Hay evidencias de que, en enorme cantidad de casos, quienes deberían ser nuestros guías y maestros en materia de religión, han visto corrompida su capacidad de juicio precisamente en ese ámbito, deviniendo esos "ciegos y guías de ciegos" de los que habla nuestro Señor Jesucristo (Mt 15,14). La Sabiduría vetero-testamentaria ya habla de ello: "concibieron una idea falsa de Dios al entregarse a los ídolos" (Sab 14,30).
Un ignoto fiel, exasperado, pero religioso
----------Un artículo de días atrás en este blog, Liturgia e inculturación (publicado en dos partes, aquí y aquí), ha producido algún diálogo con los lectores, los cuales han planteado varias preguntas, a las que he respondido de modo breve. Los lectores también formularon opiniones dignas de ser tenidas en cuenta. Reflexionando más sobre el tema, quisiera hoy ofrecer un mayor desarrollo de los mismos puntos considerados en el diálogo de días atrás: los acontecimientos de fines del 2019, en el contexto del último Sínodo de Obispos, referido a la Amazonía, y concernientes al ámbito de la liturgia y del diálogo interreligioso, esto es, el concepto de religión, el pluralismo religioso, la relación entre liturgia e inculturación, la idolatría y la superstición.
----------Aquel episodio del 2019, de las estatuillas de Pachamama arrojadas al Tíber por un ignoto fiel en señal de protesta, testimoniaba el malestar de esos fieles que temían que el anterior Sínodo, bajo el pretexto del diálogo interreligioso y de la inculturación, pudiera llegar a favorecer el sincretismo y la idolatría. Naturalmente que esto no podía suceder ni sucedió; sin embargo, no podemos dejar de tener en cuenta las graves preocupaciones que en aquel momento fueron expresadas por eminentes y doctos prelados y teólogos, como los cardenales Ludwig Müller y Walter Brandmüller, así como por ilustres estudiosos de clara fe católica.
----------Tales preocupaciones eran causadas por la fuerte sospecha, por no decir convicción, de que ciertas frases del Instrumentum Laboris del Sínodo, implicaban una aquiescencia hacia una visión panteísta de la naturaleza o de la "Madre Tierra", bajo el nombre de Pachamama, una aquiescencia que es como decir favorecimiento de la idolatría, ya que ella no es más que la traducción a términos populares de aquello que teóricamente es el panteísmo, como por ejemplo el panteísmo de los estoicos, el de la India, el de Giordano Bruno, el de Spinoza, el de Haeckel, el de Schopenhauer, el de Schelling y el de Hegel.
----------En efecto, la idolatría es el culto a un falso dios, precisamente a la criatura en lugar del creador. Esta criatura puede ser muchas cosas: pueden ser los astros, los ángeles, las almas de los difuntos, el mundo, el universo, la naturaleza, comida o bebida, los lagos, los ríos, los bosques, las montañas, las obras de arte, las plantas, los animales, el hombre mismo, el Estado, la razón, la conciencia, la libertad, mi yo, etc.
----------En las culturas de la Amazonía está presente el chamanismo, que es el culto mágico a los animales, que son considerados poseedores de poderes divinos, que el chamán tiene la tarea de evocar y gobernar con fines terapéuticos. Los animales son la manifestación de Pachamama, es decir, de la Naturaleza divina. En las culturas amazónicas no aparece en absoluto la idea de un Dios único, trascendente y creador.
----------Ahora bien, cuando se dice "panteísmo" (de pan-theòs = todo es Dios), se entiende decir que todo o lo que sea es o puede ser Dios. Como decía Emanuele Severino: "Esta lámpara es Dios". De tal manera que cada uno se elige a su propio Dios y, si quiere, también puede adorar una lámpara. En vez de adorar al Santísimo, se puede adorar la lámpara que está delante del Santísimo.
