martes, 15 de agosto de 2023

Los Papas de la modernidad: el modo cómo nos guían (5/5)

El mensaje que nos llega tras haber realizado esta síntesis histórica de cómo los Papas, nuestros maestros en la fe, se comportan frente a la modernidad, es claro: ¡ay de aquellos que quieran rechazar a los Papas del pre-concilio como superados en nombre del post-concilio! y ¡ay de aquellos que quieran permanecer detenidos en los Papas del pre-concilio acusando a los Papas del post-concilio de haber traicionado la Tradición!

Ratzinger joven teólogo
   
----------El enfoque filosófico y teológico del joven Ratzinger no era de impronta tomista sino agustiniano-cartesiana proveniente de Romano Guardini [1885-1968], por lo cual él no comprendía la metafísica como ciencia del ente sustancial, sino del yo-espíritu que entra en relación con el otro y consigo mismo. De ahí su concepción del ente no como sustancia y accidentes, sino como acción o como relación subsistente. Al respecto, la identificación del ente con la relación provoca una confusión entre la unidad (ente sustancia) y la Trinidad (relación subsistente) en Dios, mientras que el rechazo de la distinción entre sustancia y accidentes falsifica la comprensión del misterio eucarístico y conduce a la teoría luterana de la empanación.
----------Esto llevó a Ratzinger a estar de acuerdo durante un cierto tiempo con el trascendentalismo hegeliano-heideggeriano de Karl Rahner [1904-1984]. Sin embargo, al darse cuenta en un momento determinado de la insidia que ello implicaba, ya desde el inmediato post-concilio Ratzinger tomó las debidas distancias de Rahner, pero no alcanzó a abandonar por completo la visión buenista, que también era propia de Hans Urs Von Balthasar [1905-1988], de quien Ratzinger se hizo amigo y colaborador en la revista Communio.
----------Sorprende el hecho de que Ratzinger como joven teólogo en Introducción al Cristianismo (libro de 1968) y posteriormente en Qué es el Cristianismo. Un testamento espiritual (2023), publicado póstumamente y escrito por Benedicto siendo Papa emérito, al tratar del sacrificio de Cristo, afirme que imaginar que Dios quisiera recibir del Hijo una satisfacción vicaria por la ofensa del pecado del hombre, sería concebir un Dios "cruel". De ahí el rechazo de Ratzinger al concepto de sacrificio expiatorio y la tesis que resuena a Lutero de que Dios no ha querido ninguna reparación o ninguna compensación por la ofensa infligida por el pecado, sino que Él puramente y simplemente ha perdonado el pecado en todos.
----------El sacrificio de Cristo para Ratzinger es simplemente el testimonio del mártir, es un sacrificio "de amor" sin que este amor implique, sin embargo, ningún acto de reparación o satisfacción. El deber de que nosotros estemos obligados a expiar nuestros pecados para obtener el perdón parece, pues, desaparecer. No se necesita ningún sufrimiento para la remisión de la culpa, sino que el "amor" es suficiente.
----------Ahora bien, frente a estas afirmaciones, se hace necesario decir con claridad que creer que nuestro amor a Dios no incluya una reparación, quiere decir no saber qué es el verdadero amor cristiano, más allá de todas las bellas palabras sobre el amor en las cuales de hecho ahonda Ratzinger. Un Dios airado que quiere satisfacción no es en absoluto un Dios pagano, un falso Dios y un Dios no bíblico, sino que está perfectamente en conformidad con la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y la razón.
----------La ira no es de por sí crueldad, si se trata de justa ira. Esto vale tanto en las relaciones humanas como en nuestras relaciones con Dios. Decir, por consiguiente, como dice la liturgia de la Misa, que el sacrificio divino aplaca la ira divina, es perfectamente conforme a cuanto el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo nos ha obtenido del Padre y, por tanto, a lo que obtiene de Dios el sacrificio de la Misa.
