sábado, 18 de mayo de 2024

El sacrificio de Isaac a manos de su padre Abraham

Circulan todavía ciertos tipos de exégesis del famoso relato del libro del Génesis en su capítulo 22 (el sacrificio que Abraham está dispuesto a hacer de su hijo Isaac) que son exégesis que ya están superadas, debido al hecho de que nos presentan la figura de un Dios voluntarista y arbitrario, por no decir casi un Dios cruel, un concepto de Dios sobre todo primitivo, que encontramos de alguna manera también en el Dios islámico. [En la imagen: detalle de "El sacrificio de Isaac", óleo sobre lienzo de alrededor de 1586, obra de Paolo Caliari El Veronese, pintura conservada y expuesta en el Museo Nacional del Prado, Madrid, España].

La debatida interpretación del relato de Génesis capítulo 22
   
----------En una breve nota del pasado 2 de marzo, titulada Progreso en la exégesis del relato del sacrificio de Abraham, ofrecí a los lectores, en brevísimo resumen, lo que considero el más correcto y actual estadio de la exégesis de la famosa narración del libro del Génesis en su capítulo 22, acerca del sacrificio que Abraham estuvo dispuesto a hacer de su único hijo, Isaac, por estar convencido de que se trataba de la voluntad de Dios. Los días inmediatamente posteriores a aquella nota, recibí numerosos comentarios y también algunas objeciones de parte de los lectores, a las cuales oportunamente respondí.
----------El hecho es que después de varios meses de publicada, aquella nota sigue teniendo sus ecos. Como el lector podrá comprobar en el link anterior, días atrás recibí un extenso comentario de un sacerdote argentino, un amigo actualmente en Italia, donde me da a conocer un viejo comentario de La Civiltà Cattolica sobre el pasaje bíblico bajo examen, y también un fragmento de los pensamientos de Gianfranco Ravasi, hoy cardenal, sobre el tema, pero en un libro escrito hace unos cuantos años atrás. Pues bien, en esta nueva consideración de esta cuestión exegética, voy a responderle a mi interlocutor, en referencia a los textos de La Civiltà Cattolica y del cardenal Ravasi, tal como aquel amigo lector me los ha hecho conocer.
----------Los comentarios de mi interlocutor son los siguientes: "Esta declaración suya me ha dejado perplejo. Debo entender entonces que la exégesis moderna del relato de Génesis 22 nos dice que Abraham se había hecho la idea de que Dios quisiera verdaderamente el sacrificio de su hijo porque estaba precisamente sugestionado por las ideas malsanas de aquellos pueblos crueles... Sin embargo, el texto del Génesis, incluso en la última traducción de la CEI, no parece favorecer esta posibilidad hermenéutica, reiterando que 'Dios puso a prueba a Abraham': 'Después de estas cosas, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: ¡Abraham! Él respondió: ¡Aquí estoy!. Continuó: Toma a tu hijo, tu unigénito, a quien amas, Isaac, y vete al territorio de Mória y ofrécelo en holocausto en el monte que yo te indicaré' (Gn 22,1-2).
----------Además, uno de los libros históricos del Antiguo Testamento, el libro de Judit, parece venir a confirmar la iniciativa divina al poner a prueba a Abraham: "Recuerden todo lo que hizo con Abraham y en qué forma probó a Isaac, y todo lo que le sucedió a Jacob en Mesopotamia de Siria, cuando apacentaba las ovejas de Labán, hermano de su madre: así como a ellos los purificó para probar sus corazones, de la misma manera, nosotros no somos castigados por él, sino que el Señor golpea a los que están cerca de él, para que eso les sirva de advertencia' (Jud 8,26-27).
----------La edición 1973 de la Biblia, editada por La Civiltà Cattolica, que en ese entonces era editorial, comentaba: "Su único tesoro [de Abraham] ha sido hasta este punto su fe: y solo en virtud de esta, Dios lo ha bendecido. Ahora recibe la orden de sacrificar precisamente su fe y su esperanza, sin dejarlas vacilar. El hecho inexplicable no es que Dios le pida el sacrificio de un hijo, aunque deba golpear duramente al afecto paterno: en efecto, la religiosidad del país admitía esta forma deplorable de culto (Jue 11,30-39; 2 Re 3,27; 16,3; 21,6). Lo que parece absurdo es tener que inmolar precisamente el motivo por el cual había vivido hasta entonces, ese hijo