----------¿Es esto el pluralismo de las religiones? No. Es el pluralismo de las supersticiones. El dios del panteísmo, por más sublime y grandioso que parezca, es en realidad un verdadero y propio ídolo inventado por la mente humana, perfectamente equivalente o intercambiable con el ateísmo, ya que éste niega a Dios sólo porque diviniza al hombre. ¿Y qué hace el panteísmo sino identificar al hombre con Dios?
----------Si, por tanto, la idolatría y el panteísmo se vuelcan o terminan desembocando en el ateísmo, así como las estatuillas de Pachamama han podido tener acceso a la iglesia parroquial de Santa Maria en la Traspontina, se podría proponer al cardenal Ravasi, del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, que se permita en las iglesias exponer los retratos de Marx, de Engels, de Comte, de Nietzsche y de Freud.
----------Salvo porque es necesario observar que un supuesto dios, para tener derecho a ser llamado "Dios" y adorado u objeto de culto, debe poseer un mínimo de cualidades o atributos esenciales convenientes a Dios, o propios de Dios: debe ser un único Dios, infinito, trascendente, providente y creador; si el concepto de Dios está por debajo de ese umbral mínimo de decencia, ya no es Dios, sino que deviene un ídolo, que ya no merece ser objeto de un culto religioso, sino que es sólo un ídolo de la superstición.
Con la superstición no se dialoga
----------Ahora bien, los actos de superstición son gravemente ilícitos y pecaminosos, porque dañan y degradan al hombre y subyace en ellos un culto a Satanás. Por consiguiente, la aquiescencia a la superstición, es decir a la idolatría, al politeísmo, a la magia, al espiritismo y cosas similares, no tiene nada que ver con el diálogo interreligioso, sino que es un acto de impiedad que ofende a Dios, y a la vez hiere y causa escándalo a todos los hombres religiosos, cualquiera que sea la religión a la cual pertenezcan. Por lo tanto, resulta absolutamente necesario no confundir religión y superstición.
----------A lo sumo, se puede tomar en consideración el panteísmo por su tradición docta, es decir, por su vertiente culta, y por su relación con la mística cristiana, aunque sea una falsificación de la misma. Pero también con el panteísmo es necesario ser severos y mostrar su impostura.
----------Sin embargo, es necesario tener presente que, a diferencia de la superstición, que, como he dicho, es un error y un pecado que hay que combatir sin ningún tipo de concesiones, las religiones son dignas prácticas colectivas tradicionales, que se ocupan del culto a Dios, ciertamente no exentas de defectos o lagunas, excluida la religión católica, la cual, única entre todas las demás, contiene la plenitud de la verdad. Y sin embargo, como dice el Concilio (Nostra aetate, n.2), las demás religiones contienen elementos de verdad que son útiles para la salvación. Por eso está justificado el diálogo con las verdaderas y propias religiones.
----------Sin embargo, es necesario prestar atención que en lo que respecta al diálogo interreligioso, el Concilio Vaticano II no extiende tal diálogo más allá de las tres religiones monoteístas. Y si la declaración Nostra aetate menciona al budismo, lo cita sólo porque en él los fieles esperan "una ayuda de lo alto" (n.2), lo que hace pensar evidentemente en la trascendencia divina. Las religiones idolátricas o politeístas, en cambio, son en realidad fenómenos patológicos que simplemente hay que eliminar, a causa de su estrecho parentesco con el demonismo. La tendencia panteísta debe ser mantenida rigurosamente bajo control, porque también conduce al satanismo. Tal tendencia también se puede encontrar en los ritos de la masonería esotérica.
----------Una supuesta "religión", que promueva o bien que permita los sacrificios humanos o el canibalismo o los infanticidios o los abortos o los suicidios rituales, como parece ocurrir en Amazonía, no es religión, sino una abominable y demente práctica supersticiosa e idólatra, enemiga de Dios, del hombre y de la sana convivencia civil. Aquí no hay excusas que valgan, no se puede invocar la libertad religiosa, ni el principio de inculturación, ni el respeto a las costumbres locales, ni es posible el diálogo interreligioso, sino que sólo es necesario el rigor de la ley o la intervención del poder judicial o de la fuerza pública para la protección de los propios adeptos.
