domingo, 3 de octubre de 2021

La ambigüedad en el pontificado de Francisco (3/4) De la duplicidad a la preocupación por servirnos del lenguaje honesto

Intentando el análisis del actual período pontificio según el estrecho y definido marco que nos hemos prefijado, digamos algo más acerca del ideal Jesuita en el cual se ha formado el papa Francisco, pero precisando en esta, nuestra penúltima nota de la serie, las características principales del lenguaje ambiguo o dúplice, y señalando algunas breves reglas para servirnos de un lenguaje honesto. 

Los Papas cuentan con la milicia ignaciana para vencer la duplicidad de Satanás,
arrebatarle su dominio sobre el mundo y entregar el mundo a Cristo
   
----------Es necesario tener en cuenta los diferentes contextos históricos en el surgimiento de las órdenes religiosas a las que hicimos referencia, la de los Jesuitas y la de los Dominicos. Hay que tener presente que la Orden fundada por San Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús, nació en un contexto histórico muy preciso, el del humanismo renacentista, el cual refleja el interés por la obra de la Redención y por la salvación, que es típico del siglo XVI, a diferencia de aquel contexto teocéntrico medieval, cuna por ejemplo de la Orden Dominicana, contexto que daba el primado a la contemplación sobre la acción.
----------El cristocentrismo soteriológico jesuita fue común también a Lutero y al Concilio de Trento. Fue necesario esperar a los Concilios Vaticano I y Vaticano II para que se diera la recuperación del primado de la contemplación, sin por ello renunciar a las precedentes conquistas del cristocentrismo, las cuales, sin embargo, incomprendidas por el Iluminismo y por la masonería, habían conducido incluso al ateísmo.
----------Los jesuitas, con una actividad riquísima, múltiple, diversificada, exuberante, especializada, admirable, y a veces genial, en la primera mitad del siglo pasado, habían acentuado su tendencia teológica sincretista, presente ya en Suárez sobre todo con la Escuela de Lovaina y Maréchal. Ellos tienden a perder de vista la unidad doctrinal en favor de la pluralidad de las tendencias y de la libertad del pensamiento.
----------Lo que sorprende y despierta estupor es cómo ellos, después de que en el siglo XIX y hasta principios del siglo XX, fueron obedientes al programa del papa León XIII de restauración del tomismo, más tarde, comenzando con la escuela de Maréchal, por un malentendido diálogo con el idealismo kantiano, tuvieron la astucia de sustraerse a la obediencia a los Papas, quienes continuaban recomendando a santo Tomás, mezclando a santo Tomás con Kant, como hizo Rahner a fines de los años 1930s, y luego, a partir del inmediato postconcilio, con su fingida adhesión al programa de renovación conciliar, que en realidad era una re-proposición actualizada y aún más peligrosa del modernismo ya condenado por san Pío X.
----------Desde entonces, los jesuitas, desempolvando aquella su vieja convicción de sentirse a sí mismos el futuro de la Iglesia, bajo el influjo, por ejemplo, del cardenal Carlo Maria Martini, comenzaron a presentarse como la voz del progreso contra un Papado que ellos consideraban conservador y atrasado. Así fue como el grupo de San Galo, compuesto por rahnerianos, conspiró para la elección de un jesuita, el cardenal Bergoglio y, aunque los complotados habían sido excomulgados en fuerza del decreto Universi Dominici Gregis de san Juan Pablo II, maniobraron para presionar a Benedicto XVI, contrario a Rahner, a presentar su dimisión, pero aún así lograron participar igualmente en el cónclave que eligió al papa Francisco.
----------Digo aquí algo más, aunque sea de paso: sabido es que Ratzinger fue amigo de Rahner en los tiempos del Concilio, pero después, al darse cuenta de la tendencia hegeliana de Rahner, lo criticó duramente. Los rahnerianos, incluidos algunos Cardenales, encabezados por el cardenal Martini, se lo han atado al dedo, han esperado pacientemente el momento favorable y después de una campaña de insultos contra Benedicto XVI, en el 2013 lanzaron el ataque con el grupo de San Galo, como verdaderos mafiosos.
----------Es indudable que ese grupo conspirador esperaba tener en Francisco un dócil instrumento para conseguir un Papa rahneriano, pero han quedado decepcionados, porque el Romano Pontífice, iluminado por el Espíritu Santo, no quiere saber nada de Rahner, no obstante los esfuerzos acrobáticos y ridículos que hacen los propios rahnerianos para demostrar que Francisco es un rahneriano.
----------Por el contrario, el Santo Padre ha mostrado la agudeza intelectual de condenar el gnosticismo, que no es más que el otro nombre del rahnerismo. Evidentemente, los complotados habían hecho sus cuentas sin el mandamás: habían olvidado que el Papa cree en el Espíritu Santo y odia las tramas del demonio.
   
