miércoles, 15 de mayo de 2024

El significado del sufrimiento: Job y Jesucristo (1/2)

Dios aprueba a Job porque ha permanecido sustancialmente fiel a Él, no obstante la durísima prueba, y Job ha entendido que es necesario recibir de las manos de Dios también el sufrimiento, aunque siga siendo un misterio el motivo por el cual Dios envía el sufrimiento al inocente. Job, así, ha vencido su tentación de rebelarse contra Dios, de juzgarlo injusto y cruel, y reconoce su sabiduría y bondad aunque le haya enviado la desventura, sin saber por qué motivo, pero fiándose de Él. [En la imagen: fragmento de "Job", óleo sobre lienzo, de 1880, obra de Léon Bonnat, conservado y expuesto en el Musée d'Orsay, París, Francia].

Estamos naturalmente inclinados a rechazar el sufrimiento en nosotros y en los otros
   
----------Nuestra naturaleza percibe el sufrimiento como algo odioso y repugnante, por lo cual somos llevados espontáneamente a combatirlo, a huir de él y a evitarlo o al menos, si no se lo puede eliminar o si no podemos liberarnos de él, si no se lo puede superar o quitar de encima, busca aliviarlo o disminuirlo. Importante virtud es la paciencia o el soportar el sufrimiento, paciencia obtenida a través de diversos medios, entre los cuales muy importante es el de encontrar una razón para el sufrimiento, ya que el saber por qué algo sucede, es siempre para nosotros, animales racionales, fuente de placer.
----------El sadismo y el masoquismo, la crueldad, el autolesionismo, el gusto de sufrir y hacer sufrir, el amor al dolor como tal, son inclinaciones perversas necesitadas de cura o tratamiento psiquiátrico, o vicios abominables contra la naturaleza, son pecados graves contra la legítima necesidad de felicidad, de placer, de goce y de bienestar, frente al sano y natural amor de sí mismo y del prójimo.
----------Tener piedad por el que sufre, sobre todo si es inocente, trabajar para consolar a los que sufren, ser compasivos, compartir el sufrimiento del otro, si no se puede hacer nada más para aliviar o eliminar el sufrimiento por cualquier medio lícito en nosotros y en los otros, es un preciso deber de caridad y de misericordia.
----------Conocer la causa del sufrimiento es útil también para el arte médico, para poder eliminarlo tratando la enfermedad que es causa del sufrimiento. Hoy en día la medicina dispone de productos anestésicos, sedativos, calmantes y analgésicos que nos resultan de gran beneficio para quitar el dolor.
----------Una tentación puede ser la de considerar como un mal absoluto no el pecado, sino el sufrimiento, que nunca podría ser deseable, aceptable, útil, reparador, ventajoso y digno de amar, sino que sería siempre odioso y debería evitarse por cualquier medio, absolutamente por cualquiera, incluso al costo de desobedecer la ley divina. Se cree, como los buenistas, que Dios no quiere ningún mal, ni el mal de culpa ni el mal de pena, ni castigos, ni penitencias, ni renuncias, ni esfuerzos ni sacrificios.
----------De este modo, actualmente se ha llegado a sostener la legitimidad de la eutanasia, del suicidio, del aborto, de toda forma de egoísmo, del rechazo del sacrificio, de la renuncia a los votos religiosos, o al compromiso ascético y penitencial. Es cierto que existen sufrimientos insoportables, ante los cuales incluso un sujeto ejercitado en la paciencia puede desplomarse.
----------Si alguien para escapar del incendio en su apartamento se arroja por la ventana, se lo puede comprender. A alguien que, habiendo perdido la razón por el dolor, se suicida, se lo puede excusar. Si alguien, amenazado por el cuchillo de un musulmán, renuncia a Cristo, se lo puede comprender. El martirio no es un don dado a todos.
----------No es excusable quien para salvar su pellejo se sustrae al deber de luchar por su patria en peligro. No es excusable el médico que para evitar el riesgo del contagio se sustrae a su deber de atender a los enfermos. No es excusable quien para liberarse del peso de la culpa se abandona a los placeres carnales.
----------Los filósofos paganos se han preguntado: ¿por qué, si nosotros buscamos el placer y el bienestar, si tenemos necesidad de vida, de alegría y dicha, paz, armonía y serenidad, por qué si a nosotros nos repugna el mal, existen invencibles e irremediables el sufrimiento, el tormento, la angustia, la perturbación, la inquietud, el conflicto, el dolor, el mal, la muerte? Si es bello el amor, ¿de dónde viene el odio? Si estamos por naturaleza inclinados a hacer el bien, ¿por qué existe una voluntad mala? ¿Por qué sentimos el impulso al mal? Si todos somos hermanos, ¿por qué nos odiamos entre nosotros?
----------La conclusión a la cual llegaron los antiguos paganos fue que dado que no podemos vencer el mal y el sufrimiento, estos no tienen una causa, no tienen un por qué, no son efecto de ninguna mala voluntad originaria o primordial, a la cual se le pueda pedir cuenta de tal injusticia y odio hacia el hombre.
----------Dios mismo es el principio tanto del bien como del mal, Dios mismo se alegra y sufre, Dios mismo es bueno y malo al mismo tiempo, justo e injusto, Dios mismo está en conflicto consigo mismo. Dios es ciertamente bueno y misericordioso, pero no es omnipotente, sino que él mismo es incapaz de remediar todos los males, hasta el punto de que él mismo sufre y no puede liberarse de su sufrimiento.
   
