martes, 10 de noviembre de 2020

El Islam: una cuestión central de nuestra época (3/3)

Para saber de qué se trata cuando de lo que se trata es del Islam, hemos reflexionado en las notas anteriores sobre su concepción de Dios, comparándola con la cristiana. Pero también en el campo de la antropología y la moral hay convergencias y divergencias entre Cristianismo e Islam. Común entre ellos es la concepción del hombre como persona creada a imagen de Dios, obligado a los divinos mandamientos, abierto a la vida social, civil y religiosa y al culto divino, así como al dominio racional de la naturaleza.

----------El Corán, atendiendo a la antropología bíblica, es ajeno a ese sutil y pretencioso dualismo espiritualista platónico que era muy apreciado por la teología bizantina, con el cual Mahoma entró en contacto. El profeta, en cambio, tuvo el instinto de comprender la naturaleza hilemórfica del hombre, una única sustancia compuesta de alma y cuerpo. Como había intuido Aristóteles [384-322].
----------Fue así que el Estagirita se convirtió en el filósofo preferido de los pensadores del Islam, tanto que, como es sabido, el estudio de Aristóteles fue introducido por los musulmanes en Europa en el siglo XIII, de lo que se sirvió santo Tomás de Aquino [1225-1274], quien se dio cuenta de la afinidad de la antropología aristotélica con la antropología bíblica y no dudó en adoptarla para su antropología.
   
