martes, 7 de mayo de 2024

El Papa: intérprete de Cristo (2/2)

La certeza de la verdad que nos comunica el Papa, su capacidad de mostrarnos a Cristo, producen como consecuencia la certeza del caminar por el sendero de la salvación y de la bienaventuranza. La infalibilidad de su Magisterio se traduce, más allá siempre de sus defectos humanos y de la falibilidad de ciertas indicaciones o disposiciones pastorales o disciplinarias (siempre merecedoras de nuestra obediencia), en la infalibilidad de su guía hacia el Reino de Dios. [En la imagen: fragmento superior de "San Pedro", antigua estatua en bronce del siglo XIII, posiblemente obra de Arnolfo di Cambio, aunque algunos historiadores la consideran de un artista anterior, conservada y expuesta en la Basílica de San Pedro, Vaticano].

En qué sentido un Papa puede cometer un abuso de autoridad
   
----------Si bien no está permitida la hipótesis del Papa herético, en cambio, es admisible la hipótesis del Papa que haya cometido un crimen o delito contra la ley natural o contra la ley civil, siempre por el hecho de que, como ya hemos explicado, el Papa es doctrinalmente infalible pero moralmente pecable. La historia es, en tal sentido, rica de episodios que tocan este delicado tema. Sobre este punto el Código tiene un canon, el 1404, que debe ser bien interpretado. Dice: "La Primera Sede por nadie puede ser juzgada".
----------Este canon del Código de Derecho Canónino se refiere a la autoridad doctrinal, en el sentido de decir que un Papa no puede ser sometido a un proceso judicial por herejía, nadie puede juzgar, redargüir, acusar, condenar o corregir a un Papa como herético. Por ende, aquí el Papa es ese "hombre espiritual", del que habla san Pablo, "que juzga todo sin poder ser juzgado por nadie" (1 Cor 2,15).
----------En consecuencia, el Papa debe ser un ejemplo en materia de respeto de la ley civil y de respeto del derecho internacional, tanto más considerando que él es también el jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, que es Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas.
----------Ahora bien, es necesario distinguir a Dios legislador del hombre legislador. Es verdad que Cristo ha conferido a Pedro el "poder de las llaves", por lo cual indudablemente el Papa es el legislador y el supremo moderador del derecho canónico. Sin embargo, el Papa sigue siendo siempre un hombre pecable, obligado como todos a la observancia de la ley divina y natural y, por tanto, sujeto a esta ley. Supuesto, por tanto, que la ley canónica aplique la ley de Dios, el Papa debe ser el primero en obedecer la ley canónica que él mismo ha querido. Por consiguiente, si no la aplica, ¿por qué no debería ser juzgado?
----------Por otra parte, la ley humana, civil o canónica, que es una ley positiva, para ser justa, debe ser conforme a la ley natural y a la ley divina. Ahora bien, es necesario considerar que, mientras que el juez divino, Dios, no puede ser injusto, el juez humano, aunque fuera también el Papa, puede pecar contra la justicia. El Papa puede infringir esa misma ley canónica de la cual él debe ser el custodio.
----------Y si el caso fuera que el Romano Pontífice comete un delito contra esta ley, entonces, ¿quién lo juzga? ¿Nadie? ¿Pero eso es justo?  Es necesario pues que el Código precise y distinga: una cosa es el delito de herejía y otra cosa es el delito contra la ley canónica o la ley civil.
----------Si el Papa infringe esta ley o por negligencia o por favoritismos o por abuso de autoridad o por tiranía, es justo que sea juzgado. ¿Pero por quién? Por una corte o tribunal especial, que puede ser eclesiático por la desobediencia a las leyes de la Iglesia o puede ser un tribunal o corte civil por la desobediencia a las leyes del Estado, se trate de las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano, o se trate de las leyes de la convivencia internacional propias de la comunidad internacional basada en el derecho internacional fundado en la Carta de la ONU, sancionada por la corte de justicia de la ONU, de la cual el Vaticano es miembro.
   