La respuesta de los antiguos paganos
   
----------Para los antiguos paganos el sufrimiento existe porque es justo, es divino que exista en nosotros el sufrimiento. El dios mismo, como cada uno de nosotros, está sujeto al Fatum o al Destino. No debemos hacer preguntas ni acusaciones al Fatum, sino que simplemente se lo debe aceptar, porque en cualquier caso los hombres y los dioses hacen forzosamente su voluntad.
----------Los paganos se han preguntado: ¿por qué no es posible llegar nunca a eliminar el sufrimiento y el pecado? Ante esta gravísima cuestión, que es más bien el misterio del origen y del por qué o de las causas primarias o de los responsables o culpables originarios del dolor y de las desventuras humanas, constatando su universalidad e invencibilidad, los paganos, en particular los estoicos, concluyeron que el sufrimiento no puede y no debe ser eliminado, porque el sufrimiento es divino.
----------Por su parte los budistas, en cambio, firmes en la idea de que Dios es feliz, beato, creyeron que sea posible liberarse del sufrimiento extinguiendo todo deseo de actuar, debido a que el deseo trae consigo inquietud e insatisfacción, ya que un deseo que a nosotros nos parece bueno, en realidad es malo, y debemos extinguirlo sumergiéndonos en la paz contemplativa del nirvana.
----------En cualquier caso, la conclusión de los sabios paganos fue que lo que a nosotros nos parece malo (el sufrimiento), en realidad es bueno, y lo que nos parece bueno (la acción), es malo. ¿El mal es sólo una apariencia o es necesario para que exista el bien? Todo en realidad está bien tal como está. Nosotros tenemos sólo el deber de aceptar el Destino, que de cualquier manera, lo queramos o no lo queramos, se realiza en todos.
   
