sábado, 8 de julio de 2023

En el diálogo con el Islam los pasos dados por el papa Francisco han sido enteramente necesarios, pero también insuficientes

Las recientes reflexiones ofrecidas en este blog acerca del diálogo Islamismo-Cristianismo tienen la necesidad de poner de relieve un punto más. Si bien hemos señalado la importancia que tienen para el avance de este diálogo interreligioso los grandes pasos cumplidos por el papa Francisco en los últimos años, sobre todo en 2019, con la firma del documento sobre la Fraternidad humana en Abu Dhabi, pasos que han sido de evidente necesidad, sin embargo, con la misma claridad se debe señalar su insuficiencia, y se hace necesario completarlos con otros, si es que la Iglesia quiere cumplir en el diálogo con el Islam las directivas marcadas por el Concilio Vaticano II. El desafío del Islam a Europa y al mundo todo, no se juega en diálogos obsequiosos y de meras formalidades, sino enteramente en el problema de Dios. [En la imagen: el papa Francisco durante la entrevista del lunes 3 de julio a Hamad Al Kaabi, director del periódico Al-Ittihad de los Emiratos Árabes Unidos].

Lo actuado por el Papa ha sido necesario, pero todavía insuficiente
   
----------Ha dicho Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto" (Jn 14,6-7). Todo diálogo ecuménico o interreligioso, en cuanto tal, forma parte de la obra humano-divina de la evangelización, que no puede quedar completa sino con el anuncio explícito del único Salvador, Jesucristo Nuestro Señor.
----------Han sido muy difundidas estos últimos días las palabras del papa Francisco condenando, en una entrevista concedida el pasado lunes 3 de julio a un periódico de Emiratos Árabes Unidos, el aberrante acto en que días antes, en la capital de Suecia, fuera quemado un ejemplar del Corán, ante la presencia supuestamente complaciente de doscientas personas, y sin que las fuerzas del orden hicieran nada por reprimir la acción, sino al contrario, permitiéndola a causa de un malentendido respeto a la libertad de expresión. El vergonzoso suceso fue condenado severamente a nivel popular y oficial en el mundo árabe e islámico.
----------"Me siento indignado y disgustado por estas acciones. Cualquier libro considerado sagrado por sus autores debe ser respetado en consideración a sus creyentes, y la libertad de expresión nunca debe ser utilizada como excusa para despreciar a los demás, y permitirlo debe ser rechazado y condenado", dijo el Santo Padre, y luego mencionó en varias ocasiones el documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019, conjuntamente con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb. Documento convertido en instrumento diplomático, siendo entregado por el Papa a las delegaciones que recibe en el Vaticano. El Romano Pontífice enfatizó en la entrevista de días atrás que la declaración de Abu Dhabi "es un texto importante no sólo para el diálogo entre las religiones, sino para la convivencia pacífica entre todos los seres humanos. O habrá una civilización de la fraternidad o de la enemistad, o construimos juntos el futuro o no habrá futuro".
----------Ya son numerosos los artículos que venimos dedicando al diálogo Islamismo-Cristianismo, pero tenemos la necesidad de poner de relieve un punto más. Si bien hemos señalado la importancia que tienen para el avance de este diálogo interreligioso los grandes pasos cumplidos por el papa Francisco en los últimos años, sobre todo en 2019, con la firma de la mencionada declaración sobre la Fraternidad humana, pasos que han sido de absoluta y evidente necesidad, sin embargo, con la misma claridad se debe señalar su insuficiencia, pues se hace necesario completarlos con otros, si es que la Iglesia quiere cumplir en el desarrollo del diálogo con el Islam las directivas marcadas por el Concilio Vaticano II. El desafío del Islam a Europa y al mundo todo, no se juega en diálogos obsequiosos y de meras formalidades, sino enteramente en el problema de Dios.
   