Los Papas recurren a los Dominicos cuando se trata de defender y promover la sana doctrina
   
----------Volviendo por un momento al tema de los diversos contextos históricos y sus diversos protagonistas, debe decirse que los Dominicos, a diferencia de los Jesuitas, cuando surgió la cuestión luterana, estuvieron en una primera línea distinta, según su espléndida tradición teológica, es decir, en el refutar las herejías de Lutero, aún cuando en esta lucha anti-luterana los Jesuitas deben ser reconocidos por la gran capacidad que tuvieron para reconducir a muchos luteranos a la Iglesia católica.
----------El típico sello activista y humanista, sin embargo, está notoriamente presente en la espiritualidad ignaciana, la cual, acentuando el compromiso cristiano en el mundo, se ve llevada a subrayar excesivamente el compromiso político, cosa que, como es sabido, ha causado a la Compañía muchos problemas a veces por culpa suya, a veces por parte de los soberanos envidiosos del influjo político conquistado por la Compañía. Esto la ha llevado desde el siglo XVIII a peligrosas colusiones con la masonería, que se filtran también hoy considerando la afinidad de las ideas de Rahner con las de la masonería.
----------Debe reconocerse con franqueza que ningún Instituto religioso de la Iglesia tiene una tan viva percepción de la importancia de la verdad como la tiene la Orden de Predicadores; y los Institutos que quieran cuidar el culto a la verdad están obligados a tomar el ejemplo de los Dominicos, como los mismos Papas les exhortan hacer, recomendando a toda la Iglesia el ejemplo de santo Tomás de Aquino.
   