----------Creer, como creen algunos, que la imagen o la realidad -por otra parte ficticia- de la diosa Pachamama podría ser utilizada o valorizada en el proceso de inculturación del mensaje evangélico en la cultura y en la religión amazónica, quiere decir malinterpretar gravemente la esencia de la inculturación y confundirla con el sincretismo religioso. Aunar a Dios con otras divinidades no es inculturación, sino idolatría. Y no se sostiene en absoluto la comparación que algunos hacen con la famosa operación cultural con la que santo Tomás ha utilizado al pagano Aristóteles para interpretar al Dios bíblico.
La verdadera inculturación
----------Explicamos estos puntos. La inculturación es la utilización de categorías legítimas extrañas o ajenas al Evangelio y pertenecientes a la cultura del evangelizando, a fin de expresar el contenido del Evangelio en modo accesible a la comprensión y al lenguaje del evangelizando, precisamente con el uso de categorías familiares a él, pero que median un contenido evangélico con categorías equivalentes aunque diferentes a las del Evangelio. Sin embargo, el evangelizador debe tener mucho discernimiento al hacer esta operación, pues no puede llevar ciegamente una entera doctrina, que sea ajena a lo interno del mensaje evangélico, sin las debidas distinciones que deben hacerse a la luz del mismo Evangelio.
----------Por ejemplo, no puede servir para la inculturaciónel rito del chamán que arroja su semen al suelo para significar la inseminación de Pachamama, sino que hay que tener la franqueza de decir que esto no es más que un miserable acto de masturbación con la idea de fecundar a una diosa, lo cual es absurdo y blasfemo.
----------Si queremos dar en cambio un ejemplo de auténtica inculturación, podemos aquí recordar cómo santo Tomás de Aquino ha encontrado en el Dios de Aristóteles algunos atributos compatibles con el Evangelio, como la "causa primera", o bien el "motor inmóvil" o bien el "pensamiento del pensamiento", mientras que el Aquinate correctamente ha rechazado la idea aristotélica de que Dios no se interesa del hombre ni de lo individual, sino sólo de las cosas divinas y universales porque esto niega el atributo de la misericordia divina.
----------Si, por el contrario, esta obra de separación no se hace correctamente o no se hace del todo, la religión pierde su pureza, el Evangelio queda contaminado por las impurezas del mundo y se produce el llamado "sincretismo", que mezcla lo verdadero con lo falso, lo benéfico con lo nocivo. Por ejemplo, si Pachamama es una diosa, no se la puede poner al lado del Dios bíblico bajo el pretexto de la inculturación, porque el Dios bíblico, como es bien sabido, no tolera a ningún otro dios al lado suyo o junto a él.
----------Y esto vale para todos, también para los amazónicos. Si Pachamama se limita a ser un símbolo o una imagen de la utilidad y de la maternidad de la naturaleza creada por Dios o de la exigencia de la comunión del hombre con la naturaleza, está bien. También en Marx encontramos la perspectiva de una "humanización de la naturaleza" y de una "naturalización del hombre". Es cierto que en Marx naturaleza y hombre no son criaturas de Dios, sino efectos del poder del hombre. Sin embargo, no podemos negar el valor de esa instancia en sí misma, que además puede ser satisfecha solo por el Evangelio.
Aut-Aut para Pachamama
----------Pero si la Pachamama debe ser concebida como la divinización de la naturaleza o una diosa al lado de Dios y a la par de Dios, no podemos estar para nada de acuerdo, pues con ello se cae inevitablemente en el politeísmo o en la idolatría. El Papa, absolutamente, debía hablar aclarado de inmediato esta gravísima cuestión que toca la sustancia de la religión y del cristianismo.
