Finalizo hoy estos desordenados apuntes, que es mi esperanza puedan haber brindado algo de claridad a los lectores que todavía conservan dudas acerca de la rectitud doctrinal de los Encuentros de Asís.
----------La convocatoria de estas periódicas Jornadas de Asís, encuentros interreligiosos celebrados por los tres últimos Papas, se fundamenta, tal como dijimos, en lo que la escuela tomista llama la "religión natural" y, naturalmente, en las directivas pastorales del Concilio Vaticano II. Por ello, podemos decir, mientras los Estados modernos están obligados y se comprometen, sobre todo a partir de las llamadas "declaraciones de los derechos" del siglo XVIII, a reconocer el derecho a la libertad religiosa como derecho natural (fundado sobre la religión natural), no pueden imponer al ciudadano, sin violentar la conciencia, como hacen ciertos Estados islámicos, una religión positiva revelada o que se presenta como revelada.
----------Debe notarse que la religión natural, como enseña el Concilio (Lumen Gentium n.16), puede implicar también solo un conocimiento "implícito" e inconsciente de Dios, escondido detrás del respeto absoluto (cf. Kant) por la dignidad del hombre y el valor sagrado de la solidaridad humana (cf. Mt c.25).
----------El temor y los escrúpulos de que la iniciativa de los tres últimos Papas pueda favorecer el indiferentismo, el sincretismo y el relativismo, podemos muy bien disiparlo recordando la doctrina de fe antes mencionada. Porque el reunirse junto con exponentes de otras religiones sobre ciertos valores universales, como son la oración, no implica absolutamente por parte de nadie, empezando por el Papa -sería escandaloso el solo sospecharlo- la renuncia a esa convicción básica de fe acerca del primado del catolicismo, y ciertamente los exponentes de las otras religiones saben cuáles son las ideas del Papa al respecto.
----------Viceversa, no se puede excluir que los participantes en la reunión, tocados por la gracia divina, sientan el dulce y exigente llamado de aquel Logos, que, como dice San Juan, está presente en el corazón de todo hombre.
----------Por otra parte, los Papas quieren implícitamente recordar que a Cristo, es decir, a la divina Revelación, se llega sobre la base de Dios demostrado por la razón natural. Si no se cree ni siquiera en esto, es imposible llegar a Cristo. El fideísmo irracionalista, para el cual la fe sería construida "a priori" sin o contra una religión natural, es una herejía de origen protestante condenada por la Iglesia desde el siglo XIX.
----------También la nefasta contraposición protestante entre "fe" -que para ellos sería verdad y gracia- y "religión" -que para ellos sería presunción humana, magia o superstición- no nos permitiría comprender el fundamento bíblico y conciliar de la iniciativa de los Papas.
----------El encontrarnos, en cambio, todos juntos en el reconocimiento del Dios de la razón y de la conciencia moral natural (cf. Kant) es un paso indispensable para reconocer al Dios de la fe, o sea el Dios de Cristo y construir juntos la paz y la justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios sin debido respeto hacia la Iglesia y las personas, serán eliminados. Se admiten hasta 200 comentarios por artículo.