Ni en la época de Celestino V, con su dimisión, y ni siquiera en la época de Pío XII, con su proyecto de eventuales dimisiones, existía la consciencia de la distinción entre el esse y el agere del Papa, entre esencia y operación, como en cambio Benedicto nos ha hecho entender en su Declaratio del 2013, auténtico acto magisterial que implica novedad doctrinal absoluta en el concepto de Papado. [En la imagen: el papa Francisco y Benedicto XVI el pasado 27 de agosto, durante la visita de los nuevos cardenales al Papa emérito].
----------Resulta difícil comprender como ciertas posturas absurdas y ridículas acerca de la ilegitimidad del papa Francisco, se siguen sosteniendo todavía, a casi una década del inicio de su pontificado. Está a la vista que se trata de fantasiosas teorizaciones sin ningún asidero razonable, no sólo sin ningún asidero teológico fundado en una recta concepción de la Iglesia, sino, como es de suponer, sin ningún asidero de simple y sano sentido común. Sin embargo, es lo que el italiano Andrea Cionci sostiene en su reciente libro: Codice Ratzinger (Byoblu, Milano 2022): un panfleto delirante y escandaloso hacia el papa Francisco. Cionci se presenta como "historiador del arte, periodista y escritor, ocupado de la historia, la arqueología y la religión, amante de la ópera, escritor de novelas..." y de hecho, efectivamente, su libro recientemente publicado parece que no tenemos más remedio que clasificarlo también en el género literario de las novelas.
----------Hace ya varios años que Cionci viene escribiendo tonterías acerca de lo que según él es un premeditado acto inválido de renuncia por parte de Benedicto XVI y la elección del "falso usurpador papa Bergoglio". A sus estrambólicas ideas ya me he referido meses atrás, aunque sin nombrar a su autor, en un artículo a principios de este año: ¿Antipapa? Ahora, en cambio, hago explícita referencia a él, por su evidente obstinación en su posición anticatólica y dado que es previsible temer que su libro pueda causar inmenso daño a esa clase de fieles ingenuos que, desafortunadamente, suelen estar dispuestos y prontos a saciar su sed de verdad con todo tipo de fantasiosas teorías, cuando no logran encontrar en los ambientes que frecuentan la guía y orientación adecuadas para comprender algunos de los actuales problemas en la Iglesia.
----------Vale aclarar que el autor de este panfleto esotérico es, en realidad, totalmente ajeno al mundo católico y a la cultura católica. Podría ser tomado como un buen ejemplo de aquellos sujetos que, sin detentar ninguna competencia ni filosófica ni teológica o, si queremos ser menos pretenciosos, sin siquiera ningún conocimiento de la historia de la Iglesia y del derecho eclesiástico, tienen la pretensión de conocer y de poder expresar lo que está en vaya a saber uno qué nudo profundo de la íntima vida de la Iglesia.
----------Es probable que el lector pueda pensar: o bien que no se puede responder con seriedad y racionalidad a aquellos que construyen teorías ilógicas o novelescas o irracionales sobre la base de elementos absurdos, fantasiosos y surrealistas, o bien que no sea en absoluto necesario refutar nada de toda esa gnosis o bien que bastaría tan solo con señalar que Cionci tiene su principal plataforma de publicidad en un órgano periodístico italiano de notorio perfil "de derechas" molesto desde hace una década con un Romano Pontífice a quien ese medio juzga "de izquierdas". Sin embargo, confío en que el lector comprenderá, una vez más, mi convicción de que todo ser humano posee capacidad de razonar, por enferma que ella puede estar, y que tal certeza acerca de la naturaleza racional del hombre debe inspirar nuestra confianza para argumentar, refutar, dar razones, corregir, discernir lo verdadero de lo falso, en suma: para dialogar.
----------De modo que, a fin de demostrar una vez más la debilidad de los argumentos de Cionci, y refutar sus errores, tal como lo he hecho en el ya citado artículo de este blog de principios de año, me referiré ahora a una publicación de Cionci de fines del 2021, en una nota en la que el periodista repite uno por uno todos los puntos de su teoría tal cual también está sintéticamente expuesta en la reseña que él ha elaborado para publicitar desde hace pocas semanas su libro del 2022. Retomaré, pues, en siete puntos, sus afirmaciones, que me parecen dignas de consideración, y responderé a cada una de ellas a continuación.