por el cual Dios le había pedido el sacrificio de todo otro bien. ¿Dios en contradicción? ¿Disfrutaría torturando? Sin una objeción Abraham dice sí, y en la oscuridad total obedece. Las varias bromas del relato -innegablemente a nivel del arte- hacen sentir el drama de aquella alma. "¡Dios proveerá!" Si prueba es porque ama (cf. Heb 11,17-19). Y Dios mismo proveyó la víctima para el holocausto. El carnero presentado a Abraham era solo provisorio. Otro Padre realmente ha sacrificado a su único Hijo por amor a los hombres [...] luego lo ha recuperado en la resurrección [...] El epílogo del evento prepara una condena rotunda del uso cananeo de sacrificar a los niños (cf. Deut 12,29-31; 18,10-12; Jer 7,31-33; 19,1-13), pero sobre todo ilustra el epílogo de todo verdadero sacrificio: Dios devuelve a sus fieles, como fruto de su fe, el don gratuito al que habían renunciado por preferir al Señor".
----------¿Es que tal vez este tipo de exégesis, junto con la exégesis del cardenal Gianfranco Ravasi (que mencionaré a continuación), debe ser abandonada?
----------Este es el comentario de Gianfranco Ravasi, tomado de "Il racconto del cielo" (1995): "nos encontramos ante el tema de la fe 'desnuda', que no tiene otros apoyos más que la Palabra trascendente. Fe que conoce, sin embargo, el abismo de la oscuridad, que se mantiene a la búsqueda de un sentido, que choca con el misterio. Fe reconducida a su estadio más puro: el terrible camino silencioso de tres días emprendido por Abraham hacia la cima de la prueba se convierte en el paradigma de todo itinerario de fe. Es un camino tenebroso y combatido, acompañado solo por esa inicial e implacable orden: 'Toma a tu hijo...'. Luego el silencio...
----------¿Hasta dónde se llegará? Se crea una tensión espasmódica que será desgarrada y resuelta por el grito de Dios que rompe finalmente su silencio [...] Solo Él podía en ese momento retener a Abraham de su fe obediente y desesperada. La fe está ahora reconducida a su estadio más puro, absoluto y trágico, careciendo de todo apoyo humano, racional y religioso.
----------Sin embargo, existe una lógica: como hijo carnal, Isaac debía morir para que Abraham renunciara también al sostén de su paternidad y no tuviera ni siquiera las razones de la carne y de la sangre para creer en la promesa, sino solo las de la palabra divina. Por eso Dios lo invita a la destrucción del vínculo humano paterno-filial. Abraham, después de la prueba, recibe a Isaac ya no como hijo sino en cuanto 'promesa' divina, gracia pura y absoluta [...] 'Abraham creyó y no dudó' escribe Kierkegaard en Temor y temblor, 'creyó lo que estaba en contradicción con la razón' [...]
----------Es precisamente a través de la paradójica expoliación de la moral, de la razón, de los afectos y de la racionalidad de la fe que Isaac se manifiesta como palabra divina purísima, promesa de Dios encarnada. El hijo de la carne y de la sangre desaparece idealmente sobre el Moria, Abraham debe renunciar a él; lo que, descendiendo del monte, lo acompañará ya no será un simple heredero o un hijo de Sara, aunque sea de modo prodigioso, será en cambio un hijo-don, será el verdadero hijo 'prometido'. Para recibirlo, sin embargo, el patriarca ha tenido que hundir el cuchillo en su paternidad. Solo renunciando a todo, en el día tempestuoso de la prueba, se obtiene todo, como repetirá también Jesús introduciendo la ley del perder para encontrar, del dejar para recibir (Lc 18,28-30) [...]
----------'Venerable padre Abraham, cuando volviste a casa desde el monte Moria' continúa Kierkegaard 'tú lo habías ganado todo y conservado a Isaac' [...] La obediencia de la fe al final da paz y revela que detrás del rostro aparentemente cruel de Dios se esconde un proyecto no de muerte sino de vida y de gracia. La citada Carta a los Hebreos, que desarrolla el tema en clave cristológica, llegará a afirmar que Abraham ofreció a su hijo porque estaba seguro de 'que Dios es capaz de resucitar incluso a los muertos y por esto lo recuperó y fue como un símbolo (Heb 11,19)".
----------Hasta aquí, entonces, los comentarios del amigo lector, publicados en el foro de este blog el pasado 6 de mayo. Ahora, tal como acostumbro, responderé punto por punto:
   
