Bartolomé, patriarca de Constantinopla, con su actitud modesta y digna, abierta al diálogo ecuménico y comprensivo hacia Occidente, fiel a la Tradición ortodoxa, aparece hoy más que Cirilo, patriarca de Moscú (demasiado comprometido con Putin), como el interlocutor más autorizado del hoy más que nunca necesario diálogo ecuménico católico-ortodoxo. [En la imagen, el papa Francisco y Bartolomé, patriarca de Constantinopla, durante un encuentro de años atrás en el Vaticano].
"Calamum quassatum non conteret, et linum fumigans non extinguet" (Is 42,3). Blog de filosofía y teología católicas, análisis de la actualidad eclesial y de cuestiones de la cultura católica y del diálogo con el mundo.
viernes, 22 de julio de 2022
Pasado y presente de la relación entre Rusia y Europa (1/4)
La guerra de Ucrania es la consecuencia de la fractura de Europa ocurrida en 1054
----------La actual guerra en Ucrania muestra de modo patente las extremas consecuencias de la gravísima fractura entre la Europa occidental y la Europa oriental, antaño enteramente católica y dependiente de la guía del Romano Pontífice, fractura ocurrida con el cisma de Occidente del 1054, agravado posteriormente por el primado directivo de la Iglesia que fue reivindicado por Moscú sobre la sede de Constantinopla en 1589. Al mismo tiempo, en 1517, la reforma luterana distanciaba aún más, a causa de sus herejías, el cristianismo europeo occidental del cristianismo ortodoxo oriental.
----------Lutero dividió una Europa occidental que ya estaba separada de la oriental, en una Europa occidental nórdico-alemana anticatólica de una Europa occidental meridional latina que seguía siendo católica. La corrupción doctrinal provocada por Lutero es peor que la provocada por el cisma de 1054, ya que, mientras que en este caso el edificio dogmático sufrió sólo modestas lesiones, por lo cual el problema consistió sustancialmente en el rechazo de la obediencia al Papa, Lutero semidestruyó el edificio dogmático dejando sólo sus cimientos y algunos muros de sostén.
----------Ha sucedido, sin embargo, que mientras con los ortodoxos los católicos interrumpieron las relaciones y la cosa fue fácil, dadas las distancias geográficas, en el caso de los protestantes los católicos se vieron obligados a convivir flanco a flanco, por lo cual después de los terribles enfrentamientos de fines del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII, forzosamente se tuvo que buscar un modus vivendi.
----------Por el contrario, por cuanto respecta a la convivencia con los ortodoxos, las naciones más occidentales que se mantuvieron católicas no tuvieron este problema, como les sucedió a los países de la Europa centro-oriental limítrofes con el mundo ortodoxo. Y entre estos países siempre ha estado Ucrania, la cual, a diferencia de Polonia decidida a seguir siendo católica o a diferencia de otros países que pasaron decididamente a la ortodoxia, como Serbia o Grecia o Bulgaria, no ha cumplido una elección neta, sino que se mantuvo dividida entre católicos y ortodoxos, sin ser capaz de organizar un sereno modus vivendi. Y hoy, en la guerra en Ucrania, asistimos a las consecuencias trágicas de esta inveterada incapacidad de convivencia.
Diferencia entre occidente y oriente como mundos humanos
----------La cristiandad europea occidental, los así llamados "Latinos", y la cristiandad europa oriental, formada por los así llamados "Griegos", desde los primeros siglos, han estado caracterizados y todavía lo están, por dos identidades sociológicas muy precisas, que son bien conocidas por los historiadores de las civilizaciones, de las espiritualidades, de las culturas y de las religiones.
----------Tanto la Europa occidental como la Europa oriental tienen una raíz griega. El logos aristotélico el occidente; la idea platónica, el oriente. Aristóteles, sin embargo, en occidente se ha conjugado con el jus romano. El oriente con la esychìa, el silencio místico. La teología occidental es catafática; la oriental, apofática. El occidente cultiva la exterioridad y desde ella se eleva a lo trascendente. El oriente es espontáneamente interior y desde la interioridad mira a la exterioridad. Para el occidental la realidad es comprensible; para el oriental es misteriosa. El occidente es activo, el oriente es contemplativo. El occidente es atraído por la naturaleza; el oriente por el espíritu. El occidente está a favor del progreso; el oriente a favor de la tradición. Para el occidental es importante proyectar, para el oriental, recordar.
----------Aparte de ello, hay que tener en cuenta que un mundo en sí mismo, un mundo aparte, sui generis, es indudablemente el mundo islámico, surgido en el Asia menor. Combina la religiosidad oriental, hasta el fatalismo, con el activismo occidental, hasta la más violenta agresividad.
----------Las dos entidades europeas están simbolizadas por las dos lenguas o idiomas, griego y latín. Estas dos entidades son recíprocamente complementarias; pero acentuando exageradamente las peculiaridades de cada una, se termina por contraponerlas en una exclusión recíproca que convierte en imposible el acuerdo.