La respuesta de la Biblia
   
----------En cambio, la Biblia nos enseña a no resignarnos al mal, a llamarlo por su nombre, a reconocerlo por aquello que es; la Biblia nos explica qué es el mal, por qué existe, quién lo ha inventado y cuáles son sus orígenes. La Biblia no nos da remedios ilusorios y esperanzas vanas, nos da la fuerza y los medios para alcanzar en Dios esa felicidad a la cual todos estamos llamados.
----------La Biblia nos enseña que las verdaderas desventuras, las verdaderas desgracias, no son los accidentes automovilísticos ni los terremotos ni las epidemias ni los lutos, ni las humillaciones, sino el fastidio por las cosas del espíritu, la sordera a la Palabra de Dios, el desamor por las virtudes, el apego al pecado, la falta de compasión por los que sufren, la pereza en el hacer el bien, el preocuparse sólo de uno mismo.
----------El conocimiento de la verdad tiene una gran fuerza de consolación. Si ya en Job la Biblia nos hace saber que el sufrimiento puede ser enviado por Dios para ejercitarnos en la paciencia y en la confianza de que si Dios lo envía es por un motivo válido, Jesucristo arroja sobre el sufrimiento una luz fulgidísima, dejando al mismo tiempo intacto el misterio, luz que nos da nueva e inmensa fuerza para aceptar por una parte su realidad y para continuar por otra el esfuerzo de la medicina, de la psicoterapia, de la pastoral y de la educación moral, para aliviar y posiblemente suprimir el sufrimiento.
----------Una cosa que nos cuesta entender es por qué ese Dios que nos da existencia y vida y nos permite obrar el bien, ese Dios que obra maravillas, que quiere nuestra salvación, ese Dios bueno, omnipotente, justo y misericordioso, ese Dios que frecuentemente nos socorre en la necesidad y nos ayuda a vencer las dificultades procurándonos alegría y satisfacción, ese Dios que tiene piedad de nosotros, que nos alivia de la miseria y que nos consuela en el sufrimiento, ese mismo Dios, en otros momentos en cambio, nos deja presos de angustias terribles, nos deja que quedemos afectados por la desventura, no nos socorre, no nos da fuerza, sino que permite que seamos humillados y vencidos por nuestros enemigos, deja que fracasemos en una empresa que hemos emprendido y hemos realizado para Él, que seamos incomprendidos por personas buenas, que suframos injusticia de parte de los prepotentes, deja impunes a los malhechores y permite que sufran los inocentes. Nos parece en estos momentos malos que Dios no sea misericordioso, que sea imprudente, precipitado, voluble, injusto y cruel. ¿Esto es acaso posible?
----------Nos vienen impulsos de reprocharLe y de maldecir contra Él. Nos vienen deseos de recurrir a otros dioses o a otros poderes. O bien caemos en la desesperación hasta el punto de desear la muerte. O estamos tentados a decirLe como Leopardi a Ahriman: ¿quieres mi muerte? Pues bien, ¡quiero mi muerte! O como Lutero: ¿quieres enviarme al infierno? Pues bien, obedezco, ¡me voy al infierno! O bien, como Nietzsche: debemos amar el Fatum, el destino. O como los estoicos: ¡todo está bien así! O bien como Hegel: incluso el mal es bueno.
----------Nos cuesta entender que Dios es bueno y misericordioso también cuando nos envía el sufrimiento. Creemos que un Dios bueno no debe querer nunca el sufrimiento: sería un Dios cruel; sino que sólo alivia y libera del sufrimiento, quita el sufrimiento y da la alegría y el bienestar. Si el punir está ligado al sufrimiento, el verdadero Dios no hace sufrir, no castiga a nadie, sino que perdona a todos y hace felices a todos.
----------Examinemos ese personaje bíblico bien conocido: Job, hombre inocente que, golpeado por la desventura, comprende inmediatamente cómo el sufrimiento puede ser enviado por Dios: "El Señor ha dado, el Señor ha quitado, ¡bendito sea el nombre del Señor!" (Jb 1,21). Esto quiere decir que si el sufrimiento es enviado por Dios que es bueno, puede que no sea algo malo, puede que no sea un mal.
----------Entonces, un Dios que envía el sufrimiento no es un Dios malo. Sino que si lo envía, quiere decir que habrá un por qué lo envía, ya que Dios no puede hacer nada irrazonable o sin motivo. Sin embargo, Job no puede entender este por qué o este motivo. Entonces se confía de Dios. Y razona así: si Dios, que es bueno, me envía el sufrimiento, que sin embargo es un mal que me repugna y que siento que no merezco porque soy inocente, eso querrá decir que o lo transforma en bien o que en todo caso puede ser bueno y benéfico.