----------Pero debo decir al respecto, y con toda franqueza, que tengo la no infundada sensación de que todo esto nos remite a una cuestión gravísima, a la cual no me parece que se haya dado todavía una respuesta suficiente, a saber: ¿cuáles son los orígenes teóricos de la crueldad nazi hacia los judíos? Me doy cuenta de que lo que inmediatamente voy a decir escandalizará a los hermanos luteranos, pero debo decirlo para su propio bien: la crueldad nazi, el odio nazi hacia el judío, nace de la idea luterana de la justificación, es decir, de un Dios que no castiga sino que acepta al hombre cruel impenitente.
----------En vano, por tanto, Lutero quiere sentir la dulzura de un Dios benévolo confundiendo el castigo divino con un acto de crueldad. En realidad Lutero, predicando la justificación sin expiación del hombre cruel, justifica a un Dios cruel que acepta al hombre cruel. Por consiguiente, el nazi se siente justificado al dar rienda suelta a su odio y a su crueldad porque en esto se siente justificado por Dios mismo. Por tanto, el Dios bueno que no castiga es en realidad el Dios cruel que justifica el odio y la crueldad.
----------El alma alemana oscila entre la sensibilidad remisiva, como vemos en el romanticismo y la violencia cruel, como vemos en Nietzsche. Lucha por encontrar el medium virtutis, porque carece del sentido del derecho, donde en cambio sobresale Roma: la conjunción de iustitia y clementia. El Gemüt de los alemanes es una intuición emotiva, que si nos lleva, bien; pero si no nos lleva, no hay razón para que se deba corregir, porque no está basada en el razonamiento, sino en el sentimiento.
----------Y por eso la Iglesia se ha servido del derecho romano para formar el derecho canónico. El alma alemana se expresa excelentemente en la música. Pero la moral no se construye con las emociones y los estados de ánimo. Para la moral es necesario el razonamiento. Por tanto, no basta el sentimiento. El sentimiento puede hacer más persuasivo al razonamiento, pero no puede sustituirlo. Ahora bien, para tener el sentido del derecho y de la justicia, es necesaria la razón. Por eso, también los alemanes que se hacen católicos asumen el derecho romano, que es indispensable para interpretar la noción bíblica de la justicia y de la ley.
----------Juega a favor de Ratzinger el hecho de que él colaboró como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en la redacción de la Fides et ratio de san Juan Pablo II, donde el objeto de la metafísica es expresado en su verdadera naturaleza, por lo cual queda claro cómo la metafísica introduce el realismo de la fe, mientras que una metafísica conciencialista conduce al fideísmo.
----------Recordemos que el cardenal Joseph Ratzinger, antes de ser elegido Romano Pontífice, desempeñó una importante labor como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, elegido por el papa san Juan Pablo II en 1981 tras darle prueba de una valerosa adhesión al Magisterio de la Iglesia con una dura crítica a la teología de Rahner, de tendencia modernista, por la cual se había dejado influenciar durante los trabajos del Concilio, en los que ambos habían participado como peritos.
----------El cardenal Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, trabajó en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica (1992), del cual cito aquí algunas palabras referentes al sacrificio de Cristo, con las cuales se rechaza claramente la teoría que niega el sacrificio de Cristo. Él "es un don del mismo Dios Padre que entrega al Hijo para reconciliarnos con Él. Al mismo tiempo es un ofrecimiento del Hijo de Dios hecho hombre que, libremente y por amor, ofrece su propia vida al Padre en el Espíritu Santo para reparar nuestra desobediencia. […] Con su obediencia hasta la muerte, Jesús ha cumplido la sustitución del Siervo sufriente que se ofrece 'a sí mismo en expiación', llevando 'el pecado de muchos' y los justifica cargando con 'su iniquidad'. Jesús ha reparado por nuestros errores y ha dado satisfacción al Padre por nuestros pecados. Es el amor 'hasta el extremo' (Jn 13,1), que confiere valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción al sacrificio de Cristo" (números 614, 615, 616).
   
Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger)
   
----------Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la dirección y la protección de aquel gigante que ha sido el papa san Juan Pablo II, combatió valerosamente contra el modernismo durante veinte años. Pero, habiéndose convertido en Papa Benedicto XVI [2005-2013] e inmediatamente dado a él por los modernistas el nombre de "pastor alemán", y ya Panzerkardinal, inmediatamente se sintió obligado a adoptar un estilo de mansedumbre y dulzura, que mantuvo siempre a lo largo de todo su pontificado, movido por un excesivo temor a parecer demasiado severo.
----------Benedicto como Papa escribió tres importantes volúmenes sobre Jesucristo, pero como doctor privado. En ellos él da testimonio de su fe en el Misterio de Cristo sirviéndose de una rica preparación exegética.
----------Ahora bien, el Magisterio del papa Benedicto XVI se resume en sus tres encíclicas sobre el valor de la virtud de la caridad, "Deus caritas est"; sobre el valor de la virtud de la esperanza "Spe salvi"; y sobre la justicia social "Caritas in veritate". La doctrina de Benedicto se mantiene en la estela de la Tradición enriquecida por los aportes del Magisterio y de la teología postconciliar.
----------Famoso ha permanecido su discurso sobre el Islam pronunciado en Ratisbona en 2006, en el cual el Papa acusa al Corán de enfoque voluntarista ofensivo a la razón. El discurso suscitó irritación en el mundo islámico, aunque las críticas fueron justas. Quizás el tono podría haber sido más matizado.
----------Benedicto se empeñó en la obra de mediación y conciliación entre lefebvrianos y modernistas. Dotado de un alto sentido de la liturgia aprendido en la escuela de Guardini, ha querido reconocer el valor del rito vetus ordo amado por los lefebvrianos emanando el motu proprio Summorum Pontificum, que liberalizaba la celebración de este rito con respecto a la restricciones impuestas por los Papas anteriores. Lamentablemente, sin embargo, su motivación profética, la buena intención del Papa, no se tradujo en un documento ni bien fundamentado a nivel teológico ni sustentado en una prudente previsión pastoral.
----------Desgraciadamente,sucedió que los lefebvrianos, bajo el pontificado del papa Francisco, se han servido de la concesión otorgada por Summorum pontificum para atacar al Concilio Vaticano II, al Novus Ordo Missae y a la autoridad pontificia, lo que ha provocado la intervención de Francisco, quien, con el motu proprio Traditionis custodes ha anulado la liberalización hecha por su predecesor, imponiendo a todos como única lex orandi el novus ordo, permitiendo el vetus ordo sólo por indultos particulares.
----------Acerca de la cuestión del cisma lefebvriano, son importantísimas las palabras dirigidas por Benedicto XVI a los lefebvrianos, cuando el Papa ha dicho que si ellos quieren estar en plena comunión con la Iglesia, deben aceptar las doctrinas del Concilio Vaticano II, mientras que sus disposiciones pastorales pueden ser discutidas. El papa Benedicto ha sido el primer Papa en distinguir en el Concilio una enseñanza pastoral junto a una enseñanza doctrinal, y en admitir la licitud de criticar la parte pastoral. Por lo demás, ha sido el Papa que con mayor claridad ha distinguido la recta interpretación del Concilio, hecha por el Magisterio, de una falsa interpretación por obra de los modernistas y de los lefebvrianos.
----------Benedicto tenía en mente proclamar el 2013 como Año de la Fe, pero no llevó a cabo su proyecto por haber renunciado. Su sucesor, el papa Francisco, sin embargo, se encargó de escribir una encíclica sobre la fe, Lumen fidei, que redactó junto con el Papa emérito.
----------A todos (a toda la Iglesia, y a todo el mundo) sorprendió el repentino anuncio que hizo Benedicto de su renuncia al gobierno de la Iglesia, aunque yo sospecho que sus enemigos tramaban en la sombra ponerlo en las condiciones de no poder gobernar, pero quizás ni ellos esperaban la jugada de Benedicto, que en cualquier caso, ciertamente aceptaron con mal disimulada satisfacción.
----------¿Por qué renunció Benedicto? ¿Por humildad o por cobardía? ¿Porque aceptó la cruz o porque quiso evitarla? ¿Porque confió en la ayuda de Cristo o porque no tuvo suficiente confianza? Un Papa no puede perder la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo, pero en el momento de ser llamado por Dios a reproducirlo en sí mismo, al principio puede vacilar. Puede saber teóricamente que el amor implica la expiación de las culpas y la satisfacción dada a Dios por los propios pecados, pero cuando llega la ocasión para amar de esta manera y para aceptar de Dios este modo de amar, puede oponer resistencia, aceptar el sufrimiento sin saber el por qué, con una fe inmersa en la oscuridad. Benedicto ha continuado sufriendo humillaciones por parte de sus despiadados enemigos, a cuyas voces ha calificado de "asesinas". De hecho, Dios lo ha purificado como plata en un crisol. Encomendémoslo, pues, a la misericordia de Dios, de ese Dios qui satisfecit pro nobis.
----------¿Quizás a Benedicto le haya sucedido una desgracia similar? ¿Acaso será que en el subconsciente de los alemanes, después de Auschwitz, haya quedado sin resolver el espantoso nudo de un Dios de amor que ha permitido el exterminio de seis millones de judíos? ¿No habrá una necesidad desesperada e irracional de explicación acompañada del odio por un Dios airado que quiere ser resarcido?
----------Benedicto, antes de dejar el ministerio petrino, nos ha iluminado, como canto del cisne, con su carisma papal, acerca de la esencia del Papado emérito, precisando, en su Declaración de dimisión, que conservaba el munus papal, pero no el ministerium, o sea que seguía siendo Papa, pero pasaba el gobierno de la Iglesia a su Sucesor. Nunca se había oído hablar de tal cosa. Benedicto nos ha iluminado sobre un aspecto del carisma petrino hasta ahora completamente desconocido: la distinción entre el ser Papa y el hacer el Papa. El Papa dimisionario o emérito sigue siendo Papa, pero ya no hace de Papa. Como existe el tu es sacerdos in aeternum, así existe el tu es Papa in aeternum, incluso si debiera abandonar el gobierno de la Iglesia.
----------En vano algunos han objetado que la figura del Papa emérito no existe en el derecho canónico. Pero no existe simplemente porque la ha descubierto Benedicto, por lo cual tal figura deberá ser incluida en el Código. No es el Código el que modera el actuar del Papa, sino que es el Papa quien modera la ley del Código.
   
