Respecto al tema en cuestión, la tarea de hoy es la de esclarecer, captando también lo bueno que hay en la teología de von Balthasar, y rechazando su aspecto gnóstico, la relación de la Santísima Trinidad con el demonio, de modo de dejar claro cómo Dios no quiere el mal, pero quiere no impedirlo para hacerlo servir al bien y hacernos comprender mejor su sabiduría, su bondad, su justicia y su misericordia.
El demonio en lo interno de la Santísima Trinidad
----------La Sagrada Escritura presenta a las tres Personas divinas mediante la imagen de la persona humana, por lo cual resulta que la Escritura describe la relación entre ellas y su acción en el mundo y contra Satanás en una forma dramatizada y según un desarrollo histórico, similar al desarrollo de los relatos de las mitologías paganas, donde cada una de las tres Personas desempeña su propio rol, se influyen mutuamente, son jerarquizadas la una sobre la otra, cumplen acciones diversas, modifican su conducta, aunque las tres estén unidas en la lucha contra el demonio y en la obra de la salvación del hombre.
----------Y, sin embargo, la Escritura muestra claramente que cada una de las tres Personas, por distinta que sea de las otras y por más que desempeñe un rol diferente de las otras, es siempre el mismo Dios, el Ser subsistente, infinito, trascendente, preexistente al mundo, inmutable, impasible, sabiduría y bondad infinitas, justo y misericordioso, leal, fiel, coherente, omnipotente creador del cielo y de la tierra.
----------Este hecho de que las tres Personas son un solo Dios con bien precisos o específicos atributos, en particular su identidad y su voluntad, debe poner en guardia contra la tentación de concebir la conducta de las tres Personas al modo de la conducta de personas humanas o de la conducta de las personas de las mitologías paganas, donde un sujeto actúa de modo diferente al otro y existen cambios de conducta, contrastes y conflictos, donde una persona puede querer el bien y la otra el mal, puede ser doble o incoherente, arrepentirse y corregirse, amar u odiar, mandar u obedecer, hacer la paz o hacer la guerra.
----------Este proceso de paganización del misterio trinitario, que ha sustituido por la mitología a la rigurosa metafísica que es necesaria para formarse un correcto concepto de Dios, ha tenido un impulso con el auge del protestantismo, el cual, por lo demás, nacido en Alemania, tiene de inmediato la influencia de la antigua mitología germánica, en la cual está muy desarrollado el tema del conflicto entre los dioses y el tema de la mutabilidad del ser y del actuar divinos, mientras que a los dioses, como en todas las mitologías paganas, se les atribuyen pasiones humanas y defectos morales indignos de la verdadera divinidad.
----------Al interpretar cuanto el Nuevo Testamento nos narra sobre la conducta de las individuales Personas divinas, debemos prestar mucha atención a que al respecto la Escritura nos habla en un lenguaje antropomórfico, y no podía dejar de hacerlo. De lo contrario no entenderíamos nada. Nos corresponde a nosotros usar un concepto analógico de persona y saber captar la diferencia entre persona humana y Persona divina.
----------Por ejemplo, una interpretación no especulativa sino mitológica del misterio trinitario se encuentra en el libro de Bruno Forte, Trinidad como historia. Ensayo sobre el Dios cristiano (ediciones Sígueme, Salamanca 1988). Forte propone muy oportunamente el misterio trinitario como modelo de la ética cristiana; sin embargo, cede míseramente al teopasquismo -herejía condenada por la Iglesia ya en los primeros siglos- cuando sostiene que en el misterio de la Cruz sufren el Hijo, el Padre y el Espíritu Santo.
----------Los actos voluntarios, que la Escritura nos presenta como actos de las individuales Personas divinas, no deben ser entendidos como actos cuyo sujeto es la individual Persona, como sucede en el actuar de la persona humana, sino como actos de la única voluntad divina del Dios Uno, común a las tres Personas. ¿Entonces, cómo deben interpretarse? No como actos propios, sino apropiados a la Persona divina, para hacernos comprender lo que Dios hace, ya como Padre, ya como Hijo, ya como Espíritu.
----------Lutero mantenía la fe ortodoxa en el misterio trinitario y en su obra de salvación a favor del hombre. Admitía en Dios la justicia y la misericordia. Reconocía la oposición de Dios a Satanás y la victoria de nuestro Señor Jesucristo sobre el demonio. Distinguía el cielo del infierno.
----------Y sin embargo Lutero, con la doctrina de la doble predestinación, con el equívoco de Cristo "hecho pecado", de Cristo que aparece "sub contraria specie", deja insinuar la idea de que Dios pueda ser doble, desleal e indigno de confianza, no obstante la bien conocida fuerte confianza de Lutero en el Dios misericordioso. En suma, para Lutero en Dios tiene origen no sólo el bien, sino también el mal.