La opinión de La Civiltà Cattolica en 1973
   
----------1. "La edición 1973 de la Biblia, editada por La Civiltà Cattolica, que en ese entonces era editorial, comentaba: 'Su único tesoro [de Abraham] ha sido hasta este punto su fe: y solo en virtud de esta, Dios lo ha bendecido. Ahora recibe la orden de sacrificar precisamente su fe y su esperanza, sin dejarlas vacilar".
----------Respondo que la afirmación de que Dios pide a Abraham sacrificar su fe no tiene sentido, porque la fe es absoluta verdad y certeza, basada en la divina revelación. Lo que Abraham cree en buena fe que debe hacer no es sacrificar su fe, sino sacrificar a su hijo, en nombre de su fe.
----------Pero, ¿qué fe es la de Abraham? Es, ciertamente, una fe sincera, pero lamentablemente Abraham, probablemente sugestionado por la existencia de los sacrificios humanos en los pueblos circunvecinos, en este momento no se da cuenta de que Dios no puede en absoluto querer sacrificios humanos, porque el mismo Salmo 49,9-10 afirma: "Por mucho que se pague el rescate de una vida, nunca será suficiente para vivir sin fin, y no ver la tumba". Lo que significa que el hombre por sí solo no puede redimirse.
----------Por consiguiente, en ese texto bíblico implícitamente está sugerido un sacrificio divino, porque solo un sacrificio divino puede ser suficiente para expiar el pecado del hombre y dar satisfacción a Dios. Y naturalmente este sacrificio será el sacrificio del Hijo de Dios Encarnado.
----------Abraham no recibe en absoluto la orden de sacrificar su fe, sino de actuar en nombre de la fe, y por eso Abraham es el modelo del creyente y el padre de todos los creyentes.
----------Por lo tanto, Abraham, creyendo efectivamente que tenía que sacrificar a su hijo, no peca contra la fe, porque él estaba en buena fe, es decir, no peca contra la prohibición de los sacrificios humanos, una prohibición que era aceptada por fe. Como he mencionado antes, véase el Salmo 49,9-10. En efecto, de buena fe Abraham confunde por voluntad de Dios lo que no era en absoluto voluntad divina.
----------Entonces, ¿en qué sentido Abraham es modelo del creyente? Naturalmente no por el contenido de lo que ha considerado que debía hacer por fe, sino por la sinceridad del mismo acto de fe en Dios. Pero, apenas se dio cuenta de que no era la voluntad divina, porque el ángel de Dios lo ha detenido (nosotros hoy diríamos porque su conciencia se ha despertado), hizo un acto de gran humildad cambiando inmediatamente de idea, porque se dio cuenta (¡y debemos suponer que con gran alivio!) de que estaba equivocado. Ha comprendido cuál era la verdadera voluntad de Dios y la ha puesto en práctica inmediatamente sacrificando el carnero.
----------2"El hecho inexplicable no es que Dios le pida el sacrificio de un hijo, aunque deba golpear duramente al afecto paterno: en efecto, la religiosidad del país admitía esta forma deplorable de culto (Jue 11,30-39; 2 Re 3,27; 16,3; 21,6). Lo que parece absurdo es tener que inmolar precisamente el motivo por el cual había vivido hasta entonces, ese hijo por el cual Dios le había pedido el sacrificio de todo otro bien. ¿Dios en contradicción? ¿Disfrutaría torturando? Sin una objeción Abraham dice sí, y en la oscuridad total obedece. Las varias bromas del relato -innegablemente a nivel del arte- hacen sentir el drama de aquella alma. "¡Dios proveerá!" Si prueba es porque ama (cf. Heb 11,17-19)".
----------Respondo diciendo que, en realidad, Dios no pide en absoluto a Abraham que sacrifique a su hijo, sino que es Abraham, quien, influenciado por la presencia de sacrificios humanos en Israel, se engaña creyendo en buena fe que tal mandato le viene de Dios.
----------Pero he aquí que en el momento en que se disponía a matar a su hijo, Abraham es verdaderamente iluminado por Dios y entiende con absoluta certeza que Dios no quiere el sacrificio de su hijo.
----------Podríamos hacernos esta pregunta. Pero, entonces, Abraham ha sido engañado por el demonio, que es un hábil engañador? En mi opinión, Abraham se ha equivocado o se ha confundido a causa de un insuficiente conocimiento de la sabiduría divina y, por lo tanto, se ha engañado a sí mismo con su fantasía y la cultura de la época. Recordemos que Abraham acababa de salir de una tierra donde se practicaba la idolatría. Él había tenido la intuición de que Dios es uno solo, pero en ese momento tenía una idea de Dios un tanto inadecuada, la idea de un Dios arbitrario, que de alguna manera podemos encontrar en el concepto islámico de Dios.
----------Hipotetizar que Dios se contradijo no tiene sentido, sino que simplemente ha sucedido que Abraham, que antes no había entendido y creía haber entendido, con la aparición del ángel de Dios entiende y acoge el mensaje divino, supera su fantasía y conoce la verdad, lo que verdaderamente Dios quiere.
----------Por lo tanto, es necesario decir que no es Dios quien se contradice, sino que es Abraham quien se contradice, si bien involuntariamente, en cuanto que inicialmente estaba en buena fe. Abraham, acogiendo el aliviador mensaje del ángel de Dios, acoge en la fe de modo definitivo la verdadera voluntad de Dios, que sería manifestada a su debido tiempo con el sacrificio del propio Hijo de Dios.
----------3"Y Dios mismo proveyó la víctima para el holocausto. El carnero presentado a Abraham era solo provisorio. Otro Padre realmente ha sacrificado a su único Hijo por amor a los hombres [...] luego lo ha recuperado en la resurrección [...] El epílogo del evento prepara una condena rotunda del uso cananeo de sacrificar a los niños (cf. Deut 12,29-31; 18,10-12; Jer 7,31-33; 19,1-13), pero sobre todo ilustra el epílogo de todo verdadero sacrificio: Dios devuelve a sus fieles, como fruto de su fe, el don gratuito al que habían renunciado por preferir al Señor".
----------Estoy de acuerdo con este discurso. En particular, estoy de acuerdo en que Abraham viene probado por Dios en la fe y supera una prueba terrible y angustiosa. Es lo mismo que pone de relieve el padre Armando Levoratti, en su comentario a este pasaje del Génesis, en la versión oficial de la CEA, cuando, luego de referirse a "los sacrificios reales de niños que sucedieron de ese modo en la antigüedad", "una costumbre aceptada en la antigüedad", subraya en lo sucedido la naturaleza probatoria de la fe de Abraham: "La prueba es tremenda y absoluta. En el climax de la narración el niño será rescatado y la fidelidad de Abraham probada".
   
