La "inculturación" es la adaptación de la liturgia a la cultura histórica; sin embargo, no es la liturgia la que debe reducirse a un hecho de cultura local, sino que es la cultura local la que debe expresar la liturgia. [En la imagen: una de las tradicionales Rogativas que se rezan el último domingo de mayo, en esta caso, las Rogativas de la comarca de La Tercia del Camino, en León, España].
Liturgia e idolatría, definiciones y diferencias
----------La cuestión de la distinción entre liturgia e idolatría no es simple y supone una recta concepción de la divinidad, de lo que de ella podemos esperar y de nuestros deberes hacia ella. Ante todo necesitamos una concepción correcta de Dios, es decir, monoteísta. En efecto, el monoteísmo sabe que Dios no puede sino ser uno solo. En efecto, para ser verdadero Dios como conviene a Dios, debe ser el absoluto perfectísimo. Pero si junto a él hubiera otro dios, este dios, para distinguirse del primero, debería tener cualidades que el primero no tiene, por lo cual le faltaría algo y ya no sería el absoluto, ya no sería Dios.
----------Ahora bien, ¿qué es la liturgia católica? Es la acción sacerdotal de nuestro Señor Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, que, a la diestra del Padre, intercede ante el Padre, presentando la ofrenda de Sí mismo en expiación de nuestros pecados, renovada en modo incruento en el sacrificio de la Misa y en los sacramentos por las manos del sacerdote con el concurso del santo pueblo de Dios.
----------Por consiguiente, la liturgia es un conjunto de acciones sagradas salvíficas y santificantes que culminan en la Misa o se derivan de la Misa. Toda acción sagrada es ejercida por un ministro, que ordinariamente es el sacerdote, para beneficio espiritual de los fieles. Se compone de tres elementos: un factor verbal formal (la fórmula litúrgica); un elemento gestual simbólico; y un factor material, es decir, el uso de particulares materias u objetos, que normalmente constituyen la materia del sacramento. Se desarrolla en el tiempo y en el espacio según una sucesión ordenada de partes fijas, denominada "ceremonia". El núcleo de la acción litúrgica es de institución divina y por tanto es universal e inmutable. Sin embargo, en torno al núcleo inviolable, está permitido un espacio accidental, contingente, variable y mutable, de libre creatividad del ministro o del fiel, sin tocar la sustancia del acto, sin cometer sacrilegio ni invalidar el acto litúrgico.
----------La Iglesia puede aprobar, fijar o determinar por autoridad ciertos detalles o modalidades o permitir o convalidar las formas más acertadas, que mejor pueden expresar o interpretar las instancias, las demandas, las exigencias y necesidades, la cultura, las preferencias, el sentir o los gustos de un determinado ambiente o de un determinado pueblo, de un grupo dado, o de una determinada clase social, en varias y mutables formas de celebración, llamadas "ritos", en los varios tiempos y lugares. La acción con la cual la Iglesia hace esta operación se llama "inculturación" o adaptación de la liturgia. El último Sínodo de Obispos (2019) ha abordado el problema de la inculturación de la liturgia en la Amazonía. No es la liturgia la que debe reducirse a un hecho de cultura local, sino que es la cultura local la que debe expresar la liturgia.
----------Hay otro punto a considerar: debe hacerse una neta distinción entre el culto divino y el culto católico de los Santos, comenzando por el de Nuestra Señora. Sobre este punto, desafortunadamente, Lutero produjo una gran confusión, pensando que nosotros los católicos, al rendir honores litúrgicos a los Santos, somos idólatras. Sería idolatría si en cambio veneráramos a los Santos como si fueran dioses, ofreciéndoles sacrificios y presentándoles peticiones como si de ellos dependiera nuestra salvación. Si celebramos una Misa en honor de santo Domingo o de san Francisco, esto no significa que nosotros, como creía Lutero, ofrezcamos un sacrificio a santo Domingo o a san Francisco, sino que ofrecemos al Padre en Cristo en el Espíritu Santo el mismo sacrificio de Cristo en unión con santo Domingo y san Francisco y a imitación de la devoción con las cuales ellos vivieron el misterio de la Misa y disfrutaron de las mismas gracias que brotan de la Misa por los méritos de Cristo, haciéndolos por tanto intercesores para nosotros en el paraíso del cielo.
----------Por tanto, si nosotros invocamos a Nuestra Señora, no lo hacemos como si ella fuera una especie de Pachamama, a la cual le pedimos la salvación, sino (y esto lo saben muy bien incluso los niños del catecismo) en cuanto Le pedimos orar por nosotros e interceder ante Dios, a fin de que por su intermedio recibamos las gracias de la salvación que provienen de Cristo.
