jueves, 1 de octubre de 2020

El papa Francisco no es ni puede ser un modernista rahneriano

Respondiendo a los lectores que se han mostrado algo sorprendidos por el rol y responsabilidad que yo le asigno a las enseñanzas de Karl Rahner en el estropicio eclesial postconciliar, es que he escrito las dos últimas notas, y ahora concluyo con esta tercera. Por si hiciera falta decirlo una vez más: no albergo ninguna duda de la necesidad que tenemos hoy más que nunca, tanto en el clero como en el laicado, de abrir los ojos ante la inmensa impostura rahneriana, que desde hace cincuenta años, forzando en sentido modernista las doctrinas del Concilio Vaticano II, con una sistemática y descarada oposición a la interpretación oficial de los Pontífices, está provocando un abominable retorno del modernismo.

----------La herejía modernista rahneriana, que ha crecido a pasos agigantados en las últimas cinco décadas, cuenta con promotores que han conquistado muchos e importantes puestos de poder en el seno de la Iglesia, y llegan a afirmar que el papa Francisco comparte sus puntos de vista y que los oficializa en su magisterio. Así lo afirma también el artículo de un conocido teólogo al que me refería (sin identificarlo por su nombre) en la primera de estas notas. Pero que un teólogo afirme que el Santo Padre exprese similares monstruosidades a las de Rahner, es ofensa gravísima a su autoridad apostólica. Por lo cual, creo que el Papa debería desmentir rotundamente tales mentiras y tomar inmediatas medidas disciplinarias contra él, si no fuera porque Francisco sabe bien -si, como supongo, está bien informado- que se trata de un impostor y un calumniador, a quien ningún teólogo serio, que no sea un mentiroso como él, toma en consideración.
----------En mi opinión, como lo vengo diciendo en mis últimas publicaciones  hay signos que indican claramente que el papa Francisco viene tomando cada vez más distancia de los modernistas que, habiendo confabulado para sentar a Jorge Bergoglio en el solio pontificio creyendo que contaban en él a un instrumento manipulable para sus perversos planes, han sido puesto ahora con la espada ante la pared. Y si el Papa se anda con cautela y no actúa como quisiéramos es porque también es bien consciente del enorme poder político que los modernistas han conquistado ya en las estructuras eclesiales.
----------El "teólogo" al que me vengo refiriendo, cita luego en su artículo un interesante pasaje de Rahner, que según él debería constituir una inspiración para el Papa: "La vida y el pensamiento me conducen continuamente a situaciones de perplejidad que nunca podremos liquidar… Entonces encuentro la esperanza. Ella condensa toda la experiencia de la vida en dos palabras: misterio y muerte. Misterio dice esta perplejidad de la esperanza. Muerte ordena no disimular la perplejidad, sino afrontarla. Miro a Jesús crucificado y sé que nada me será evitado. Me confío a su muerte y espero que esta muerte sea el amanecer del misterio beatífico. Pero en esta esperanza la vida emerge en su belleza, incluso en las profundidades de las tinieblas, y todo se convierte en promesa". Pero ante este tipo de afirmaciones no hay que confundirse.
----------Mis queridos lectores deben ante todo observar que la esperanza cristiana no tiene nada que ver con la perplejidad, sino al contrario, la esperanza está ligada a la certeza, como dice san Pablo: "La esperanza no defrauda" (Rm 5,5). Como vemos, parece retornar el tema del escepticismo, sobre el que hemos reflexionado con utilidad en las dos notas anteriores. De manera que para Rahner, se trataría solo de mirar a Jesucristo. Solo confiarse a su muerte y esperar que esta muerte sea el amanecer del misterio beatífico.
----------Ahora bien, ¿cómo considera Rahner la muerte salvífica de Nuestro Señor Jesucristo? ¿Acaso en conformidad con la Revelación enseñada por el Magisterio de la Iglesia? ¿Acaso como muerte expiatoria? ¿Acaso como satisfacción vicaria? ¡De ninguna manera! Rahner hace el elogio de la muerte no porque ella sea imitación del sacrificio redentor de Cristo, con miras a obtener la vida eterna después de la muerte. ¡No! Para Rahner, la visión del Misterio divino no es después de la muerte, sino ¡en la muerte! Se trata, entonces, no de la concepción cristiana de la muerte, sino de una aterradora visión, para la cual la muerte tiene valor no por un mal de pena asumido por Cristo, valorada como vía de redención, sino precisamente la muerte como tal, a semejanza del "negativo" hegeliano que en sí mismo produce lo "positivo" o como en el esoterismo masónico, para el cual de la vida viene la muerte y de la muerte viene la vida.
----------¿Comprenden ahora, mis estimados lectores, por qué razón dije líneas arriba que imaginarse, como hacen los teólogos rahnerianos, que el Santo Padre pueda compartir similares monstruosidades es ofensa gravísima a su autoridad apostólica?
----------Sé que entre mis lectores hay sacerdotes que han leído o estudiado obras de Rahner, en el seminario o aún después, y que, en alguna medida, se sienten con él agradecidos por tal o cual idea, tal o cual enseñanza, tal o cual luz o intuición, que les ha ayudado quizás a profundizar en la fe y en la propia vida cristiana. Ahora bien, nadie niega que el pensamiento de Rahner contiene también valores. Sobre todo el joven Rahner, por la seriedad y conciencia de su labor teológica, la profundidad de sus intereses y de sus sentimientos, su actitud filosófica, su sensibilidad moral, su apertura mental, su vivo sentido pastoral y litúrgico, la agudeza de sus intuiciones, fue una gran esperanza para la teología: por ejemplo, sus primeros estudios, dedicados a la historia del sacramento de la penitencia o a la doctrina de los sentidos espirituales en san Buenaventura, prometían muy bien, y Rahner durante toda su vida ha mantenido una especial atención a las cuestiones y a los valores de la espiritualidad y de la mística. Y que el joven Bergoglio haya bebido de aquellos escritos de juventud de Rahner no hay dificultad de admitirlo y va ciertamente en su honor. Pero lo dicho no puede pasar por alto las enormes monstruosidades presentes en las obras del Rahner postconciliar, del Rahner en clara oposición del magisterio del papa Pablo VI y del magisterio del propio Concilio Vaticano II, y hasta burlándose de ambos. Por eso insisto en que afirmar que el papa Francisco comparta las monstruosidades modernistas rahnerianas, es una gravísima ofensa a su autoridad apostólica.
----------Se nota en cambio, cómo hay quienes solo han captado una afinidad superficial entre la teología del papa Francisco y la de Rahner. Noten los lectores lo que se dice en esta frase que ha sido publicada unos pocos meses atrás: "La teología del papa Francisco -como él mismo la caracteriza con las ‘tres i’ de ‘inquietud’, ‘incompletitud’ e ‘imaginación’- me parece que retoma este poderoso filón de reflexión radical y exigente, que podemos descubrir con gratitud y con conmoción en las páginas rahnerianas".
----------Lo cierto es que hay algo distintivo en Rahner, que en Bergoglio, temperamento realista y práctico, está totalmente ausente, y es el alma misma de su sistema, su hegelianismo de fondo, que es precisamente ese gnosticismo idealista autorreferencial que sustituye lo abstracto por lo concreto, y que cierra el yo absolutizado en sí mismo, un oprobio que el papa Francisco ha denunciado y condenado vigorosamente en varias ocasiones como grávido de peligrosísimas consecuencias morales.
----------Otro texto publicado recientemente: "Pero este aspecto del pensamiento rahneriano sigue estando lleno de novedades y de promesas. Representa una 'posibilidad' de recepción del Concilio Vaticano II como 'inicio de un inicio'. Su lenguaje franco, directo, incluso crudo, contrasta con la imagen de un Rahner abstruso, enrevesado, siempre abstracto... Se trata de lugares comunes que hacen retorcido al autor y que hoy pueden ser superados, si somos capaces de ofrecer una lectura sintética y clarividente".