----------Una cosa interesante en Job es el hecho de que él, al menos por lo que narra la Escritura, parece ignorar que las desventuras que le han sucedido le vienen directamente del diablo. Habría podido agarrársela con el diablo. Pero de cualquier modo quedaría siempre abierto el problema: ¿por qué Dios ha dado vía libre al diablo?
----------Job ni siquiera se enoja tampoco con los ladrones. En cambio, él parece dirigirse en sus pensamientos directamente a Dios, haciéndole a Él mismo responsable, también como Señor, de esa naturaleza que se ha arrojado contra él. Entiende que en el origen de todas esas desgracias está Dios, y al principio protesta duramente contra Él. Pero al mismo tiempo siente que debe tomar de Sus manos cuanto le ha sucedido. Permanece así oscilante hasta que Dios mismo le habla, recordándole que debe fiarse de Él.
----------Otra cosa digna de señalar es que Job se siente inocente. Nos podríamos preguntar: ¿pero entonces por qué habla de un Redentor? Esto hace pensar que Job, exento de pecados personales y, desde este punto de vista, no merecedor de castigo, aunque no hable de las consecuencias del pecado original, debe de todos modos haber tenido consciencia, aunque oscuramente, de ser también él un hijo de Adán.
----------Los amigos de Job le dicen: "¡si sufres es señal de que has pecado y eres castigado! ¡Tienes que pagar! ¡Evita el pecado y verás que Dios no te castiga!". Job les objeta, diciéndoles que él es inocente. Sin embargo, comprende que es Dios quien lo hace sufrir y por eso le interroga: "hazme saber por qué me eres adversario".
----------Lo sorprendente, de todos modos, es que Job parece no conocer la doctrina del pecado original. Si la hubiera conocido, tal vez no habría estado tan seguro de su inocencia y habría entendido que cuando nos llegan las desventuras no es porque Dios esté enojado con nosotros y ni siquiera es necesariamente porque hayamos cometido pecados personales, sino porque somos nosotros quienes nos encontramos en estado de aversión frente a Él y pagamos las consecuencias del pecado de nuestros primeros progenitores.
----------Es interesante cómo Job resiste a la tentación de culpar a Dios y, aunque manteniendo la convicción de que Él, por sus misteriosas razones, puede enviar desgracias incluso a los inocentes, mantiene firmísima la convicción en la infinita bondad de Dios y en su infinito amor por el hombre y por la vida: "¡Yo sé que mi Redentor vive y que él, el último, se alzará sobre el polvo. Y después que me arranquen esta piel, yo, con mi propia carne, veré a Dios. Sí, yo mismo lo veré, lo contemplarán mis ojos, no los de un extraño" (Jb 19,25-27).
----------En cierto momento Dios se revela a Job y lo reprende por sus quejas y sus protestas: "¿Quieres realmente anular mi sentencia, y condenarme a mí, para justificarte?" (Jb 40,8). Y Job responde: "Yo sé que tú lo puedes todo y que ningún proyecto es irrealizable para ti. Sí, yo hablaba sin entender, de maravillas que me sobrepasan y que ignoro. Escucha, déjame hablar; yo te interrogaré y tú me instruirás. Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos. Por eso me retracto, y me arrepiento en el polvo y la ceniza" (42,2-6).
----------Llegándose a este punto, Dios aprueba y alaba a Job, y en cambio reprende a sus amigos: "No habéis dicho la verdad acerca de mí, como mi servidor Job" (Jb 42,8). Ellos se equivocaron al decir que Job era castigado por sus pecados, porque, si es cierto que Dios castiga el pecado, puede, sin embargo, por sus propias motivos incuestionables, hacer sufrir también a un inocente.
----------Dios aprueba a Job porque ha permanecido sustancialmente fiel a Él, no obstante la durísima prueba, y Job ha entendido que es necesario recibir de las manos de Dios también el sufrimiento, aunque siga siendo un misterio el motivo por el cual Dios envía el sufrimiento al inocente. Job, así, ha vencido su tentación de rebelarse contra Dios, de juzgarlo injusto y cruel, y reconoce su sabiduría y bondad aunque le haya enviado la desventura, sin saber por qué motivo, pero fiándose de Él.