----------El hecho de que no se hubiera aclarado explica y justifica el gesto del ignoto purificador del templo. Es necesario oponerse no sólo a lo que es ciertamente malo, sino también a lo que se sospecha vehementemente ser malo. Por eso mismo, lo que en la iglesia romana de Santa María en Traspontina se debía haber hecho de inmediato tras lo sucedido en 2019, era convocar una paraliturgia de penitencia y de reparación por lo que había sucedido, esto es, nada menos que la sacrílega presencia del ídolo en la iglesia.
----------El drama, o más bien la tragedia de la Iglesia hoy, está dada por el hecho de que en la formación del clero falta la educación en la sabiduría metafísica, que es una necesaria propedéutica para una sana teología, por lo cual tenemos sacerdotes, religiosos, teólogos y obispos completamente impreparados -por más que se quiera- en el campo filosófico, que no saben demostrar ni la existencia de Dios ni la inmortalidad del alma, vagan en la nebulosa de una mística turbia y sentimental, hacen indecorosas mescolanzas con los atributos divinos, confunden el ser con el devenir, la realidad con la apariencia, el concepto con la imagen, los sentidos con el intelecto, las pasiones con la voluntad, el cielo con la tierra, el espíritu con la carne, lo sagrado con lo profano, lo irracional con la fe, lo natural con lo sobrenatural, lo humano con lo divino.
----------No saben distinguir el teísmo del panteísmo, la religión de la superstición, el monoteísmo del politeísmo, el culto divino de la idolatría, la liturgia de la magia, la religión cristiana de las otras religiones.
----------El nivel de la inteligencia metafísica en el clero, como el de un río en tiempo de seca, ha descendido a un nivel crítico, a un mínimo histórico, no solo por debajo de los metafísicos medievales, sino por debajo de la metafísica pagana precristiana de Platón y de Aristóteles. Corremos el riesgo de quedarnos sin agua y que las células cerebrales no estén suficientemente alimentadas.
----------No es de extrañar, por lo tanto, que se haya celebrado un rito idolátrico en la presencia del Papa -cosa inaudita- o que la estatua de la Pachamama haya sido solemne y devotamente llevada en procesión hasta la Basílica de San Pedro por dos celantes prelados, como si fuera la imagen de Nuestra Señora, con escándalo de los fieles, pero sin que en general (salvo honrosas excepciones) hayan sido formuladas objeciones ni se hayan hecho observaciones por parte de los círculos teológico, o episcopal o cardenalicio, como si se hubiera tratado de una normalísima ceremonia religiosa.
Falta el juicio crítico en términos de religión
----------Esta es la señal inquietante de que se está corrompiendo la capacidad de juicio en materia de religión precisamente en quienes deberían ser nuestros maestros y nuestros guías en esta materia. Si no, ¿qué deberían enseñarnos los teólogos, obispos y cardenales? ¿Cómo jugar al fútbol o cómo cocinar pescado? Pero esto quiere decir haberse convertido en "ciegos, guías de ciegos" (Mt 15,14) y juguetes de las ilusiones y de los engaños del demonio, que no desea nada mejor que esto mismo.
----------Por lo tanto, acusar a aquel que arrojó las estatuillas al Tíber de ser contrario al "diálogo interreligioso" es una acusación tonta, necia, completamente fuera de lugar. Si algo hay que decir es, más bien, que el purificador del templo ha cumplido un acto de religión y de desinfestación de un lugar sacro que había sido profanado y contaminado por la oprobiosa presencia de aquellos ídolos, que sonaban como un insulto a la sacrosanta presencia del Santísimo Sacramento guardado en el Tabernáculo.