El Papa puede equivocarse en la pastoral, pero no en la doctrina
   
----------En el campo de las directivas concernientes a la conducta humana y al obrar católico, el Papa es infalible o falible según se trate respectivamente de enseñanzas relativas a los diez mandamientos, al derecho natural o a la ley natural o divina, la nueva ley del Evangelio, o se trate de la legislación canónica, del diálogo ecuménico o interreligioso o con los no-creyentes, de la normativa litúrgica, de la disciplina eclesiástica, del gobierno de la Iglesia, de los concordatos o convenios con los Estados, de la acción pastoral, de la organización de la Curia romana, de intervenciones en el campo de la política, de la ecología, de la ciencia o de la medicina. En cualquier caso, siempre es bueno obedecer, salvo que haya esperanza de corregir al Romano Pontífice o que se trate de disposiciones manifiestamente injustas o que puedan causar grave daño a la Iglesia o que encuentren obstáculos insuperables en la propia conciencia de fe.
----------Ejemplo famoso y excelente de conducta cristiana en estas difíciles situaciones es el de san Pablo, el cual distingue bien donde es necesario obedecer -en el campo del dogma o de la fe- y donde es lícito contestar, criticar o rechazar -en el campo de la pastoral o de la disciplina eclesial (Gal 2,2-16).
----------Además, es necesario distinguir en la persona y en el oficio del Papa, la infalibilidad o absoluta veracidad doctrinal de la impecabilidad moral. La primera se refiere a la enseñanza oficial de las verdades de fe; la segunda, a la conducta moral, que se refiere tanto a la conducta moral personal como a la actividad legislativa eclesial, a la práctica pastoral y al gobierno de la Iglesia.
----------En efecto, nuestro Señor Jesucristo ha encargado a Pedro el confirmar a los hermanos en la fe, lo que supone que Pedro sea infaliblemente asistido por Cristo para así poder ser siempre fiel al mandato recibido. En este sentido Cristo ha dicho: "el que os escucha a vosotros, me escucha a mí".  En cambio, no ha asegurado a Pedro la práctica de las virtudes cristianas, aunque, antes de confiarle la guía de su rebaño, le haya preguntado si lo amaba más que a los demás.
----------Respecto a las enseñanzas de un determinado Papa en relación con la doctrina y la persona de Cristo, nosotros podemos hacer una doble experiencia. A veces el Papa nos ayuda a entender las enseñanzas de Cristo. Otras veces nos damos cuenta de que el Papa en sus discursos no parece reflejar eso que encontramos en el Evangelio o en la Escritura. O bien calla sobre ciertas enseñanzas de Cristo. Esto quiere decir que el Papa, en tal caso, no habla desde la cátedra de Pedro, es decir, no ejerce su magisterio doctrinal en ninguno de los tres grados de autoridad que he enumerado antes, sino que expresa solo su opinión o sus personales puntos de vista o habla como doctor privado, aunque se trate de materias de fe.
----------Tomemos algunos ejemplos de enseñanza ex cathedra de primer grado. El papa Inocencio III en el Concilio Lateranense IV definió el dogma de la creación. Definiendo en el Concilio de Viennes de 1312 el alma humana como "forma sustancial del cuerpo", Clemente V ha querido explicarnos cuál es la concepción bíblica de la relación del alma con el cuerpo. Eugenio IV en el Concilio de Florencia de 1442 nos explica que entre las divinas Personas de la Santísima Trinidad existe una "oposición de relación", es decir, una oposición entre relaciones subsistentes, que son las mismas Personas divinas. León X en el Concilio Lateranense V nos ha explicado que la vida eterna de la cual habla Cristo supone que el alma humana sea inmortal. El papa Julio III en el Concilio de Trento, definiendo el dogma de la transustanciación, nos hace entender lo que Jesús quiso decir con las palabras "esto es mi cuerpo" pronunciadas en la última cena.
----------El beato Pío IX en 1854 nos explicó con el dogma de la Inmaculada que María estuvo exenta de la culpa original. San Pío X en la encíclica Pascendi nos ha explicado que Dios es trascendente y no inmanente. Pío XII en 1950 nos explicó que el ser María llena de gracia implicó su asunción al cielo en alma y cuerpo al término de su vida terrena. San Paulo VI en el Concilio Vaticano II nos explicó que el derecho a la libertad religiosa está basado en la Revelación. San Juan Pablo II aclaró que las palabras de Jesús referidas a la futura resurrección "serán como ángeles" quieren decir que varón y mujer tendrán su propio dominio espiritual sobre el propio cuerpo. El papa Francisco nos ha explicado que la concepción bíblica del conocimiento implica la primacía de la realidad sobre la idea y el rechazo del gnosticismo y del idealismo.
   