Las cuestiones antropológicas y morales en el Islamismo
   
----------El sentido concreto que Mahoma [570-632] tenía del hombre también lo llevó, en la línea de Aristóteles, a aceptar el dogma bíblico de la resurrección de los cuerpos, contra el desprecio platónico del cuerpo y la sobrevaloración del espíritu. Sin embargo, acepta la resurrección de los cuerpos de un modo puramente carnal, permitiendo el ejercicio de la lujuria también en el paraíso.
----------En consonancia con ello, el Corán carece de la perspectiva de la visión beatífica de la esencia divina después de la muerte por parte del alma separada. De aquí que el musulmán tiene vivo el sentido de la trascendencia y de la majestad divina; sin embargo, falta la perspectiva contemplativa y la actitud correcta de los fieles según el Corán es el de la devoción (islam), por lo cual no se trata de ver o contemplar a Dios, sino de obedecer y poner en práctica los mandamientos divinos.
----------La felicidad viene entonces a ser enteramente humana: la plena realización de las facultades y de las fuerzas humanas y la plena satisfacción de las necesidades físicas y espirituales del hombre. Por lo tanto, el Corán carece de la perspectiva de la bienaventuranza cristiana del hombre hijo de Dios que contempla al Padre (como surge de Jn 17,3: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo"), porque la bienaventuranza para el Corán es una simple perfección del hombre, que se relaciona con Dios no con la contemplación, sino solo con la obediencia y la adoración (islam).
----------El hombre es también, tanto en el Cristianismo como en el Islam, reconocido como poseedor de la razón. Pensemos tan solo en el desarrollo de las ciencias físicas y matemáticas promovidas por el Islam. Pero la razón parece insuficiente para conocer la verdad religiosa y moral, para lo cual necesita recibir la revelación divina que está contenida en el Corán. Por esto, el verdadero hombre, apto para la salvación, para el Islam, no es simplemente el animal racional, sino el creyente en el Corán. En suma, el hombre adulto y completo, capaz de relacionarse con Dios, es solo el musulmán.
----------Tenemos aquí una especie de fideísmo similar al luterano: así como para Martín Lutero [1483-1546] el verdadero hombre es el cristiano, así en el Islam el verdadero hombre es el musulmán. Y por correspondencia, el verdadero ciudadano, miembro a pleno derecho de la sociedad civil, es el musulmán.
----------Por esto, los Estados islámicos, si se excluyen los más avanzados, no adhieren a la Carta de Derechos del Hombre de la ONU y no reconocen el derecho a la libertad religiosa, sino que admiten solo el Islam como religión de Estado. Ellos aprovechan esta libertad en países no islámicos, pero no la conceden en sus propios países a los no musulmanes. Así, los europeos permiten la construcción de mezquitas, pero en los Estados islámicos está prohibida la construcción de iglesias católicas, excepto por el uso del penoso expediente que sean escondidas detrás de la fachada de edificios civiles.
----------No se puede negar la proverbial actitud religiosa del musulmán, el celo por la adoración y la oración, la lectura asidua del Corán, el respeto por el imán y la autoridad religiosa, su preocupación por obedecer a Dios, por aceptar su voluntad, el temor a sus castigos y la esperanza del premio, los sacrificios y las prácticas ascéticas, la indignación contra los blasfemos y los apóstatas, el coraje para manifestar públicamente la propia fe, la adhesión a la Umma, la comunidad de los creyentes, las obras de la solidaridad fraterna.
----------No se puede decir que la familia no sea cuidada: el musulmán tiene la clara percepción que ella es la fuente y la cuna de la vida humana y factor de prestigio social y económico, así como incremento demográfico y fortalecimiento de la nación. Ella hace de los progenitores los primeros transmisores de la fe a sus hijos y supervisores originarios de su fidelidad al Corán.
----------La función de la mujer es doble: por un lado es la de la maternidad, y por otro lado la de satisfacer la necesidad del placer sexual. El Islam ha nacido en un pueblo fuertemente sensual, aunque consciente del deber de dominar el instinto. El musulmán no percibe como el cristiano que la mujer lo completa en la espiritualidad sobre un plano de pareja dignidad personal.
----------A causa de la excesiva atracción sexual que la mujer ejerce, el varón no tiene la percepción de la mutua complementariedad espiritual entre varón y mujer, sino que se limita a comprender, por una parte, su misión familiar y, por otra, la siente como instrumento de placer. Según el Corán, la mujer mantiene esta función también en el paraíso, donde en cambio ya no habrá más reproducción de la especie.
----------De manera similar a la visión luterana, también para Mahoma la reproducción de la especie ("¡Sed fecundos y multiplicaos!", Gn 1,28) es, como en el estado edénico, una obligación universal. Por esto, tanto en el luteranismo como en el islamismo no está previsto el voto de virginidad, pero esto también se debe a que tanto para Lutero como para Mahoma la concupiscencia parece un estímulo, al cual no se puede resistir. Mahoma, como es sabido, llega a admitirlo incluso en el paraíso.
----------Falta en la ética islámica la doctrina del pecado original, de sus consecuencias y de su remedio. El Corán admite la existencia histórica de Adán y Eva, y de hecho, para el Corán, Adán, en cuanto modelo para toda la humanidad, es el primer musulmán. Y la decadencia consecuente al pecado de Adán consiste precisamente en el hecho de que la humanidad nace como no musulmana, por lo cual, para salvarse y retornar a Dios, debe convertirse al Islam. Para el Corán, por lo tanto, no hay ninguna necesidad del sacrificio de Cristo, sino que no se necesita otro remedio que arrepentirse de los propios pecados, hacer penitencia, e invocar la divina misericordia con el ofrecimiento de sacrificios y oraciones.
----------También la ética coránica carece del aspecto ascético, o sea de la renuncia a los lazos carnales para obtener una mayor libertad de espíritu, vale decir, la vida o consagración religioso-monástica. Es ciertamente apreciada la fuerza del espíritu y de la voluntad, con el esfuerzo y el coraje que ellas conllevan (jihàd), pero el espíritu no aspira a una libertad tal como para sentir que sean hostiles los afectos carnales y los intereses terrenales, y como para demostrar la necesidad de prescindir de ellos, como sugiere el Evangelio y se encuentra en toda la historia de la vida ascética cristiana.
----------Este rechazo de la ascética acerca la ética islámica a la ética luterana, que también es contraria, como sabemos, a la vida religiosa. Una excepción a este enfoque está dada por la corriente de los sufí, nacida probablemente bajo el influjo cristiano, hostigada desde hace mucho tiempo, pero que tuvo reconocimiento legal en el siglo XIII por interés de Al-Gazzali [1058-1111].
----------Sorprende otra coincidencia, sobre este punto, entre Mahoma y Lutero: ambos manifiestan aprecio por la virginidad de Nuestra Señora. Ambos condenan el voto de virginidad considerándolo demasiado por encima de la naturaleza e irrealizable, pero a la vez aprecian la fe en la virginidad de María: Lutero en cuanto Madre de Dios, Mahoma como madre del profeta Jesús.
   