----------Alguien tal vez podría preguntarse: ¿por qué ese fulano no le ha pedido permiso al párroco? La respuesta podría ser: ¿se necesitaba tal permiso para una acción tan evidentemente piadosa y loable, que es como una liberación y purificación del lugar sacro de una presencia sacrílega? Si un fiel encuentra excrementos en el suelo de la Iglesia, ¿debe pedir permiso al párroco para limpiarlos? Ahora bien, la presencia de un ídolo, que como tal está ligado al demonio, es mucho más inconveniente y repugnante en un lugar sagrado. Quien no siente asco por aquello que ofende a Dios, quiere decir que no ama a Dios.
----------Algunos han planteado la hipótesis del robo por la acción de aquel destructor de las estatuillas. Pero la hipótesis no se sostiene para nada. Más bien es el párroco quien debería ser incriminado por posesión de material prohibido, dado que el culto a Pachamama conlleva, como hemos visto anteriormente, la instigación a delinquir, por lo cual no puede ser protegido por el derecho a la libertad religiosa, según el artículo 8 de la Constitución de Italia: "Todas las confesiones religiosas son igualmente libres ante la ley. Las confesiones religiosas diferentes de la católica tienen derecho a organizarse según sus propios estatutos, siempre que no entren en contraste con el ordenamiento jurídico italiano".
----------El Avvenire, al día siguiente de lo sucedido en 2019, al desaprobar el mencionado gesto con evidente pesar e indignación mal disimulada, hizo un emotivo recuerdo de las pobres estatuillas de tal modo maltratadas, presentándolas con descaro como simples e inocentes productos artesanales locales e "imágenes de la maternidad", cuando todos saben que habían sido objeto de culto en el Vaticano. Por eso me pregunto a quién quieren engañar, si es absolutamente cierto que las estatuillas fueron adoradas en los jardines vaticanos por un grupo de personas postradas rostro en tierra como hacen los musulmanes ante Alá.
----------¿Nos comportamos así frente a simples objetos profanos? ¿Acaso nos comportamos así frente a una Madonna de Rafael? ¿O nos comportamos así incluso frente a una estatua de la Santísima Virgen en la iglesia? A lo máximo llegamos a ponernos de rodillas. Pero todo fiel católico, incluso un niño del catecismo, sabe que con ese gesto no se adora a Nuestra Señora, sino que se le suplica que interceda ante Dios por nosotros. ¿Y la Pachamama ante quién intercede? ¿O es ella misma la que concede las gracias?
----------Y el artículo del Avvenire concluía con una solemne sentencia: "el hecho habla por sí solo". Habla por sí solo, sí, pero ¿en base a qué criterio de juicio? El articulista dejaba entender que, según él, era de tal manera evidente la repugnancia del hecho cometido por el ignoto purificador del templo, que no teníamos necesidad de demostrarla. ¿Pero de dónde sacaba el articulista tal evidencia? ¿De las ideas de Voltaire, de Nietzsche o de Freud? ¿Alguna vez ha leído la Biblia? ¿O la ha leído a través de los lentes de los modernistas?
----------Por el contrario, se debe decir claramente que aquí notamos dos cosas. Primera, la crasa e impía ignorancia del articulista acerca del deber de todo fiel de respetar y de defender el lugar sagrado, junto con el deber absoluto de rendir culto sólo a Dios y de rechazar la idolatría. Segunda, que el articulista tomaba a los lectores por chitrulos que creen en la sinceridad y autoridad de sus explicaciones.
Conclusión
----------Por consiguiente, es hora de que nos decidamos a poner juicio, de una vez por todas. El riesgo de que de un momento a otro caiga sobre nosotros el furor de la ira divina, como han reflexionado no pocos publicistas católicos sobre estos hechos, no es expresión de un alarmismo exagerado de mentes ignorantes, débiles, rígidas, restringidas e impresionables, de tendencias ultraconservadoras, impregnadas de fundamentalismo apocalíptico, sugestionadas por exaltados o falsos videntes, obsesionadas y espantadas por las novedades del postconcilio, sino que es palabra seria, creíble, profética, tonificante, vigorizante, sabia y saludable, con óptimo fundamento bíblico y evangélico, en perfecta línea y consonancia con el tradicional Magisterio de la Iglesia, con la enseñanza de los Padres, de los Doctores, de los teólogos, de los santos, de los verdaderos videntes y de las más acreditadas apariciones marianas, y que encuentra amplias e innumerables confirmaciones y precedentes a lo largo de toda la historia de la Iglesia. ¿Qué estamos esperando, entonces?