----------Si este conflicto transpasa del plano de las ideas, estimula las pasiones, mueve la voluntad a la acción y esta acción se organiza colectivamente sobre el plano de las fuerzas militares, bajo la dirección del Estado, nace la guerra. ¿Y cómo hacerla cesar? Es necesario actuar sobre las causas, que son las ideas contrapuestas y recíprocamente excluyentes, así como lo verdadero se opone a lo falso. La guerra es el efecto de la falsedad. La paz es el efecto de la verdad. Promoviendo la verdad, y refutando lo falso, generador del odio y de la guerra, se promueve la voluntad que obtiene el bien de la paz y se hace cesar la guerra.
----------Oriente y Occidente también son conocidos por Israel. Es interesante cómo Israel se encuentra entre Europa y Asia, como para actuar como factor de conjunción y de mediación. Y de hecho en la Escritura encontramos tanto las cualidades del oriente como las del occidente. La Palabra de Dios es para el oriente y para el occidente y al mismo tiempo está por encima de entrambos e independiente de entrambos.
----------Sorprende cómo el Antiguo Testamento narra una serie de guerras feroces de Israel contra sus enemigos, con destrucción no sólo de soldados, sino también de civiles y de ciudades enteras. Son los signos de un pueblo todavía cruel, signos que no podemos tomar como ejemplo. Simbolizan, de una manera hoy inaceptable, la primacía de Israel sobre los demás pueblos, primacía querida por Dios mismo.
----------Sin embargo, esos relatos sangrientos del Antiguo Testamento nos repugnan. No tienen nada que ver con la mansedumbre de la moral evangélica y la humanidad de los relatos evangélicos o de los hechos de los apóstoles. Lo que no excluye la posibilidad del uso lícito de las fuerzas armadas y el valor salvífico de la guerra apocalíptica escatológica de Cristo contra las fuerzas del mal. Sin embargo, en base a estas consideraciones, detestamos los estragos de civiles y las destrucciones de ciudades por parte de los rusos en Ucrania.
----------Una operación bélica puede estar justificada si se lleva a cabo contra el ejército del Estado enemigo, pero cuando un Estado realiza acciones del tipo que han sido o son realizadas por los rusos en Ucrania, aquí ya no se puede hablar de acciones de guerra, sino de crímenes de guerra, que deben ser castigados con la máxima severidad, mientras que los responsables están obligados a reparar los daños.
La Iglesia ortodoxa rusa
----------Rusia, siendo ya católica en el siglo IX gracias al Bautismo de san Vladimiro, Rey de Kiev y de los Rusos, se ha separado, como es sabido, de la Europa católica con el cisma del 1054, que terminó agravado por la separación de Moscú respecto de Constantinopla en 1589. Rusia ha repudiado la sujeción al Obispo de Roma y la introducción del Filioque en el Credo como herejías, pero ha mantenido los dogmas fundamentales de la Santísima Trinidad, de la Encarnación, de la Redención, la fe en la Sagrada Escritura, el respeto a la Tradición de los Padres, la doctrina católica hasta el II Concilio de Nicea del 787, la estructura sacramental, santificante, apostólica, sinodal y patriarcal de la Iglesia.
----------La sede patriarcal de Constantinopla, en 1054, ya había dejado de reconocer al Romano Pontífice como su autoridad magisterial, jurisdiccional y pastoral universal, y había limitado tal autoridad a la de los Patriarcas, que son aquellos Obispos que residen en una sede de gobierno estatal de una determinada nación, dotados de autoridad sobre los Obispos sufragáneos y sobre el pueblo fiel, en los precisos límites de su circunscripción eclesiástica sobre una determinada base étnico-nacional.
----------Constantinopla fijó el número de Patriarcados en su mayor parte de orígenes apostólicos, que debían constituir la así llamada "pentarquía eclesiástica": el de Jerusalén, el de Antioquía, el de Alejandría, el de Constantinopla y el de Roma, quitando sin embargo de este último la primacía sobre los otros.
----------El Patriarca, que significa "primero de los Padres", en la concepción ortodoxa, tiene la potestad de conceder la autocefalía a los obispos metropolitanos que a él le están sujetos, quienes, por méritos adquiridos, pueden asimismo ascender al grado de Patriarca. De tal modo ellos devienen jurídicamente independientes y mantienen con el primer Patriarca sólo un vínculo de respeto moral.
----------Ahora bien, desde que Moscú recibió la autocefalía de parte del patriarca de Constantinopla en el siglo XV, que luego le permitió a la sede de Moscú ser elevada a Patriarcado, fue más allá de las prerrogativas que a ella se le otorgara, y con la famosa teoría de la Tercera Roma del 1589 ha pretendido estar por encima de Constantinopla, la cual ya se consideraba por encima de la Roma de los Papas.
