Por orden de Jesús, en estos dos milenios de historia del cristianismo, comenzando por Pedro hasta hoy, los Papas, ya sea por sí solos o como presidentes de los Concilios ecuménicos, siempre nos han explicado cómo deben ser entendidas aquellas determinadas palabras de Cristo o ciertas doctrinas de san Pablo o de san Juan que no son inmediatamente comprensibles, sino que más bien crean dificultades o parecen imposibles o suscitan discusiones o se prestan a interpretaciones contradictorias. Los Papas nos explican cuál es la correcta interpretación y excluyen los errores. [En la imagen: fragmento de un mosaico del interior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, mostrando a Cristo entregando las llaves de la Iglesia a San Pedro].
Cristo ha encargado a Pedro explicarnos sus enseñanzas
----------En el periódico on line La Nuova bussola quotidiana del 20 de enero pasado apareció un artículo de Tommaso Scandroglio titulado: Critiche al Papa, come e quando sono lecite. El artículo también apareció en la versión en castellano del mismo cotidiano, bajo el título Críticas al Papa: Cómo y cuándo son lícitas. Ya me he referido a este artículo en mi post ¿Qué significa que el Papa habla ex cathedra?, del pasado 30 de enero, una publicación que en este blog recibió muchos comentarios de los lectores; lo cual me ha convencido que hace falta una nueva mirada, más detallada, sobre el tema en cuestión.
----------Esta temática es de extrema actualidad y muy interesante. Tiene razón Scandroglio al decir que es el punto en torno al cual gira la actual conflictividad en el seno de la Iglesia.
----------Pero yo no diría, como sostiene el autor, que uno de los dos partidos en conflicto, el de los modernistas, considere al Papa infalible en todo lo que hace y dice. En realidad, los neo-modernistas más bien interpretan a su favor palabras y hechos del Papa, que a menudo se prestan a una interpretación de perfil modernista. Pero ellos no tienen ningún escrúpulo en atacar al Papa duramente y acusarlo de conservadurismo cuando el Papa se muestra abiertamente testigo de la tradición o da a entender su oposición al modernismo. En efecto, ellos no creen en absoluto en la infalibilidad pontificia, porque, como buenos modernistas, tienen de la verdad una concepción subjetivista, relativista e historicista.
----------El defecto de la argumentación de Scandroglio en su artículo de La Nuova bussola quotidiana está en el hecho de que él no interpreta bien la famosa expresión ex cathedra, casi referida por Scandroglio solo a las definiciones solemnes de nuevos dogmas en circunstancias extraordinarias. Pero las cosas, como demuestro en este artículo, no son así en absoluto, porque, si fuera verdad lo que dice Scandroglio, de eso resultaría que más allá de esas circunstancias rarísimas, podríamos estar autorizados a acusar al Papa de herejía, lo que no es posible en absoluto. Veamos cómo van las cosas, y lo haremos por orden.
----------Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio nos da algunas enseñanzas que son muy claras, como por ejemplo que si no guardamos los mandamientos divinos no podemos ir al paraíso del cielo, o que nuestro hablar debe ser sí, sí, no, no, o bien que no podemos servir a dos señores.
----------Estas enseñanzas las comprendemos por nosotros mismos, solos, sin necesidad de que nadie nos las explique: ellas responden a nuestra necesidad natural de justicia y de honestidad.
----------O bien, en otras ocasiones, nuestro Señor Jesucristo nos dice en el Evangelio que debemos amarlo por encima de todo, o que Él existe de modo absoluto, o que tiene el poder de resucitar a los muertos, o que al final del mundo vendrá a acoger en el paraíso del cielo a los buenos y alejará de sí a los malvados, o que si no comemos su carne no tendremos en nosotros la vida eterna.
----------Estas enseñanzas no son ininteligibles; ellas sin embargo nos hacen entender que Nuestro Señor quiere mostrarse a nosotros como Dios, como dador de vida eterna. El problema es cómo es posible que un hombre sea Dios y cómo aclarar lo que dice. Absurdo sería confundir la naturaleza humana con la divina o comer a Dios. ¿Pero no podría ser que una sola persona divina subsista en dos naturalezas?
----------Estas enseñanzas, a decir verdad, no son claras, parecen absurdas, pero reflexionando nos damos cuenta de que no son imposibles. Son sólo misteriosas, sobrepasan nuestra capacidad de comprensión y sentimos la necesidad de que alguien nos las explique, que nos diga cómo son posibles.
----------Y, de hecho, como sabemos, Cristo ha encargado al Papa, sucesor de Pedro, que se haga su intérprete, que nos explique cómo son posibles o creíbles y qué quieren decir ciertas palabras suyas que a nosotros nos parecen imposibles o insensatas o irracionales o escandalosas.
----------Así ha sucedido que por orden de Jesús, en estos dos milenios de historia del cristianismo, comenzando por Pedro hasta hoy, los Papas, ya sea por sí solos o como presidentes de los Concilios ecuménicos, siempre nos han explicado cómo deben ser entendidas aquellas determinadas palabras de Cristo o ciertas doctrinas de san Pablo o de san Juan que no son inmediatamente comprensibles, sino que más bien crean dificultades o parecen imposibles o suscitan discusiones o se prestan a interpretaciones contradictorias. Los Papas nos explican cuál es la correcta interpretación y excluyen los errores.