22 comentarios:

  1. Estos son tiempos lejanos ,para recordar ... Perdóneme si me aprovecho. Espero que, de todos modos, aprecie lo que comentaré. Hay un debate también entre nosotros los católicos... Dios castiga por los pecados de los hombres a través de castigos ? En 1908 hubo un terremoto que afectó a Calabria y Mesina y destruyó todo en las orillas. Se dice que la magnitud alcanzó los XI grados Mercalli , ciertamente los 7 y más . En total se contaron 120 mil víctimas . A los daños causados se añadió un maremoto . Las olas llegaron a 6 , 12 ,13 mt según la localidad. Los supervivientes se habían amontonado en la orilla del mar en busca de una protección engañosa. De repente las aguas se retiraron y al cabo de pocos minutos tres olas gigantescas añadieron al ya trágico balance destrucción y muerte. En su retirada, la marea absorbió barcos muertos y heridos. Pero para poder entender más ,hay que leer las advertencias que Don Juan Bosco hizo a la casa de Saboya ,realizadas en su totalidad. Hubo un tiempo en que la Iglesia Católica tenía muy claro que la masonería fuera contra iglesia , la iglesia de Satanás. Los más grandes Papas tenían muy claro esto . Luego, en un momento dado, hubo un colapso . Recuerden la muerte de Juan Pablo I .... sus 33 días . Ese humo de . Satanás del que habló Pablo VI. Recordad que Benedicto XVI en su primera homilía dijo '' Rezad por mí, para que por miedo yo no huya delante de los lobos' Y el rayo que golpeó la cúpula de San Pedro el día en que fue obligado a ir al exilio en Santa Marta . Se puede leer lo que dijo a los magistrados el empresario Biagio Grasso de la ciudad de Messina. '' Esa maldita ciudad', la llama '' La ciudad administrada al cien por cien por la masonería 'Aquí la masonería cuenta más que la mafia ''. Pero ahora la iglesia del jesuita Bergoglio , la Iglesia de Cristo y de los santos, recibe 70 alabanzas de las logias. El domingo 27 de diciembre de 1908,aparecieron en la ciudad sobre las paredes ( Messina ) escritas con la inscripción 'Jesucristo nunca existió ' y para corroborar la afirmación impía ,por la noche después de un debate público hubo una procesión blasfema que llegó hasta la playa. Aníbal María de Francia, conociendo la realidad de la ciudad , unos años antes previó el terremoto. En Mesinä hay espiritismo, hay maguerías, hay encantamientos . Los Mesinos son la deshonestidad convertida en hábito; está la avaricia y la dureza del corazón por la que se dejan perecer los pobres y el dinero se gasta en el lujo. Y como recuerda De Mattei con razón ,uno de los pocos que recuerda ... Una de ellas fue la destrucción de Varsovia por los abortos que se practicaban en la ciudad polaca o incluso el fin del Imperio romano a causa de la sodomía rampante .

    Patricia E.

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    1. Estimada Patricia,
      las desgracias de la vida presente son la consecuencia del pecado original. Por este motivo la naturaleza nos es hostil. Ciertamente la naturaleza no actúa por cuenta propia, sino que está bajo el gobierno de la divina Providencia. Por eso las calamidades naturales deben ser vistas con ojo de fe, como nos enseña el libro del Apocalipsis, es decir, como invitaciones o llamadas o reclamos del Señor a convertirnos y a hacer penitencia.
      El papa Francisco, por supuesto, sabe estas cosas mejor que nosotros, pero en su predicación prefiere insistir en recordarnos que el Señor está siempre cerca de nosotros, incluso en las grandes pruebas, mientras que obviamente nosotros para poder gozar de la misericordia de Dios debemos arrepentirnos y volver al Señor.
      Por cuanto respecta a la simpatía de la masonería por el Papa, ciertamente es una movida de la masonería que intenta atraerse la benevolencia del Papa.
      Lo cierto es que la masonería hoy ya no tiene la ferocidad que tenía en tiempos de León XIII, a tal punto que lo había obligado a escribir una encíclica severísima contra la masonería.
      Conozco desde hace muchos años esta asociación y debo decir que, como todas las formaciones humanas, junto a lo negativo existe también lo positivo. Pero el riesgo de hoy es el de descuidar la vigilancia necesaria para protegerse de las insidias de esta asociación, que sigue queriendo la destrucción de la Iglesia.
      De hecho, como usted sabrá, los últimos Papas, junto al reconocer las instancias aceptables o aspectos positivos de la masonería, no dejan de alertarnos a la vigilancia. De hecho, muy recientemente, el Papa, a través del Dicasterio de la Fe, nos ha vuelto a recordar que los fieles católicos no podemos inscribirnos en las asociaciones masónicas.

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    2. Padre: me ha tranquilizado un poco ,pero no del todo . No veo nada positivo ,no se puede decir abiertamente la verdad . Porque es peligroso .

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    3. Estimada Patricia,
      lo negativo supone lo positivo, en cuanto se asemeja a una enfermedad, la cual existe solo si existe el enfermo, el cual por otro lado posee aspectos positivos. Por lo tanto usted, para consolarse y animarse necesita considerar los aspectos positivos de la situación actual, de lo contrario, si solo mira lo negativo, es lógico que usted se desanime y que incluso se sienta tentada a seguir los malos ejemplos.

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  2. ¿Antes del pecado de Adán y Eva hubo catástrofes naturales?