La opinión de Gianfranco Ravasi en 1995
   
----------4"Este es el comentario de Gianfranco Ravasi, tomado de 'Il racconto del cielo', Mondadori, 1995: '[... ] nos encontramos ante el tema de la fe 'desnuda', que no tiene otros apoyos más que la Palabra trascendente. Fe que conoce, sin embargo, el abismo de la oscuridad, que se mantiene a la búsqueda de un sentido, que choca con el misterio. Fe reconducida a su estadio más puro: el terrible camino silencioso de tres días emprendido por Abraham hacia la cima de la prueba se convierte en el paradigma de todo itinerario de fe. Es un camino tenebroso y combatido, acompañado solo por esa inicial e implacable orden: 'Toma a tu hijo...'. Luego el silencio [...] ¿Hasta dónde se llegará? Se crea una tensión espasmódica que será desgarrada y resuelta por el grito de Dios que rompe finalmente su silencio [...]"
----------Dejo de lado de esta primera parte, que está bien hecha. Paso a tratar la parte problemática.
----------5"Solo Él podía en ese momento retener a Abraham de su fe obediente y desesperada. La fe está ahora reconducida a su estadio más puro, absoluto y trágico, careciendo de todo apoyo humano, racional y religioso".
----------Respondo haciendo la observación de que aquí lamentablemente el cardenal Ravasi califica la fe con adjetivos que no convienen a la fe, pues habla de fe desesperada, trágica y privada de todo apoyo humano racional y religioso. Se siente aquí la influencia luterana.
----------6. Sigue diciendo Ravasi, según lo referido por mi interlocutor: "Sin embargo, existe una lógica: como hijo carnal, Isaac debía morir para que Abraham renunciara también al sostén de su paternidad y no tuviera ni siquiera las razones de la carne y de la sangre para creer en la promesa, sino solo las de la palabra divina. Por eso Dios lo invita a la destrucción del vínculo humano paterno-filial".
----------Respondo: Aquí se nota claramente el defecto luterano de sustituir la gracia a la naturaleza, cuando en cambio la gracia no destruye la naturaleza, sino que la supone y la perfecciona, así como análogamente la fe supone la razón y la eleva a comprender los misterios superiores a la razón.
----------La idea de un Dios que invite a la destrucción del vínculo humano paterno y filial, es una idea repugnante, que nada tiene que ver con el verdadero Dios bíblico, que es Padre y Principio de toda paternidad, que es Vida y Principio de toda vida. Aquí, desgraciadamente, Ravasi, quizás sin darse cuenta, viene prácticamente a legitimar la práctica del sacrificio humano, que en realidad era detestada por los profetas de Israel.
----------7"Abraham, después de la prueba, recibe a Isaac ya no como hijo sino en cuanto 'promesa' divina, gracia pura y absoluta [...] 'Abraham creyó y no dudó' escribe Kierkegaard en Temor y temblor, 'creyó lo que estaba en contradicción con la razón'...".
----------Respondo: La observación que debe hacerse es que no es de extrañar que Kierkegaard, luterano, hable de una fe, que está en contradicción con la razón, sino que más bien sorprende que un famoso exegeta católico se deje confundir sobre un punto tan fundamental de la doctrina católica. Pero es conveniente recordar que el texto referido por mi interlocutor es de un libro de Ravasi en 1995 y, por ende, no podemos excluir que hoy, tres décadas después de escribirlo, el actual cardenal Ravasi tenga sobre este tema un punto de vista diferente, aunque personalmente yo no tengo conocimiento de que haya auto-refutado sus dichos de 1995.
----------8"Es precisamente a través de la paradójica expoliación de la moral, de la razón, de los afectos y de la racionalidad de la fe que Isaac se manifiesta como palabra divina purísima, promesa de Dios encarnada. El hijo de la carne y de la sangre desaparece idealmente sobre el Moria, Abraham debe renunciar a él; lo que, descendiendo del monte, lo acompañará ya no será un simple heredero o un hijo de Sara, aunque sea de modo prodigioso, será en cambio un hijo-don, será el verdadero hijo 'prometido'. Para recibirlo, sin embargo, el patriarca ha tenido que hundir el cuchillo en su paternidad".
----------Respondo: Es necesario decir que la Palabra de Dios, que suscita la fe, no tiene nada que ver con una "expoliación de la moral, de la razón, de los afectos y de la racionalidad", sino que, todo lo contrario, supone, funda, consagra, purifica y eleva la moral, la razón, los afectos y la racionalidad.