----------Por consiguiente, la sede patriarcal de Moscú agravó la separación no solo respecto de Constantinopla sino sobre todo de Roma, sustituyéndose a ella en la pretensión de guiar directamente en el nombre de Cristo y del Espíritu Santo a la Iglesia universal y a toda la cristiandad civil y religiosa. Por lo tanto, se ha separado de Roma de una forma aún más cismática y pretenciosa que la de Constantinopla, la cual ya proclamaba ser heredera de la antigua Roma. Moscú, en cambio, ha pretendido estar todavía más en alto que la antigua Roma ("Tercera Roma") de cuanto lo fuera Constantinopla ("Segunda Roma").
----------Sin embargo, la situación actual del Patriarcado de Moscú se ha vuelto dramática, por no decir trágica, estando hoy caracterizada por el haber perdido la confianza de casi la totalidad de las Iglesias ortodoxas, entre ellas, y no en último término, la del Patriarca Onofrio de Kiev, tras haberse separado de Cirilo en señal de protesta por la invasión de Ucrania y después de que el propio patriarca Cirilo, ofendido por la autocefalia concedida sin su permiso al patriarca de Kiev Epifanio por el patriarca de Constantinopla, ha excomulgado -hecho inaudito en toda la historia de la ortodoxia- al mismo patriarca de Constantinopla.
----------De esta manera, el patriarca Cirilo se encuentra aislado y a su vez marginado del conjunto de las Iglesias ortodoxas. Casi nadie reconoce ya a Moscú esa supremacía panortodoxa de Tercera Roma, de la cual ella siempre ha presumido desde 1589, año de su autocefalia de Constantinopla.
----------La doctrina de la Tercera Roma, que siempre ha sido utilizada por Moscú para gozar del primado sobre toda la Ortodoxia y sobre la misma Constantinopla, ahora es rechazada, por no decir befada y escarnecida cruelmente por las mismas Iglesias ortodoxas, las cuales ahora se han dado cuenta, sobre todo en la actitud de Moscú hacia Ucrania, lo que en realidad esconde esa doctrina: la voluntad indomable de Rusia de dominar el mundo. Por lo tanto, las Iglesias ortodoxas, en todo caso, prefieren retornar a Constantinopla o permanecer fieles a Constantinopla, donde el patriarca Bartolomé ciertamente no puede ser considerado instrumento de un poder político expansionista, además del hecho de que reside en un Estado islámico como Turquía.
----------El patriarca constantinopolitano Bartolomé, por tanto, con su actitud modesta y digna, abierta al diálogo ecuménico y comprensivo hacia el Occidente, fiel a la Tradición ortodoxa, aparece hoy más que el moscovita Cirilo, demasiado comprometido con Putin, como el interlocutor más autorizado del hoy más que nunca necesario diálogo ecuménico católico-ortodoxo. Constantinopla nunca jamás ha aceptado la supremacía que Moscú se ha atribuído en 1589 y la ha soportado pacientemente. Pero en años recientes, cuando Cirilo se enojó porque Bartolomé le había concedido la autocefalia a Epifanio, Patriarca de Kiev, Cirilo llegó a la inaudita audacia de excomulgar al patriarca Bartolomé.
----------En este punto, Onofrio, otro patriarca de Kiev hasta entonces fiel a Cirilo, ha tomado las distancias en signo de protesta por el apoyo dado por Cirilo a la invasión rusa de Ucrania. Y así, la Iglesia ortodoxa rusa nunca se ha encontrado tan mal situada como en la actualidad.
----------Por otra parte, el modo con el cual Alexander Dugin defiende la ideológica doctrina de la "Tercera Roma" mezclándola con aspiraciones hegemónicas sobre las grandes formaciones religiosas de toda el Asia, aunque sea una concepción no exenta de ciertos aspectos de amplitud de miras, tiene sin embargo todo el sabor de un programa imperialista de dominio político sobre el Asia por parte de Rusia.
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Estimado padre Filemón, usted ha escrito: "La teología occidental es catafática; la oriental, apofática". ¿Podría explicar mejor a qué se refiere?
ResponderEliminarQuerida Herminia,
Eliminarlos términos "catafática" y "apofática" hacen referencia al modo de hacer teología.
La teología es discurso sobre Dios, es un hablar de Dios; en tal sentido se habla de teología catafática, o sea manifestativa mediante la palabra.
Pero el teólogo, haciéndose consciente del hecho de que el hablar de Dios no basta para expresar lo que Dios es, porque Él es infinitamente más de cuanto se pueda decir con la palabra, recurre entonces al silencio; y esta es la así llamada teología apofática o mística, es decir, que mantiene oculto y no manifiesta.
Supremo maestro oriental de esta teología es Dionisio el Areopagita, conocido sin embargo y admirado también por la espiritualidad occidental.