La historia de las relaciones entre cristianos y musulmanes
   
----------Podríamos inaugurar este punto con el recuerdo de aquellas palabras de Jesús: "Quien no recoge conmigo, desparrama" (Mt 12,30). Pues bien, la historia de las relaciones entre cristianos y musulmanes es la historia agitada y fluctuante de una alternancia de períodos de precaria coexistencia con períodos de conflicto y de persecución islámica contra los cristianos. Jamás se ha dado para los cristianos una prolongada seguridad, sino que siempre desde el principio, pasado un período más o menos largo, reaparecen la agresividad y la coerción. Ciertamente, los cristianos también han masacrado a los musulmanes: piénsese en las cruzadas o en la batalla de Lepanto o en la batalla de Viena o en la expulsión de los Moros de España. Sin embargo, no hay duda de que los cristianos siempre han tenido que defenderse de las agresiones islámicas.
----------De hecho, el expansionismo islámico comenzó inmediatamente con la invasión de territorios cristianos, como la Palestina, Turquía y África del Norte, que condujo a la extinción de las comunidades cristianas que allí habían prosperado, extinción evidentemente producida, salvo quizás casos rarísimos, no ciertamente por su movimiento espontáneo y convencido de conversión al Islam, sino bajo la amenaza de las armas.
----------Frente a una agresión de tales proporciones y de tal violencia, la cristiandad permaneció en un primer tiempo desconcertada y no se pensó en organizar una respuesta a nivel de la evangelización o del diálogo, si no quizás el relacionado con los intercambios comerciales. La reconquista de los territorios islámicos parecía imposible y, de hecho, era imposible. En tanto, el Islam se extendía en Siria, Irak y Persia en los siglos VIII-IX, y el Líbano ha visto durante muchos siglos la convivencia de cristianos y musulmanes.
----------Considero que la Iglesia durante algunos siglos debería haber organizado una misión de evangelización o re-evangelización de los musulmanes, que mientras tanto crecieron en número. Lamentablemente en los siglos IX-X la Iglesia sufrió una gravísima crisis moral y organizativa precisamente en un momento en que el Islam se estaba desarrollando tan rápido como era posible. El renacimiento de los siglos XI-XII fue ciertamente espléndido, pero en mi opinión una vez más no logró organizar una misión para resolver el problema del Islam. En tanto los musulmanes comenzaron a oprimir a la Iglesia palestina y así fue como se inició el período de las Cruzadas. ¿Pero era realmente necesario?... es la gran pregunta.
----------Los primeros en querer ser misioneros entre los musulmanes fueron los Franciscanos y los Dominicos. Solo los primeros han logrado convivir con los musulmanes hasta hoy. Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII escribió la Summa Contra Gentes para la conversión de los musulmanes. En el Imperio Otomano, los cristianos llevaban una vida pasable. En el siglo XV, España fue liberada del dominio musulmán. En 1453 Constantinopla cae en manos musulmanas. Mientras tanto, el expansionismo turco se moviliza hacia la conquista de Europa. Los países balcánicos son invadidos. La avanzada islámica es frenada en Lepanto en 1571 y en Viena en 1683. La Compañía de Jesús, nacida en el siglo XVI, trabaja activamente por la conversión de los islámicos. El Islam en el siglo XIX se extendió en África central y en Oriente.
----------Pasando ya a tiempos más cercanos, incluso vividos por mi generación, en 1968 se produce un nuevo gran impulso musulmán de la corriente chiíta, más radical, en Irán y obra de Ruhollah Khomeini [1902-1989]. Comienza la inmigración islámica en Europa. Ya en los años '80 en Alemania había cuatro millones de Turcos. Hoy están en continuo aumento por medio de la inmigración. Numerosas son las persecuciones en Siria, Palestina, Arabia, Irak, Irán, Sudán, Congo, Etiopía, Somalia, Eritrea, Daesh, Yemen, Pakistán.
----------En otros Estados, en cambio, la situación es más calma o tolerable o se da una convivencia pacífica. Pero no falta en algunos países el flagelo del terrorismo, como hemos podido ver en estos últimos años en los Estados Unidos, aquí mismo en Argentina, en Francia (estas mismas semanas), Alemania, Bélgica, España e Inglaterra. Sin embargo, la convivencia, buena o mala, existe en muchos Estados, como en los países de Europa occidental, en los Estados Unidos, en Rusia, en Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Libia, Bulgaria, Rumania, Albania, Bosnia, Herzegovina, Chipre, Montenegro, Filipinas, Armenia.