----------La idolatría, en cambio, supone el politeísmo, mostrando con ello mismo tener un concepto inadecuado y falso de Dios. En efecto, los dioses no son más que la divinización o absolutización de algunos héroes o personajes relevantes reales o legendarios, o de algunos valores o ideales. La sustancia de la idolatría reside, por tanto, al fin de cuentas, en la adoración de la criatura en lugar del Creador.
----------Signo también de politeísmo, al menos ese politeísmo popular (prescindamos de aquel politeísmo docto pitagórico, neoplatónico y hermético, por otra parte dualista y antifeminista) es el distinguir entre divinidades masculinas y divinidades femeninas, en relación con lo cual se considera conveniente al varón o a la mujer. Se trata de la divinización o personificación de particulares valores, de manera que cada uno de los dioses aparece especializado en uno de estos valores y siendo su sostén y promotor.
----------Este concepto reaparece de alguna manera, si se quiere, aunque por supuesto purificado del aspecto idolátrico, en el culto católico de los Santos, cada uno de los cuales, por sus dotes personales, aparece como Santo patrono de una particular actividad humana. Pero está claro que mientras en el politeísmo lo divino se divide en una multiplicidad de fuerzas dispersas e inconexas, en el monoteísmo, en cambio, estas fuerzas están ordenadas y unificadas en torno a Dios, a Él conducen y de Él derivan.
----------Por tanto, no basta concebir un Dios uno, si luego lo confundimos con la creatura, y por tanto lo confundimos con el mundo, con la naturaleza, con nosotros mismos o con los productos de nuestro obrar. En ello tenemos de nuevo la idolatría. Por ejemplo, el Dios de Hegel no puede existir sin el mundo. Para Fichte, Marx y Gentile es el hombre quien se produce o se crea a sí mismo: el hombre por medio de la praxis en Fichte, el hombre por medio del trabajo en Marx; el hombre por medio del pensamiento en Gentile. Por lo tanto, el Hombre en el lugar de Dios. Pero esto es idolatría. De nuevo: el Dios de Spinoza se identifica con la naturaleza. Lo mismo vale para Bernardino Telesio, para los magos y los alquimistas del Renacimiento, para los cabalistas, para Giordano Bruno, para Schelling y para Goethe. El culto de Pachamama entra en este tipo de idolatría. Y más precisamente, es reconducible a los antiguos cultos de Astarté y de Ceres.
----------Por otra parte, se debe considerar que la idolatría, al menos aquella idolatría del ámbito popular, está relacionada con la fabricación de un ídolo, por lo cual la estatuilla de Pachamama, precisamente en la intención de quien la ha esculpido o grabado o pintado, en cuanto devoto de la diosa, no se debe considerar un simple producto de la artesanía local, sino un verdadero y propio objeto de culto. Por lo tanto, la oración del idólatra no sube a Dios, sino que se detiene en el mismo ídolo.
----------Por ello, el ídolo esculpido, tallado o pintado también es llamado "fetiche", del latín factitium, que significa "artefacto" o "manufactura"; por lo tanto, no se trata de una simple obra de arte para admirar estéticamente, sino que se trata de un medio de comunicación con el dios. Por tanto, el artista idolátrico no confecciona su obra simplemente para expresar su gusto por lo bello, sino a fin de obtener apoyo y ayuda del dios representado por el producto de su arte, un dios que, no siendo el verdadero y único Dios creador del cielo y de la tierra, no puede más que ser su antagonista, el demonio.
Cómo se organiza y estructura la idolatría
----------El artista de un producto idolátrico cumple así una obra de magia, consistente en el producir un ídolo que será utilizado por el mago (o como se llame) para convertir en operante al ídolo. El artista, en virtud de un pacto implícito, aunque tal vez inconsciente, con el demonio, usa o modifica objetos, prepara extraños brebajes simbólicos, da señales misteriosas, da forma a una materia pronunciando especiales fórmulas rituales propiciatorias a fin de obtener que el dios sea presente y operante en la estatua y por medio de la estatua. Por eso, la operación mágica no busca sacar fuerzas del poder de Dios, sino del poder del demonio. Fácilmente estas operaciones son maleficios diabólicos, afectan a hombres, animales y cultivos.
----------Es esta en efecto la operación propia de la magia o de la hechicería. Es significativo el hecho de que la Asociación "La Notte delle Streghe", después de aquel rito en los jardines del Vaticano durante el Sínodo de la Amazonía en 2019, haya expresado al Papa su alegría y su complacencia por su gesto de apoyo al "derecho a la libertad religiosa". Hay que notar, sin embargo, que la magia o la brujería o la hechicería, aunque en una diferencia abisal, tiene una cierta semejanza con la confección del sacramento católico por obra del sacerdote, y ha sido precisamente esta similitud la que ha engañado en su momento a Lutero, impulsándolo a acusar al sacerdocio y a los sacramentos de ser reconducibles a la magia y a la idolatría.
