miércoles, 26 de octubre de 2022

La idea de Dios en el Corán (2/3)

El papa Francisco habló ayer en el encuentro de religiones promovido por la Comunidad de San Egidio, y dijo que "las religiones no pueden ser utilizadas para la guerra... nadie utilice el nombre de Dios para bendecir el terror y la violencia". Las palabras del Santo Padre están en estrecha armonía con aquel famoso discurso del papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona el 12 de septiembre de 2006, donde el entonces Romano Pontífice explicó uno de los aspectos de la concepción coránica de Dios. [En la imagen: fragmento de una ilustración de un manuscrito iluminado irakí de 1287 mostrando a los Hermanos de la Pureza, grupo de filósofos musulmanes del siglo X, actualmente en la Mezquita de Suleiman, Istambul, Turquía].

La histórica intervención del papa Benedicto XVI
   
----------El papa Benedicto XVI, actual papa emérito, abordó el difícil problema del voluntarismo islámico con interesantes, útiles y decisivas observaciones en aquel famoso discurso que pronunció en la Universidad de Ratisbona el 12 de septiembre de 2006. En aquella ocasión mencionó un aspecto de la concepción coránica de Dios, refiriéndose a un diálogo entre el emperador Emanuele Paleólogo y un docto musulmán mantenido en Constantinopla durante el asedio de la ciudad entre 1394 y 1402.
----------En este diálogo, el emperador reprocha a la concepción islámica de Dios de presentar un Dios que actúa por pura voluntad sin dar razón de lo que hace. Ahora bien, observa el emperador, actuar sin razón o sin motivo racional, por pura voluntad, quiere decir actuar con violencia, cometer violencia. La violencia, en efecto, se define precisamente como acción irrazonable o irracional, contra razón. Pero esto equivale a querer el mal, a cometer el mal. En efecto ¿qué cosa es lo bueno sino lo que es conforme a razón?
----------"El emperador, -explicaba el papa Benedicto en su discurso del 2006- después de pronunciarse de un modo tan duro, explica luego minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo insensato. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. 'Dios no se complace con la sangre -dice-; no actuar según la razón (σὺν λόγω), es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas... Para convencer a un alma racional no hay que recurrir al propio brazo ni a instrumentos contundentes ni a ningún otro medio con el que se pueda amenazar de muerte a una persona…'."
----------"En esta argumentación contra la conversión mediante la violencia -sigue diciendo el papa Benedicto XVI-, la afirmación decisiva es: no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. El editor, Theodore Khoury, comenta: para el emperador, como bizantino educado en la filosofía griega, esta afirmación es evidente. En cambio, para la doctrina musulmana, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está vinculada a ninguna de nuestras categorías, ni siquiera a la de la racionabilidad. En este contexto, Khoury cita una obra del conocido islamista francés R. Arnaldez, quien observa que Ibn Hazm llega a decir que Dios no estaría vinculado ni siquiera por su propia palabra y que nada le obligaría a revelarnos la verdad. Si él quisiera, el hombre debería practicar incluso la idolatría.
----------"Por honradez, sobre este punto es preciso señalar que, en la Baja Edad Media, hubo en la teología tendencias que rompen esta síntesis entre espíritu griego y espíritu cristiano. En contraste con el llamado intelectualismo agustiniano y tomista, Juan Duns Scoto introdujo un planteamiento voluntarista que, tras sucesivos desarrollos, llevó finalmente a afirmar que sólo conocemos de Dios la voluntas ordinata. Más allá de ésta existiría la libertad de Dios, en virtud de la cual habría podido crear y hacer incluso lo contrario de todo lo que efectivamente ha hecho. Aquí se perfilan posiciones que pueden acercarse a las de Ibn Hazm y podrían llevar incluso a una imagen de Dios-Arbitrio, que no está vinculado ni siquiera con la verdad y el bien".
