martes, 14 de junio de 2022

Comprender y resolver la actual guerra en Ucrania (4/6)

Si Ucrania finalmente quiere encontrar o volver a encontrar su rostro nacional, y la unidad de su pueblo y de su Estado, en la pluralidad de sus componentes y en la plena libertad religiosa, debe ir a las fuentes de su existencia. Y estas están indudablemente en el Bautismo de san Vladimiro.

San Vladimiro fundador de la Ucrania católica
   
----------La unión de Brest, en 1596, impulsada por la Polonia católica, provocó lamentablemente una violenta reacción de la Ucrania ortodoxa oriental, que vio en la unión con el Papa de Roma una traición a la patria. El obispo san Josafat, en cambio, fue el verdadero patriota, que quiso verdadera y plenamente su patria bajo el reinado de nuestro Señor Jesucristo, porque, al vincularse con el católico san Vladimiro, supo volver a anudar el hilo roto, supo comprender a qué ancla debía sujetarse su patria para estar verdaderamente bajo el reinado de Cristo. Entendió que el vínculo con el Patriarcado de Moscú, aunque rico en valores cristianos, sin embargo debido a su independencia respecto del Romano Pontífice, no era suficiente para el propósito y, de hecho, también contenía algunos elementos engañosos y, por lo tanto, anticristianos.
----------Por lo tanto, si Ucrania finalmente quiere encontrar o redescubrir su rostro nacional, la unidad de su pueblo y del Estado, en la pluralidad de sus componentes y en la libertad religiosa, debe ir a las fuentes de su existencia. Y estas están indudablemente en el ya mencionado bautismo de san Vladimiro.
----------Así habla sabiamente san Juan Pablo II, el Papa eslavo: "Vladimiro, protagonista del Bautismo en el año 988, el cual aceptó la fe cristiana y promovió la conversión estable y definitiva del pueblo de la Rus'. Vladimiro y los nuevos convertidos sintieron la belleza de la liturgia y de la vida religiosa de la Iglesia de Constantinopla. Fue así como la nueva Iglesia de la Rus' recogió de Constantinopla el patrimonio del Oriente cristiano y todas sus riquezas en el campo de la teología, de la liturgia, de la espiritualidad, de la vida eclesial y del arte. [...]
----------De este modo se realizó aquella particular 'inculturación eslava' del Evangelio y del cristianismo, que enlaza con la gran obra de los santos Cirilo y Metodio, los cuales, desde Constantinopla, llevaron el cristianismo, en la versión eslava, a la Gran Moravia y, gracias a sus discípulos, a los pueblos de la península Balcánica.
----------Fue así como san Vladimiro y los habitantes de la Rus' de Kiev recibieron el Bautismo de Constantinopla, el centro más grande del Oriente cristiano y, gracias a esto, la joven Iglesia hizo su entrada en el ámbito del rico patrimonio bizantino, así como de su herencia de fe, de vida eclesial y de cultura. [...]
----------Vladimiro, merced a su sabiduría e intuición, movido por la solicitud hacia el bien de la Iglesia y del pueblo, aceptó en la liturgia, en lugar del griego, la lengua paleoeslava haciendo de ella un instrumento eficaz para acercar las verdades divinas a los que hablaban esa lengua" (Carta apostólica Euntes in mundum en ocasión del milenio del Bautismo de la Rus’ di Kiev, del 25 de enero 1988, n.3).
   
El mensaje de paz de san Juan XXIII: busquemos lo que nos une
   
----------Ante todo, en referencia a este tema, acerca de la enseñanza de la Iglesia concerniente a la cuestión de la guerra, desde el Concilio Vaticano II hasta san Juan Pablo II, vale tener presente el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Libreria Editrice Vaticana 2004, c.XI.
----------Con la convocatoria del magno Concilio Vaticano II, no hay duda de que el papa san Juan XXIII ha tenido en mente, como uno de los fines primarios a los que debía tender la asamblea sinodal, el animar a la Iglesia a convertirse en guardiana y promotora de la paz en el mundo: Pacem in terris, como recita la famosa encíclica por el publicada precisamente durante el desarrollo de los trabajos conciliares, como para darles a ellos un poderoso impulso y una línea de acción para la edificación de la paz.
----------La misma palabra "concilio" indica en su concepto un acto eminente de construcción de la paz, que se deriva de un acto de conciliación o de reconciliación entre dos fuerzas precedentemente en conflicto. La obra de paz, por lo tanto, requiere la eliminación de aquello que obstaculiza la conciliación y la concordia. Por otra parte, la paz está asegurada por el hecho de que las voluntades de los adversarios se ponen de acuerdo en la búsqueda de un bien común para ellos. A su vez, la búsqueda del bien presupone el conocimiento del verdadero bien. De aquí, por lo tanto, que la tarea de todos los Concilios, a fin de crear la paz, es la de dar a conocer la verdad sobre lo que conduce a la paz, condenando los errores contrarios. Por lo tanto, es necesario conocer aquello que divide, para eliminarlo y darse cuenta de lo que une.
   