Los defectos humanos del Papa en la conducta moral o en el gobierno de la Iglesia
   
----------No se puede rechazar el Magisterio pontificio ni en nombre de la Escritura, como hizo Lutero, ni en nombre de la Tradición, como hacen los lefevrianos, ni en nombre de los primeros siete Concilios ecuménicos, como hizo Miguel Cerulario causando en 1054 el cisma de Oriente.
----------Cristo mismo ha querido confiar a Pedro el cuidado de su rebaño, por lo cual no existen motivos válidos para rechazar la guía pastoral de Pedro. Aquellos cristianos que la han abandonado demuestran con su propia historia o con desviaciones doctrinales, como los protestantes, o con el sometimiento al poder político, como los ortodoxos, cuánto daño hace a la vida cristiana la ausencia de la guía de Pedro.
----------Indudablemente para el ejercicio conveniente del ministerio petrino hacen falta suficientes fuerzas psicofísicas. La dimisión de Benedicto XVI, tal como se expresó el papa Ratzinger, parecería haber sido motivada por condiciones de este tipo. Sin embargo, maravilla y plantea interrogantes el hecho de que luego, en plena lucidez mental y discreta salud física, haya continuado viviendo otros ocho años.
----------No se puede excluir en un Papa anciano la presencia de lapsus psíquicos que le quitan en parte o en todo la responsabilidad de lo que dice. Un riesgo de equívocos para un Papa es el exceso en el hablar, sobre todo de forma improvisada en sedes o modalidades no adecuadas, como por ejemplo bromas de espíritu, expresiones improvisadas o extemporáneas, escritos literarios, llamadas telefónicas, twitter, entrevistas concedidas a periodistas o durante viajes en avión. Obviamente todo esto no le está prohibido, pero entonces el Papa debería hacer entender claramente que en tales ocasiones no quiere empeñar su Magisterio petrino, sino tan solo entretenerse agradablemente y amablemente sin vestiduras oficiales.
----------La rareza de los encuentros con la gente y de los viajes, la sobriedad en el hablar, el amor por la oficialidad, el abstenerse de tomar posiciones personales y de las externalizaciones improvisadas pueden dar la impresión de frenar una mayor eficacia evangelizadora, pero en realidad siempre han permitido a la gente, creyentes y no creyentes, reconocer mejor en los Papas del pasado lo específico insustituible del carisma petrino, más allá de las peculiaridades más o menos discutibles de la personalidad humana del Papa.
----------El mostrarse hermano entre los hermanos, la simplicidad y cordialidad del porte, la calidez del compartir universales sentimientos humanos, sobre todo hacia los pobres, hacia los marginados y hacia los que sufren, es ciertamente testimonio precioso en un Papa, con tal que esto no ponga en sombra la manifestación de su específica e insustituible pastoralidad, que es aquella que, supremamente entre todas, representa la pastoralidad del buen Pastor nuestro Señor Jesucristo. 
----------El temor de parecer altivo o arrogante o dominador, pecados en los que ciertamente es comprensible que un Papa quiera evitar caer, no debería impedirle el uso de aquellos medios, expedientes, instrumentos, recursos, gestos, símbolos o actitudes, que puedan servir para suscitar en los fieles ese amor respetuoso y reverencial a su persona y a sus palabras, que favorece la atención y la docilidad a su guía paterna en el sendero de la vida espiritual y los dispone a la percepción de lo trascendente.
----------La verdad cristiana infaliblemente enseñada por el Papa nos indica el camino de la solución de los conflictos, de la reconciliación y de la concordia en la diversidad y en la paz. Si al Papa le cuesta o tiene dificultades para desempeñar su tarea de fautor de unidad, de juez super partes y de mediador entre los opuestos extremistas de los indietristas y de los modernistas, la doctrina de Cristo que el Papa infaliblemente nos transmite es suficiente para iluminarnos el camino y hacernos ver la meta.
----------El magisterio infalible del Papa acerca de la grandeza de la misericordia de Dios y nuestro deber de ser misericordiosos, es suficiente para corregir un cierto misericordismo y buenismo, que podría ofuscar las exigencias de la justicia y abrir al laxismo dando espacio precisamente a esa injusticia que se quisiera evitar.
----------El primado de nuestro Señor Jesucristo sobre todas las potencias mundanas, y el deber de evangelización que el Romano Pontífice infaliblemente nos indica, nos iluminan suficientemente para hacernos superar y relativizar un énfasis excesivo sobre el valor de la pluralidad de las religiones, que, si no fuera bien entendida, podría conducir al relativismo y al indiferentismo.
----------La certeza de la verdad que nos comunica un Papa, su capacidad de mostrarnos a Cristo, producen como consecuencia la certeza del caminar por el sendero de la salvación y de la bienaventuranza. La infalibilidad de su Magisterio se traduce, más allá siempre de sus defectos humanos y de la falibilidad de ciertas indicaciones o disposiciones pastorales o disciplinarias, en la infalibilidad de su guía hacia el Reino de Dios.

