Continuando con nuestra reflexión de ayer, decíamos que la maquinaria publicitaria modernista en torno al papa Francisco, que ha inventado el fantástico mito de "el Papa diferente a todos los demás", del "Papa que nunca se había visto en la historia de la Iglesia", o de "El Gran Reformador", como es el título de la biografía de Austen Ivereigh (título completo: "El Gran Reformador. Francisco, retrato de un Papa radical", B.S.A., Barcelona 2015), tergiversa la figura, el significado y el rol del Sumo Pontífice.
----------Tal como decíamos, los modernistas no lo presentan como Vicario de Cristo, quizás porque a ellos ese título les dice demasiado poco, y dan la impresión que el actual Papa les parece incluso mejor que el propio Jesucristo, quien para ellos, en definitiva, se presenta en su doctrina como demasiado abstracto y en su moral como más bien rígido, con sus dogmas y mandamientos severos y absolutamente obligatorios para todos, bajo pena de eterna condenación. Por el contrario, el papa Francisco, dicen ellos, predica la libertad, el progreso y la salvación para todos. Mientras que Cristo tiene una doctrina fundamentalista e intransigente, que no da espacio a ideas diferentes, Francisco, en cambio, predica el pluralismo y el respeto por las ideas de los demás. Mientras Cristo, siguen diciendo los modernistas, tiene la pretensión despótica de fundar una religión superior y dominante, que sea absolutamente verdadera, por encima de las otras religiones, que son falsas religiones, porque están mezcladas con errores, el papa Francisco en cambio, siempre muy democrático y de mente abierta, dice que todas las religiones son relativas entre sí, estando todas al mismo nivel, y son recíprocamente complementarias, siendo todas queridas por Dios, pues todas conducen a Dios. Mientras Cristo juzga y condena; Francisco no juzga a nadie y acoge a todos. Cristo es bueno con algunos y malo con otros; Francisco es bueno con todos. Así es como ellos nos presentan la figura del papa Francisco.
----------Las usinas de propaganda modernista dan la impresión de estar siguiendo un guion o programa prefijado desde hace mucho tiempo, pues ya desde el inicio del pontificado del papa Bergoglio, se han venido sucediendo, como en la escena de un teatro, muchos personajes destacados alabándolo y vitoreándolo, políticos, estrellas de cine, líderes sociales, multitud de cantantes de la corte, todos ellos aspirantes a "amigos del Papa", o autodenominados "amigos", no necesariamente católicos, aunque también los hay católicos, miembros del laicado o del clero, de hecho muchos eclesiásticos de distinto rango y condición, cada uno con el elogio generoso de ese especial título de "amigo del Papa", título presunto o verdadero. Continuamente las crónicas periodísticas en Argentina están llenas (o lo estaban antes de la pandemia) de esos oscuros y mediocres personajes que van a Roma en busca de algo del lustre y brillo que rodea al "argentino más importante de la historia".
----------A decir verdad, todo comenzó con el título coral de "Papa de la misericordia", que es una virtud realmente muy cara al papa Francisco, a tal punto que incluso la inscribió en el lema de su escudo pontificio: "Miserando atque eligendo" (Lo miró con misericordia y lo eligió). Es cierto también que el Papa ha elogiado el libro del cardenal Walter Kasper [1933-....] "La misericordia: clave del Evangelio y de la vida cristiana" (Sal Terrae, Bilbao 2012); pero eso no significa que el Papa apruebe todo lo que dice el autor alemán, porque esa obra contiene graves errores, que evidentemente el Papa no puede aprobar. El error más grave de ese libro de Kasper es la idea marcionista (buenista o misericordista) según la cual, con la venida de Cristo, Dios Padre ha dejado de castigar. Bastaría leer el Evangelio para refutar esta herejía. Otro error es el de considerar la misericordia esencial a Dios. No es así, pues si Dios no hubiera creado el mundo, la misericordia divina no habría existido. Por otra parte, el acto más alto del amor divino hacia el hombre no es la misericordia, que supone la miseria del hombre, sino la glorificación celestial del hombre en el paraíso, donde evidentemente el hombre ya no tiene la necesidad de ser compadecido.