El peligro externo: el expansionismo islámico y las corrientes secularistas
   
----------En la actualidad, el intento del expansionismo islámico, en nombre del Corán, tanto en Europa como en otros continentes, pero particularmente en Europa debido al histórico y aún vigente rol de guía y modelo que de hecho tienen los países de Europa respecto al mundo todo, se enfrenta a una Europa y a un mundo que ya no son cristianos. Europa, en particular, está caracterizada por fuertes tendencias ateas o agnósticas, mientras que el mundo cristiano sufre una decadencia, un debilitamiento (los partidarios del llamado "pensamiento débil", al que sostienen con fuerza, como es el caso de Gianni Vattimo, lo consideran algo positivo) o una relativización de las convicciones religiosas; la conducta moral de muchos se aparta a menudo de los principios de la Iglesia y del Evangelio, y a veces se aparta de los mismos principios de la sana razón natural.
----------Hoy se alaba una fe que, en lugar de buscar la certeza, cultiva la duda (véase, por ejemplo, el ateo que, según decía el cardenal Carlo Maria Martini, se encuentra continuamente en la conciencia del creyente cuestionando sus creencias de fe; y esto, para Martini, sería la verdadera fe), creyéndose con ello estar cualificados para dialogar con los ateos. Quien cree poder afirmar con firmeza, claridad y sin vacilación la propia fe frente a un incrédulo oponiéndose a su error, es considerado un violento y un fundamentalista, mientras que, en cambio, es considerado "abierto", "tolerante" y "acogedor" quien calla, desvía el discurso o afirma la propia fe pero admitiendo también la tesis opuesta del incrédulo. Los modernistas parangonan la actitud del primer tipo de católicos con la de los islámicos. Por cierto: a mí una vez un cofrade, del cual no daré aquí el nombre, me llamó "talibán". No hace falta aquí mencionar a los teólogos que hoy desprecian la metafísica...
----------La Iglesia, sobre todo en Europa, se encuentra con el deber de enfrentar a muchas fuerzas hostiles. Desde lo externo proviene una doble presión, una doble morsa: por una parte, la presión de las tendencias escépticas, ateas, agnósticas y materialistas; por otra parte, la penetración que se viene produciendo desde hace muchos años en el territorio de varios países, sobre todo Alemania, Francia y Bélgica, de millones de musulmanes, los cuales no se convierten en absoluto al cristianismo, sino que conservan su fe celosamente y ostentosamente, por ejemplo con su oración pública, con sus mezquitas y centros educativos y culturales, sus creencias y prácticas coránicas, sin ocultar su intención de llegar a ser una fuerza política dominante.
   