----------Ya dije en la primera de esta serie de tres notas que no cito por su nombre al autor de estos textos por motivos de caridad, y sobre todo porque no quiero hacer de esto una mera competencia de teólogos, sino una exposición de ideas, en sincera búsqueda de la verdad. En el pasaje anterior, el teólogo muestra haberse dejado engañar por la interpretación rahneriana del Concilio Vaticano II, la misma interpretación rahneriana con la que se han engañado tantos (incluidos los tradicionalistas extremos), creyéndola ser la auténtica del Concilio. Es la interpretación rahneriana del Concilio, que pone al Vaticano II en contradicción con la Tradición y lo convierte en un resurgimiento del modernismo, cuando en realidad el Concilio es precisamente el antídoto al modernismo, mostrando el camino para una sana modernidad a la luz del Evangelio y liberada de sus errores. El papa Francisco, que no cae (no podría caer) en la interpretación rahneriana del Concilio, sin embargo, parece afectado por la tendencia buenista del Concilio, presente también en Rahner; pero en el papa Francisco el buenismo no tiene los fundamentos panteísticos, que asume en Rahner, sino que es solamente una expresión de su carácter compasivo y llevado por la fraternidad.
----------Otro texto que merece crítica es el siguiente: "Rahner, a pesar de todas sus limitaciones, ha pensado radicalmente la tradición y ha ofrecido poderosas relecturas, precisas e iluminadoras. No sorprende que quienes critican a Francisco nunca hayan leído a Rahner en su urgencia y en su desarmadora profundidad. Podríamos casi decir que, si por un lado Rahner ha podido inspirar a Francisco, hoy Francisco, con su magisterio, nos muestra nuevas posibilidades de interpretación de Rahner".
----------Lo que los lectores deben saber es que Rahner no ha tenido ningún respeto por la Tradición. Esto se ve en el desprecio que nutre por la teología escolástica, por los Concilios cristológicos de los primeros siglos, por los del Medioevo hasta Trento y el Vaticano I. Ya lo he escrito en otras ocasiones: Rahner no hace más que retomar el movimiento de ruptura causado por Martín Lutero [1483-1546] y desarrollado por el idealismo alemán, derivado de René Descartes [1596-1650]. El catolicismo de Rahner es un falso catolicismo de tendencia gnóstica con fuertes vínculos con la doctrina de la masonería esotérica.
----------Esta y otras formas de gnosticismo han sido condenadas también por el papa Francisco (por ejemplo, en la exhortación Gaudete et exsultate), de modo que es hacer una caricatura burlesca del Papa presentarlo compartiendo semejantes aberraciones (además de ser herético), tal como hace tanto la propaganda modernista rahneriana (que se alegra de tenerlo al papa Francisco entre los suyos) como la crítica del tradicionalismo extremo y cismático que sigue comprando la misma versión modernista del Concilio y del magisterio postconciliar (véase por ejemplo, la herética presentación del supuesto "panteísmo" del papa Francisco hecha por el superior de los lefebvrianos en el último congreso Courrier de Rome, en París, el mes de enero de este año, visión en la que muchos podemos caer si no estamos atentos).
----------Ya he dicho, y en no pocas ocasiones, que existe un modo constructivo de criticar al papa Francisco, una crítica que a él le agrada, porque le es útil, un modo motivado y del todo legítimo, relativo a sus defectos humanos, pero siempre en el pleno respeto de su autoridad apostólica. Y existe lamentablemente una crítica que lo golpea y lo ofende en su dignidad sobrenatural de Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, y Cabeza visible de la Iglesia, y esa es la crítica de los ultraconservadores (cismáticos clandestinos la mayoría, y cismáticos formales en el caso de los lefebvrianos). Confunden al Papa actual con un modernista rahneriano, pero si así fuese, el papa Francisco sería hereje. Lo que es imposible.
----------Pero, como hemos visto en los textos citados, incluso hay teólogos que confunden hoy al Papa con un rahneriano, con la diferencia de que sus detractores (los tradicionalistas extremos) lo lamentan y lo desprecian, mientras que los modernistas lo aprueban y disfrutan. Pero los unos y los otros, por motivos opuestos, relacionando el papa Francisco a Karl Rahner, ofenden gravemente al Papa al convertirlo de todos modos en hereje. Hace falta haber estudiado bien a Rahner (al menos sus principales obras de madurez) para conocer su veneno, y la falsedad de combinar sus enseñanzas con las del Magisterio Pontificio.
----------Hay ocasiones en que a los rahnerianos se les hace más visibles sus fundamentos modernistas, como en el siguiente largo texto que cito literalmente, y que también pertenece a una afamada publicación teológica de pocos meses atrás: "Es singular que hoy, en la Iglesia, haya un Papa que sepa de qué fuentes abrevar profundamente su inspiración, mientras una parte de la Iglesia permanece enrocada en sus formas 'antimodernistas' de lectura de la tradición, que, obviamente, hacen de toda hierba un haz y meten indistintamente, a los modernistas, Rahner y Francisco en el mismo 'saco'. Los Gallos de la Logia tampoco han escapado a esta 'prueba de incompetencia'. Una Iglesia que lea con inteligencia a Karl Rahner puede comprender con profundidad la propia historia de los últimos 100 años y también su Papa actual. Una de las tareas que se nos encomienda, hoy, en cuanto teólogos, es la de releer con inteligencia el pensamiento de los grandes autores del siglo XX, para liberarlo de las lecturas ideológicas e incompetentes, que frecuentemente han oscurecido su autoridad: el 'dispositivo de bloqueo' pasa también a través de una 'censura previa' que impide a los autores hablar. Pero tenemos necesidad, hoy más que nunca, de la 'parresia' de Rahner, de su mirada lúcida, incluso de sus errores. Sus textos, a la distancia de muchas décadas, aún pueden inspirar no solo a papas inteligentes y sensibles, sino a todos los cristianos que estén dispuestos a considerar la tradición más como un jardín para cultivar, que un museo para conservar".
----------Absoluta falsedad; a la que respondo diciendo que el Papa como Papa abreva con profundidad su inspiración de la Escritura, del Magisterio pontificio precedente, de los documentos del Concilio Vaticano II, de la Tradición y de Santo Tomás. De modo que es cierto que, sea como Papa sea como doctor privado, tiene la sensibilidad y la capacidad de asumir algunos temas válidos de Rahner. Pero afirmar que el Papa está influenciado por las herejías de Rahner es pura y simple calumnia.
----------Es verdad lo que dice el texto anterior al afirmar que "una parte de la Iglesia permanece enrocada en sus formas 'antimodernistas' de lectura de la tradición, que, obviamente, hacen de toda hierba un haz y meten indistintamente, a los modernistas, Rahner y Francisco en el mismo 'saco' ". Como ya lo he dicho, estos son los lefebvrianos, los tradicionalistas extremos y los seguidores de Don Minutella.
----------Pero el mismo texto es mendaz al decir que: "Tenemos necesidad, hoy más que nunca, de la 'parresia' de Rahner, de su mirada lúcida, incluso de sus errores. Sus textos, a la distancia de muchas décadas, aún pueden inspirar no solo a papas inteligentes y sensibles, sino a todos los cristianos que estén dispuestos a considerar la tradición más como un jardín para cultivar, que un museo para conservar". Opinión totalmente falsa.
----------Repito: de lo que tenemos necesidad hoy más que nunca es de abrir los ojos ante la inmensa impostura rahneriana, que desde hace cincuenta años, forzando en sentido modernista las doctrinas del Concilio Vaticano II, con una sistemática y descarada oposición a la interpretación oficial de los Pontífices, está provocando un abominable retorno del modernismo, mucho peor que el de los tiempos de san Pío X, generando escándalos, deserciones, dañosas divisiones y contra-reacciones en la Iglesia, con gravísimas consecuencias en el campo de las costumbres morales, impidiendo al Concilio producir en plenitud todos esos frutos de reforma que podría haber dado y todavía puede dar.

