martes, 24 de noviembre de 2020

Los cuatro principios "tomistas" del papa Francisco (1/2)

Es frecuente encontrar en los textos, alocuciones, homilías, discursos, mensajes, incluso expresiones informales del papa Francisco, su recurrente enseñanza de lo que él identifica como los cuatro principios que deben orientar las relaciones y la convivencia social, que son presentados por él como criterios generales de interpretación y evaluación: 1) la realidad es superior a la idea; 2) el tiempo es superior al espacio; 3) la unidad prevalece sobre el conflicto; y 4) el todo es superior a la parte. ¿Se trata de cuatro "principios hegelianos" como dicen algunos de sus críticos? ¿O pueden ser interpretados en armonía con las enseñanzas tomistas?

----------Es en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual, más precisamente en su capítulo IV, sobre la dimensión social de la evangelización, donde hallamos una formulación sistemática de esos cuatro principios, en los nn. 217 a 237.
----------Comienzo por afirmar, a modo de tesis que intentaré demostrar, que los cuatro postulados del papa Francisco no son en absoluto "neo-hegelianos", como algunos han sostenido, sino que se concilian perfectamente con el realismo cristiano y con la filosofía de santo Tomás de Aquino [1225-1274].
   
1. La realidad es superior a la idea
   
----------a) Por cuanto respecta al principio de la superioridad de la realidad sobre la idea, comienzo por decir que no tiene sentido contraponer esta enseñanza del papa Francisco con la de santo Tomás de Aquino, que sigue siendo siempre, como lo ha indicado también el Concilio Vaticano II, punto esencial de referencia, también para la teología de hoy. Y todos nosotros sabemos muy bien cuan en serio se ha tomado el Papa la prosecución de la reforma iniciada por el Concilio y promovida por los Papas del postconcilio. Por lo tanto, el uso del pensamiento del Aquinate es óptimo criterio para interpretar las enseñanzas del actual Papa.
----------b) En segundo lugar, hago una sencilla pregunta: ¿qué importancia tiene si el contexto del discurso del Papa es sociológico o pastoral? ¿Acaso no es ese principio también válido en los campos sociológico y pastoral? ¿O quizás aquí no tengamos que adaptar siempre nuestras ideas a la realidad? ¿Y qué si se trata de "realidad fenoménica"? ¿Pero acaso no se trata siempre de la realidad?
----------Suponer entonces que el Papa no pretende conectar lo real con el ser, sino con el "fenómeno", es una suposición del todo gratuita, no probada por el contexto, que haría del Papa un seguidor de Kant, de Husserl o de Heidegger, o sea, del fenomenismo que ya ha sido condenado por san Pio X en la Pascendi. ¿Queremos hacer de Francisco un modernista? Eso equivaldría a acusarlo de herejía. ¿Se entiende?
----------¿Acaso es que no deberíamos buscar la verdad también en el ámbito social? ¿No deberíamos también aquí adaptar nuestras ideas a la realidad social, para mejorar la sociedad según ideas justas, extraídas de la verdad sobre el hombre, es decir, de la realidad de la naturaleza humana hecha a imagen de Dios?
----------Que alguien me responda: ¿Cuándo ha negado el papa Francisco la existencia de principios absolutos y universales, que sirven para transformar el mundo según el Evangelio? Los lectores sin duda recuerdan las catequesis de los miércoles: por ejemplo las del 2018 fueron dedicadas a la explicación de los diez mandamientos. Pues bien, ¿acaso qué son los diez mandamientos? Los diez mandamientos, ¿acaso no son, sino leyes morales absolutas? ¿O queremos hacer del papa Francisco un relativista, olvidando cuántas veces el papa Benedicto XVI ha condenado el relativismo?
----------¿O tal vez estamos pensando que al papa Francisco no le importan las condenas doctrinales de Benedicto? ¿O queremos decir que un Papa puede negar la doctrina de un Papa anterior? Si puede darse esta apariencia en los discursos de Francisco, significa precisamente que es solo una apariencia. Por lo cual, aunque a veces sea poco claro o ambiguo, debemos intentar interpretarlo en buen sentido, porque quizás no lo hemos entendido. Por lo tanto, nuestra actitud de fieles católicos debe ser actuar sin prisas, lentamente, antes de lanzar juicios temerarios acerca de las enseñanzas de un Papa, sobre todo de carácter doctrinal.
----------Distinto es el caso del ámbito moral y pastoral, donde hay mucho espacio para una crítica legítima y constructiva, como yo mismo vengo haciendo desde hace tiempo en este mismo blog. Pero si no sabemos dónde se puede criticar a un Papa (a cualquier Papa) y dónde no, es mejor renunciar a dar juicios.
----------Por eso, desde que aparecieron en la exhortación Evangelii gaudium los cuatro principios que estamos ahora considerando, la interpretación que algunos han hecho de lo que llaman el "concepto bergogliano de realidad", según el cual el Papa no pretende referirse a la realidad del ser, sino sólo a una "realidad puramente fenoménica", es del todo gratuita y sin fundamento, simplemente parte de presupuestos ideológicos contrarios. Como ya le he dicho, no nos es lícito hacer del Papa un kantiano o un discípulo de Husserl.
----------Por lo tanto, si un Papa (cualquier Papa) nos habla de "realidad", que es un concepto decisivo para un correcto realismo cristiano, es claro que no es necesario haber estudiado metafísica en la universidad para comprender con facilidad el sentido comunísimo y evidente de esta palabra basilar del lenguaje humano, conocida por todos, incluso por los niños. Son los idealistas quienes han creado confusión en torno a ella.
----------c) De modo similar, por cuanto respecta al uso del término "idea". Es evidente que el papa Francisco pretende referirse al sentido corriente de "representación mental o conceptual de lo real", que puede ser adecuada, y entonces es verdadera; o inadecuada, y entonces es falsa. Muy simple. No hay necesidad de consultar a Santo Tomás de Aquino para saber estas cosas, sino que basta el buen sentido común. Buen sentido común del que lamentablemente carecen los hegelianos.
----------d) En cuarto lugar, encontrar, por otra parte, en el principio "la realidad es superior a la idea" un rastro de hegelianismo, quiere decir haber entendido completamente mal (al revés) al papa Francisco, cuando incluso los estudiantes de la secundaria saben, y lo sabe también el Papa, que la gnoseología hegeliana se basa precisamente en la dependencia de la realidad respecto de la idea, porque para Hegel el ser no es la regla del pensamiento, sino que el pensamiento es la regla del ser, cosa que vale ciertamente para la Mente divina, pero no ciertamente para el pensamiento humano, para el cual vale la primacía de lo real sobre lo ideal.
----------Lo que no quita que la idea moral pueda moldear la acción concreta. Pero también debe recordarse que la idea moral, para ser verdadera, debe medirse, como he dicho y repetido tantas veces, sobre la realidad de la naturaleza humana, de su condición de animal racional, de su dignidad y de sus fines. Hacer de Francisco un hegeliano es una verdadera y propia calumnia, un signo de falta de fe en su magisterio doctrinal.
----------Por consiguiente, el Papa no habla en absoluto de una realidad, a la cual uno se debería simplemente adaptar sin más ni más, sin iluminarla y cambiarla en base a la ley natural y a la ética del Evangelio. ¿Y acaso de dónde saca el Papa la verdad de su enseñanza moral y pastoral sino adecuando sus ideas a la realidad moral de razón y de fe, que está en su fundamento?
   