----------"La trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de una manera tan exagerada, que incluso nuestra razón, nuestro sentido de la verdad y del bien, dejan de ser un auténtico espejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros eternamente inaccesibles y escondidas tras sus decisiones efectivas. En contraste con esto, la fe de la Iglesia se ha atenido siempre a la convicción de que entre Dios y nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada, existe una verdadera analogía, en la que ciertamente -como dice el IV concilio de Letrán en 1215- las diferencias son infinitamente más grandes que las semejanzas, pero sin llegar por ello a abolir la analogía y su lenguaje. Dios no se hace más divino por el hecho de que lo alejemos de nosotros con un voluntarismo puro e impenetrable, sino que, más bien, el Dios verdaderamente divino es el Dios que se ha manifestado como logos y ha actuado y actúa como logos lleno de amor por nosotros".
----------Ahora bien, el papa Benedicto XVI hace notar que san Juan llama Logos a Dios (Jn 1,1). Sin embargo, hay que considerar que aquí Juan no está hablando de la naturaleza divina, sobre la cual se detiene el Corán, sino que está hablando de Dios Hijo, a quien él llama Logos (Verbum, Verbo). Juan llama Logos al Hijo para explicar lo que se debe entender con el hecho de que el Padre genera al Hijo.
----------Evidentemente Mahoma no ha logrado entender nunca o nunca tal vez nadie le ha explicado, el por qué de esa elección de san Juan, de lo contrario no habría hecho esa ridícula y absurda objeción de que Dios no puede tener un hijo, porque, para tenerlo, debería tener una pareja. Véase por ejemplo: "Creador de los cielos y la tierra; que no tiene hijo y no tiene compañera" (sura 6,101); "Y en verdad Él -exaltada sea la majestad de nuestro Señor- no tomó compañera ni hijo" (sura 72,3). "No es propio de Alá que tomase un hijo" (sura 19,36). "Y dicen: tomó el Piadoso un hijo. He aquí que traéis cosa horrible" (sura 19,91); "Que atribuyen al Piadoso un hijo, y no conviene al Piadoso que tome un hijo" (sura 19,93).
----------En efecto, Mahoma ignoró el hecho de que Juan había llamado Logos (Verbum, Verbo) al Hijo porque quería que entendiéramos que el generar divino no tiene nada de biológico, siendo Dios purísimo Espíritu, sino que debe ser concebido a semejanza de la producción del concepto por parte de la mente: el Hijo sale del Padre de modo similar a aquel por el cual la idea sale de la mente de quien la concibe; sólo que mientras en nosotros la idea es un accidente de la mente, en Dios el pensante y lo pensado son dos Personas distintas: el Padre y el Hijo. Con todo esto es claro que Dios, como naturaleza divina, puede ser muy bien definido como una Razón subsistente, en cuanto creador de la razón humana, que es participación de la Razón divina.
----------Mahoma no tiene dificultad en aceptar los pasajes del Evangelio en los cuales Jesús se dirige a Dios como lo haría cada uno de nosotros, es decir, como la creatura respecto al creador, por ejemplo con la oración. De hecho, alaba a Jesús en este sentido y lo recomienda como modelo de profeta y de santo. Véase: "Cuando dijo el ángel: ¡Oh María! En verdad Alá te albricia con palabra que viene de Él; su nombre será el Mesías, Jesús hijo de María; venerado en este mundo y en el otro, uno de los más cercanos" (sura 3,40); "Y trajimos a Jesús, hijo de María, las pruebas y le fortificamos con el Espíritu, el santo" (sura 2,81); "Y enviamos sobre sus huellas a Jesús, hijo de María, para justificar la Torá que había entre sus manos, y le dimos el Evangelio, en el que hay guía y amonestación para los temerosos" (sura 5,50); "Cuando dijo Alá: ¡Oh Jesús, hijo de María! Recuerda mis mercedes sobre ti y sobre tu madre, cuando te fortifiqué con el Espíritu, el santo, y hablaste a la gente, en la cuna y anciano. Y cuando te enseñé el Libro y la sabiduría y la Torá y el Evangelio, y cuando creaste del barro una cuasi forma de pájaro por mi permisión y soplaste en ella y fue pájaro por mi permisión y curaste a los ciegos de nacimiento y a los leprosos por mi permisión; y cuando hiciste salir a los muertos por mi permisión y cuando te libré de los Hijos de Israel, cuando fuiste a ellos con las pruebas, y dijeron los que negaron, de ellos: En verdad, esto no es sino magia evidente" (sura 5,109-110).
