sábado, 12 de septiembre de 2020

¿Qué esperar de la próxima encíclica del Papa?

El director de la oficina de prensa de la Santa Sede anunció el pasado sábado 5 de septiembre que el papa Francisco viajará el próximo 3 de octubre, víspera de la Fiesta de San Francisco, a la ciudad de Asís para rezar ante la tumba del Poverello. En la ocasión, después de la celebración de la Santa Misa, firmará una nueva encíclica, la tercera de su pontificado, que llevará por título: "Fratelli tutti",  "Hermanos todos". El documento será subtitulado: "Sobre la fraternidad y la amistad social".

----------Es natural que el anuncio de la nueva carta encíclica haya originado ya reacciones, y no han faltado las de los conocidos extremistas, de un polo y del otro, aún cuando todavía no se conozca nada en concreto acerca del real contenido del documento. De modo que estas primeras reacciones sólo se basan en presupuestos. Ahora bien, en sí mismo no está mal tener presupuestos. Por ejemplo, si en una familia uno de sus miembros tiene, por ejemplo, inclinación a las habladurías, uno se vale de ese conocimiento presupuesto para estar alerta, y no fomentar la actuación de sus inclinaciones o, si no hay más remedio que estar presente en ellas, uno se prepara para no tomar en cuenta el cotilleo.
----------De modo semejante, conociendo ya el modo como el papa Francisco ha venido expresándose en estos siete años de su pontificado, tanto formalmente, en sus encíclicas, en sus exhortaciones, en sus discursos en audiencias, como coloquialmente, en las entrevistas que concede, y en sus diálogos privados que a veces trascienden al público, podríamos decir que todos tenemos "presupuestos" ante el anuncio de una nueva encíclica. En este mismo blog, incluso recientemente, nos hemos vuelto a referir a muchas problemáticas expresiones del Papa actual, e incluso a la dificultad que tienen todos los católicos (clero y laicado) para discernir a cada momento qué es Magisterio en este Papa y qué no lo es. De modo que, enmarcados en esos límites, es legítimo contar con presupuestos. Pero tener presupuestos no es lo mismo que prejuzgar pecaminosamente, adelantando la interpretación de un hecho sin conocer el hecho.
----------Dos días atrás aparecieron en internet comentarios sobre la próxima encíclica Fratelli tutti, basados no ya en presupuestos, sino claramente en malos prejuicios. Ocurrió en la página oficial de noticias en español de una fraternidad que se autodenomina católica, pero que en realidad es la única comunidad que en estos últimos decenios ha sido formalmente declarada cismática por la Iglesia (sin que la Iglesia dejara de esforzarse por hacer que los cismáticos vuelvan al redil de la unidad católica). Por supuesto, también son herejes y virtualmente cismáticos los modernistas rahnerianos que hoy abundan en la Iglesia, aunque ellos, por lamentables motivos que ya hemos señalado en este blog, aún no han sido declarados formalmente cismáticos.
----------Los malsanos prejuicios de la citada comunidad ante la próxima encíclica papal, se han puesto de manifiesto en comentarios como éstos: "El tema de la encíclica será, como era de esperar, la fraternidad humana y la amistad social. Desde la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana, el 4 de febrero de 2019, en Abu Dabi, por el Papa y el gran imán de la Universidad Al-Azhar en El Cairo, Ahmed el-Tayeb, el tema no ha dejado de rondar el Magisterio de Francisco. El hecho de que la firma de la encíclica se lleve a cabo al término del 'tiempo de la creación', que comenzó el 1 de septiembre pasado, y para el cual el Papa dio un mensaje, muestra que la ecología 'integral' también será una parte integral de la encíclica. Es de esperar que la Amazonía ocupe un lugar destacado en ella. Lamentablemente, existe el temor de que los errores detectados tanto en la encíclica Laudato si' como en el Documento sobre la Fraternidad Humana se expongan nuevamente, y que las graves objeciones formuladas en su contra deban volver a expresarse".
----------El citado texto de la comunidad cismática no aclara el tipo de errores que, según su criterio, contiene la encíclica Laudato si' o el documento firmado en Abu Dhabi. ¿Se trata meramente de errores de tipo científico, o histórico, o filosófico, o teológico, por ejemplo? ¿O bien se trata, según ellos, de errores en la Fe? No es lo mismo decir una cosa o la otra. Decir lo primero puede ser verdadero y legítimo. También en este blog se ha dicho eso en cierto modo. Pero decir lo segundo es imposible para un católico, y al fin de cuentas, demuestra falta de fe en quien lo dice y, si lo dice a consciencia, demuestra herejía.