45 comentarios:

  1. Padre Filemón, ¿por qué en su nota de ayer ha desaparecido mi respuesta a su afirmación de que la historia ha demostrado que no existen papas herejes?

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    1. Estimado Don Benja,
      porque su respuesta contrasta con lo que los historiadores han determinado con certeza.
      Pero, aparte de esas conclusiones de la ciencia histórica, nosotros, como católicos, sabemos que un Papa no puede ser hereje, por lo cual cuando leemos documentos que podrían hacernos pensar que el hecho se ha verificado, estos documentos deben interpretarse de manera que se salve el dato de fe, porque la historia no puede negar lo que Jesucristo ha establecido.
      La relación historia-fe es similar a la relación que existe entre razón-fe. El elemento humano no puede desmentir el dato de fe. Es imposible demostrar históricamente que un Papa haya sido hereje, porque Cristo nos asegura que un Papa no puede ser hereje. Una verdad histórica no puede estar en contraste con una verdad de fe. Una tesis histórica que contrasta con la fe no puede ser veraz.

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  2. Estimado padre Filemón: en todo caso, la historia muestra que NO han existido Papas que en el desempeño de su rol hayan pecado de Herejía!...
    ¡Pero han existido Papas que en su interior, en su corazón, o incluso exteriorizando sus pensamientos, han adherido a herejías sin poder hacer que ese su personal pensamiento privado fuera elevado a enseñanza oficial vinculante!
    O sea que no han podido lograr que la herejía privada del Papa se convirtiera en pensamiento de la Iglesia...

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    1. Estimada Ana Maria,
      concuerdo con lo que usted dice. Lo que se puede decir a lo máximo es que un Papa puede hablar a título privado o bien puede tener una actitud de excesiva indulgencia o bien puede malinterpretar o bien puede explicarse mal. En cualquier caso, se trata de errores pastorales y no doctrinales.

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    2. Respecto a lo expresado antes por Ana María, un caso parecido fue el caso del papa Juan XXII, que solo en algunas homilías profirió personales convicciones heréticas sobre la visión beatífica diferida. Pero fueron precisamente homilías, no fijadas en escritos oficiales, y retractadas en un segundo momento.

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    3. pero la visión beatífica se convirtió en Dogma DESPUÉS de la muerte de Juan XXII... por lo que el Papa era "materialmente" hereje.

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    4. Ana Maria: antes de Juan XXII los Novisimos eran ya verdades de fe consolidadas, y con ellos la verdad acerca de la inmediatez del juicio particular.

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    5. Pero la Visión Beatífica era sólo magisterio ordinario, no extraordinario...

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  3. Entonces, para usted, el tercer Concilio de Constantinopla que condenó (post mortem) como hereje al Papa Honorio I, ¿no formaría parte de la historia de la Iglesia?

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    1. Vea, don Benja, la doctrina que el Papa Honorio defendía creo que aún no había sido proclamada oficialmente como herética, porque la verdad de fe opuesta fue precisamente proclamada por el concilio sucesivo, por tanto técnicamente el Papa no era hereje. Eso me parece recordar.

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    2. Ernesto: el estado de hereje de ese Papa no cambia, aunque haya sido reconocido post mortem. Cuando estaba vivo, y por lo tanto siendo el Papa reinante, era hereje.

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    3. Don Beja: no creo que funcione así. Para ser hereje debes ir en contra de una verdad de fe aclarada, y lo debes hacer de manera pertinaz incluso después de un reclamo formal. Lutero, por ejemplo, fue hereje.

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    4. Vergara: el Papa Honorio I ha sido declarado herético por tres concilios ecuménicos y por dos papas, esta es la realidad histórica fáctica. Creo que tenían autoridad y autorización para hacerlo, ¿no lo cree usted?

