lunes, 3 de febrero de 2020

Breves apuntes para comprender las Jornadas de Asís (3/4)

Continuamos nuestros apuntes acerca del sentido de las Jornadas de Oración de Asís.

----------La segunda parte de estos apuntes la finalizábamos recordando los documentos del Concilio Vaticano II, que nos convocan al diálogo interreligioso, así como a un renovado empeño misionero. Debemos encuadrar el gesto de los tres últimos Papas al convocar todos ellos las Jornadas de Oración de Asís, en este clima de esperanza, fundamentado en la fe. Pero nos preguntamos: ¿qué fe? Precisamente en el hecho de que cuanto enseñan esos documentos son verdades de fe, por tanto infalibles, absoluta y perennemente ciertas, dado que el Concilio las funda expresamente sobre la Revelación y el ejemplo de Cristo.
----------Y se trata de explicitaciones dogmáticas, las cuales, por su novedad, no deben generar en nosotros ninguna duda acerca de su continuidad u homogeneidad con la Tradición, aunque hasta ahora la Iglesia no se hubiera expresado con tanta claridad y autoridad sobre la importancia de esos valores.
----------El diálogo interreligioso y el derecho a la libertad religiosa están inescindiblemente vinculados, en cuanto ambos se fundan en el hecho, siempre enseñado por la Iglesia y por la misma Sagrada Escritura, de que la mente humana como tal, y por tanto todo hombre honesto y razonable, puede saber que Dios, Principio del universo, existe, partiendo de la consideración de las cosas creadas (cf. Rm 1,20; Sab 13,5) y que, por lo tanto, el hombre debe rendir cuentas a Él, justo y misericordioso, de lo obrado.
----------Esto es lo que la escuela de santo Tomás de Aquino llama "religión natural", que es naturalmente monoteísta, aunque a menudo esta imagen de Dios puede ser yuxtapuesta con errores o lagunas. Pero esto sucede hoy, por desgracia, incluso entre teólogos "católicos": figurémonos si no sucede también entre los animistas, los idólatras, los budistas o los chamanes.
----------Las grandes dificultades surgen cuando se trata de ver o saber si, cuándo, dónde y cómo Dios se ha revelado positivamente al hombre o a algún gurú, profeta o vidente. Es aquí, sobre este terreno que se eleva sobre la razón, donde existen los más complicados interrogantes y los contrastes profundos y la cosa es comprensible.
----------Este es el campo de las religiones que se presentan como históricamente "reveladas", sobre todo el brahmanismo, el espiritismo, el sintoísmo, el taoísmo, el budismo, el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, requiriendo una "fe" no solo en Dios, sino también en estos mediadores o en la comunidad religiosa fundada por ellos. Estas religiones tienen que ver más con la mística -a veces con el ocultismo o la gnosis- que con la racionalidad, y su riesgo -excluyendo al cristianismo- es el de la irracionalidad, de la magia, del fanatismo o del fundamentalismo.
----------La decisión de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco -esto sea dicho para tranquilizar a algunos católicos- no debe ser interpretada en absoluto como renuncia a la doctrina de fe del primado del catolicismo sobre todas las demás religiones, comprendido el protestantismo y la ortodoxia oriental, precisamente porque esta decisión hace referencia, como ya lo he dicho, a la religión natural, fundada sobre la razón y no sobre especiales revelaciones divinas o textos sagrados que contengan tales revelaciones. Incluso la masonería admite una religión natural como elemento de coagulación y de convivencia civil entre las varias religiones positivas, ¡figurémonos si no deberíamos hacerlo los católicos!
----------Los tres últimos Papas, al convocar la Jornada de Asis, intentan hacer leva sobre la conciencia religiosa de la humanidad como tal, -recordemos el título de la famosa obra kantiana "La religión dentro de los límites de la razón pura"- a fin de que todo hombre religioso de buena voluntad, cualquiera sea la religión a la cual pertenezca, de unitariamente testimonio de religiosidad frente al vasto mundo secularizado, materialista, irreligioso, agnóstico, supersticioso, relativista o ateo de nuestros días.