El nobilísimo discurso de san Paulo VI a la ONU
   
----------Se trata del documento más importante del Magisterio de la Iglesia dedicado a la aprobación y a la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas en cuanto supremo organismo político de unidad internacional cuyo fin es el asegurar y el defender el bien común universal. El documento pontificio es rico de ideas y de estímulos para que la ONU esté a la altura de su tarea institucional referida a la promoción del bien común mundial, perspectiva que se presenta todavía a largo plazo, pero a la cual la ONU debe apuntar con todas sus fuerzas y recursos disponibles, tanto morales, como políticos y económicos.
----------He aquí solamente algunos pasajes del memorable discurso del Santo Pontífice, el 4 de octubre de 1965. De modo que invito al lector a leerlo y meditarlo en su totalidad: "Nuestro mensaje desea ser ante todo una ratificación moral y solemne de esta augusta Organización. Este mensaje nace de nuestra experiencia histórica. Es como 'experto en humanidad' que aportamos a esta Organización el sufragio de nuestros últimos predecesores, el de todo el episcopado católico, y el nuestro, convencidos como estamos de que esta Organización representa el camino obligado de la civilización moderna y de la paz mundial. [...]
----------Vuestra característica refleja en cierta medida en el orden temporal lo que nuestra Iglesia Católica quiere ser en el orden espiritual: única y universal. No se puede concebir nada más elevado, en el plano natural, para la construcción ideológica de la humanidad. Vuestra vocación es hacer fraternizar, no a algunos pueblos sino a todos los pueblos. ¿Difícil empresa? Sin duda alguna. Pero ésa es la empresa, tal es vuestra muy noble empresa. ¿Quién no ve la necesidad de llegar así, progresivamente, a establecer una autoridad mundial que esté en condición de actuar eficazmente en el plano jurídico y político? [...]
----------Mientras el hombre siga siendo el ser débil, cambiante y hasta malo, que demuestra ser con frecuencia, las armas defensivas serán, desgraciadamente, necesarias. Pero a vosotros, vuestro coraje y vuestro valor os impulsan a estudiar los medios de garantizar la seguridad de la vida internacional sin recurrir a las armas. He aquí la nobilísima finalidad de vuestros esfuerzos. He aquí lo que los pueblos aguardan de vosotros. He aquí lo que se debe lograr. Y para ello es necesario, que aumente la confianza unánime en esta institución, que aumente su autoridad. Y el fin entonces, cabe esperarlo, se alcanzará. Ganaréis el reconocimiento de los pueblos, aliviados de los pesados gastos en armamentos y liberados de la pesadilla de la guerra siempre inminente, que deforma su psicología. [...]
----------Otro principio constitutivo de las Naciones Unidas, su cima positiva: no sólo se trabaja aquí para conjurar los conflictos entre los Estados, sino que también se trabaja para poner a los Estados en condiciones de trabajar los unos para los otros. No podéis contentaros con facilitar la coexistencia entre los países, vais un paso mucho más adelante, digno de nuestro elogio y de nuestro apoyo: organizáis la colaboración fraternal de los pueblos. Aquí se establece un sistema de solidaridad, gracias al cual altas finalidades, en el orden de la civilización, reciben el apoyo unánime y ordenado de toda la familia de los pueblos, por el bien de todos y de cada uno de los individuos. Es la mayor belleza de las Naciones Unidos, su aspecto humano más auténtico; es el ideal con que sueña la humanidad en su peregrinación a través del tiempo; es la esperanza más grande del mundo. Osaremos decir: es el reflejo del designio del Señor -designio trascendente y pleno de amor- para el progreso de la sociedad humana en la tierra, reflejo en que vemos el mensaje evangélico convertirse de celestial en terrestre. Aquí, en efecto, nos parece escuchar el eco de la voz de nuestros predecesores y, en particular, de la del Papa Juan XXIII cuyo mensaje de 'Pacem in Terris' halló entre vosotros una resonancia tan honrosa y significativa".
----------Indudablemente el Papa, con sano y elogiable realismo, sin caer en una imaginaria aunque sublime concepción de la autoridad política mundial de la Organizaión de las Naciones Unidas, que no se corresponde con la configuración actual de su Estatuto, no apela a ninguno de sus deberes inmediatos y concretos de procurar y defender, quizás por la fuerza, el bien común universal como si el Secretario de la ONU estuviera al frente de una república presidencial, según por ejemplo el tipo de los Estados Unidos.
----------Sin embargo, a nadie que lea entre líneas el discurso le escapa el clarísimo y firme llamado a la ONU a ser concreta y eficazmente fautora y defensora de la justicia y de la paz en el mundo, por encima de cualquier otra potencia particular, que quisiera invocar para sí tal gravísima, nobilísima y urgentísima tarea y oficio al servicio de la comunidad internacional en orden a su propia seguridad y supervivencia. San Paulo VI pisa el acelerador a fin de que aquello que la ONU pretende, espera, quiere y desea se convierta cuanto antes en una realidad concreta en términos del actuar y de los hechos.
   
