domingo, 10 de abril de 2022

Las condiciones para la paz (2/2)

Reconociendo las causas profundas de la presente guerra, causas metafísicas pero también causas históricas, podrán individuarse con la debida prudencia y justicia los remedios y condiciones para la paz.

Los virus de un cristianismo corrupto
   
----------Es extremadamente escandaloso y paradójico que las dos guerras mundiales vividas en el pasado siglo hayan surgido del propio seno de Europa, donde el cristianismo tiene su centro y donde ha tenido sus primeros desarrollos. Y hoy de nuevo desde el corazón de Europa está surgiendo una amenaza que está atemorizando a toda la humanidad. ¿Pero, cómo es esto posible? ¿De dónde nace? De una corrupción del mismo cristianismo. Corruptio optimi, pessima, dice un sabio proverbio.
----------A este propósito, se hace necesario afirmar con franqueza, sobre la base de pruebas históricas seguras y críticamente valoradas, que una responsabilidad especial de la actual situación de crisis, si bien responsabilidad en forma lejana y solo in nuce, recae en dos gigantescas figuras de hijos de la Iglesia católica, fieles católicos que, sin embargo, se han desviado, dos cristianos que han creído ser, y hoy son considerados por muchos, grandes reformadores: Martín Lutero [1483-1546] y René Descartes [1596-1650]; el primero en el ámbito de la teología y de la fe, el segundo en el ámbito de la filosofía y de la razón, pero muy similares en la impostación de fondo, la cual consiste en un retomar extremista, subjetivista e inmanentista del interiorismo e intimismo conciencial agustinianos, girando en torno al yo humano-Tú divino, en el que se resuelve todo el interés teórico y práctico del sujeto individual. La fusión del cogito cartesiano con la sola fides luterana operada por los idealistas alemanes desde Kant hasta Hegel constituyó un punto de llegada que condujo primero al panteísmo y luego al ateísmo que hoy se vive. Guido Mattiussi [1852-1925], eminente filósofo tomista jesuita, tuvo razón en titular uno de sus libros más conocidos: Il veleno kantiano (Roma, 1914).
----------Fue así en efecto como, con posterioridad a Immanuel Kant [1724-1804], el actualmente adorado Georg Wilhelm Friedrich Hegel [1770-1831], con la mediación de Ludwig Feuerbach [1804-1872], abrió el camino al ateísmo marxista, el cual a su vez fue el punto de partida del superhomismo de Friedrich Nietzsche [1844-1900]. Si bien, como es sabido, el marxismo llegó a constituir la inspiración de fondo de la Rusia soviética, el pensamiento de Nietzsche, utilizado por Martin Heidegger [1889-1976] como base filosófica del nazismo, encontró su aplicación práctica en el régimen hitleriano, por lo cual la filosofía de Heidegger puede ser con justicia considerada la inspiradora de la doctrina del nazismo.
----------Efectivamente, Mattiusi tenía razón al hablar de: Il veleno kantiano. El veneno moral más peligroso, fascinante e insidioso que proviene de la corrupción del catolicismo, por originaria mediación de Lutero y Descartes, pasando por Kant y teniendo su culminación en Hegel, es la confusión entre imparcialidad y duplicidad. Surge de la impostación o enfoque gnóstico de la gnoseología hegeliana, fruto maduro y supremo del idealismo iniciado por Descartes y del subjetivismo inmanentista luterano.
----------Este resultado práctico del comportamiento moral, que en términos evangélicos puede ser reconducido al vicio de la hipocresía como efecto de la soberbia, es aplicación en el obrar humano de una actitud mental, que tiene en su inicio una instancia justa y correcta, que consiste en la necesidad de abrazar todo y de comprender todo, de reconocer cualquier valor, dondequiera que se encuentre, en la necesidad de apertura a lo absoluto, a la realidad en su universalidad y totalidad, sin excluir nada. Surge de una necesidad de síntesis, de conexión, de acuerdo, de relación. Surge de la necesidad de no excluir nada, de dar espacio a todo, por más diversificado y variado que sea. Surge de la voluntad de una amplitud de puntos de vista. Surge del rechazo de la parcialidad, la unilateralidad y el extremismo. Surge de la necesidad de equilibrio, de equidistancia, de imparcialidad, de estar super partes. Es la voluntad de "no apartarse ni a derecha ni a izquierda" (1 Sam 6,12). Hasta aquí todo bien, nada objetable. ¿Pero luego qué es lo que sucede?
----------Lo que sucede es que el espíritu, por una forma de oportunismo y de soberbia, malinterpreta deslealmente esta apertura y esta universalidad, para de ese modo abrazar no sólo el sí, sino también el no, no sólo lo verdadero sino también lo falso, no sólo el bien, sino también el mal, no sólo a Dios, sino también a "mammón". El espíritu, para decirlo en palabras de Nietzsche, se siente "por encima del bien y del mal", como si existiera un punto de vista superior, donde el bien estuviera esencialmente unido al mal. Aquí, entonces, la imparcialidad es sólo aparente. He aquí la hipocresía. En realidad el espíritu deviene parcialísimo, porque él no es parcialidad, lo falso es parcialidad, el mal es parcialidad, mammón es parcialidad.
   
