viernes, 14 de agosto de 2020

Notas sueltas en la Novena de la Asunción (9/9)

Culminando ya la Novena de la Fiesta de la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo, sólo me queda añadir a las notas publicadas estos pasados días poco más que desear a todos mis lectores que puedan celebrar hoy y mañana una piadosa y fructuosa Vigilia y Solemnidad de esta fiesta mariana. 
   
----------Pero quisiera añadir al menos dos cosas: primero, una pequeña apostilla de teología sistemática; y segundo, una última aclaración sobre lo expresado en mi nota del día de ayer.
----------I) Respecto a lo primero, el fiel creyente que esté interesado en fijar en sus límites dogmáticos y con toda certeza el misterio o verdad de fe que celebramos cada 15 de agosto, debe tener en cuenta la siguiente formulación: la Bienaventurada Virgen María fue asunta a la gloria celestial en cuerpo y alma. Debiendo saber que esa afirmación es de fe divina y católica solemnemente definida. Por supuesto, sabemos que esto lo pudieron afirmar los tratados católicos de Teología Sistemática a partir de 1950, hace de ello hoy 70 años, cuando el venerable papa Pío XII, en la constitución apostólica Munificentissimus Deus expresó: "Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial".
----------En esa frase solemne del Papa, considerada formalmente, se define in recto la asunción corpórea de la Santísima Virgen María. Pero igualmente se define que esta asunción tuvo lugar después de terminado el curso de la vida terrena. Esta fórmula significa negativamente, que María no tuvo que esperar al final de los tiempos, como en nosotros, para ver glorificado su cuerpo, y que nunca tuvo lugar en su cuerpo ni la corrupción ni la disolución; y positivamente significa que la asunción fue realizada pronto, aunque no es necesario que fuera inmediatamente. Porque del tiempo no se dice nada. Además esta fórmula hay que entenderla precisivamente, o sea nada dice o supone del modo como se terminó el curso de la vida terrena; si fue por la muerte o fue por la superañadida glorificación. Finalmente la fórmula de la definición hay que entenderla especificativamente, no reduplicativamente; a saber, se dice que fue Asunta María, la cual es Inmaculada, Madre de Dios y siempre Virgen; no en cuanto Inmaculada, Madre de Dios y siempre Virgen.
----------Ya hemos aclarado (ayudados por el papa Juan Pablo II) que la definición del papa Pío XII no niega que María haya muerto, aunque deja abierto el debate teológico sobre ello. De todas formas, y sólo para recordar aquí lo que estudiábamos en el tiempo de mis años de Seminario, junto a la tesis anterior, también estudiábamos una segunda tesis, que se puede  formular así: la Bienaventurada Virgen María murió verdaderamente; pero su muerte no es un mero hecho histórico, sino muy vinculado a la Doctrina de la Fe. Claro que el valor dogmático de esta tesis teológica no es el mismo de la tesis arriba mencionada; sino que el que la Santísima Virgen María verdaderamente murió, aunque no haya sido definido de ninguna manera, es sentencia común de los teólogos durante muchos siglos, y es la única sentencia que se puede decir conforme a la tradición y al magisterio ordinario de la Iglesia (cf. Juan Pablo II, por ejemplo). El que se trate de un hecho no puramente histórico, sino también teológico, es cierto.
----------Y con esto creo que prudentemente basta a modo de resumen de las dos tesis dogmático-sistemáticas sobre la Asunción de María y su respectiva calificación teológica. Decir más que eso, implicaría ya dar una clase de Teología Dogmática, y no es para el caso de un blog.
----------II) Respecto a lo segundo, completando (y aclarando) algunas apreciaciones de mi nota de ayer, diré algo más sobre la Fiesta de la Visitación de Nuestra Señora, que el papa san Paulo VI llevó al día 31 de mayo en el Novus Ordo, y que en el Vetus Ordo se celebra como antiguamente, el 2 de julio.