----------La afluencia de inmigrantes islámicos a los países europeos está en continuo aumento en los últimos años. Ellos no ocultan su propósito de convertir a los europeos a su religión. El caso de Silvia Aisha Romano, en Italia, es emblemático. Ellos encuentran en los católicos buenistas, que son la mayoría, convicciones cristianas frágiles y sin sólido fundamento racional, espiritual y cultural.
----------Los inmigrantes musulmanes deben ser acogidos con prudencia y caridad al mismo tiempo. Se les debe permitir interactuar con las comunidades islámicas ya existentes. Pero debemos asegurarnos de que no se trata de alborotadores, que aprovechan la democracia y el derecho a la libertad religiosa, para apuntar y abatir las leyes y las instituciones de cada Estado al que emigran, para sustituirlo por un Estado islámico, una vez que lleguen al poder con libres elecciones. Estos instigadores al odio anticristiano y a la subversión de las instituciones deben ser identificados a tiempo por las autoridades civiles y religiosas, antes de que se procuren adeptos, y deben ser expulsados de cada territorio nacional.
----------Al mismo tiempo, es urgente que la Iglesia forme un personal y organice una pastoral adaptada para acercar a los islámicos presentes en países tradicionalmente católicos, suscitando en ellos interés y estima por nosotros con gestos e iniciativas personales o sociales, públicas o privadas, espontáneas o institucionales, políticas, religiosas, culturales y económicas a su favor o de común interés.
----------El método para atraerlos a la fe cristiana no puede ser otro que el mismo que Nuestro Señor Jesucristo nos ha enseñado y practicado, y por lo tanto siempre ha funcionado en toda la historia de la expansión de la Iglesia en el mundo: testimonio de la caridad fraterna entre nosotros (Jn 13,35), desinterés, dedicación, paciencia, signos de credibilidad, preparación suficiente, aptitud para la persuasión, predicación leal, convencida, clara, objetiva, integral, accesible, sin ambigüedades, sin imposiciones, ni oportunismos, ni narcisismos, ni exhibicionismos, ni reduccionismos, ni reticencias, ficciones, y astucias.
----------Un verdadero problema para llevar a cabo todo esto es la herejía buenista o misericordista que hoy se ha difundido como aceite entre católicos. El problema es que en los católicos buenistas la certeza de la fe es sustituida por la opinión subjetiva, por lo cual ellos, suponiendo que acepten todos los contenidos de la fe católica, cosa que ya es de dudar, dada su tendencia a la herejía o la ignorancia, no advierten la universalidad de los valores de la fe y, por lo tanto, su obligatoriedad universal, sino que los que se convierten al islamismo no despiertan en ellos ninguna preocupación, ya que lo ven como una elección simplemente diferente, ni se les pasa por la cabeza tratar de acercarlos a la fe católica, algo así como sería inapropiado que un dominico intente persuadir a un franciscano a hacerse dominico.
----------En cuanto a los obtusos católicos islamófobos, su oposición malévola, dictada por la ignorancia y la falta de discernimiento, es demasiado impulsiva y son incapaces de una verdadera acogida. Por su extremismo, rechazan cualquier acuerdo con ellos, incluso sobre objetivos razonables y convenientes. En cuanto a la eventualidad de una conversión de los musulmanes, la ven como una cosa imposible y tienden a generalizar de modo indebido ciertos comportamientos suyos arrogantes y fanáticos, sin tener en cuenta la existencia entre ellos de elementos razonables y moderados. Ignoran completamente los aspectos válidos del Corán y la posibilidad de confrontarlos con el Evangelio.
----------Sin embargo, el trabajo a realizar es precisamente desarrollar e integrar el juicio del Concilio Vaticano II sobre el Islam con el de Benedicto XVI y la posición del papa Francisco respecto al acuerdo de Abu-Dhabi. Benedicto destaca la dificultad. Francisco los puntos de contacto y los signos de esperanza, en la línea del Concilio. Las dos enseñanzas no son mutuamente excluyentes, sino que se integran entre sí.