----------1. Dice Cionci: "Es obvio que el papa Ratzinger, frente a algunos cardenales que querían quitarlo del medio, ha utilizado un sutilíssimo escamoteo para 'dimitir sin abdicar', haciendo en modo que TODOS los cardenales, amigos y enemigos, al principio no se dieran cuenta y permitieran que los modernistas se hicieran anti-papas y cismáticos por sí solos con un cónclave nulo. Era exactamente la intención del Papa no hacerse entender, al menos al principio: por lo tanto, los cardenales fieles a Benedicto XVI están DEL TODO JUSTIFICADOS si no han captado y denunciado su 'Plan B' canónico".
----------Respondo al arriba citado argumento de Cionci, diciendo que el papa Benedicto XVI ha renunciado en el sentido de que ha querido seguir siendo Papa, pero renunciando al ejercicio del ministerio papal (ministerium). Por el contrario, el pensar que Benedicto haya fingido dimitir pero que realmente haya querido conservar el ministerium, es ir en contra del sentido evidente de la Declaratio.
----------Siendo así las cosas, el creer que el Colegio cardenalicio en un principio no se haya dado cuenta de lo que Cionci denomina como "la falsa renuncia", por la cual la elección de Francisco sería nula, quiere decir considerar al Colegio cardenalicio como una masa de tontos. Y una vez sucedida la elección, ¿se habrían dado cuenta? ¿Pero, por qué entonces ningún Cardenal ha señalado este hecho? ¿Por qué todos los Cardenales desde hace casi diez años a esta parte no han dejado nunca de reconocer al verdadero Papa, o sea Francisco, y nadie ha sostenido o sostiene que Benedicto ha seguido siendo Papa en ejercicio mediante lo que Cionci llama un "escamoteo" o astuto truco? ¿Quiénes son los "cardenales fieles a Benedicto"?
----------2. Dice luego Cionci: "Ratzinger declaró ANTES del falso cónclave, despidiéndose de los cardenales el 28 de febrero de 2013 y dijo: 'Y entre vosotros, en el Colegio Cardenalicio, está también el futuro Papa al cual ya hoy prometo mi incondicionada reverencia y obediencia'...".
----------Respondo diciendo que las palabras del papa Benedicto confirman que él consideró el Cónclave del todo válido y legítimo y se refiere evidentemente a ese Papa que habría de surgir de él y que es el papa Francisco.
----------3. Dice Cionci: "Hay ciertos teólogos que dicen que hay dos papas, uno está retirado y el otro activo, pero el obispo mons. Giuseppe Sciacca, Secretario General del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, dice que hay un solo papa: 'No puede haber un papado compartido'. En definitiva, decídete".
----------Respondo diciendo que mons. Sciacca tiene razón cuando dice que "No puede haber un papado compartido", pues está aludiendo al ministerium, porque el ministerium debe ser ejercido por uno solo. Pero el hecho es que Benedicto XVI en la Declaratio habla del munus papal como "esencia espiritual" del Papado, esencia que puede expresarse, dice Benedicto, "sufriendo y orando", y aquí se está refiriendo a él mismo, como Papa emérito, o bien "actuando y hablando", y este es el ministerium ejercido por el Papa reinante, Francisco. Por consiguiente, tanto Benedicto como Francisco tienen el munus, la "esencia espiritual" del Papado, es decir, son Papas, sólo que el ministerium lo ejerce solo Francisco. En tal sentido, el Papa es uno solo.