----------Vale recordar que poco antes de la elección de Francisco, el cardenal Carlo Maria Martini [1927-2012], pocos meses antes de su muerte, había preparado el escenario escribiendo en Corriere della sera que a la Iglesia nunca le había ido tan bien como en los años posteriores al Concilio Vaticano II, porque, entre otras cosas, poseía buenos teólogos, entre ellos Karl Rahner [1904-1984], mientras que, todavía durante el pontificado de Benedicto XVI, Martini tuvo la desvergüenza de afirmar que la Iglesia del papa Ratzinger estaba dos siglos atrasada, y que, por consiguiente, había que esperar un Papa palingenético, ultranacionalista, no focalizado en la vida y las necesidades internas de la Iglesia, sino renovador del mundo.
----------Como seguramente todos los lectores saben, el cardenal Godfried Danneels [1933-2019], una vez que ya había sido elegido Jorge Mario Bergoglio como papa Francisco, declaró públicamente que él, junto con otros cardenales y obispos de orientación rahneriana, como los cardenales Martini y Kasper (ya mencionados), y también Karl Lehmann [1936-2018], Achille Silvestrini [1923-2019], Cormac Murphy O'Connor [1932-2017] y George Basil Hume [1923-1999], y el obispo holandés Adriaan Van Luyn [1935-....] y otros, se habían estado preparando para la elección del papa Francisco desde el año 1996. Por esta razón, no es de maravillarse si la pastoral del papa Francisco pueda recordar las ideas filosóficas y teológicas de Rahner. Sin embargo, es de destacar que el Papa nunca ha mencionado a Rahner y, en particular, es digno de subrayar que en el Magisterio del papa Francisco, no obstante la ambigüedad de algunas de sus expresiones, nunca es posible encontrar rastros explícitos y convincentes de las herejías de Rahner.
----------Otro dato a tener en cuenta es que desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco recibió un formidable impulso publicitario de parte de Eugenio Scalfari [1924-....], laicista ateo muy astuto, quien declaró que "finalmente había aparecido un Papa que le agradaba". Claro que esa apreciación del fundador del diario La Repubblica no implicó hasta ahora, al menos que se sepa, ningún acercamiento de Scalfari a la fe cristiana y católica, sino al contrario, en sucesivos encuentros con el Papa, Scalfari fue de tal deslealtad y descaro, que la Santa Sede tuvo que desmentir varias veces sucesivamente las falsas noticias que el periodista había difundido sobre conversaciones con Bergoglio, noticias en las que las supuestas conversaciones hacían que el Papa apareciera con satisfacción como... ¡un verdadero hereje!
----------Lo que sucede es que no sólo Scalfari sino todos estos fanáticos modernistas (como los mencionados miembros del Grupo de San Galo), propagadores del mito del "Papa diferente de todos los demás", no entienden el oficio del Sumo Pontífice, que es el de conservar y transmitir inalterada (la "traditio") una determinada colección de inmutables verdades de fe, depositum fidei, a las que nada se puede agregar y nada se puede quitar, porque ellos, los modernistas, como buenos evolucionistas, están convencidos de que todas las verdades humanas y divinas cambian con el cambiar de los tiempos y que, además, como ha dicho el cardenal Kasper, "no sabemos exactamente cuáles y cuántas son las verdades de fe".
----------Para los modernistas, el oficio del Papa sería renovar el dato doctrinal en la escucha del Espíritu que todo lo renueva. También hay quienes, como el conocido filósofo Massimo Borghesi, autor del libro "Jorge Mario Bergoglio, una biografía intelectual. Dialéctica y Mística" (ediciones Encuentro, Madrid 2018) han querido presentar el mismo método de pensar del papa Francisco como un nuevo método original de pensamiento, llamándolo "pensamiento agónico". Aquí aparece entonces, como lo llama Kasper, el "nuevo paradigma". Sin embargo, no está claro qué cosa es este "paradigma". ¿Paradigma de qué? En lo que concierne a Kasper, él al menos no lo explica. Da la impresión que la intención es mantener el aura de misterio en torno a Francisco, para aumentar la sugestión. Pero en cualquier caso, para Kasper, no hay necesidad de precisar. Lo esencial es que se trata de algo nuevo, no importa lo que sea ese "algo nuevo".
