martes, 8 de septiembre de 2020

Las expresiones problemáticas del papa Francisco

Existe un grave problema para quienes se adscriben a los ambientes del tradicionalismo abusivo o extremo, por caso, quienes integran de un modo u otro la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, a la que menciono en este blog con cierta frecuencia por ser en Argentina prácticamente el único ejemplo de asociación formal (cismática, por cierto) del tradicionalismo abusivo. Digo que los que pertenecen a la FSSPX tienen un grave problema por creer que la Iglesia Católica visible es camino de perdición.
   
----------Intentan probar su posición con un ataque sistemático a la razón teológica de los Papas, y no sólo el papa Francisco, sino que lo hacen con todos los papas del postconcilio. Parecen no caer en cuenta de que en el ámbito de la razón teológica, las confusiones, las ambigüedades, e incluso los errores teológicos en los que puede caer un Romano Pontífice no contradicen su infalibilidad en la Fe.
   
Crítica sistemática a los Papas del postconcilio: expresión de fariseísmo
   
----------Como ya lo expresé en otra ocasión, y en este mismo blog, en materias ajenas al oficio petrino, como, por ejemplo, el conocimiento de las personas o de los hechos cotidianos, los recuerdos personales, las ciencias, las artes, la literatura, la técnica, la economía, el deporte, la ecología, las finanzas, la política, la historia, la filosofía, e incluso la teología, el Papa, en sus juicios, puede tener solo simples opiniones o puede equivocarse como cualquier hombre, salvo que tenga una competencia especial, o a menos que se trate de ciertas nociones o conocimientos, como por ejemplo los filosóficos, que tienen un tal nexo con las verdades de fe o con los dogmas, que, si son negados o falsificados, se socava la fe y se cae indirectamente en la herejía.
----------Si se está en el prejuicio y en la ideología, como lo están los tradicionalistas extremos, se estará dispuesto a pensar que el papa Francisco, y antes Benedicto XVI, san Juan Pablo II, o san Pablo VI, tienen influencias dúplices desde el pensamiento moderno. Pero los ideólogos y propagandistas lefebvrianos nunca pueden aportar pruebas; sólo aportan similitudes expresivas que ellos se esfuerzan por interpretar como concomitancias. Por ejemplo, durante el pontificado del papa Benedicto XVI, le aplicaban directamente a su pensamiento la influencia de Dilthey y de la escuela protestante de Tubinga.
----------Aclaro que no me estoy refiriendo aquí simplemente al conocido mandamiento evangélico general de que no se debe juzgar en el ámbito de la conciencia, sino que aludo a algo que Dios no tolera de modo alguno: precisamente el enjuiciamiento sistemático, que es eje del fariseísmo. Pensar que se defiende a la Iglesia atacándola sistemáticamente en su Cabeza Visible, es claramente una obra protestante; es coincidir con la naturaleza esencialmente persecutoria del protestantismo. Pero además, y es evidente en el caso citado del actual Papa emérito, a una luz simplemente analítica de sus textos sobre el parentesco de fondo entre el kantismo y textos del papa Ratzinger, se hace evidente el abuso interpretativo, el cual, considerado objetivamente, parece no poder nacer sino de la mala fe.
----------No se trata de defender al Romano Pontífice así porque sí, de modo similarmente abusivo, como hacen los estúpidos papólatras, pues ya sabemos que (salvo el Magisterio) ningún ámbito de la Iglesia posterior al Vaticano II es hoy inmune a una dúplice realidad: la verdad y el error en coexistencia, porque, por un lado, existen los documentos del Concilio Vaticano II y su auténtica interpretación, en continuidad con el Magisterio precedente, pero por otro lado existe también desde el inmediato postconcilio la interpretación modernista, que entiende la enseñanza conciliar en ruptura con el Magisterio anterior (la misma interpretación que ha aceptado el tradicionalismo extremo); y que esta interpretación "revolucionaria" se coló en los aplicadores del Concilio, en los falsos reformadores, que utilizaron la bandera del Concilio para hacer sus pseudo "reformas" de perfil protestante. Y debe reconocerse con toda franqueza que en el control y combate de esta maléfica acción postconciliar heterodoxa, los Papas del postconcilio no carecieron ni carecen de defectos pastorales y de gobierno, como también tuvieron defectos los Papas anteriores al Vaticano II.
----------La Fraternidad Sacerdotal San Pio X invoca a este Papa que reinó a comienzos del siglo XX, lo tiene por Santo Patrono, y lo opone a los Papas de nuestro tiempo, a los Papas del postconcilio. Sin embargo, nada podría ser más contrario al espíritu del papa Sarto. Salvo para los espíritus ingenuos que inconscientemente respiran el viciado aire de la burbuja lefebvriana creyéndolo puro, debe ser muy asfixiante vivir el clima de la Fraternidad, con todo ese cultural esteticismo atosigante en coexistencia con su perpetua crítica sistemática a la Iglesia visible, que ellos, desde su posición cismática, llaman "conciliar". Es curiosamente paradójico: no se dan cuenta que están queriendo mantener la Iglesia anterior al Concilio, en aquello justamente que era lo peor de aquel sistema, que tenía metido en la médula mucho jansenismo, si no siempre doctrinal, sí por cierto vivencial, junto a un gran acomodo material, con sus característicos frutos corruptores.
----------Pero no nos vayamos de tema: ¿Cómo entender, entonces, las frecuentemente problemáticas expresiones del papa Francisco? ¿Cómo comprenderlas de un modo auténticamente católico? ¿Cómo comprenderlas a la vez alejadas tanto de la complacencia herética de los modernistas (masónicos) como vimos en las notas de estos días atrás, como de la no menos herética actitud de crítica sistemática de los tradicionalistas extremos (lefebvrianos o filolefebvrianos) que acusan falsamente al Papa de herejías? ¡De hecho, ha sido suficiente que el papa Francisco haya anunciado la firma de una nueva encíclica en los próximos días, para que estos últimos ya la critiquen sin que se conozca de ella una "j" o una "i"!
 