----------El tema luterano del justus et peccator conducido a sus extremas consecuencias lleva a afirmar -y esta es la conclusión de von Balthasar- que la gracia coincide con el pecado, la bienaventuranza coincide con la condenación, el paraíso del cielo con el infierno, de modo que ya no es el cielo por un lado y el infierno por el otro, ovejas y cabras separadas, como creían ingenuamente san Agustín, santo Tomás de Aquino y Dante Alighieri, sino que todos son a un mismo tiempo salvados y condenados. Dios salva a todos porque Cristo redime a todos, aunque todos sean y sigan siendo pecadores. El pecado es solamente cubierto, no cancelado. Pero entonces, si bien y mal están en Dios, como ya pensaba Böhme, paraíso del cielo e infierno no son áreas de lo creado externas a Dios, sino que están en Dios mismo, como ya había imaginado Schelling.
----------Este es el germen venenoso que se desarrollará después de Lutero y que terminará por socavar el orden, la serenidad y la armonía de las relaciones intratrinitarias al introducir la tenebrosa y conflictiva acción de Satanás en lo interno de la misma Trinidad.
----------La "teodramática" de von Balthasar tiene el defecto de concebir la relación de la Trinidad con el demonio y con el hombre como si se tratara de un drama teatral con cinco actores, cada uno con su propia voluntad, un drama donde el mal y el bien están presentes en cada uno de ellos, por lo cual en parte están de acuerdo, en parte están en contraste, alguno es más bueno, algún otro es más malo, sin que los buenos triunfen sobre los malos, sin que la unión y la paz triunfen sobre la división y sobre el conflicto, porque todos suponen la idea de que el bien no puede existir sin el mal.
----------Y está precisamente aquí el error metafísico de base que hace de presupuesto a la teología de von Balthasar y explica su concepción herética de la Trinidad en sus relaciones con el hombre y con el demonio. El caso es que Von Balthasar no ha logrado concebir que Dios, bondad infinita y completamente autosuficiente, pueda existir solo, sin el mundo, y por lo tanto sin el mal.
----------Privado de esta consideración especulativa, carente de esa verdad metafísica básica, y víctima de la mitología, von Balthasar considera la relación de Dios con lo creado sólo desde el punto de vista del hecho histórico, es decir, como efectivamente han sucedido las cosas, sin darse cuenta por tanto de la contingencia y de la no-necesidad de la existencia del mal. Por consiguiente, no ha entendido la victoria de Dios sobre el mal. No ha entendido que aunque Satanás y los hombres condenados sigan estando firmes en la elección del mal, y si por lo tanto es verdad que Dios no cancela el mal, sin embargo lo tiene sujeto en el infierno, que Él gobierna, pero que no existe en lo interno de Dios, sino más bien fuera de Dios.
----------Al dejar entrar al demonio y al causar confusión y caos entre la divinas Personas de la Santísima Trinidad, al poner al Padre contra el Hijo y al Hijo contra el Padre, von Balthasar demuestra tener una concepción de Dios que entra en conflicto consigo mismo. Pero si la división está en Dios, el conflicto entonces es irreparable, porque la solución de un conflicto sólo puede venir de un superior principio de unificación, que a su vez no está en conflicto consigo mismo. Si este mismo principio, que debería ser Dios, está a su vez dividido, entonces no hay nada que hacer. Ni siquiera Dios alcanza a traer paz.
----------El defecto de la dialéctica hegeliana es la idea de que lo negativo, es decir, el mal, pueda por sí mismo producir lo positivo, es decir, el bien. Pero esto es falso. Del demonio no podemos esperar nada bueno. El bien puede obtener el bien del mal, pero el mal por sí solo no puede más que producir el mal.
----------Si Dios se separa de sí mismo, si Dios se pone contra Dios, si el Padre se pone contra el Hijo, si el demonio tiene el poder de entrometerse y desbaratar o confundir las relaciones intratrinitarias, quiere decir entonces que en la Trinidad al lado del paraíso del cielo está también el infierno.
----------Por lo tanto, cuando se dice que según von Balthasar el infierno está vacío, esta afirmación vale o se la aplica al infierno entendido en el sentido ortodoxo, es decir, en cuanto fuera de Dios. Pero teniendo en cuenta la concepción balthasariana del infierno, entonces ese infierno no está en absoluto vacío, sino que contiene a la humanidad pecadora, el hombre justus et peccator, el cual, estando en Dios, es bienaventurado y al mismo tiempo condenado, como por lo demás Cristo mismo, modelo del hombre.
Consecuencias morales
----------Ahora bien, en el plano de la moral, la consecuencia de esta cristodemonología y de este trinitarianismo böhmiano-hegeliano, no puede más que ser evidentemente el relativismo moral: si el Absoluto en sí mismo se opone a sí mismo; si el demonio obra en lo interno de la Trinidad, está claro que no puede existir un bien absoluto, no podrá existir ninguna norma moral absoluta, válida para mí y para ti, sino que la norma es relativa a las decisiones de cada uno según su arbitrio individual. S’ei piace, ei lice, según las famosas palabras de Torquato Tasso. Lo que es malo para mí puede ser bueno para ti.