----------José Antonio Ureta ha dedicado un libro entero para intentar comprender en qué consistiría este "nuevo paradigma": "El cambio de paradigma del papa Francisco. ¿Continuidad o ruptura en la misión de la Iglesia? Balance quinquenal de su pontificado" (Ediciones Instituto Plinio Corrêa de Oliveira, Fano 2018). En resumidas cuentas, todo lo que Ureta parece entender y expresar en su libro es que ese "nuevo paradigma" sería una ruptura de parte del Papa con el depósito revelado. Pero esto en realidad no puede ser, porque obviamente significaría que el papa Francisco ha caído en herejía. Y bien sabemos como católicos que un Papa no puede ser hereje. En su libro, Ureta cita muchas frases del papa Francisco, frases ciertamente malsonantes u objetivamente erróneas, que deben ser interpretadas o in bonam partem o como lapsus mental o como mal expresadas o como opiniones privadas. Esta postura errónea de José Antonio Ureta es vecina y concorde con los errores de Roberto de Mattei que ya hemos mencionado.
----------Otro alarde publicitario que circula entre el público, alarde también originado en la maquinaria mediática modernista, es que el Papa sería el iniciador de un "giro epocal", un "punto de inflexión epocal", sin que se pueda entender tampoco aquí de qué debería tratarse. Pero, en resumidas cuentas, da la impresión de que lo importante es disparar munición gruesa, y luego los ingenuos la beben con la boca abierta. Pero esto ciertamente no es seriedad hacia un Romano Pontífice. Si es que se puede y se debe hablar de un punto de inflexión del Papa actual, es, en todo caso, una esperada puesta en marcha de la reforma conciliar, que corrija la interpretación que los modernistas han dado al Concilio, y que durante 50 años ha venido haciendo un daño inmenso al desacreditar injustamente al Concilio a los ojos de muchos católicos.
----------Como será obvio para todos los lectores, la nota de hoy es continuación de la de ayer, y la nota de mañana -que escribiré y publicaré si Dios me lo permite- será continuación de la de hoy.
----------Tal como decíamos, los modernistas no lo presentan como Vicario de Cristo, quizás porque a ellos ese título les dice demasiado poco, y dan la impresión que el actual Papa les parece incluso mejor que el propio Jesucristo, quien para ellos, en definitiva, se presenta en su doctrina como demasiado abstracto y en su moral como más bien rígido, con sus dogmas y mandamientos severos y absolutamente obligatorios para todos, bajo pena de eterna condenación. Por el contrario, el papa Francisco, dicen ellos, predica la libertad, el progreso y la salvación para todos. Mientras que Cristo tiene una doctrina fundamentalista e intransigente, que no da espacio a ideas diferentes, Francisco, en cambio, predica el pluralismo y el respeto por las ideas de los demás. Mientras Cristo, siguen diciendo los modernistas, tiene la pretensión despótica de fundar una religión superior y dominante, que sea absolutamente verdadera, por encima de las otras religiones, que son falsas religiones, porque están mezcladas con errores, el papa Francisco en cambio, siempre muy democrático y de mente abierta, dice que todas las religiones son relativas entre sí, estando todas al mismo nivel, y son recíprocamente complementarias, siendo todas queridas por Dios, pues todas conducen a Dios. Mientras Cristo juzga y condena; Francisco no juzga a nadie y acoge a todos. Cristo es bueno con algunos y malo con otros; Francisco es bueno con todos. Así es como ellos nos presentan la figura del papa Francisco.