----------Mahoma muestra una gran estima por la humanidad de Cristo y se complace en llamarlo "hijo de María" (cf. sura 2,208; sura 3,45; sura 4,157; sura 4,171 sura 4,171; sura 4,17; sura 4,46; sura 4,72; sura 4,75; sura 4,116; sura 5,46; sura 5,72; sura 5,110; sura 5,116; sura 9,31; sura 19,34; sura 23,20; sura 33,7; sura 43,57; sura 57, 27; sura 60, 6; sura 60,14), de la cual, como es sabido, alaba y venera su virginidad (cf. sura 66,12) y a quien considera beneficiado por el "Espíritu" de Dios, que sin embargo no es la tercera Persona de la Santísima Trinidad, sino que es el Arcángel Gabriel (cf. sura 66,12).
----------Sin embargo, no complace a Mahoma cuando Jesús llama a Dios su Padre y habla de sí como de Hijo de Dios Padre. Mahoma tiene la impresión de un hombre que, considerándose como Dios, pretende relacionarse con Dios, como un Dios que se relaciona con Dios, como si fuera otro Dios. Por lo cual surgirían dos dioses: por una parte Jesús que se hace Dios y por la otra el verdadero Dios, con el cual Jesús se relacionaría como con otro Dios, ya sea igual a sí (Jesús-Dios), ya sea superior a sí (Jesús hombre). Esta doble actitud de Jesús le parece a Mahoma contradictoria, intolerable y blasfema.
----------Acerca de esta cuestión, pueden tomarse como ejemplo los siguientes pasajes del Corán: "Son ciertamente incrédulos quienes dicen: ¡Alá es el Mesías, hijo de María!" (sura 5,17); "No creen, en realidad, quienes dicen: ¡Alá es el Mesías, hijo de María!, siendo así que el mismo Mesías ha dicho ¡Hijos de Israel, servid a Alá, mi Señor y Señor vuestro!. Alá veda el Paraíso a quien asocia a Alá. Su morada será el Fuego. Los impíos no tendrán quien les auxilie" (sura 5,72); "¡Gente de la Escritura! ¡No exageréis en vuestra religión! ¡No digáis de Alá sino la verdad: que el Mesías, Jesús, hijo de María, es solamente el enviado de Alá y Su Palabra, que Él ha comunicado a María, y un espíritu que procede de Él! ¡Creed, pues, en Alá y en Sus enviados! ¡No digáis ‘Tres'! ¡Basta ya, será mejor para vosotros! Alá es sólo un Dios Uno. ¡Gloria a Él! ¿Tener un hijo? Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra. ¡Alá basta como protector!" (sura 4,171); "Y cuando dijo Alá: ¡Jesús, hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a los hombres: '¡Tomadnos a mí y a mi madre como a dioses, además de tomar a Alá!'?. Dijo: ¡Gloria a Ti! ¿Cómo voy a decir algo que no tengo por verdad? Si lo hubiera dicho, Tú lo habrías sabido. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti" (sura 5,116).
----------De cómo Mahoma habla de la profecía (cf. sura 57,26; sura 45,16; sura 69,6; sura 8,64; sura 8,70; sura 19,30.) se entiende que tiene un concepto erróneo de ella. El profeta ciertamente habla en nombre de Dios y revela su esencia y su voluntad. Pero lo hace sólo en modo parcial. Por tanto, no existe una profecía insuperable, más allá de la cual no se pueda saber nada más acerca de Dios. Mahoma, por tanto, se equivoca al considerarse el profeta que haya llevado a plenitud la revelación divina. La plenitud de la revelación no viene de la profecía, sino del mismo Logos divino, es decir, de Jesucristo. En efecto, mientras el profeta habla de Dios, el Logos es la misma Palabra de Dios (Verbum Domini) hecha persona, el Hijo. El profeta habla de Dios con conceptos humanos y naturales, siendo un simple hombre. Jesús, el Logos, el Concepto del Padre, nos habla con conceptos divinos y sobrenaturales: los misterios de la fe cristiana. Sólo Jesús puede decirnos todo sobre el Padre, porque sólo Él, como Verbo del Padre, conoce perfecta y completamente al Padre.