----------El Papa, cuando enseña a la Iglesia desde la cátedra de Pedro, es decir, cuando, a cualquier nivel o grado de autoridad, nos presenta el dato revelado, nos media infaliblemente, porque está asistido por el Espíritu Santo, la doctrina de Cristo. Pero se debe notar también que el magisterio del Papa nos viene mediado a su vez por los obispos y por los teólogos, dogmáticos o sistemáticos y por los biblistas, es decir, los exegetas. Estos, en la medida en que actúan o implementan esta mediación, son también ellos infalibles; pero, en cuanto expresan sus interpretaciones de la Escritura o del Magisterio, pueden equivocarse.
----------¿Qué diferencia hay entre el oficio del obispo y el del teólogo? Que el obispo es maestro de la fe para todo el pueblo de Dios, doctos y simples, mientras que el teólogo está al servicio sobre todo de los doctos poniendo las verdades de fe en relación con la cultura, la ciencia y la filosofía.
----------En el ámbito de esta temática, Lutero se equivocó al querer sustituir al Obispo y al Papa por el teólogo y el biblista, tomando como pretexto que el hecho de que el simple fiel posee el Espíritu Santo para comprender la Palabra de Dios. Pero el caso es que el fiel posee el Espíritu de verdad solo en cuanto se mantiene en comunión con el Obispo y con el Papa, que constituyen la guía decisiva en el conocimiento de la verdad cristiana. Si, por el contrario, el cristiano se sustrae a esta guía, pierde la asistencia del Espíritu, por lo cual ha sucedido y sucede que la interpretación de la Escritura, no iluminada por el carisma petrino, pierde y ha perdido en muchos casos por los seguidores de Lutero su perspicacia, ocultando su verdadero significado, que en muchos casos ha sido malinterpretado y, de todos modos, no es captado.
----------Pero hay todavía algo más. A lo largo de los siglos, los teólogos han profundizado continuamente tanto en las enseñanzas de Nuestro Señor como en las explicaciones que han dado los Romanos Pontífices a los dogmas y en general a sus enseñanzas, han propuesto sus explicaciones sometiéndolas o no sometiéndolas al juicio de los Papas, y el hecho es que los Papas o simplemente han permitido su difusión sin pronunciarse o se han expresado, ora aprobando ora rechazando o refutando.
----------Otra cosa a tener en cuenta es que desde los primerísimos tiempos del cristianismo ha habido teólogos o fieles, los cuales han acusado a los Papas de haberse equivocado al interpretar ciertas palabras del Señor o de haber contradicho sus claras enseñanzas o contradicho a ciertas interpretaciones hechas por Papas precedentes o de descuidar transmitir ciertas enseñanzas del Señor.
¿Puede un Papa ser hereje?
----------Una cuestión que se ha planteado desde los inicios del cristianismo ha sido la de aclarar si el Papa al interpretar o transmitir las palabras de nuestro Señor Jesucristo puede equivocarse, engañarse o engañar. De como se expresa Cristo en los Evangelios, podemos decir que no.
----------De hecho, si el Papa se equivocara en esta materia, deberíamos decir que Cristo se ha equivocado o nos ha engañado al asegurar a Pedro su asistencia. Por eso, cuando nos parezca que el Papa se equivoque, es necesario hacer una atenta y benévola verificación y una adecuada hermenéutica, y veremos que no es así, y que los que nos equivocamos somos nosotros en el interpretar las palabras del Papa, que a lo sumo puede haberse expresado de modo impropio o equívoco o ambiguo o incorrecto.
----------Lo que en primer lugar los Papas han aclarado en la historia del cristianismo es el hecho de que cuando como maestros de la fe e intérpretes o vicarios de Cristo, sucesores de Pedro, de la cátedra de Pedro (ex cathedra Petri) enseñan oficialmente y públicamente a toda la Iglesia ordinariamente o extraordinariamente, simplemente o solemnemente, innovativamente o tradicionalmente, las verdades de fe, es decir, cuando enseñan en materia de fe, pueden hacerlo según tres grados de autoridad (esta clarificación se encuentra en la Nota doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe a la Carta Apostólica Ad tuendam fidem de san Juan Pablo II, de 1998): o definen el dato revelado (definición dogmática o dogma definido, 1° grado, evento muy raro) o en materia relacionada con la fe directamente (2° grado, evento frecuente) o indirectamente (3° grado, evento frecuentísimo), son infalibles, es decir, enseñan la palabra de Cristo que no pasa, o sea una doctrina divina y de fe, siempre y ciertamente verdadera, irreformable, definitiva, inmutable, no falsificable y no revocable.