Los errores de la Iglesia Ortodoxa
   
----------Por cuanto se refiere al cristianismo ortodoxo ruso, éste, como se sabe (y lo hemos recordado en notas anteriores), deriva del Patriarcado de Constantinopla, del cual obtuvo la autocefalia en el año 1589, después de haber surgido en el siglo XIV de una filiación del Patriarcado de Kiev.
----------El defecto de la Iglesia Ortodoxa es el de no ser Iglesia en el mismo sentido que la Iglesia Católica entiende el concepto de Iglesia y siente ser Iglesia. En efecto, ella no es Iglesia exactamente así como la ha querido Cristo: una comunidad bajo la guía de Pedro. Así, mientras la Iglesia católica se entiende a sí misma como una única comunidad bajo un solo pastor, el Papa, una comunidad que resulta de un conjunto de Iglesias locales, la Iglesia ortodoxa no hace referencia a una única guía humana, sino que se confía directamente a Cristo y al Espíritu Santo. Su unidad, por lo tanto, no es unidad en torno a una cabeza, sino una unidad sinodal, un sínodo en el cual el principio de unidad es exclusivamente la Santísima Trinidad.
----------Otro error (por no decir más bien herejía) de la Iglesia ortodoxa, es la famosa negación del dogma del Filioque: el Espíritu Santo procede del Padre, pero no del Hijo o a lo máximo procede del Padre por medio del Hijo. Esta negación conduce como consecuencia a la negación del carisma de Pedro. ¿Por qué motivo? Porque el carisma de Pedro, es decir, el oficio petrino del Romano Pontífice, está fundado en el Espíritu que procede del Hijo. El Espíritu que sostiene al Papa es el Espíritu del Hijo.
----------Así, la Iglesia ortodoxa admite el episcopado, pero no el papado. Según la ortodoxia oriental, el Espíritu que procede del Padre asiste directamente al obispo sin que haya necesidad de una asistencia proveniente del Espíritu entendido como procedente del Hijo. Es evidente cómo en la visión ortodoxa viene disminuído el poder del Hijo, al cual le es negado hacer proceder al Espíritu. El obispo posee el Espíritu del Padre, pero no el del Hijo. El episcopado de la Iglesia ortodoxa carece de esa plenitud y fuerza espiritual, que en cambio se encuentran en el episcopado católico. Por eso el obispo ortodoxo está más expuesto que el obispo católico a ceder ante los poderes del mundo, además de que carece del sostenimiento petrino.
----------No procediendo el Espíritu del Hijo, es lógico que venga a menos el carisma petrino. Así en la Iglesia ortodoxa la instancia magisterial suprema no es el Papa, sino el obispo, y eventualmente el Sínodo presidido por el obispo que goza del primado de honor. Pero quien define una doctrina no es él, que es sólo el primus inter pares, sino el Sínodo. Tampoco se trata de definir doctrinas nuevas, sino simplemente de reiterar lo que ha sido ya definido hasta el IV Concilio de Constantinopla del año 869.
----------Negando la inteligibilidad de la esencia divina, al menos quoad nos, la teología ortodoxa, por lógica consecuencia, se ve constreñida a dejar de lado la esencia divina como verdad subsistente, y a recurrir a la pura voluntad y poder divinos, cayendo de este modo en una visión voluntarista similar a la de Guillermo de Ockham [1285-1347] o a la concepción voluntarista islámica.
----------La Iglesia ortodoxa, por otra parte, no conoce el progreso dogmático, como lo conoce la Iglesia católica, sino que es exclusivamente conservadora. Se comprende cómo también aquí encontramos una carencia frente a la verdadera Iglesia, una clausura a la verdad, por la cual hay una oposición al progreso que promete Cristo, es decir, que el "Espíritu Santo guía a la plenitud de la verdad" (Jn 16,13).
----------En la ortodoxia oriental todo está todavía detenido en los primeros siglos del cristianismo: el símbolo de la fe es el Niceno-Constantinopolitano, anterior a la inserción del Filioque, la teología es sólo la de los Padres, la regla monástica es la de san Basilio, la liturgia es la de san Juan Crisóstomo. Todo ello constituye una cosa muy extraña de los ortodoxos orientales, porque es bien conocida y ejemplar su devoción por el Espíritu Santo. Sin embargo, La Iglesia ortodoxa es rica en carismatismo, misticismo y profecía, pero es carente por cuanto respecta al orden social, jerárquico, organizativo y magisterial.