----------Mahoma llama desdeñosamente "asociadores" a aquellos que flanqueaban a Dios con otras divinidades, como hacían los politeístas, negando así el monoteísmo. Y en eso tenía toda razón. Pero lamentablemente se la toma también con los cristianos porque consideraban a Jesús como Dios, creyendo que ellos querían agregar otro falso Dios al verdadero. Mahoma no entendió que la naturaleza divina de Cristo no es la adición de otra naturaleza divina a la ya existente, sino que es la misma naturaleza del único Dios ya existente. Mahoma fue llevado al error por el hecho de que Jesús se presenta como efectivamente otra persona distinta de Dios (Dios Padre) y como persona divina (el Hijo). Pero no comprendió que la naturaleza divina de Jesús era la misma que la de ese Dios, es decir Dios Padre, en relación con el cual Jesús se ponía como Hijo.
----------Ahora bien, acerca de los que Mahoma llama "asociadores", puede consultarse los siguientes textos: "Di: Yo soy sólo un mortal como vosotros, a quien se ha revelado que vuestro Dios es un Dios Uno. ¡Id, pues, derechos a Él y pedidle perdón! ¡Ay de los asociadores...!" (sura 41,6); "Abraham no fue judío ni cristiano, sino que fue hanif, sometido a Alá, no asociador" (sura 3,67); "Di: ¿Tomaré como amigo a otro distinto de Alá, creador de los cielos y de la tierra, Que alimenta sin ser alimentado? Di: He recibido la orden de ser el primero en someterse a Alá y no ser de los asociadores" (sura 6,14); "Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque [impuestos], entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso" (sura 9,5); "Él es Quien ha mandado a Su Enviado con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadores, prevalezca sobre toda otra religión" (sura 9,33); "¡Anuncia con fuerza lo que se te ordena y apártate de los asociadores!" (sura 15,94).
----------Indudablemente Mahoma no comprende tampoco que la fe cristiana en Jesús en cuanto Hijo de Dios, no quiere decir que la naturaleza divina, en cuanto tal, pueda tener un hijo. En este sentido Mahoma tiene toda la razón cuando dice que Dios no puede tener un hijo. En efecto, afirmar "Jesús Hijo de Dios" quiere decir en realidad: Hijo del Padre. Y he aquí que las cuentas cuadran perfectamente para nuestra razón y para nuestra experiencia: si hay un hijo, todos entienden que debe haber un padre. Sin embargo, también es claro que en el plano de las creaturas, en el que todos estamos, hijo y padre son dos personas.
----------El misterio divino que en cambio Jesús nos propone creer y frente al cual Mahoma se ha rebelado o no ha comprendido, es que Jesús es Hijo de Dios Padre como persona distinta de persona. Por lo tanto, Jesús nos revela que en Dios, en el único Dios existen dos personas divinas, Él y el Padre, sin dejar de sostener que existe un solo Dios. El monoteísmo no se rompe, a condición sin embargo que siempre se distinga naturaleza divina (una) y persona divina (tres), que Mahoma no supo entender o no ha querido entender.
----------Los cristianos, por el contrario, han entendido desde el inicio que era necesario adaptar el concepto natural de persona como sustancia, a cómo Jesús entendía su ser persona divina en relación con la persona del Padre. De ahí que entonces los cristianos comenzaron a entender que en este caso era necesario abandonar el concepto de persona como sustancia para evitar concebir dos sustancias divinas, es decir, dos dioses. Por otra parte, no cabía duda de que Padre e Hijo aparecían como dos personas.
----------Ahora bien, sin embargo, ¿cómo concebir a estas dos personas para que no surgieran dos dioses? ¿Acaso no es Dios una sola persona? En el plano metafísico Dios es una sola persona, en cuanto sujeto espiritual que entiende y quiere. Y es claro que la naturaleza divina tiene un intelecto y una voluntad. Pero la cuestión que se plantea es: ¿se puede concebir en Dios la persona divina en modo de admitir tres?
