lunes, 21 de septiembre de 2020

El concepto modernista de la Fe según la encíclica "Pascendi" del papa san Pío X y el actual concepto modernista de la Fe (2/3)

Continuamos hoy indagando las similitudes y diferencias entre el modernismo de los tiempos del papa san Pío X y el de estos tiempos, en lo que respecta a la noción de la Fe detentada por estas desviaciones heréticas.

----------En la nota de ayer veíamos como una falsa gnoseología del concepto tiene dañosas consecuencias en la noción de Fe, al negar o falsificar en la Fe su valor de verdad, su aspecto doctrinal o intelectual. Para los modernistas, el uso del concepto en el campo de la Fe, siempre según la descripción de la carta encíclica Pascendi del papa san Pío X, no tendría por tanto verdadero valor representativo del misterio revelado, sino sólo "simbólico", así como por ejemplo el símbolo del fuego no representa al Espíritu Santo sino tan solo lo simboliza, o bien el agua no nos dice cuál es la esencia de la sabiduría, sino que solo la simboliza.
----------Ahora bien, como los conceptos son los que deben darnos la verdad, y los conceptos en el campo de la fe son (en la postura modernista) mutables, cambiantes (porque la conceptualización, según el modernismo, no va más allá de la representación de los cambiantes fenómenos), esto en consecuencia, como señala con indignación el san Pío X, viene entonces a relacionarse con una inadmisible negación de la inmutabilidad de la verdad, que compromete el concepto mismo de la verdad. Por lo demás, es evidente también cómo esta concepción de la fe le quita o difumina su aspecto sobrenatural, resolviéndola en un ciego movimiento que surge de la oscuridad del preconsciente del espíritu humano.
----------El papa san Pío X señala en la Pascendi que la concepción modernista de la verdad y del concepto compromete el valor del dogma, que pierde su carácter de verdad inmutable. Ahora bien, el dogma está estrechamente ligado a la fe, en cuanto es la interpretación infalible que la Iglesia, por mandato de Nuestro Señor Jesucristo, da de la Palabra de Dios o de los datos revelados. De ahí que despreciar el dogma quiere decir despreciar la fe. Por eso, quizás no hubiera estado mal que el papa Francisco, en su primera encíclica del 2013, dedicada a la Fe, hubiera recordado la función y la naturaleza del dogma, hoy lamentablemente socavado de diversos modos, incluso por aquellos heréticos y cismáticos que se arrogan, desde un falso concepto fijista de su inmutabilidad, la pretensión de ser sus máximos defensores.
----------Ahora bien, la concepción de la fe en el modernismo contemporáneo, el actual, difiere en muy poco de la del modernismo histórico, de la época de san Pío X, aún cuando el actual se esfuerza por destacar algo más la importancia de la gracia, casi completamente olvidada o incomprendida por el modernismo histórico, cegado por las corrientes del fenomenismo positivista y empirista de finales del siglo XIX.
----------En nuestro tiempo, en las últimas décadas, el ejemplo del neo-modernismo lo encontramos en dos teólogos que han llegado a ser famosos: Karl Rahner [1904-1984] y Edward Schillebeeckx [1914-2009]. Ambos conciben la Fe de modo bastante similar al del modernismo del tiempo de san Pío X, vale decir, como fuente inmediata y originaria, preconceptual e interior del misterio divino revelado, aunque con la diferencia de que mientras el modernismo histórico hablaba de "sentimiento" siguiendo las huellas del filósofo y teólogo luterano Friedrich Schleiermacher [1768-1834], los dos mencionados teólogos del siglo XX hablan de experiencia; pero en ambos casos se trata de un acto preconceptual o, como ellos se expresan, "a-temático". En ambos casos el concepto dogmático es mutable y relativo a los contextos histórico-culturales.
----------La concepción neo-modernista actual se diferencia de la del modernismo histórico también por cuanto respecta a la cuestión de la verdad y de la universalidad del contenido de la fe, universalidad que es admitida, pero al mismo tiempo es conceptualmente inexpresable; en el momento en el cual ella se expresa o se la intenta expresar, tal expresión conceptual es mutable y relativa a tiempos y culturas.
----------La concepción neo-modernista de la Fe quisiera presentar a ésta como una virtud sobrenatural, proveniente de la Gracia y de la Divina Revelación. Sin embargo, en ninguno de los dos teólogos, ni en Schillebeeckx ni en Rahner, parece aceptable el modo como expresan la relación que existe entre naturaleza y gracia. De hecho, 1) si bien en el caso de Schillebeeckx se conserva, a nivel de principios, una trascendencia de la gracia sobre la naturaleza, aunque sin precisar, a causa de su agnosticismo kantiano, ni los caracteres de la una ni los de la otra, 2) en el caso de Rahner se insiste mucho en la relación naturaleza-gracia, pero se entiende la gracia como necesario y universal complemento preconceptual de la naturaleza ("cristianos anónimos"), para la cual, no obstante las declaraciones en contrario, falta la gratuidad de la gracia, que por el contrario se ve panteístamente como "autocomunicación" (Selbstmitteilung) divina y como correlativo de la "autotrascendencia" (Selbsttranszendenz) del hombre.
----------En cuanto a la doctrina del concepto, existe una diferencia entre Schillebeeckx y Rahner. Mientras que para el primero el concepto se limita a "indicar" la realidad sin alcanzarla, situándose así en la línea de la gnoseología occamista, para Rahner, seguidor aquí del idealismo hegeliano, lo real es de tal modo inmanente al pensamiento que se identifica con el ser pensado, aunque luego Rahner se aleja firmemente de la visión hegeliana del concepto como exhaustivo de lo real e idéntico a lo real ("lo que es ideal es real"), por lo cual distingue pensamiento y concepto, reservando para el primero el conocimiento trascendental en el ámbito del cual entra el conocimiento de fe como "experiencia", mientras que el ámbito de lo "categorial" toca el dogma, el cual, aunque presentado por la Iglesia como inmutable, en realidad, en virtud de la misma naturaleza de la mente humana, es una libre producción mental relativa al pluralismo y al devenir de las culturas según el modelo de la identificación heideggeriana de la verdad con la libertad.
----------Y después de todo, según Rahner, es precisamente así como la universal experiencia atemática de fe se traduce y expresa en la variedad de los tiempos y de las culturas. El riesgo que la Iglesia puede correr, según él, es permanecer apegada a fórmulas superadas o imponer a una cultura determinada una fórmula que no le conviene.
----------(Concluiremos la serie, con la tercera nota).

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