----------Otra falsa contraposición, de sabor luterano, es la que Ravasi hace entre el hijo Isaac, que tuvo de Sara, y el mismo hijo, en cuanto don de Dios, casi para contraponer una vez más la naturaleza a la gracia, olvidando que Isaac es una creatura de carne y hueso y no un ser espiritual, que viene del cielo a la manera gnóstica.
----------9"Solo renunciando a todo, en el día tempestuoso de la prueba, se obtiene todo, como repetirá también Jesús introduciendo la ley del perder para encontrar, del dejar para recibir (Lc 18,28-30) [...] 'Venerable padre Abraham, cuando volviste a casa desde el monte Moria' continúa Kierkegaard 'tú lo habías ganado todo y conservado a Isaac' [...] La obediencia de la fe al final da paz y revela que detrás del rostro aparentemente cruel de Dios se esconde un proyecto no de muerte sino de vida y de gracia".
----------Respondo: Aquí Ravasi cae en un grueso equívoco. La renuncia precisamente, de la cual habla el Señor, no tiene nada que ver con un gesto de destrucción de la naturaleza, que desde el punto de vista moral se presenta como un verdadero y propio crimen, sino que significa simplemente que nosotros debemos dedicarnos a Dios en alma y cuerpo, con todas nuestras fuerzas, haciendo frente a todos los sacrificios y las renuncias necesarias para conseguir este propósito.
----------Es cierto que la obediencia de la fe da paz y es cierto que Dios en algunas circunstancias puede parecer cruel, como probablemente le ha parecido a Abraham, pero el hecho es que Ravasi, con su descripción del sacrificio de Abraham, presenta un Dios verdaderamente cruel, que quiere un sacrificio humano.
----------En cuanto a Abraham, como precedentemente he dicho, si en un primer momento tiene algo así como una concesión involuntaria hacia las divinidades crueles de los pueblos circunvecinos, una vez iluminado por el ángel de Dios entiende perfectamente que Dios, en su infinita bondad y misericordia, no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.
----------10"La citada Carta a los Hebreos, que desarrolla el tema en clave cristológica, llegará a afirmar que Abraham ofreció a su hijo porque estaba seguro de 'que Dios es capaz de resucitar incluso a los muertos y por esto lo recuperó y fue como un símbolo (Heb 11,19)".
----------Respondo: Personalmente no tengo ninguna duda de que Abraham estaba convencido de que Dios puede hacer resucitar de la muerte. Sin embargo, el hecho es que Abraham se había engañado con respecto a Dios y es iluminado por el ángel de Dios.
----------Yo creo que la fe en la resurrección de los muertos ha jugado en la experiencia de Abraham, pero no en el sentido de que Abraham entendiera en un primer momento tener que matar a su hijo, sabiendo que Dios habría podido resucitarlo, porque eso sería un pensamiento hipócrita y un tentar a Dios.
----------Por lo tanto, es necesario concluir que se mantiene el hecho de que, a pesar de la fe en la resurrección, Abraham se ha engañado, de lo contrario Dios, por medio del ángel, no lo habría apartado de hacer lo que Abraham estaba a punto de hacer por un malentendido, porque a Abraham le parecía que Dios le había mandado hacer lo que en realidad no quería que hiciera.
----------Es cierto que Abraham de alguna manera había renunciado a su hijo y es cierto que lo ha recuperado, sin embargo, por cómo sucedieron las cosas, se entiende que la renuncia a su hijo ha sido hecha de una manera objetivamente distorsionada, aun cuando Abraham estaba en buena fe.
----------11. Termina expresando mi interlocutor: "¿Es que tal vez este tipo de exégesis, junto con la exégesis del cardenal Gianfranco Ravasi, debe ser abandonada?...".
----------Respondo: Considero que estos tipos de exégesis están superados por el hecho de que presentan un Dios voluntarista y arbitrario, por no decir casi un Dios cruel, un concepto de Dios sobre todo primitivo, que encontramos de alguna manera también en el Dios islámico.
----------En cambio, la nueva exégesis presenta un Dios que se preocupa absolutamente por la vida del hombre y, por tanto, un Dios perfectamente coherente, que en todo caso quiere la vida del hombre, incluso cuando permite la muerte, que por lo demás es el castigo del pecado.
----------Si Dios da un valor salvífico a la muerte del hombre, este hombre no es un puro hombre, sino un hombre que es Dios, el Hijo de Dios, el cual, con su poder divino, puede transformar la muerte en vida.
----------Otro aspecto positivo de esta nueva exégesis está dado por el hecho de que ella es una clara proclamación del derecho a la libertad religiosa, en el sentido del respeto de la buena fe, aunque el sujeto objetivamente se equivoque.