La herida interna a la Iglesia: la lucha entre modernistas y pasadistas
   
----------Además, en lo interno de la Iglesia, está en acto desde hace más de cincuenta años una dolorosa división entre pasadistas (o lefebvrianos) y modernistas, que inquieta y desconcierta al entero cuerpo eclesial, sin que la Santa Sede y los Obispos puedan llegar a hacer justicia a las desviaciones, hacer dialogar entre ellos a los contendientes, y a poner la paz entre estas dos facciones, cada una de las cuales tendría, a decir verdad, lados buenos para complementarse entre sí. Sin embargo, en cambio, cada uno absolutiza la propia visión parcial excluyendo a la otra, por lo que hasta ahora el acuerdo ha resultado imposible.
----------Entrando en el caso específico del problema de la relación con el Islam, tanto los lefebvrianos como los modernistas rechazan la idea de una evangelización de los musulmanes; los primeros por el hecho de que, memoriosos de los innumerables intentos y de hecho de las numerosísimas violencias sufridas por los cristianos en los siglos pasados ​​por parte de los musulmanes, juzgan la empresa desesperada; los segundos, porque no creen en la universalidad y necesidad del Evangelio para la salvación, por lo cual consideran que es bueno dejar a los musulmanes en su fe, en la creencia de que se salvarán con ella.
----------Asociado a ello hay dos juicios opuestos sobre el Islam. Los modernistas y los pasadistas (lefebvrianos o filo-lefebvrianos) rechazan el método impositivo y violento de los musulmanes en la difusión de su credo. Los pasadistas, sin embargo, teniendo en cuenta la actitud de Cristo, reconocen como cosa justa amenazar con un eterno castigo a quien no quiera creer en Dios, mientras que los modernistas rechazan la idea de un castigo divino porque consideran que todos los hombres se salvan cualquiera sea su fe o falta de fe.
----------Los cismáticos lefebvrianos no aceptan el juicio positivo expresado por el Concilio Vaticano II (declaración Nostra aetate, n.3), en particular que tanto cristianos como musulmanes adoran entrambos al único Dios verdadero, creador del cielo y de la tierra, justo y misericordioso. Los lefebvrianos, en cambio, consideran que, en el caso del Islam, se trate de un dios falso por el hecho de que los musulmanes no reconocen los dogmas de la Trinidad y de la Encarnación, y de hecho se oponen a ellos.
----------Los modernistas, en cambio, aceptan el juicio del Concilio Vaticano II, pero no dan la más mínima importancia al hecho de que los musulmanes no acepten esos dos dogmas, a los cuales el Concilio, en el documento dedicado al Islam, no menciona. Esta indiferencia de los modernistas en lo referente a esos dogmas está dada por el hecho de que ellos mismos, a causa de su relativismo dogmático, no los consideran necesarios para la salvación, además del hecho de que no los conciben de modo ortodoxo. Los lefebvrianos, por el contrario, mantienen mucho la concepción ortodoxa de esos dogmas y saben que la fe en esos dogmas es necesaria para la salvación, al menos como fe implícita.
----------Si los modernistas, al perseguir una modernidad secularizada, son relativistas en términos de dogma y de religión, los lefebvrianos, en el polo opuesto, nostálgicos de una cristiandad sacral, encuentran difícil apreciar los valores de las otras religiones, las ven solo como un masa de supersticiones que hay que eliminar. Para los lefebvrianos, el Islam debe ser combatido. Para los modernistas debe estar "integrado".
   