40 comentarios:

  1. Estimado Padre. Gracias por las tres últimas notas. No he sido lector de Rahner, pero debe ser así nomás como Ud dice sobre la influencia de Rahner en el postconcilio y el mal que ha causado.
    Se habrá enterado de la carta apostólica que el papa Francisco publicó ayer sobre San Jerónimo. ¡Anótela como una nueva señal en la lista!

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  2. Alguien tendría que explicar, dando buenas razones, el por qué Rahner pudo causar tanto daño como dicen, habiendo sido elegido perito del Concilio, y llegando a tener en esas funciones el poder que tuvo sobre la asamblea conciliar casi como "gurú" de la llamada alianza del Rin.

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  3. Es sorprendente que Karl Rahner haya adquirido DURANTE el Concilio la autoridad teológica que tuvo, con el ascendiente que ejercía sobre tantos sectores del episcopado mundial.

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  4. Gracias, Fr. Filemón.
    Recemos por el Papa, para que el Espíritu Santo lo libere cada vez más de todos sus humanos defectos, y le haga dócil a sus inspiraciones.

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  5. Padre Filemon, ya no aparece más la lista de noticias?

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  6. Estimado Fray Filemón,
    Sus reflexiones son densas (a veces más profundas de lo yo puedo leer) pero sin duda denotan preocupación en ud por ofrecernos "alimento sólido" como dice san Pablo. Supongo que leer los libros de Rahner no es para cualquiera, por eso me resulta difícil comprender el modo como pudieran haber influido tanto en estos años de postconcilio, en el clero, como para hacer tanto daño como ud dice, porque que yo sepa, una reducida parte del clero, estoy pensando en el clero argentino, podría haberlos comprendido. Claro que ud también dice que existe un "rahnerismo popular" que es el que se ha ido transmitiendo a las masas de laicos; aunque supongo que es el que han recibido también muchos sacerdotes. Y pensando en lo que ha sucedido en nuestro país: ¿no piensa ud que ha habido más influencia, en cambio, de los teólogos de la liberación? Al respecto: ¿hay alguna relación entre Rahner y la teología de la liberación?

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  7. "...es quizás la única atadura que tenemos los hombres, la atadura del amor de Dios. En lo demás somos libres; incluso libres para no amarlo"
    S.S. Papa Francisco.
    Tiene ud. razón estimado Filemón. Nada más lejos del modernismo que Fransico.
    Gracias por iluminarnos con su sabiduría!