----------Lamentablemente, en el texto publicado hace un par de días, se demuestra lo segundo en quienes lo han escrito; es decir, se acusa al Papa de herejía, lo que es imposible en sí mismo, e incrimina de herejía a quien lo expresa. De hecho en este caso concreto se acusa de herejía pelagiana y milenarista al Papa: "Desde Laudato si’, el pensamiento papal se encuentra sumergido en una utopía milenarista y pelagiana. Milenarista, porque sueña con una restauración imposible de la naturaleza herida por el pecado original. ¿No dice el último mensaje del Papa -del 1 de septiembre- que 'el Jubileo es un tiempo para reparar la armonía original de la creación'? Pelagiana, porque la 'conversión' que conduce a esta restauración se concibe sin la ayuda de Dios. ¿Cómo imaginar -para todos los habitantes del mundo a quienes se dirige esta encíclica- una 'civilización del amor', una 'fraternidad universal' o una 'nueva síntesis', sin ayuda de la gracia?"
----------Si se está en el prejuicio y en la ideología, como lo están los modernistas rahnerianos o los tradicionalistas extremos, se estará dispuesto a pensar que el papa Francisco, y antes Benedicto XVI, san Juan Pablo II, o san Pablo VI, tienen influencias dúplices desde el pensamiento moderno. Pero los ideólogos y propagandistas rahnerianos o lefebvrianos nunca pueden aportar pruebas; sólo aportan similitudes expresivas que ellos se esfuerzan por interpretar como concomitancias. Por ejemplo, hace poco el teólogo Andrea Grillo hablaba en su blog de los presupuestos rahnerianos del pensamiento del papa Francisco, de modo similar a como los lefebvrianos le aplicaban presupuestos de la escuela protestante de Tubinga al pensamiento de Benedicto XVI, siempre nada más que a partir de similitudes expresivas.
----------Ahora bien, ¿hay que desconocer los problemas y volvernos ciegos a las confusiones y equívocos generados en estos siete años por la incontinente locuacidad del papa Francisco, que dificulta a los católicos discernir lo que en sus expresiones es Magisterio y lo que no lo es? ¡Por supuesto que no! Pero el católico cabal, debe estar firme en su fe, sin renunciar a ningún dogma, y así, cimentado en su fe, tratar de comprender "católicamente" a este Papa, en esta hora de verdadera Pasión de la Iglesia.
----------Existen hoy quienes no quieren vivir la Pasión de la Iglesia. Son, por un lado, la multitud de modernistas rahnerianos que rechazan la inmutabilidad de la verdad, que rechazan el dogma, y que reinterpretan al Papa a su modo, al servicio de su ideología, terminando por alejarse del verdadero Romano Pontífice. En lo mismo caen, aunque dirigiéndose en dirección contraria, los tradicionalistas lefebvrianos y filo-lefebvrianos, que adjudican errores en la Fe al Concilio Vaticano II y a los Papas del post-concilio; de hecho, ellos son sedevacantistas (al menos en la práctica), se alejan también del verdadero Romano Pontífice. Los unos y los otros, modernistas y tradicionalistas abusivos, al igual que los Apóstoles huyeron del Huerto de los Olivos al no aceptar la Pasión de Nuestro Señor, huyen hoy de la hora de Pasión en la que vive la Iglesia.
----------Pues bien, a fin de preparar nuestro espíritu para recibir en menos de un mes un nuevo documento del Magisterio pontificio, sin ser ciegos a los presupuestos con lo que contamos al haber vivido ya siete complicados años del actual pontificado, pero sin caer en malos prejuicios, quizás sea útil dedicar algunos días en este blog a examinar el contexto en el que nacerá la nueva carta encíclica. Por supuesto, ese contexto implica, como ya se ha dicho, los documentos precedentes, por ejemplo la encíclica Laudato si', la exhortación Querida Amazonía, o el acuerdo de Abu Dhabi, pero deberíamos agregar otros elementos del contexto en que nacerá la nueva encíclica, y por citar algunos, menciono: el tan debatido acuerdo con el gobierno de China, la realidad de las migraciones en los últimos años y, sobre todo, la actual pandemia.
----------Comenzaré precisamente por este último elemento: la pandemia del Covid-19, que no cesa, se prolonga en el tiempo, y no deja de influir en multitud de aspectos de nuestra vida individual y social, incluso en el aspecto religioso. En particular, existe un enfoque sobre la actual pandemia que intuyo que tendrá incidencia en la próxima encíclica (aunque es sólo una opinión personal, y me puedo equivocar): se trata de la pandemia en su relación con la naturaleza. Comienzo hoy con algunas ideas:
----------Ante todo recordemos que el papa Francisco, desde el inicio de su pontificado, siempre ha mostrado un gran interés por la relación del hombre con la naturaleza en el plan de Dios. Por lo tanto, sobre todo en la encíclica Laudato si' y también en la exhortación apostólica post-sinodal Querida Amazonía, ha resaltado todos aquellos aspectos de la naturaleza que, por la voluntad originaria de Dios Creador, la convierten en madre amorosa, poderosa, providente, maravillosa, que nos mantiene en vida, cuyos inmensos beneficios y recursos, valorados por la industria humana, están destinados a todos. Se trata, pues, de la naturaleza que distribuye o atesora aún en lo oculto, en sí misma, sustancias medicinales o, en cualquier caso, transformables en medicamentos y fármacos a través de la técnica humana; naturaleza, de la cual, siempre en el respeto de sus leyes, el genio humano durante milenios e incluso hoy en día, gracias al progreso de la ciencia, recaba constantemente más poderosas energías para el bien y la salud del hombre, siempre nuevos y más avanzados medios de comunicación, de registración, de organización, de cálculo, de transporte, de investigación del universo, de protección, de defensa militar, y también para la creación de obras de arte siempre nuevas. En definitiva, repito, es la naturaleza vista como madre amorosa.
----------Tanto en Laudato si' como en Querida Amazonia, el Papa ha condenado, con severidad y con toda justicia, una explotación indiscriminada de los recursos de la naturaleza, una explotación desordenada, irracional e ilegal, por meros intereses económicos egoístas, en beneficio de pocos y en detrimento de muchos. El Papa ha condenado también la contaminación de la naturaleza, a causa de una producción industrial a gran escala, irrespetuosa de los daños a la población provocados por la falta de reciclaje de los productos de descarte y la eliminación de los desechos tóxicos. Así es como el Papa ha acuñado la nueva expresión "ecología integral", casi como indicando una disciplina que no formara parte de las ciencias experimentales (ecología científica) sino casi designando un nuevo sector de la Teología Moral.
----------Con ocasión del Sínodo para la Amazonía, en el contexto de la discusión sobre las posibles formas de una liturgia amazónica, algunos pensaron, siguiendo el método de la inculturación, desde siempre seguido por la Iglesia, en utilizar la imagen de la diosa Pachamama, pero naturalmente despojada del carácter de divinidad que asume en el paganismo, sino usada como imagen de la Madre Tierra en cuanto creatura de Dios. Sin embargo, desafortunadamente, como todos saben, se han verificado actos y gestos sacrílegos de culto idolátrico a Pachamama, que debieron ser, como lo han sido, justamente condenados. Al respecto, el papa Francisco, no por todos comprendido, o tal vez él mismo no siendo del todo claro sobre el asunto, ha defendido ciertamente la figura de Pachamama, pero naturalmente no en el sentido de aprobar un culto idolátrico en lo más mínimo, sino como invitación a utilizar, aplicando el principio de la inculturación, esa imagen como símbolo de la Madre Tierra creada por Dios, lo cual es en absoluto legítimo.
----------De ese mismo modo, las Sagradas Escrituras han usado la doctrina babilónica de los ángeles para derivar la doctrina bíblica de los ángeles; y otro testimonio es el dado por san Pablo en el Areópago, cuando utilizó la imagen del "dios desconocido" para anunciar a Nuestro Señor Jesucristo. Citando otros testimonios, en los primeros siglos, Cristo fue parangonado con Orfeo, atracción de las almas; y el propio santo Tomás de Aquino transfiguró, no sin haber recibido oposiciones en su tiempo, el concepto pagano griego de Dios para anunciar al Dios cristiano; y con el mismo propósito el padre Matteo Ricci en el siglo XVI utilizó, él también sumamente incomprendido en su tiempo, la imagen china del "cielo", y el Concilio Vaticano II usó la imagen islámica de Alá para decir que también los musulmanes pueden adorar al verdadero Dios. Se trata de inculturaciones que, cada una en su momento, han resultado "criaturas harto incomprendidas" (para usar la expresión de Rubius Hagrid) para muchos cristianos en distintos momentos de la historia y del progreso doctrinal.
----------Sin embargo (y ahora sólo señalo un introito para el que será tema de mi próxima nota sobre este asunto), hasta hace poco, el papa Francisco, si bien siempre se había referido a la naturaleza como madre amorosa, no había tocado casi para nada el delicado tema y dificilísimo problema, que siempre ha atormentado al hombre, de la hostilidad de la naturaleza frente al hombre, de los daños a veces terribles, gravísimos y vastísimos, que le llegan al ser humano de esa "madre" que parece a veces no comportarse como madre amorosa; daños, desgracias y calamidades que parecen llegar quizás inesperadamente, independientemente de cualquier mala acción contra la naturaleza y a pesar de toda buena voluntad...