----------Algunos Patriarcas, como el de Antioquía o el de Constantinopla o el de Moscú, tienen un primado de honor, pero no de gobierno o de jurisdicción sobre toda la Iglesia, sino sólo sobre bien determinadas áreas de influencia. La doctrina no es custodiada por un pastor único para toda la Iglesia, como lo es el Papa para la Iglesia católica, sino por cada obispo para su propia diócesis o en forma sinodal.
----------También cabe señalar que si la Iglesia católica no está totalmente al reparo de las herejías (y esto hoy lo vemos de un modo como nunca antes había sucedido), menos aún al reparo lo está la Iglesia ortodoxa, que no está protegida y defendida por el carisma petrino. Tentación particularmente insidiosa para esta Iglesia, amante del Espíritu Santo, pero al mismo tiempo negadora del Filioque, es la fascinación que ejerce sobre ella el idealismo alemán, sobre todo el de Hegel y el de Friedrich Schelling [1775-1854], que insisten mucho en el tema del Espíritu, pero desafortunadamente en un sentido panteísta (el "Uno-Todo").
----------La falta del carisma petrino produce en la ortodoxia orienal también consecuencias lamentables a nivel de las relaciones entre el gobierno civil y el religioso. En la Iglesia Católica es clara la sujeción del gobernante católico al Papa. En cambio, en la Iglesia ortodoxa existe el bien conocido fenómeno del cesaropapismo: el gobernante civil, no sujeto a una autoridad religiosa infalible, como para nosotros es el Papa, se considera, llegado el caso que fuera necesario, maestro de la fe. El Patriarca, por su parte, consciente de no poseer un carisma infalible de verdad, se adapta voluntariamente al gobernante que juzga fiel y sabio. Pero sucede que si un Patriarca es débil y el gobernante es autoritario, el poder religioso se hace condicionar por el poder político. Esto es lo que está sucediendo hoy en día en las relaciones entre Putin y Cirilo.
----------La Iglesia ortodoxa ha mostrado su aspecto cismático en modo evidente con motivo de la presente guerra en Ucrania, en ocasión de la cual hemos podido constatar el contraste entre el Romano Pontífice y el Patriarca Cirilo sobre el juicio moral a dar sobre la conducta del presidente Putin. En efecto, no se trata de un contraste que se resuelva en la persona de Putin, sino en cuanto él refleja un cristianismo sujeto al poder político, algo que precisamente el Papa ha reprochado a Cirilo, aunque Cirilo no se ha equivocado al reprochar a los católicos europeos su corrupción y al lamentar los sufrimientos causados a los rusos por los ucranianos en el Donbass desde 2014, con 14.000 muertos. Pero no hay duda de que mientras los hermanos ortodoxos rusos rechacen el primado del Romano Pontífice, la Europa cristiana permanecerá dividida con serios peligros para la paz y la serena convivencia de los diversos pueblos europeos.
----------Otro agente de corrupción moral, surgido de una desviación racionalista y gnóstica del cristianismo es la masonería, ligada al sionismo anticristiano, verdadera alma de los actuales poderosísimos grupos financieros privados, falsos filántropos, ideadores del llamado Nuevo Orden Mundial, con el fin de organizar el orden planetario sobre base exclusivamente racional, excluyendo el aporte del cristianismo. Se dan indicios o sospechas de que lo que está avivando el fuego de la guerra sea la rivalidad entre estos grupos, deseosos de poner las manos sobre los recursos económicos y sobre los bienes de Ucrania.
----------Por último, hay que mencionar al mundo islámico, el cual finge una mediación de paz, pero en realidad disfruta de este conflicto entre cristianos, y espera sacar ventaja de él, ya que, como es sabido, su objetivo declarado siempre ha sido el de sustituir el cristianismo por el Islam.
   