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    5. He estudiado esta cuestión solo en los manuales, pero nunca la he profundizado. De todos modos, siempre la he leído como se la he descrito. El monotelismo aún no había sido condenado oficialmente. Pero le repito, no tengo la suficiente competencia histórica como para reconstruir el asunto con argumentos históricos.

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    6. Pero una herejía, que como tal contrasta el orden divino inmutable, no está sujeta al tiempo.

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    7. Estimado don Benja, como usted debe saber, incluso Santo Tomás de Aquino dijo cosas erróneas sobre la Inmaculada Concepción, creo recordar. Sin embargo, nunca nos ha gustado considerarlo hereje.
      Pero le repito que no tengo una cultura adecuada para esta conversación.

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    8. Pero no es cosa que sea de nuestro oficio declarar quién es hereje y quien no lo es, sino que es tarea de la Iglesia, y en el caso del Papa Honorio I no hay duda al respecto.

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    9. Estimados Don Benja y Ernesto Vergara,
      con respecto a la historia del papa Honorio, la aclaración definitiva fue dada por el papa san León II en el año 682. El Papa aclaró el significado de la condena de Honorio, hecha por el III Concilio de Constantinopla, del 680, precisando que Honorio no fue propiamente hereje, sino que fue negligente en la represión de la herejía (Denz. 560). Hay que recordar que el intérprete de los Concilios es el Sumo Pontífice y no los historiadores u otros.

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    10. El profesor Roberto de Mattei publicó hace unos diez años un artículo en Correspondencia Romana, que confirma definitivamente la cuestión del Papa Honorio I como hereje condenado por la Iglesia. Brindo un extracto de ese artículo:

      En la decimotercera sesión del III Concilio de Costantinopla, sexto ecuménico de la Iglesia, celebrada el 28 de marzo de 681, los padres conciliares, tras haber expresado su voluntad de excomulgar a Sergio, Ciro de Alejandría, Pirro, Pablo y Pedro, todos ellos patriarcas de Costantinopla, y al obispo Teodoro de Faran, declararon: «Junto con ellos, consideramos que debemos excluir de la Santa Iglesia de Dios y anatematizar también a Honorio, ex pontífice de la antigua sede romana, porque hemos visto en su carta a Sergio que ha seguido en todo su misma opinión y ratificado sus impías enseñanzas» (Mansi, XI, col. 556).

      El 9 de agosto de 681, al final de la decimosexta sesión, se renovaron los anatemas contra todos los herejes y partidarios de la herejía, Honorio incluido: «Sergio haeretico anathema, Cyro haeretico anathema, Honorio haeretico anathema, Pyrro, haeretico anathema» (Mansi, XI, col. 622). En el decreto dogmático de la decimooctava sesión, celebrada el 16 de septiembre, se declara: «Considerando que no se mantuvo ocioso aquel que desde el principio fue el inventor de la malicia y que, valiéndose de la serpiente, introdujo la venenosa muerte en la naturaleza humana, así también ahora, descubiertos los instrumentos adecuados a la propia voluntad: nos referimos a Teodoro, que fue obispo de Faran; a Sergio, Pirro, Pablo y Pedro, que fueron prelados en esta ciudad imperial; y también a Honorio, que fue papa en la antigua sede romana; (…); hallados, pues, los instrumentos adecuados, no cesó, por medio de los susodichos, de suscitar los escándalos del error en el cuerpo de la iglesia. Y con expresiones inauditas sembró en el pueblo fiel la herejía de una sola voluntad y una sola operación en dos naturalezas de una persona de la Santísima Trinidad: Cristo, nuestro Dios verdadero. Esto hizo de conformidad con la insensata y falsa doctrina de los impíos Apolinar, Severo y Temistio» (Mansi, XI, coll. 636-637).