Algunas expresiones problemáticas del papa Francisco
 
----------Por cierto, no son de ningún modo la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia, ni el acuerdo sobre la Fraternidad Humana firmado en Abu Dhabi, por citar dos ejemplos, los documentos que suscitan las mayores preocupaciones acerca del valor del Magisterio del papa Francisco, es decir, los actuales problemas de los católicos para discernir lo que es Magisterio de lo que no lo es en las expresiones del papa Bergoglio. Las verdaderas y más graves dificultades están en otro lugar.
----------Si bien en el pensamiento del papa Francisco no encontramos verdaderas y claras herejías (y no las podemos encontrar, por cierto, como bien sabemos por el Catecismo) sí encontramos, sin embargo, dispersas a lo largo de su generosa enseñanza, muchas frases o expresiones del tipo que los franceses suelen llamar boutade, y que más bien nosotros podríamos llamar "ocurrencias", "salidas" o "bromas", características de su personalidad frecuentemente provocadora, expresiones que no deben ser tomadas en serio. Muchas de esas expresiones son hoy famosas, pues parecen chocantes o desconcertantes (al menos por como suenan) para los espíritus leales y amantes de la verdad humana y de la verdad evangélica.
----------Pero hay que estar seguros de algo: aunque estas salidas y ocurrencias tocan directa o indirectamente las verdades de la Fe, evidentemente no se trata de verdaderas enseñanzas magisteriales, ni siquiera en el más mínimo grado, como para ser tomadas en serio, sino que son exteriorizaciones improvisadas e imprudentes que, como tales, deben ser ignoradas y juzgadas con indulgencia y excusadas.
----------La verdadera y propia enseñanza magisterial dogmática del papa Francisco, de raro pero considerable valor, expresada sobre todo en sus encíclicas, nada tiene que ver con estas ocasionales ocurrencias, que son explicables no por motivos espirituales, sino sólo psicológicos, como para dar espectáculo o provocar, e impresionar sobre la gente, la cual, sin embargo, salvo los numerosos fans, los indiferentes y los modernistas, queda perpleja, por no decir escandalizada. Y por lo tanto, ¿con qué resultado?... A mi modo de ver (opinión personal) su resultado no me parece pastoralmente beneficioso, sino muy al contrario. A modo de ejemplo, solo elijo algunas, muy conocidas; y trato de ayudar a los lectores en su comprensión:
----------1) La primera frase la cito de memoria, aunque sin recordar ahora exactamente las circunstancias en que el papa Francisco la expresó: "Tres personas que discuten a puerta cerrada y afuera se hace saber que todo está bien". Así definió en cierta ocasión el Papa a la Santísima Trinidad. Si algún amable lector conoce las circunstancias exactas de esta frase, por favor me lo hace saber. ¿Cómo podemos aceptar esta expresión? Se trata ciertamente de una broma, pero de pésimo gusto.
----------2) En enero de 2017, en el encuentro con una delegación ecuménica de Finlandia, encabezada por el obispo luterano de Turku, que llegó a Roma con motivo de la fiesta de San Enrique y la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, Francisco tuvo la ocurrencia de decir: "Lutero ha tenido buenas intenciones, no quería dividir la Iglesia, ha proporcionado la medicina". ¿Qué pensar de esto? Quizás el Papa se refería a Lutero antes de su defección. Pero, sin duda, debería haberlo precisado.
----------3) Hablando a los niños del hospital Bambin Gesù de Roma, dijo: "No conocemos el porqué del sufrimiento", frase incorrecta, que corrigió después al precisar en otra ocasión que "lo sabemos en relación con la cruz de Cristo". Por cierto, no son infrecuentes las ocasiones en que el papa Francisco se corrige a sí mismo en ocasiones posteriores. Aunque no siempre lo hace.
----------4) Un problema más grave lo plantean las conocidas expresiones del papa Francisco, en una entrevista del 2014 en Italia, reproducida también por el diario La Nación de Buenos Aires, respecto a la tesis de los "valores no negociables", vigorosamente sostenida por el papa san Juan Pablo II y por Benedicto XVI. La impresión es que el papa Bergoglio no duda en contradecir abiertamente a sus predecesores sobre un tema tan importante, con las siguientes palabras. "Nunca entendí la expresión 'valores no negociables'. Los valores son valores y basta. No puedo decir cuál de los dedos de la mano es más útil que el resto, así que no entiendo en qué sentido podría haber valores negociables".
----------Lo primero (y lo menos) que se debe decir es que el papa Francisco no aprecia el valor de ese principio, y mi suposición es precisamente quizás porque no lo ha entendido. A mi entender, el Papa cree que simplemente se trata de elegir algunos valores y rechazar otros. Ahora bien, está muy claro que todos los valores esenciales siempre deben ir juntos. Pero este no es el sentido del axioma.