----------Después de una reflexión eclesial que duró tres siglos, san Agustín de Hipona se dio cuenta que se necesitaba concebir la persona divina como relación subsistente, y Agustín fue retomado por santo Tomás de Aquino en el siglo XIII. Mientras tanto, el Concilio de Nicea del 325 había aclarado la divinidad de Cristo ("consubstantialem Patri"), sin todavía dogmatizar sobre el concepto de persona divina. Habría de ser necesario el Concilio de Calcedonia del 451 para distinguir naturaleza o sustancia divina de persona divina y, finalmente, el Concilio de Florencia del 1441 para dogmatizar el concepto de persona divina como relación subsistente: "In Deo omnia sunt unum, ubi non obviat relationis oppositio" (Denz.1330). ¡Se había hecho la luz!
----------Pero desde la primera generación cristiana, la Iglesia había comprendido, incluso sin especiales aclaraciones conceptuales metafísicas o dogmáticas, que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios, una sola naturaleza, una sustancia, el único Dios en tres Personas. A Mahoma se le concedía todo aquello que tenía derecho a pretender, pero obviamente se desaprobaba su negativa a aceptar humilde y confiadamente, sin necias objeciones, cuanto nuestro Señor Jesucristo nos ha revelado del misterio de Dios. Mahoma, por tanto, no constituyó en absoluto un momento de plenitud de la revelación, por el contrario ¡constituyó un retroceso!
----------Desgraciadamente, en efecto, Mahoma no llegó nunca a formarse el concepto de persona divina trinitaria, por lo cual, afirmado Mahoma en la evidente oposición del uno al tres y al concepto de Dios como única persona, no pudo hacer otra cosa que exhortar perentoria e insistentemente a todos sus seguidores, bajo la amenaza del infierno, a no usar, hablando de Dios, el número tres: "¡No digáis tres!": "¡Gente de la Escritura! ¡No exageréis en vuestra religión! ¡No digáis de Alá sino la verdad... ¡No digáis ‘Tres'! ¡Basta ya, será mejor para vosotros! Alá es sólo un Dios Uno... ¿Cómo podría tener un hijo?" (sura 4,171); "No creen, en realidad, quienes dicen: Alá es el tercero de tres. ¡No hay ningún otro dios que Dios Uno! y, si no paran de decir eso, un castigo doloroso alcanzará a quienes de ellos no crean" (sura 5,73).
----------El rechazo islámico a la Trinidad es muy similar al judío, pero más excusable, porque, mientras los judíos poseen el Antiguo Testamento, Mahoma proviene de un pueblo de beduinos del desierto, politeístas e idólatras. Mahoma tenía un sentido vivísimo de la unidad, de la majestad y de la trascendencia divina, que le hace honor, como reconoce el mismo Concilio Vaticano II.
----------Salvo que, sin embargo, escandalizado por las infinitas supersutiles controversias teológicas bizantinas (piénsese, por ejemplo, en un Gregorio Palamàs, que en el siglo XIV presentó 30 objeciones al Filioque, una más abstrusa que otra), poco apto para la especulación y dotado de fuertes dotes prácticas y organizativas, sensible a la explotación de su pueblo por parte del imperio bizantino, quiso eliminar del mensaje cristiano aquellas que a él le parecían inútiles y dañinas complicaciones, mientras que al mismo tiempo tuvo la ambición, creyéndose él inspirado por el arcángel Gabriel, de dar a su pueblo una religión propia, mejor que la cristiana.
----------Por otra parte, hay que considerar también el hecho de que Mahoma nunca entró en contacto con auténticos cristianos, sino con monjes herejes, nestorianos, monofisitas y docetistas, quienes le presentaron una concepción deformada de la Trinidad y de Cristo. Por lo demás, Mahoma, hombre ciertamente genial, pero sin cultura teológica, un gran intuitivo, pero que vivía entre los beduinos del desierto, que eran supersticiosos, idólatras y politeístas, quería al mismo tiempo librarlos de su ignorancia.

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