----------"Concibieron una idea falsa de Dios al entregarse a los ídolos" (Sab 14,30). Escuchar el evidente reclamo de la Palabra de Dios, y actuar en consecuencia, por medio de la penitencia, del arrepentimiento y de la conversión, no puede ser sino sólo para nuestro beneficio y ventaja. Rechazar esta invitación o burlarse de ella o hacer oídos sordos, perseverando en el orgullo y la protervia, es condenación eterna.
Y pensar que ese culto a la Pachamama se hizo en la presencia y con el aval del Papa.
ResponderEliminarO cómo es que debe interpretarse su pacífica participación en esos actos?
Estimado anónimo,
Eliminarciertamente el Papa estuvo presente en lo sucedido en los jardines vaticanos, y obviamente es también cierto que avaló, al menos a priori, el acto realizado (es de suponer que desconociendo lo que en concreto y el detalle sucedería).
Ahora bien, una vez sucedido el hecho, desconocemos la existencia de un aval a posteriori. Más bien, existen señales de que ese aval a posteriori no ha existido: en el mencionado "culto", cuando al Papa se le pidió expresar algo, sólo se limitó a rezar el Padrenuestro. Y de hecho, el Papa no ha insistido en la mención a estas estatuillas, y en la exhortación Querida Amazonía, sus afirmaciones sobre la inculturación litúrgica son claras y conformes con el Magisterio precedente, como por otra parte no podía ser de otra manera.
Ahora bien, ¿el Papa debió haber actuado de otro manera durante ese acto y después de ese acto? Mi modesta opinión es que sí, y lo he dicho en el artículo: hubiera bastado con pedir perdón por lo acondecido, y se hubiera evitado la progresión del escándalo.
En todo caso, todo esto se mantiene en el ámbito de lo pastoral, donde el Papa es pasible de pecado, aunque incluso pueda tratarse de materia grave.
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ResponderEliminarPadre Filemón:
ResponderEliminarLe cuento que cuando yo ví aquel video, con los amazónicos rostro en tierra adorando la Pachamama en los jardines del Vaticano, pensé también que el Papa había sido cazado en el vértigo de los acontecimientos, y ya era difícil encontrar una salida a la situación. Al menos se limitó a rezar un Padrenuestro, sin agravar la situación.
De modo que sí, concuerdo con usted, el aval fue a priori, pero no a posteriori.
Estimado Fernando,
Eliminarque el Papa haya sido cazado en el vértigo de los acontecimientos, como usted dice, es lo más plausible.
Mi opinión es que el Papa ha sido puesto ante el hecho consumado. La idea de algunos de que el Papa haya cumplido un acto de idolatría, es un pensamiento gavemente ofensivo hacia el Santo Padre.
Podemos recordar que él, a propósito de la colocación de la estatuilla en la iglesia, hubo de señalar que no se trataba de idolatría.
Lo que, según mi parecer, habría podido precisar el Papa, es la distinción entre la estatuilla como imagen de Dios Creador de la naturaleza y la estatuilla entendida como imagen de la naturaleza en cuanto divinidad.
En el primer caso es evidente que un culto a la estatuilla no es absolutamente idolátrico. En cambio, el acto idolátrico aparece evidente en el segundo caso.
Esa ambigüedad tan característica en el Papa Francisco y en el Vaticano II es un fruto directo del modernismo que pregonan
EliminarNo hay imagen de Dios creador. Es idolatría. Igual que el becerro de oro.