20 comentarios:

  1. Sucedió antes con el Concilio. No hay que acudir a las desviaciones sea para un lado que para el otro para interpretarlo. Los extremos se tocan.
    En este caso lo mismo. Ambos bandos desviados buscan desprestigiar al Papa interpretando de modo ilegítimo su magisterio.
    Y así no se llega a nada constructivo.
    Si en Magisterio fuera algo imposible de entender a simple vista, no sería magisterio sino iniciación esotérica.
    Visto que solamente Dios juzga las intenciones, no es lícito que los fieles las juzguemos, sino que sigamos el magisterio que nos propone la Iglesia HOY.
    Suena distinto al de otras épocas? Pues ésta época también es distinta a las otras.

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  2. Respecto a que "Sucedió antes con el Concilio. No hay que acudir a las desviaciones sea para un lado que para el otro para interpretarlo", hasta ahí podría estar de acuerdo, Fernando.
    Pero en otras cosas que Ud. dice no estoy de acuerdo:
    1) "Si el Magisterio fuera algo imposible de entender a simple vista, no sería magisterio sino iniciación esotérica". Esta frase es FALSA si lo que Ud. quiere decir que todo lo que expresa el Papa es verdadero sin interpretación. Pero es VERDADERA si lo que Ud quiere decir que, para el sensus fidei del fiel católico, a simple vista puede reconocerse lo que es Verdad de Fe (es decir Magisterio) de lo que NO lo es en lo que expresa el Papa. Por ejemplo, cuando el Papa habla del calentamiento global y saca conclusiones "éticas" de eso, pues precisamente: eso NO es Magisterio.
    2) No podría estar de acuerdo con lo que Ud. dice después: "...sigamos el magisterio que nos propone la Iglesia HOY. ¿Suena distinto al de otras épocas? Pues ésta época también es distinta a las otras". Eso me suena a subjetivismo, relativismo, excepticismo rahneriano. Absoluto modernismo. ¿Hay alguna verdad inmutable en el Magisterio según Ud.? La última frase de su comentario me da la impresión que no.
    Acláremelo, por favor, si es posible. Le agradecería.