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  8. Anónimo de las 0:16: ¿Ud. es uno de esos que como observan que un texto de Einstein lo menciona a Dios piensan que Einstein era de veras teísta, o cuando ven que Rahner no ha hecho sino dar conferencias o escribir libros sobre Cristo, la Iglesia católica y la vida cristiana, Rahner era católico de recta ortodoxia, o cuando escuchan al papa Francisco diciendo que el católico es libre es un modernista? ¿También será Ud. uno de esos católicos que porque ven a un cura celebrar misa en latín y hablando mal del Concilio Vaticano II es un cura de recta doctrina?

    Dios nos ha hecho libres incluso hasta para negarnos al amor de Dios, rechazándolo con nuestro pecado.

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    1. Usted no ha entendido nada o se lo han enseñado muy mal. ¿Qué queda del primer mandamiento que nos OBLIGA a amar a Dios, si después nos dicen que somos libres de no hacerlo? Uno no es libre para hacer el mal. Es la verdad (por ende el bien) lo que nos hace libres. Es una locura modernista pretender que el hombre es libre para hacer lo que se le antoja. Únicamente somos libres para elegir entre bienes, justamente cuando pecamos perdemos la libertad y nos hacemos esclavos. Es una blasfemia decir que Dios nos ha hecho libres incluso hasta para negarnos al amor de Él. Quien justifica algo así, muestra a las claras que ya está infestado de liberalismo.
      Anónimo de las 5:16: ¿Usted es uno de eso que niegan la realidad hasta cuando se la chocan de frente?

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  9. En el interesante diálogo que se ha producido entre los Anónimos, me decanto por el de las 5:16, pero por un argumento que parece no tener en cuenta el Anónimo que ha citado las supuestas palabras del Papa ("...es quizás la única atadura que tenemos los hombres, la atadura del amor de Dios. En lo demás somos libres; incluso libres para no amarlo", y confío que sean del Papa Francisco). Pero el argumento que no parece tener en cuenta el Anónimo citador, que sigue comentando a las 9:15 es su deber como católico. Bueno..., estoy suponiendo que es católico. Si tal Anónimo fuera católico debería tener en cuenta su deber de interpretar al Romano Pontífice in bonam partem, es decir, de buena fe, es decir, en continuidad con la Revelación manifestada por el Magisterio de la Iglesia, porque no puede ser de otra manera, ya que el Papa no puede ser ni un liberal, ni un modernista, ni un herético. Esto lo sabe hasta un católico de 6 años cuando toma su Primera Comunión.
    No es ninguna blasfemia decir que "Dios nos ha hecho libres incluso hasta para negarnos al amor de Él", pero, por favor, estimado Anónimo, si Ud. es católico (quizás estoy suponiendo demasiado) por favor: entiéndalo CATOLICAMENTE: Dios nos ha hecho hasta tal punto libres que podemos negarlo, podemos no amarlo, podemos pecar, por supuesto, a costa nuestra, a costa de ganarnos el infierno Y eso es precisamente lo que ha dicho el Papa.

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  10. Estimado Vergara, ya que me concede ese beneficio, también yo supondré que usted es católico.
    Usted dice: "Dios nos ha hecho hasta tal punto libres que podemos negarlo, podemos no amarlo, podemos pecar, por supuesto, a costa nuestra, a costa de ganarnos el infierno Y eso es precisamente lo que ha dicho el Papa".
    No hay nada más que hablar. Evidentemente no ha visto tales declaraciones porque hasta un niño de 6 años se daría cuenta que Francisco no ha querido decir lo que usted pretende.
    Pero es un recurso que a muchos ya se les ha hecho carne. Le quieren hacer decir a Francisco lo que él niega a diestra y siniestra. Les grita de todas partes su "postura" y ustedes hacen un forzamiento intelectual colosal para hacerlo decir lo que ustedes quieren escuchar.
    Creo que a esta altura ya está todo dicho. El tiempo dirá quién tenía razón...

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  11. Lo que dice el Anónimo criticón y exasperado es todo razonable. Sin embargo, el pobre mete todo en la bolsa, sin distinguir nada. Una cosa es la libertad de elección y otra cosa es la perfección de la libertad. Yo puedo ser libre para dar uno u otro paso, pero puedo caminar sobre el buen camino o puedo caminar sobre el pantano. En uno seguiré caminando, en el otro caso me hundiré en el lodazal. Debería estudiar un poco mejor antropología y ética, para darse cuenta lo que significa verdaderamente libre albedrio en el hombre.
    Por lo demás, por supuesto, como lo ha dicho don Vergara, de ninguna manera puede atribuir que el Papa estuviera enseñando la libertad liberal, la libertad para no optar por el Bien. Si un Papa enseñara indudablemente esa libertad liberal, entonces lo estaría haciendo en broma, o provocativamente, o por un momento de distracción. Y si de todos modos, podría darse en el peor de los casos que lo estuviera enseñando fehacientemente, conscientemente, voluntariamente, entonces... habría que concluir que ha perdido el sano juicio, y por lo tanto no es responsable de lo que ha dicho.
    No estoy diciendo ninguna opinión personal, es simplemente lo que debe pensar un católico sobre esta cuestión, lo que se le enseña a cualquiera en un buen catecismo de perseverancia.

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  12. Anónimo de las 11:26.
    Está claro que Ud. no se dá cuenta de su posición contraria a la Fe.
    Un Papa no puede caer en herejía, y eso es un dogma de fe.
    Si Ud. afirma que en el Papa hay herejía, el que cae en herejía es Ud.
    Así de simple.