2. El tiempo es superior al espacio
   
----------Que el tiempo sea superior al espacio es un antiguo principio, que encontramos ya en Aristóteles [384-322 a.C], por el cual, mientras el espacio es un accidente de la sustancia material, el tiempo está parcialmente determinado por la memoria, que es facultad del espíritu. Por lo cual Aristóteles dice que "no habría tiempo si no existiera el alma". De hecho, el tiempo está vinculado a las acciones humanas, mientras que el espacio se refiere al mundo físico inanimado. Por consiguiente, es mucho más importante lo que hace el hombre, que la acción de las fuerzas químicas y físicas que operan en la naturaleza inanimada.
----------Por lo tanto, y en referencia a este segundo principio del papa Francisco, acusarlo de ser un neo-hegeliano, es un absoluto sin sentido. Porque al fin de cuentas, por otra parte, en Georg W.F. Hegel [1770-1831] no existe el primado del tiempo sobre el espacio como expresión del primado del espíritu sobre la materia, sino que la materia misma es expresión del espíritu y el espíritu es la auto-trascendencia de la materia.
----------Y aquí me detengo por hoy. Dios mediante, mañana me referiré a los otros dos postulados que el papa Francisco menciona recurrentemente: la unidad prevalece sobre el conflicto, y el todo es superior a la parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

En ciertas horas del días se permitirán comentarios sin moderación. Los comentarios no cónsonos con el blog serán removidos. Igualmente los que falten a las normas del respeto personal.