La ambigüedad del lenguaje es sugerida por el demonio
   
----------Hoy en día está muy extendido en el campo moral y teológico el uso de un lenguaje ambiguo, y esto no solo de un modo involuntario o inconsciente, sino también a propósito y deliberadamente, o para no ser tomados por rígidos, o por oportunismo, o para esconder intenciones inconfesables, o para engañar, o para escabullirse cuando se fuera descubierto, o debido a un malentendido sentido del diálogo.
----------El lenguaje ambiguo frecuentemente subyace en un pensamiento incoherente, atormentado, retorcido, inquieto, fluido y oscilante, sin certezas objetivas y puntos de referencia fijos, sin orientaciones precisas, un pensamiento que gira sobre sí mismo sin progresar, va hacia adelante y vuelve atrás, desordenado, sin paz y sin meta, sin fundamentos ciertos, sin alternativas claras, sin bases sólidas y decisiones firmes, donde todo y siempre viene puesto en discusión indefinidamente.
----------Lo ambiguo es similar a lo equívoco, y sobre el equívoco se basa. Por ejemplo, con frecuencia sucede que son usados en un sentido equívoco términos como "razón", "naturaleza", "gracia", "fe". La ambigüedad del lenguaje, en cambio, quiere decir un lenguaje para el cual un término puede tener dos sentidos diferentes y opuestos, uno entendido por el hablante y el otro sobreentendido.
----------El término equívoco normalmente debe ser explicado precisamente para que no genere el equívoco; pero a menudo el significado pretendido por el autor emerge del propio contexto. El uso del término equívoco no suficientemente explicado puede depender de un insuficiente dominio del idioma por parte del hablante. O bien el oyente puede equivocarse a causa de un insuficiente conocimiento del idioma del hablante.
----------Ahora bien, hay que notar que mientras el término equívoco es tal por su naturaleza en relación con la lengua a la cual pertenece, en el momento en que es asumido con intención fraudulenta, asume entonces la nota moral de la ambigüedad, que es un pecado contra el deber de la lealtad del lenguaje.
----------La ambigüedad del lenguaje no es siempre intencional, sino que puede ser involuntaria y, por lo tanto, no culpable. Esto depende de una malformación del intelecto, que en lugar de orientarse a lo real, gira sobre sí mismo y vuelve de donde había partido sin lograr ningún resultado, un poco como en el campo del sexo ese individuo, que en lugar de orientarse hacia el otro sexo, se vuelve hacia sí mismo. Y es por eso que, a propósito del idealismo alemán, se ha hablado de "masturbación intelectual".
----------Por cuanto respecta a la comunicación verbal, a fin de que haya acuerdo en la conversación, no basta con hacer uso de las mismas palabras, si ellas tienen diferentes significados en los dos interlocutores. Se genera el equívoco, se provoca el malentendido y la mala interpretación.
----------De modo que cuando usamos una determinada palabra en un determinado sentido, es necesario que preveamos atenta y respetuosamente que nuestro interlocutor la entenderá en ese determinado sentido con el que la expresamos. Existen en el lenguaje corriente términos ambiguos, que algunos usan en un sentido, otros en otro. Es mejor no usarlos o bien aclarar de antemano en qué sentido los usamos.
----------También debemos tener en cuenta que en determinados ámbitos o contextos culturales, una palabra puede adquirir matices desagradables para nuestro interlocutor; por ejemplo, probablemente en cualquier ambiente argentino no tiene el mismo efecto en nuestros oyentes que nosotros digamos "seguidor de mons. Lefebvre", o que digamos "secuaz de mon. Lefebvre". Aunque "seguidor" y "secuaz" tienen exactamente el mismo significado, en ciertos ambientes puede indicar una nota moral, o un sentido despectivo o despreciativo. Por lo tanto, es preferible, según el contexto, utilizar la palabra "seguidor" y no "secuaz".
----------Diverso es el caso de los términos poli-sentidos, que son expresión de conceptos analógicos. Aquí quien nos escucha se puede equivocar, porque piensa en un analogado diferente del que pensamos nosotros. Tomemos por ejemplo la palabra "causa": si digo que Dios es causa del mundo, entendiendo causa metafísica, y quien me escucha entiende causa física, dirá que no es cierto que Dios es causa del mundo.
----------Otros términos tienen un significado genérico, que puede ser especificado, si existe necesidad. No está prohibido usarlos en ese sentido genérico sin especificar. El término "unión entre hombre y mujer", por ejemplo, tiene un significado genérico preciso, y sin embargo genérico, que puede ser ulteriormente precisado o especificado, por ejemplo, diciendo que se trata de unión espiritual, o bien de unión sexual.
----------Puedo decir genéricamente que Dios quiere la unión entre hombre y mujer. Es claro y unívoco el significado de la palabra, aunque existan diferentes formas de unión. Al decir unión debo referirme al elemento presente en todas las formas lícitas de unión entre hombre y mujer. Debo, por lo tanto, entender siempre amor espiritual; pero, hablando genéricamente, no estoy obligado a excluir la unión sexual, a menos que me refiera a aquellas formas de unión que conllevan la abstinencia sexual.
----------La ambigüedad del lenguaje es una propiedad moralmente reprochable y defectuosa que asume el lenguaje, cuando el hablante incumple el deber de la honestidad o lealtad del lenguaje. La ambigüedad está prohibida por Cristo en su famoso precepto: "Sea vuestro hablar sí, sí, no, no; el resto pertenece al maligno". El lenguaje ambiguo también es llamado lenguaje doble y por eso la lenguaje de quien usa este lenguaje es llamada "lengua bífida", como la de la serpiente. Cuando Cristo arremete contra los fariseos llamándolos "raza de víboras", "serpientes", probablemente se estaba refiriendo a este vicio del lenguaje. Quien usa tal lenguaje se convierte en una persona escurridiza y no confiable.
   