Las fuerzas del mundo secular que podrían ser aliadas de la Iglesia
    
----------Ahora bien, cuando en lo que hasta aquí llevo dicho he mencionado a Europa, claramente, no me refiero solamente a la Iglesia europea. Hasta el siglo XVIII, con la Revolución Francesa, se podría decir que Europa coincidía con la cristiandad europea, aunque ya estaba dividida desde 1648 con el tratado de Westfalia entre católicos y protestantes. Pero con la Revolución Francesa la Iglesia europea ya no presidía como en la Edad Media la guía o dirección de los Estados, sino que compartía con los nuevos Estados laicos (por entonces sobre todo las monarquías constitucionales) la dirección de los pueblos europeos, en cuanto ciudadanos para los Estados y en cuanto cristianos para las Iglesias católica y protestante.
----------Por consiguiente, el desafío islámico a Europa es desafío tanto a la Iglesia como a la sociedad civil. La Iglesia, para afrontar adecuadamente este desafío, debe ante todo encontrar el modo de pacificar en su interior el contraste entre modernistas y pasadistas. Y luego se necesitará ver dónde y cuánto, en este enfrentamiento con el Islam, las fuerzas laicas o seculares pueden estar aliadas con nosotros los católicos y dónde en cambio pueden sernos un obstáculo o al menos mostrar incomprensión.
----------Entre las fuerzas seculares de la sociedad civil hay teístas o deístas, como por ejemplo los liberales, los republicanos y los masones, de originaria matriz iluminista. Hay algunos que son agnósticos, como los fenomenistas y los empiristas. Está también el área amplia del ateísmo marxista, freudiano y positivista, no de tanta acrimonia como en otras épocas y, sin embargo, una realidad consistente y peligrosa, responsable de la vasta difusión popular del permisivismo, del hedonismo y del materialismo. Existen, finalmente, áreas restringidas de intelectuales fenomenólogos, idealistas, panteístas y gnósticos.
----------Ahora bien, tanto los cristianos como los musulmanes tienen certeza de la existencia de Dios, aunque la forma de esta certeza sea diferente: razonada, la primera, fideísta, la segunda. Por lo tanto es problemática para nosotros los católicos una eventual alianza con las franjas menos religiosas e incluso ateas del mundo secular. De hecho, en este punto de la fe en Dios, uno se siente más cercano al Islam que al mundo secular, sobre todo si este mundo laico es ateo (véase con cuanta preocupación el Concilio habla del ateísmo, mientras que no tiene dificultad en reconocer que nosotros y los musulmanes adoramos a un mismo y único Dios, aunque conocido de modos diferentes e incluso contrastantes).
----------Por lo demás, otro punto de innegable convergencia entre el Evangelio y el Corán y de choque con los humanismos terrenos, ateos o panteístas, es la concepción que tenemos en común del hombre, compuesto de alma y cuerpo, creado por Dios, pero pecador, objeto de la divina misericordia, hombre hecho para Él, pero capaz de rechazarlo con el libre albedrío desobedeciendo a sus mandatos y negándose a rendirle culto, hinchándose de soberbia y divinizándose a sí mismo, y condenándose así automáticamente al infierno. Tanto para el Evangelio como para el Corán, el hombre que se somete a Dios espera la resurrección para la vida eterna en el último día de la historia terrena con el retorno de Cristo.
----------De no poca entidad e importancia es la cuestión del dogma cristiano. Entre todas las fuerzas religiosas presentes en Europa, sólo las cristianas, católicas, ortodoxas y protestantes, dan testimonio de la fe en el misterio trinitario y en el misterio de la Encarnación, que constituyen precisamente el centro, el fulcro y el vértice, que son característicos de la religión cristiana. La Iglesia se encuentra en el deber de proclamar y defender por sí sola estas verdades fundamentales del cristianismo en una Europa que hace tiempo ya era cristiana, pero que ahora está influenciada por muchas doctrinas más o menos alejadas del cristianismo, por no decir incluso contrarias, y algunas contrarias a la misma religión en general.
----------El freno verdaderamente eficaz a la expansión islámica en Europa y en el mundo no son tanto las fuerzas seculares, políticas o de las otras religiones, algunas de las cuales, aunque cercanas al cristianismo como el judaísmo, no aceptan los dos mencionados dogmas. El freno decisivo es la Iglesia, precisamente por la fuerza invencible que Dios le ha dado, fuerza con la cual la Iglesia quita del Islam el pernicioso y deletéreo veneno de la plurisecular negación hostil y obstinadísima de aquellas supremas y divinas verdades salvíficas para toda la humanidad, como demuestra toda la historia del cristianismo.
----------Este obstáculo aparentemente insuperable para la difusión del cristianismo en los países árabes y del Medio Oriente, que ha estado en acto durante siglos, y de hecho la expansión, no solo religiosa sino también política del Islam, en varias partes del mundo es un gran misterio, si pensamos en el mandato de Cristo de evangelizar a todas las razas y a los innumerables pueblos, incluso ferozmente bárbaros y paganos, que en el transcurso de estos dos mil años han acabado por aceptar y todavía aceptan la fe cristiana.
   