Francisco (Jorge Mario Bergoglio)
   
----------La elección del papa Francisco [2013-....] fue recibida por los modernistas con los acentos de los más exagerados elogios halagadores, donde se entendía muy bien su intento de instrumentalizar al Romano Pontífice a su favor. Desafortunadamente, Francisco no siempre ha tenido esa lucidez de discernimiento y esa claridad de lenguaje que habrían sido necesarios para evitar una tan flagrante instrumentalización.
----------Pero en los últimos tiempos el Papa, dándose cuenta de la maquinación, ha asumido una actitud de equidistancia entre los extremismos opuestos de los modernistas y de los lefebvrianos, manteniendo su legítima opción progresista en cuanto empeñado en llevar adelante la reforma conciliar. Los modernistas, defraudados en sus expectativas, han bajado la cresta, aunque todavía no se dan por vencidos. La oposición lefebvriana, en cambio, a la que se suma la sedevacantista de aquellos que sostienen que el verdadero Papa fue Benedicto hasta su muerte, se ha vuelto aún más venenosa, por lo que es necesario hacer todo el esfuerzo posible en la voluntad de apaciguarla reconociendo esa parte de razón que ella tiene en sus quejas.
----------Documentos importantes del papa Francisco son la Evangelii gaudium de 2013, sobre la alegría de la evangelización, la Laudato si' de 2015 sobre nuestros deberes hacia la naturaleza para cultivar con miras al bien del prójimo, sobre todo de los más pobres, la Gaudete et exsultate de 2018, dedicada a la conquista de la santidad, que contiene una poderosa condena a esas falsas formas de perfección humana, que son el gnosticismo y el pelagianismo. Nunca había sucedido que un Papa condenara el gnosticismo, que hoy se esconde en cambio en el modernismo, en el rahnerismo, en la masonería y en el hinduismo.
----------Gesto de verdadera trascendencia histórica del papa Francisco, y acontecimiento que cierra un tristísimo y plurisecular sangriento enfrentamiento entre cristiandad e Islam, ha sido la convención de Abu Dabi con el Gran Imán de El Cairo Al-Fayyed, aun cuando arrecie la persecución de los cristianos por parte de los extremistas musulmanes en otros países del mundo. Sin embargo, es notabilísima esta declaración común, que por otra parte no parece haber suscitado reacciones significativas de protesta en el mundo islámico, entre un Papa y un alto dignatario del Islam, en representación de todos los países islámicos moderados, documento en el cual por primera vez un musulmán reconoce el concepto de fraternidad universal, que hasta ahora los islámicos limitaban exclusivamente a sus correligionarios en la misma fe.
----------También quisiera recordar que la Civiltà Cattolica del 3 al 17 de abril de 2021 publicó algunos apuntes de metafísica de Jorge Mario Bergoglio redactados en ocasión de sus estudios en Alemania, que he comentado en mi blog. En ellos aparece su clara orientación realista.
----------El Papa llamó recientemente a todos a la participación en la Santa Misa reformada, como gesto de comunión y reconciliación fraterna y con el Papa, desaprobando tanto los abusos modernistas como el cisma de los pasadistas. Ha advertido que quien no acepta el Concilio no puede pertenecer a la Iglesia. Es severo también con aquellos que se niegan a reconocer la validez de su ministerio, favoreciendo la excomunión. Incluso para los mafiosos, falsos católicos, hombres sanguinarios y crueles extorsionadores de la pobre gente, el papa Francisco no hace sentir la misericordia, sino la justicia, con la imposición de la excomunión.
----------Un fenómeno frecuente en la actualidad, en el campo de la cristología, es el retorno de las antiguas herejías cristológicas anteriores a los Concilios de Nicea o de Éfeso o de Calcedonia, y la negación del dogma de la redención (Denz.1529) tal como ha sido definido por el Concilio de Trento. Es cierto que el papa Francisco no entra en el fondo de estas herejías, que ya han sido condenadas varias veces por la Iglesia, sino que se limita, en actitud proactiva, a exponer la doctrina católica.
----------Otra herejía muy extendida hoy en día es la del buenismo, que niega la existencia de los condenados. También en este punto el Papa no interviene directamente ni explícitamente, limitándose a reafirmar en forma implícita e indirecta la doctrina tradicional.