----------¿Cómo comprender, entonces, las expresiones del papa Francisco en la entrevista? De hecho, al Papa le parece que el principio mencionado se refiere al hecho de que existe una escala de valores, por lo cual existen valores que son negociables, es decir, valores que podemos cederlos, mientras que otros no lo son en absoluto, no podemos renunciar a ellos por ningún motivo, ni siquiera por todo el oro del mundo, como se suele decir. De hecho, tratándose de valores absolutos, si lo hiciéramos, estaríamos perdidos.
----------Las relaciones sexuales, por ejemplo, son ciertamente un valor (tanto en el orden natural como en el orden sobrenatural). Pero si Dios me llama a una vocación superior, para la cual las relaciones sexuales podrían ser un obstáculo, debo estar dispuesto a "negociar" las relaciones sexuales, es decir, a renunciar a ellas, para no "negociar" esa vida superior, a la que Dios me llama.
----------5) Otra afirmación sorprendente del papa Francisco es aquella que parece ser la negación de la verdad absoluta. En septiembre de 2013, en una carta escrita al periódico italiano, de conocidas posiciones laicistas, La Repubblica, dijo: "Para empezar, yo no hablaría, ni siquiera para quien cree, de una verdad «absoluta», en el sentido de que absoluto es aquello que está desatado, es decir, que sin ningún tipo de relación. Ahora bien, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Cristo Jesús. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! A tal punto que cada uno de nosotros la toma, la verdad, y la expresa a partir de sí mismo: de su historia y cultura, de la situación en la que vive, etc."
----------El Papa hace este razonamiento: presenta a Cristo como una Relación con nosotros. Pero Cristo es la Verdad. Y, por tanto, para nosotros los cristianos la verdad no es absoluta, sino una relación. Ahora bien, hay que decir que una cosa es la relación y otra cosa es lo relativo. La Relación en Dios puede ser un Absoluto (la Persona divina). Pero lo relativo es relativo a lo absoluto, que prevalece y lo domina.
----------Ahora bien, cuando nos planteamos el problema de si existe una verdad absoluta, no se trata inmediatamente de saber si existe una verdad que sea Relación, pues no hay duda de que existe, y es Nuestro Señor Jesucristo. Pero ese aspecto del dogma trinitario no nos impide hacernos la pregunta acerca de la verdad como tal, en general, desde el punto de vista filosófico o racional.
----------Pues bien, desde el punto de vista gnoseológico, la verdad es efectivamente una relación. Como dice santo Tomás de Aquino, es la adaequatio intellectus et rei, conformidad de la inteligencia con la realidad. Pero esto da precisamente la posibilidad de captar una verdad absoluta o de razón o de fe.
----------Por lo tanto, desde el punto de vista filosófico, no se puede poner en duda la existencia de la verdad absoluta especulativa y moral, porque de lo contrario, si toda verdad fuera relativa, el pensamiento nunca llegaría a una conclusión y la voluntad nunca llegaría a una decisión. Seríamos veletas, juncos arrastrados por el viento o arquitectos construyendo sobre la arena. Apuntar a un absoluto es inevitable. El problema es saber cuál es el verdadero absoluto. Para el creyente es Dios.
----------Verdad absoluta quiere decir cierta, básica, objetiva, no falsificable, definitiva, libre, soberana, irreductible, independiente, suprema, no negociable. Si es absoluta, quiere decir que no es relativa, porque relativo y absoluto se reclaman y se excluyen entre sí. Lo relativo es relativo a lo absoluto y lo absoluto no es relativo a nada. Lo relativo no puede estar sin lo absoluto, mientras que lo absoluto puede estar solo, es autosuficiente. Por eso el Absoluto por excelencia es Dios. El mundo es relativo a Dios. Pero Dios también puede existir sin el mundo.
----------Debemos tener bien presente que la verdad absoluta existe tanto en el ámbito de la teoría como en el de la moral. Los principios de la razón, y de la moral, las verdades de fe y los dogmas son verdades absolutas, certísimas, indiscutibles, irrefutables, irrenunciables e inmutables. Es importante no absolutizar lo relativo y no relativizar lo absoluto. En el primer caso, absolutizando lo relativo, hay idolatría en religión, totalitarismo en política, egoísmo en moral. En el segundo caso, relativizando lo absoluto, tenemos el relativismo en la moral, el subjetivismo en el conocimiento, el indiferentismo en religión, el liberalismo en política.
----------¿Han podido ayudar a mis estimados lectores estas sencillas formas de interpretar este puñado de problemáticas expresiones del papa Francisco? Ojalá que así haya sido, y en tal caso, los lectores podrán tener alguna guía para poder interpretar "en católico" las muchas más, las nuevas y próximas, y seguramente abundantes, problemáticas expresiones que nacen de su generosa locuacidad.