El diálogo Cristianismo-Islamismo se juega enteramente en la cuestión de Dios
   
----------La teología coránica no deja de esbozar los verdaderos atributos del Dios Uno, como reconoce el mismo Concilio, si bien el Vaticano II calla todo lo relativo a una visión voluntarista y fatalista, que en su momento fue relevada por el discurso del papa Benedicto XVI en su famosa Lectio Magistralis en la Universidad de Ratisbona, y que está en la raíz del método impositivo y violento con el cual el Islam habitualmente difunde el mensaje coránico. En cambio, lo que es incomprensible y quizás inexcusable es cómo después de catorce siglos, durante los cuales los teólogos cristianos han aclarado y demostrado que el Dios Trino cristiano es el mismo Dios Uno adorado por musulmanes y judíos, los fieles del Islam todavía se oponen a la doctrina trinitaria y de la Encarnación con las mismas groseras objeciones del Corán.
----------El Dios cristiano no es "otro Dios", como dicen algunos, respecto al Dios coránico. Es el mismo Dios, con la diferencia de que, como cristianos, lo conocemos mejor (como trinitario) gracias a la revelación hecha por Cristo, mientras que los musulmanes se dejan engañar por los errores del Corán. El mismo nombre "Alá" tiene la misma raíz hebrea que El, que significa precisamente "Dios".
----------Lamento tener que contradecir en esto aquellas por lo demás sabias observaciones que hacía años atrás el cardenal Giacomo Biffi [1928-2015], pues debo afirmar que no es cierto que el Corán presente un concepto de humanidad "diferente" al nuestro, como decía Biffi. Se trata, en cambio, del mismo concepto de "hombre" (racional animal) extraido de la razón natural. La diferencia radica en el hecho de que nosotros los cristianos proponemos un ideal de hombre "hijo de Dios" en Cristo, algo que no puede considerarse sino imposible en el humanismo islámico debido al hecho de que, al negar que Jesús es el Hijo de Dios, resulta en consecuencia evidente que el hombre no puede ser "hijo de Dios". En tal sentido, son de destacar las implicancias para este tema que tiene el mencionado documento sobre la Fraternidad humana, del 2019. Hasta ese momento, lo que era usual para la concepción convivencial islámica era el considerar "hermano" solamente al "musulmán", y no a quien no tuviera la fe islámica. Sin embargo, ese texto del 2019 se refiere a la "fraternidad" humana universal, y comienza invocando "el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos".
----------Pero la Iglesia no puede ni debe renunciar a anunciar también a los musulmanes la verdad sobre Cristo y la Santísima Trinidad. ¿Por qué los musulmanes deberían ser una excepción? ¿Están dispensados o exentos de creer en Cristo? ¿No tienen inteligencia suficiente? ¿No son seres racionales como todos los demás? ¿Su forma mentis no es adecuada? ¿Se salvan con el Corán? ¿Pero, por qué entonces quieren imponerlo a todo el mundo? ¿Quizás Mahoma ha tenido un mandato de Dios más creíble que el de Cristo? Han llegado a Cristo los más diversos pueblos, los más rudos, los más bárbaros, los más supersticiosos, los más incivilizados. ¿Y no deberían o podrían acceder a Cristo las poblaciones musulmanas? ¿Por qué motivo?
----------Cristo no ha hecho excepción para nadie. Ellos tampoco pueden salvarse sino gracias a Cristo. Un caso similar es el de los judíos, quienes de hecho durante seis siglos antes del Corán han rechazado la divinidad de Cristo, en nombre del monoteísmo. Pero al menos los judíos tienen el Antiguo Testamento, mientras que los musulmanes tienen ese Corán, con la garantía por parte de Dios de su revelación hecha a Mahoma: una colección, entre otras cosas, desconectada y descoordinada de breves capítulos, con enseñanzas teológicas, amonestaciones y advertencias morales, mezcladas con historias ejemplares a menudo extraídas del Antiguo Testamento (las Suras), admoniciones y reproches hechos a judíos y cristianos, con muchas repeticiones y la adición de improbables leyendas y personajes mitológicos.
----------Insistente y perentoria en el Corán es la afirmación de que existe un solo Dios, "Creador, sabio, clemente, omnipotente, providente, justo, misericordioso y remunerador", con la advertencia de que no se le deben asociar otros dioses y que por tanto es blasfemo y signo de politeísmo pensar que Él tenga un hijo, Dios igual a Él, evidente referencia a la fe cristiana en la divinidad de Cristo, "el hijo de María", para quien, por otra parte, el Corán también tiene palabras de alabanza. Pero el profeta escatológico es Mahoma.