5 comentarios:

  1. Diógenes de Los Hornos18 de mayo de 2024, 17:02

    A partir de este artículo, me he preguntado: ¿Me parece que el dios del mito de Abraham es un dios tremendo? ¡Atrozmente tremendo! Le hace sufrir una vida con solo promesas y luego cuando, tanto él como su mujer eran viejos, le da un hijo, Isaac, un único hijo y todavía muchas promesas a lo grande, en definitiva, de una estirpe numerosísima, que en aquellos tiempos quería decir todo ... por el instinto ancestral de propagación de los propios genes, dicen los biólogos de hoy, pero... verdaderamente había tenido a Ismael de una relación, extra conyugal, pero con su esposa Sara que consentía tal relación, eran tiempos muy similares a los actuales en ciertos aspectos. ¿Pero Dios no podía llenarlo de hijos cuando era el momento? Luego, cuando Isaac era ya grandecito, su dios le pide que se lo ofrezca en sacrificio! ¡Y Abraham obediente lo va a hacer! ¡no se rebela! Que si hubiera querido, también lo hubiera hecho como si se hubiera permitido oponerse al Señor por la destrucción de Sodoma y Gomorra. ¡Quizás era obvio sacrificar al propio hijo! ¡Eh sí! Porque en aquellos tiempos muchos hacían precisamente esto: cananeos, filisteos, ... también los cartagineses (según sus enemigos jurados, es decir, los romanos) ... hacían sacrificios humanos, quizás más a menudo que las hijas mujeres, sano machismo de entonces (pero que todavía se repite en India y en China), un poco también por un control demográfico, pero sobre todo para complacer a los dioses. ¡Eh! ¡Guay de no tener a los dioses de nuestra parte; ¿quién podía garantizar las lluvias para las siembras o el sol para las cosechas o las victorias en las guerras? ¿Quién podía mantenerlos alejados de las enfermedades o defenderlos de los enemigos? Y si ya había ocurrido un diluvio o una estación seca sin cosecha, estaba seguro de que esto era causado por los pecados humanos y por no haber hecho suficientes ofrendas a los dioses, y qué ofrenda podía ser más deseada por aquellos dioses codiciosos que lo que el hombre tenía de más querido, es decir, la ofrenda de sus propios hijos, tal vez precisamente de los primogénitos, y en el caso de Abraham del único hijo y SEGURO que no tendría otros, pues la maquinita ya no funcionaba? Obviamente, conocer la opinión sobre este sacrificio de Sara, la esposa y la madre, que había dado a luz y amamantado a ese único hijo querido, era absolutamente inútil, entonces las madres y las ancianas también tenían que obedecer. Algunos dirán que todavía es así, para ello basta con pensar en el problema del aborto (cierro el paréntesis). Pero en el último momento el dios de Abraham lo detiene y reemplaza a su hijo con un carnero. Feliz final del drama, aparte del carnero, la moraleja es que Dios no quiere los sacrificios humanos y por eso era un relato revolucionario para aquellos tiempos, quien lo escribió sabía que esta era la forma de hacer entender a esa gente: Abraham nos aparece como la figura digna, sí, pero un poco absurda, del fiel obediente más allá de toda razón. Pero yo también sería así si Dios me hablara de tú a tú como hacía con él; el hijo es obediente al padre, que en aquellos tiempos era la normalidad, además de haberse mostrado un buen y valiente niño, pero alguna duda muestra...; Sara no aparece en la escena y de todos modos habría permanecido muda frente al comportamiento del patriarca; finalmente Dios nos da una figura pésima.

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  2. Serafín Savelloni19 de mayo de 2024, 3:48

    Estimado Padre Filemón,
    en primer lugar, quiero vivamente darle las gracias por la atención y la consideración que presta a mis comentarios, como sugerencias para sus ulteriores profundizaciones y elucidaciones.
    Pero permítame decirle que continúo perplejo ante la nueva exégesis del sacrificio abrahamítico, que usted pretende proponer.
    Reconozco y tomo nota de algunos límites y defectos que usted ha encontrado en los textos de La Civiltà Católica y del teólogo (en aquella época presbítero y hoy cardenal) Gianfranco Ravasi.
    Y sin embargo, en mi humilde opinión, subsisten al menos seis consideraciones que apoyan la interpretación tradicional del sacrificio de su hijo Isaac, como iniciativa de Dios para poner a prueba la fe de su padre Abraham:

    1) En múltiples pasajes de la Sagrada Escritura, determinados pensamientos humanos son explícitamente descritos, precisamente como pensamientos generados en el sujeto humano, o como sueños, o como fantasías, o como delirios debidos a desesperación o locura, o incluso como engaños satánicos. En resumen, me parece lícito deducir que, en estos numerosos casos, esto no se debe solo a las peculiaridades artístico-comunicativas de los autores humanos, sino que también en este aspecto se puede leer una inspiración divina. Pues bien, esto no ha sucedido en el pasaje del Génesis en cuestión, donde no está escrito "Abraham pensó / soñó / imaginó / se había convencido de que... Dios quisiera ponerlo a prueba pidiéndole el sacrificio de Isaac", sino que está escrito "Dios puso a prueba a Abraham y le dijo [...] Toma a tu hijo, tu unigénito que amas, Isaac [...] y ofrécele en holocausto". La frase es lapidaria: el sujeto es inequívocamente Dios, no las suposiciones de Abraham. Por lo tanto, ¿por qué el Espíritu Santo no habría inspirado al autor (o a los autores) humanos del libro del Génesis, a fin de que estuviera claro que se trataba de un autoengaño de Abraham? ¿Y por qué el Espíritu Santo habría dejado que, a lo largo de tantos siglos, Padres de la Iglesia, santos, doctores de la Iglesia y también los pontífices, incluidos los últimos, siguieran engañándose sobre un hecho de esta magnitud?

    2) En la continuación del relato bíblico, también la posterior intervención del ángel del Señor detiene sí la mano de Abraham, pero con esto no explicita, no declara que esto no se hubiera pedido, en su momento, por Dios, no suena a reproche hacia Abraham, por haber creído posible que Dios le hubiera pedido tal sacrificio: "Ahora sé que temes a Dios y no me has rechazado a tu hijo, tu unigénito". Por lo tanto, el ángel-voz de Dios confirma que la disponibilidad de Abraham a sacrificar a su hijo viene juzgada una confirmación de su temor de Dios, es decir, de su fe. Y particularmente significativo es aquel "no me has rechazado a tu hijo" donde, si la traducción a cargo de la CEI es correcta, el verbo rechazar solo puede significar "no querer aceptar, dar, conceder" cuanto ha sido pedido por algún Otro respecto al no rechazante Abraham. Por lo tanto, también la intervención del ángel confirma que la petición divina de ofrecer a Isaac en holocausto, no ha sido parto exclusivo de la mente de Abraham sugestionada por las usanzas cananeas de la época, sino que Dios ha tenido parte precisa.

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  3. Serafín Savelloni19 de mayo de 2024, 3:50

    3) La tradicional interpretación del sacrificio de Abraham, como descrita por Génesis, encuentra correspondencia, y por tanto confirmación, en otros textos de la Escritura. Ya he citado el libro de Judit (8,26-27): "Recordad cuanto ha hecho Abraham, cuáles pruebas ha hecho pasar a Isaac [...] cómo los ha hecho pasar por el crisol con el único fin de probar su corazón". ¿Qué sentido tendría esta invocación, si la prueba hecha pasar a Abraham e Isaac hubiera nacido de una errónea convicción de Abraham mismo, y no de la intención divina de querer precisamente "probar su corazón"? Pero también en el Nuevo Testamento encontramos correspondencia y confirmación a la tradicional interpretación del sacrificio abramítico. En la Carta de Santiago, en la cual se subraya lo importante que es que a la fe sigan las obras, de lo contrario "la fe sin las obras está muerta" (St 2,26), Santiago indica como ejemplo a Abraham quien, mostrándose dispuesto a sacrificar a su hijo según la petición de Dios, "creyó a Dios y se le atribuyó como justicia, y fue llamado amigo de Dios" (St 2,23).