El mensaje de paz de san Juan Pablo II: los dos pulmones de Europa
   
----------El mensaje pontificio más importante para extinguir la presente guerra e implementar la mutua comprensión, la reconciliación y la paz entre occidente y oriente, Estados Unidos y Rusia, católicos y ortodoxos, ucranianos del este y ucranianos del oeste, Ucranianos de lengua ucraniana y Ucranianos rusoparlantes, Ucranianos de izquierda y Ucranianos de derecha, para implementar la unidad e independencia nacional del pueblo ucraniano, a fin de que Ucrania ya no sea objeto de apetitos ni por parte del Este ni por parte del Oeste y se realice en sí misma una plena libertad política y religiosa, en pacífica convivencia en el concierto de los pueblos, es el poderoso y sapientísimo mensaje de san Juan Pablo II, quien, como Pío XII, ha sido llamado Defensor civitatis por haber salvado con su luminoso magisterio a Europa de la barbarie nazi originada en el idealismo hegeliano, por lo que pasará a la historia como Defensor Europae christianae, en cuanto reconciliador de las dos almas cristianas de Europa y refundador de la Europa cristiana.
----------El eslavo Karol Wojtyla no podía no ser sensible a la necesidad de la reunificación de la Europa cristiana y, por tanto, a la recomposición del cisma de 1054. Al mismo tiempo, era muy consciente de la diferencia entre la espiritualidad occidental y la oriental de Europa y en cierto modo la del mundo.
----------Famoso y significativo ha sido el slogan con el cual san Juan Pablo II ha propagado su consigna: "Europa debe respirar con sus dos pulmones y redescubrir sus raíces cristianas". Esta cálida, convencida y convincente exhortación fue expresada de modo especial en dos importantes documentos del Papa, uno dedicado a la evocación de la obra evangelizadora de los santos Cirilo y Metodio en el undécimo centenario, la Carta Apostólica Slavorum Apostoli del 2 de junio de 1985 y la otra, la Carta Apostólica Euntes in mundum del 25 de enero de 1988, en ocasión del milenio del bautismo de la Rus' de Kiev.
----------El primer documento recuerda la fundación de la Europa cristiana eslava del Este en el siglo IX, en un momento en el cual no se había producido el desgraciado cisma del 1054, por lo cual los Santos hermanos griegos Cirilo y Metodio pudieron sintetizar el espíritu latino con el espíritu eslavo bajo la égida tanto de Roma como de Constantinopla.
----------El segundo recuerda específicamente la fundación cristiana del pueblo ruso por parte de san Vladimiro en el año 988, por tanto también aquí en el clima de la comunión de Constantinopla con Roma. Sin embargo, es necesario señalar aquí la finísima sagacidad pastoral del Santo Pontífice, que le ha llevado a redactar dos documentos distintos conmemorativos del bautismo de Rus': uno dedicado al pueblo ruso del siglo IX y el otro a los católicos de Ucrania, con referencia a la Unión de Brest del 1596.
----------¿Qué significa todo esto en relación con la guerra actual? Es un evidente llamado para hacer por una parte una importante distinción, y por otra para resaltar una identidad igualmente importante. Tanto los Ucranianos como los Rusos son eslavos. Pero el pueblo ruso en su historia ha pasado por un proceso de distinción-diferenciación, que le ha conducido a una particular transferencia de identidad desde el centro originario de Kiev a Moscú. El ruso originario, de Kiev, dando luego origen al ruso moscovita, que en el siglo XIV adquirió una primacía político-religiosa sobre el ruso de Kiev, comenzó en el siglo XVI a convertirse en sometido al moscovita y al mismo tiempo a distinguirse también por la lengua, los usos y las costumbres, como si fuera otro pueblo, otra nación. Y comenzó a llamarse ucraniano. He aquí pues, en el siglo XX, nacida la distinción entre Rusia y Ucrania no solo como pueblos distintos, sino como Estados distintos.
