panteístas de tipo historicista, por lo cual Dios se identifica con la historia, lo ideal se identifica con lo real, el ser se identifica con el devenir, y el espíritu no puede ser sin la materia.
----------De aquí se sigue que lo real se identifica con lo racional, el espíritu está en la materia, el Absoluto está en la historia, Dios está en el mundo, el bien está en el mal, la paz está en el conflicto, la vida está en la muerte. Por lo tanto, como será claramente expresado por Rahner, no existe la eternidad después de la muerte, sino en la muerte, mientras el individuo empírico se disuelve en la Totalidad.
----------Para Hegel el fundamento de la libertad y de la felicidad no es la moralidad (Moralität), en cuanto obediencia a la ley (el "alma bella"). En este caso se permanece siervos de un amo, sino que se trata de la eticidad (Sittlichkeit), en la cual el hombre es, como Dios, señor de sí mismo. Según Hegel, quien es Señor de sí mismo y tiene a Dios en sí (Dios inmanente), es una conciencia feliz y libre (estos son los luteranos). Quien sirve a un señor (Dios trascendente), es la "conciencia infeliz" (estos son los católicos).
----------Hegel, entonces, como es bien sabido, abre dos corrientes o filones del pensamiento alemán: una, la así llamada "derecha hegeliana", la cual sigue siendo todavía teísta y cristiana, más fiel a Hegel, de orientación conservadora y estatista, que conducirá al totalitarismo nazi con Nietzsche y Heidegger, y al totalitarismo fascista, con Gentile; y la otra corriente, la "izquierda hegeliana", que producirá el ateísmo revolucionario, que es a su vez doble: el ateísmo social de Marx y el ateísmo individualista de Nietzsche, el cual hace también de vínculo con la derecha estatista totalitaria en el producir el nazismo, que es precisamente un "social (Marx) nacionalismo (Hegel)". El inmanentismo luterano de la "nación alemana" alcanza su resultado final en el Gott mit uns (Dios esta con nosotros) anti-judío y anti-romano de los nazis.

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