      Copias autenticadas de las actas del Concilio, suscritas por 174 padres y el emperador, fueron enviadas a las cinco sedes patriarcales, con particular interés a la de Roma. Pero como san Agatón falleció el 10 de enero de 681, las actas del Concilio fueron ratificada por su sucesor León II (682-683), al cabo de diecinueve meses de sede vacante. En una carta enviada el 7 de mayo de 683 al emperador Costantino IV, el Papa decía: «Declaramos anatema a los inventores del nuevo error, esto es a Teodoro di Faran, Ciro de Alejandría, Sergio, Pirro, Pablo y Pedro de la Iglesia de Costantinopla, así como a Honorio, que no se esforzó por mantener la pureza de nuestra apostólica Iglesia en la doctrina de la tradición de los apóstoles, sino que pemitió con execrable traiciónque se ultrajase a esta Iglesia sin mancha» (Mansi, XI, col. 733). En el mismo año, el papa León mandó que la traducción latina de las actas fuera suscrita por todos los obispos de Occidente y las firmas fuesen conservadas junto al sepulcro de San Pedro. Como destaca el eminente historiador jesuita Hartmann Grisar, «con esto se pretendía la aceptación universal en Occidente del sexto concilio, la cual, por lo que se sabe, se consiguió sin dificultad» (Analecta romana, Desclée, Roma 1899, pp. 406-407).

      La condena de Honorio fue confirmada por los sucesores de León II, de lo cual da fe el Liber diurnus romanorum pontificum y por el séptimo (787) y octavo (869-870) concilios ecuménicos de la Iglesia (C. J. Hefele, Histoire des Conciles, Letouzey et Ané, Paris 1909, vol. III, pp. 520-521).

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    11. Don Benja: el padre Filemón ya le ha invitado a hacer referencia a documentos magisteriales y no a las proposiciones de historiadores. Y de hecho, el padre Filemón le ha informado a usted acerca del Denzinger, que es universalmente reconocido como una fiable recopilación de los documentos magisteriales. ¿Ha ido usted a confrontar el punto del Denzinger mencionado con las citas que ha hecho y extraídas del texto de De Mattei para ver si son equivalentes?

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    12. Sí que lo he confrontado y dice que el Papa Honorio I no solo no contrastó la herejía sino que la favoreció, como confirma el n. 552.

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    13. Estimado don Benja,
      basta con leer el Denzinger en el número 560 y verá usted refutada la tesis de De Mattei.

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    14. Quisiera aclararle a Don Benja, que la condena definitiva del Papa Honorio no lo cualifica como hereje, sino como alguien que no ha combatido adecuadamente la herejía. Su motivo de condena está especialmente separado de aquel con el que se condenan los herejes. La falta de dudas que manifiesta Don Benja al respecto solo demuestra su desinformación.

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    15. Esteban: ¿El desinformado no será usted? Tengo ante mis ojos el texto de Denzinger 560 donde se deduce que el papa Honorio I no solo no contrastó la herejía, sino que la favoreció, confirmado además por el n. 552 de Denzinger.

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    16. Don Benja: el escrito enviado a Sergio ¿que clase de escrito era? No es una distinción secundaria si un Papa escribe privadamente a alguien o si escribe como Papa. Pensemos en la trilogía de Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret que él mismo aclaró que no se trata de un documento magisterial.

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    17. Estimado don Benja,
      el reproche de San León II no consiste en acusar al Papa Honorio de ser un hereje, sino que se refiere a su conducta pastoral. Tal reproche debe entenderse como la justa y correcta interpretación del anatema del III Concilio de Constantinopla.

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    18. Estimado Ernesto,
      te repito lo que le acabo de aclarar a Don Benja: el reproche de San León II no consiste en acusar al Papa Honorio de ser un hereje, sino que se refiere a su conducta pastoral. Tal reproche debe entenderse como la justa y correcta interpretación del anatema del III Concilio de Constantinopla.

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    19. Estimado Ernesto,
      la carta a Sergio del Papa Honorio ha sido juzgada por San León II carente de valor magisterial, pero merecedora de reproche, porque ha sido signo de esa negligencia que el Papa León II ha reprochado al Papa Honorio.

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    20. Estimado Esteban P.,
      el reproche de San León II no consiste en acusar al Papa Honorio de ser un hereje, sino que se refiere a su conducta pastoral. Este reproche debe entenderse como la correcta interpretación del anatema del III Concilio de Constantinopla.

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  4. Pienso que tener una opinión sobre el modo de obrar del obispo de Roma, actual papa F1 (la forma en cual dispone continuas bulas motu proprio, proclamas en viajes de avión, etc. etc. ) sea más que legítimo para nosotros fieles en Cristo; juzgar, en cambio, sea otra cosa, perteneciente al juez... que emite después la sentencia de absolución o bien de condena : pero ¿qué es lo que podemos hacer? Recemos, Dios se encargará !