----------Las usinas de propaganda modernista dan la impresión de estar siguiendo un guion o programa prefijado desde hace mucho tiempo, pues ya desde el inicio del pontificado del papa Bergoglio, se han venido sucediendo, como en la escena de un teatro, muchos personajes destacados alabándolo y vitoreándolo, políticos, estrellas de cine, líderes sociales, multitud de cantantes de la corte, todos ellos aspirantes a "amigos del Papa", o autodenominados "amigos", no necesariamente católicos, aunque también los hay católicos, miembros del laicado o del clero, de hecho muchos eclesiásticos de distinto rango y condición, cada uno con el elogio generoso de ese especial título de "amigo del Papa", título presunto o verdadero. Continuamente las crónicas periodísticas en Argentina están llenas (o lo estaban antes de la pandemia) de esos oscuros y mediocres personajes que van a Roma en busca de algo del lustre y brillo que rodea al "argentino más importante de la historia".
----------A decir verdad, todo comenzó con el título coral de "Papa de la misericordia", que es una virtud realmente muy cara al papa Francisco, a tal punto que incluso la inscribió en el lema de su escudo pontificio: "Miserando atque eligendo" (Lo miró con misericordia y lo eligió). Es cierto también que el Papa ha elogiado el libro del cardenal Walter Kasper [1933-....] "La misericordia: clave del Evangelio y de la vida cristiana" (Sal Terrae, Bilbao 2012); pero eso no significa que el Papa apruebe todo lo que dice el autor alemán, porque esa obra contiene graves errores, que evidentemente el Papa no puede aprobar. El error más grave de ese libro de Kasper es la idea marcionista (buenista o misericordista) según la cual, con la venida de Cristo, Dios Padre ha dejado de castigar. Bastaría leer el Evangelio para refutar esta herejía. Otro error es el de considerar la misericordia esencial a Dios. No es así, pues si Dios no hubiera creado el mundo, la misericordia divina no habría existido. Por otra parte, el acto más alto del amor divino hacia el hombre no es la misericordia, que supone la miseria del hombre, sino la glorificación celestial del hombre en el paraíso, donde evidentemente el hombre ya no tiene la necesidad de ser compadecido.
----------Vale recordar que poco antes de la elección de Francisco, el cardenal Carlo Maria Martini [1927-2012], pocos meses antes de su muerte, había preparado el escenario escribiendo en Corriere della sera que a la Iglesia nunca le había ido tan bien como en los años posteriores al Concilio Vaticano II, porque, entre otras cosas, poseía buenos teólogos, entre ellos Karl Rahner [1904-1984], mientras que, todavía durante el pontificado de Benedicto XVI, Martini tuvo la desvergüenza de afirmar que la Iglesia del papa Ratzinger estaba dos siglos atrasada, y que, por consiguiente, había que esperar un Papa palingenético, ultranacionalista, no focalizado en la vida y las necesidades internas de la Iglesia, sino renovador del mundo.
----------Como seguramente todos los lectores saben, el cardenal Godfried Danneels [1933-2019], una vez que ya había sido elegido Jorge Mario Bergoglio como papa Francisco, declaró públicamente que él, junto con otros cardenales y obispos de orientación rahneriana, como los cardenales Martini y Kasper (ya mencionados), y también Karl Lehmann [1936-2018], Achille Silvestrini [1923-2019], Cormac Murphy O'Connor [1932-2017] y George Basil Hume [1923-1999], y el obispo holandés Adriaan Van Luyn [1935-....] y otros, se habían estado preparando para la elección del papa Francisco desde el año 1996. Por esta razón, no es de maravillarse si la pastoral del papa Francisco pueda recordar las ideas filosóficas y teológicas de Rahner. Sin embargo, es de destacar que el Papa nunca ha mencionado a Rahner y, en particular, es digno de subrayar que en el Magisterio del papa Francisco, no obstante la ambigüedad de algunas de sus expresiones, nunca es posible encontrar rastros explícitos y convincentes de las herejías de Rahner.
----------Otro dato a tener en cuenta es que desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco recibió un formidable impulso publicitario de parte de Eugenio Scalfari [1924-....], laicista ateo muy astuto, quien declaró que "finalmente había aparecido un Papa que le agradaba". Claro que esa apreciación del fundador del diario La Repubblica no implicó hasta ahora, al menos que se sepa, ningún acercamiento de Scalfari a la fe cristiana y católica, sino al contrario, en sucesivos encuentros con el Papa, Scalfari fue de tal deslealtad y descaro, que la Santa Sede tuvo que desmentir varias veces sucesivamente las falsas noticias que el periodista había difundido sobre conversaciones con Bergoglio, noticias en las que las supuestas conversaciones hacían que el Papa apareciera con satisfacción como... ¡un verdadero hereje!