----------En base a cuando he dicho, debemos añadir que el Papa es el único cristiano que puede pecar contra todas las virtudes, pero no contra la fe, ni puede perderla, por lo que no puede ser formalmente hereje, es decir, sostener conscientemente, voluntariamente, maliciosamente y obstinadamente la herejía presentándola como verdad de fe. Los casos famosos de los papas Liberio, Honorio y Juan XXII, vienen citados por algunos para sostener que de hecho han existido Papas herejes. Pero históricamente se demuestra que ellos no han querido sostener ex cathedra su error. Con respecto al caso del papa Honorio véase: J.V.De Groot, Summa apologetica de Ecclesia catholica ad mentem Thomae Aquinatis, Ratisbonae 1906, pp.626-634. Respecto al papa Juan XXII, consúltese: Andrea Vaccaro, Il dogma del paradiso, Edizioni PUL, Roma 2005.
----------La hipótesis de san Roberto Belarmino acerca del Papa herético, hipótesis hoy citada por algunos, no debe ser interpretada como si Belarmino quisiera aludir a una posibilidad real, sino que se trata solo de la demostración de una consecuencialidad lógica de un dato y no concedido: si un Papa favoreciera la herejía, es lógico que decaería de su oficio. Los actuales enemigos del papa Francisco niegan que él sea Papa porque, al decir de ellos, sería fautor de la herejía, y para esto pretenden apoyarse en Belarmino.
----------Por otra parte, es necesario distinguir el magisterio pontificio doctrinal, vale decir, en el ámbito teórico-dogmático o moral, de la enseñanza pastoral y de las disposiciones o directivas disciplinarias, litúrgicas o jurídicas. El primero es infalible en los tres grados, es decir, enseña siempre la verdad; en el segundo, el Papa puede equivocarse por imprudencia o injusticia. Sobre esta segunda materia el Papa puede arrepentirse y puede ser refutado o corregido.
----------Lo primero que el Papa nos enseña es la sana y genuina doctrina de Cristo, son los dogmas y los artículos de la fe, son esas nociones sagradas y divinas, aclaradas y explicadas por los Papas que le han precedido, verdades eternas para contemplar y para poner en práctica. Por eso el Papa al magisterio hace seguir la pastoral, es decir, nos dice qué debemos hacer para poner en práctica las verdades creídas.
----------Sin embargo, mientras el Papa es infalible al enseñarnos la verdad dogmática y moral, puede equivocarse o pecar en las disposiciones contingentes pastorales, vale decir, en la aplicación positiva, circunstanciada, casuística, jurídica, litúrgica, ceremonial, disciplinaria, prudencial y particular del dogma moral o de la ley natural y divina, por él enseñada infaliblemente en cuanto verdad de fe.
----------Añadimos que el hecho de que el Papa no pueda equivocarse en el enseñar la doctrina de la fe, mientras pueda equivocarse en la pastoral o en el gobierno de la Iglesia, se refleja en la autoridad de los organismos de la Santa Sede y en los dicasterios de la Curia romana. Así, el único dicasterio cuyas declaraciones son infalibles es el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Todos los demás pueden equivocarse.
----------Finalmente, es necesario distinguir la infalibilidad pontificia personal de la infalibilidad sinodal. La primera pertenece al Papa y solo al Papa cuando enseña por cuenta propia; la segunda pertenece al colegio de Obispos con el Papa y bajo el Papa en el Concilio ecuménico.
----------Cabe agregar, por último que también el fiel es infalible al juzgar acerca de la verdad de fe, con la diferencia de que mientras el simple fiel, o sea cualquier miembro del Pueblo de Dios, no se equivoca al proclamar el símbolo de la fe, la infalibilidad pontificia no es simplemente aprehensiva o cognitiva, sino que es magisterial, es decir, el Papa es infalible también en el enseñar la doctrina de Cristo.
Jesús es claro. El Papa depende de Él. Quien rechaza al Papa rechaza el señorío de Cristo.
ResponderEliminarSergio: se hacen siempre comparaciones... Lamentablemente somos seres humanos... y pesamos y medimos a nuestra manera.
EliminarEl espíritu de una persona irradia tanto sea en el bien como en el mal, a su alrededor...
La oración es el vínculo de unión entre él y nosotros. ¡Oración... oración... oración!
Estimada Rosa Luisa,
Eliminardebemos tener comprensión también por los defectos humanos del Papa y por eso usted hace bien en rezar por él, tanto más cuanto que lo pide él mismo.
"Tú eres Pedro..."
ResponderEliminarAparte de que son pocos los que utilizan la razón integrada con la fe y la oración, muchísimos se sienten superiores a San Roberto Belarmino, si no incluso a San Pablo Apóstol, y lanzan acusaciones y escupen veneno sobre la Iglesia y el Santo Padre... Me parece que tiene mucho sentido citar estas situaciones feísimas que hoy se dan en la Iglesia... Tal vez esa actitud maléfica esté de moda, tal vez se sientan solidarios con los columnistas del gran hermano o de la isla de los famosos.... Es verdad que la ignorancia genera una soberbia enorme... la ignorancia de los internautas, como dice un párroco que conozco.... que Dios nos ayude....
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminares necesario tener paciencia, recuperar lo positivo, dar el buen ejemplo y alimentar la esperanza.