----------Como dije ayer, entiendo que Paulo VI cometió un gran error al ubicar la Visitación el día 31 de mayo. Por supuesto, lo que salta a la vista, es que el Papa de la "Nueva Misa" reubicó allí esa fiesta mariana para que quedara "lógicamente" situada entre la Anunciación y la Natividad de san Juan Bautista. Sin embargo, mi modestísima opinión es que la nueva fecha dada por Paulo VI es un error, y por tres razones:
----------1°) Porque el 31 de mayo es una fecha vulnerable. A veces choca con el Inmaculado Corazón, y a veces, como este año 2020 con la Solemnidad de Pentecostés. De modo que en tales casos, la Visitación queda "superada" por otra fiesta que tiene precedencia.
----------2°) La fecha original de la Fiesta de la Visitación de María, el 2 de julio, es sumamente interesante por razones ecuménicas. Entre los bizantinos, el día 2 de julio es la Fiesta de la Deposición de la Túnica de Protección o Velo de la Santísima Virgen María (homoforión) en la Basílica de Santa María de Blachernae (o de las Blanquernas; en griego: Θεοτόκος των Βλαχερνών) en Constantinopla (Estambul). Se trata de una reliquia considerada auténtica, que fue llevada desde Jerusalén a Constantinopla en tiempos del emperador León I [457-474], quien erigió otros edificios formando parte de la Basílica: entre ellos un parekklesion, llamado Hagia Soros ("relicario sagrado"), ya que fue sede del santo manto y túnica de la Virgen María, traído, como se ha dicho, desde Palestina en 473. Hay que tener en cuenta que en 1389, por una brillante iniciativa de un Papa por otra parte muy defectuoso (Urbano VI parece haber sido un psicópata asesino, ejecutando a cinco de sus cardenales), la Fiesta de la Visitación, el mismo 2 de julio, se extendió a toda la Iglesia occidental, como día para rezar por la unidad de los cristianos de Oriente y Occidente.
----------3°) Porque el 31 de mayo se había convertido en muchos lugares (en razón de particulares indultos emitidos por varios pontífices) en la Fiesta de Nuestra Señora Mediadora de Todas las Gracias. Es una lástima que este desarrollo litúrgico se haya visto obstaculizado por la celebración en ese día 31 de mayo de María Reina (en el Misal de 1962, por ejemplo). Posteriormente se trasladó al antiguo Día de la Octava de la Asunción, el 22 de agosto (que, como dije ayer, fue una buena decisión del papa Paulo VI) donde se encuentra de una manera muy adecuada. El Comité que hizo los himnos para el Breviario posterior al Concilio reconoció explícitamente que el 31 de mayo estaba para muchos fieles creyentes asociado con la Mediación de Nuestra Señora, e incorporó una estrofa sobre este tema en el nuevo himno que compusieron para las Vísperas de ese día. Pero, seguramente, eso no es suficiente.
----------Como dije en mi nota de ayer, si algún día me convierto en Prefecto de la Congregación de Liturgia, lo simplificaré todo y crearé el mejor de los mundos posibles, organizando las fiestas litúrgicas marianas, en ambas formas del Rito Romano, de esta manera:
----------1) Inmaculado Corazón de María: el sábado después del Sagrado Corazón (que actualmente, en la forma extraordinaria del Rito Romano es el 22 de agosto; y en la forma ordinaria es el sábado posterior al segundo domingo después de Pentecostés).
----------2) María Mediadora de Todas las Gracias: el día 31 de mayo.
----------3) Visitación de la Santísima Virgen María: el día 2 de julio (fiesta que actualmente se celebra el 2 de julio en la forma extraordinaria, y el 31 de mayo en la forma ordinaria).
----------4) María Reina: el día 22 de agosto, o sea, en la Octava de la Fiesta de la Asunción (como ya sabemos, actualmente María Reina se celebra el 31 de mayo en la forma extraordinaria del Rito Romano, y el 22 de agosto en la forma ordinaria de ese Rito).
----------En mi modestísima opinión, esta es la forma en que se deberían cortar de una buena vez todos esos nudos gordianos litúrgicos en las celebraciones marianas.

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