----------La estatua de Pachamama puede, mas bien, representar la maternidad o la comunión con la naturaleza; pero se mantiene el hecho de que, tratándose de un ídolo -diga lo que diga mons. Kräutler-, no se presta como tal para una inculturación de la liturgia católica en la ritualidad amazónica, porque como ídolo pide para sí un culto divino ilícito, mientras que Dios no admite cultos a otros dioses fuera de Él.
----------Por eso la liturgia católica, en los primeros siglos del cristianismo, ha podido inculturarse en la antigua religión romana pagana, solamente expulsando a todos los dioses, y asumiendo sólo algunos conceptos válidos de la religión romana, los cuales, debidamente adaptados, podían ser utilizados para expresar la liturgia católica, tales como: religio, pietas, sacerdos, minister, pontifex, cultus, sacrum, ritus, ara, hostia, sacrificium, caeremonia, oratio, adoratio, officium, oblatio, votum, propitiatio, satisfactio, expiatio, lex, prex, vaticinium, supplicatio, iuramentum, miraculum, phanum, templum. Aparte de los atributos de la divinidad que podían ser aplicados al verdadero Dios. Pero el concepto de lo divinum o del divus debía ser reconducido desde el politeísmo hasta el monoteísmo. Y esta reconducción costó a los mártires cristianos su propia sangre. ¿Queremos renegar de esta sagrada sangre por una Pachamama cualquiera?
La verdadera inculturación
----------Como ya lo han hecho notar muchos comentaristas de aquellos hechos de 2019 que en este artículo he recordado, la verdadera inculturación de la liturgia católica en América Latina ha sido hecha por Nuestra Señora de Guadalupe, asumiendo incluso los rasgos del hombre mestizo y de la indumentaria local, sin necesidad de inmundas referencias idolátricas, que son absolutamente incompatibles no sólo con el cristianismo, sino incluso con el simple monoteísmo y la sana razón, esa razón que sabe que Dios es uno solo.
----------Y así como aquellos cristianos romanos de los primeros siglos supieron renunciar a sus propios "dioses falsos y mentirosos", así también debe considerarse que los cristianos amazónicos de la actualidad son cordialmente invitados por la Iglesia a hacer lo mismo con sus dioses y sus ritos, sin descuidar nada de cuanto en ellos pueda ser recuperado, mientras nosotros los católicos expresamos toda nuestra indignada desaprobación y condena hacia aquellos de nuestros hermanos, laicos o clérigos, que después de 17 siglos de victoria sobre los ídolos, se dejan engañar tan miserablemente por el demonio, y habiendo comenzado por el espíritu, ahora parecen querer volver a la carne como dice san Pablo (Gal 3,3).
----------En todo caso, se debe reconocer que la espiritualidad amazónica advierte en modo especial el valor de la comunión con la naturaleza, y los recursos que la naturaleza ofrece al hombre; pero también las fuerzas terribles que la naturaleza opone al hombre. Su defecto es el de no sentirla como mediadora de una relación con Dios, signo de su bondad para con el hombre, instrumento de su justicia para el hombre pecador.
----------Esta espiritualidad, sin embargo, que en su lado oscuro sería mejor llamarla superstición, ve al mismo tiempo en la naturaleza y en su símbolo, Pachamama, el origen de la existencia y el término de las aspiraciones del hombre, o bien aparece como diosa cruel y amenazadora, que debe ser apaciguada con sacrificios, y hasta sacrificios humanos. He aquí el culto de Pachamama.
----------Esta imagen hostil de la naturaleza podría ser purificada a la luz del Cántico de las creaturas de san Francisco. Este famosísimo y bellísimo cántico enseña al hombre amazónico que no debe dirigirse a la naturaleza, a Pachamama, como si ella fuera la meta y la cumbre de las aspiraciones humanas, sino que debe dirigirse para estos fines a Dios, aunque sea también mediante la naturaleza:
----------"Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación. Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas. Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento. Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas".
----------En cuanto a las amenazas y a las desgracias que nos llegan de la naturaleza, el amazónico debe aprender a no temer a la naturaleza como si fuera la primera responsable de los males que afligen al hombre. En cambio, debe ver en esos problemas que son causados por la naturaleza las consecuencias del pecado original, por lo cual o debe vivirlos en un espíritu de expiación en unión con Cristo o debe volverse a Dios para ser perdonado, si así lo quiere Él. Este es el sentido de las llamadas "Rogativas".