----------4. Dice luego Cionci: "Ahora bien, para explicar en dos palabras la cuestión munus-ministerium y la teoría pro-usurpación de ciertos teólogos, usaremos un paralelo comprensible a todos: hay un Conde que, junto al feudo y al título nobiliario (el munus), ha recibido también la facultad de administrar sus tierras (el ministerium). Si el Conde dejara gobernar sus tierras a un administrador, él siempre seguiría siendo conde, y el administrador no se convertiría en conde, obviamente. Sin embargo, si el administrador deshonesto se toma también el título nobiliario, quiere decir que lo está usurpando y si el verdadero Conde no protesta, quiere decir que está preso o amenazado. Es lo que ha sucedido con la sede impedida de Benedicto XVI".
----------Respondo diciendo que el parangón citado por Cionci no se sostiene. No es que Benedicto haya renunciado al ministerium en el sentido de delegarlo en Francisco, dando su dimisión, sino que ha renunciado al derecho de gobernar la Iglesia, cediéndolo a su Sucesor. Por lo tanto, Benedicto mantiene el munus, o sea la esencia misma del Papado, sigue siendo Papa, pero con su dimisión ha emprendido un modo de actuar este munus como simple oculta o discreta ayuda, colaborador, asistente, confidente y consejero del Papa reinante, desarrollando el rol que el papa Francisco le ha asignado (expresado de una manera familiar), como de "abuelo sabio" (es precisamente el modo como se ha expresado Francisco). El mismo papa Benedicto ha dicho que desde que Francisco es Papa reinante, la amistad entre ambos ha crecido.
----------5. Dice luego Cionci: "El hecho de que Bergoglio no haya sido explícitamente proclamado antipapa por Benedicto deriva del hecho de que el verdadero Papa se encuentra en sede impedida y en manos del antipapa, no siendo libre para expresarse y estando obligado a disimular su status bajo la insistente institución del papa emérito. Esta situación insólita no quita que Francisco sea antipapa".
----------Respondo diciendo que, en verdad, el papa Benedicto XVI, actual papa emérito, no disimula nada, y la sede de Pedro no está en absoluto impedida, sino ocupada por el legítimo Sucesor de Pedro. El papa Francisco ha sido legítimamente elegido y reconocido también por el propio Benedicto, quien se ha reservado la función de Papa emérito como colaborador, sostén, defensor y consejero confidencial del papa Francisco, aunque en un intercambio de opinions entre ambos que enriquece la colaboración recíproca.
----------El sospechar que Benedicto por miedo, porque es prisionero de Francisco, se abstenga de revelar que Francisco es antipapa, es por lo tanto un teorema sin ningún fundamento. Más bien se podría decir que la convivencia de Benedicto con Francisco no debe ser del todo fácil porque, mientras Francisco, como es bien sabido, ha sido elegido por el aporte determinante de la mafia de San Gallo, compuesta por rahnerianos, Benedicto, como Papa y sobre todo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, combatió duramente contra el rahnerismo, después de que en la época del Concilio Vaticano II colaborara con Rahner, quien entonces hizo una valiosa contribución a la elaboración de las doctrinas conciliares.
----------Pero el caso fue que Rahner, que en realidad era un cripto-modernista, se quitó la máscara solo después de finalizado el Concilio, por lo cual Ratzinger, al darse perfecta cuenta de ello, comenzó a oponerse firme, contínua, y tenazmente a las posturas rahnerianas. En premio fue nombrado Cardenal y Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por el papa san Juan Pablo II. Pero fue entonces cuando los rahnerianos conjuraron tomar venganza, esperando el momento oportuno. Mientras tanto organizaron la mafia de San Gallo, con la cual consiguieron hacer elegir al cardenal Bergoglio, a quien esperaban fuera manipulable. Pero arribado al solio pontificio, el papa Francisco, más allá de algunas expresiones que podrían oler a rahnerismo, no ha cumplido en absoluto las expectativas de los conjurados, y además no podía suceder de otra manera, porque es impensable que un Romano Pontífice pueda sostener a un hereje como Rahner.
----------Por lo tanto, cuando Benedicto, nada más ser elegido, nos invitó a rezar para que no huyera ante los lobos, ciertamente se refería a los rahnerianos, que habrían de comenzar a tramar contra él. De hecho, ellos lo han combatido durante todo el transcurso de su pontificado, y con un cruel incremento de sus acciones, las cuales dejaron tierra arrasada en torno a Benedicto, hasta que él consideró que no podía hacer nada más. Sin embargo, estoy convencido de que el Espíritu Santo ha unido los dos corazones de Benedicto y de Francisco al servicio de la Iglesia: Francisco como Papa reinante, Benedicto como Papa emérito.