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  3. Joaquín, paso a aclarle lo que me pide.
    1) No sé de dónde saca que yo haya dicho: "todo lo que expresa el Papa es verdadero sin interpretación". Dije que el Magisterio fuera imposible de entender estaríamos frente a una iniciación esotérica.
    2) Por supuesto que hay verdades inmutables: están todas en el Credo. Además de muchas otras.
    Ahora paso a preguntarle yo, por qué no ve el sentido llano de las palabras y se enreda igual que los lefebvristas en intenciones que no se infieren de los enunciados?

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  4. Fernando:
    No, Fernando, Ud. lo que dice es que "el Magisterio no es imposible de entender". Y hasta ahí estoy de acuerdo, porque es obvio. Pero enseguida Ud. dice que para entender el Magisterio (y estamos hablando del magisterio del papa Francisco) se debe ver "el sentido llano de las palabras". Pues bien, eso es falso, porque no es tan simple entender el Magisterio del papa Francisco en el sentido llano de las palabras, porque ese sentido llano (es decir, ese supuesto único sentido) no existe muchas veces en sus expresiones, que frecuentemente son ambiguas, equívocas, confunden, y a veces, "en el sentido llano" como Ud. dice, parecerían contradecir el Dogma, y sobre esto se podrían mencionar muchos casos en estos siete años! Por lo tanto, el magisterio del papa Francisco debe ser interpretado muchas veces con benevolencia, "in bonam partem", porque de lo contrario se daría pie a los lefebvristas, que acusan de herejía a sus expresiones.

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  5. ¿Sentido "llano" en el Magisterio del Papa?...
    Seguramente no están hablando del Papa Francisco...

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  6. Joaquín:
    El Magisterio está dirigido a los fieles católicos, para guiarnos en el camino de la fe. El Magisterio ya es interpretación de la Revelación. Me parece que si hiciera falta además otra interpretación, habría un segundo magisterio. Ésa es la doctrina lefebvrista, que ellos son la interpretación del Magisterio porque el Magisterio no se basta a sí mismo.
    Mi opinión es que ahí está el problema. Se puede caer en un lefebvrismo de "centro" que, salvo por la orientación, no se diferencia en nada en lo que tiene de pernicioso el lefebvrismo.

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  7. Fernando:
    ¿Todo lo que dice el Papa Francisco es Magisterio para vos?

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  8. Fernando: le escribe un católico; y la caridad no me permite en ningún caso tratarlo a Ud. de "estúpido", y no lo hago. Pero no puedo evitar decirle que, aunque Ud. no es estúpido, lo que dice es una estupidez.
    TODO el Magisterio debe ser interpretado, aunque sea la recta interpretación de la Revelación.

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  9. Mire Fernando: Estoy muy lejos del lefebvrismo; pero lo que Ud. dice es una barbaridad. El Magisterio debe ser interpretado, y esto no supone que "mi" interpretación esté por sobre el Magisterio.
    Lo que Ud. dice es una barbaridad.
    Le pongo un sencillo ejemplo: las actuales discusiones acerca de los documentos del Concilio Vaticano II y de los documentos de los papas del postconcilio, surgen precisamente porque su sentido no es llano, y necesitan ser aclarados, necesitan ser interpretados, como lo ha dicho el papa Benedicto XVI, al afirmar que la única interpretación posible es la de la "hermenéutica de la continuidad" (que no aceptan ni los lefebvrianos ni los modernistas).
    Reflexione, por favor, sobre lo ridículo y bárbaro de lo que Ud. está afirmando.

