¡Cristo resucitado de entre los muertos!

----------Cada año desde hace dos mil años la Iglesia recuerda un hecho histórico absolutamente único, cierto e irrepetible, un hecho increíble, si no estuviera sustentado por dos mil años de testigos creíbles; un hecho en nuestra historia, y sin embargo más allá de nuestra historia; un hecho que ha sido experimentalmente verificado, y sin embargo envuelto en el Misterio de Dios; un hecho que da un sentido nuevo, insospechado y eterno a toda la historia: Cristo resucitado de entre los muertos aparecido a testigos por Él elegidos.

----------Cristo, un hombre único, en toda la humanidad, que, muerto para darnos la vida eterna, con el poder de su divinidad, se ha devuelto la vida a sí mismo y al mismo tiempo da la vida a toda la humanidad. Un hombre, como Él mismo ha dicho, al cual no le ha sido quitada la vida, porque como Dios la posee por sí; un hombre que por tanto nos ha dado su vida para luego recuperarla, a fin de que nosotros vivamos eternamente con Él.