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    1. Estimado Jorge,
      las catástrofes naturales forman parte de la evolución normal de la historia de la tierra y del universo en general.
      Ahora bien, lo que podemos pensar acerca de las catástrofes naturales antes del pecado original, es que nuestros primeros progenitores en el Edén habían recibido de Dios tal poder sobre la naturaleza, que podían evitar que ella les hiciera daño. Creo que esta es una hipótesis admisible.
      Ciertamente, el hecho de que ahora la humanidad no pueda defenderse de las calamidades naturales, es una consecuencia del pecado original.
      Sin embargo, el progreso técnico asegura al hombre el dominio progresivo sobre la naturaleza, que podemos considerar como una restauración, aunque imperfecta, de la condición feliz del estado edénico. La prospectiva de la resurrección final implica la perfección de esta recuperación y, además, el estado de hijos de Dios, que no estaba previsto en el Edén.

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    2. Entonces, antes del pecado original existieron las catástrofes naturales.

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    3. Estimado Jorge,
      yo pienso que antes del pecado original las leyes de la evolución de la naturaleza eran las mismas que las que han seguido a dicho pecado.
      De modo que lo que podemos pensar es que la pareja primitiva tenía de Dios la posibilidad de hacer de modo que las catástrofes naturales no les dañaran y de hecho de utilizar esas fuerzas naturales a su servicio.
      En cambio, después del pecado original, y con el pecado original a cuestas (en nuestra condición de naturaleza humana caída) ya no hemos sido capaces de dominar esas fuerzas naturales y en este sentido la naturaleza se nos ha vuelto hostil.
      Sin embargo, gracias a la ayuda divina, la humanidad, que comenzó su camino después de la culpa original, ha ido recuperando progresivamente aunque parcialmente las fuerzas perdidas por el pecado, aunque todavía hoy la humanidad tiene mucho camino por recorrer para una restauración plena de las condiciones edénicas, aunque de todos modos recibe de nuestro Señor Jesucristo la posibilidad de participar en su filiación divina, lo cual es una prospectiva que nos ha dado Cristo y que no existía en el estado edénico.

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    4. Dice el teólogo Silvio Barbaglia: "Dejemos de lado la idea de la naturaleza virgen; para entender el Edén debemos mirar el jardín como una experiencia de ciudad. Es el jardín cercado, la idea del hortus conclusus. El relato bíblico está escrito teniendo en cuenta la cuestión de Jerusalén y del Templo. En los cuatro ríos del Edén en Génesis 2 se menciona a Gihon, el manantial que lleva el agua a Jerusalén y que fue el centro de las obras de canalización del rey Ezequías. El mismo rey que había tratado de desterrar la idolatría, en un camino que luego Israel había abandonado: por esto -en la lógica bíblica- había llegado la experiencia del exilio (que es, pues, la expulsión del Edén). El relato, por tanto, más que como punto de origen se lee en la perspectiva de una mirada sobre el fin: el Edén es la esperanza en el tiempo del exilio".

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    5. Estimado Jorge,
      las observaciones de Barbaglia presentan un aspecto interesante, que pone en relación el exilio babilónico con el relato del Edén, como si significara la nostalgia de un período feliz con el rey Ezequías.
      Sin embargo, la negativa de Barbaglia a considerar el Edén como estado de inocencia contrasta con la doctrina de la Iglesia, por lo cual su interpretación no se puede aceptar.
      El dogma del Edén es conexo con el dogma del pecado original, el cual es una caída del estado de inocencia y conlleva una corrupción de la naturaleza humana, que viene reparada por la redención obrada pr Cristo, El cual restaura la inocencia primitiva y, aún más, la eleva a una condición escatológica que implica la adición de la filiación divina.

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  3. Concuerdo con lo de la «vigilancia necesaria para protegerse de las insidias de esta asociación, que sigue queriendo la destrucción de la Iglesia». ¿La destrucción de la guía petrina y la domesticación de la guía que se hace democrática?

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    1. Estimado Carlos,
      la masonería se propone destruir a la Iglesia en su aspecto sobrenatural, en cuanto que la Iglesia es comunidad que Cristo ha puesto a la guía del género humano en orden a la salvación.
      En cambio, el objetivo de la masonería es el de sustituirse a la Iglesia en la tarea de guiar a la humanidad hacia la justicia, la libertad y la paz.
      Por tanto, la masonería sabe apreciar los aspectos de vida democrática en la Iglesia, pero al mismo tiempo quiere destruir el elemento sobrenatural, es decir, la doctrina y el gobierno llevado a cabo por los Pastores de la Iglesia.
      Además, la masonería apunta a una hegemonía sobre todas las religiones, que ella considera como simples agrupaciones basadas en visiones parciales, mientras que ella presume de tener esa visión universal que puede garantizar la unidad y la concordia del género humano.