----------La obstinada oposición coránica a la divinidad de Cristo se expresa en términos muy simples que, sin embargo, dejan traslucir el terrible equívoco. El caso es que Mahoma no sabe concebir la generación sino en términos biológicos, por lo cual desde su punto de vista tiene perfectamente razón cuando dice que Dios no puede tener un hijo, tanto porque Él es puro Espíritu como porque admitir a un Dios hijo sería admitir a otro Dios ("Hijo") junto a Dios "Padre", lo que sería caer en el politeísmo.
----------Mahoma no alcanza a comprender que la generación en Dios debe ser entendida en sentido no unívoco sino analógico, vale decir, como emanación espiritual, tal como nuestro Señor Jesucristo dice haber "salido" del Padre, como el pensamiento emana del intelecto, precisamente porque Cristo es el Pensamiento, el Logos del Padre. Esta emanación, por tanto, no es la producción de un hijo en sentido biológico que salga de la esencia del generante, sino que permanece en lo interno de la esencia divina. Pero para Mahoma, el admitir dos personas divinas, Dios Padre y Dios Hijo, significaría admitir dos dioses. Mahoma no entiende que Padre e Hijo en Dios son el mismo y único Dios. No entiende que ellos son distintos como son distintas entre sí dos relaciones subsistentes, como el ser-padre es distinto del ser-hijo. Relaciones subsistentes porque el ser-Padre es el Padre, y el ser-Hijo es el Hijo. El uno y el otro son Dios.
----------Mahoma no sabe cómo llegar al concepto de persona divina porque no sabe cómo liberarse del concepto de persona humana, según el cual a cada persona le corresponde una sola naturaleza individual. Por tanto, no comprende cómo tres personas pueden corresponder a una sola naturaleza divina, porque no llega a concebir a la persona divina como relación subsistente. En efecto, la persona en general es un subsistente espiritual. Sólo que, mientras en el caso de la persona humana lo subsistente es una sustancia o naturaleza, en el caso de la persona divina lo subsistente es una relación (ser-Padre y ser-Hijo).
----------En fin, Mahoma no podía admitir la divinidad de Cristo, porque no podía admitir que una sola persona divina (el Hijo) pudiera tener dos naturalezas, una humana y otra divina, como había definido el Concilio de Calcedonia en el año 451, precisamente esa Calcedonia, que pocos siglos después habría de ser islamizada por los musulmanes. Mahoma estaba preocupado en cristología de evitar el panteísmo, es decir, la divinización del hombre. Jesús no podía ser Dios, porque según Mahoma esto habría implicado confundir al hombre con Dios, idolatrar un hombre, "asociar a otro dios con Dios", como él se expresa.
----------La misma preocupación la encontramos en Edward Schillebeecx, para quien decir que "Jesús es Dios" implicaría panteísmo. Por eso Schillebeecx prefería decir que "Dios está en Cristo". Sin embargo, la divinidad de Cristo no debe ser concebida ni siquiera a la manera de Karl Rahner, quien no tiene dificultad en admitirla, pero sólo porque definía al hombre haciendo entrar a Dios en su esencia: "Lo que es el hombre, no se lo puede decir sino enunciando aquello lo cual él apunta y por el cual es visto" (=Dios).
----------Para concebir y para aceptar en la fe los dogmas de la Trinidad y de la Encarnación no es necesario comprender las sutiles dilucidaciones metafísicas de un santo Tomás en la Summa Theologiae, sino que basta la noción catequística, comprensible incluso por los niños. También la teología más sublime permanece en sus misterios de fe infinitamente por debajo de la comprensión exhaustiva, y por otra parte, ya la mente del niño, iluminado por el Espíritu Santo, es capaz de conocer el Misterio y hacerlo la fuente de vida eterna. De modo que los musulmanes no tienen excusa al juzgar como absurdos o blasfemos a los dogmas cristianos. Con sólo que aclaren sus dudas, y se acerquen al Evangelio con humildad y confianza en su interpretación hecha por la Iglesia, evitando las herejías (por ejemplo, las de Lutero, Küng, Rahner y Schillebeeckx), obtendrán los inmensos beneficios salvíficos, que ya han obtenido muchos otros pueblos en estos dos mil años.
   