Algunas breves reglas para servirnos de un lenguaje honesto
   
"¿Quién de nosotros habitará en una hoguera eterna?
El que obra con justicia y que habla con rectitud" (Is 33,13-14)
   
----------La virtud opuesta a la hipocresía es la sinceridad o veracidad: la honestidad de la intención perseguida, el pensar rectamente de ello y decir las cosas como son. Adecuar el propio pensamiento a lo real, representarlo tal como es y expresar con sinceridad y simplicidad en el lenguaje lo que se piensa. El juicio y el propósito expresados por el juicio se vuelven límpidos, claros, lineales y unívocos.
----------La honestidad del lenguaje depende de la honestidad del pensamiento y esta a su vez depende de la adecuación del pensamiento al ser o, como se expresa el papa Francisco, del primado de la realidad sobre la idea. Por consiguiente, la condición para un lenguaje límpido, claro, honesto y coherente, es la aplicación de la gnoseología realista de santo Tomás y el rechazo del idealismo trascendental alemán.
----------Importante es que el sujeto no se deje impresionar demasiado por los errores del sentido y del intelecto, tanto que llegue a creer, como Descartes, que el pensar inicie en la autoconciencia, más que del contacto sensible e intelectual con las cosas externas. La autoconciencia es sólo el retorno del intelecto sobre sí mismo, cargado de los frutos extraídos por el conocimiento previo de la realidad externa.
----------Si el sujeto, por el contrario, pierde la confianza en poder contactar la cosa "en sí", vale decir, las cosas tal como son en la realidad, surge entonces el deseo no de aceptarlas como son, sino como nosotros queremos que ellas sean. Y de ahí surge la duplicidad, que no es fruto del conocimiento, sino de la volubilidad del sujeto, que decide subjetivamente sobre lo verdadero y sobre lo falso no según como sean las cosas, sino conforme a su arbitrio y a sus deseos, oscilando entre el sí y el no según como a él le convenga.
----------Naturalmente, el lenguaje honesto no es siempre necesariamente un lenguaje claro y preciso, aunque esto sea siempre signo de sinceridad y de franqueza. Sino que también a veces puede ser un lenguaje oscuro. La oscuridad ocasional de nuestro lenguaje, sin embargo, no debe ser intencional, porque, cuando hablamos, siempre debemos esforzarnos por ser lo más claros posible. Pero es requerido por la oscuridad o la impenetrabilidad o la trascendencia o el carácter misterioso de la materia tratada.
----------El lenguaje, además, debe ser apropiado y adecuado para el tema del cual se trata. Es necesario saber usar un lenguaje espiritual cuando estamos expresándonos sobre cosas que conciernen a la espiritualidad, de lo contrario puede suceder (y casi seguro sucede) que ellas pierdan su sublimidad y su sabor celestial y se conviertan en sal insípida, como dice Cristo, que merece ser pisoteada por los hombres.
----------El esfuerzo por la claridad no impide que los discursos incluso de los más grandes oradores y predicadores tengan necesidad de ser interpretados. Si tienen necesidad de ser interpretadas las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, de cuya honestidad y propiedad del lenguaje no podemos dudar en absoluto, ¡figurémonos con cuanta facilidad tengan necesidad de ser interpretados los discursos de cualquier otro hombre! ¿Y por qué motivo Cristo ha instituido a los apóstoles, si no para que fueran los intérpretes autorizados de su Palabra? "Quien os escucha a vosotros, a mí me escucha" (Lc 1,16).

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