----------Por cuanto respecta al problema de los divorciados vueltos a casar, recuerda que también ellos pueden estar en gracia y pertenecer a la Iglesia, con tal de que se arrepientan de sus pecados y se dediquen a las buenas obras confiando en la divina misericordia.
----------También por cuanto se refiere al problema de la sodomía, el Papa, aunque condenando obviamente el pecado, promueve un estilo pastoral de acompañamiento, de comprensión, de confrontación y de diálogo, útil para el arrepentimiento del pecador y para la victoria sobre su vicio.
----------El Papa se esfuerza por adoptar una línea de imparcialidad en el tristísimo desencuentro que divide a pasadistas lefebvrianos y modernistas desde hace sesenta años, en la esperanza de que puedan llegar a la conciliación y la paz. Los rahnerianos han presionado de diversos modos hasta hace poco para tenerlo de su parte, pero el Papa, con gesto valiente y repentino, como es su estilo, en la línea de sus predecesores desde hace ocho siglos hasta la actualidad, ha recomendado a santo Tomás de Aquino como Doctor communis Ecclesiae, un título que ya no había sido citado por los Papas desde los tiempos de Pío XI.
----------Por cuanto respecta al constante problema de la masonería, el papa Francisco prefiere no hablar de las asociaciones masónicas y, sin embargo, deja entender bien su pensamiento cuando cita el ideal de la ciencia, de la razón, de los derechos humanos, de la fraternidad, de la igualdad y de la libertad en unión con aquello de la filiación divina y de la caridad cristiana, cuando habla de Cristo salvador de la humanidad, y de la Iglesia necesaria para la salvación de todos.
----------Un problema delicado y debatido es cuáles podrían ser las relaciones del papa Francisco con la masonería. Sabemos cómo la publicación de la encíclica Fratelli tutti ha recibido palabras de consenso por parte de la masonería. El Papa no las ha comentado. Ciertamente él conoce bien el magisterio pontificio sobre este tema. Sin embargo, sabemos cómo el Concilio ha promovido el diálogo con los no creyentes. Podemos pensar que el Papa, en línea con esta directiva conciliar, intenta reconocer ciertos valores que nosotros mismos podemos verificar leyendo las declaraciones de las famosas Constituciones de Anderson de 1723:
----------"Un masón está obligado, por su condición, a obedecer a la ley moral; y si él comprende correctamente el Arte, nunca será un ateo estúpido ni un libertino irreligioso. Pero aunque en los tiempos antigüos los masones estaban obligados en cada país a ser de la religión de tal país o nación, cualquiera que fuera, hoy, sin embargo, se considera más conveniente obligarlos sólo a aquella religión en la cual todos los hombres estén de acuerdo, dejando a ellos sus opiniones particulares; es decir, ser hombres buenos y sinceros u hombres de honor y de honestidad, cualesquiera que sean las denominaciones o las persuaciones que los pueden distinguir; por lo cual la Masonería se convierte en el centro de unión, y el medio para conciliar sincera amistad entre personas que habrían permanecido perpetuamente distantes".
----------Lo que podemos notar en el acta fundacional de las asociaciones masónicas, es la ambición de ser factor supremo de unión entre los hombres más allá de las religiones, que como tales dejarían a la humanidad en contrastes irresolubles. Por lo tanto, no se reconoce el rol superior pacificador del cristianismo, relegado a una opinión o secta religiosa entre otras. Pero aparte de este error, no se puede dejar de apreciar el reconocimiento de "esa religión en la cual todos los hombres están de acuerdo", que es la religión natural, efecto de la norma de la razón práctica. Lo que lamentablemente hace inaceptable a la masonería para un católico, es el hecho de que ella se encierra en la religión natural y no admite ni siquiera la posibilidad de una religión revelada a causa de su concepción racionalista-kantiana de la divinidad.
----------El punto de encuentro entre cristianismo y masonería es sin embargo el concepto de razón, aunque en la masonería la razón es entendida en dos sentidos: un sentido exotérico y un sentido esotérico. Desde un punto de vista exotérico, es posible una coincidencia de la razón masónica con la razón natural del cristianismo, donde la masonería reconoce una religión natural: "aquella religión en la cual todos los hombres están de acuerdo".