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  13. Curiosa discusión la que se ha entablado, pero me temo que no llevará a ningún buen puerto, salvo el mal puerto de la repetida y obstinada tozudez de quien ya ha tomado partido por el error.
    Se ha dicho: "Le quieren hacer decir a Francisco lo que él niega a diestra y siniestra. Les grita de todas partes su "postura" y ustedes hacen un forzamiento intelectual colosal para hacerlo decir lo que ustedes quieren escuchar.
    Creo que a esta altura ya está todo dicho. El tiempo dirá quién tenía razón..."
    Que alguien diga esas cosas, y que al final rubrique con la frase: "El tiempo dirá quién tenía razón...", da la impresión que está esperando que el futuro confirme lo que él dice, que su deseo, su aspiración, su más profundo anhelo es que el Papa Francisco se manifieste clara y notoriamente como herético. Da la impresión de estar a gusto sólo si el Papa es un hereje. Y ni siquiera se convencerá de lo contrario ni aún mostrándole todos los textos del Denzinger que le demuestren que es imposible que la Providencia Divina por el Espíritu Santo asistente a todo Romano Pontífice puede jamás permitir que un Papa defeccione en su Fe y en la enseñanza de la Fe.
    Creo que, lamentablemente, una persona que dice tales cosas, ya ha tomado partido, y no hay vuelta atrás, salvo que la Gracia haga lo suyo.
    Es difícil que quién ha tomado partido cambie su postura, sobre todo si se trata de personas de talante religioso, como se supone somos, en mayor o menor grado, lo que visitamos esta clase de blogs.
    Todo se vuelve un Boca-River donde no hay componendas ni cambios de camiseta.
    Les doy otro ejemplo bastante conocido, supongo que también muy conocido para los lectores de este blog, visitado por muchos cuyanos.
    Hay un blog mendocino, cuyo autor es RPD, alias W, que viene diciendo desde hace al menos ocho años que Jorge Mario Bergoglio "no tiene fe", o que "ha perdido la fe". ¿Les parece a Uds. que alguien que ha tomado partido de ese modo por algo tan contrario a la Doctrina de Fe como afirmar que un Papa puede caer en herejía o apostasía, puede alguna vez cambiar de opinión? ¡Ni que Dios le permitiera al alma bienaventurada de Santo Tomás de Aquino aparecérsele para que se lo demuestre, le haría cambiar de opinión!

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  14. Respecto a la insólita discusión entablada por un clarísimo punto de la Doctrina de Fe, traigo a la memoria una de las herejías de Martín Lutero condenadas por León X, el creer que la herejía pueda entrar en las enseñanzas de un Concilio (Denz. 1479). Está claro que esta condena hecha por el papa León X de la tesis luterana, según la cual las doctrinas de los Concilios pueden estar equivocadas supone la doctrina de que todo Concilio sustenta su autoridad infalible en la infalibilidad de Pedro. Pedro y sus sucesores, por voluntad constitutiva de Cristo, no puede enseñar nada contra la Fe (confirma fratres tuos), por ende, tampoco ningún Concilio cum y sub Petro.

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  15. Estimado Padre,
    Dada las dificultades que casi diariamente encontramos en el papa Francisco para distinguir su condición de Maestro de la Fe (como lo es, siendo Vicario de Cristo para ello) de su condición de simple hombre, que a veces se expresa con opiniones personales, o provocativas, temperamentales, cuando no confusas, equívocas o ambiguas; me parece que sería muy útil tener algún criterio que nos sirviera para hacer esa interpretación. En otras palabras: ¿qué autoridad es la que tiene el papa Francisco cuando habla, por ejemplo, en una encíclica, en una exhortación apostólica, o en una audiencia general, o en una homilía? ¿Cómo distinguir cuando debemos aceptar su enseñanza como autoridad magisterial, y cuando podemos prescindir de ella, o criticarla, o refutarla?
    ¿Sería posible que Ud. nos ayudara en esta cuestión?

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  16. Ernesto: He leído la carta del Papa sobre San Jerónimo. ¡muy bienvenida! Y tiene algunas perlas muy valiosas. Quizás pueda escribir algunos apuntes. Lo meditaré.

    Anónimo 13:01: La lista de noticias ya no aparece porque me he quedado por el momento sin los servicios de mi sobrino Paolo, quien entre otras cosas elaboraba todos los días la lista. No sé si la ausencia de Paolo será transitoria o permanente. Pero de la lista yo no puedo ocuparme.

    Nadia: El Karl Rahner del Concilio se comportó de modo muy diferente al modo como se comportó el Karl Rahner posterior al Concilio. Muchas veces he estado inclinado a pensar que en esa mutación en el Rahner pre y post conciliar ha habido alguna participación diabólica.

    A los varios que se enfrascaron en los debates concernientes en torno al Magisterio de Francisco, no puedo menos que sugerirles vuelvan a las notas que ya he escrito y publicado en este blog sobre el tema. Algunas de esas notas figuran a veces en la columna de la derecha, entre las más leídas del blog.

    No puedo menos que volver a insistir en que se recuerde la distinción entre gracia pontificia magisterial (asistiendo al Papa en el cumplimiento de su deber magisterial: confirma fratres tuos) y gracia pontificia pastoral (asistiendo al Papa en el cumplir su deber pastoral: pasce oves meas). Esa gracia funciona de modo diverso en uno y otro caso.
    Y, por lo demás, efectivamente, como ha recordado algún comentarista, el dogma es claro: el Papa es indefectible en la fe, en la enseñanza de la Palabra de Dios.

    Es interesante lo que se dice respecto a los daños del tomar partido. Y esta cuestión tiene muchas derivaciones que causan no pocas heridas en el cuerpo eclesial. Menciono una, que afecta mucho a quienes amamos la Tradición y su conservación. El hecho de que la alarma por el modernismo postconciliar fue dada bajo la gravemente desequilibrada modalidad lefebvriana (aunque los lefebvrianos no han sido los únicos que dieron la alarma), ha hecho que muchos, por reacción contraria, hayan tomado incorrecto partido contra la justa conservación tradicional, al haber tomado justa actitud contra la desequilibrada actitud lefebvriana. Las posturas partidistas son difíciles de superar, aunque no hay nada imposible para Dios y para su Gracia.

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  17. El dogma es claro: el Papa es infalible cuando enseña como definitiva y propone a toda la Iglesia para ser creída con fe divina y católica la doctrina revelada sea en la Sagrada Escritura que en la Sagrada Tradición.

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  18. "Anónimo Ramiro G dijo...
    El dogma es claro: el Papa es infalible cuando enseña como definitiva y propone a toda la Iglesia para ser creída con fe divina y católica la doctrina revelada sea en la Sagrada Escritura que en la Sagrada Tradición."

    Ramiro: Ud. parece no haber comprendido la definición del Concilio Vaticano I, explicitada por otros documentos del magisterio pontificio, incluyendo sobre todo la Carta Apostólica de san Juan Pablo II Ad tuendam fidem y la Nota ilustrativa de la Congregación para la Doctrina de la Fe en apéndice a esa Carta Apostólica.