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    2. Muy claro, Padre:, gracias! Estoy de acuerdo tanto con los aspectos de lo sobrenatural, donde los masones quieren reemplazar la salvación cristiana con su gnosticismo; como sobre la visión universal, donde querrían reemplazar la fraternidad cristiana con su fraternidad masónica.
      ¿Pero qué pasa con la solidaridad? Vea lo que escribía la Gran Logia Suiza Alpina para la Regla de la Masonería de 1782: «Cuando sientas los límites de tu naturaleza finita y tu alma se entristezca, ven a nuestros templos, observa el conjunto sagrado de los beneficios que nos unen y concurren eficazmente, según todas tus facultades, a los planes y empleos útiles que la asociación masónica te presenta y que realiza, saborea los dulces frutos de nuestras fuerzas combinadas y concentradas para un mismo objetivo; entonces tus recursos se multiplicarán.»

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    3. Estimado Carlos,
      la exposición de la solidaridad masónica me parece allí muy clara. En esencia, se parte de la concepción rousseauiana del hombre naturalmente bueno, no tanto en el sentido de que no se reconozcan las injusticias, sino en el sentido de que se considera que las fuerzas humanas, sobre todo si están políticamente organizadas, sean capaces por sí mismas de remediar las injusticias sin que sea necesario recurrir a verdades de fe y, por tanto, a la ayuda de la gracia divina.
      En esta visión, Dios aparece simplemente como el ideal de la razón práctica, según la moral kantiana, y no como un Dios personal que nos manda lo que debemos hacer y al que debemos rendir cuentas por lo que obramos. Sino que en la concepción masónica el hombre debe responder solo ante su propia conciencia, porque, según el masón como según Kant, el pecado no es una ofensa a Dios, sino que es solo una degradación de la propia dignidad.
      Los cristianos podemos aceptar este concepto, solo que nosotros precisamos que nuestra dignidad no está fundada en sí misma, sino que es creada por Dios. Lo que justifica que tengamos que responder de nuestras acciones no solo y no tanto ante el poder político, sino ante Dios.

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    4. Gracias por ayudar al discernimiento. A propósito de PECADO, esta mañana oí en la radio que entre los méritos de Cesare Beccaria (siglo XVIII) estaba el de distinguir entre delito y pecado; también yo diría al respecto que hay que distinguir, pero el criterio primario con el que juzgo y me hago juzgar "lo verdadero, lo bueno y lo justo de mis pensamientos, obras y omisiones" es lo que usted indicó: «nuestra dignidad no está fundada en sí misma, sino que es creada por Dios. Lo que justifica que tengamos que responder de nuestras acciones no solo y no tanto ante el poder político, sino ante Dios».

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    5. Estimado Carlos,
      la distinción de Beccaria es correcta y ya ha sido asumida en el lenguaje jurídico.
      Tanto el delito como el pecado son desobediencia a la ley: el primero, sin embargo, es violación de la ley civil; el segundo es desobediencia a la ley natural, a la ley divina y a las leyes eclesiásticas.

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    6. Hace 20 años, el democristiano italiano Rocco Buttiglione se sintió mal cuando fue rechazado por el Parlamento como comisario designado porque dijo: «Como católico considero la homosexualidad un pecado, pero no un crimen».

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    7. Estimado Carlos,
      quizás Buttiglione debía expresarse de otra manera, porque en realidad la homosexualidad, de por sí, no es un pecado, sino que es un dato de hecho consistente en una inclinación homosexual en lugar de heterosexual. Ahora bien, este simple dato de hecho aún no es pecado, sino que más bien es inclinación al pecado. El verdadero y propio pecado es el pecado de sodomía, es decir, el consentimiento voluntario a esta tendencia viciosa.