10 comentarios:

  1. Me pregunto a qué se debe su inquina contra la Fraternidad?
    Evidentemente es algo que lo tiene sesgado. Ni el mismo Papa Francisco le tiene ese desprecio.
    En fin, es muy claro que usted NO CONOCE QUÉ ES LA FSSPX. Nada más hace falta ver que sigue con el remanido argumento del "cisma"(sic).
    Le aclaro que cada tanto leo su blog porque siempre me han llamado la atención las personas que a diestra y siniestra no toman conciencia de la situación en la que estamos y siguen negando la realidad. Me entretiene ver cómo se la rebuscan para tranquilizar su conciencia.
    Saludos Don Filemón, que beato Angeleli interceda por usted!

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  2. Los hondazos del Anónimo de las 10:12 no le alcanzan al padre Filemón.
    No existe ninguna duda de que los lefebvrianos son una iglesia cismática. Están fuera de todo ordenamiento jurídico canónico con la Iglesia visible: el Obispo diocesano, Roma. No hay ninguna da de su carácter cismático. Es un cisma, más allá de que en la actual situación, el Papa no use esos términos por simple razón diplomática: así como no lo usa para los luteranos, o para los anglicanos. Pero es lo mismo: separación de Roma en todos los casos, igual en los lefebvrianos.
    Me extraña que se hable de "negación de la realidad"- ¿Se han leído las notas de la última semana acerca del modernismo masónico en el interior de la Iglesia?
    Creo que Fr Filemón manifiesta tener plena conciencia de la realidad de la crisis en la Iglesia. No vive en una burbuja como los lefebvrianos.

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  3. La situación jurídica de la FSSPX es "cisma", de acuerdo a la definición de cisma del Código de Derecho Canónico, tanto del viejo como del nuevo código.
    Es curiosamente paradójico que los lefebvrianos se escandalizan rasgandose las vestiduras cuando hoy Roma no trata (diplomáticamente) con lenguaje de "cisma" a los protestantes, o a los ortodoxos separados de Roma, pero no se escandalizan sino que se complacen cuando Roma no los trata a ellos sin usar la palabra "cisma", sino "sin plena unión a la Iglesia".
    Ese lenguaje actual de Roma, que los escandaliza en los demás casos, pero no en el caso que les ataña a ellos, les ha permitido autoconvencerse de que no son cismáticos. Deberían leer a Pio X y su Catecismo Mayor.

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  4. El problema de los lefebvrianos no es sólo el cisma (pecado contra la Iglesia, contra la Unidad de la Iglesia, pecado contra la virtud de la caridad), sino sobre todo la herejía (pecado contra la virtud de la fe).