----------Lo que sucede es que no sólo Scalfari sino todos estos fanáticos modernistas (como los mencionados miembros del Grupo de San Galo), propagadores del mito del "Papa diferente de todos los demás", no entienden el oficio del Sumo Pontífice, que es el de conservar y transmitir inalterada (la "traditio") una determinada colección de inmutables verdades de fe, depositum fidei, a las que nada se puede agregar y nada se puede quitar, porque ellos, los modernistas, como buenos evolucionistas, están convencidos de que todas las verdades humanas y divinas cambian con el cambiar de los tiempos y que, además, como ha dicho el cardenal Kasper, "no sabemos exactamente cuáles y cuántas son las verdades de fe".
----------Para los modernistas, el oficio del Papa sería renovar el dato doctrinal en la escucha del Espíritu que todo lo renueva. También hay quienes, como el conocido filósofo Massimo Borghesi, autor del libro "Jorge Mario Bergoglio, una biografía intelectual. Dialéctica y Mística" (ediciones Encuentro, Madrid 2018) han querido presentar el mismo método de pensar del papa Francisco como un nuevo método original de pensamiento, llamándolo "pensamiento agónico". Aquí aparece entonces, como lo llama Kasper, el "nuevo paradigma". Sin embargo, no está claro qué cosa es este "paradigma". ¿Paradigma de qué? En lo que concierne a Kasper, él al menos no lo explica. Da la impresión que la intención es mantener el aura de misterio en torno a Francisco, para aumentar la sugestión. Pero en cualquier caso, para Kasper, no hay necesidad de precisar. Lo esencial es que se trata de algo nuevo, no importa lo que sea ese "algo nuevo".
----------José Antonio Ureta ha dedicado un libro entero para intentar comprender en qué consistiría este "nuevo paradigma": "El cambio de paradigma del papa Francisco. ¿Continuidad o ruptura en la misión de la Iglesia? Balance quinquenal de su pontificado" (Ediciones Instituto Plinio Corrêa de Oliveira, Fano 2018). En resumidas cuentas, todo lo que Ureta parece entender y expresar en su libro es que ese "nuevo paradigma" sería una ruptura de parte del Papa con el depósito revelado. Pero esto en realidad no puede ser, porque obviamente significaría que el papa Francisco ha caído en herejía. Y bien sabemos como católicos que un Papa no puede ser hereje. En su libro, Ureta cita muchas frases del papa Francisco, frases ciertamente malsonantes u objetivamente erróneas, que deben ser interpretadas o in bonam partem o como lapsus mental o como mal expresadas o como opiniones privadas. Esta postura errónea de José Antonio Ureta es vecina y concorde con los errores de Roberto de Mattei que ya hemos mencionado.
----------Otro alarde publicitario que circula entre el público, alarde también originado en la maquinaria mediática modernista, es que el Papa sería el iniciador de un "giro epocal", un "punto de inflexión epocal", sin que se pueda entender tampoco aquí de qué debería tratarse. Pero, en resumidas cuentas, da la impresión de que lo importante es disparar munición gruesa, y luego los ingenuos la beben con la boca abierta. Pero esto ciertamente no es seriedad hacia un Romano Pontífice. Si es que se puede y se debe hablar de un punto de inflexión del Papa actual, es, en todo caso, una esperada puesta en marcha de la reforma conciliar, que corrija la interpretación que los modernistas han dado al Concilio, y que durante 50 años ha venido haciendo un daño inmenso al desacreditar injustamente al Concilio a los ojos de muchos católicos.
----------Como será obvio para todos los lectores, la nota de hoy es continuación de la de ayer, y la nota de mañana -que escribiré y publicaré si Dios me lo permite- será continuación de la de hoy.
Esta serie de notas es muy interesante. Espero con ansias la tercera parte.
ResponderEliminarEn la de hoy usted dice que la obra "La misericordia: clave del Evangelio y de la vida cristiana" contiene graves errores, que evidentemente el Papa no puede aprobar.