----------Pongamos un ejemplo de cómo ellas se celebraban hasta un pasado reciente: "Se celebra la Misa propia de las Rogativas, con vestiduras moradas (últimamente la Misa se celebraba después de la procesión en la capilla o iglesia prevista, ndr.). Luego se ordena la procesión, al canto de las Letanías de los Santos, comenzando al pie del altar hasta la invocación "Santa María", y continuando por todo el campo, con diferentes itinerarios en diferentes días, de modo de que cada finca, cada huerta, cada jardín, cada terrón, recibe la bendición. En los lugares establecidos por la tradición -y los campesinos los conocen bien y los transmiten de generación en generación- la Procesión hace una parada. Entonces el Sacerdote interrumpe las Letanías: canta un pasaje del Evangelio. El pueblo escucha de pie; se une al celebrante para elevar a Dios la oración formulada en el Oremus. Luego se arrodilla sobre el camino, sobre la hierba, o sobre las piedras. El sacerdote con la cruz bendice el campo hacia los cuatro puntos cardinales, cantando: "A fulgure et tempestate" y el pueblo: "Libera nos; Domine". Luego el sacerdote: "Ut fructus terrae dare et conservare digneris" y el pueblo responde "Te rogamus, audi nos". Con agua bendita se rocían los campos, las tiernas cosechas, las vides, las semillas de las plantas y los fieles se hacen la señal de la cruz: la procesión se recompone, se reanudan las Letanías" (el lector puede hallar un par de ejemplos: aquí, y aquí).
----------Para aquellos que tienen los ojos abiertos, libres de las fantasías de Rousseau, la naturaleza no es solo madre, sino también madrastra, como bien ha señalado Giacomo Leopardi. La naturaleza, ciertamente, nos mantiene en vida, pero es también madre precaria y aleatoria, y hasta se podría decir desquiciada, en aquello que en nosotros está destinado a la muerte. Por lo tanto, tengamos cuidado con la ingenuidad, la retórica y el romanticismo. Peor todavía si la naturaleza se convierte en un ídolo. Es verdad que venimos de la tierra y volvemos a la tierra, pero para subir al cielo; y de esto la tierra no sabe nada.
----------Por tanto, tratemos bien a la naturaleza, y usémosla con sabiduría, conociendo sus límites y defectos y respetando sus leyes. Aprovechemos también sus bellezas, dejémonos abrazar también por sus brazos maternales, sintámonos también parte de su totalidad, indaguemos también sus misterios. Pero no dejemos de darnos cuenta de que ella no puede bastar para saciar nuestra necesidad de Infinito, no dejemos de ver en ella los signos de la divina providencia, la ocasión para una vida sobria, penitente y ascética, un tesoro para compartir con nuestros semejantes, un bien para dar a los pobres, una voz, como decía san Agustín, que nos habla de Dios, el camino, para decirlo con palabras de santo Tomás, que nos conduce a Él.
Padre Filemón,
ResponderEliminarhe leído todo su artículo, interesado por comprobar qué juicio hacía usted, sobre esos sucesos previos al Sínodo de la Amazonía en el Vaticano.
Pienso que a casi ya tres años de aquellos acontecimientos, siempre es posible una valoración más objetiva, equilibrada y desapasionada.
Me gustaría que me ofreciera, si no es demasiado pedir, una evaluación personal de la actitud de aquel fiel que tomó aquellas estatuillas de la Pachamama de la iglesia romana y las arrojó al Tiber. ¿Ha sido un acto bueno o malo, oportuno o no?
Estimado José,
Eliminarel acto de aquel desconocido de octubre de 2019, que tomó de la iglesia de Santa María en la Traspontina las estatuillas de la Pachamama, y las arrojó a las aguas del Tiber, fue un verdadero y propio acto de religión y de desinfestación de un lugar sacro, que había sido profanado y contaminado por la oprobiosa presencia de los ídolos, presencia que era un insulto a la sacrosanta presencia del Santísimo Sacramento guardado en el Tabernáculo.
Algo más, agregado a mi pregunta anterior, pues creo que es justo que antes que nada le brinde mi opinión.
ResponderEliminarRecuerdo que en aquel momento me solidaricé completamente con aquel joven que tiró al río las estatuillas. Y, francamente hablando, no veo motivos para cambiar mi opinión.
Estimado José,
Eliminarel sentir suyo de aquel momento, y mantenido -como usted dice- en estos años, prueba que usted mantiene el verdadero sentido de la virtud de la religión, en cuanto distinta substancialmente de la superstición y la idolatría.