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  19. Ross: si hablamos de dogma, tenemos que citar el Vaticano I. Los dos documentos que Ud cita, de un valor magisterial ciertamente inferior, son explicaciones que claramente no pretenden ni pueden "ampliar" el dogma.

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  20. Ramiro: Poldark tiene razón. Ud interpreta mal el Vaticano I, que se refiere al primer grado (máximo) de infalibilidad, pero no excluye los otros dos grados, segundo y tercero, de los que habla Ad tuendam fidem de san Juan Pablo II, magisterio ordinario y auténtico. Efectivamente, el dogma se amplia, no en cuenta contenido, sino en su comprensión. Y ciertamente el Magisterio Pontificio esclarece el dogma a través del tiempo. Lo contrario sería el fijismo (por ejemplo el fijismo lefebvriano, herético por supuesto).

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  21. Anónimo de las 11:28

    Espero que sea argentino para entender mi comentario.

    Sería como la indexación del dogma.

    No estoy diciendo que no tenga valor el magisterio ordinario y el magisterio auténtico, digo que no son ciertamente infalibles. Sería una contradicción en los términos.

    Estudiemos el objeto de la fe y ahí encontraremos la solución.

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  22. Estimado Ramiro G.
    Ud. tiene un problema con el alcance de la infalibilidad pontificia. Por supuesto, por eso también lo tiene en el modo de entender lo que Vaticano I definió sobre el tema. Cuando el Papa enseña la doctrina de Fe no se equivoca, porque asistido está por para eso por una gracia especial para cumplir con su misión de Maestro de la Fe (confirma a tus hermanos), y el Magisterio Pontificio (verdadero, no erróneo, por lo tanto no falible, infalible) posterior al Vaticano I, explicitando lo que siempre se había entendido en la Iglesia, antes incluso del Vaticano I, entendió que esas características del Magisterio del Papa cuando enseña la Fe, se aplican a lo que Ad tuendam Fidem y la carta anexa de la CDF definen como magisterio ordinario y magisterio auténtico. En los tres grados de magisterio, el Papa no se equivoca cuando enseña la Fe. Aunque puede equivocarse en el modo y la oportunidad de proponerla, o en cuestiones que no atañen a la doctrina de la Fe, y que se refieren al gobierno pastoral de la Iglesia (apacienta a mis ovejas).
    Estimado Ramino G.: su posición es fijista. Es la misma posición que la que sustentan los lefebvrianos.

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  23. Ross: te quedas corto en tu crítica. Fijate que ese Ramiro dice que "el magisterio ordinario y el magisterio auténtico, digo que no son ciertamente infalibles". Es precisamente la posición herética lefebvriana: porque si el magisterio ordinario y auténtico (los dos últimos grados de los que habla Ad tuendam fidem) pueden ser EQUIVOCADOS EN LA FE, entonces el Papa (o un Concilio con y bajo el Papa) podría cometer error en la fe, es decir, herejía. Esa es la posición de los lefebvrianos, y de sus primohermanos, como Viganó, que admiten error en la fe en el Papa y en el Concilio Vaticano II. Posición que en sí misma es herética.
    Ross: te quedas corto.

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  24. Anónimo de las 15:53 y Ross:

    Y si es como Uds dicen, para qué existe el magisterio infalible? Cual sería la diferecnia entre uno y otro?

    No se dan cuenta que si algo no es propuesto para ser creído a toda la Iglesia de modo definitivo es porque no se pide que se crea de modo definitivo?

    Muestren en dónde se condena el "fijismo lefebvriano" como herejía.

    Me parece que sería importante la lectura de un buen manueal de introducción a la teología, por ej. La fe y la teología de Congar, un modernista pero que al menos entendía el tema.

    Y les planteo un temita histórico interesante. El Papa Juan XXII en unos sermones del tiempo de Navidad enseñó la escatología intermedia. Luego el Papa Benedicto XII proclamó en la Benedictus Deus la doctrina católica al respecto. Cómo encuadramos la enseñanza de Juan XXII? Qué debía creer el fiel cristiano en ese momento? Todos responden que lo hizo como doctor privado. Pero en el concepto del este blog no existe el doctor privado, porque no eseña la infalibilidad papal en las circunstancias determinadas sino la imposibilidad de error en la fe por parte de la persona del Papa, así que no podía tenerla en ese caso tampoco.

    En fin, estudiemos un poco y charlemos sobre el tema, si es que les interesa.

    Un tema: para etiquetar de hereje a una postura, hace falta la condena de la Iglesia a esa postura. Para etiquetar de hereje a una persona hay que demostrar que es pertinaz en sostener la doctrina condenada.

    Y recordemos para este tema que favorabilia sunt amplianda odiosa restringida.

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  25. Mira Ramiro, estás dando la impresión de ser un lefebvriano dispuesto sofísticamente a argumentar ad hominem tratando de defender lo imposible, incluso el cisma y la herejía en la que viven ellos, y que espero no vivas tú. Por favor, no me des la impresión de ser uno de ellos. Yo ya tengo demasiados con nombre y apellido por los que rezo todos los días. De todos modos no importa, no te hagas problemas, serías uno más en mi lista.
    Ahora bien, entrando en tus sofismas: para mí es muy sencillo comprender por qué existe el magisterio infalible, de la misma manera que es muy sencillo comprender por qué existe la inmaculada concepción, o la virginidad perpetua de María, o el Primado de Pedro, o la sucesión apostólica, o los tres grados del sacramento del Orden sagrado, o... o..., todos los dogmas. Por supuesto, el Magisterio es infalible en cuanto Magisterio, y no es infalible porque exista un magisterio falible, sino sencillamente porque lo que es falible no es magisterio, sino... lo que tú quieras, opinión privada, ocurrencia, broma, opinión teológica, etc... Por supuesto, me estoy refiriendo a expresiones del Papa (no todas las expresiones del Papa son Magisterio. Por caso, esta semana, por mi parte, estoy esperando leer la nueva enciclica del papa Francisco, y seguramente deberé discernir lo que tiene valor magisterial de lo que no lo tiene).
    Así están dadas las cosas: siempre es necesario discernir en las expresiones de todo Sumo Pontífice, lo que es Magisterio de lo que no es Magisterio, pero lo que es Magisterio es infalible. ¿Tan difícil es entenderlo?
    Por supuesto, quien no acepta esta doctrina de fe, es decir la indefectibilidad del Magisterio, cae en error contra la fe. ¿Tú no quieres llamarlo herejía? Bueno... si puedes vivir con ello...

