Continuemos con el tema de estos días: el caso Viganò, aún no resuelto.
El recordado memorial de Mons. Carlo Maria Viganò denunciaba una vasta difusión en la Iglesia, en varios países del mundo, sobre todo en los Estados Unidos, y en la propia Curia Romana entre el clero y los prelados, de la complicidad, del encubrimiento, de la connivencia o incluso de la práctica personal de las peores formas de la lujuria, como la pedofilia y la sodomía. Y donde existen los pecados más graves, ciertamente no faltan aquellos menos graves, y mucho más difundidos, como la fornicación, la violación y el concubinato, aunque se hable menos, ya que se trata de vicios menos escandalosos.
----------Entre todos estos pecados, el que mayormente perturba a la comunidad eclesial, y daña la sensibilidad cristiana y humana, es sin duda la pedofilia; pero hay que reconocer que aquí los casos son muy raros y ciertamente se puede decir que actualmente las autoridades de la Santa Sede han iniciado una ardua y seria obra de rehabilitación, de purificación y de represión. Pero aquello que resulta algo desconcertante es el silencio sobre el otro vicio más difundido que es la sodomía. Este no es el signo, ciertamente, por parte de las autoridades centrales del Vaticano, de una plena y eficaz voluntad de enmienda.
----------Ahora bien, aquel memorial de Mons. Viganò toca sobre todo este punto. Lamentablemente el Papa mismo, como es bien sabido, sigue mostrando una indiscreta confianza y benevolencia con personajes laicos o eclesiásticos, acerca de los cuales circulan malas noticias sobre sus costumbres sexuales y sus ideas en materia de ética sexual. Uno se pregunta ¿por qué el Papa no hace nada o casi nada -al menos así parece- para llamar a tales personajes a una digna conducta y corregir sus ideas en términos de ética sexual?
----------Al describir la actual situación eclesial, monseñor Viganò, como todo el mundo ya sabe, también cuestiona a altísimos prelados del presente y del reciente pasado y concluía su memorial con gravísimas acusaciones de complicidad del papa Francisco hasta el punto de pedir su dimisión. En aquella entrevista con Televisa, la TV de México, mencionada dos notas atrás, Mons. Viganò formulaba la esperanza de que el Papa quiera pedir "perdón" a la Iglesia por su conducta negligente y cómplice.
----------Continuaremos con este tema en una próxima nota.