    4) También en el magisterio de los dos últimos pontífices, la interpretación del sacrificio abramítico es la tradicional. El papa Benedicto XVI en una homilía del 4 de marzo de 2012 (https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/homilies/2012/documents/hf_ben-xvi_hom_20120304_torrino.html) dijo:
    "Pero un día Abrahán recibe de Dios la orden de ofrecerlo en sacrificio. El anciano patriarca se encuentra ante la perspectiva de un sacrificio que para él, padre, es ciertamente el mayor que se pueda imaginar. Sin embargo, no duda ni siquiera un instante y, después de preparar lo necesario, parte junto con Isaac hacia el lugar establecido [...] Abrahán se fía de Dios hasta tal punto que está dispuesto incluso a sacrificar a su propio hijo y, juntamente con el hijo, su futuro, porque sin ese hijo la promesa de la tierra no servía para nada, acabaría en la nada. Y sacrificando a su hijo se sacrifica a sí mismo, todo su futuro, toda la promesa. Es realmente un acto de fe radicalísimo. En ese momento lo detiene una orden de lo alto: Dios no quiere la muerte, sino la vida; el verdadero sacrificio no da muerte, sino que es la vida, y la obediencia de Abrahán se convierte en fuente de una inmensa bendición hasta hoy".
    Por lo tanto, para Benedicto XVI, es Dios quien manda a Abraham el sacrificio de Isaac, y la fe de Abraham es tan grande que se dispone a obedecer a un mandato tan doloroso, y esta obediencia suya será "fuente de una inmensa bendición hasta hoy".
    Durante una audiencia general, el 19 de diciembre de 2012 (https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2012/documents/hf_ben-xvi_aud_20121219.html), Benedicto XVI volvió sobre el tema con las siguientes palabras:
    "El camino de fe de Abrahán comprende el momento de alegría por el don del hijo Isaac, pero también el momento de la oscuridad, cuando debe subir al monte Moria para realizar un gesto paradójico: Dios le pide que sacrifique el hijo que le había dado. En el monte el ángel le ordenó: «No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo» (Gn 22, 12). La plena confianza de Abrahán en el Dios fiel a las promesas no disminuye incluso cuando su palabra es misteriosa y difícil, casi imposible, de acoger. Así es para María; su fe vive la alegría de la Anunciación, pero pasa también a través de la oscuridad de la crucifixión del Hijo para poder llegar a la luz de la Resurrección".
    También en este caso, la petición de sacrificar al propio hijo no viene juzgada por Benedicto XVI como un autoengaño de Abraham, sino como palabra de Dios aún cuando es "es misteriosa y difícil, casi imposible, de acoger".

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  4. Serafín Savelloni19 de mayo de 2024, 3:51

    5) El Papa Francisco, en el Ángelus del 22 de diciembre de 2013 (https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20131222.html), dijo:
    "Y el Evangelio dice: «Como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado» (Mt 1,19). Esta breve frase resume un verdadero drama interior, si pensamos en el amor que José tenía por María. Pero también en esa circunstancia José quiere hacer la voluntad de Dios y decide, seguramente con gran dolor, repudiar a María en privado. Hay que meditar estas palabras para comprender cuál fue la prueba que José tuvo que afrontar los días anteriores al nacimiento de Jesús. Una prueba semejante a la del sacrificio de Abrahán, cuando Dios le pidió el hijo Isaac (cf. Gn 22): renunciar a lo más precioso, a la persona más amada. Pero, como en el caso de Abrahán, el Señor interviene: encontró la fe que buscaba y abre una vía diversa, una vía de amor y de felicidad: «José —le dice— no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo» (Mt 1, 20)".
    Por lo tanto, el Papa Francisco declara que la prueba que Dios ha pedido a Abraham era precisamente para encontrar la fe que buscaba, hasta qué punto podía llegar, en las obras, la fe de Abraham.
    Por último, en la audiencia general del 3 de junio de hace apenas dos años (https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2020/documents/papa-francesco_20200603_udienza-generale.html), el Papa Francisco volvió sobre el tema diciendo:
    «Así Abraham se hace familiar de Dios, capaz también de discutir con Él, pero siempre fiel. Habla con Dios y discute. Hasta la prueba suprema, cuando Dios le pide que sacrifique a su propio hijo Isaac, el hijo de la vejez, el único heredero.Aquí Abraham vive su fe como un drama, como un caminar a tientas en la noche, bajo un cielo esta vez desprovisto de estrellas. Y tantas veces nos pasa también a nosotros, caminar en la oscuridad, pero con la fe. Dios mismo detendrá la mano de Abraham que ya está lista para golpear, porque ha visto su disponibilidad verdaderamente total (cf. Gn 22,1-19)».

    6) Por último, pienso que la aceptación de la nueva interpretación del sacrificio de Abraham, que usted ha preconizado, debería tener consecuencias también en el plano litúrgico.
    La secuencia "Lauda Sion", atribuida, si no me equivoco, a santo Tomás, que se reza con ocasión del Corpus Christi, dice:
    «In figuris praesignatur,
    cum Isaac immolatur,
    agnus Paschae deputatur,
    datur manna patribus».
    ("Con los símbolos se anuncia,
    en Isaac dado a muerte,
    en el cordero de Pascua,
    en el maná dado a los padres").
    ¿Cómo podría ser rezada todavía la muerte de Isaac, como símbolo preanunciador del sacrificio del Hijo divino, si se había tratado de un autoengaño de Abraham?

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    1. Estimado padre Serafín,
      hoy lunes 20 de mayo, he publicado un artículo respondiendo y comentando los seis puntos de sus objeciones o dudas. Espero que el artículo pueda serle de utilidad. Lo encuentra en:
      https://linumfumigans.blogspot.com/2024/05/algo-mas-sobre-la-interpretacion-de.html

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