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  26. Ross, gracias por sus oraciones. Usted dice: "siempre es necesario discernir en las expresiones de todo Sumo Pontífice, lo que es Magisterio de lo que no es Magisterio, pero lo que es Magisterio es infalible. ¿Tan difícil es entenderlo?"

    Pregunto, ¿Tendría la amabilidad de indicar algún texto oficial de la Iglesia que diga literalmente "todo magisterio es infalible"?

    No desprecie lo de los sermones de Juan XXIII, en su momento fue difícil de discernir. Queda claro que ese Papa tuvo una gran polémica. Eran sermones pronunciados por él siendo Papa. Y no eran una broma o una ocurrencia. Él creía en eso y lo dijo en un sermón público.

    Le dejo una perlita del Papa Francisco: “Yo escribí una encíclica, es verdad, a cuatro manos, y una exhortación apostólica. Continuamente estoy haciendo declaraciones, dando homilías y eso es magisterio. Eso que está ahí es lo que yo pienso, no lo que los medios dicen que yo pienso. Vaya ahí y lo va a encontrar y está bien claro; Evangelii gaudium es muy clara” (7 de diciembre 2014).

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  27. Querido Ramiro:
    Se cumplieron mis peores pronósticos, y lo lamento, pero hasta aquí llegamos.
    Si me dices que rece por tí, es porque eres lefebvriano, como me lo temía.
    No tengo problemas en dialogar con lefebvrianos, y de hecho tengo algún conocido cercano con el que converso. Pero un foro de un blog no es el ámbito adecuado, así que hasta aqui llegamos.
    Pero lo cierto es que no entiendo qué haces leyendo este blog, aunque, a decir verdad, no me parece que lo leas, o que lo leas con atención, porque ni siquiera parece que has entendido lo que Fr Filemón explica una y otra vez en sus notas.
    Pero si no entiendo qué haces en este blog, sí puedo entender que no comprendas que todo Magisterio es infalible (lee Ad tuendam, lee las condenas de León X a Lutero, y tantas otras evidencias), precisamente en cuanto y si es Magisterio; puedo entender porqué tienes dificultades con lo de Juan XXIII, algo que se ha solucionado con simpleza; y puedo entender que tengas dificultades con lo que ha dicho el papa Francisco en la frase que citas. Por supuesto que puedo comprenderlo, porque ahora sé de dónde parte tu posición.
    Como te dije. Hasta aquí llegamos. Y prometido: rezo por tí.

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  28. Estimado Ross:

    Entiendo que tal vez leas el blog, lo que no leés son los comentarios. Jamás dije ser lefebvriano. Simplemente porque no lo soy. No voy a capillas de ese grupo ni frecuento gente que asiste a Misa allí. Conozco alguno que otro.

    Tu capacidad en lógica es complicada. Si agradecí tus oraciones no significa que admita ser lo que no soy. Hay una reglas de los silogismos que te puede convenir conocer.

    Lo único que te pedí es si tendrías la amabilidad de indicar algún texto oficial de la Iglesia que diga literalmente "todo magisterio es infalible", cosa que no hiciste. Obvio, porque no existe tal texto. Y tu afirmación es gratuita. En esos documentos que citás no dice que todo magisterio es infalible ni a palos. Por eso te pedí la cita precisa.

    Perdón si en mi segunda referencia a la escatología intermedia se me escapó una "I" de más y puse XXIII, pero me estaba refieriendo al Papa Juan XXII. En el comentario precedente había puesto XXII.

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  29. Padre Filemón,
    Con todo respeto, no me siento cómoda si en este blog se hace la apología del cisma y la herejía. No digo, por Dios!, que lo haga Ud. en sus notas, sino que hay ciertos comentaristas que hacen la propaganda del cisma y la herejía.
    Quizás Ud. me dirá que lea solamente sus notas, y no los comentarios, pero, Ud. sabe cómo funciona a veces nuestra curiosidad...
    Por eso me permito sugerir una humilde opinión: así como no creo que Ud. permitiera que se hagan comentarios en defensa de cualquier iglesia protestante, o que se haga comentarios con propaganda de lo que creen los cristianos ortodoxos orientales a diferencia de nuestra fe católica, supongo que Ud. tampoco debería permitir los comentarios en que se hace la apología del lefebvrismo. Las tesis cismáticas y herejes de los protestantes, ortodoxos orientales, sedevacantistas y lefebvrianos, son todas por igual cismáticas y herejes, y creo que, todas por igual, no deberían ser permitidas en el foro.
    Disculpe si expreso mi opinión personal. Pero sentí la necesidad de decirla ante las afirmaciones de Ramiro G. Por supuesto, él dice que no es lefebvriano (así dicen muchos), pero curiosamente se ha puesto a defender errores que son los que los lefebvrianos precisamente argumentan para sostener su herejía y su cisma (herejías contra la autoridad de Pedro y de los Concilios con Pedro) y su cisma (actual separación de la Iglesia institución).

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  30. Padre Filemón, francamente, no puedo sino compartir totalmente lo que dice Herminia.
    Nos conocemos, y también conocemos a Herminia: ella no se lo diría si no estuviera realmente molesta. Y creo que tiene razonables motivos para estarlo.
    Este es un blog católico, y yo también pienso que no puede servir de plataforma para propaganda no católica, sea protestante, sea sedevacantista, sea modernista, o sea lefebvrista. Por favor, no permita en el foro semejante clase de comentarios desubicados.

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  31. No faltarán, seguramente, errores filosóficos, teológicos, históricos, científicos, en todos los que comentamos en este blog. Y todo eso es normal. Pero creo que lo que no se debe permitir de ningún modo es la apología del cisma y de la herejía.
    Estoy totalmente de acuerdo con Ernesto y Herminia.