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    8. Eso es muy cierto. Tan cierto como que Buttiglione sabía y sabe que la inclinación no es pecado, pero sí lo es la sodomía y a esto quería referirse (estoy de acuerdo en que podría haber aclarado mejor, ya que hablaba 7 idiomas), pero probablemente lo habrían rechazado, hablando de sodomía en vez de homosexualidad.
      Cité eso de él de hace 20 años para decir que hoy se bendice no la inclinación, sino precisamente a aquellos que al Párroco y a través de Internet confirman la licitud de su práctica sodomítica, más aún, se definen como tales una bendición para la Iglesia: ¿no le parece una subversión en sólo pocos años del concepto de pecado?
      Poco importa del juicio de los parlamentarios europeos (viva la laicidad) mucho más el de la Iglesia, con los Obispos africanos que dicen que no se bendice el pecado (mientras Spadaro dice que hay que tener paciencia con ellos que deben madurar) y con los Coptos que precisamente por Fiducia supplicans dan un paso atrás en el diálogo con los católicos: aquí no se trata de disquisiciones terminológicas sobre las inclinaciones, sino de HECHOS, y graves tanto por la confusión doctrinal interna a la Iglesia católica, tanto para el diálogo ecuménico externo.
      Recemos a Dios por la paz, porque una guerra nuclear podría hacer que estas disquisiciones sobre los gays aparecieran como las que se hacían en los restaurantes del Titanic que ya había comenzado a hacer agua después de la colisión con el iceberg.
      Dios bendiga su Obra doctrinal, padre.

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    9. Estimado Carlos,
      sobre este tema de las bendiciones a las parejas homosexuales ya he hablado mucho en mi blog.
      El Papa ha sido muy claro sobre este punto: ¡no se bendice el pecado!
      ¿Cómo es posible dudar que un Vicario de Cristo haga la apología del pecado? ¿No es ésta una grave ofensa que se vuelve contra ese Cristo, del que el Papa es representante?
      En mis explicaciones he dicho y repetido que la bendición tiene por objeto todo lo bueno que hay en esas personas y la prospectiva de su conversión.
      ¡La oposición por parte de los obispos tiene un carácter de prudencia pastoral y no tiene nada que ver con una acusación hecha al Papa de bendecir el pecado!
      En cuanto a ciertos moralistas llamados "católicos", que sostienen que la sodomía ya no es pecado, son impostores, que para defender sus obscenidades no se avergüenzan de instrumentalizar las enseñanzas del Papa.

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  4. Estoy de acuerdo con usted, pero en mi opinión falta un pequeño detalle, que me parece que no es pequeño, es más, permítame, yo diría que la masonería es guiada por Satanás en persona, y que solo Satanás guía a sus seguidores, políticos, hombres de la Iglesia, personas de buena posición económica, etc. para que hagan de todo pra destruir a la Iglesia católica, a Iglesia del Dios verdadero. Lo cual nunca sucederá.
    Creo que es importante que la gente sepa que la masonería está dirigida por Satanás, para que sean responsables de sus acciones.
    Disculpe mi intervención.
    Pero la lucha contra la masonería debe estar siempre viva, porque puede arrollar a esos pequeños de fe y llevarlos al abismo más letal.
    Disculpe mi intervención.
    Le deseo lo mejor.
    Que Dios le bendiga

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    1. Estimada María Pilar,
      su visión de la masonería me da la impresión de un ejército de siervos del demonio a las órdenes del demonio.
      Es cierto que san Juan habla de los hijos del diablo, pero Juan se refiere a esa parte de la humanidad que se opone a Cristo. Y si queremos ser más precisos es necesario decir que el demonio obra tentando a cada hombre, si es verdad que ha hecho esto también con Cristo.
      Digo esto porque usted parece tener una visión de la masonería que ignora el hecho de que los masones son también ellos creaturas, llamadas por Dios a la salvación y solicitadas por la gracia divina.
      Por lo tano: ¿quién o qué nos impide pensar que ciertos masones estén en buena fe y por tanto en gracia de Dios? ¿Acaso es que Cristo no nos envía a anunciar el Evangelio a todos?
      Estoy de acuerdo en que la masonería está abierta a las sugestiones de satanás, pero el conocimiento que personalmente tengo de esta asociación me ha hecho comprender en ella también la presencia de valores humanos, que como tales deben ser apreciados.
      Por lo tanto, existen posibilidades de salvación también para los masones, mientras que también nosotros debemos tener cuidado de no dejarnos seducir por las insidias del demonio.

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