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ResponderEliminarEstimado Padre Filemón:
ResponderEliminarCreo que se desprende muy claro de su artículo, que el culto amazónico a la Pachamama implica chamanismo, magia, idolatría y, en definitiva, panteísmo.
Mi pregunta es: cuando en la Iglesia hablamos de "diálogo interreligioso" ¿también se incluye el diálogo con quienes practican esta clase de cultos idolátricos?
Estimado Sergio,
Eliminarel pretender que pueda existir verdadero y propio "diálogo interreligioso" (al menos según surge de los términos establecidos por el Concilio Vaticano II, para este diálogo) es absolutamente erróneo, y, de hecho, considerar que el culto a la Pachamama sea realmente "religión" (propia y verdadera) no hace más que favorecer el sincretismo y la idolatría.
La aquiescencia a la superstición, es decir a la idolatría, al politeísmo, a la magia, al espiritismo y cosas similares, no tiene nada que ver con el diálogo interreligioso, sino que es un acto de impiedad que ofende a Dios, hiere y causa escándalo a todos los hombres religiosos, cualquiera que sea la religión a la cual pertenecen.
Lo digo breve y claro para que el padre Filemón me responda simplemente por sí o por no: ¿puede ser usado el símbolo de la Pachamama amazónica para la inculturación de la fe cristiana?
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminarpara responder a su pregunta, ante todo es necesario tener bien claro lo que significa "inculturación". Y en segundo lugar, hay que tener bien claro que se entiende por "Pachamama", si se la quiere usar como medio de inculturación.
Creo haber respondido a ambas cuestiones en este mismo artículo, donde he explicado lo que significa la verdadera y propia inculturación.
Supuesto que usted haya podido comprender los términos con los que he explicado lo que significa inculturación, entonces, para responder a su pregunta, habría que hacer una distinción:
1) Si "Pachamama" significa un símbolo o imagen de la utilidad y de la maternidad de la naturaleza creada por Dios, o bien de la exigencia de la comunión del hombre con la naturaleza, la cosa parecería estar bien.
2) Pero si "Pachamama" significa la divinización de la naturaleza o una diosa al lado de Dios y a la par de Dios, no podemos estar ahí de acuerdo en absoluto, pues con ello se cae en el politeísmo o en la idolatría.
En mi artículo he dado algunas pistas acerca de lo que de hecho ha sido y es la Pachamama. Por consiguiente, la respuesta ha sido clara y evidente: no puede ser utilizada, en tales términos, para la inculturación de la fe cristiana.
Estimado fray Filemón:
ResponderEliminarEspero no me malinterprete en lo que diré, pues no es mi intención poner en un pedestal la formación que recibí en el seminario que yo viví (hace de esto mucho, pero mucho tiempo). Había carencias y muchas cosas mejorables.
Sin embargo, creo que aquellos tres años intensos de filosofía sistemática podían darnos, incluso a los menos dotados mentalmente de nosotros, una preparación básica, al menos la mínima necesaria, para abordar los siguientes años de la teología con una buena base.
Sabíamos hablar de Dios, filosóficamente digo: probar su existencia, indicar sus atributos, discernibles por la sana razón; demostrábamos la existencia del alma humana y de su inmortalidad. Sabíamos ya en los primeros años del seminario describir todas las potencias del hombre y distinguirlas, sobre todo distinguir la voluntad de las pasiones, ¡y ni hablar del curso de lógica o el de gnoseología!
Pero, ¿qué hay hoy en los seminarios? ¿Qué preparación filosófica reciben hoy los sacerdotes? ¡Si hasta los Obispos se notan hoy impreparados filosóficamente!
¿Le parece que con este panorama no se puede comprender (no digo justificar) lo sucedido en el 2019 en los jardines del Vaticano y en la iglesia de la Traspontina?...
Querido J.M.C.,
Eliminarcomparto plenamente su reflexión.
Si bien actualmente en la Iglesia habrá casos puntuales y de excepción, lo que hay que decir es que, a nivel generalizado, se da en la formación del clero una enorme carencia en la educación en la sabiduría metafísica, necesaria preparación para una sana teología.
Esto produce, como usted mismo ha sugerido, que hoy tengamos sacerdotes, religiosos, teólogos y obispos completamente impreparados en el campo filosófico, que no saben demostrar ni la existencia de Dios ni la inmortalidad del alma, o no sepan distinguir el teísmo del panteísmo, la religión de la superstición, el monoteísmo del politeísmo, el culto divino de la idolatría, la liturgia de la magia, la religión cristiana de las otras religiones.