Sin embargo recordemos como desde la ventana del Angelus, Francisco mencionó el libro, dijo que le hizo tanto bien y calificó a Karper como un teólogo "in gamba, un buon teologo", sin las aclaraciones que usted hace.
Sobre Scalfari me parece que las acusaciones que usted le hace parecen desproporcionadas. No creo que Scalfari sea desleal y descarado. Es cierto que el sitio web del Vaticano borró la entrevista que anteriormente había publicado, luego de las críticas recibidas. Y entonces se aclaró que las comillas de las citas textuales era obra de Scalfari quien publica lo que entiende. Ahora bien, eso es lo que él entiende. Evidentemente entiende mal, pero el Santo Padre jamás se ocupó de explicarle lo que entendió mal. Y siguió concediéndole entrevistas del mismo tenor sin aclaración alguna, lo que hace más confusa la cosa.
Sobre Rahner: el Papa nunca lo mencionó, porque claramente nunca lo leyó. Y las teorías rahnerianas no son interesantes para la teología del pueblo del P. Schennone que a Francisco le gusta.
Sobre las palabras auténticas del Papa, sí hay frases bastante complicadas como la famosa nota 351 de Amoris Laetitia, de la que 4 cardenales le pidieron al Papa que aclare algunos puntos. Siguen esperando. Y en cambio se publican en el Obervador Romano artículos aclaratorios -como los de los obispos malteses- contrarios a la praxis cristiana. Léase dar la comunión a quienes viven plenamente el adulterio, distinto de la situación descrita en Familiaris consortio 84.
Luego están las frases confusas sobre la fe de la Virgen (homilía del 20 de diciembre de 2013), los ángeles (audiencia del 21 de mayo de 2014), o la absolución del aborto a personas que están en adulterio (entrevista a la Cività Cattolica), etc. Ahí sí podemos atribuírle a lo que usted llama lapsus mental o como mal expresadas u otras causas.
En resumen, parecería que al Papa Francisco más que el Papa de la misericordia, se lo puede llamar el Papa de la confusión. Una confusión de la que él se sirve y fomenta.
Distinguidos saludos
El papa Francisco es a veces provocativo, y hasta escandaloso con sus expresiones (recordemos sus homilías sobre la Virgen), pero me da la impresión que es un modo de expresarse que tiende a (no digo que lo logre ni que sea el mejor modo de lograrlo) que la fe y la práctica cristiana de los fieles sean más coherentes con el Evangelio, y menos farisaica. Pero una cosa es cierta: no puede ser acusado de fallar en su fe, ni de enseñar nada contrario a la Fe Católica, porque los católicos creemos que esa es la prerrogativa del Papa, su privilegio, y es el único hombre en el mundo que tiene ese don particular del Espíritu Santo: ser indefectible en su fe, porque eso le ha sido prometido por Cristo, y tiene garantizado ese don, a veces parece que a pesar suyo (en el caso de Francisco).
ResponderEliminarNadia
Cunctator: No veo contradicción en lo que dices, con lo que dice en sus notas el Padre Filemón.
ResponderEliminar1) Que Francisco haya elogiado el libro del cardenal Kasper, es precisamente lo que se dice en la nota. Es cierto que el Papa no aclaró nada acerca de los errores que Fr Filemón achaca al libro de Kasper, y que eso produce confusión; por lo tanto, es cierto que esas expresiones del Papa desde la ventana del Angelus pueden lucir y lucen equívocas. Pero así es este Papa: problemático, o, como tú dices, "el Papa de la confusión". Pero todo esto no niega la constatación de que el papa Francisco no convalida los errores de Kasper en su libro: las enseñanzas neo-marcionistas y el error de que la misericordia es esencial a Dios.