----------6. Dice Cionci: "En 'Últimas conversaciones' (¡de 2016!) Benedicto XVI responde a la pregunta del periodista Seewald: 'Al despedirse de la curia, ¿cómo podría jurar obediencia absoluta a su futuro sucesor?'. La respuesta de Benedicto fue: 'El Papa es el Papa, no importa quien sea'. Ratzinger, de hecho, declaró ANTES del falso cónclave, al despedirse de los cardenales el 28 de febrero de 2013: 'Y entre vosotros, en el Colegio Cardenalicio, está también el futuro Papa a quien ya hoy prometo mi incondicionada reverencia y obediencia".
----------"De este modo sobreentendía que su sucesor legítimo habría podido estar SÓLO entre aquellos mismos VERDADEROS cardenales, nombrados por él o por Juan Pablo II y no por eventuales antipapas. Hablaba, por tanto, de un sucesor al que todavía estaba esperando, en vista de su futura abdicación, o bien de un próximo verdadero Papa que, después de su muerte, se pronunciará sobre su sede impedida y cuya respuesta, Ratzinger, desde entonces, estaba dispuesto a aceptar dócilmente. Con este extraordinario movimiento preventivo, el papa Benedicto ha hecho creer a todos que había jurado obediencia a Bergoglio sin haberlo hecho nunca, y ciertos teólogos también han caído en la trampa".
----------Respondo diciendo que, debemos agradecer a Cionci y a poquísimos y agudísimos analistas de los hechos, por habernos abierto los ojos a mí y a todos los católicos fieles al papa Francisco. Naturalmente, lo que acabo de decir en esta frase no es más que una broma. Hablando ahora en serio, repito que no es pensable que la Declaratio (verdadero acto magisterial del papa Benedicto), por medio de un lenguaje cifrado, diga ocultamente lo contrario de lo que parece a primera vista, a saber, que en realidad Benedicto pretende mantener el ejercicio del ministerium, por lo cual él seguiría siendo verdadero Papa, permitiendo al antipapa Francisco implementar un gobierno falso al ocupar inválidamente su lugar en el trono de Pedro.
----------Ahora bien, sin embargo, como ya he dicho, existen criterios para individuar o identificar a los antipapas. Los antipapas, en efecto (aparte del caso único del cisma de occidente provocado por un puñado de Cardenales rebeldes y perjuros) o bien se han impuesto por su cuenta o bien han sido impuestos por los soberanos temporales o por facciones eclesiales o laicales cismáticas. Ciertamente, en el caso del cardenal Bergoglio, su elección ha sido impulsada por la facción modernista; pero al fin de cuentas Francisco ha sido aceptado por el entero Colegio cardenalicio, incluidos los tradicionalistas.
----------7. Dice Cionci: "La teoría acerca de la equivalencia munus-ministerium está completamente desmentida por el hecho de que es precisamente el Derecho Canónico el que usa el término munus en el significado específico de SER papa (cf. cánones 253 §1, 333 §1, 425 §1, 494 §2, 749 §1), mientras que el término ministerium es usado siempre y sólo en el sentido de HACER el Papa (cf. cánones 41, 230 §3, 232, 245 §1, 385, 1384). Por lo tanto, Ratzinger, aplicando la distinción canónica YA EXISTENTE entre los dos entes (y de ningún modo introduciendo esa distinción ex novo), ha declarado que sólo habría renunciado al ministerium, pero de hecho conserva el munus, el título de papa que es ÚNICO y no puede ser compartido con nadie. Por no hablar de su aplazamiento de la "renuncia", del todo impensable, dado que a Dios (que retira el munus) ciertamente no se le pueden dar encargos "a vencimiento. En síntesis, no hay ninguna sinonimia y/o transitividad entre munus y ministerium: si el papa renuncia al munus, decae automáticamente también del ministerium y tenemos la ABDICACIÓN. En el canon 332 §2, para una ABDICACIÓN del papa, se requiere la renuncia, coincidentemente, al MUNUS petrino, al título, y no al ministerium".