----------Pero la masonería se reserva la posesión privilegiada de un nivel supremo de razón, al que ella llama "ciencia" o "gnosis" (Rudolf Steiner la llama "clarividencia"), respecto del cual los dogmas de las diversas religiones no son más que opiniones relativas. Por lo cual la masonería, considerándose en posesión del verdadero saber absoluto y universal, se erige como "el centro de unión, y el medio para conciliar sincera amistad entre personas que habrían permanecido perpetuamente distantes".
----------La razón así entendida, en sentido esotérico, no admite un saber sobrenatural de fe en una revelación divina. O bien, si la masonería habla de lo sobrenatural (como hace Rahner y parece hacer De Lubac) o de una revelación (como hace Schelling) superior a la razón, se trata más bien de una experiencia o auto-conciencia a priori o trascendental. Por eso, en la masonería, más allá de la admisión de un Dios propio de la razón natural, hay un fondo sustancialmente panteísta, por el cual la razón como yo absoluto, se identifica con la razón divina. De ahí la gnosis y la hostilidad hacia al cristianismo, que la masonería ve como antagonista en la conquista intelectual y, por lo tanto, moral de la humanidad.
----------Recientemente el Papa nos ha advertido contra el llamado "transhumanismo", que es propuesto hoy por la masonería esotérica como edificación de una humanidad superior en virtud del dominio mágico sobre la naturaleza, que promete la construcción de la máquina inteligente sobre la base de la reducción de la actividad del pensamiento a los dinamismos de la fisiología cerebral.
----------Se trata, en definitiva, de un renovado intento del hombre de sustituirse a Dios en el poder sobre sí mismo y sobre la naturaleza, que continúa la antiquísima tradición mágica ya denunciada por la Biblia en relación con la magia egipcia, así como la magia propuesta por la Cábala (el "golem"), reaparecida en la magia renacentista que culmina en el hermetismo de Giordano Bruno [1548-1600] y ulteriormente desarrollada por el idealismo alemán en la nietzscheana voluntad de poder.
----------Un tema que hoy atrae a muchos es la temática del Apocalipsis y las profecías escatológicas de Cristo y de san Pablo. Algunos, destacando la propagación de la apostasía de la fe, y la difusión del ateísmo y de costumbres morales anticristianas, y la continua disminución de las estructuras y de los aspectos visibles de la Iglesia católica, consideran que estamos ya cerca de la venida del Anticristo.
----------Otros, en cambio, centran la atención en los progresos realizados por la reforma conciliar, y se esfuerzan para que esta reforma sea llevada adelante, a fin de que se realice el nuevo Pentecostés prometido por el Concilio Vaticano II. ¿Nos estamos acercando al fin del mundo, al ajuste de cuentas o a una nueva era abierta por el Concilio? ¿La Iglesia está creciendo, tiene perspectivas de expansión y de renovación, o se dirige hacia la catástrofe final reducida a un parpadeo, es decir, a un pequeño resto de sobrevivientes de la masacre, rodeados por las potencias satánicas que los oprimen?
----------La posición del papa Francisco sobre esta cuestión es clara. Él se inclina por la segunda tesis. ¿Se equivoca? Para intentar dar una respuesta a esta pregunta, ahora debemos recordar que el Papa es quien nos guía hacia Cristo que viene. Corresponderá por tanto al Papa ayudarnos a interpretar los signos que Jesús anuncia del fin del mundo y de su inminente venida.
----------Todas las visiones de particulares videntes privados sobre este tema son, por tanto, puras opiniones privadas, desprovistas de esa fiabilidad que sólo las palabras del Vicario de Cristo pueden tener. Ahora bien, si Francisco no nos dice nada sobre este tema, quiere decir que los tiempos aún no están maduros, mientras que la tarea del presente es la recta aplicación de la reforma conciliar, incluso en las legítimas críticas que se puedan hacer, como dijo Benedicto XVI, a la parte pastoral. Tanto los modernistas como los pasadistas, rechazando el Concilio Vaticano II, están lejos de esta perspectiva de comunión eclesial en la comunión con el Papa, nuestro guía hacia el Reino, los modernistas (rahnerianos) porque se consideran ellos mismos estar a la vanguardia del Concilio, al que consideran ya superado, y los pasadistas (lefebvrianos) porque han quedado obstinadamente retrasados en tradiciones humanas anteriores al Concilio.
   