2) En cuanto a Scalfari: es opinable decir que en sus artículos periodísticos sobre sus conversaciones con el Papa, haya sido "desleal y descarado"; pero también así puede parecerlo. De hecho, si en sus artículos Scalfari adscribe herejías al Papa, los católicos sabemos que eso es falsedad, mentira, porque afirmar que un Papa es herético es en sí mismo herejía, error en la fe. Ahora bien, que en esas conversaciones con Scalfari, Bergoglio haya sido provocador, ambiguo y hasta agresivamente equívoco en su proposición de la Fe católica, lo doy por sentado, ¡porque es Bergoglio!, y si lo hace en una audiencia o en una homilía, ¡cuánto más lo hará en una conversación privada! Pero eso no quiere decir que haya caído en herejía. Y si los artículos firmados por Scalfari tienden a sugerirlo o a afirmarlo, entonces son mendaces. Por supuesto, yo no le concedería más conversaciones privadas a Scalfari, después de semejante deslealtad y descaro, pero se ve que Bergoglio piensa de otro modo.
3) Sobre Karl Rahner: tú mismo constatas que el papa Francisco nunca lo ha mencionado. No importa suponer que lo haya leído o que no lo haya leído. Lo importante es que no lo ha mencionado con elogios, porque se trata de Karl Rahner: el factotum del modernismo post-conciliar (al menos el principal). La supuesta "teología" del pueblo de ese Schennone es irrelevante en el modernismo postconciliar, no tiene ninguna significancia ni ninguna influencia. Incluso, si la hubiera tenido sobre Bergoglio, no tiene ningún alcance significativa: porque Bergoglio parece incapaz de abstraer nada, no hay teología en el papa Francisco, siempre es un discurso referido a lo concreto.
4) Respecto a todo lo demás que tú dices acerca de los equívocos, ambiguedades, expresiones nebulosas del papa Francisco (lo que tú dices: "la nota 351 de Amoris Laetitia", "las frases confusas sobre la fe de la Virgen" y sobre "los ángeles", "la absolución del aborto a personas que están en adulterio"), bien, tú mismo opinas que pueden ser interpretados como "lapsus mental o como mal expresadas u otras causas". No contradicen lo que dice en la nota el padre Filemón: los títulos que los modernistas adscriben falsamente a Francisco.
5) Por supuesto, lo de "Papa de la misericordia" es un simple alarde de los modernistas, que jamás considerarían "alabar" al Papa con el título de "Papa de la confusión", que es un titulo que podríamos otorgarle tú, o yo mismo, sin ninguna duda; pero de eso no trata la nota, me parece.
6) Por último, me gustaría que aclararas en qué sentido te parece que se trata de "Una confusión de la que él se sirve y fomenta": ¿en qué sentido dices que Francisco se sirve de ella y la fomenta?.
Un saludo.
Excelente serie de notas! Fr Filemón: espero ansiosamente la continuación!
ResponderEliminarValoro el esfuerzo que se hace por tratar de comprender "católicamente" este desastroso pontificado de Francisco. A mí se me han caído hace rato los brazos. Me resulta incomprensible.
ResponderEliminarCunctator: Me alegro que estos pensamientos le resulten interesantes. Espero que además le resulten útiles.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios. Los tendré en cuenta.
Querida Nadia: Haces bien en poner como pivot la confesión de que el Papa es indefectible en su fe. Es un dogma fundamental para el católico.
ResponderEliminarLuego vendrán los problemas para comprender lo que dice o lo que hace tal o cual Papa, pero jamás dejando de apoyar el pivot: la fe en la infalibilidad pontificia en la Fe.
Mis bendiciones.
Querido Rubén:
ResponderEliminarCreo que me he explicado bien en mi nota, porque veo que me has entendido perfectamente.
Que Dios te bendiga.
Querido anónimo. Has dicho: "Valoro el esfuerzo que se hace por tratar de comprender "católicamente" este desastroso pontificado de Francisco. A mí se me han caído hace rato los brazos. Me resulta incomprensible."
ResponderEliminarÁnimo. Son tiempos de prueba, y la barca de Pedro está en la tempestad y hace agua. Pero Nuestro Señor está en la barca, aunque parezca dormido. El Señor la ha confiado a Pedro, aunque a nosotros nos resulte a veces incomprensible que le haya confiado a tal hombre semejante responsabilidad. Lo importante es que no dejes de creer que siempre Pedro está asistido en su Fe por el Espíritu del Señor. Que no decaiga tu fe.