----------Respondo diciendo que el papa Benedicto XVI, en pleno ejercicio de su supremio oficio petrino, ejerce en la Declaratio un auténtico acto magisterial. Como ya he dicho en otras ocasiones, en la Declaratio usa la palabra munus en un sentido diferente al que usa el Derecho Canónico (canon 332 §2).
----------En el Código de Derecho Canónico el término munus equivale efectivamente a ministerium, es decir, al hacer el Papa, vale decir, al gobernar la Iglesia, lo que suele llamarse el "pastorear el rebaño de Cristo", mientras que Benedicto XVI, en la Declaratio, por munus entiende la esencia espiritual del Papado, que puede actuarse en dos modos: o con el "sufrir y orar" (sería el Papado emérito que él se eligió para sí) o el "hablar y actuar", es decir, hacer el Papa, gobernar la Iglesia, el ministerium, que es lo que hace el papa Francisco.
----------De hecho, mientras que el Derecho habla de renuncia al munus, entendiendo evidentemente ministerium, Benedicto dice que no renuncia en absoluto al munus, sino sólo al ministerium. En tal sentido sigue siendo Papa "para siempre", como él mismo ha dicho, aunque habiendo dejado de gobernar la Iglesia.
----------Ahora bien, esta es una novedad absoluta a nivel doctrinal, introducida por Benedicto XVI en el concepto de Papado, porque hasta Benedicto un Papa que diera la dimisión, ya no era considerado Papa. Por ejemplo, un papa Celestino V, una vez dejado el gobierno de la Iglesia, no avisó ni advirtió en absoluto de que seguiría siendo Papa, sino que se consideró un simple monje como lo había sido antes de ser Papa. Por tanto, en la época de Celestino V, no había consciencia de la distinción entre el esse y el agere del Papa, entre esencia y operación, como en cambio Benedicto nos ha hecho entender.
----------Ni siquiera en el proyecto de eventuales dimisiones Pío XII deja transparentar que tuviera consciencia de la diferencia introducida por Benedicto. De hecho, el papa Pío XII habla de un volver a ser Cardenal. En cambio Benedicto nos hace comprender mejor cuál es la gloria inmortal del Papado. En el paraíso del cielo, quien ha sido Papa aquí abajo, seguirá siendo Papa para la eternidad, aunque evidentemente ya no tenga la Iglesia para gobernar. Conservará el munus, aunque habiendo cesado para siempre del ministerium.
----------Por tanto, no es de extrañar que el actual Derecho Canónico ignore esa distinción y, por tanto, ignore la diferencia entre Papa emérito y Papa reinante. Pero esto sólo quiere decir que, después de la aclaración hecha por Benedicto, esa distinción deberá ser introducida en el Derecho, para así precisar cuáles deberán ser las competencias del Papa emérito, porque, como ha dicho el mismo papa Francisco, el emeritado pontificio no es un simple recuerdo o un simple título, sino que es una figura institucional.
----------En conclusión, no le corresponde a los particulares, sino al Colegio cardenalicio, que es el cuerpo eclesial autor del Cónclave, decirnos, entre el papa Benedicto y el papa Francisco, cuál de los dos es el Papa en ejercicio, o sea cuál de los dos ejerce el ministerium, o sea quién en definitiva hoy reina y gobierna la Iglesia. Entrambos son verdaderos Papas, entrambos tienen el munus papal, pero solo uno manda: Francisco. Esto ha querido decir Benedicto cuando ha dicho que el Papa es uno solo.
----------La respuesta de los Cardenales es clarísima, inequívoca, y todos la conocemos perfectamente: el único Papa que manda es el papa Francisco. El papa Benedicto es su ayudante, su asistente y su consejero, el "abuelo sabio", orante y sufriente, pero no privado de públicas y significativas intervenciones, como lo ha hecho en más de una ocasión, por el bien de la Iglesia y en comunión con Francisco.