Prospectivas
   
----------La expansión islámica, aunque se desarrolla en todo el mundo, se ha focalizado sobre todo en la Europa otrora cristiana, donde se encuentra la Roma del Papa, secular meta de conquista para el Islamismo. ¿Cuáles son, por consiguiente, las posibilidades de la Iglesia para la defensa de Europa? La Iglesia puede aliarse con el iluminismo de los derechos del hombre para la defensa de la civilización europea y de la libertad religiosa contra el totalitarismo religioso islámico. La Iglesia puede encontrar en el monoteísmo islámico y en la religión natural iluminista (Kant) aliados en la defensa de la religión contra el ateísmo. Los cristianos, tanto católicos como protestantes, están llamados a la defensa del valor de la revelación cristiana contra el Islam, el racionalismo iluminista y el ateísmo. En esto ellos defienden las raíces cristianas de Europa.
----------El cristianismo débil, relativista, indiferentista, buenista y modernista, como por ejemplo el promovido por Schillebeeckx, no es capaz de resistir a la presión o imposición amenazante del Islam, pero es previsible que en el caso de que el islamismo adquiera en un mañana el poder político, se disolverá y será absorbido por el Islam, como ha sucedido siempre en los países cristianos invadidos por el Islam.
----------Lo mismo dígase para el cristianismo idealista, panteísta, pseudo-místico y gnóstico de origen hegeliano, como el cristianismo rahneriano por ejemplo. Aquí Cristo no es Dios en el sentido del Dios trascendente común al cristianismo y al islamismo, sino que no es más que el vértice último y el "horizonte" de la trascendencia humana, estando todo hombre esencialmente y continuamente "en gracia"; lo cual, para el Islam y para el verdadero Cristianismo, es una absoluta blasfemia.
   