----------A partir de la síntesis entre ambas enseñanzas, se entiende lo que debemos hacer: evitar por una parte el buenismo oportunista, relativista e indiferentista, retórico en torno al dialogismo absoluto y la palabrería inútil y sin sentido. Mientras que por otra parte, es necesario evitar la islamofobia, teorizadora del choque frontal, actitud hipócrita, que se reviste de la fidelidad a Cristo, pero que en realidad es profundamente injusta, privada de misericordia, de discernimiento cultural y sapiencial, y de objetividad, dictada no por amor a la verdad y por un deseo de fraternidad, sino por un preconcebido estado emotivo de odio y de temor, que, demasiado impresionado por un largo pasado histórico lamentablemente doloroso, atribuye temerariamente a todos los musulmanes una incurable mala fe, maldad y odio contra el Cristianismo, que los hace a todos dignos del infierno, y una sordera sin esperanza al llamado del Evangelio.
----------Como Abraham, de quien los musulmanes también se consideran herederos, estamos llamados en la presente circunstancia a "esperar contra toda esperanza" (Rm 4,18), si realmente creemos que todos están llamados a la salvación y que Nuestro Señor Jesucristo murió por todos y si tenemos confianza en las palabras del Señor, cuando nos manda: "predicad el Evangelio a toda creatura" (Mc 16,15). ¿O acaso hay católicos que piensan que de esta predicaciónestán excluidos los musulmanes?
----------"Está bien -se podría objetar- pero ellos ya tienen sus convicciones, a las cuales no tienen absolutamente ninguna intención de renunciar, como lo han demostrado durante catorce siglos". De acuerdo. ¿Pero no son nuestras convicciones más fundadas que las de ellos? ¿Acaso no son sus convicciones refutables, mientras que las nuestras son irrefutables? ¿Los musulmanes no pertenecen también a la raza humana? ¿No son también capaces de razonar? ¿Quién ha dicho jamás que la obra de la evangelización no implica la refutación de ideas erradas? ¿Y no nos ha prometido Cristo estar con nosotros hasta el fin de los siglos?
----------Las doctrinas del Concilio Vaticano II, incluido lo que el Concilio dice del Islam, deben considerarse, como lo son, absolutamente irreformables, porque, en el pleno respeto de la Tradición, hacen avanzar la doctrina de los Concilios anteriores. Pero al mismo tiempo es necesario honestamente reconocer algunos defectos en la pastoral del Concilio. De hecho, el Concilio exalta demasiado la bondad y la buena fe de los hombres, minimiza la maldad humana, excusa demasiado la culpa, enfatiza demasiado la misericordia divina, como si no estuviera condicionada por el arrepentimiento y la expiación, casi nunca habla de los méritos que uno debe hacer para alcanzar el cielo, nunca habla del temor de Dios, de la función correctiva de los castigos divinos y de la existencia de los condenados en el infierno, todo lo cual son cosas de la religión natural, así como evangélicas, que son inculcadas por el mismo Corán.
----------En cualquier caso, debe precisarse que, eliminados estos defectos, la pastoral del Concilio es óptima y es más evangélica que la de los Concilios precedentes acerca de esta cuestión. De hecho ella es adaptada para la evangelización de los musulmanes, como nunca había sucedido en la pastoral de los precedentes Concilios, que hasta entonces nunca habían pensado en resaltar aspectos positivos del Islam. En cambio, en el Concilio Vaticano II, la Iglesia, con su autoridad doctrinal infalible, por primera vez desde el nacimiento del Islam, ha reconocido las verdades contenidas en la religión islámica.
----------Obviamente, esto deja intacta la condena de los errores del Corán por cuanto respecta al misterio trinitario y los otros misterios propios de la fe cristiana, también en el campo de la moral. Sin embargo, los opositores irreductibles y globales al Islamismo, si son honestos y quieren ser verdaderos católicos, deben tomar nota del hecho de que el Concilio, con su juicio sobre el Islam, ha realizado un giro histórico de incalculable importancia y nos ofrece una esperanza sobrenatural de la cual hasta ahora demasiados han dudado o desconfiado. Quienes se obstinan en el escepticismo y en la desconfianza con falso y amargo realismo, muestran no creer en la acción del Espíritu Santo, Quien por medio de la Iglesia llama a todos los pueblos y a todas las religiones a la unidad con Cristo y bajo Cristo.
   