Conclusión
   
----------El mensaje que nos llega de esta síntesis histórica de cómo los Papas, nuestros maestros en la fe, se comportan frente a la modernidad, es claro: ¡ay de aquellos que quieran rechazar a los Papas del pre-concilio como superados en nombre del post-concilio! y ¡ay de aquellos que quieran permanecer detenidos en los Papas del pre-concilio acusando a los Papas del post-concilio de haber traicionado la Tradición!
----------Por el contrario, evitando el cisma de modernistas y pasadistas, es necesario seguir a los Papas de hoy en su propuesta de encuentro y de diálogo con el mundo moderno y tener presente o recuperar las enseñanzas perennes de los Papas de ayer que han combatido los errores de la modernidad. Y esto es del todo lógico y un deber, porque la modernidad no es ni la plenitud de la verdad ni un mero amasijo de errores, sino que, al igual que todas las cosas humanas, es un vasto mundo de verdades y errores, de beneficios y de daños, donde los Papas nos ayudan a discernir, y nosotros triunfaremos en la empresa si los escuchamos a todos: lo que es todavía válido en los Papas de ayer y lo que hay de bueno en los Papas de hoy.

8 comentarios:

  1. "Desgraciadamente,sucedió que los lefebvrianos, bajo el pontificado del papa Francisco, se han servido de la concesión otorgada por Summorum pontificum para atacar al Concilio Vaticano II, al Novus Ordo Missae y a la autoridad pontificia, lo que ha provocado la intervención de Francisco, quien, con el motu proprio Traditionis custodes ha anulado la liberalización hecha por su predecesor, imponiendo a todos como única lex orandi el novus ordo, permitiendo el vetus ordo sólo por indultos particulares."

    Todo parece indicar que no se trata de una apreciación del todo correcta: los lefebvrianos no han comenzado a atacar el Novus Ordo, el Concilio Vaticano II y los Papas post-conciliares durante el pontificado de Francisco. Los lefebvrianos han atacado el Novus Ordo, el Vaticano II y el magisterio de los Papas post-conciliares, desde sus inicios, tal como lo hizo Lefebvre en su momento.

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    1. Del hecho de que los lefebvrianos, bajo el pontificado del papa Francisco, se hayan servido de la concesión para atacar al Concilio Vaticano II, NO se sigue en absoluto que los lefebvrianos hayan atacado al Vaticano II DESDE el pontificado de Francisco. No hagamos decir al texto lo que no quiere decir, por favor.

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    2. Mis disculpas. El Anónimo tiene toda la razón.

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    3. Estimado Rubricarius y Anonimo,
      todos sabemos que los lefebvrianos desde hace cincuenta años o más vienen rechazando la Reforma litúrgica (y al magisterio del Concilio Vaticano II y de los Papas del post-concilio). Vale decir, vienen siendo sospechosos de herejía desde sus inicios, en 1970, y cismáticos desde 1988.
      Lo que yo he querido decir, y lo repito, es que ellos han instrumentalizado de manera desleal el motu proprio de Benedicto XVI para reforzar su hostilidad al Concilio y a la Reforma litúrgica, así como su desobediencia al Papa.