Que Dios te bendiga!
Padre Filemón: Quisiera creer en lo que dice en estas notas, que la decisión sobre Enzo Bianchi y Bose, es una señal que está dando el papa Francisco de un cambio de su parte. ¡Quiero creerle padre Filemón! Pero... preciso argumentos más convincentes.
ResponderEliminarAguardo sus próximas notas.
En mi opinión a este minucioso análisis le falta un detalle que permite una clave de lectura. Francisco es ante todo un político. Y un político peronista. Esto es lo que no le permite a muchos europeos entender ciertos virajes del Papa reinante.
ResponderEliminarTodo se trata de "construir" poder. Y en esa línea va oscilando este pontificado. Por eso puede afirmar una cosa y la contraria sin ningún problema. Pues todo tiene un fin práctico.
Para entender esto, el libro de Omar Bello trae varias anécdotas que lo pintan de cuerpo entero. En cambio si se prefiere conocer este análisis de parte de un europeo se puede leer "El Papa dictador" firmado por Marcoantonio Colonna, en realidad un miembro de la Orden de Malta.
Esto no quita que Dios no escriba derecho en renglones torcidos y que de los males no saque bienes mayores. Pero al pan, pan y al vino, vino.
Estimado Católico conciliar:
ResponderEliminarSu apreciación puede iluminar o hacer más comprensible el aspecto humano, el rostro humano, de la persona que ocupa circunstancialmente el Solio Pontificio. Y en el caso que la hipótesis opinable que Ud. menciona tuviera aspectos de verdad, sólo ayudaría a comprender algo más ese aspecto humano (sólo ese aspecto) de la institución: Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Cabeza visible de la Iglesia.
Está claro que para un católico, esa institución tiene un aspecto sobrenatural que supera y eleva el aspecto humano, por defectuoso o incluso pecador que ese aspecto fuere en un determinado Papa de la historia de la Iglesia.
No hay duda que para un católico la misión sobrenatural del Papa es primordial. También que la gracia supone la naturaleza. Y la libertad existe, aún en los Papas. La Providencia divina se encargará de sacar bienes de los males que hacemos las creaturas.
ResponderEliminarPor otra parte lo que el post enuncia son todos situaciones humanas sobre estrategias de Obispos, Cardenales y el mismo Papa.
Que Dios saque bienes de los males, no significa pensar que los males sean bienes, ni mucho menos necesarios. Sería una errónea interpretación del "Oh feliz culpa" del Pregón Pascual.
Nuestro Señor, cuando habla de Judas dice "más le valdría no haber nacido". En cambio la interpretación errónea dice que Judas fue "manipulado" por Dios para el plan de la Salvación.
Justamente ahí está el misterio de la Provdencia y la libertad humana.
Querido Católico Conciliar:
ResponderEliminarInterpreto su comentario en el sentido que nos hemos puesto de acuerdo.
En todo caso, si hiciera falta una mayor explicación de lo que entiendo acerca de la "sobrenaturalidad" de la institución Papal, me animo a sugerirle leer un post que escribí meses atrás, el día 20 de junio de este año, acerca de la dignidad pontificia.
Allí recuerdo a los lectores lo que todos sabemos por Catecismo: que Pedro y cada uno de sus sucesores, recibe de N.S. Jesucristo dos encargos: 1) el de confirmar a los fieles en la fe, y 2) el de guiarlos a alcanzar la vida eterna.
Ud. usa en su comentario dos veces la palabra "libertad". Pues bien, habría que explicar que el juego de la libertad humana, en el Papa (en esta única persona en todo el mundo en un tiempo determinado) es distinto en el cumplimiento del primer oficio y en el cumplimiento del segundo oficio.
Para decirlo breve y rudamente: en el primer oficio no puede pecar (en el ámbito de la docencia de la fe), en el segundo (en el pastoral) sí.
Habría que explicar cómo actúa en el Papa el carisma de la infalibilidad.
Quizás lo haga pronto. Ud. me lo ha hecho pensar.
Le agradezco una vez más sus comentarios, siempre muy útiles.
Rezo por Ud.
Que Dios le bendiga.