Conclusión medio en serio y medio en broma
   
----------Termino mi reflexión con una conclusión semiseria, no obstante la gravedad de la cuestión examinada, hipotetizando una invasión islámica de Europa. Si hasta ahora los Obispos no han llegado a impedir que esta ignominiosa confusión del hombre con Dios se propague entre los fieles, se encargarán de impedirla los musulmanes, una vez que el alcalde de Roma sea seguidor de Mahoma, porque los musulmanes en el poder podrán recibir garantías por parte de los modernistas (habituados al más perfecto camaleonismo), de que el Evangelio, según la exégesis más avanzada, niega la divinidad de Cristo.
----------En cuanto a la negación rahneriana de los castigos de Dios y de la eterna existencia de los condenados en el infierno, los musulmanes, con su conocido eficaz método "pastoral", con citas tanto del Corán y de la Biblia, se encargarán de reintroducir la tradicional creencia cristiana en el infierno.
----------Se puede prever que incluso las áreas de tendencia iluminista-masónica, dado que la masonería al fin de cuentas está más interesada en la vida presente que en el más allá, frente a la amenaza islámica, estarán dispuestas, aunque solo sea por conveniencia, para abrazar el islamismo, como ha sucedido en los años sesenta con el filósofo masón André Guénon, aunque en su forma esotérica.
----------Un discurso similar vale para las actuales áreas de tendencia atea. Dado que el ateo apunta toda su existencia al solo bienestar en este mundo, es de prever entonces que un día de mañana, ante la amenaza islámica, el ateo se convertirá al Corán por conveniencia. Un ejemplo emblemático y famoso es el del filósofo marxista francés Roger Garaudy en la década de los setenta.
----------Si los musulmanes aumentaran su poder en la ciudad de Roma, el Papa, acaso por consejo del cardenal Walter Kasper, podría asumir entre sus colaboradores en la Secretaría de Estado a algún erudito musulmán. Además, la Misa podría ser integrada con la adición de la cita de Mahoma en el Canon Romano y algunos versos del Corán, y por lo tanto la Misa podría estar abierta a todos, incluidos los musulmanes, con la facultad otorgada a los participantes de creer o no creer en la transubstanciación, o creer o no creer en la Misa como sacrificio de Cristo. Después de todo, los modernistas ya no creen en ello.
----------Por otra parte, Alberto Melloni podría estar encargado por la Santa Sede para elaborar y proponer un proyecto de colegialidad episcopal, que incluyera una representación de los mulás islámicos, mientras que la Comunidad de San Egidio podría elegir entre los inmigrantes islámicos a aquellos que estimara idóneos para ser elegidos para formar parte del consejo comunal de Roma.
----------La Opera Romana Pellegrinaggi podría organizar peregrinaciones a La Meca o a Medina. Todo cristiano debería conocer el Corán, hasta el punto de que, si debiera ser interrogado sobre los dichos del Profeta por los agentes islámicos, podría ser capaz de responder, de modo de salvar su vida.
----------La instrucción religiosa (sharia) y el control acerca de la recta fe (coránica) serían confiados a las oficinas de policía bajo el control de los imanes. Lógicamente se aboliría el derecho a la libertad religiosa y se retornaría a la religión de Estado, que sin embargo esta vez sería la religión islámica.
----------Es fácil prever que la ley dejaría impunes los ultrajes contra la religión cristiana, mientras que el insulto a la figura de Mahoma o la quema del Corán (como hace días atrás sucedió en Estocolmo) podría ser un acto castigado con la pena de muerte, sin más ni más. Y así también los homosexuales serían castigados con la misma pena capital. Por supuesto, los funcionarios del gobierno podrían disfrutar de un harén. Y los crucifijos en locales públicos podrían ser reemplazados por la media luna del Islam.
----------Si los musulmanes debieran aumentar su poder político en Europa, se podría dar lugar a desfiles de moda en París con la exhibición de diferentes tipos de burka, de acuerdo con la típica creatividad francesa. Ya no existiría el angustioso, complicado y bochornoso problema de los divorciados vueltos a casar, dado que se permitiría la poligamia, que es más sencilla y práctica que el trámite de divorcio.
----------La mujer volvería a estar sometida al hombre, para que éste ya no tuviera en torno a sí a una peligrosa competidora, rival o antagonista y para prestarse mejor a satisfacer sus deseos sexuales. Las mujeres adúlteras serían castigadas con la lapidación, en todo caso con una ligera reducción de nuestra población.
----------En este punto, sin embargo, podría existir el riesgo de que los lefebvrianos y filo-lefebvrianos pasaran a la clandestinidad, o bien se transformaran en una sociedad secreta terrorista contra los islámicos y los cristianos traidores, es decir, rehabilitando la pena de muerte para los herejes. También es muy probable que los contra-revolucionarios meinvielleanos adoptaran ellos la misma táctica que otrora sus odiados Montoneros marxistas, pasando también a la clandestinidad y poniéndose a las órdenes del padre Davide Pagliarani.
----------Aquellos de la "fe" dubitativa (como quería el cardenal Martini), y los dialogantes, como el cardenal Walter Kasper, y aquellos que resuelven la cristología en la mitología, como el arzobispo Bruno Forte, o los robustos profetas como Enzo Bianchi, serán los primeros en rendir homenaje al Corán.
----------Los únicos en salvar la dignidad y la libertad del hombre, de Europa y de la Iglesia serán, como siempre ha sucedido, los cristianos, y sobre todo los santos y los mártires integralmente fieles al Evangelio y a la Iglesia. Solamente los verdaderos cristianos, sólo aquellos en plenísima comunión con la Iglesia y con el Vicario de Cristo, convencidos y valientes, amantes de la santidad, como siempre ha sucedido, resistirán a la prepotencia islámica, si es necesario hasta el martirio. Todos los demás, para quienes todos los valores son del todo discutibles o negociables, estarán dispuestos a cambiarlos por el Islam para salvar el pellejo.

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