EliminarY no vengan con la pavada de que hay imágenes de la Trinidad representándolo como un viejo.
Estimado Anónimo del 7 de julio a las 16:04,
Eliminaracusar al Papa y al Concilio de modernismo es una grave calumnia, como lo he demostrado varias veces en mis publicaciones.
En cuanto a la ambigüedad de ciertas frases o de ciertos gestos, se la puedo incluso admitir, pero ella no tiene nada que ver con la sustancia de su enseñanza y de su pastoral.
Estimado Fray Luis,
Eliminares cierto que de hecho el culto a la Pachamama, tal como se ha dado históricamente y como sigue dándose en ciertas regiones amazónicas, es un culto idolátrico.
Sin embargo, la historia de la teología cristiana nos enseña que desde siempre los teólogos han adaptado a la doctrina cristiana, elementos recabados del paganismo, naturalmente debidamente purificados.
Si queremos dar un ejemplo ilustre, podemos citar a santo Tomás de Aquino, el cual utilizó la enseñanza de un pagano, como Aristóteles, para la construcción de su teología.
Volviendo a la Pachamama, se puede hacer algo de tal género: si Pachamama representa la naturaleza, se trata sólo de ver cómo es entendida esa naturaleza, porque, si la naturaleza es vista como creada por Dios, Pachamama no plantea problema. En cambio, si la naturaleza es divina, entonces sí caemos en la idolatría.
Esta obra de inculturación, aún en los casos en que ella sea legítima, puede sin embargo suscitar diverso tipo de reacciones según las culturas en las que los hombres están inmersos. Ciertamente los europeos están habituados a imágenes elaboradas por la llamada "cultura occidental greco-romana", mientras que la imagen de Pachamama expresa una cultura diferente, que es la americana aborigen o amazónica.
Es increíble el esfuerzo argumentativo que hacen para justificar lo injustificable. Según su criterio, lo único que expresa magisterio de parte del Papa son los documentos que escribe. ¿Son conscientes de que un documento no hace más que manifestar la voluntad y "el pensar" de quien lo escribe? Esa misma voluntad y pensar se puede manifestar a su vez de otras formas, como por ejemplo en forma oral o incluso también por ciertas actitudes. Según ustedes el Papa puede participar en un acto de idolatría y eso sólo forma parte del "ámbito pastoral". El Papa evidentemente avaló todo lo que sucedía en su presencia, cuando en realidad como mínimo debería haberse marchado y no presenciar pacíficamente semejante blasfemia.
ResponderEliminarPero siempre el pobre Papa es víctima de todo lo que sucede a su alrededor.
Estimado Anónimo,
Eliminarhe tenido la oportunidad de ser colaborador en áreas muy cercanas al papa san Juan Pablo II y sé lo que puede suceder, incluso con un Papa santo. Es un ser humano como nosotros, que puede sufrir de errores imprevistos y desagradables sorpresas, puede ser objeto de instrumentalización, puede ser humillado con intervenciones inapropiadas. Así como somos comprensivos con cualquiera de nuestros semejantes, así también debemos ser comprensivos con un Papa, y no tomar como pretexto una equivocación suya o imprudencia accidental para atacarlo en su autoridad como Sumo Pontífice.
Es necesario, por lo tanto, tener presente que un Papa, al manifestar su pensamiento o en su conducta pastoral, cumple este oficio según diferentes niveles de autoridad. Lo cual quiere decir que para reconocer sus intervenciones vinculantes, es necesario hacer referencia a sus documentos oficiales. Y este es un oportuno procedimiento de buen sentido común, que debe adoptarse con cualquier ser humano que ocupe el Solio Pontificio, a la vista de que, sea como sea, siempre es sin embargo un ser falible como todos nosotros.