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  10. El Magisterio no es distinto en este o aquel Papa, por eso ni todo lo que dice Francisco ni todo lo que dice cualquier otro Papa es Magisterio. Me parece que eso está claro.
    Pregunto al católico de las 7:33 quién sería el "designado" para la interpretación del Magisterio?
    Vuelvo a decir que me parece peligroso pretender imporner un segundo factor de interpretación (de la interpretación), visto que el Concilio Vaticano II enseña claramente que la interpretación de la Revelación fue encomendada solamente al Magisterio de la Iglesia. Y no agrega que luego habrá una interpretación de esa interpretación auténtica.

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  11. Fernando: Ud mismo lo dice, y por eso se contradice. Si Ud. dice con toda verdad que "ni todo lo que dice Francisco ni todo lo que dice cualquier otro Papa es Magisterio", entonces es Ud. el que debe interpretar "qué" dice como Magisterio. Por eso es el católico, cualquier católico, con su "sensus fidei", con su sentido de la Fe, el que es capaz ("llanamente", como Ud. dice) de interpretar lo que es Magisterio de lo que no lo es, ayudado por el Catecismo, las encíclicas, lo que puede haber aprendido de la fe de sus padres y abuelos, etc., la Tradición, etc.

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  12. Joaquín:
    Quisiera conocer en qué está la barbaridad en mi comentario.
    Usted mismo dice que el Papa Benedicto marcó un camino a seguir para llegar a una auténtica interpretación. Eso es Magisterio. No la interpretación del Magisterio como una segunda realidad.
    La Congregación para la Doctrina de la Fe (y sus precedentes denominaciones) generalmente se encargó de esas funciones. Aclarar asuntos que luego pueden llegar a ser no tan claros. Y no hace falta llegar al Concilio Vaticano II, también en lo referido al Concilio de Trento. Por ejemplo años antes de Francisco, en pleno pontificado de Juan Pablo II y con el entonces Cardenal Ratzinger como prefecto, dictaminó (aprobado luego por el Papa) que una anáfora de los caldeos cismáticos (la anáfora de Addai y Mari) que no contenía las palabras de la consagración, sin embargo confeccionaba también el sacramento de la Eucaristía.

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  13. Es el Magisterio lo que dice qué es y qué no es Magisterio.
    Obvio que uno adhiere con un acto de la inteligencia con el consentimiento de la voluntad movido por Dios por la Gracia. Eso es imposible que no esté.
    Pero yo no interpreto, recibo. Por eso es Magisterio.

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  14. Me parece que es más fácil esclarecer el debate si no se salta de un tema al otro.
    Al principio el tema era la interpretación del Magisterio. Sin llegar a la conclusión del mismo se salta al discernimiento de lo que es o no Magisterio. En mi opinión sería bueno concluir uno para pasar al otro, porque si no es una discusión estéril en la que siempre se plantea una duda nueva sin esclarecer la que se estaba tratando.
    Si sirve para el debate, es mi propuesta.

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  15. Fernando: Discernir qué es Magisterio de lo que no lo es implica INTERPRETACION. Por eso Benedicto habló de la hermenéutica (interpretación) de la reforma en continuidad, y hablaba de la Interpretación del Magisterio (es decir, del Magisterio conciliar).
    Interpretar el magisterio y discernir qué es Magisterio de lo que no lo es, ambas cosas son interpretación del Magisterio.

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  16. Exacto. Lo hizo Benedicto en su Magisterio.
    Cuál es el problema?
    Visto que en los primeros comentarios se decía que el magisterio no se entiende simplemente y alguien lo tiene que interpretar para que lo entendamos los no iniciados, pregunté quién sería ese "alguien".
    Ahora bien, si como estamos diciendo hasta ahora el Magisterio explica el Magisterio no hay un alguien que interpreta el Magisterio, sino que el mismo Magisterio se aclara según sea necesario. Y eso depende de las épocas. Por eso cité la anáfora caldea. Tema relativo al Concilio de Trento, no al Concilio Vaticano II.
    Me expliqué bien?