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  2. Estimado padre Filemón,
    finalmente, he terminado de leer las cinco partes de su hermoso y riquísimo relato sobre la forma en que los Papas nos han presentado los valores y los errores de la modernidad, y también he leído su respuesta a mi modesta intervención (en la segunda parte).
    Creo haber entendido. Y creo comprender que sobre ciertas cuestiones tenemos la sensación de que sólo damos pasos temerosos en un terreno pantanoso, con el riesgo de hundirnos a la menor imprudencia. Me lo sugiere la moderación y parsimonia de su respuesta.
    En cualquier caso, después de leer las dos últimas partes de su artículo, con la distinción que usted hace entre tres períodos (Ratzinger teólogo, papa Benedicto en el cargo, y papa Benedicto emérito) me parece que nos da alguna idea de la cuestión que he planteado. Porque, si no he entendido mal, hay errores teológicos en el joven Ratzinger y en el papa emérito Ratzinger; errores que, sin embargo, no aparecieron en el Ratzinger Prefecto de San Juan Pablo II y en Benedicto XVI en el cargo.
    Todo esto, me parece, nos abre al misterio del carisma de la infalibilidad pontificia, y nos abre con confianza a la certeza de que Cristo acompaña infaliblemente a su Vicario en la tierra en la predicación del Evangelio.
    Gracias por su hermoso artículo.

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    1. Estimado Matías,
      creo que la Providencia nos ha dado el singularísimo acontecimiento del papa Ratzinger para confirmarnos en la fe en la infalibilidad pontificia.
      La infalibilidad ha sido una luz espléndida, que Ratzinger adquirió al convertirse en Papa y que transmitió a Francisco cuando renunció al oficio petrino. Desde ese momento Ratzinger descendió al nivel de un cualquier teólogo, por grande que fuera.
      Desde luego, este episodio nos hace reflexionar mucho y nos presenta un margen de misterio, sobre todo si pensamos en el hecho de que Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidiera la redacción del Catecismo, y es interesante notar que allí el tema del sacrificio expiatorio de Cristo es tratado, como es de imaginar, con perfecta ortodoxia.

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  3. Estimado padre Filemón,
    permítame una última pregunta sobre el tema en cuestión, nacida de su sugerencia en uno de sus comentarios anteriores: "...habría que recordar las importantes palabras que Benedicto XVI dijo a los lefebvrianos, a saber, que está permitido discutir algunos puntos de la parte pastoral del Concilio, pero que ellos deben aceptar las doctrinas nuevas del Concilio".
    Lo que les quiero preguntar es lo siguiente:
    Así como en las expresiones de un Papa (también en altos documentos, incluida una encíclica) podemos distinguir sus expresiones de maestro de la fe de las de teólogo (opinables, pastorales), no ocurre lo mismo con cuanto es expresado por un Concilio (y además, con un Concilio "pastoral" como el Vaticano II)?
    Entonces, en la afirmación de Benedicto XVI a los lefebvrianos de que deben aceptar la parte doctrinal del Concilio, mientras que la parte pastoral del Concilio puede ser discutida legítimamente, entonces: ¿son parte pastoral también las meras afirmaciones teológicas del Concilio? Y si es así, ¿cómo distinguirlas?
    No es mi intención pedirle una respuesta a estas preguntas, solo preguntar si es razonable plantearlas.

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    1. Estimado Matías,
      en mi opinión, cuando Benedicto XVI permitió a los lefebvrianos discutir sobre la parte pastoral del Concilio, no daba permiso a la desobediencia, sino que simplemente se refería, creo yo, a una cierta tendencia buenista y optimista que parece subestimar las consecuencias de pecado original y creer que las controversias de hoy se puedan resolver sólo de modo pacífico.
      La distinción entre la parte doctrinal y la parte pastoral de un Concilio se hace en base a la materia tratada.
      Cuando la Iglesia trata de verdades, que son simplemente para ser conocidas (por ejemplo, la Santísima Trinidad), entonces se trata de una cuestión de doctrina o incluso de dogma. Cuando en cambio la Iglesia habla de verdades morales, que han de ponerse en práctica, si se trata de los divinos Mandamientos es claro que aquí todavía se trata de doctrina de fe; si, por el contrario, se trata de la puesta en obra de los Mandamientos en relación con un determinado contexto histórico, que puede cambiar, o el nivel moral general de la Iglesia de la época (por ejemplo, la pena de muerte para los herejes), se obedece no por motivos de fe, sino por motivos disciplinarios, y aquí se puede hablar de ruptura con un pasado, que debe ser abolido y superado.

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