En este artículo y en un artículo precedente he recordado aquel episodio de 2019 de modo incidental, sólo con el propósito de subrayar las consecuencias de no advertir a tiempo la diferencia entre verdadero culto a Dios y los cultos idolátricos; no sin tener en cuenta algunos lamentables ecos que todavía tiene aquel episodio en actitudes de algunos sacerdotes en puntuales casos, tales como he citado en mis artículos.
Mi experiencia con Juan Pablo II me dice, por tanto, que el desagradable episodio de la Pachamama no está dicho en absoluto y por ende no es seguro que haya sido preparado de antemano de acuerdo con el Papa, porque yo podría citarle muchos otros hechos que nos muestran cómo un Papa puede muy bien ser manipulado o engañado por sus propios colaboradores.
Por estos motivos, creo que debemos cesar de una buena vez y por todas de este retornar continuamente a un hecho, ciertamente desagradable, que lamentablemente ha suscitado escándalo, serenando nuestro ánimo con las consideraciones antes mencionadas.
Querido Anónimo, dígame la verdad, ¿usted vuelve a ese episodio por amor de la verdad o porque la tiene con el papa Francisco? El papa Francisco invita a todos a la misericordia. Y nosotros, ¿no debemos tener misericordia de él? En su opinión, ¿el Papa Francisco es un idólatra?
1) no vuelvo a ese episodio, fue usted el que lo trajo a colación en su artículo. Yo sólo le dije lo que pienso al respecto.
Eliminar2) entiendo que la misericordia se debe tener con aquel que muestra cierto arrepentimiento, o cierta predisposición al menos. Francisco no ha mostrado ningún tipo de arrepentimiento sobre lo sucedido por lo que no me nacen actos de misericordia sobre este particular.
3) en mi opinión el Papa Francisco no es un idólatra formalmente pero sí ha favorecido la idolatría con sus actos.
Aprovecho para hacerle una pregunta también: cuando Juan Pablo II besó el Corán o cuando permitió que colocaron un Buda sobre el tabernáculo en Asís ¿también fue una pobre víctima que no sabía lo que hacía?
Estimado Anónimo,
Eliminara mi modo de ver, el Papa no tenía necesidad de arrepentirse, como si hubiera cometido un pecado. Como ya le he dicho, lo más probable es que antes de que sucediera el incidente, no ha sido advertido de manera exacta y con todos los detalles particulares de lo que habría de suceder.
Creo que si de acción desleal se puede hablar ha sido de parte de los organizadores de la escena, que han puesto al Papa ante un hecho que no se esperaba y del cual no le dieron las suficientes aclaraciones para interpretar lo sucedido.
Por cuanto respecta al beso del Corán, se ha tratado de un gesto de homenaje a una religión monoteísta, y este acto conforme a cuanto el Concilio enseña acerca del diálogo con los musulmanes.
EliminarPor cuanto respecta a la presencia de la estatuilla de Buda en un encuentro de oración en Asís, se puede hacer un discurso similar, es decir, se puede decir que, habiendo sido un encuentro también con budistas, no es para maravillarse que estuviera presente una estatua de Buda.
Cada uno es libre. Si quieren hacer malabarismos e interpretaciones tortuosas, ustedes sabrán. Los dichos y los hechos son claros.
ResponderEliminarCuando hay interés de aclarar, se aclara. Micrófonos no le faltan.
Estimado,
Eliminarno se trata de libertad de opinión. No se puede opinar de todo. Para quien es católico, en la interpretación de los hechos que suceden en la Iglesia, algunos aspectos son opinables, pero otros no lo son.
Por otra parte, si los dichos y los hechos son claros, como dice usted, ¿cuál es la necesidad de aclarar?
En todo caso, ya he señalado que bastaba con que el Papa aclarara la distinción entre: interpretar la Pachamama como representación de la naturaleza como madre, en cuanto creada por Dios, y la Pachamama como divinidad. Eso era suficiente.