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    1. Estimado Anónimo,
      usted toca un tema muy delicado y muy interesante.
      Con respecto al problema de cómo juzgar lo obrado por un Papa, debemos entendernos con la palabra "juzgar".
      El juzgar, en un sentido general, no es más que un acto de la razón natural, que como tal nos está permitido a cada uno de nosotros.
      Lo importante es que hagamos este acto con justicia, prudencia, caridad y modestia. Lo que hoy me parece digno de mucha consideración es la cuestión, desde siempre debatida, de si puede existir el Tribunal o Corte de Justicia eclesial que pueda juzgar de manera judicial la acción o lo obrado por un Papa en referencia a la ley canónica y a la ley civil.
      En mi artículo he aclarado que el Papa, por cuanto respecta a la observancia de las leyes civiles y canónicas, no es impecable. Esto implica, sobre todo si consideramos la historia del pasado, el hecho de que lamentablemente se han cometido muchas injusticias.
      Hoy la Iglesia subraya los derechos y los deberes del Pueblo de Dios y la colegialidad episcopal. El peligro del conciliarismo no existe.

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    2. No desde ahora , no desde este papado, sino desde siempre, dentro de la Santa Ecclesia se anidan los conspiradores contra ella misma, los que reman contra ella : esperamos que el cadáver (de forma inmaterial) del enemigo (satanás) pase por la orilla de nuestro río de oraciones: F1, el último instrumento ? Jesús nuestro, confiamos y esperamos en Tí !

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    3. Estimado Anónimo,
      Cristo nos ha dado a Pedro como nuestro maestro de la fe y nuestro guía hacia la salvación. De cada Papa se podría decir lo que Cristo ha dicho de sí mismo: "Bienaventurados los que no se escandalizan de mí".
      Infelices nosotros si, más allá de los defectos humanos, que se encuentran también en los Papas más santos, no llegamos a ver la luz de Cristo. También el Papa es un hermano nuestro frente al cual es válido el deber de la corrección fraterna, siempre que no tengamos la presunción de conocer el Evangelio mejor que el Papa.
      El Papa nos guía en nuestro deber de reconocer las insidias del demonio. Ningún Papa hasta ahora, como el papa Francisco, nos ha iluminado tanto sobre este punto.
      El objetivo principal de satanás es precisamente el de hacernos ver al Papa en mala luz con el propósito de que abandonemos su guía.

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    4. A mi derecha la Fe, a mi izquierda Bergoglio, delante de mí el mundo, a mis espaldas satanás

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    5. Estimado Anónimo,
      yo diría más bien que con la derecha y la izquierda nosotros, bajo la guía del papa Francisco, luchamos la buena batalla de la fe, con la que podemos derrotar, como dice san Pablo (Ef 6) los dardos ardientes del maligno.

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    6. ¡Después de Lund con los sellos VATICANOS celebrativos y la moneda VATICANA de 10 euros representando a la diosa PAGANA madre naturaleza, después de Traditionis custodes y de Fiducia supplicans , estamos con San Miguel para combatir : VADE RETRO ! ¡No nos rendiremos al demonio, nunca ! ¡NUNCA ! Y recordad respetar a los mártires ! Queridos sacerdotes SIN FE, nosotros OBEDECEMOS SOLO A DIOS.

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    7. Estimado Anónimo,
      en mi artículo ya he puesto en claro cuáles son las materias acerca de las cuales podemos expresar críticas, reservas y observaciones, hasta el punto que es posible, con los debidos modos y en las debidas circunstancias, realizar una corrección fraterna y constructiva frente al Santo Padre, siguiendo el ejemplo de cuanto san Pablo hizo con San Pedro.
      Sin embargo, he precisado bien que esta materia no toca en absoluto el magisterio doctrinal del Papa con respecto a los tres grados de autoridad, por tanto no solo lo ex cathedra, que se refiere al primer grado, sino también al II y al III, en los que también el Papa enseña la doctrina de Cristo.
      Por tanto, le invito a bajar los tonos y a tener presentes las normas de conducta que como buenos católicos debemos tener respecto al Sumo Pontífice.