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  17. Estimado Fernando: Distingo diciendo que: Hay una interpretación magisterial del magisterio (se dé cuando se de) y existe una interpretación no magisterial. La primera es la oficial, cuando se da, y si es necesario, como Ud. dice. La segunda es permanente, absolutamente necesaria, y la hace no sólo el catequista, el párroco en su homilía, el docente en la facultad de teología o en el seminario, sino que también la hace todo creyente, cada vez que accede a los documentos del Magisterio.
    Un ejemplo: si el creyente toma la declaración de Abu Dhabi, y lee que el papa Francisco dice que Dios quiere la diversidad de religiones; el creyente NO PUEDE DEJAR DE INTERPRETAR ESE MAGISTERIO, in bonam partem, es decir, de forma ortodoxa. Lo debe interpretar. Porque de lo contrario, si lo toma en su sentido llano y literal, correria el peligro de atribuir al Papa una herejía.

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  18. Hay una interpretación de todo en la vida. Me parece que quedaba claro que estamos hablando una una mediación de autoridad, no del discernimiento personal o asistido que hace cada uno, desde cuando leemos la Palabra de Dios hasta cuando leemos el pronóstico del tiempo.
    La interpretación del Magisterio sigue pautas que las da el mismo Magisterio, por ejemplo en la NEP de Lumen Gentium.
    Si se me permite, cualquier texto o dicho tomado en sentido impropio trae problemas. Y me parece que sentido llano no es sinónimo de literal. Y literal no es sinónimo de servil o carnal.
    Pero eso pasa hasta en la lectura de las noticias. Hemos leído alguna vez "final infartante en la Bombonera", sin que significara que había que mandar una unidad de cardiología al estadio de Boca.

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  19. Ah!!!!! Bueno, ahora estamos arreglados. Ahora entonces, Ud, Fernando, admite que no existe siempre sentido llano en el Magisterio que pueda ser "recibido" ingenuamente, y que todos tenemos que interpretar.
    Bien, por fin, ahora creo que sus oponentes dialécticos podrán estar de acuerdo. Si no hubiera una interpretación o hermenéutica más allá de la interpretación autoritativa magisterial, entonces sería imposible ni el catecismo, ni las clases de teología en el seminario, ni las revistas para católicos, ni las discusiones y debates, o las conversaciones sobre la Fe. Entonces, existe una interpretación de lo expresado en el Magisterio.

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  20. Por eso pregunté si me expliqué bien.
    No dije que no hay un sentido llano y jamás hablé de ingenuidad.
    Aún en las palabras de Cristo hay ironías, exageraciones, parábolas, etc., pero me baso en Mt. 11, 25-27.
    Existe una interpretación a todo en la vida, hasta de las señales de tránsito. Cuando dice PARE no nos quedamos quietos para siempre. Y no hace falta ser Aristóteles para entenderlo.
    Si sigue el hilo que comenzó con Joaquín, va a ver que yo no niego a que se interprete o discierna lo que se escucha o se lee. Yo digo que el Magisterio está al alcance de los fieles, sin una mediación necesaria. Y que (entre otros) los lefebvristas son lo que quieren ser la mediación necesaria.
    Luego siguieron con si todo es Magisterio, si hay que interpretarlo y così via.
    Y nadie dice si hace falta una mediación necesaria para entender el Magisterio y si el de Francisco es distinto del resto de los Papas. Yo afirmé que no a ambas cosas. Lo que no implica que no aprendamos de otros, que no leamos comentarios y explicaciones, que no comparemos, que no preguntemos. Pero la necesaria interpretación vendrá del mismo Magisterio, como en los ejemplos que puse.
    Todo el resto fue el saltar de un tema al otro. Por eso pedí que intentáramos agotar un tema antes de pasar al otro.

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