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  32. Fr Filemón, y amigos del foro (por lo menos los que conozco): disculpen si en mis últimos comentarios he podido causar confusión. Tampoco sé, Fr Filemón, si he interpretado bien sus notas acerca de la autoridad pontificia.
    Quiero ahora aclarar que no estoy diciendo que no sea posible el diálogo con cismáticos y herejes. Hoy no suelen usarse esos términos: se habla de "hermanos separados" o de "no plena unión a la Iglesia Catolica", pero sabemos bien que cuando queremos ser precisos y llamar a las cosas por su nombre, debemos hablar de cisma y herejía. Por supuesto, tanto los protestantes en todas sus denominaciones, como los ortodoxos orientales, como los sedevacantistas o como los lefebvrianos, no son católicos, sino que son cismáticos y herejes; pero esas palabras hoy no las utilizamos, porque hoy desagradan.
    Repito: no niego que sea posible dialogar con ellos, y precisamente esa es la tarea del ecumenismo.
    Pero un foro como este no es el ámbito adecuado ni para el diálogo con no católicos, ni para hacer ecumenismo, me parece.

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  33. Fr Filemón: yo no soy para decirle lo que tiene que hacer en su blog. Sólo soy un esporádico visitante. Sin embargo, por mi parte, como católico, le sugiero que elimine los comentarios indebidos. Su excelente blog no puede servir como vidriera publicitaria de los errores lefebvrianos.

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  34. Berengario de Tours4 de octubre de 2020, 9:32

    De acuerdo con Alcuino.
    El modernismo y el lefebvrismo (y en sus versiones más atenuadas o hipócritas) han hecho y siguen haciendo enorme daño en la Iglesia, después del Concilio Vaticano II; se mantienen como cismas clandestinos o formales, y se autodenominan católicos, cuando no lo son.
    El respeto por las personas que sustentan estos errores, y el diálogo ecuménico que les debamos, no impide que cerremos filas y rompamos lanzas en defensa de la Fe Católica y de la única Iglesia de Cristo. Por lo tanto: sugiero y solicito que no sólo se impida la publicación de comentarios claramente modernistas y lefebvrianos en este foro, sino también todo lo que sea vecino a esas dos herejías.

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  35. Berengario de Tours4 de octubre de 2020, 10:19

    Para que lo mío no se quede sólo en la crítica de los errores que ha difundido Ramiro G., y además pueda hacer un aporte, digo lo siguiente:
    "Infalible" es quizás un término inadecuado, aunque el Magisterio de la Iglesia lo ha usado, incluso de manera solemne, y de todos modos no implica error y tendrá permanente validez. Sin embargo, lo que implica la palabra "infalible" es simplemente la ausencia de error. Nada más que eso. Y me estoy refiriendo a la ausencia de error en la Fe, porque precisamente a la doctrina de la Fe se refiere el Magisterio Petrino, y en esos límites (en los de la enseñanza de la Fe) es infalible.
    Lamentablemente, la herejía lefebvriana reduce el significado de "infalible", a definido solemne y extraordinariamente, es decir, a la declaración solemne y extraordinaria de un dogma. Con ello se sacan fácilmente de encima la obediencia a los otros dos grados del Magisterio de la Iglesia (según Ad tuendam), el magisterio ordinario y el magisterio auténtico. Pero, lo correcto es afirmar que en sus tres grados, extraordinario, ordinario y auténtico, el Magisterio de la Iglesia no tiene errores en la doctrina de fe (y en este sentido es infalible). Puede contener errores en otros aspectos, pero no en la enseñanza de la Palabra de Dios, de la Revelación.
    Todo esto vale para todo el Magisterio Pontificio, y el Magisterio Pontificio extendido que es el Magisterio Conciliar (cuya infalibilidad nace de la infalibilidad pontificia).
    Todo lo que está fuera de esto, no es infalible.
    En tal sentido, el vicio moral puede sin duda infectar, por ejemplo, el gobierno papal de la Iglesia o la conducta moral del propio Papa, incluso en la enseñanza de la Doctrina; PERO la ignorancia o el error no pueden nublar la mente del Papa en el conocimiento y la enseñanza de las verdades de fe o de moral, ya se trate de doctrinas directamente o indirectamente conectadas con el dato revelado, ya sean de la Tradición o de la Escritura, se trate de enseñanza ordinaria o extraordinaria, simple o solemne, nueva o tradicional.
    Está claro que lo que he afirmado en mi última frase es precisamente lo que rechaza la herejía lefebvriana.

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  36. Genial Berengario. ¿Así que ahora el problema sería la palabra infalible?
    Vuelvo a repetir, cualquier manual de introducción a la teología de la época que quiera, explica claramente este tema. Hay un magisterio infalible y por lo tanto un magisterio no infalible. Hay formulaciones que son propuestas a toda la Iglesia para ser creídas en modo definitivo y hay otro tipo de formulaciones. Eso está en todos los textos del magisterio y en todos los manuales que lo explican, además de en el Catecismo de la Iglesia Católica. En todo momento aclaran que deben quedar en claro las condiciones. Lo explica muy bien un texto de fines del '98 de la revista del Opus Dei (no creo que pueda ser tildada de lefebvrista): "Es magisterio no infalible, cuando hay certeza moral pero no se declara la infalibilidad; las formas de ejercer este magisterio auténtico no infalible son variadas: desde pronunciamientos más o menos solemnes del Papa o de un concilio ecuménico, a manifestaciones ordinarias de enseñanza".
    Pero, qué decirle?
    Si a Ud. le parece que distinguir esto significa ser lefebvrista...

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  37. Efectivamente, Ramiro, porque reduce el magisterio infalible a lo definido solemnemente. Eso es fijismo lefebvrista.

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  38. DIOS puso ante el hombre el bien y el mal pero no le dió licencia para pecar. Eso está claro en la Biblia y es irrefutable. Le mostró el mal para que lo evite y el bien para que lo siga. O sea a los que defienden la libertad como licencia para elegir el mal es porque están viendo otro canal.

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  39. Un magisterio no infalible ...jaja
    el ordinario requiere asentimiento interno también ¿acaso Dios puede pedirnos que demos asentimiento interno al error?

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