¿Qué va a suceder entre cristianos y musulmanes?
   
----------"Serán un solo rebaño bajo un solo pastor" dijo Nuestro Señor (Jn 10,16). Y agregó san Pablo: "Primero deberá venir la apostasía y ser revelado el hombre inicuo" (II Ts 2,3). Pues bien, ¿qué podemos nosotros agregar, entonces, a modo de modesta explicitación?...
----------Ante todo, vale aquí recordar que la historia de la Iglesia se desarrolla a través de los siglos según una doble modalidad: 1) Por una parte, tenemos un movimiento expansivo de crecimiento, de enriquecimiento, de vitalidad y de unificación, bajo el impulso del Espíritu Santo, por el cual ella maternalmente llama y reúne en su seno todos los pueblos, por lo cual vemos como ella en el pasado ha estado sujeta a un continuo aumento cuantitativo numérico y expansivo, o sea geográfico y territorial. Es el mysterium salutis.
----------Pero al mismo tiempo: 2) la historia de la Iglesia está sujeta a la acción de Satanás, que es completamente contraria a la del Espíritu Santo: si el Espíritu recoge, el demonio dispersa; si el Espíritu unifica, el demonio divide; si el Espíritu pacifica, une y concilia, el demonio contrapone y genera conflictos y discordias; si el Espíritu vitaliza, el demonio mortifica; si el Espíritu enfervoriza, el demonio enfría; si el Espíritu hace crecer, el demonio hace decrecer; si el Espíritu expande, el demonio restringe; si el Espíritu construye, el demonio destruye; si el Espíritu fortalece, el demonio debilita. Es el mysterium iniquitatis.
----------Por cuanto respecta al camino de la Iglesia en el futuro, en una primera mirada al dato revelado, parece que nos encontramos frente a dos previsiones contradictorias. 1°) Por una parte, las palabras del Señor: "Por la propagación de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, será salvado. Mientras tanto, este Evangelio del reino será anunciado a todo el mundo, para que sea dado testimonio a todos los pueblos; y entonces vendrá el fin" (Mt 24,12-14).
----------Y aquí parece que la Iglesia predica a todo el mundo y, por lo tanto, llega hasta los confines de la tierra. 2°) Por otra parte, san Pablo prevé una apostasía generalizada (II Tes 2,3) y parece que las fuerzas del mal atacan a la Iglesia reducida a un pequeño rebaño: "Marcharon por toda la superficie de la tierra y cercaron el campamento de los santos y la Ciudad amada" (Ap 20,9).
----------¿Cómo explicar esta situación aparentemente contradictoria? ¿La Iglesia está al máximo de la expansión o es reducida a dimensiones insignificantes? ¿La humanidad se convertirá en un solo rebaño o la Iglesia se dispersará entre las naciones? Pueden ser ciertas una y otra cosa: una Iglesia extendida por todo el mundo, sin embargo, siempre expuesta como un pequeño rebaño al ataque de las fuerzas demoníacas.
----------¿Podemos, por consiguiente, esperar, en esta visión, que la Iglesia algún día reciba en su seno a los musulmanes que se conviertan a Cristo, así como la Iglesia expandiéndose, siempre ha acogido en su seno a los pueblos que adoraban a los ídolos, comenzando por los antiguos romanos paganos? En la época de san Pedro y san Pablo, ¿quién podría haber imaginado que la predicación cristiana lograría convencer a los romanos, orgullosos como estaban de sus dioses, a abrazar la religión de Cristo?
----------Ciertamente, un poderoso estímulo para la conversión de los paganos fueron los mártires. Y por esto, Quinto Septimio Florente Tertuliano [155-220] pudo expresar la famosa frase de que "la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". Sin embargo, ¿a cuántos cristianos han martirizado los musulmanes a lo largo de los siglos y todavía lo hacen hoy? Pero su conciencia no parece temblar.
----------Entonces, nos preguntamos: ¿qué se necesita para convencer a los musulmanes? ¿Cómo es posible tanta dureza, tanta obstinación, tanta sordera? El Imperio Romano tardó tres siglos para convertirse. Pero luego de la Roma pagana surgió la espléndida e inmortal Roma cristiana, sede del Vicario de Cristo.
----------¿Qué es lo que en cambio ha detenido a los musulmanes durante catorce siglos? Yo no lo dudo: ciertamente es una fuerza satánica. ¿Cómo vencerla? ¿Cómo expulsarla? Quizás sería necesario un sucesor de Mahoma, de genio y prestigio en el mundo musulmán parecido a él, un nuevo profeta que, presentándose con signos prodigiosos, como enviado de Dios y mandado por Mahoma, corrigiera el Corán en sentido cristiano. De hecho, la profecía es por su esencia una visión parcial de Dios, por lo cual se puede dar un profeta que ve a Dios mejor que el precedente. Solo Dios se ve plenamente a Sí mismo. Y para esto, la visión de Dios que Cristo tiene es la más alta e insuperable, porque Cristo es Dios.
----------Pero, sobre todo, es necesario invocar al Espíritu Santo y pedirle insistentemente que nos muestre el camino y nos dé la fuerza para conducir a los musulmanes hacia Cristo. Al respecto, estoy convencido que el Concilio está llegando a su corazón, como llegó al corazón de Roma en el emperador Constantino I [272-337], quien en nombre del pueblo romano, le dijo a Jesús que se le apareció en visión: "Galileo, has vencido".