----------Que Cionci, por lo tanto, emplee sus hermosas dotes de católico, de investigador y de periodista, en una causa digna de sus capacidades, y no haga reír ni se burle, al confundir el drama de la Iglesia de hoy, confundiendo las fuerzas en juego, las obras del Espíritu Santo en su lucha contra el Maligno, con la trama fantasiosa e irreal de una novela cómica. No ridiculicemos las cosas serias.
En la parábola del rico epulón, Abraham le responde: "tú tienes a los profetas". Hoy existe una cantidad enorme de apariciones en las que se preanuncia en términos apocalípticos que la apostasía deberá caer sobre Roma. Algunos de estos anuncios parecen prefigurar el escenario que describe Cionci.
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminar"los profetas", de los cuales habla Abraham en la parábola, son los autores humanos del Antiguo Testamento, por lo cual ellos anuncian una revelación divina pública. En cambio, los videntes a los cuales usted se refiere, suponiendo que se trate de verdaderos videntes, reciben sólo revelaciones privadas, las cuales, incluso en los mejores casos, pueden estar sujetas a errores.
¿Por qué motivo Ratzinger no ha escrito unas líneas de su puño y letra, negando las tesis que han ido ganando terreno estos años?
ResponderEliminarSería tan fácil y los silenciaría para siempre, y fin de la historia.
Estimado Hugo,
EliminarEl papa Benedicto ha sido claro desde el inicio (desde que anunció su dimisión y la explicó). Y desde entonces toda la Iglesia ha aceptado su decisión, aprobada por el papa Francisco. Así que por lo tanto no hay necesidad de ninguna aclaración.
Por supuesto, en al ámbito teológico, se puede dar una respuesta adecuada a los rumores en circulación, como por ejemplo lo he hecho al respecto de las fantasiosas elucubraciones de Cionci.
"Ahora bien, esta es una novedad absoluta a nivel doctrinal, introducida por Benedicto XVI en el concepto de Papado".
ResponderEliminarEntiendo que la obstinación de esos círculos tradicionalistas (en los cuales, por ejemplo, se encuentra Roberto De Mattei), a los que les cuesta comprender el status actual de Benedicto como Papa (aunque emérito) también puede deberse, en el fondo, en su raíz, a su concepción de una Tradición "fija", que no admite "desarrollo" ni "progreso". La Declaratio de Benito es un verdadero y propio acto magisterial dogmático.
Estimado Aureliano,
EliminarEstoy de acuerdo con lo que usted dice.
Es claro que, si uno concibe la Tradición como algo que no se puede desarrollar ni conocer mejor, entonces no puede aceptar la novedad introducida por el papa Benedicto relativa al Papado Emérito.
Permítame otro breve comentario: El hecho de que un Papa sabio como el venerable Pío XII no haya captado en su tiempo la distinción ahora enseñada por Benedicto parece ser un signo de los tiempos que surgieron del Concilio Vaticano II, que nos ha hecho mirar no tanto hacia el pasado, o hacia la protología, sino sobre todo hacia la escatología.
ResponderEliminarEstimado Aureliano,
Eliminaruna referencia al Concilio Vaticano II respecto a la innovación dogmática enseñada por el papa Benedicto XVI es ciertamente apropiada, no en el sentido de que en el Concilio se encuentre (aunque sea sólo implícitamente sugerida) la idea del Papa Emérito, sino en cuanto a que el Concilio constituye un poderoso estímulo para la investigación teológica y el progreso del conocimiento de fe.
En mi opinión, el papa Benedicto, que ya como sabemos había sido un gran impulsor del progreso teológico del siglo pasado, pudo haberse sentido estimulado por el Concilio a una profunda reflexión sobre el carisma de Pedro, la cual, con la asistencia del Espíritu Santo, lo ha llevado a concebir este nuevo aspecto del Papado, que consiste en la figura del Papa Emérito, figura dogmática, la cual debera ser el principio inspirador de la determinación jurídica, vale decir, su introducción en el derecho canónico como aplicación disciplinar de esta enseñanzas dogmática.