----------Esta concepción se agrava a causa de otro error, ya presente en Lutero, y que hoy caracteriza la ética buenista: von Balthasar confunde el pecar con el padecer, el mal de culpa con el mal de pena. De aquí se sigue que el pecador no debe ser reprochado ni condenado, sino sólo compasionado y excusado. No es un culpable, sino sólo un sufriente, una víctima.
----------De aquí también un error eclesiológico: no existen condiciones para pertenecer a la Iglesia, sino que cualquiera puede ser parte de la Iglesia, aunque no acepte la moral de la Iglesia, precisamente en base al principio de que no existe una moral absoluta, sino que bueno y malo son relativos al juicio de los individuales sujetos morales. Por lo tanto, nadie está excluido de la Iglesia. La Iglesia se identifica con el mundo.
----------En efecto, en el relativismo y subjetivismo morales no existen valores "en sí" objetivos, universales, válidos para todos e inmutables, sino que lo que es malo para mí puede ser bueno para ti. Lo objetivo deviene subjetivo, la ciencia moral se reduce a opinión moral, el bien real se reduce al bien aparente. Cada uno juzga no como son las cosas en sí, sino cómo se le aparecen a él.
----------Por esto no puedo juzgar a nadie, sino que debo presuponer que todos hacen lo que a su juicio está bien, como lo hago yo, y que por tanto están en buena fe, aunque hagan lo que a mí me parezca mal. Por eso no puedo decir: tú estás equivocado, sino simplemente que eres diferente a mí. Y yo debo respetar la diversidad. La referencia a la propia conciencia y a la exigencia de la libertad se convierte en un pretexto para hacer no lo que es objetivamente bueno, sino lo que cada uno por su cuenta decide ser bueno.
----------De aquí viene que todos son buenos, aunque todos son pecadores. Depende del punto de vista de cada uno. Todos se salvan, aunque a los ojos de cada uno la acción del otro contraria a la suya le parezca mala. En este sentido, también en el paraíso del cielo todos son pecadores, y todos están en el infierno.
----------Se debe respetar la diversidad y nos damos cuenta entonces de que los malos no existen. O existen sólo desde nuestro punto de vista. Ellos para sí mismo se consideran buenos. Por tanto, es necesario juzgarlos con su criterio, y no con el nuestro, y nos daremos cuenta de que ellos también son buenos.
----------Es claro que yo considero tener razón, estar en lo justo, si veo a alguien que realiza una acción contraria a la mía, me inclino a juzgarlo incorrecto, olvidando que también a sus ojos mi comportamiento le parece incorrecto. Es necesario, por tanto, que cada uno aplique su idea del bien y deje a los otros tener una idea diferente, incluso si a uno le parece mala.
Aclaraciones finales y conclusión
----------Sin embargo, digo que estas mis críticas a von Balthasar no pretenden en absoluto desconocer sus grandes méritos como uno de los más grandes teólogos del siglo pasado, quien al término de su vida fue galardonado, en presencia de san Juan Pablo II, con el prestigioso premio Pablo VI en la Sala Clementina del Palacio Apostólico y fue nombrado cardenal apenas dos días antes de su muerte.
----------Estudioso de prodigiosa erudición y mente profunda y poderosa, amante de las grandes síntesis, nos ha dejado un riquísimo patrimonio de pensamiento, que toca los temas más importantes del catolicismo, desde el misterio de Dios hasta el trinitario, al de Cristo, al de la Iglesia, al de la santidad y de la mística.
----------Von Balthasar también ha tenido grandes méritos en el saber captar el valor del avance de la teología promovido por el Concilio Vaticano II, poniendo en guardia contra las mistificaciones neomodernistas, en particular la falsificación rahneriana de la fe católica. Sin embargo, quizás por un excesivo activismo e insuficiente reflexión, él, al acercarse a tantos pensadores, no ha tenido el discernimiento suficiente para evitar las insidias y escollos y así una cosa curiosa es cómo él le reprocha a Rahner el haberse dejado seducir por Hegel, cuando él mismo, como hemos visto, ha caído en su trampa.
----------En von Balthasar hay un alma límpida, que le viene de la espiritualidad ignaciana y un alma turbia, que le viene de la influencia de la falsa mística Adrienne Von Speyr [1902-1967] de la que von Balthasar fue guía espiritual. Tomemos de él lo bueno y dejemos caer lo malo.
----------La tarea de hoy es la de esclarecer, captando también lo bueno que hay en la teología de von Balthasar, y rechazando su aspecto gnóstico, la relación de la Santísima Trinidad con el demonio, de modo de dejar claro cómo Dios no quiere el mal, pero quiere no impedirlo para hacerlo servir al bien y hacernos comprender mejor su sabiduría, su bondad, su justicia y su misericordia.
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