----------Volvamos ahora a considerar los documentos del Santo Papa. Veamos entonces su prudencia pastoral, por la cual él ha puesto en dos documentos en una graduatoria de importancia, que se transparenta de su denominación literaria, que en el lenguaje del Magisterio de la Iglesia, expresa tres grados de autoridad pastoral: la carta sobre Cirilo y Metodio, la más importante, es denominada "epístola encíclica"; luego se desciende al grado de "carta apostólica" con la conmemoración del bautismo de la Rus', y finalmente, en el grado mínimo, encontramos el "mensaje" a los católicos ucranianos.
----------El Romano Pontífice, por lo tanto, da más importancia al bautismo de los Rusos (Rus') cuando todavía eran un solo pueblo, que a la existencia de los católicos ucranianos. Esto obviamente no quiere decir que el ser católico esté a la par del ser ortodoxo oriental. Pero, dado que el Papa conoce perfectamente el predominio numérico en Ucrania de los ortodoxos dependientes de Moscú, lanza implícitamente un mensaje ecuménico, como diciendo: vosotros católicos ucranianos, sois mis hijos; pero recordad vuestro deber de colaborar con los ortodoxos orientales en la edificación de la patria común. Hay que notar también el curioso uso del raro término Rus'. Uno podría decir: ¿por qué no ha hablado abiertamente sobre Rusia? Porque la Rusia de hoy no es la Rus' del siglo IX, aunque haya nacido allí, distinguiéndose de Ucrania.
----------El Papa, con este lenguaje hábilmente estudiado, sugiere, por tanto, el camino para obtener la paz entre Rusia y Ucrania (una sugerencia que a la luz de la actual situación, parece ser profética). El papa san Juan Pablo II evita dos extremismos opuestos, ambos fautores de guerra, que hoy se ven clarísimos: el integrismo imperialista de Putin, que pretende que Rusos y Ucranianos sigan siendo un solo pueblo, para poder dominarlos, y el liberalismo individualista de Biden, que toma como pretexto la independencia y la libertad de Ucrania y su distinción de Rusia para poner sus manos en Ucrania y volverla contra Rusia.
----------Otro hecho notabilísimo, digno de ser recordado, es la obra desarrollada por el papa san Juan Pablo II, en colaboración con el Secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, para conseguir la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ocurrida en 1991, hecho que marcó, conforme al menos parcialmente con la profecía de Fátima, el retorno de Rusia a la tradición cristiana ortodoxa.
----------Desde entonces se ha producido un proceso histórico por el cual, mientras Rusia comenzaba a moverse hacia la derecha, Estados Unidos, con la administración Biden, ha tomado una posición de izquierda. Este proceso ideológico político tiene hoy abundantes ejemplos que ayudan a ponerlo en evidencia, y uno de ellos es el caso italiano, donde a tal punto esto es manifiesto que hoy se encuentra en Italia al comunista Letta que apoya a Biden contra la Rusia reaccionaria, mientras que Salvini se ha hecho amigo del filósofo Dugin, partidario de la tradición de la Santa Rusia contra el modernismo estadounidense.
----------De este hecho se desprende claramente la necesidad, a fin de obtener la paz entre occidente y oriente, que la derecha oriental tradicionalista encuentre un acuerdo con la izquierda occidental modernista para la realización de un sistema político mundial, bajo la égida de la ONU, en la cual el progreso se combine con la continuidad. Se trata del mismo doloroso fenómeno interno a la Iglesia católica desde el final del Concilio Vaticano II: la obstinada oposición entre modernistas y pasadistas. El remedio no es otro que el inspirado en el Magisterio del papa Benedicto XVI, quien ha acuñado la expresión "progreso en la continuidad".