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    8. Es fácil "hacer" de católicos o hacernos los católicos, mucho más difícil es serlo; vea , querido Padre (con la P mayúscula, tanto le estimo de corazón y por eso me comunico aquí con usted): solo Jesus Christus supo callar en la Pasión sobre el gólgota: es un comportamiento que no logro conformarme , me enojo, lucho, levanto el tono, pero lo estoy haciendo por todos, como lo hizo Él: ¿estoy cometiendo entonces un pecado? Dígame usted y en su caso, corríjame. Un cierto Papa famoso moderno dijo: si me equivoco me corregirá, al contrario F1 ... !!! AMV

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    9. Estimado AMV,
      el Libro de Qohélet 3,7 dice "hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar". En Jesús encontramos ambos comportamientos: a veces él lanza invectivas contra los fariseos o bien reprende a los apóstoles o se enfada contra sus enemigos; a veces calla, no solo durante el proceso judicial, sino también por ejemplo en el episodio de la adúltera.
      ¿Cómo nos podemos regir a este respecto? Santo Tomás de Aquino hace notar que la ira de por sí es una pasión creada por Dios, que sirve como tal para afirmar con fuerza nuestra posición o defendernos de un enemigo. El problema es que, en el estado de naturaleza caída, nos cuesta moderar esta pasión.
      Ahora bien, Jesús en este campo, naturalmente, nos da el ejemplo. Por eso santo Tomás habla de una justa ira, que podemos encontrar también en los profetas y en los santos. El problema es cuándo hacer uso de ella. Es necesario que calculemos de antemano lo que podrá ser el resultado de nuestra intervención. La ira debe ser usada cuando pensamos que ella puede servir para crear en nuestro enemigo un sano temor o para corregirlo.
      Pueden existir casos, como por ejemplo el de san Juan Bautista, por el cual una justa ira provoca en la persona, a la cual viene dirigida la ira, una reacción tan violenta por la cual el sujeto es conducido al martirio. Podríamos preguntarnos: ¿pero Juan no logró prever la reacción de Herodes? ¿No imaginaba que Herodes no aceptaría su reproche? Juan Bautista es considerado mártir de la fe por haber puesto en juego su vida, para sostener la verdad.
      Es bueno, en cambio, recurrir al silencio cuando ya sabemos de antemano que cualquier cosa que digamos, incluso la más razonable, se interpretaría en perjuicio nuestro.

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  5. Estimado padre Filemón, me gustaría preguntarle por qué la Iglesia no ha publicado colecciones oficiales del Magisterio mucho antes de que lo hiciera Denzinger autónomamente. Gracias!

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    1. Estimado Ernesto,
      estas colecciones de las Actas del Magisterio siempre han existido, solo que eran tan amplias que no resultaban accesibles a los comunes fieles.
      Por el contrario, la utilidad del Denzinger reside en el hecho de que reúne todos los documentos principales, desde el siglo I hasta la actualidad, en un solo volumen, por lo que es fácil de consultar.
      Por mi parte, como sabrás, estoy publicando en este blog un catálogo de dogmas y declaraciones doctrinales de la Iglesia, que es también una colección de las verdades de fe (serán 24 capítulos en total). Mi colección retoma el Denzinger, pero añado algunas doctrinas de menor importancia y llego hasta el papa Francisco, cosa que no aparece todavía en la última edición del Denzinger.

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    2. A propósito de iniciativas papales que ciertamente se pueden criticar: creo que a veces no se ve precisamente la necesidad de que el Papa ofrezca por enésima vez entrevistas a personas o instituciones de escaso interés pastoral. Los ejemplos que pueden darse son de todos los días"...

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    3. Estimado Ernesto,
      ciertamente en tales ocasiones no está en juego el Magisterio pontificio, pero el Papa tiene siempre la ocasión de decir una buena palabra.

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  6. Desde la elección de Bergoglio ha cambiado todo, empezando por donde reside... Santa Marta... Si se enumeran los cambios de estos 11 años se imprimiría un libro corpulento... Se trata de la ruptura total con el pasado, lo cual es fruto de años de trabajo de la corriente modernista, que nos ha dado la impresión de encontrarnos ya en otro credo. Mucha gente piensa esto que digo.

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    1. Estimado Cristian,
      lo que usted plantea es el rol y el carisma del Papa en cuanto Maestro infalible de la Fe, instituido de tal modo por Jesucristo. Hoy sobre esta cuestión de la infalibilidad pontificia hay mucha confusión, y algunos confunden al Papa con un modernista. Pero yo he escrito el artículo a propósito, a fin de que se supiera distinguir cuando es lícito criticar al Papa y cuando no lo es.

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