3 comentarios:

  1. Según varios exégetas protestantes del Islam sale el anticristo, el anomos, el rey de babilonia, el asirio. No es descabellada la idea ya que veo muy difícil que los musulmanes se sometan más que al anticristo de su misma "fe" si es que se puede llamar fe a estos enemigos de la verdadera que profesamos.

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  2. Ha dicho juanm: "Según varios exégetas protestantes del Islam sale el anticristo, el anomos, el rey de babilonia, el asirio. No es descabellada la idea ya que veo muy difícil que los musulmanes se sometan más que al anticristo de su misma "fe" si es que se puede llamar fe a estos enemigos de la verdadera que profesamos".

    Parece que es seguidor de exégetas protestantes... De todos modos: ¿de dónde o en dónde dice que "sale el anticristo"?...
    En la Biblia "sale" varias veces el Anticristo.
    Juanm: no se entiende lo que Ud. quiere decir con eso.

    Por lo demás: el objeto de la Fe de un musulmán, no es "el anticristo", sino que es el mismo y único Dios en quien creemos los cristianos, claro que mejor conocido por nosotros, al haber recibido la Revelación del propio Hijo de Dios. Es lo que dice el Concilio Vaticano II.

    Por lo demás: ¿Ud. ha tenido la experiencia de que todos los musulmanes son "enemigos de la fe que profesamos" los cristianos? Bueno... si se trata de enemigos de la propia fe, también los hay dentro de la Iglesia, ¿no? Pero, ¿los musulmanes son necesariamente "enemigos"?... Lo que Ud. dice no parece en nada en consonancia con las afirmaciones dogmáticas de la Iglesia.

    Con respeto, y con la intención de un buen diálogo.
    Nadia.

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  3. ¡Qué manía los extremistas para encontrar anticristos!
    Nerón, Mahoma, Atila, Hitler, Trump, Biden...!
    ¿No se darán cuenta alguna vez del ridículo que hacen?
    ¿Por qué no comienzan por escuchar y leer obedientemente el Magisterio de la Iglesia, que es la única regla que tenemos para interpretar la Escritura y la Tradición?

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