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  5. El problema sobre el "cisma" al que se ha aludido en algunos comentarios, creo que revela uno de los rostros del problema o crisis que vive hoy la Iglesia, donde, como dice el padre Filemón en sus notas, "existe de todo, y a la vez lo contrario de todo".
    Considero que se trata de un problema pastoral o de gobierno, particularmente del Papa; no de este Papa, sino de todos los Papas, anteriores y posteriores al Concilio Vaticano II. Lo formulo en estas preguntas: ¿Ha estado bien o mal el modo como Pío IX y Pío X trataron el problema del modernismo? ¿Ha estado bien o mal la forma en que Pío XII convivió con el neomodernismo? ¿Ha sido virtuoso o defectuoso en el papa Pío XII prohibir la enseñanza de los autores neo-modernistas, pero no prohibir su lectura por los católicos? ¿Ha sido virtuosa o defectuosa la manera como Pablo VI gobernó el problema del neomodernismo rahneriano postconciliar, enseñando sin mácula el Magisterio auténtico y tradicional, pero sin prohibir ni condenar a Rahner y los demás modernistas? ¿Ha sido virtuosa o defectuosa la actitud del papa Juan Pablo II en tomar las medidas disciplinarias que tomó contra los cismáticos lefebvrianos, pero sin condenar sus errores contra la Fe? ¿Ha sido virtuosa o defectuosa la actitud del papa Benedicto XVI en evitar llamar cismáticos a los lefebvrianos, y procurar su retorno a la Iglesia procurando el diálogo teológico para que ellos se corrigieran de sus errores dogmáticos contra las enseñanzas del Concilio Vaticano II y el Magisterio postconciliar?
    Precisamente, esta actitud conciliadora o no confrontativa (en el sentido beligerante) del papa Benedicto XVI (que repite, a su particular modo el papa Francisco) ha llevado a creer a los lefebvrianos que no son cismáticos ni herejes. ¡Así de confundidas están las cosas!

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  6. Los lefebvrianos argumentan contra la acusación de "cisma" en su situación jurídica el principio de la "salus animarum" como ley suprema de la Iglesia (formulado en el c. 1752 del nuevo código de derecho canónico).

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  7. Es curiosa la manera como algunos lefebvrianos aplican el principio de la "salvación de las almas como ley suprema de la Iglesia". Por ejemplo, aquí en Mendoza, el priorato de la FSSPX en Godoy Cruz resolvió no celebrar ya Misas con participación de pueblo, sin que en este momento el gobierno secular lo impidiera. Mientras que el señor Arzobispo mendocino parece tener otro criterio acerca de lo necesario para la "salvación de las almas", e instó a sus sacerdotes, frente a las nuevas exigencias (restricción de aforo en los templos) a redoblar esfuerzos (se entiende: celebrar más Misas en la medida de lo posible) para atender a la demanda de los fieles.
    Sí... es curioso el modo como los lefebvrianos recurren a la ley suprema de la "salus animarum".

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  8. Respecto al conocimiento que Fr Filemón de la Trinidad tiene de la FSSPX, puedo dar personal testimonio de que su conocimiento es: desde su interior, y no precisamente en ámbitos sudamericanos, sino europeos. No diré más, pues no me lo permite la discreción que debo mantener acerca de diálogos personales que con él he mantenido desde hace mucho tiempo.
    Por lo demás, dado mi conocimiento del padre Filemón, cuando se refiere a realidades vivenciales, es raro que las trate y formule aseveraciones sin tener un conocimiento cabal de ellas. Si no cuenta con ese conocimiento, se abstiene de formular su opinión.

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  9. Los comentarios se están desviando del tema central del post.
    Respecto a la cuestión del carácter cismático de la SSPX, ¿quién puede ponerlo en duda con serios argumentos? Si se dice que no es cisma, entonces ya nadie entiende lo que es cisma en la Iglesia, y el código de derecho canónico ya nada significa.
    Pero la cuestión esencial del post me parece que es otra: se ha citado la propaganda de la SSPX y de todo el tradicionalismo extremista para ejemplificar el modo como se abusa diciendo que es Magisterio del papa Francisco cualquier cosa que salga de la boca del papa Francisco, ¡y eso no es así! Eso es lo que se explica en este post.
    Gracias, padre Filemón por estas enseñanzas.

    Nadia

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  10. Nadia: la confusión la generan también los Papas, cuando no llaman cisma a lo que es cisma, y cismáticos a los cismáticos.
    También la confusión la genera Francisco cuando dice por cualquier cosa: "Y esto es magisterio!".

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