2 comentarios:

  1. Estimado padre Filemón:
    Usted ha escrito:
    "Pío XII, ha sido llamado Defensor civitatis por haber salvado con su luminoso magisterio a Europa de la barbarie nazi originada en el idealismo hegeliano".
    Permítame disentir parcialmente. Al Venerable Pío XII le fue atribuido el título de Defensor civitatis, más que por la actividad magisterial, sobre todo por su gran obra de caridad, en favor de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, en particular de los judíos, muchos de los cuales se salvaron porque fueron hospedados dentro de las estructuras de la Iglesia.
    En un testimonio certificado de las Comunidades israelitas italianas que se encuentra en el Museo de la Liberación en Via Tasso en Roma, está escrito: "El Congreso de los delegados de las comunidades israelitas italianas, realizado en Roma por primera vez después de la liberación, siente el imperioso deber de rendir reverente homenaje a Vuestra Santidad, y expresar el más profundo sentimiento de gratitud que anima a todos los hebreos, por las pruebas de humana fraternidad que les ha dado la Iglesia durante los años de la persecución y cuando sus vidas estaban en peligro por la barbarie nazi-fascista".
    Pinchas Lapide, ex cónsul de Israel en Milán, escribió: "La Iglesia Católica, bajo el pontificado de Pío XII, ha salvado a 700.000 hebreos de una muerte segura. Según algunos, hasta 860.000" (P. Lapide, Roma e gli ebrei, Mondadori 1967).
    A la muerte del pontífice, Golda Meir, por entonces primera ministra israelí, declaró: "Cuando el martirio más espantoso golpeó a nuestro pueblo, durante los diez años de terror nazi, la voz del Pontífice se elevaba a favor de las víctimas. Lamentamos la pérdida de un gran servidor de la paz").
    En cuanto a la actividad magisterial, en su primera encíclica "Summi Pontificatus", el Papa deplora la invasión nazi a Polonia que acababa de producirse:
    "La sangre de innumerables seres humanos, incluso no combatientes, eleva un lamento desgarrador especialmente sobre una amada nación, como es Polonia…".
    Y condena toda discriminación racial, afirmando el "común origen en Dios" de todo el género humano, así como los movimientos anticristianos y neopaganos de la época:
    "Del gigantesco torbellino de errores y movimientos anticristianos, han madurado frutos tan amargos como para constituir una condena, cuya eficacia supera cualquier refutación teórica [...] incluso en regiones, donde durante tantos siglos brilló el esplendor de la civilización cristiana, los signos de un paganismo corrompido y corruptor se hicieron cada vez más claros, más distintos, más y más angustiaantes: Cuando crucificaron a Jesús se hizo la oscuridad".
    Tales condenas, al menos en el aspecto del anticristianismo, también podrían incluir la ideología comunista y, por lo demás, el Pontífice nunca menciona ni al Nazismo ni a Alemania, y por lo tanto solo condena en modo indirecto la ideología hitleriana.
    Por otra parte, es el mismo Pío XII, en otro pasaje de la encíclica, quien promete abordar la cuestión en el futuro con la debida profundización doctrinal:
    "Una toma de posición doctrinal completa contra los errores de los tiempos presentes puede ser pospuesta, si es necesario, a otro momento menos convulsionado por las calamidades de los acontecimientos externos".
    Sin embargo, esto no sucedió antes del final de la guerra.

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    1. Estimado Berengario,
      le agradezco de corazón esta preciosa contribución, que me ilumina sobre algunos actos del gran pontificado de Pío XII.
      Acojo con gratitud esta integración de mi juicio sobre el venerado Pontífice.
      Usted comprenderá que yo, como teólogo, no podía dejar de ser sensible al sabio magisterio de Pío XII, pero al mismo tiempo, tiene Ud. razón, pues era efectivamente un deber y una necesidad llenar de mayor contenido el título de Defensor Civitatis.
      Por lo demás, Pío XII, con su grandiosa acción en favor de los judíos, no hizo más que poner en práctica aquellos nobles principios morales que constituyen una de las perlas de su magisterio.

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