Las condiciones de la paz
   
----------1. Están en curso combates entre las fuerzas rusas y las ucranianas. Una fuerza espera obviamente prevalecer sobre la otra para imponer las condiciones de la paz. Por ahora no es fácil predecir quién se llevará la victoria. La lucha, lamentablemente con inmensos sufrimientos para los civiles, se está librando en algunas ciudades, de importancia estratégica para los destinos de toda Ucrania.
----------Es necesario ver cuál será el resultado del conflicto, cuál será el vencedor. Si los dos bandos recibieran refuerzos, el conflicto continuará. Por tanto, si queremos que la guerra acabe cuanto antes, es mejor que se mantengan las únicas fuerzas que actualmente están en el campo de guerra. Es motivo de consuelo y de esperanza que mientras tanto no falten los contactos diplomáticos entre las dos partes, a fin de evitar mayores sufrimientos a los civiles, y en modo que para fijar las condiciones de paz no sea el más fuerte, sino la común y razonada convergencia de ambos bandos en lo que es verdaderamente justo.
----------2. Es necesario que la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, en fraterna y ecuménica colaboración, organicen juntas oraciones comunes en las principales diócesis, sobre todo en Roma, Jerusalén, Constantinopla, Kiev y Moscú, para implorar de Dios el don de la reconciliación, de la reparación, del mutuo perdón y de la paz.
----------3. Es necesario que la Organización de las Naciones Unidas desarrolle una mediación de paz, valiéndose de los aportes que vengan de algunos Estados, como Estados Unidos, China, Turquía, Israel. Debe imponer a las dos partes en guerra la inmediata cesasión del fuego y de los daños a la población civil.
----------4. Es urgente que se reanude en profundidad el diálogo ecuménico entre cristianos católicos y cristianos ortodoxos a todos los niveles, especialmente entre el papa Francisco y el patriarca Cirilo. diálogo centrado ahora en el tema de la guerra, en la búsqueda de la paz.
----------5. La ONU debe ordenar inmediatamente a los Estados miembros la reanudación de las tratativas por el desarme nuclear. En esta misma dirección se ha producido la declaración reciente de la Academia Pontificia de las Ciencias acerca de la prevención de la guerra nuclear.
----------6. Corresponde a justicia citar en juicio a Vladimir Putin ante el tribunal de La Haya como criminal de guerra, por el bombardeo de las ciudades. Pero Rusia también debe ver reconocido su derecho a la seguridad nacional, al reparo de interferencias o amenazas de agresiones por parte de la OTAN.

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